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Śrīmad-bhāgavatam 10.6.32

Texto

nūnaṁ batarṣiḥ sañjāto
yogeśo vā samāsa saḥ
sa eva dṛṣṭo hy utpāto
yad āhānakadundubhiḥ

Palabra por palabra

nūnam — ciertamente; bata — ¡oh, amigos míos!; ṛṣiḥ — una gran persona santa; sañjātaḥ — se ha vuelto; yoga-īśaḥ — un maestro del poder místico; — o; samāsa — se ha vuelto; saḥ — él (Vasudeva); saḥ — eso; eva — en verdad; dṛṣṭaḥ — ha sido visto (por nosotros); hi — debido a; utpātaḥ — clase de perturbación; yat — la cual; āha — predijo; ānakadundubhiḥ — Ānakadundubhi (otro nombre de Vasudeva).

Traducción

Nanda Mahārāja y los demás gopas exclamaron: Mis queridos amigos, deben saber que Ānakadundubhi, Vasudeva, se ha vuelto un gran santo o un maestro del poder místico. ¿Cómo, sino, podría haber previsto esta calamidad y advertirnos de ella?

Significado

Este verso ilustra la diferencia entre los kṣatriyas y los inocentes vaiśyas. Analizando la situación política, Vasudeva supo prever lo que iba a ocurrir, mientras que a Nanda Mahārāja, el rey de los agricultores, solo se le ocurrió pensar que Vasudeva era una gran persona santa y que había adquirido poderes místicos. De hecho, Vasudeva dominaba todos los poderes místicos. Si no fuera así, no podría haber sido padre de Kṛṣṇa. Pero su predicción de las calamidades que iban a ocurrir en Vraja se basaba en el análisis de las actividades políticas de Kaṁsa. Fue por eso que advirtió a Nanda Mahārāja que debía tomar precauciones, pero Nanda Mahārāja pensó que su predicción se basaba en algún maravilloso poder místico. Con los poderes místicos que se obtienen de la práctica del haṭha-yoga es posible estudiar y entender el futuro.