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Śrīmad-bhāgavatam 3.20.51

Texto

aho etaj jagat-sraṣṭaḥ
sukṛtaṁ bata te kṛtam
pratiṣṭhitāḥ kriyā yasmin
sākam annam adāma he

Palabra por palabra

aho — ¡oh!; etat — esto; jagat-sraṣṭaḥ — ¡oh, creador del universo!; sukṛtam — bien hecho; bata — en verdad; te — que tú; kṛtam — has producido; pratiṣṭhitāḥ — sólidamente establecidas; kriyāḥ — todas las ceremonias rituales; yasmin — en las cuales; sākam — junto con esto; annam — de las oblaciones de los sacrificios; adāma — participaremos; he — ¡oh!

Traducción

Ellos oraron: ¡Oh, creador del universo!, nos alegramos; lo que has producido está bien hecho. Ahora, puesto que en la forma de vida humana han quedado sólidamente establecidas las actividades rituales, todos nosotros participaremos de las oblaciones de los sacrificios.

Significado

También en el verso 10 del tercer capítulo del Bhagavad-gītā se habla de la importancia de los sacrificios. Allí el Señor confirma que al principio Brahmā creó a los manus, y con ellos el procedimiento ritual de sacrificio, y los bendijo diciendo: «Continúen celebrando estos rituales de sacrificio, y gradualmente se elevarán a la posición de autorrealización que le corresponde, y además disfrutarán de felicidad material». Todas las entidades vivientes que Brahmā creó son almas condicionadas, que se sienten inclinadas a enseñorearse de la naturaleza material. Los rituales de sacrificio tienen el objetivo de despertar, gradualmente, la comprensión espiritual de las entidades vivientes. Así comenzó la vida en este universo. Pero la finalidad de esos sacrificios rituales es complacer al Señor Supremo. Sin complacer al Señor Supremo, sin ser consciente de Kṛṣṇa, nadie puede ser feliz, ni en el disfrute material ni en la iluminación espiritual.