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Śrīmad-bhāgavatam 4.12.34

Texto

tatra tatra praśaṁsadbhiḥ
pathi vaimānikaiḥ suraiḥ
avakīryamāṇo dadṛśe
kusumaiḥ kramaśo grahān

Palabra por palabra

tatra tatra — aquí y allá; praśaṁsadbhiḥ — por personas ocupadas en alabar a Dhruva Mahārāja; pathi — en el trayecto; vaimānikaiḥ — viajando en distintos tipos de aviones; suraiḥ — por los semidioses; avakīryamāṇaḥ — siendo cubierto; dadṛśe — pudo ver; kusumaiḥ — con flores; kramaśaḥ — uno tras otro; grahān — todos los planetas del sistema solar.

Traducción

Mientras atravesaba el espacio exterior, Dhruva Mahārāja vio uno tras otro todos los planetas del sistema solar; en el trayecto vio a todos los semidioses, que desde sus aviones derramaban lluvias de flores sobre él.

Significado

En los Vedas encontramos: yasmin vijñāte sarvam evaṁ vijñātaṁ bhavati, que significa que el devoto, al conocer a la Suprema Personalidad de Dios, lo conoce todo. De la misma forma, cuando va al planeta de la Suprema Personalidad de Dios, puede conocer todos los demás sistemas planetarios, mientras recorre el trayecto hasta Vaikuṇṭha. Debemos recordar que el cuerpo de Dhruva Mahārāja no era como el nuestro. Mientras subía al avión de Vaikuṇṭha, su cuerpo adquirió una tonalidad dorada completamente espiritual. Nadie puede ir más allá de los planetas superiores en un cuerpo material, pero con un cuerpo espiritual se puede viajar incluso al sistema planetario más elevado, Vaikuṇṭhaloka, más allá del sistema planetario más elevado del mundo material. De todos es sabido que Nārada Muni viaja por todas partes, recorriendo tanto el mundo material como el espiritual.

Debe señalarse que también el cuerpo de Sunīti se transfiguró en una forma espiritual mientras se dirigía a Vaikuṇṭhaloka. Al igual que Śrī Sunīti, toda madre debe educar a su hijo para que sea un devoto como Dhruva Mahārāja. Sunīti instruyó a su hijo, cuando este solo tenía cinco años, que se desapegase de los asuntos mundanos y fuese al bosque en busca del Señor Supremo. Ella nunca deseó que su hijo se quedase cómodamente en casa, sin someterse a austeridades y penitencias para obtener el favor de la Suprema Personalidad de Dios. Toda madre debe cuidar de su hijo tal como hizo Sunīti, y desde los cinco años de edad debe enseñarle a ser brahmacārī y a someterse a austeridades y penitencias a fin de alcanzar la iluminación espiritual. Si su hijo es un devoto fuerte como Dhruva, es seguro que se elevará e irá de regreso al hogar, de vuelta a Dios; entonces ella obtendrá el beneficio de elevarse con él hasta el mundo espiritual, aunque personalmente no sea capaz de someterse a austeridades y penitencias en la ejecución de servicio devocional.