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Mantra Trece

Mantra Treize

Texto

Texte

anyad evāhuḥ sambhavād
anyad āhur asambhavāt
iti śuśruma dhīrāṇāṁ
ye nas tad vicacakṣire
anyad evāhuḥ sambhavād
anyad āhur asambhavāt
iti śuśruma dhīrāṇāṁ
ye nas tad vicacakṣire

Palabra por palabra

Synonyms

anyat — diferente; eva — ciertamente; āhuḥ — se dice; sambhavāt — por adorar al Señor Supremo, la causa de todas las causas; anyat — diferente; āhuḥ — se dice; asambhavāt — por adorar a lo que no es el Supremo; iti — así; śuśruma — lo oí; dhīrāṇāṁ — de las autoridades imperturbables; ye — quienes; naḥ — a nosotros; tat — sobre ese tema; vicacakṣire — explicaron perfectamente.

anyat : différent ; eva : certes ; āhuḥ : il est dit ; sambhavāt : en adorant le Seigneur Suprême, la cause de toutes les causes ; anyat : différent ; āhuḥ : il est dit ; asambhavāt : en adorant ce qui n’est pas suprême ; iti : ainsi ; śuśruma : je l’ai entendu ; dhīrāṇām : d’autorités imperturbables ; ye : qui ; naḥ : à nous ; tat : à ce sujet ; vicacakṣire : ont parfaitement expliqué.

Traducción

Translation

Se dice que se obtiene un resultado al adorar a la causa suprema de todas las causas y que se obtiene otro resultado al adorar aquello que no es supremo. Todo esto se escuchó de labios de las autoridades imperturbables que lo explicaron claramente.

Adorer la cause suprême de toutes les causes, ou adorer ce qui n’est pas suprême, il est dit que ces deux voies apportent des fruits différents. C’est ce qu’expliquèrent avec clarté les sages dont la sérénité n’est jamais troublée.

Significado

Purport

En este mantra se aprueba el sistema de oír a las autoridades imperturbables. A menos que uno oiga al ācārya fidedigno, quien nunca se perturba con los cambios del mundo material, no podrá tener verdadero acceso al conocimiento trascendental. El maestro espiritual fidedigno, quien también ha escuchado de su ācārya imperturbable los śruti-mantras o conocimiento védico, nunca manufactura o presenta algo que no mencionen las Escrituras védicas. En El Bhagavad-gītā (9.25) se dice claramente que aquellos que adoran a los pitṛs, o sea a los antepasados, alcanzan los planetas de los antepasados. De modo similar, los materialistas crasos que hacen planes para permanecer aquí, alcanzan otra vez este mundo, y los devotos del Señor que adoran sólo al Señor Kṛṣṇa, la causa suprema de todas las causas, lo alcanzan en Su morada del cielo espiritual.

Aquí en El Śrī Īśopaniṣad también se verifica que las diferentes formas de adoración producen diferentes resultados. Si adoramos al Señor Supremo, ciertamente lo alcanzaremos en Su morada eterna , y si adoramos a semidioses tales como el dios del Sol y el dios de la Luna, llegaremos sin duda alguna a sus planetas respectivos. Y si queremos permanecer en este desdichado planeta, con nuestras comisiones de planeamiento y nuestros arreglos políticos temporales, de seguro también podremos hacer eso.

Ce mantra de la Śrī Īśopaniṣad certifie qu’il faut écouter les sages pleins de compétence et de sérénité. Seul un ācārya authentique, imperturbable malgré les fluctuations du monde matériel, peut nous donner la clé permettant d’accéder à la connaissance transcendantale. Le maître spirituel légitime qui a reçu le savoir védique, les śruti-mantras, de son propre ācārya, n’enseigne jamais rien qui ne soit cité dans les Écritures védiques. Selon la Bhagavad-gītā (9.25), ceux qui rendent un culte aux ancêtres (pitṛs) atteignent les planètes des ancêtres, les matérialistes convaincus qui veulent demeurer en ce monde renaissent sur cette terre, tandis que les bhaktas qui adorent uniquement Kṛṣṇa, la cause suprême de toutes les causes, Le rejoindront dans le monde spirituel. La Śrī Īśopaniṣad le confirme en enseignant que les divers cultes entraînent des résultats différents. En adorant le Seigneur Suprême, nous Le rejoindrons assurément en Son royaume éternel ; en rendant un culte aux devas, comme celui du soleil ou de la lune, nous atteindrons leur planète respective. Mais si nous désirons rester sur cette pauvre planète avec nos « commissions de planification » et nos « politiques bouche-trou », cela est tout à fait possible aussi.

En ninguna parte de las Escrituras auténticas se dice que uno llegará finalmente a la misma meta si hace cualquier cosa o adora a cualquiera. Semejantes teorías necias son presentadas por maestros autoerigidos que no tienen ningún contacto con el paramparā, el sistema fidedigno de sucesión discipular. El maestro espiritual fidedigno no puede decir que todos los senderos conducen a la misma meta, ni que cualquiera puede llegar a esa meta usando su forma particular de adoración a los semidioses o al Supremo o a lo que sea. Cualquiera puede comprender muy fácilmente que una persona llega a su destino sólo cuando ha comprado un pasaje para ese destino. La persona que ha comprado un pasaje para Calcuta puede llegar a Calcuta pero no a Bombay. Sin embargo, los supuestos maestros momentáneos dicen que cualquier pasaje puede conducir a la meta suprema. Esas proposiciones mundanas y comprometedoras atraen a muchas criaturas necias que se envanecen con esos métodos manufacturados de iluminación espiritual. Sin embargo, las instrucciones védicas no los apoyan. A menos que uno haya recibido el conocimiento de parte del maestro espiritual fidedigno que está en la línea de sucesión discipular reconocida, no podrá adquirir lo auténtico, tal como es. Kṛṣṇa le dice a Arjuna en El Bhagavad-gītā (4.2):

Nulle part les Écritures révélées ne mentionnent que nous atteindrons tous le même but, quel que soit l’objet de notre dévotion. Seuls de pseudo-maîtres n’appartenant à aucune filiation authentique (paramparā) peuvent énoncer une théorie aussi absurde. Un vrai maître spirituel ne dira jamais que les différentes formes d’adoration mènent toutes au même but, que l’on rende un culte aux devas, au Suprême, ou à toute autre chose. Chacun sait qu’un billet d’avion ne vaut que pour une destination précise ; un billet pour Calcutta nous conduit à Calcutta et non pas à Bombay. Pourtant, ces prétendus maîtres spirituels proclament que l’on peut atteindre le but suprême par n’importe quelle voie. Leurs présomptions attirent bien des sots qui s’enorgueillissent de ces méthodes faites d’un amalgame de compromis entre matérialisme et spiritualité ; mais ils ne sont nullement légitimés par les Vedas. À moins d’être reçue des lèvres d’un maître appartenant à une filiation spirituelle reconnue, notre connaissance ne peut être vraie. Le Seigneur dit à ce propos dans la Bhagavad-gītā (4.2) :

evaṁ paramparā-prāptam
imaṁ rājarṣayo viduḥ
sa kāleneha mahatā
yogo naṣṭaḥ parantapa
evaṁ paramparā-prāptam
imaṁ rājarṣayo viduḥ
sa kāleneha mahatā
yogo naṣṭaḥ parantapa

“Esta ciencia suprema fue así recibida a través de la cadena de sucesión discipular, y en esta forma la comprendieron los reyes santos. Pero en el transcurso del tiempo la sucesión se rompió, y por eso la ciencia tal como es parece estar perdida”.

« Cette science suprême fut transmise à travers une succession disciplique, et les saints rois la reçurent ainsi. Mais au fil du temps, la filiation s’est rompue, et cette science, dans son intégrité originelle, semble maintenant perdue. »

Cuando el Señor Śrī Kṛṣṇa estaba presente en la Tierra, se habían pervertido los principios del bhakti-yoga definidos en El Bhagavad-gītā; por eso el Señor tuvo que restablecer el sistema discipular empezando con Arjuna, quien era el amigo y devoto más íntimo del Señor. El Señor le dijo claramente a Arjuna (Bg. 4.3) que él podía comprender los principios de El Bhagavad-gītā debido a que era Su devoto y Su amigo. En otras palabras, los que no son devotos ni amigos del Señor no pueden comprender el Gītā. Esto también significa que sólo los que siguen el sendero de Arjuna pueden comprender El Bhagavad-gītā.

Parce que les principes du bhakti-yoga définis dans la Bhagavad-gītā furent altérés, le Seigneur rétablit la filiation spirituelle en instruisant Arjuna, Son disciple et Son ami le plus intime. Le Seigneur expliqua clairement à Arjuna (Bhagavad-gītā, 4.3) que seule sa dévotion et l’amitié qu’il Lui portait, lui permettaient de comprendre les principes de la Bhagavad-gītā. « Si Je t’enseigne aujourd’hui cette science, c’est parce que tu es Mon dévot et Mon ami. » Nul ne peut saisir purement le sens de la Gītā à moins d’être, comme Arjuna, l’ami et le dévot du Seigneur. Il indiquait par là également que pour assimiler cet enseignement, il faut suivre les traces d’Arjuna.

En la actualidad hay muchos intérpretes y traductores de este sublime diálogo que en realidad no tienen conocimiento alguno sobre las instrucciones que el Señor Kṛṣṇa le dio a Arjuna. Semejantes intérpretes explican los versos de El Bhagavad-gītā a su propia manera y presentan todo tipo de disparates en nombre de las Escrituras. Tales intérpretes no creen ni en Śrī Kṛṣṇa ni en Su morada eterna. ¿Cómo pueden entonces explicar El Bhagavad-gītā?

Aujourd’hui, bon nombre d’exégètes et de traducteurs, reléguant à l’arrière-plan Kṛṣṇa et Arjuna, trahissent ce dialogue sublime en l’interprétant à leur façon et énoncent toutes sortes d’inepties au nom de la Gītā. Ils nient et l’existence de Śrī Kṛṣṇa, et celle de Sa demeure éternelle. Comment donc pourraient-ils expliquer la Bhagavad-gītā de façon exacte et sensée ?

El Gītā dice claramente (Bg. 7.20) que sólo los que han perdido la razón adoran a los semidioses. Kṛṣṇa recomienda finalmente (Bg. 18.66) abandonar todos los otros métodos y formas de adoración y entregarse únicamente a Él en forma total. Sólo aquellos que están completamente limpios de todas las reacciones pecaminosas pueden tener semejante fe tan resuelta en el Señor Supremo. Los demás continuarán rondando en la plataforma material con sus mezquinas formas de adoración, y así quedarán descarriados del verdadero sendero, bajo la falsa impresión de que todos los senderos conducen a la misma meta.

Le Seigneur dit clairement dans la Bhagavad-gītā (7.20–23) que seuls les hommes qui ont perdu le sens commun rendent un culte aux devas pour de maigres bénéfices. L’ultime conseil qu’Il donne à Arjuna est de rejeter toute autre forme d’adoration pour s’abandonner complètement à Lui seul. (Bhagavad-gītā, 18.66) Or, la confiance absolue en Kṛṣṇa ne se trouve que chez ceux qui sont affranchis des conséquences de toutes leurs actions pécheresses ; les autres continueront d’entretenir, par des cultes médiocres, leur conscience matérialiste, et s’écarteront ainsi de la voie réelle, en croyant que toutes conduisent au même but.

En este mantra es muy significativa la palabra sambhavāt, que significa “por adorar a la causa suprema”. El Señor Kṛṣṇa es la Personalidad original de Dios, y todo lo que existe ha emanado de Él. El Señor explica en El Bhagavad-gītā (10.8) que Él es el creador de todos, incluyendo a Brahmā, a Viṣṇu y a Śiva. Debido a que el Señor crea a estas tres deidades principales del mundo material, Él es el creador de todo lo que existe en los mundos materiales y espirituales. En El Atharva Veda se dice de igual manera que el Señor Śrī Kṛṣṇa existía antes de la creación de Brahmā y que fue Él quien iluminó a Brahmā con el conocimiento védico: “La Persona Suprema deseó crear a las entidades vivientes y por eso Nārāyaṇa creó a todos los seres vivientes. De Nārāyaṇa nació Brahmā. Nārāyaṇa creó a todos los prajāpatis. Nārāyaṇa creó a Indra. Nārāyaṇa creó a los ocho Vasus. Nārāyaṇa creó a los once Rudras. Nārāyaṇa creó a los doce dityas”. Ya que Nārāyaṇa es la manifestación plenaria del Señor Kṛṣṇa, Nārāyaṇa y Kṛṣṇa son exactamente lo mismo. También hay otras citas posteriores afirmando que ese mismo Señor Supremo es el hijo de Devakī. Śrpāda Śakarācārya también ha aceptado y confirmado la infancia de Śrī Kṛṣṇa junto a Devakī y Vasudeva, y Su identidad como Nārāyaṇa, aun cuando Śakara no pertenece al culto vaiṣṇava o personalista. El Atharva Veda también declara: “Al principio únicamente existía Nārāyaṇa, cuando no existían ni Brahmā ni Śiva, ni el fuego, ni el agua, ni las estrellas, ni el Sol, ni la Luna. El Señor no permanece solo sino que crea cuando así lo desea”. Se afirma en El Mokṣa-dharma: “Yo creé a los prajāpatis y a los Rudras. Ellos no Me conocen completamente porque están cubiertos por Mi energía ilusoria”. En El Varāha Purāṇa también se afirma: “Nārāyaṇa es la Suprema Personalidad de Dios, y de Él se manifestó el Brahmā de cuatro cabezas, y también Rudra, quien más tarde se volvió omnisciente”.

L’Atharva Veda (Gopāla-tāpanī Upaniṣad, 1.24) enseigne par ailleurs : « Celui qui existait avant Brahmā et qui l’illumina de la connaissance védique n’est autre que Śrī Kṛṣṇa. » De même la Nārāyaṇa Upaniṣad souligne : « La Personne Suprême, Nārāyaṇa, désira créer les êtres. C’est donc de Nārāyaṇa que naquit Brahmā, de Nārāyaṇa aussi que procèdent tous les Prajāpatis, Indra, les huit Vasus, les onze Rudras, et les douze Ādityas. » Nārāyaṇa étant une émanation plénière de Kṛṣṇa, l’un et l’autre ne font qu’un. Ce même texte poursuit : « Le fils de Devakī (Kṛṣṇa) est le Seigneur Suprême. » Bien qu’il n’appartienne pas à l’école personnaliste vaiṣṇava,Śrīpāda Śaṅkarācārya a lui aussi accepté et confirmé que Nārāyaṇa est la cause suprême. Et l’Atharva Veda (Mahā Upaniṣad) stipule entre autres : « Au commencement, seul était Nārāyaṇa ; ni Brahmā, ni Śiva, ni le feu, l’eau, les étoiles, le soleil ou la lune n’existaient. Mais Dieu ne demeura pas seul. Il S’entoura de tous les êtres, créés selon Son désir. » On trouve aussi dans le Mokṣa-dharma ces mots de Kṛṣṇa : « J’ai créé les Prajāpatis et les Rudras ; même eux, cependant, n’ont pas de Moi une connaissance parfaite, car ils sont également sous l’emprise de Mon énergie illusoire. » Et le Varāha Purāṇa ajoute : « Nārāyaṇa est Dieu, la Personne Suprême, et c’est de Lui que vint Brahmā aux quatre têtes ainsi que Rudra, qui plus tard devint omniscient. » La Brahma-saṁhitā (5.1) dit, elle, que le Seigneur Suprême est Śrī Kṛṣṇa, Govinda, la cause originelle de toutes les causes et Celui qui réjouit tous les êtres.

Toda la literatura védica confirma entonces que Nārāyaṇa, o sea Kṛṣṇa, es la causa de todas las causas. En El Brahma-saṁhitā también se dice que el Señor Supremo es Śrī Kṛṣṇa, Govinda, quien es el deleite de todos los seres vivientes y la causa primordial de todas las causas. La persona verdaderamente erudita sabe esto a partir de los testimonios presentados por los grandes sabios y los Vedas. De esta forma, el hombre erudito decide adorar al Señor Kṛṣṇa aceptándolo como la totalidad existente.

Toutes les Écritures védiques attestent donc que Nārāyaṇa, Kṛṣṇa, est la cause de toutes les causes. Les vrais érudits, les budhas (ceux qui possèdent l’intelligence spirituelle, la buddhi), sont ceux qui, ayant compris ce fait en s’en rapportant aux grands sages et aux Vedas, adorent exclusivement Śrī Kṛṣṇa et reconnaissent en Lui le Tout suprême.

A las personas que se aferran únicamente a la adoración de Kṛṣṇa se les llama budha, o sea realmente eruditas. Esta convicción se establece cuando uno oye con fe y amor el mensaje trascendental del ācārya imperturbable. No es posible convencer acerca de esta simple verdad a alguien que no tiene ni fe ni amor por Kṛṣṇa. El Bhagavad-gītā (9.11) describe a los infieles como mūḍhas, tontos o asnos. Se dice que los mūḍhas se mofan de la Personalidad de Dios porque no han recibido conocimiento completo de parte del ācārya imperturbable. Alguien que se perturba con el remolino de la energía material, no es competente para convertirse en un ācārya.

Une telle conviction ne vient qu’à celui qui avec amour et confiance reçoit de l’imperturbable ācārya le message transcendantal. Ceux qui, par contre, n’éprouvent ni confiance ni amour pour le Seigneur, ne pourront jamais comprendre cette simple vérité. La Bhagavad-gītā (9.11) les qualifie de mūḍhas (sots comme l’âne). S’ils bafouent la Personne Suprême, c’est qu’ils n’ont pas reçu la connaissance parfaite d’un ācārya serein. Seul celui qui ne se laisse pas emporter par les tourbillons de l’énergie matérielle peut être qualifié d’ācārya.

Antes de oír El Bhagavad-gītā, Arjuna estaba perturbado por el remolino material, por el afecto hacia su familia, su sociedad y su comunidad. Arjuna quería volverse así un filántropo, un hombre no violento de este mundo. Sin embargo, cuando se volvió buddha al oír el conocimiento védico de El Bhagavad-gītā que daba la Persona Suprema, cambió su decisión y se volvió un adorador del Señor Śrī Kṛṣṇa, quien había proyectado la batalla de Kurukṣetra. Arjuna adoró al Señor peleando contra sus así llamados parientes. Así se volvió un devoto puro del Señor. Esos logros sólo son posibles cuando uno adora al verdadero Kṛṣṇa, y no a algún “Kṛṣṇa” fabricado por los necios que ignoran los pormenores de la ciencia de Kṛṣṇa descrita en El Bhagavad-gītā y en El Śrīmad-Bhāgavatam.

Avant de recevoir l’enseignement de la Bhagavad-gītā, Arjuna souffrait dans le tourbillon matériel de l’attachement à la famille, à la société et au pays ; il voulait devenir un philanthrope, un non-violent. Mais après avoir reçu l’enseignement de la Personne Suprême, il fut éclairé, il devint un budha. Il abandonna son idée et s’en remit à Kṛṣṇa, Lequel avait Lui-même décidé de la bataille de Kurukṣetra. Il L’adora en combattant sa prétendue parenté et devint par cette abnégation un pur bhakta. Mais il ne put atteindre une telle perfection qu’en s’abandonnant au Seigneur véritable, à Kṛṣṇa Lui-même, et non à quelque faux Dieu inventé par des insensés, totalement ignorants des subtilités de la science divine de la Bhagavad-gītā et du Śrīmad-Bhāgavatam.

De acuerdo con El Vedānta-sūtra, sambhūta es la fuente del nacimiento y del mantenimiento, y también es el manantial que permanece después de la aniquilación. El Śrīmad-Bhāgavatam, que es el comentario natural sobre El Vedānta-sūtra, escrito por el mismo autor, sostiene que la fuente de todas las emanaciones no es como una piedra muerta, sino que es abhijña, o sea plenamente consciente. El Señor primordial Śrī Kṛṣṇa también dice en El Bhagavad-gītā (7.26) que Él es plenamente consciente del pasado, del presente y del futuro, y que nadie lo conoce completamente, ni siquiera los semidioses tales como Śiva y Brahmā. Sin duda alguna, aquellos que están perturbados por las corrientes de la existencia material no pueden conocerlo a Él completamente. Los maestros espirituales a medio educar tratan de hacer algún arreglo poniendo a toda la humanidad como objeto de la adoración, pero ellos no saben que semejante adoración es imposible y que las masas son imperfectas. Sus intentos son como regar agua en las hojas del árbol, en vez de la raíz. El proceso natural es regar el agua en la raíz, pero los líderes desequilibrados de hoy están más apegados a las hojas. A pesar de que están regando perpetuamente las hojas, todo se está secando por falta de alimento.

Le Vedānta-sūtra explique que le sambhūta, le Seigneur Suprême, est l’origine de la manifestation cosmique (janmādy asya yataḥ), que c’est Lui qui la maintient et que lors de sa destruction, c’est en Lui que les éléments retournent. Le Śrīmad-Bhāgavatam, commentaire originel du Vedānta-sūtra par le même auteur, précise que cette source d’où tout émane n’est pas inerte, mais bien au contraire, abhijñaḥ, pleinement consciente. Ce que confirme la Bhagavad-gītā (7.26), puisque Kṛṣṇa S’y décrit comme pleinement conscient du passé, du présent et de l’avenir. Il ajoute que nul être, fût-il un deva comme Śiva ou Brahmā, ne Le connaît parfaitement. Que dire donc de ces prétendus « maîtres » à demi instruits, ballotés par le flux et le reflux de l’existence matérielle. Face à leur incapacité à connaître Dieu, ils arrivent à un compromis : c’est de l’humanité entière qu’ils font un objet de culte, sans se rendre compte que ce culte n’a aucun sens puisque l’homme est imparfait. Il est aussi vain de rendre un culte à l’humanité que d’arroser les feuilles d’un arbre plutôt que ses racines. Mais de nos jours, ces pseudo-chefs spirituels, désorientés, portent plus d’intérêt au corps qu’à l’âme, aux feuilles qu’à la racine, et malgré leurs efforts constants pour arroser les feuilles, la racine se dessèche et l’arbre meurt.

El Śrī Īśopaniṣad nos aconseja verter el agua en la raíz, la cual es la fuente de todo lo que germina. La adoración a las masas humanas prestándoles un servicio corporal que nunca puede ser perfecto, es menos importante que el servicio al alma. El alma es la raíz que genera los diversos tipos de cuerpos conforme a la ley del karma, la reacción material. Servir a los seres humanos por medio de asistencia médica, ayuda social y facilidades educativas, cuando al mismo tiempo se degüellan a los pobres animales en los mataderos, no es realmente un servicio válido a los seres vivientes.

Aussi l’Īśopaṇisad nous conseille-t-elle d’arroser la racine, source de vie. Servir le corps est moins important que servir l’âme, et ce service à l’humanité ne peut jamais être parfait. L’âme est la racine qui donne vie à toutes sortes de corps selon la loi du karma. Servir les humains de diverses manières dans le domaine de la médecine, de l’aide sociale et de l’éducation tout en égorgeant de malheureux animaux dans les abattoirs n’est d’aucun secours à l’âme, l’être véritable.

El ser viviente padece perpetuamente, en diferentes tipos de cuerpos, los sufrimientos materiales del nacimiento, la vejez, la enfermedad, y la muerte. La forma humana de vida ofrece una oportunidad para salirse de este embrollo con sólo restablecer la relación perdida que existe entre la entidad viviente y el Señor Supremo. El Señor viene personalmente a enseñar esta filosofía de la entrega al Supremo, al sambhūta. Se presta un verdadero servicio a la humanidad cuando se le enseña cómo entregarse y adorar al Señor Supremo con pleno amor y energía. Ésa es la instrucción que da El Śrī Īśopaniṣad en este mantra.

Le mal chronique de l’être est qu’il doit, vie après vie et d’un corps à l’autre, naître, souffrir, vieillir et mourir. Or, le fait de posséder une forme humaine offre à l’âme une chance d’échapper à cet esclavage par un moyen fort simple : rétablir sa relation perdue avec le Seigneur Suprême. Le Seigneur vient Lui-même nous enseigner comment s’abandonner à Lui. Le seul véritable service à rendre aux hommes est de leur apprendre à s’abandonner à Dieu (le sambhūta) et à n’adorer que Lui avec amour et dévotion. Tel est le message de ce mantra.

La sencilla forma de adorar al Señor Supremo en esta era de disturbios es oír y cantar sobre Sus grandiosas actividades. Sin embargo, los especuladores mentales piensan que las actividades del Señor son imaginarias, por consiguiente se abstienen de oírlas e inventan algún juego de palabras insustanciales para distraer la atención de las masas inocentes. En vez de oír las actividades del Señor Kṛṣṇa, ellos se hacen propaganda induciendo a sus seguidores para que canten acerca de maestros espirituales falsos. En la época moderna ha incrementado considerablemente el número de tales farsantes, y para los devotos puros del Señor se ha vuelto un problema salvar a las masas de gente de la propaganda profana que hacen estos farsantes y falsas encarnaciones.

Dans l’âge de discorde où nous vivons, la manière la plus facile et la plus efficace d’adorer le Seigneur est d’entendre le récit de Ses actes glorieux et de les exalter. Par malheur, à force de vaines spéculations, maints ergoteurs croient que les actes du Seigneur ne sont que des mythes. Ils dédaignent donc de les entendre et préfèrent inventer une philosophie sans substance à force de jeux de mots, pour égarer les gens innocents. Ces pseudo-maîtres poussent leurs disciples à les glorifier eux plutôt qu’à entendre les louanges du Seigneur Suprême, Kṛṣṇa. De nos jours, le nombre de ces imposteurs et de faux avatāras s’est accru considérablement et il est devenu extrêmement difficile pour les purs bhaktas de préserver la masse des gens de leur propagande sacrilège.

Los Upaniṣads atraen indirectamente nuestra atención hacia el Señor primordial Śrī Kṛṣṇa, pero El Bhagavad-gītā, el cual es el resumen de todos los Upaniṣads, señala directamente a Śrī Kṛṣṇa. Cuando alguien oye en El Bhagavad-gītā o en El Śrīmad-Bhāgavatam acerca de Kṛṣṇa, tal como Él es, su mente se limpia gradualmente de todas las contaminaciones. El Śrīmad-Bhāgavatam dice: “Por oír las actividades del Señor, se atrae la atención del Señor hacia Su devoto. Y así, el Señor, estando situado en el corazón de todo ser viviente, ayuda al devoto dándole las instrucciones adecuadas”. El Bhagavad-gītā (10.10) también confirma esto.

Les Upaniṣads attirent indirectement notre attention sur Śrī Kṛṣṇa, le Seigneur originel, tandis que la Bhagavad-gītā, qui est l’essence de toutes les Upaniṣads, établit clairement Sa suprématie absolue en tant que la Personne Divine. Il faut donc s’en remettre à la Bhagavad-gītā et au Śrīmad-Bhāgavatam pour connaître le Seigneur tel qu’Il est et, par cette connaissance, graduellement purifier notre mental de toute contamination. Le Śrīmad-Bhāgavatam (1.2.17) dit : « Celui qui écoute le récit des actes glorieux du Seigneur attire sur lui Son attention. Le Seigneur, qui réside dans le cœur de chaque être, éclaire alors Son dévot et le guide. » Ce que corrobore la Bhagavad-gītā (10.10) par les mots : dadāmi buddhi-yogaṁ taṁ yena mām upayānti te.

La instrucción interna que da el Señor limpia el corazón del devoto de todas las contaminaciones producidas por las modalidades materiales de la pasión y la ignorancia. Los no devotos están bajo el dominio de la pasión y la ignorancia. Aquel que está en la modalidad de la pasión no puede desapegarse de los anhelos materiales, y el que está en la modalidad de la ignorancia no puede saber ni quién es él mismo ni quién es el Señor. Cuando uno está así en la modalidad de la pasión o de la ignorancia, no hay posibilidad alguna de que logre la autorrealización, aunque esté haciendo el papel de un religioso. En el devoto, las modalidades de la pasión y de la ignorancia se remueven por la gracia del Señor. De esta forma, el devoto se sitúa en la cualidad de la bondad, la cual es el signo de un brāhmaṇa perfecto. Cualquiera puede capacitarse como un brāhmaṇa, con la condición de que siga el sendero del servicio devocional bajo la guía de un maestro espiritual fidedigno. El Śrīmad-Bhāgavatam (2.4.18) también dice:

De l’intérieur, le Seigneur donne à Son dévot des instructions destinées à purifier son cœur des influences de l’ignorance et de la passion. Les non-dévots, au contraire, demeurent sous leur empire. Tant que la passion gouverne l’homme, il lui est impossible de se libérer de la convoitise ; sous l’influence de l’ignorance, il n’arrive ni à savoir qui est le Seigneur, ni à connaître sa propre identité. L’homme n’a donc aucune chance d’atteindre à son épanouissement spirituel s’il est constamment dominé par ces guṇas, quelle que soit l’ardeur mise à se faire passer pour un spiritualiste. Le dévot, par contre, se voit arraché des griffes de l’ignorance et de la passion par la grâce de Dieu, et s’élève jusqu’à la vertu, guṇa qui caractérise le brāhmaṇa parfait. N’importe qui peut devenir un brāhmaṇa qualifié s’il pratique le service de dévotion sous la conduite d’un maître authentique. Le Śrīmad-Bhāgavatam (2.4.18) dit à ce sujet :

kirāta-hūṇāndhra-pulinda-pulkaśā
ābhīra-śumbhā yavanāḥ khasādayaḥ
ye ’nye ca pāpā yad-apāśrayāśrayāḥ
śudhyanti tasmai prabhaviṣṇave namaḥ
kirāta-hūṇāndhra-pulinda-pulkaśā
ābhīra-śumbhā yavanāḥ khasādayaḥ
ye ’nye ca pāpā yad-apāśrayāśrayāḥ
śudhyanti tasmai prabhaviṣṇave namaḥ

”Toda entidad viviente de nacimiento bajo puede quedar purificada con la guía de un devoto puro del Señor, ya que el Señor es extraordinariamente poderoso”.

Même une personne de la plus basse condition peut être purifiée en suivant les directives d’un pur dévot du Seigneur, car la puissance de Dieu est inconcevable.

Cuando uno adquiere cualidades brahmínicas, se vuelve feliz y entusiasta por prestar servicio devocional al Señor. La ciencia de Dios queda revelada automáticamente ante él. Al conocer la ciencia de Dios uno se libera gradualmente de los apegos materiales, y por la gracia del Señor su inteligencia dudosa se vuelve nítida. Cuando uno llega a esa etapa, se vuelve un alma liberada y ve al Señor a cada paso de su vida. En esto consiste la perfección de sambhavāt que se describe en este mantra.

La caractéristique de celui qui acquiert les qualités brahmaniques est qu’il connaît la joie et l’enthousiasme dans le service de dévotion. La science de Dieu lui est automatiquement révélée et, ainsi éclairé, le bhaktas’affranchit graduellement des liens matériels et devient, par la grâce divine, en mesure d’éclaircir les doutes qui assombrissaient son esprit. Devenu une âme libérée, il peut voir le Seigneur dans chaque circonstance de sa vie. Telle est la perfection du sambhava, l’adoration du Seigneur Suprême décrite dans ce mantra.