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Śrīmad-bhāgavatam 6.5.37

Texto

ṛṇais tribhir amuktānām
amīmāṁsita-karmaṇām
vighātaḥ śreyasaḥ pāpa
lokayor ubhayoḥ kṛtaḥ

Palabra por palabra

ṛṇaiḥ — de las deudas; tribhiḥ — tres; amuktānām — de personas no liberadas; amīmāṁsita — sin considerar; karmaṇām — la senda del deber; vighātaḥ — ruina; śreyasaḥ — de la senda de la buena fortuna; pāpa — ¡oh, muy pecaminoso (Nārada Muni)!; lokayoḥ — de los mundos; ubhayoḥ — ambos; kṛtaḥ — hecho.

Traducción

Prajāpati Dakṣa dijo: Mis hijos no estaban en absoluto libres de sus tres deudas. En verdad, no han considerado debidamente sus obligaciones. ¡Oh, Nārada Muni, personificación del pecado!, tú has obstruido su progreso hacia la buena fortuna tanto en este mundo como en el siguiente, pues su deuda con las personas santas, con los semidioses y con su padre, aún no está saldada.

Significado

Un brāhmaṇa, tan pronto como nace, contrae tres deudas: con los grandes santos, con los semidioses y con su padre. Para saldar la deuda con las personas santas, el hijo de un brāhmaṇa debe practicar celibato (brahmacārya); para saldar la deuda con los semidioses, debe celebrar ceremonias rituales; y para liberarse de la deuda hacia su padre, debe engendrar hijos. Según Prajāpati Dakṣa, la orden de vida de renuncia es la recomendada para alcanzar la liberación, pero esa liberación no se puede lograr sin antes cumplir con las obligaciones hacia los semidioses, los santos y el propio padre. Ese era su argumento. Los hijos de Dakṣa todavía no se habían liberado de esas tres deudas, así que ¿qué derecho tenía Nārada Muni a encauzarles hacia la orden de vida de renuncia? Según parece, Prajāpati Dakṣa no conocía la conclusión final de losśāstras. Como se afirma en el Śrīmad-Bhāgavatam (11.5.41):

devarṣi-bhūtāpta-nṛṇāṁ pitṝṇāṁ
na kiṅkaro nāyam ṛṇī ca rājan
sarvātmanā yaḥ śaraṇaṁ śaraṇyaṁ
gato mukundaṁ parihṛtya kartam

Todo el mundo está endeudado con los semidioses, con las entidades vivientes en general, con su familia, con los pitās, etc., pero quien se entrega por entero a Kṛṣṇa, Mukunda, el que puede dar la liberación, se libera de todas sus deudas, incluso sin realizar yajñas. Quien renuncia al mundo material por la Suprema Personalidad de Dios, cuyos pies de loto son el refugio de todos, queda libre de todas sus deudas, aunque no las haya saldado. Ese es el veredicto del śāstra. Por lo tanto, Nārada Muni tenía todo derecho a instruir a los hijos de Prajāpati Dakṣa aconsejándoles que renunciasen al mundo material inmediatamente para refugiarse en la Suprema Personalidad de Dios. Por desgracia, Prajāpati Dakṣa, el padre de los Haryaśvas y los Savalāśvas, no entendía el gran servicio que Nārada Muni estaba ofreciendo. Por esa razón, Dakṣa se dirigió a él llamándolepāpa (personificación de las acciones pecaminosas) y asādhu (persona no santa). Nārada Muni, como gran santo yvaiṣṇava que era, toleró todas las acusaciones de Prajāpati Dakṣa. Lo único que había hecho al liberar a todos los hijos de Prajāpati Dakṣa, capacitándoles para ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios, era cumplir con su deber de vaiṣṇava.