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CAPÍTULO 17

Madre Pārvatī maldice a Citraketu

Se resume a continuación el capítulo decimośeptimo. Este capítulo explica que Citraketu, por haberse burlado del Señor Śiva, recibió un cuerpo de asura, de demonio.

Después de hablar personalmente con la Suprema Personalidad de Dios, el rey Citraketu disfrutó de la vida en su avión, en compañía de las mujeres del planeta Vidyādhara. Ocupándose en el canto congregacional de las glorias del Señor, comenzó a volar con su avión, recorriendo el espacio exterior. Un día, en el curso de sus viajes, recorría los jardines de la montaña Sumeru, cuando vio al Señor Śiva abrazado a Pārvatī ante una asamblea de siddhas, cāraṇas y grandes sabios. Al ver al Señor Śiva en aquella actitud, Citraketu rompió a reir a carcajadas, pero Pārvatī, muy irritada con él, le maldijo. Por esa maldición, más tarde Citraketu tuvo que aparecer en la forma del demonio Vṛtrāsura.

Sin embargo, Citraketu, sin espantarse de la maldición de Pārvatī, habló de la siguiente manera: «En la sociedad humana, todo el mundo disfruta de la felicidad y la aflicción conforme a sus actos pasados, y de ese modo viaja por el mundo material. Por lo tanto, nadie es responsable de su felicidad y su aflicción. En el mundo material, nos encontramos sometidos a la influencia de la naturaleza material, pero, aun así, creemos que somos el hacedor de todo. En el mundo material, que está hecho de la energía externa del Señor Supremo, a veces somos maldecidos, y a veces, favorecidos; así, a veces disfrutamos en los sistemas planetarios superiores, y a veces sufrimos en los planetas inferiores; pero todas esas situaciones son una misma cosa, pues se dan dentro del mundo material. Ninguna de esas posiciones tiene existencia real, ya que todas ellas son temporales. La Suprema Personalidad de Dios es el controlador supremo; bajo Su control, el mundo material es creado, mantenido y aniquilado, pero Él permanece neutral a las diversas transformaciones del mundo material en el tiempo y el espacio. Es la energía material, la energía externa de la Suprema Personalidad de Dios, quien se ocupa del mundo material. El Señor ayuda al mundo creando situaciones para las entidades vivientes que se encuentran en él».

Al oír hablar a Citraketu de este modo, todos los miembros de la gran asamblea en que se encontraban el Señor Śiva y Pārvatī quedaron asombrados. Entonces, el Señor Śiva habló de los devotos del Señor. El devoto se mantiene neutral en todas las circunstancias de la vida, en los planetas celestiales y en los infernales, liberado del mundo material o condicionado por él, bendecido con felicidad o sometido al sufrimiento. Bajo la influencia de la energía externa, la entidad viviente recibe un cuerpo material denso y sutil, y en esa posición ilusoria parece sufrir, aunque todos los seres son partes integrales del Señor Supremo. Los supuestos semidioses se consideran señores independientes, y de ese modo se desvían, sin entender que todas las entidades vivientes son partes del Supremo. Este capítulo concluye con la glorificación del devoto y de la Suprema Personalidad de Dios.

Text 1:
Śrīla Śukadeva Gosvāmī dijo: Tras ofrecer reverencias en la dirección en que había desaparecido Ananta, la Suprema Personalidad de Dios, Citraketu comenzó a viajar por el espacio exterior como rey de los vidyādharas.
Texts 2-3:
Alabado por grandes sabios santos y por los habitantes de Siddhaloka y Cāraṇaloka, Citraketu, el muy poderoso yogī místico, se dedicó a viajar, disfrutando de la vida durante millones de años. Pleno de fuerza física y sin conocer la debilidad de los sentidos, recorrió los valles de la montaña Sumeru, el lugar en que se alcanza la perfección en los diversos tipos de poder místico. En esos valles disfrutó de la vida con las mujeres de Vidyādhara-loka, cantando las glorias de Hari, el Señor Supremo.
Texts 4-5:
En cierta ocasión, mientras recorría el espacio exterior en el resplandeciente avión que el Señor Viṣṇu le había dado, el rey Citraketu vio al Señor Śiva, rodeado de siddhas y cāraṇas en una asamblea de grandes personas santas; Śiva abrazaba a Pārvatī, que estaba sentada en su regazo. Citraketu, riendo a carcajadas, habló de forma que Pārvatī pudiera oírle.
Text 6:
Citraketu dijo: El Señor Śiva, el maestro espiritual de la gente en general, es la mejor de las entidades vivientes que han recibido cuerpos materiales. Él enuncia el sistema de la religión. Sin embargo, ¿no es sorprendente que esté abrazando a su esposa, Pārvatī, ante una asamblea de grandes personas santas?
Text 7:
Es indudable que el Señor Śiva, el del cabello enredado en la cabeza, se ha sometido a grandes austeridades y penitencias. En verdad, él preside la asamblea de los estrictos seguidores de los principios védicos. Y, sin embargo, se sienta ante las grandes personas santas con su esposa en el regazo, y no se avergüenza de abrazarla como un ser humano corriente.
Text 8:
Es normal que una persona corriente, un ser condicionado, abrace a su esposa y disfrute de su compañía en lugares apartados. Lo sorprendente es que el Señor Mahādeva, que domina a la perfección la austeridad, abrace públicamente a su esposa ante una asamblea de grandes santos.
Text 9:
Śrī Śukadeva Gosvāmī continuó: Mi querido rey, tras escuchar las palabras de Citraketu, el Señor Śiva, la personalidad más poderosa, cuyo conocimiento es insondable, se limitó a sonreír y no dijo nada; todos los miembros de la asamblea siguieron su ejemplo y tampoco dijeron nada.
Text 10:
Sin conocer el poder del Señor Śiva y de Pārvatī, Citraketu les criticó con energía. Sus afirmaciones no fueron nada agradables, y, como consecuencia la diosa Pārvatī, muy irritada, dirigió las siguientes palabras a Citraketu, que se creía superior al Señor Śiva en control de los sentidos.
Text 11:
La diosa Pārvatī dijo: ¡Vaya!, ¿quién es este advenedizo?, ¿le han encomendado la tarea de castigar a personas desvergonzadas como nosotros?, ¿ha sido nombrado legislador?, ¿lleva la vara de castigo?, ¿es él ahora el único amo y señor de todo?
Text 12:
¡Ay!, el Señor Brahmā, que ha nacido de la flor de loto, no conoce los principios de la religión, y lo mismo les sucede a los grandes santos, como Bhṛgu y Nārada. y a los cuatro Kumāras, encabezados por Sanat-kumāra. También Manu y Kapila han olvidado los principios religiosos. Supongo que esa es la razón de que no hayan tratado de impedir la inadecuada conducta del Señor Śiva.
Text 13:
Este Citraketu es el más bajo de los kṣatriyas, pues, sin ningún pudor, ha pasado por encima de Brahmā y de los demás semidioses, insultando al Señor Śiva, en cuyos pies de loto meditan ellos siempre. El Señor Śiva es la personificación de los principios religiosos, el maestro espiritual del mundo entero. Por lo tanto, Citraketu merece ser castigado.
Text 14:
Esta persona se ha envanecido de sus logros, y piensa que es el mejor. No merece el refugio de los pies de loto del Señor Viṣṇu, que son adorados por todas las personas santas, pues tiene tan poco pudor que se considera muy importante.
Text 15:
Querido hijo mío, eres un insolente, así que ahora nacerás en una familia de demonios, baja y pecaminosa, de forma que no vuelvas a cometer otra ofensa como esta contra las personas santas y excelsas de este mundo.
Text 16:
Śrī Śukadeva Gosvāmī continuó: Mi querido rey Parīkṣit, al recibir la maldición, Citraketu descendió de su avión, se inclinó ante Pārvatī con gran humildad y la satisfizo por entero.
Text 17:
Citraketu dijo: Mi querida madre, uno mis manos para aceptar tu maldición. En realidad, esa maldición no me preocupa, pues la felicidad y la aflicción son resultados que los semidioses nos otorgan por nuestros actos pasados.
Text 18:
Confundida por la ignorancia, la entidad viviente vaga por el bosque del mundo material, experimentando, en todo tiempo y lugar, la felicidad y la aflicción que se derivan de sus actos pasados. [Por lo tanto, mi querida madre, ni a ti ni a mí se nos puede acusar por lo que ha ocurrido].
Text 19:
En el mundo material, la causa de la felicidad y el sufrimiento materiales no son ni la misma entidad viviente, ni los demás [sus amigos y enemigos]. Sin embargo, debido a la densa ignorancia, la entidad viviente piensa que ella y los demás son la causa.
Text 20:
El mundo material es como las olas de un río que fluye sin cesar. Así pues, ¿qué es una maldición y qué una bendición?, ¿qué son los planetas celestiales y qué los infernales?, ¿qué es en realidad la felicidad?, y ¿qué es la aflicción? Como las olas fluyen sin cesar, ninguna de ellas tiene un efecto eterno.
Text 21:
La Suprema Personalidad de Dios es uno. Sin verse afectado por las condiciones del mundo material, Él crea a todas las almas condicionadas con Su propia potencia personal. La entidad viviente, debido a la contaminación de la energía material, cae bajo la influencia de la ignorancia, y tiene que pasar por distintas condiciones de cautiverio. A veces, gracias al conocimiento, la entidad viviente recibe la liberación. Bajo la influencia de sattva-guṇa y de rajo-guṇa, está sometida a la felicidad y el sufrimiento.
Text 22:
La Suprema Personalidad de Dios tiene la misma actitud hacia todas las entidades vivientes. Por lo tanto, para Él, nadie es muy querido, y nadie es un gran enemigo; no tiene amigos ni parientes. Como está desapegado del mundo material, ni está apegado a lo que se llama felicidad, ni detesta los supuestos sufrimientos. Esas dos palabras, felicidad y sufrimiento, son relativas. El Señor siempre es feliz, y, por lo tanto, para Él el sufrimiento no existe.
Text 23:
Aunque está desapegado de nuestra felicidad y sufrimiento, que son resultado del karma, y aunque nadie es Su amigo ni Su favorito, el Señor Supremo crea actividades piadosas e impías por intermedio de Su potencia material. Así, para perpetuar el modo de vida materialista, Él crea felicidad y aflicción, buena fortuna y mala fortuna, cautiverio y liberación, nacimiento y muerte.
Text 24:
¡Oh, madre!, ahora te has irritado innecesariamente; sin embargo, como la felicidad y el sufrimiento me vienen ya destinados por mis actividades pasadas, no te suplicaré que me perdones o me liberes de tu maldición. Aunque lo que he dicho era correcto, perdona, por favor, cualquier cosa que hayas considerado incorrecta de mi parte.
Text 25:
Śrī Śukadeva Gosvāmī continuó: ¡Oh, rey Parīkṣīt, subyugador del enemigo!, tras satisfacer al Señor Śiva y a su esposa Pārvatī, Citraketu subió a su avión y partió, mientras ellos le seguían con la mirada. Al ver que Citraketu no tenía miedo a pesar de conocer la maldición, el Señor Śiva y Pārvatī sonrieron, completamente asombrados de su conducta.
Text 26:
A continuación, y en presencia del gran sabio Nārada, de los demonios, de los habitantes de Siddhaloka y de sus acompañantes personales, el Señor Śiva, que es muy poderoso, habló a su esposa Pārvatī, mientras todos escuchaban.
Text 27:
El Señor Śiva dijo: Mi querida y hermosa Pārvatī, ¿has visto la grandeza de los vaiṣṇavas? Esas grandes almas son sirvientes de los sirvientes de la Suprema Personalidad de Dios, Hari, y no tienen interés en ningún tipo de felicidad material.
Text 28:
Los devotos que están exclusivamente dedicados al servicio devocional de la Suprema Personalidad de Dios, Nārāyaṇa, no sienten temor de ninguna circunstancia de la vida. Para ellos, los planetas celestiales, la liberación y los planetas infernales son lo mismo, pues el único interés de esos devotos es el servicio del Señor.
Text 29:
Debido a la acción de la energía externa del Señor Supremo, las entidades vivientes quedan condicionadas en contacto con cuerpos materiales. Las dualidades de la felicidad y la aflicción, el nacimiento y la muerte, las maldiciones y las bendiciones son subproductos naturales de ese contacto con el mundo material.
Text 30:
Del mismo modo que confundimos una guirnalda de flores con una serpiente, o en un sueño experimentamos felicidad y sufrimiento, en el mundo material, por falta de una reflexión madura, distinguimos entre la felicidad y la aflicción, considerando que una es buena y otra es mala.
Text 31:
Las personas ocupadas en el servicio devocional del Señor Vāsudeva, Kṛṣṇa, están naturalmente dotadas de conocimiento perfecto, y desapegadas del mundo material. Por lo tanto, esos devotos no tienen interés en la supuesta felicidad y el supuesto sufrimiento de este mundo.
Text 32:
Ni yo [el Señor Śiva], ni Brahmā, ni los Aśvinī-kumāras, ni Nārada y los demás grandes sabios hijos de Brahmā, ni los propios semidioses, podemos entender los pasatiempos y la personalidad del Señor Supremo. Aunque somos partes del Señor Supremo, nos consideramos controladores independientes y autónomos y, como consecuencia, no podemos entender su identidad.
Text 33:
Él no tiene preferencia por nadie, ni considera a nadie Su enemigo. Para Él no hay familiares ni extraños. Él es en realidad el alma del alma de todas las entidades vivientes. Así, Él es el amigo auspicioso de todos los seres vivos, para quienes es muy íntimo y querido.
Texts 34-35:
Este magnánimo Citraketu es un querido devoto del Señor. Es ecuánime con todas las entidades vivientes, y está libre de apego y odio. Del mismo modo, yo también Le soy muy querido al Señor Nārāyaṇa. Por lo tanto, nadie debe sorprenderse de ver las actividades de los muy excelsos devotos de Nārāyaṇa, pues están libres de apego y de envidia. Son siempre pacíficos, y son ecuánimes con todos.
Text 36:
Śrī Śukadeva Gosvāmī dijo: ¡Oh, rey!, tras escuchar estas palabras de su esposo, la semidiosa [Umā, la esposa del Señor Śiva] pudo superar el asombro que le había producido la conducta del rey Citraketu, y serenó su inteligencia.
Text 37:
Él gran devoto Citraketu era tan poderoso que estaba perfectamente capacitado para responder a madre Pārvatī con otra maldición; sin embargo, en lugar de hacerlo, aceptó la maldición humildemente e inclinó su cabeza ante el Señor Śiva y su esposa. Este comportamiento es digno de elogio, pues es el comportamiento ideal de un vaiṣṇava.
Text 38:
Maldecido por madre Durgā [Bhavānī, la esposa del Señor Śiva], ese mismo Citraketu nació en una especie de vida demoníaca. Aunque seguía plenamente dotado con el conocimiento trascendental y su aplicación práctica, apareció como demonio en el sacrificio de fuego celebrado por Tvaṣṭā. De ese modo fue famoso con el nombre de Vṛtrāsura.
Text 39:
Mi querido rey Parīkṣit, me has preguntado por la razón de que Vṛtrāsura, que era un gran devoto, naciese en una familia demoníaca. Así pues, he tratado de explicártelo todo al respecto.
Text 40:
Citraketu era un gran devoto [mahātmā]. Quien escuche esta historia de Citraketu de labios de un devoto puro también se liberará de la vida condicionada en la existencia material.
Text 41:
Aquel que se levante de la cama temprano por la mañana y recite esta historia de Citraketu, controlando el habla y la mente y recordando a la Suprema Personalidad de Dios, irá de regreso al hogar, de vuelta a Dios, sin dificultad.