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Text 10

VERSO 10

Texto

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tāvad yāta bhuvaṁ yūyaṁ
brahma-kṣatra-samedhitām
sūdayadhvaṁ tapo-yajña-
svādhyāya-vrata-dāninaḥ
tāvad yāta bhuvaṁ yūyaṁ
brahma-kṣatra-samedhitām
sūdayadhvaṁ tapo-yajña-
svādhyāya-vrata-dāninaḥ

Palabra por palabra

Sinônimos

tāvat — mientras yo (me ocupo en la tarea de matar a Viṣṇu); yāta — vayan; bhuvam — al planeta Tierra; yūyam — todos ustedes; brahma-kṣatra — de los brāhmaṇas y los kṣatriyas; samedhitām — que ha prosperado gracias a las actividades (cultura brahmínica y gobierno védico); sūdayadhvam — destruyan sin más; tapaḥ — a los que realizan austeridades; yajña — sacrificios; svādhyāya — estudio del conocimiento védico; vrata — los votos regulativos; dāninaḥ — y a los que dan caridad.

tāvat — enquanto (eu estiver dedicado à tarefa de matar Viṣṇu); yāta — ide; bhuvam — ao planeta Terra; yūyam — todos vós; brahma-kṣatra — dos brāhmaṇas e kṣatriyas; samedhitām — tornando-se próspero por causa das atividades (cultura bramânica e governo védico); sūdayadhvam — simplesmente destruí; tapaḥ — os realizadores de austeridades; yajña — sacrifícios; svādhyāya — estudo do conhecimento védico; vrata — os votos reguladores; dāninaḥ — e aqueles que fazem caridade.

Traducción

Tradução

Mientras yo me encargo de matar al Señor Viṣṇu, ustedes desciendan al planeta Tierra, que florece gracias a la cultura brahmínica y a un gobierno kṣatriya. Esa gente está ocupada en austeridades, sacrificios, estudio de los Vedas, votos regulativos y caridad. ¡Acaben con todos los que se ocupan en esas actividades!

Enquanto eu me dedicar à tarefa de matar o Senhor Viṣṇu, descei ao planeta Terra, que prospera devido à cultura bramânica e a um governo kṣatriya. Essa população se ocupa em austeridades, sacrifícios, estudos védicos, votos reguladores e caridade. Exterminai todos ocupados nesse tipo de atividades!

Significado

Comentário

El principal objetivo de Hiraṇyakaśipu era perturbar a los semidioses. Su primer plan consistía en matar al Señor Viṣṇu, pues tan pronto como Él muriese, los semidioses se debilitarían y morirían también. Entre sus planes también estaba la idea de causar perturbación entre los habitantes del planeta Tierra. La paz y la prosperidad de los habitantes de ese y de todos los demás planetas eran mantenidas por los brāhmaṇas y los kṣatriyas. En el Bhagavad-gītā (4.13), el Señor dice: cātur-varṇyaṁ mayā sṛṣṭaṁ guṇa-karma-vibhāgaśaḥ: «Conforme a las tres modalidades de la naturaleza material y a las actividades asociadas con ellas, Yo creé las cuatro divisiones de la sociedad humana». En todos los planetas hay distintas clases de habitantes, pero el Señor, refiriéndose en particular al planeta Tierra, que está habitado por seres humanos, recomienda que la sociedad debe dividirse en cuatro varṇasbrāhmaṇakṣatriyavaiśya y śūdra. Antes del advenimiento del Señor Kṛṣṇa, la Tierra era gobernada porbrāhmaṇas y kṣatriyas. Los brāhmaṇas tienen el deber de cultivar śamaḥ (serenidad), damaḥ (dominio de sí mismos), titikṣā(tolerancia), satyam (veracidad), śaucam (limpieza) y ārjavam (sencillez). Los brāhmaṇas dotados de esas cualidades tienen el deber de aconsejar a los reyes kṣatriyas en el gobierno del país o del planeta. Siguiendo las instrucciones de los brāhmaṇas, loskṣatriyas deben ocupar a la población en austeridades y sacrificios, en el estudio de los Vedas, y en la práctica de las reglas y regulaciones establecidas por los principios védicos. También deben disponer que los brāhmaṇassannyāsīs y templos reciban caridad. Ese es el orden divino de la cultura brahmínica.

SIGNIFICADO—O principal objetivo de Hiraṇyakaśipu era perturbar os semideuses. Em primeiro lugar, ele planejou matar o Senhor Viṣṇu para que, com a morte do Senhor Viṣṇu, os semideuses automaticamente ficassem fracos e morressem. Outro de seus planos era perturbar os habitantes do planeta Terra. A paz e a prosperidade dos habitantes da Terra, e de todos os outros planetas, eram mantidas pelos brāhmaṇas e kṣatriyas. Na Bhagavad-gītā (4.13), o Senhor diz que cātur-varṇyaṁ mayā sṛṣṭaṁ guṇa-karma-vibhāgaśaḥ: “De acordo com os três modos da natureza material e o trabalho a eles atribuído, Eu criei as quatro classes da sociedade humana.” Em todos os planetas, há diferentes categorias de habitantes, mas o Senhor recomenda, referindo-Se especialmente ao planeta Terra, habitado pelos seres humanos, que a sociedade seja dividida em quatro varṇas – brāhmaṇas, kṣatriyas, vaiśyas e śūdras. Antes do advento do Senhor Kṛṣṇa a esta Terra, compreende-se que ela era administrada pelos brāhmaṇas e kṣatriyas. O dever dos brāhmaṇas é cultivar śamaḥ (paz), damaḥ (autocontrole), titikṣā (tolerância), satyam (veracidade), śaucam (limpeza) e ārjavam (simplicidade) e, então, aconselhar os reis kṣatriyas a como governar o país ou o planeta. Seguindo as instruções dos brāhmaṇas, os kṣatriyas devem ocupar a população em austeridade, sacrifício, estudo védico e acato às regras e regulações estabelecidas pelos princípios védicos. Também devem tomar providências para que seja dada caridade aos brāhmaṇas, aos sannyāsīs e aos templos. Esse arranjo da cultura bramânica é divino.

La gente se siente inclinada a ofrecer yajña porque, si no se ofrecen sacrificios, no lloverá lo suficiente (yajñād bhavati parjanyaḥ), con lo cual quedarán paralizadas las actividades agrícolas (parjanyād anna-sambhavaḥ). Por tanto, el gobiernokṣatriya debe implantar la cultura brahmínica y ocupar a la gente en la realización de yajña, en el estudio de los Vedas, y en dar caridad. De ese modo, la gente no tendrá dificultad en conseguir lo necesario para la vida, y la sociedad vivirá libre de perturbaciones. Con respecto a esto, el Señor Kṛṣṇa dice en el Bhagavad-gītā (3.12):

As pessoas estão inclinadas a oferecer yajña porque, a menos que sejam oferecidos sacrifícios, haverá chuva insuficiente (yajñād bhavati parjanyaḥ), o que dificultará as atividades agrícolas (parjanyād anna-sambhavaḥ). Portanto, introduzindo a cultura bramânica, um governo kṣatriya deve ocupar a população em executar yajña, estudar os Vedas e fazer caridade. Assim, a população satisfará muito facilmente suas necessidades de vida e não haverá perturbações na sociedade. Com relação a isso, o Senhor Kṛṣṇa diz na Bhagavad-gītā (3.12):

iṣṭān bhogān hi vo devā
dāsyante yajña-bhāvitāḥ
tair dattān apradāyaibhyo
yo bhuṅkte stena eva saḥ
iṣṭān bhogān hi vo devā
dāsyante yajña-bhāvitāḥ
tair dattān apradāyaibhyo
yo bhuṅkte stena eva saḥ

«Satisfechos con la celebración de yajñas [sacrificios], los semidioses encargados de satisfacer las diversas necesidades de la vida les proveerán de todo lo que necesiten. Pero aquel que disfruta de esos dones sin ofrecerlos a su vez a los semidioses, es sin duda un ladrón».

“Cuidando das várias necessidades da vida, os semideuses, estando satisfeitos com a realização de yajña [sacrifício], suprirão todas as suas necessidades. Mas aquele que desfruta destas dádivas sem oferecê-las de volta aos semideuses como reconhecimento é certamente um ladrão.”

Los semidioses son agentes de suministro autorizados que actúan como representantes de la Suprema Personalidad de Dios, Viṣṇu. Por lo tanto, es necesario satisfacerles con la realización de los yajñas prescritos. En los Vedas se establecen distintosyajñas para satisfacer a las diversas categorías de semidioses; en última instancia, todos esos yajñas se ofrecen a la Suprema Personalidad de Dios. Los sacrificios a los semidioses se recomiendan para quienes no pueden entender a la Suprema Personalidad de Dios. En los Vedas se establecen yajñas de distintos tipos, conforme a las cualidades de las personas que los realizan. La adoración de los diversos semidioses se apoya en el mismo principio, es decir, se lleva a cabo en función de las cualidades del adorador. Por ejemplo, a quienes comen carne se les recomienda que adoren a la diosa Kālī, la espantosa forma de la naturaleza material, mediante el sacrificio de animales. Sin embargo, a las personas que se encuentran en el plano de la modalidad de la bondad, se les recomienda la adoración trascendental de Viṣṇu. En última instancia, todos los yajñas tienen por objeto la paulatina elevación hasta la posición trascendental. Para los hombres corrientes es necesaria, como mínimo, la ejecución de los cinco yajñas denominados pañca-mahāyajña.

Os semideuses são fornecedores autorizados que trabalham em nome da Suprema Personalidade de Deus, Viṣṇu. Portanto, devem ser satisfeitos com a realização dos yajñas prescritos. Nos Vedas, existem diferentes espécies de yajñas prescritos como oblações às diversas classes de semideuses, mas que, em última análise, são todos oferecidos à Suprema Personalidade de Deus. Àquele que não pode entender quem é a Suprema Personalidade de Deus, recomenda-se executar sacrifícios aos semideuses. De acordo com as diferentes qualidades materiais das pessoas envolvidas, os Vedas recomendam diferentes espécies de yajña. A adoração a diferentes semideuses também se baseia no mesmo aspecto – isto é, de acordo com as diferentes qualidades. Por exemplo, aos comedores de carne, recomenda-se adorarem a deusa Kālī, a assombrosa forma da natureza material, e se recomenda que se ofereçam à deusa Kālī sacrifícios de animais. Àqueles no modo da bondade, porém, aconselha-se a transcendental adoração a Viṣṇu. Em última análise, todos os yajñas se prestam a que a pessoa gradualmente se eleve à posição transcendental. Para os homens comuns, pelo menos cinco yajñas, conhecidos como pañca-mahāyajña, são necessários.

Debemos saber, no obstante, que todo lo que la sociedad humana necesita para vivir, son los semidioses, los agentes del Señor, quienes se lo proporcionan. Nadie puede fabricar nada. En el caso de los comestibles, por ejemplo, las personas que están en el plano de la modalidad de la bondad necesitan cereales, frutas, verduras, leche y azúcar; los que no son vegetarianos también necesitan carne para comer; y nada de eso lo pueden fabricar los hombres. Otras necesidades de la vida, como, por ejemplo, el calor, la luz, el agua y el aire, tampoco puede fabricarlas la sociedad humana. Sin el Señor Supremo, no puede haber luz del Sol ni de la Luna, ni lluvias y brisas suficientes, sin lo cual no se puede vivir. Es obvio que nuestra vida depende de las cosas que el Señor nos suministra. Nuestras grandes industrias también necesitan de muchísimas materias primas, como metales, azufre, mercurio, manganeso, y tantos otros elementos indispensables; todos ellos nos son suministrados por los agentes del Señor a fin de que les demos un uso adecuado, empleándolos para mantenernos sanos y fuertes y, de ese modo, progresar en la senda de la autorrealización, que nos conduce al objetivo supremo de la vida, la liberación de la lucha por la existencia material. Ese objetivo de la vida puede alcanzarse por medio de la realización de yajñas. Si olvidamos el objetivo de la vida humana y nos limitamos a tomar los dones de los agentes del Señor y complacer con ellos nuestros sentidos, nos enredaremos cada vez más en la existencia material, lo cual no es el verdadero objetivo de la creación. Si actuamos así, seremos unos simples ladrones, y merecemos ser castigados por las leyes de la naturaleza material. Una sociedad de ladrones nunca puede ser feliz, ya que su vida no tiene ningún objetivo. Los materialistas declarados, que son ladrones, no conocen ningún objetivo supremo en la vida. Su única aspiración es la complacencia de los sentidos; carecen incluso del conocimiento acerca de cómo ejecutar yajñas. El Señor Caitanya, sin embargo, ha inaugurado el saṅkīrtana-yajña, que es el yajña de más fácil ejecución y lo puede llevar a cabo en este mundo toda persona que acepte los principios del proceso de conciencia de Kṛṣṇa.

Entretanto, é bom saber que todas as necessidades vitais da sociedade humana são satisfeitas pelos semideuses, os quais são agentes do Senhor. Ninguém pode fabricar nada. Consideremos, por exemplo, todos os comestíveis da sociedade humana. Esses comestíveis incluem cereais, frutas, legumes, leite e açúcar para as pessoas no modo da bondade, e também comestíveis para os não-vegetarianos, tais como carnes – e nenhum deles pode ser fabricado pelo homem. Então, tomemos também como exemplo o calor, a luz, a água e o ar, que também são necessários à vida – nenhum deles pode ser fabricado pela sociedade humana. Sem o Senhor Supremo, não pode haver brilho solar, luar, chuva ou brisa profusos, e ninguém pode viver sem isso. Obviamente, nossa vida depende das substâncias fornecidas pelo Senhor. Mesmo para os nossos empreendimentos fabris, necessitamos de muitas matérias-primas, tais como minérios, enxofre, mercúrio, manganês e muitos outros itens essenciais – todos os quais são fornecidos pelos agentes do Senhor, com o propósito de que devemos usá-los adequadamente para nos mantermos fortes e saudáveis e nos tornarmos capazes de atingir a autorrealização que nos encaminhará à meta última da vida, a saber, libertarmo-nos da luta pela existência material. Essa meta de vida é alcançada pela prática de yajñas. Se nos esquecemos do propósito da vida humana e simplesmente recebemos suprimentos dos agentes do Senhor e os utilizamos no gozo dos sentidos e ficamos cada vez mais enredados na existência material, afastando-nos, assim, do propósito da criação, decerto nós nos tornamos ladrões, de modo que somos punidos pelas leis da natureza material. Uma sociedade de ladrões jamais será feliz, pois ela não tem nenhuma meta na vida. Os ladrões, materialistas crassos, não têm nenhuma meta definitiva. Tudo o que eles querem é gozo dos sentidos. Tampouco têm conhecimento de como realizar yajñas. O Senhor Caitanya, entretanto, inaugurou o método mais fácil de prática de yajña, a saber, o saṅkīrtana-yajña, que pode ser realizado por qualquer pessoa no mundo que aceite os princípios da consciência de Kṛṣṇa.

El plan de Hiraṇyakaśipu consistía en matar a los habitantes de la Tierra, de manera que desapareciese la práctica de yajña y que los semidioses, ante esa perturbación, muriesen inmediatamente, tan pronto como el Señor Viṣṇu, el yajñeśvara, fuese matado. Esos eran los demoníacos planes de Hiraṇyakaśipu, que era experto en esa clase de actividades.

Hiraṇyakaśipu planejou matar os habitantes da Terra para que o yajña cessasse, e os semideuses, assim perturbados, morressem automaticamente quando o Senhor Viṣṇu, o yajñeśvara, fosse morto. Eram esses os planos demoníacos de Hiraṇyakaśipu, que era perito nessas atividades.