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Śrīmad-bhāgavatam 1.5.35

Texto

yad atra kriyate karma
bhagavat-paritoṣaṇam
jñānaṁ yat tad adhīnaṁ hi
bhakti-yoga-samanvitam

Palabra por palabra

yat — cualquier; atra — en esta vida o mundo; kriyate — realiza; karma — trabajo; bhagavat — a la Personalidad de Dios; paritoṣaṇam — satisfacción de; jñānam — conocimiento; yat tat — lo que así se llama; adhīnam — dependiente; hi — indudablemente; bhakti-yoga — devocional; samanvitam — acoplado con bhakti-yoga.

Traducción

Cualquier trabajo que se haga aquí, en esta vida, para la satisfacción de la misión del Señor, se llama bhakti-yoga, o amoroso y trascendental servicio que se le presta al Señor, y lo que se denomina conocimiento se vuelve un factor concomitante.

Significado

Es una noción general y popular que mediante el desempeño del trabajo fruitivo en términos de lo que indican las Escrituras, uno se vuelve perfectamente capaz de adquirir conocimiento trascendental para la iluminación espiritual. Algunas personas consideran que el bhakti-yoga es otra forma de karma. Pero, en realidad, el bhakti-yoga está por encima tanto del karma como del jñāna. El bhakti-yoga es independiente del jñāna y del karma; en cambio, el jñāna y el karma dependen del bhakti-yoga. Este kriyā-yoga o karma-yoga, tal como se lo recomienda Śrī Nārada a Vyāsa, se recomienda específicamente porque el principio es el de satisfacer al Señor. El Señor no quiere que Sus hijos, lo seres vivientes, padezcan el sufrimiento triple de la vida. Él desea que todos ellos vayan adonde está Él y vivan con Él; pero ir de vuelta a Dios significa que uno debe purificarse de las infecciones materiales. Cuando el trabajo se realiza, entonces, para satisfacer al Señor, el ejecutor se purifica gradualmente del afecto por la materia. Esa purificación significa la obtención de conocimiento espiritual. Por lo tanto, el conocimiento depende del karma, o trabajo, que se haga para el Señor. Cualquier otro conocimiento que esté desprovisto del bhakti-yoga o la satisfacción del Señor, no puede conducirlo a uno de vuelta al Reino de Dios, lo cual significa que ni siquiera puede ofrecer la salvación, como ya se explicó en relación con la estrofa naiṣkarmyam apy acyuta-bhāva-varjitam. La conclusión de esto es que un devoto dedicado al inmaculado servicio del Señor, dedicado específicamente a cantar y oír hablar de Sus glorias trascendentales, queda al mismo tiempo iluminado espiritualmente por la divina gracia, tal como se confirma en el Bhagavad-gītā.