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CC Ādi-līlā 7.140

Texto

tāṅre ‘nirviśeṣa’ kahi, cic-chakti nā māni
ardha-svarūpa nā mānile pūrṇatā haya hāni

Palabra por palabra

tāṅre—a Él; nirviśeṣa—impersonal; kahi—decimos; cit-śakti—energía espiritual; nā—no; māni—acepta; ardha—mitad; svarūpa—forma; nā—no; mānile—aceptando; pūrṇatā—plenitud; haya—se vuelve; hāni—defectuoso.

Traducción

«Cuando hablamos del Supremo como algo impersonal, negamos Sus potencias espirituales. Lógicamente, si se admite la mitad de la verdad, no se puede comprender la totalidad.

Significado

En los Upaniṣads se dice:

oṁ pūrṇam adaḥ pūrṇam idaṁpūrṇāt pūrṇam udacyate
pūrṇasya pūrṇam ādāya
pūrṇam evāvaśiṣyate

Este verso, que se menciona en el Īsopaniṣad, en el Bṛhad-āraṇyaka Upaniṣad y en muchos otros Upaniṣads, indica que la Suprema Personalidad de Dios posee las seis opulencias en plenitud. Su posición es única, porque posee toda riqueza, fuerza, influencia, belleza, conocimiento y renunciación. Brahman significa lo más grande, pero la Suprema Personalidad de Dios es más grande que lo más grande, del mismo modo que el globo del Sol es más grande que su brillo, que penetra todo el universo. Aunque el brillo del Sol, que se extiende por los universos, parece muy grande al poco inteligente, más grande que el brillo del Sol es el Sol mismo, y más grande que el Sol es el dios de Sol. Análogamente, el Brahman impersonal no es lo más grande, aunque parezca serlo. El Brahman impersonal es solamente la refulgencia corporal de la Suprema Personalidad de Dios, pero la forma trascendental del Señor es más grande que el Brahman impersonal y que Paramātmā localizado. Por tanto, cada vez que se emplea la palabra «Brahman» en las Escrituras védicas, se entiende que se refiere a la Suprema Personalidad de Dios.

En la Bhagavad-gītā, al Señor se Le da también el tratamiento de Parabrahman. Los māyāvādīs y otros a veces toman el Brahman en sentido equivocado, porque toda entidad viviente es también Brahman. Por tanto, a Kṛṣṇa se Le llama Parabrahman (el Brahman Supremo). En las Escrituras védicas, siempre que se emplean las palabras «Brahman» o «Parabrahman», debe entenderse que se refieren a la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa. Éste es su significado verdadero. Puesto que todas las Escrituras védicas tratan sobre el tema del Brahman, Kṛṣṇa es, por tanto, el objetivo final de la comprensión védica. El brahmajyoti impersonal descansa sobre la forma personal del Señor. Por tanto, aunque la refulgencia impersonal, el brahmajyoti, es el primer nivel de comprensión, hay que entrar en él, como se menciona en el Īśopaniṣad, para encontrar a la Persona Suprema, y entonces el conocimiento se hace perfecto. La Bhagavad-gītā (7.19) también lo confirma: bahūnāṁ janmanām ante jñānavān māṁ prapadyate, la búsqueda de la Verdad Absoluta a base de conocimiento especulativo se completa cuando se llega a comprender a Kṛṣṇa y entregarse a Él. Esto es lo verdaderamente importante del conocimiento, que lleva a la perfección.

La comprensión parcial de la Verdad Absoluta como Brahman impersonal niega las opulencias completas del Señor. Se trata de una comprensión peligrosa de la Verdad Absoluta. Si no se admiten todos los aspectos de la Verdad Absoluta, a saber, el Brahman impersonal, Paramātmā localizado y, finalmente, la Suprema Personalidad de Dios, se tiene un conocimiento imperfecto. Śrīpāda Rāmānujācārya, en su Vedārtha-saṅgraha, dice: jñānena dharmeṇa svarūpam api nirūpitam, na tu jñāna-mātraṁ brahmeti katham idam avagamyate. Indica de esta manera que la verdadera identidad de la Verdad Absoluta debe entenderse desde el punto de vista de Su conocimiento y de Sus características. No basta con entender que la Verdad Absoluta es completa en conocimiento. En las Escrituras védicas (Muṅḍaka Up. 1.1.19) encontramos la afirmación yaḥ sarva-jñaḥ sarva-vit, que significa que la Verdad Absoluta lo conoce todo perfectamente; pero también aprendemos con la descripción védica parāsya śaktir vividhaiva śrūyate que no solamente lo conoce todo, sino que también actúa en consecuencia, utilizando Sus diferentes energías. De manera que comprender que el Brahman, el Supremo, es consciente, no basta. Hay que saber cómo actúa conscientemente por medio de Sus diferentes energías. La filosofía māyāvāda sólo nos informa de la conciencia de la Verdad Absoluta, pero no nos dice nada de cómo actúa con Su conciencia. Éste es el defecto de esa filosofía.