Skip to main content

Śrīmad-bhāgavatam 7.3.11

Texto

anyathedaṁ vidhāsye ’ham
ayathā pūrvam ojasā
kim anyaiḥ kāla-nirdhūtaiḥ
kalpānte vaiṣṇavādibhiḥ

Palabra por palabra

anyathā — exactamente lo contrario; idam — este universo; vidhāsye — haré; aham — yo; ayathā — inadecuado; pūrvam — como era antes; ojasā — con el poder de mi austeridad; kim — de qué sirve; anyaiḥ — con otro; kāla-nirdhūtaiḥ — destruido con el paso del tiempo; kalpa-ante — al final del milenio; vaiṣṇava-ādibhiḥ — con planetas como Dhruvaloka o Vaikuṇṭhaloka.

Traducción

«Con mis rigurosas austeridades, haré que se inviertan los resultados de las actividades piadosas e impías. Voy a echar abajo todo el orden establecido en el mundo. Incluso Dhruvaloka quedará destruido al final del milenio. ¿De qué sirve entonces, elevarse hasta él? Prefiero permanecer en la posición de Brahmā».

Significado

Los semidioses informaron al Señor Brahmā de la demoníaca resolución de Hiraṇyakaśipu, que quería echar abajo todos los principios establecidos. Los habitantes del mundo material se elevan a los planetas celestiales después de ejecutar rigurosas austeridades; pero Hiraṇyakaśipu no quería que fuesen felices en esos planetas, sino que sufriesen también debido a los tratos engañosos y falsos de los semidioses. Quería que las personas agobiadas en este mundo por las relaciones materiales tuviesen que sufrir por el mismo motivo en los planetas celestiales. De hecho, quería que esa angustia estuviese en todas partes. Alguien podría preguntar cómo iba a ser eso posible, si el orden cósmico estaba establecido desde tiempo inmemorial; pero Hiraṇyakaśipu estaba orgulloso de declarar que podía lograrlo todo con el poder de su tapasya. Quería ver zozobrar incluso la sólida posición de los vaiṣṇavas. Esas son algunas de las características de una voluntad asúrica.