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Mantra Catorce

Mantra Quatorze

Texto

Texte

sambhūtiṁ ca vināśaṁ ca
yas tad vedobhayaḿ saha
vināśena mṛtyuṁ tīrtvā
sambhūtyāmṛtam aśnute
sambhūtiṁ ca vināśaṁ ca
yas tad vedobhayaḿ saha
vināśena mṛtyuṁ tīrtvā
sambhūtyāmṛtam aśnute

Palabra por palabra

Synonyms

sambhūtim — la eterna Personalidad de Dios, Su nombre, forma, pasatiempos, cualidades y pertenencias, que son trascendentales, la diversidad que hay en Su morada, etc; ca — y; vināśam — la manifestación material temporal de semidioses, hombres, animales, etc, junto con sus falsos nombres, fama etc; ca — también; yaḥ — aquel que; tat — eso; veda — conoce; ubhayam — ambos; saha — junto con; vināśena — con todo lo que está sujeto a la aniquilación; mṛtyum — muerte; tīrtvā — superando; sambhūtyā — en el eterno reino de Dios; amṛtam — inmortalidad; aśnute — disfruta.

sambhūtim : l’éternelle Personne Divine, Son nom, Sa forme, Ses divertissements, Ses attributs, Son entourage et Son royaume absolus ; ca : et ; vināśam : la manifestation matérielle temporaire, avec ses devas, ses hommes, ses animaux… et leurs noms, leurs gloires et tant d’autres attributs illusoires ; ca : ainsi que ; yaḥ : celui qui ; tat :cela ; veda : sait ; ubhayam : les deux ; saha : avec ; vināśena : toute chose sujette à la destruction ; mṛtyum : la mort ; tīrtvā : surmontant ; sambhūtyā : dans le royaume éternel de Dieu ; amṛtam : l’immortalité ; aśnute : jouit de.

Traducción

Translation

Uno debe conocer perfectamente a la Personalidad de Dios y Su nombre trascendental, y también la creación material temporal con sus semidioses, hombres y animales temporales. Cuando uno los conoce, supera la muerte y la manifestación cósmica efímera, y disfruta su existencia eterna de bienaventuranza y conocimiento en el reino eterno de Dios.

Il faut connaître parfaitement Dieu, Son nom, Sa forme, Ses qualités et Ses divertissements absolus, ainsi que la création matérielle éphémère et ses habitants — devas, hommes et bêtes. Alors on transcendera la mort, et avec elle, la manifestation cosmique temporaire. Dans le royaume de Dieu, on jouira de la vie éternelle, faite de félicité et de connaissance.

Significado

Purport

Con el supuesto avance del conocimiento, la civilización humana ha creado muchas cosas materiales incluyendo las naves espaciales y la energía atómica. Sin embargo no ha podido crear libertad del nacimiento, la vejez, la enfermedad y la muerte. Siempre que un hombre inteligente le pregunta a un supuesto científico sobre esos sufrimientos, éste le contesta muy vivazmente que la ciencia material está progresando y que al final liberará al hombre de la muerte y de la vejez. Tales respuestas son prueba de la ignorancia crasa de los científicos en relación con la naturaleza material. En la naturaleza material todo se encuentra bajo las rigurosas leyes de la materia y debe pasar por seis etapas de transformación: el nacimiento, el crecimiento, el mantenimiento, la transformación, el deterioro y finalmente la muerte. Nada de lo que está en contacto con la naturaleza material puede trascender estas seis leyes de la transformación; por lo tanto, nadie - ya sea semidiós, hombre, animal o árbol - puede sobrevivir para siempre en el mundo material.

La civilisation moderne, qui se dit en progrès, a su inventer les vaisseaux spatiaux et découvrir l’énergie atomique, mais elle demeure impuissante face à la naissance, la maladie, la vieillesse et la mort. Lorsque, faisant preuve d’intelligence, on questionne les savants sur ces problèmes, ceux-ci répondent très habilement que la science est en plein essor et qu’elle saura, dans l’avenir, y trouver une solution. De telles réponses prouvent qu’ils ne savent rien des lois de la nature. Dans la nature, tout être est soumis à des lois sévères et doit passer par les six étapes de la vie : la naissance, la croissance, la maturité, la reproduction, la vieillesse et la mort. Personne n’échappe à ces lois immuables et aucun être, qu’il soit deva, homme, bête ou plante, ne peut prolonger indéfiniment son existence en ce monde.

La duración de la vida puede variar en relación con las especies. El Señor Brahmā, el principal ser viviente de este universo material, puede vivir muchos millones de años, mientras que un germen diminuto sólo puede vivir por algunas horas. Pero eso no importa. Nadie puede sobrevivir eternamente en el mundo material. Los seres nacen o son creados bajo ciertas condiciones, permanecen durante algún tiempo y, si continúan viviendo, ellos crecen, procrean, se deterioran gradualmente y finalmente desaparecen. De acuerdo con estas leyes incluso todos los Brahmās, de los cuales hay millones entre los diferentes universos, están sujetos a la muerte ya sea hoy o mañana. Por eso todo el universo material es llamado Mtyuloka, el lugar de la muerte.

Bien entendu, la durée de la vie varie selon les espèces. Brahmā, le plus important des êtres vivants, vit des millions d’années, quand certains microbes n’existent que pour quelques heures. Cependant, quelle que soit la durée de la vie, la mort demeure inévitable ici-bas. Tout est sujet, après la naissance ou la création, à survivre un certain temps pour finalement dépérir et être anéanti. Sous le joug de cette loi, tous les êtres doivent tôt ou tard payer leur tribut à la mort, qui n’épargne pas même les Brahmās. C’est pourquoi on désigne l’univers matériel sous le nom de Martyaloka, le domaine de la mort.

Los políticos y los científicos materialistas están tratando de volver inmortal este lugar pues no tienen información sobre la naturaleza espiritual inmortal. Esto ocurre porque desconocen la literatura védica, la cual rebosa de conocimiento sobre la experiencia trascendental madura. Desafortunadamente, el hombre moderno es adverso a recibir el conocimiento que proviene de los Vedas, los Purāṇas y otras Escrituras.

Savants et politiciens matérialistes, parce qu’ils n’ont aucune connaissance des Écritures védiques et ne savent pas que la vie éternelle appartient au monde spirituel, cherchent à vaincre la mort en ce monde. Les Écritures regorgent pourtant d’une connaissance confirmée par l’expérience transcendantale ; hélas, l’homme d’aujourd’hui répugne à accepter la connaissance que contiennent les Vedas, les Purāṇas et les autres Écritures sacrées.

De El Viṣṇu Purāṇa (6.7.61) recibimos la información de que el Señor Viṣṇu, la Personalidad de Dios, posee diferentes energías llamadas parā (superior) y aparā o avidyā (energía inferior). La energía material en la que estamos enredados actualmente es llamada la energía avidyā o inferior. La creación material ocurre gracias a esa energía. Pero hay otra, una energía superior llamada el parā śakti, que es diferente de esta energía material inferior. Esa energía superior constituye la creación eterna o inmortal del Señor (Bg. 8.20):

Le Seigneur possède deux énergies principales : la puissance supérieure (parā-śakti) et la puissance inférieure (aparā-śakti). Les êtres vivants appartiennent à l’énergie supérieure, alors que la nature matérielle dont ils sont captifs constitue l’énergie inférieure. C’est de cette énergie, qui recouvre les êtres du voile de l’ignorance et les pousse aux actes fondés sur l’intérêt personnel, qu’est issue la création matérielle. Mais au-delà de ces deux énergies existe une énergie encore supérieure, qui est le royaume éternel et immortel du Seigneur dont parle la Bhagavad-gītā (8.20) :

paras tasmāt tu bhāvo ’nyo
’vyakto ’vyaktāt sanātanaḥ
yaḥ sa sarveṣu bhūteṣu
naśyatsu na vinaśyati
paras tasmāt tu bhāvo ’nyo
’vyakto ’vyaktāt sanātanaḥ
yaḥ sa sarveṣu bhūteṣu
naśyatsu na vinaśyati

Todos los planetas materiales - superiores, inferiores e intermedios, incluyendo el Sol, la Luna y Venus - se encuentran dispersos por todo el universo. Estos planetas existen únicamente durante la vida de Brahmā. Sin embargo, algunos planetas inferiores son destruidos al final de un día de Brahmā, y son creados de nuevo durante el siguiente día de Brahmā. En los planetas superiores el tiempo es calculado en una forma diferente. Un año de los nuestros es apenas igual a veinticuatro horas, o sea un día y una noche, de muchos planetas superiores. Las cuatro eras de la Tierra (Satya, Tretā, Dvāpara y Kali) duran únicamente doce mil años en la escala del tiempo que hay en los planetas superiores. Cuando ese período es multiplicado por mil equivale a un día de Brahmā, y la noche de Brahmā dura lo mismo. Semejantes días y noches se acumulan en meses y años, y Brahmā vive por cien de esos años. Al final de la vida de Brahmā la manifestación universal total es destruida.

Les planètes matérielles dont l’univers est parsemé — des plus hautes, aux intermédiaires et aux plus basses — n’existent que durant la vie de Brahmā. Certaines planètes inférieures sont même anéanties après chaque jour de Brahmā, et recréées au début du jour suivant. La notion de temps diffère sur les planètes supérieures et sur la nôtre. L’une de nos années, par exemple, équivaut à seulement vingt-quatre heures, ou un jour et une nuit, sur beaucoup de ces planètes. Le cycle des quatre âges, (Satya, Tretā, Dvāpara et Kali) qui sur terre dure 4 320 000 ans, n’y dure que 12 000 ans. Mille de ces cycles font une journée de Brahmā, et sa nuit dure autant. Brahmā vit ainsi pendant cent ans, et à la fin de sa vie, la manifestation cosmique tout entière est détruite.

Todos los seres vivientes que residen en el Sol y en la Luna, y también los del sistema Martyaloka - el cual incluye esta Tierra y a muchos planetas que están debajo de ésta - son sumergidos en las aguas de la devastación durante la noche de Brahmā. Ningún ser o especie viviente permanece manifiesto durante este lapso, aunque continúa existiendo espiritualmente. Esta etapa no manifiesta recibe el nombre de avyakta. Y de nuevo hay otra etapa de avyakta cuando todo el universo es destruido al final de la vida de Brahmā. Sin embargo, más allá de estas dos etapas no manifestadas existe una atmósfera o naturaleza espiritual. En esa atmósfera hay un gran número de planetas espirituales que existen eternamente, incluso cuando todos los planetas de este universo material quedan destruidos. La manifestación cósmica que está dentro de la jurisdicción de los diversos Brahmās es apenas una exhibición de la cuarta parte de la energía del Señor. Ésta es la energía inferior. Más allá de la jurisdicción de Brahmā se encuentra la naturaleza espiritual, que recibe el nombre de tripada-vibhūti: las tres cuartas partes de la energía del Señor. Ésa es la energía superior, o parā prakṛti.

Durant la nuit de Brahmā, tous les habitants des systèmes planétaires supérieurs (comme le soleil et la lune), intermédiaires (comme la terre) et inférieurs, sont submergés par les eaux de la dévastation. Durant cette longue nuit, tous les êtres continuent d’exister spirituellement, mais dans un état non manifesté, que l’on appelle avyakta,et que l’on retrouve également à la fin de la vie de Brahmā. Il existe cependant, au-delà de ces deux états de non-manifestation, un troisième état où la matière n’est pas manifestée : c’est le monde spirituel, avec ses innombrables planètes éternelles, qui continue d’exister même après l’anéantissement des planètes matérielles.

La manifestation cosmique constituant l’énergie inférieure du Seigneur et dont chaque univers est régi par un Brahmā particulier déploie seulement un quart de la puissance du Seigneur (ekapād-vibhūti). Le monde spirituel échappe, quant à lui, à la juridiction des divers Brahmās. Déployant les trois quarts de la puissance du Seigneur, il est appelé tri-pāda-vibhūti, et il constitue l’énergie supérieure du Seigneur, la parā-prakṛti.

La Persona Suprema regente que reside en la naturaleza espiritual es el Señor Śrī Kṛṣṇa. Como se confirma en El Bhagavad-gītā (8.22), sólo es posible acercarse a Él a través del servicio devocional puro, y no mediante el proceso de jñāna (filosofía), de yoga (misticismo), o de karma (trabajo fruitivo). Los karmīs, o trabajadores fruitivos, pueden elevarse a los planetas Svargaloka que incluyen al Sol y a la Luna. Los jñānīs y los yogīs pueden llegar a planetas aún más elevados tales como Brahmaloka, y cuando se capacitan todavía más a través del servicio devocional, se les permite entrar en la naturaleza espiritual, ya sea en la atmósfera cósmica iluminante del cielo espiritual (Brahman), o en los planetas Vaikuha, todo de acuerdo con sus aptitudes. Sin embargo, es un hecho cierto que nadie puede entrar en los planetas espirituales Vaikuhas si no ha sido entrenado en el servicio devocional.

C’est là, dans le monde spirituel, que règne Śrī Kṛṣṇa, la Personne Suprême. Ainsi que l’indique la Bhagavad-gītā (8.22), le seul moyen de L’approcher est le pur service de dévotion. Ni le jñāna (la recherche philosophique), ni le yoga (la recherche des pouvoirs surnaturels), et encore bien moins le karma (l’action intéressée) ne permettent de le faire. Les karmīs peuvent s’élever jusqu’aux Svargalokas (planètes supérieures, comme le soleil et la lune). Les jñānīs et les yogīs, eux, peuvent atteindre des planètes plus élevées encore, comme Brahmaloka, Maharloka ou Tapoloka, d’où ils peuvent continuer à progresser en pratiquant le service de dévotion jusqu’à entrer dans le monde spirituel, soit dans la lumière du Brahman irradiant du royaume de Dieu, soit sur les planètes spirituelles, selon leur mérite. Une chose est certaine cependant, personne ne peut entrer dans les planètes spirituelles, les Vaikuṇṭhalokas, s’il n’a pratiqué le service de dévotion.

En los planetas materiales todo el mundo, desde Brahmā hasta la hormiga, está tratando de enseñorearse de la naturaleza material, y ésta es la enfermedad material. Mientras esta enfermedad material continúe, la entidad viviente tendrá que soportar el proceso del cambio corporal. Sin importar que alguien acepte una forma humana, o de semidiós o de animal, finalmente tendrá que aguantar una condición no manifestada durante las dos devastaciones - la devastación de la noche de Brahmā y la devastación al final de la vida de Brahmā. Si queremos acabar con este proceso de nacimientos y muertes repetidos, y los factores concomitantes de la vejez y la enfermedad, debemos tratar de entrar en los planetas espirituales. El Señor Kṛṣṇa, en Sus expansiones plenarias, domina todos y cada uno de esos planetas.

Tous les êtres en ce monde, de Brahmā jusqu’à la plus petite fourmi, veulent dominer la nature ; c’est ce qu’on appelle la fièvre matérielle. Tant que cette fièvre n’est pas tombée, l’être vivant reste assujetti au cycle de la transmigration, tantôt deva, tantôt homme ou animal…, et lors des grandes dévastations (à la fin de chaque jour de Brahmā et à la fin de sa vie) il sera plongé dans l’état non manifesté. Pour mettre fin à cette répétition de morts et de renaissances et à leurs corollaires, la vieillesse et la maladie, nous devons essayer d’atteindre les planètes spirituelles pour y vivre auprès de Śrī Kṛṣṇa ou de Ses innombrables émanations plénières, les Nārāyaṇas. La souveraineté de Kṛṣṇa et de Ses émanations sur ces planètes est confirmée par les śruti-mantras dans ces termes : eko vaśī sarva-gaḥ kṛṣṇa īḍyaḥ/ eko ’pi san bahudhā yo ’vabhāti. (Gopala-tāpanī Upaniṣad, 1.3.21)

Nadie puede dominar a Kṛṣṇa. El alma condicionada trata de dominar a la naturaleza material, y en vez de eso es sometida a las leyes de la naturaleza material y a los sufrimientos de los nacimientos y las muertes repetidos. El Señor viene aquí para restablecer los principios de la religión, y el principio básico consiste en desarrollar una actitud de entrega hacia Él. Ésa es la última instrucción del Señor en El Bhagavad-gītā (18.66), pero los tontos han tergiversado muy hábilmente el significado de esta enseñanza principal y han descarriado a las masas de diferentes maneras. Se ha instado a la gente para que abra hospitales, pero no en cambio a educarse para entrar en el reino espiritual mediante el servicio devocional. Se les ha enseñado a interesarse únicamente en las obras temporales de asistencia, las cuales nunca pueden proporcionarle verdadera felicidad a la entidad viviente. Ellos establecen todo tipo de instituciones públicas y semigubernamentales para detener el poder devastador de la naturaleza, pero no saben cómo pacificar a la insuperable naturaleza. Muchos hombres son proclamados grandes eruditos de El Bhagavad-gītā, pero pasan por alto el mensaje del Gītā sobre cómo pacificar a la naturaleza material. Únicamente se puede pacificar a la poderosa naturaleza si se despierta conciencia de Dios, tal como se señala claramente en El Bhagavad-gītā (7.14).

Nul ne peut dominer Kṛṣṇa. L’âme conditionnée qui essaie d’asservir la nature matérielle doit au contraire en subir les lois implacables et souffrir dans le cycle des morts et des renaissances. Le Seigneur descend dans l’univers matériel afin de rétablir les principes de la religion, dont l’objet est de conduire les âmes conditionnées vers l’abandon à Lui. Cet abandon total est la dernière instruction de la Bhagavad-gītā (18.66) : sarva-dharmān parityaya mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja — « Laisse là toute autre méthode, et abandonne-toi simplement à Moi. » Malheureusement des commentateurs peu scrupuleux ont trahi cet enseignement fondamental et ainsi trompé de nombreux innocents. Ceux-ci ont été incités à ouvrir des hôpitaux mais pas du tout à s’instruire du service de dévotion qui leur permettrait d’entrer dans le monde spirituel. Ils ont appris à ne s’intéresser qu’au soulagement temporaire au lieu du véritable bonheur de l’âme. Ils créent toutes sortes d’institutions nationales ou privées destinées à maîtriser le pouvoir dévastateur de la nature mais ils n’arrivent pas à apaiser cette insurmontable puissance. Beaucoup de théologiens, réputés pour être des spécialistes de la Bhagavad-gītā, dédaignent la méthode que donne la Bhagavad-gītā (7.14) afin de surmonter la nature matérielle ; cette méthode consiste à s’éveiller à la conscience de Dieu.

El Śrī Īśopaniṣad enseña en este mantra que uno debe conocer perfectamente, juntos, tanto a sambhūti (la Personalidad de Dios) como a vināśa (la manifestación material temporal). No es posible salvar nada si sólo se conoce la manifestación material temporal, porque en el curso de la naturaleza hay devastación a todo momento. No es posible salvar a nadie de estas devastaciones abriendo hospitales. Sólo es posible ser salvado cuando se tiene conocimiento completo sobre la vida eterna de bienaventuranza y conciencia. El plan védico está hecho para educar a los hombres en este arte de alcanzar la vida eterna. La gente es descarriada frecuentemente por las cosas temporales atractivas que se basan en la satisfacción de los sentidos, pero el servicio prestado a los objetos de los sentidos es tanto engañoso como degradante.

La Śrī Īśopaniṣad nous enseigne dans ce mantra qu’il faut connaître simultanément le sambhūti (la Personne Suprême) et le vināśa (la manifestation cosmique temporaire). La seule connaissance de la manifestation cosmique ne nous sera d’aucun secours car, dans l’univers matériel, on rencontre la destruction à chaque pas (ahany ahani bhūtāni gacchantīha yamālayam) et ce n’est pas en ouvrant des hôpitaux que l’on s’en préservera. Nous ne serons sauvés qu’en reprenant conscience de notre nature éternelle, toute de félicité et de connaissance, but auquel veut nous mener la culture védique. L’homme se laisse souvent détourner par des activités attirantes mais éphémères, orientées vers le plaisir des sens, qui toutes ne peuvent que l’égarer et le dégrader.

Por eso debemos salvar a nuestro prójimo en la forma correcta. No se trata de que la verdad nos guste o no. La verdad está ahí. Si deseamos salvarnos del nacimiento y de la muerte repetidos, debemos adoptar el servicio devocional del Señor. No puede haber transigencias ya que esto es una necesidad.

Il est donc de notre devoir de sauver notre prochain ainsi que nous-mêmes, mais il faut savoir comment le faire correctement. Il n’est pas question d’aimer ou de ne pas aimer la vérité ; elle est là, immuable. Si nous voulons échapper au cycle des morts et des renaissances, il faut s’engager avec dévotion au service du Seigneur. Il ne s’agit pas de faire de compromis car c’est une question de nécessité absolue.