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CC Antya-līlā 3.251

Texto

brahmādi jīva, āmi sabāre mohiluṅ
ekelā tomāre āmi mohite nāriluṅ

Palabra por palabra

brahma-ādi jīva — todas las entidades vivientes, comenzando por el Señor Brahmā; āmi — yo; sabāre mohiluṅ — he cautivado a todos; ekelā — solo; tomāre — a ti; āmi — yo; mohite nāriluṅ — no he podido atraer.

Traducción

«En el pasado he cautivado la mente del mismísimo Brahmā, qué decir de otros. Tú mente es la única que no he logrado atraer.

Significado

Del Señor Brahmā a la insignificante hormiga, todos, sin excepción, se sienten atraídos por la energía ilusoria de la Suprema Personalidad de Dios. Los semidioses, los seres humanos, los animales, las aves, las fieras, los árboles y las plantas se sienten atraídos por el deseo sexual. Ésa es la ilusión de māyā. Todos, hombres y mujeres, se creen los disfrutadores de la energía ilusoria. De ese modo son cautivados y se ocupan en actividades materiales. Haridāsa Ṭhākura, sin embargo, estaba siempre pensando en la Suprema Personalidad de Dios, y se ocupaba constantemente en satisfacer los sentidos del Señor. Ese proceso, por sí sólo, le salvó de ser cautivado por māyā. Ésta es una demostración práctica de la fuerza del servicio devocional. Debido a que estaba plenamente ocupado en el servicio del Señor, no fue posible hacerle disfrutar de māyā. El veredicto de los śāstras es que el vaiṣṇava puro, el devoto del Señor, nunca piensa en el disfrute del mundo material, que culmina en la vida sexual. Nunca se considera un disfrutador, sino que siempre desea ser disfrutado por la Suprema Personalidad de Dios. La conclusión, por lo tanto, es que la Suprema Personalidad de Dios es eterno y trascendental; Él está más allá de la percepción de la complacencia sensorial y más allá de las cualidades materiales. Sólo la entidad viviente que abandona la falsa concepción de que el cuerpo es el ser y que se considera siempre un sirviente eterno de Kṛṣṇa y de los vaiṣṇavas puede superar la influencia de māyā (mām eva ye prapadyante māyām etāṁ taranti te). La entidad viviente pura que alcanza de ese modo el estado de anartha-nivṛtti, la cesación de todo lo indeseable, no tiene nada de qué disfrutar en el mundo material. Ese estado sólo se alcanza mediante la adecuada puesta en práctica de las funciones del servicio devocional. Śrīla Rūpa Gosvāmī ha escrito:

ādau śraddhā tataḥ sādhu-saṅgo ’tha bhajana-kriyā
tato ’nartha-nivṛttiḥ syāt
tato niṣṭhā rucis tataḥ

«Al comienzo debe existir un deseo preliminar de buscar la autorrealización. Eso nos llevará a la fase de tratar de relacionarnos con personas espiritualmente elevadas. En la siguiente etapa se recibe iniciación de un maestro espiritual elevado y, bajo su instrucción el devoto neófito da inicio al proceso de servicio devocional. Mediante la práctica del servicio devocional bajo la guía del maestro espiritual, el devoto se libera de todos los apegos materiales, alcanza la estabilidad en la autorrealización y adquiere un gusto por escuchar acerca de la Absoluta Personalidad de Dios, Śrī Kṛṣṇa» (Bhakti-rasāmṛta-sindhu 1.4.15). Cuando alguien practica realmente servicio devocional, todos los anarthas, las cosas indeseables relacionadas con el disfrute material, desaparecen de un modo natural.