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Śrīmad-bhāgavatam 4.23.20

Texto

atīva bhartur vrata-dharma-niṣṭhayā
śuśrūṣayā cārṣa-deha-yātrayā
nāvindatārtiṁ parikarśitāpi sā
preyaskara-sparśana-māna-nirvṛtiḥ

Palabra por palabra

atīva — mucho; bhartuḥ — del esposo; vrata-dharma — voto de servirle; niṣṭhayā — con la determinación; śuśrūṣayā — servir; ca — también; ārṣa — como los grandes sabios santos; deha — cuerpo; yātrayā — condición de vida; na — no hizo; avindata — percibir; ārtim — dificultad alguna; parikarśitā api — aunque se transformó hasta quedar delgada; — ella; preyaḥ-kara — muy agradable; sparśana — tocar; māna — ocupada; nirvṛtiḥ — placer.

Traducción

Aunque no estaba acostumbrada a esas dificultades, la reina Arci siguió a su esposo en la práctica de los principios regulativos para vivir en el bosque como los grandes sabios. Se acostaba en el suelo y solamente comía frutas, flores y hojas; como no estaba hecha para esas actividades, estaba débil y delgada. Sin embargo, debido al placer que obtenía del servicio a su esposo, no sentía la menor dificultad.

Significado

Las palabras bhartur vrata-dharma-niṣṭhayā indican que el deber o principio religioso de la mujer es servir a su esposo en toda circunstancia. En la civilización védica, al hombre se le educa desde el principio de su vida para que sea un brahmacārī; luego será un gṛhastha ideal, un vānaprastha y un sannyāsī; a la esposa se la educa para que siga estrictamente a su esposo en todas las circunstancias de la vida. Después del período de brahmacarya, el hombre entra en la vida de casado; a la mujer, los padres la educan para que sea una esposa casta. De esta forma, cuando los jóvenes se unen, ambos han sido educados para llevar una vida dedicada a un propósito superior. Al muchacho se le educa para que ejecute su deber conforme con el propósito superior de la vida, y a la esposa, para que le siga. El deber de una esposa casta es mantener complacido a su esposo en la vida familiar en todo aspecto; cuando el esposo se retira de la vida familiar, ella debe ir al bosque y adoptar la vida de vānaprastha, o vana-vāsī. En ese entonces, debe seguir a su esposo y cuidarle, tal como le cuidó en la vida familiar. Sin embargo, cuando el esposo entra en la orden de vida de renuncia, sannyāsa, la esposa debe regresar al hogar y ser una mujer santa, dando ejemplo a sus hijos y nueras, y mostrándoles el modo de llevar una vida de austeridad.

Cuando Caitanya Mahāprabhu entró en la orden de sannyāsa, Su esposa, Viṣṇupriyādevī, a pesar de que solo tenía dieciséis años, también aceptó el voto de austeridad, debido a que su esposo Se había ido del hogar. Rezaba en su rosario, y cuando terminaba una vuelta, recogía un grano de arroz. De esa forma, reunía tantos granos de arroz como vueltas rezaba en el rosario, los cocinaba, y ese era su prāsada. Eso es austeridad. Incluso en la India actual, las viudas y las mujeres cuyos esposos han entrado en la orden de sannyāsa siguen los principios de austeridad, a pesar de vivir con sus hijos. Arci, la esposa de Pṛthu Mahārāja, tenía una determinación estable en cumplir con su deber de esposa, y mientras su esposo estaba en el bosque, ella le acompañó, comiendo solamente fruta y hojas, y durmiendo en el suelo. Como el cuerpo de las mujeres es considerablemente más delicado que el de los hombres, la reina Arci estaba muy débil y delgada, parikarśitā. Cuando una persona se ocupa en austeridades, su cuerpo, por lo general, adelgaza y se debilita. En la vida espiritual, engordar no es demasiado bueno, porque la persona que está ocupada en vida espiritual debe reducir a su mínima expresión las comodidades del cuerpo, es decir, comer, dormir y aparearse. La reina Arci, a pesar de que había adelgazado mucho por seguir los principios regulativos de la vida en el bosque, no se sentía desdichada, pues disfrutaba del honor de servir a su gran esposo.