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CC Ādi-līlā 1.54

Texto

ṛte ’rthaṁ yat pratīyeta
na pratīyeta cātmani
tad vidyād ātmano māyāṁ
yathābhāso yathā tamaḥ

Palabra por palabra

ṛte—sin; artham—valor; yat—aquello que; pratīyeta—parece ser; na—no; pratīyeta—parece ser; ca—sin duda; ātmani—en relación conmigo; tat—eso; vidyāt—debes saber; ātmanaḥ—Mía; māyām—energía ilusoria; yathā—igual que; ābhāsaḥ—el reflejo; yathā—igual que; tamaḥ—la oscuridad.

Traducción

«Todo lo que parece ser real sin Mí es sin duda Mi energía ilusoria, pues nada puede existir sin Mí. Es como un reflejo de una luz real en las sombras, pues en la luz no hay ni sombras ni reflejos.

Significado

En el verso anterior se ha explicado la Verdad Absoluta y Su naturaleza. Para conocer realmente al Absoluto, hay que comprender también la verdad relativa. En este verso se explica la verdad relativa, llamada māyā o naturaleza material. Māyā no tiene existencia independiente. La persona poco inteligente se ve cautivada por las maravillosas actividades de māyā, pero no entiende que tras esas actividades está la dirección del Señor Supremo. En la Bhagavad-gītā (9.10) se dice: mayādhyakṣeṇa prakṛtiḥ sūyate sa-carācaram: La naturaleza material actúa y produce seres móviles e inmóviles solamente bajo la supervisión de Kṛṣṇa.

La naturaleza real de māyā, la existencia ilusoria de la manifestación material, se explica claramente en el Śrīmad-Bhāgavatam. La Verdad Absoluta es substancia, y la existencia de la verdad relativa depende de su relación con el Absoluto. Māyā significa energía; se explica, por tanto, que la verdad relativa es la energía de la Verdad Absoluta. Como es difícil comprender la distinción entre verdad absoluta y relativa, una analogía puede ayudarnos a aclararla. La Verdad Absoluta puede compararse al Sol, que se percibe en términos de dos verdades relativas: el reflejo y la oscuridad. La oscuridad es la ausencia de la luz del Sol, y el reflejo es la proyección de la luz del Sol en la oscuridad. Ni oscuridad ni reflejo tienen existencia independiente. La oscuridad se produce cuando se bloquea la luz del Sol. Por ejemplo, si alguien está de cara al Sol, la espalda estará en la sombra. Como la sombra se encuentra en la ausencia del Sol, es, en consecuencia, relativa respecto al Sol. El mundo espiritual se compara con la luz del Sol real, y el mundo material con las regiones oscuras en las que el Sol no es visible.

Cuando la manifestación material parece ser maravillosa, se debe a un reflejo desvirtuado de la luz del sol supremo, la Verdad Absoluta, como lo confirma el Vedānta-sūtra. Todo lo que puede verse aquí tiene su substancia en el Absoluto. Así como la oscuridad se sitúa lejos del Sol, el mundo material también está lejos del espiritual. Las Escrituras védicas nos enseñan que no debemos dejarnos cautivar por la región oscura (tamaḥ), sino que tratemos de alcanzar las regiones iluminadas del Absoluto (yogi-dhāma).

El mundo espiritual es luminoso y brillante, pero el material está envuelto en tinieblas. En el mundo material se necesita la luz del Sol, de la Luna o las diferentes clases de luz artificial para disipar la oscuridad, sobre todo en la noche, porque, por naturaleza, el mundo material es oscuro. Por tanto, el Señor Supremo ha dispuesto que exista la luz del Sol y de la Luna. Pero en Su morada, como está descrito en la Bhagavad-gītā (15.6), no es necesaria la iluminación del Sol, ni de la Luna, ni de la electricidad, porque allí todo es refulgente.

Lo que es relativo, y temporal y está lejos de la Verdad Absoluta se llama māyā, ignorancia. Esa ilusión se manifiesta de dos maneras distintas, como explica la Bhagavad-gītā. La ilusión inferior es la materia inerte, y la ilusión superior es la entidad viviente. Las entidades vivientes se llaman ilusorias en este contexto, sólo porque están implicadas en las estructuras y actividades ilusorias del mundo material. En realidad, las entidades vivientes no son ilusorias, porque son parte de la energía superior del Señor Supremo, y no tienen por qué estar bajo māyā, si no lo desean. Las acciones de las entidades vivientes en el reino espiritual no son ilusorias. Son las actividades eternas y reales de las almas liberadas.