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Śrīmad-bhāgavatam 7.10.12

Texto

kathā madīyā juṣamāṇaḥ priyās tvam
āveśya mām ātmani santam ekam
sarveṣu bhūteṣv adhiyajñam īśaṁ
yajasva yogena ca karma hinvan

Palabra por palabra

kathāḥ — mensajes o instrucciones; madīyāḥ — dados por Mí; juṣamāṇaḥ — siempre escuchando o meditando; priyāḥ — sumamente agradables; tvam — tú mismo; āveśya — completamente absorto en Mí; mām — Yo; ātmani — en lo más hondo de tu corazón; santam — que estoy; ekam — uno (la misma Alma Suprema); sarveṣu — en todas; bhūteṣu — las entidades vivientes; adhiyajñam — al disfrutador de todas las ceremonias rituales; īśam — al Señor Supremo; yajasva — adora; yogena — mediante el bhakti-yoga, el servicio devocional; ca — también; karma — actividades fruitivas; hinvan — abandonando.

Traducción

No importa que estés en el mundo material. Debes escuchar siempre, continuamente, las instrucciones y mensajes que Yo doy, y estar siempre absorto en pensar en Mí, pues Yo soy la Superalma y estoy en lo más profundo del corazón de todos. Por lo tanto, abandona las actividades fruitivas y adórame.

Significado

Cuando un devoto goza de grandes opulencias materiales, no debemos pensar que está disfrutando de los resultados de sus actividades fruitivas. En el mundo material, el devoto emplea todas sus opulencias materiales en el servicio del Señor, pues sigue el consejo personal del Señor y elabora planes para poner esas opulencias a Su servicio. Así, todas las opulencias materiales de que dispone las emplea para expandir las glorias y el servicio del Señor. El devoto nunca realiza actividades fruitivas o ceremonias rituales con el propósito de disfrutar de los resultados del karma. Por el contrario, sabe que las actividades de karma-kāṇḍa son para los menos inteligentes. En su Prema-bhakti-candrikā, Narottama dāsa Ṭhākura dice: karma-kāṇḍa, jñāna-kāṇḍa, kevala viṣera bhāṇḍa: Las actividades fruitivas y la especulación acerca del Señor Supremo, karma-kāṇḍa y jñāna-kāṇḍa, son como cuencos llenos de veneno. El que se siente atraído porkarma-kāṇḍa y jñāna-kāṇḍa arruina su existencia como ser humano. Por consiguiente, el devoto nunca tiene interés en karma-kāṇḍa o jñāna-kāṇḍa; su único interés es servir al Señor con una actitud favorable (ānukūlyena kṛṣṇānuśīlanam), es decir, cultivar las actividades espirituales de servicio devocional.