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Śrīmad-bhāgavatam 2.4.16

Texto

vicakṣaṇā yac-caraṇopasādanāt
saṅgaṁ vyudasyobhayato ’ntar-ātmanaḥ
vindanti hi brahma-gatiṁ gata-klamās
tasmai subhadra-śravase namo namaḥ

Palabra por palabra

vicakṣaṇāḥ — sumamente intelectual; yat — cuyo; caraṇa-upasādanāt — por el simple hecho de uno dedicarse a los pies de loto; saṅgam — apego; vyudasya — renunciando por completo; ubhayataḥ — por la existencia presente y futura; antaḥ-ātmanaḥ — del corazón y el alma; vindanti — se mueve progresivamente; hi — ciertamente; brahma-gatim — hacia la existencia espiritual; gata-klamāḥ — sin dificultad; tasmai — a Él; subhadra — sumamente auspicioso; śravase — a aquel que es oído; namaḥ — mis debidas reverencias; namaḥ — una y otra vez.

Traducción

Permítaseme ofrecerle mis respetuosas reverencias una y otra vez al supremamente auspicioso Señor Śrī Kṛṣṇa. Por el simple hecho de entregarse a Sus pies de loto, la gente sumamente intelectual se libera de todos los apegos a la existencia presente y futura, y progresa hacia la existencia espiritual sin dificultad.

Significado

El Señor Śrī Kṛṣṇa ha instruido repetidamente a Arjuna, o, a decir verdad, a todos los interesados en volverse devotos puros de Él. En la última fase de la instrucción que Él dio en el Bhagavad-gītā (18.64-66), dio instrucciones muy confidenciales, de la manera siguiente:

sarva-guhyatamaṁ bhūyaḥ
śṛṇu me paramaṁ vacaḥ
iṣṭo ’si me dṛḍham iti
tato vakṣyāmi te hitam
man-manā bhava mad-bhakto
mad-yājī māṁ namaskuru
mām evaiṣyasi satyaṁ te
pratijāne priyo ’si me
sarva-dharmān parityajya
mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja
ahaṁ tvāṁ sarva-pāpebhyo
mokṣayiṣyāmi mā śucaḥ

«Mi querido Arjuna, tú eres muy querido por Mí, y, en consecuencia, solo por tu bien, voy a revelar la parte más secreta de Mis instrucciones. Es simplemente esta: vuélvete un devoto puro de Mí y entrégate únicamente a Mí, y Yo te prometo la existencia espiritual plena, mediante la cual puedes ganarte el derecho eterno de prestarme un amoroso servicio trascendental. Solo abandona todas las demás formas de religiosidad, y entrégate exclusivamente a Mí y confía en que Yo te protegeré de todos tus actos pecaminosos y te redimiré. No te preocupes más».

Las personas que son inteligentes le prestan suma atención a esta última instrucción del Señor. El conocimiento acerca del ser, que se denomina «conocimiento confidencial», es el primer paso en la iluminación espiritual, y un paso más adelante está la comprensión de Dios, que se denomina «conocimiento más confidencial». La culminación del conocimiento del Bhagavad-gītā es la comprensión de Dios, y cuando uno llega a esa etapa de comprensión de Dios, natural y voluntariamente se convierte en devoto del Señor, para prestarle un amoroso servicio trascendental. Este servicio devocional que se le presta al Señor se basa siempre en el amor por Dios, y es de una naturaleza distinta a la del servicio rutinario, tal como se prescribe en el karma-yoga, jñāna-yoga o dhyāna-yoga. En el Bhagavad-gītā existen diferentes instrucciones para esos hombres de diferentes categorías, y hay diversas descripciones para el varṇāśrama-dharma, sannyāsa-dharma, yati-dharma, la orden de vida de renuncia, el control de los sentidos, la meditación, la perfección de los poderes místicos, etc.; pero aquel que, movido por el amor espontáneo que siente por el Señor, se entrega a Él por entero para prestarle servicio, asimila de hecho la esencia de todo el conocimiento que se describe en los Vedas. Aquel que adopta este método muy hábilmente, logra de inmediato la perfección de la vida. Y esa perfección de la vida humana se denomina brahma-gati, o la marcha progresiva en la existencia espiritual. Tal como lo enuncia Śrīla Jīva Gosvāmī sobre la base de las afirmaciones védicas, brahma-gati significa conseguir una forma espiritual prácticamente igual a la del Señor, y con esa forma el ser viviente liberado vive eternamente en uno de los planetas espirituales situados en el cielo espiritual. El logro de esa perfección de la vida se encuentra fácilmente a la disposición de un devoto puro del Señor, sin que el devoto tenga que someterse a ningún método difícil de perfeccionamiento. Esa clase de vida devocional está colmada de kīrtanam, smaraṇam, īkṣaṇam, etc., tal como se mencionó en el verso anterior. Uno debe adoptar, pues, esta sencilla forma de vida devocional, con el fin de lograr la máxima perfección que se halla disponible en cualquier categoría de forma de vida humana de cualquier parte del mundo. Cuando el Señor Brahmā se encontró con el Señor Kṛṣṇa, este último en forma de niño juguetón de Vṛndāvana, ofreció la oración en la que dijo:

śreyaḥ-sṛtiṁ bhaktim udasya te vibho
kliśyanti ye kevala-bodha-labdhaye
teṣām asau kleśala eva śiṣyate
nānyad yathā sthūla-tuṣāvaghātinām

(Bhāg. 10.14.4)

El bhakti-yoga es la perfección de mayor calidad que debe alcanzar la persona inteligente, en lugar de realizar una gran cantidad de actividades espirituales. El ejemplo que se cita aquí es muy apropiado. Un puñado de granos de arroz es más valioso que montones de cáscaras de arroz sin nada dentro. De igual modo, uno no debe dejarse atraer por el malabarismo del karma-kāṇḍa o del jñāna-kāṇḍa, y ni siquiera por las ejecuciones gimnásticas del yoga, sino que, hábilmente, debe entregarse a las sencillas ejecuciones de kīrtanam, smaraṇam, etc., bajo la guía experta de un maestro espiritual genuino, y, sin ninguna dificultad, lograr la máxima perfección.