Skip to main content

Capítulo 88

QUATRE-VINGT-HUITIÈME CHAPITRE

La salvación del Señor Śiva

La libération de Śiva

Como gran devoto de Kṛṣṇa que era, el rey Parīkṣit se encontraba ya liberado, pero, para efectos de aclaración, le estaba formulando diversas preguntas a Śukadeva Gosvāmī. En el capítulo anterior, la pregunta del rey Parīkṣit fue: «¿Cuál es la meta última de los Vedas?». Y Śukadeva Gosvāmī explicó el asunto dando descripciones autoritativas provenientes de la sucesión discipular, que comienza con Sanandana, y desciende hasta Nārāyaṇa Ṛṣi; Nārada, Vyāsadeva y, finalmente, él mismo. La conclusión fue que el servicio devocional, o bhakti, es la meta última de los Vedas. Un devoto neófito puede que pregunte: «Si la meta última de la vida, o la conclusión de los Vedas, es que uno se eleve a la plataforma de servicio devocional, entonces, ¿por qué se observa que un devoto del Señor Viṣṇu por lo general no es muy próspero en sentido material, mientras que un devoto del Señor Śiva resulta ser muy opulento?». Con objeto de aclarar este asunto, Parīkṣit Mahārāja le preguntó a Śukadeva Gosvāmī: «Mi querido Śukadeva Gosvāmī, por lo general se observa que aquellos que se dedican a la adoración del Señor Śiva, bien sea que se encuentra en la sociedad humana, en la demoníaca o en la de los semidioses, se vuelven muy opulentos en sentido material, si bien el mismo Señor Śiva vive como una persona muy pobre. Por otra parte, los devotos del Señor Viṣṇu, quien es el controlador de la diosa de la fortuna, no parecen ser muy prósperos, y algunas veces incluso se observa que viven sin ninguna opulencia material en absoluto. El Señor Śiva vive bajo un árbol o en la nieve de las montañas Himalayas. Él ni siquiera construye una casa para sí mismo, pero aun así los adoradores del Señor Śiva son muy ricos. Kṛṣṇa, o el Señor Viṣṇu, no obstante, vive muy opulentamente, bien sea en Vaikuṇṭha o en este mundo material, pero Sus devotos parecen ser muy pobres. ¿Por qué ocurre esto?».

Grand dévot de Kṛṣṇa, le roi Parīkṣit se trouvait déjà libéré ; mais afin de rendre plus clairs certains points, il s’enquiert de ceux-ci auprès de Śukadeva Gosvāmī. Dans le chapitre précédent, il posait la question suivante : « Quel est le but ultime des Vedas ? » Śukadeva Gosvāmī lui répondit par des explications authentiques, reçues à travers la filiation spirituelle, enseignement transmis de Sanandana à Nārāyaṇa Ṛṣi, à Nārada, à Vyāsadeva, jusqu’à sa propre personne. La conclusion en fut que le service de dévotion, la bhakti, représente le but ultime des Vedas. Un bhakta néophyte demandera peut-être alors : « Si le but ultime de l’existence, la conclusion des Vedas, est de s’élever au niveau du service de dévotion, pourquoi le dévot de Viṣṇu ne connaît-il que rarement la prospérité matérielle, alors que le dévot de Śiva, lui, nage toujours dans l’opulence ? »

Afin d’éclaircir ce point, Parīkṣit Mahārāja s’enquit auprès de Śukadeva : « Ô Śukadeva Gosvāmī, on observe que ceux qui s’engagent dans l’adoration de Śiva, qu’ils soient hommes, devas ou asuras, connaissent le plus souvent une grande opulence matérielle, bien que Śiva lui-même vive dans la pauvreté. D’autre part, les dévots de Viṣṇu, lequel est le Maître de la déesse de la fortune, ne semblent pas très prospères, et parfois même vivent dénués de toute opulence matérielle. Śiva vit sous un arbre ou dans les neiges de l’Himalaya. Il n’a pas même de maison, mais ses adorateurs sont très riches. Kṛṣṇa, ou Viṣṇu, cependant, vit dans une grande opulence, à Vaikuṇṭha comme en ce monde, mais Ses dévots semblent tous frappés d’indigence. Pourquoi ? »

La pregunta de Mahārāja Parīkṣit es muy inteligente. Las dos clases de devotos, es decir los devotos del Señor Śiva y los devotos del Señor Viṣṇu, siempre se encuentran en desacuerdo. Incluso hoy día en la India, estas dos clases de devotos aún se critican unos a otros, y, especialmente en el Sur de la India, los seguidores de Rāmānujācārya y los seguidores de Śaṇkarācārya algunas veces tienen reuniones para discutir la conclusión védica. Por lo general, los seguidores de Rāmānujācārya siempre logran la victoria en esos encuentros. Así que Parīkṣit Mahārāja quería aclarar la situación, haciéndole esa pregunta a Śukadeva Gosvāmī. Que el Señor Śiva viva como un hombre pobre, si bien sus devotos parecen ser muy opulentos, mientras que el Señor Kṛṣṇa o el Señor Viṣṇu es siempre opulento, y aun así Sus devotos parecen ser muy pobres, es una situación que a una persona sensata le parece contradictoria y enigmática.

La question de Mahārāja Parīkṣit est des plus intelligentes. Ces deux ordres d’adorateurs, soit les dévots de Śiva et ceux de Viṣṇu. sont effectivement toujours en désaccord. Aujourd’hui encore ils s’opposent, et plus particulièrement dans le sud de l’Inde où s’assemblent régulièrement les disciples de Rāmānujācārya et ceux de Śaṅkarācārya afin d’établir la véritable conclusion des Vedas. En règle générale, les adeptes de Rāmānujācārya émergent victorieux de telles rencontres. Ainsi, Parīkṣit Mahārāja désirait-il clarifier la situation en posant cette question à Śukadeva Gosvāmī. Car il semble pour le moins contradictoire que Śiva vive dans la pauvreté quand ceux qui lui vouent adoration baignent dans l’opulence, et que Śrī Kṛṣṇa, ou Viṣṇu, toujours entouré de richesse, laisse vivre Ses dévots dans la pauvreté. Une situation qui ne manquera pas d’étonner toute personne douée de quelque esprit de justice.

En respuesta a las preguntas del rey Parīkṣit, Śukadeva Gosvāmī dijo que el Señor Śiva es el amo de la energía material. La energía material está representada por la diosa Durgā, y como el Señor Śiva resulta ser su esposo, ella se encuentra por completo bajo el dominio de él. Por consiguiente, el Señor Śiva es reconocido como el amo de esta energía material. La energía material se manifiesta en tres cualidades —a saber: bondad, pasión e ignorancia—, y, por lo tanto, el Señor Śiva es el amo de esas tres cualidades. Si bien el Señor Śiva se encuentra asociado con esas cualidades para beneficio del alma condicionada, él es quien las dirige, y no es afectado por ellas. Aunque el alma condicionada es afectada por las tres cualidades, no ocurre así con el Señor Śiva, debido a que él es el amo de ellas.

Śukadeva Gosvāmī entreprit de répondre au roi Parīkṣit en ces termes : Śiva est le maître de l’énergie matérielle. Cette énergie est représentée par la déesse Durgā, et Śiva n’est autre que son époux. Puisque la déesse Durgā se trouve tout entière soumise à Śiva, celui-ci est donc le maître de l’énergie matérielle. Cette dernière se manifeste sous trois aspects, la Vertu, la Passion et l’Ignorance. Et Śiva en est le maître. Bien qu’il soit au contact de ces trois guṇas pour le bien des âmes conditionnées, Śiva règne sur eux et échappe à leur influence. Si les âmes conditionnées sont, elles, touchées par les trois guṇas, il n’en saurait donc être de même pour Śiva.

De las afirmaciones de Śukadeva Gosvāmī, podemos concluir que los efectos de adorar a diferentes semidioses no son iguales que los efectos de adorar al Señor Viṣṇu, como suponen algunas personas poco inteligentes. Él claramente afirma que por adorar al Señor Śiva uno consigue un tipo de recompensa, mientras que por adorar al Señor Viṣṇu uno consigue una recompensa diferente. Eso también está confirmado en el Bhagavad-gītā: aquellos que adoran a los diferentes semidioses, logran los resultados deseados que los semidioses respectivos pueden dar como recompensa. De forma similar, aquellos que adoran la energía material, reciben la recompensa que corresponde a esas actividades, y aquellos que adoran a los pītas reciben resultados de forma similar. Pero aquellos que se dedican al servicio devocional o que adoran al Señor Supremo, Viṣṇu o Kṛṣṇa, van a los planetas Vaikuṇṭha o a Kṛṣṇaloka. Uno no puede acercarse a la región trascendental o paravyoma, el cielo espiritual, por adorar al Señor Śiva o a Brahmā o a algún otro semidiós.

Ces enseignements de Śukadeva Gosvāmī nous permettent de comprendre que les fruits de l’adoration de différents devas ne sont pas identiques à ceux de l’adoration de Śrī Viṣṇu, comme le voudraient certaines personnes de moindre intelligence. Śukadeva précise avec clarté qu’en adorant Śiva on obtient certains bienfaits, mais qu’en adorant Śrī Viṣṇu, les bienfaits sont tout autres. Ce que confirme également la Bhagavad-gītā : « Ceux qui vouent leur adoration à certains devas obtiennent les bienfaits que ceux-ci peuvent respectivement leur conférer. » Il en est de même pour ceux qui vouent leur adoration à l’énergie matérielle ou aux pitṛs ; tous obtiennent les bienfaits que ceux-ci sont à même de conférer. Ceux toutefois qui s’absorbent dans le service de dévotion, l’adoration du Seigneur Suprême, Viṣṇu ou Kṛṣṇa, atteignent les planètes Vaikuṇṭhas ou Kṛṣṇaloka. Mais nul ne pourra approcher le Royaume spirituel, le paravyoma, à travers l’adoration de Śiva, de Brahmā ou de quelque autre deva.

Como este mundo material es un producto de las tres cualidades de la naturaleza material, todas las variedades de manifestaciones provienen de esas tres cualidades. Con el auxilio de la ciencia materialista, la civilización moderna ha creado muchas máquinas y comodidades de vida, y, aun así, todas ellas no son más que diversas variedades de las interacciones de las tres cualidades materiales. Si bien los devotos del Señor Śiva son capaces de obtener muchos bienes materiales, hemos de saber que simplemente reúnen productos creados por las tres cualidades. Las tres cualidades se subdividen a su vez en dieciséis, a saber: los diez sentidos (los cinco sentidos de trabajo y los cinco sentidos de adquisición de conocimiento), la mente, y los cinco elementos (tierra, agua, aire, fuego y cielo). Los dieciséis son extensiones de las tres cualidades. La felicidad y la opulencia materiales significan complacencia de los sentidos, específicamente del órgano genital, la lengua y la mente. Mediante el esfuerzo de nuestras mentes creamos muchas cosas agradables, tan solo para disfrute del órgano genital y de la lengua. La opulencia de una persona que se encuentra dentro de este mundo material, se mide en términos de su utilización del órgano genital y de la lengua, o en otras palabras, según cuánto es capaz de utilizar sus capacidades sexuales, y cuánto es capaz de satisfacer su exigente sentido del gusto comiendo platos apetitosos. El avance material de la civilización requiere de la creación, mediante la invención mental, de objetos de disfrute, tan solo para uno volverse feliz en base a esos dos principios: placeres para el órgano genital y placeres para la lengua. Aquí se encierra la respuesta a la pregunta que le hiciera el rey Parīkṣit a Śukadeva Gosvāmī, en lo referente a por qué los adoradores del Señor Śiva son tan opulentos.

Parce que le monde matériel est issu des trois guṇas, toute la variété des manifestations qui s’y trouve provient elle aussi de ces trois guṇas. À l’aide de la science matérialiste, la civilisation moderne a créé de nombreux appareils ménagers et autres en vue d’accroître le confort, mais ceux-ci se résument à diverses combinaisons des trois guṇas. Bien que les adorateurs de Śiva puissent jouir de nombreuses acquisitions matérielles, il nous faut savoir qu’ils ne font qu’amasser les produits manufacturés par les trois guṇas. Les trois guṇas se divisent encore en seize, nommément les dix sens (cinq sens d’action et cinq sens de perception), le mental et les cinq éléments matériels (la terre, l’eau, le feu, l’air et l’éther). Ces seize éléments constituent en quelque sorte un prolongement des trois guṇas. Le bonheur matériel et la richesse sont synonymes de plaisir des sens, et plus particulièrement des organes génitaux, de la langue et du mental. Par l’action de la pensée, nous inventons nombre d’objets visant à satisfaire les organes génitaux et la langue. En ce monde, l’opulence matérielle, le bonheur, s’évalue en fonction des prouesses sexuelles de chacun et des mets savoureux dont il dispose pour satisfaire ses exigences. Le progrès matériel de la civilisation requiert la création de nouveaux objets de plaisir tous axés sur le plaisir sexuel et celui de la langue. Voilà donc qui répond à la question du roi Parīkṣit : « Pourquoi les adorateurs de Śiva connaissent-ils une telle opulence matérielle ? »

Los devotos del Señor Śiva son solo opulentos en términos de las cualidades materiales. De hecho, ese supuesto avance de la civilización es la causa del enredo de uno en la existencia material. En realidad no es avance sino degradación. Se concluye que, debido a que el Señor Śiva es el amo de las tres cualidades, sus devotos reciben cosas creadas por la interacción de esas cualidades para la satisfacción de los sentidos. En el Bhagavad-gītā, no obstante, recibimos instrucción del Señor Kṛṣṇa de que uno tiene que trascender la existencia cualitativa. Nistraiguṇyo bhavārjuna: la misión de la vida humana es volverse trascendental a las tres cualidades. A menos que uno sea nistraiguṇya, no puede liberarse del enredo material. En otras palabras, los dones que se reciben del Señor Śiva no son de hecho beneficiosos para las almas condicionadas, si bien aparentemente dichas facilidades parecen ser opulentas.

L’opulence des dévots de Śiva n’est que matérielle. À vrai dire, un tel pseudo-progrès de la civilisation représente la cause même de l’empêtrement dans l’existence matérielle. Est-ce là le progrès ? Il s’agirait plutôt de dégradation. Pour conclure, puisque Śiva est maître des trois guṇas, ses adorateurs se voient offrir des objets nés de l’interaction de ces trois guṇas pour la satisfaction de leurs sens. Dans la Bhagavad-gītā toutefois, Śrī Kṛṣṇa enseigne qu’il nous faut transcender l’existence liée aux trois guṇas. Nistrai-guṇyo bhavārjuna : l’homme a pour mission de s’élever au-delà des trois guṇas. À moins d’être nistrai-guṇya, nul ne peut s’affranchir de l’empêtrement matériel. En d’autres mots, les bienfaits conférés par Śiva ne sauraient être véritablement bénéfiques pour l’âme conditionnée, bien qu’ils semblent adoucir l’existence en apportant l’opulence.

Śukadeva Gosvāmī continuó: «La Suprema Personalidad de Dios, Hari, es trascendental a las tres cualidades de la naturaleza material». Se afirma en el Bhagavad-gītā que todo aquel que se rinda a Él, supera el control de las tres cualidades de la naturaleza material. Por lo tanto, puesto que los devotos de Hari son trascendentales al control de las tres cualidades materiales, ciertamente que Él Mismo es trascendental. Se declara, por lo tanto, en el Śrīmad-Bhāgavatam que Hari, o Kṛṣṇa, es la Personalidad Suprema y Original. Existen dos clases de prakṛtis o potencias, a saber, la potencia interna y la potencia externa, y Kṛṣṇa es el Señor Absoluto de esas dos prakṛtis o potencias. Él es sarva-dṛk, o el dirigente de todas las acciones de las potencias interna y externa, y una de las descripciones de Él dice que es también upadraṣṭā, el supremo consejero. Debido a que Él es el supremo consejero, se encuentra por encima de todos los semidioses, quienes meramente siguen las direcciones del supremo consejero. Por ello, si uno sigue directamente las instrucciones del Señor Supremo, tal como lo inculcan el Bhagavad-gītā y el Śrīmad-Bhāgavatam, entonces gradualmente uno se vuelve nirguṇa, es decir, se sitúa por encima de la interacción de las cualidades materiales. Ser nirguṇa significa estar desprovisto de opulencias materiales, debido a que, como hemos explicado, la opulencia material significa un aumento de las acciones y reacciones de las tres cualidades materiales. Por adorar a la Suprema Personalidad de Dios, en vez de uno engreírse con opulencias materiales, se enriquece con el avance espiritual del conocimiento que se adquiere en conciencia de Kṛṣṇa. Volverse nirguṇa significa alcanzar la paz, la inmunidad al temor, la religiosidad, el conocimiento y la renunciación eternos. Todos estos son síntomas de haberse liberado de la contaminación de las cualidades materiales.

Śukadeva Gosvāmī poursuit : « Hari, la Personne Suprême, transcende l’influence matérielle des trois guṇas. » La Bhagavad-gītā enseigne par ailleurs que tous ceux qui s’abandonnent à Lui échappent à l’emprise des trois guṇas. Ainsi, si les dévots de Śrī Hari transcendent les trois guṇas, il en est certes de même pour le Seigneur. Le Śrīmad-Bhāgavatam affirme donc que Hari, ou Kṛṣṇa, est la Personne Suprême, Originelle. Il est deux sortes de prakṛtis, de puissances, soit la puissance interne et la puissance externe, et Kṛṣṇa règne en maître sur elles. Il est sarva-dṛk, Celui qui dirige tous les mouvements des énergies interne et externe. Il est également qualifié d’upadraṣṭā, de Conseiller souverain. En tant que tel, Il dépasse tous les devas, qui ne font que suivre Ses directives. Aussi, en adhérant directement aux instructions du Seigneur Suprême, telles que les révèlent la Bhagavad-gītā et le Śrīmad-Bhāgavatam, l’être s’élève progressivement jusqu’à devenir nirguṇa, au-delà de l’atteinte des trois guṇas. Etre nirguṇa, c’est être privé de richesses matérielles car, comme nous l’avons déjà expliqué, celles-ci appellent une plus grande action des trois guṇas avec ses conséquences. En portant notre adoration vers Dieu, la Personne Suprême, nous nous enrichissons d’atouts spirituels et de connaissance dans la conscience de Kṛṣṇa au lieu de nous enorgueillir de notre opulence matérielle. Devenir nirguṇa, c’est donc atteindre la paix éternelle, l’absence de crainte, la piété, le savoir et le renoncement. Ces qualités marquent l’affranchissement de la souillure des trois guṇas.

Śukadeva Gosvāmī, al responder a la pregunta de Parīkṣit Mahārāja, continuó y citó un incidente histórico relacionado con el rey Yudhiṣṭhira, el abuelo de Parīkṣit Mahārāja. Él dijo que el rey Yudhiṣṭhira, después de haber concluido el sacrificio Aśvamedha en la gran arena de sacrificio, y en presencia de grandes autoridades, preguntó acerca de este mismo punto: ¿Por qué los devotos del Señor Śiva se vuelven opulentos materialmente, mientras que los devotos del Señor Viṣṇu no? Śukadeva Gosvāmī específicamente se refirió al rey Yudhiṣṭhira como «tu abuelo», de manera que Mahārāja Parīkṣit se sintiera alentado al pensar que él estaba relacionado con Kṛṣṇa y que sus abuelos estaban íntimamente relacionados con la Suprema Personalidad de Dios.

Śukadeva Gosvāmī, dans sa réponse à Parīkṣit Mahārāja, poursuit en citant un exemple historique, celui du roi Yudhiṣṭhira, grand-père de Parīkṣit Mahārāja. Il explique qu’après avoir achevé le sacrifice aśvamedha, le roi Yudhiṣṭhira s’enquit du même sujet en présence de grandes autorités en matière spirituelle ; comment se fait-il que les adorateurs de Śiva connaissent l’opulence matérielle quand ceux de Viṣṇu en sont privés ? Si Śukadeva Gosvāmī se réfère au roi Yudhiṣṭhira en tant que le grand-père de Mahārāja Parīkṣit, c’est qu’il veut que celui-ci se sente encouragé à la pensée qu’il est lié à Kṛṣṇa et que ses aïeuls se trouvent intimement associés à Dieu, la Personne Suprême.

Si bien Kṛṣṇa se encuentra siempre muy satisfecho por naturaleza, cuando esta pregunta fue formulada por Mahārāja Yudhiṣṭhira, Él se sintió aún más satisfecho, debido a que esas preguntas y sus respuestas tendrían un gran significado para toda la sociedad consciente de Kṛṣṇa. Siempre que el Señor Kṛṣṇa le habla de algo a un devoto específico, ello está destinado no solo a ese devoto, sino a toda la sociedad humana. Las instrucciones de la Suprema Personalidad de Dios son importantes incluso para los semidioses encabezados por el Señor Brahmā, el Señor Śiva y otros, y todo aquel que no aprovecha las instrucciones de la Suprema Personalidad de Dios, quien desciende a este mundo material para beneficio de todas las entidades vivientes, es ciertamente muy desafortunado.

Bien que par nature Kṛṣṇa soit toujours fort satisfait, lorsque cette question fut posée par Mahārāja Yudhiṣṭhira, Il S’en trouva encore plus satisfait, car ces questions et leurs réponses revêtent un sens profond pour tous ceux qui ont conscience de Kṛṣṇa. Chaque fois que Śrī Kṛṣṇa S’adresse à l’un de Ses dévots, Il ne le fait pas uniquement pour le bien d’un seul dévot mais pour celui de tous les hommes. Même les devas, qui ont à leur tête Brahmā, Śiva et d’autres, accordent grande importance aux directives que donne le Seigneur ; et quiconque néglige de tirer parti des paroles énoncées par le Seigneur lorsqu’Il descend en ce monde pour le bien de tous les êtres vivants est certes des plus infortunés.

El Señor Kṛṣṇa respondió a la pregunta de Mahārāja Yudhiṣṭhira de la siguiente manera: «Si yo favorezco en especial a un devoto y especialmente deseo cuidar de él, lo primero que hago es quitarle sus riquezas». Cuando el devoto se vuelve un hombre paupérrimo y se queda en la miseria o es puesto en una posición comparativamente muy pobre, sus parientes y familiares no se interesan más en él, y en la mayoría de los casos abandonan su relación con él. El devoto entonces se vuelve doblemente infeliz. Primero que todo, se vuelve infeliz debido a que sus riquezas le han sido quitadas por Kṛṣṇa, y se le hace aun más infeliz cuando sus familiares lo abandonan por su posición de mucha pobreza. Hemos de notar, no obstante, que cuando un devoto cae en una condición así de infeliz, no se debe a actividades impías pasadas, conocidas como karma-phala; la posición de extrema pobreza del devoto, es creada por la Personalidad de Dios. De forma similar, cuando un devoto se vuelve opulento materialmente, eso tampoco se debe a sus actividades piadosas. En ambos casos, bien sea que el devoto se vuelva más pobre o más rico, el ajuste es hecho por la Suprema Personalidad de Dios. Ese ajuste es hecho especialmente por Kṛṣṇa para Su devoto, solo para que este se vuelva completamente dependiente de Él, y para liberarlo de todas las obligaciones materiales. Él puede entonces concentrar sus energías, mente y cuerpo —todo— en el servicio del Señor, y eso constituye servicio devocional puro. En Nārada-pañcarātra se explica, por lo tanto, sarvopādhi-vinirmuktam, lo cual significa: «encontrándose liberado de toda designación». Las labores realizadas en pro de la familia, la sociedad, la comunidad, la nación o la humanidad, se encuentran todas con designaciones: «Yo pertenezco a esta sociedad», «yo pertenezco a esta comunidad», «yo pertenezco a esta nación», «yo pertenezco a esta especie de vida». Todas esas identidades son meras designaciones. Cuando, por la gracia del Señor, un devoto se libera de toda designación, su servicio devocional es de hecho naiṣkarma. Los jñānīs son muy atraídos por la posición de naiṣkarma, en la que las acciones de uno ya no tienen efectos materiales. Cuando las acciones de un devoto se liberan de todo efecto, ya no se encuentran más en la categoría de karma-phala, o actividades fruitivas. Como fue explicado anteriormente por los Vedas personificados, la infelicidad y el infortunio de un devoto, los produce la Personalidad de Dios para el devoto y a este, por lo tanto, no le importa si se encuentra feliz o infortunado. Él continúa con su deber de ejecutar servicio devocional. Si bien su comportamiento parece estar sujeto a la acción y reacción de las actividades fruitivas, él se encuentra de hecho liberado de los resultados de la acción.

C’est donc en ces termes que le Seigneur, Śrī Kṛṣṇa répondit à Mahārāja Yudhiṣṭhira : « Si Je ressens une affection marquée pour un dévot de Ma Personne et que Je désire l’entourer d’une protection toute particulière, la première chose que Je fais, c’est de lui retirer ses richesses. » Lorsque le bhakta devient pauvre, qu’il sombre plus ou moins dans l’indigence, celui-ci voit ses proches et autres membres de sa famille se désintéresser de lui pour rompre, la plupart du temps, tout lien avec lui. Le bhakta devient alors doublement malheureux : d’abord parce que ses richesses lui furent retirées et ensuite du fait que ses proches le désertent. Notons, cependant, que lorsque le bhakta choit dans une triste condition de misère, cela n’est point en raison de ses fautes passées, et qui ont nom karma-phala ; sa pauvreté est créée par le Seigneur. De même, lorsqu’un bhakta connaît l’opulence matérielle, celle-ci n’est pas le fruit de ses actes vertueux. Dans l’un ou l’autre des cas, que le bhakta devienne riche ou pauvre, il faut y voir la main de la Personne Suprême. Kṛṣṇa met en œuvre ce dessein exceptionnel pour Son dévot, à seule fin de le rendre tout entier dépendant de Sa Personne et de l’affranchir de toute obligation matérielle. Il peut alors concentrer ses énergies, ses pensées, son corps – tout ce qu’il possède – au service du Seigneur, et tel est le pur service de dévotion. Aussi, le Nārada Pañcarātra explique-t-il que le bhakta devient sarvopādhi-vinirmuktam, affranchi de toute désignation matérielle. Les œuvres accomplies pour la famille, la société, la patrie ou l’humanité relèvent toutes d’une désignation particulière : « j’appartiens à telle société… à telle nation… à telle espèce vivante… » Ces désignations ne sont autres que de simples étiquettes. Mais lorsque, par la grâce du Seigneur, un bhakta s’affranchit de toute désignation, son service de dévotion devient alors véritablement naiṣkarmya. Les jñānīs se sentent fort attirés par la position du naiṣkarmya, où les actes n’engendrent plus de conséquences matérielles. Lorsque les activités du bhakta deviennent libres de toute conséquence, elles ne sont plus de l’ordre du karma-phalam, de l’action intéressée. Comme l’ont expliqué plus haut les Vedas personnifiés, les sentiments de malheur et de détresse du bhakta sont suscités par la Personne Souveraine afin que le bhakta ne se soucie ni du bonheur ni du malheur, mais continue d’accomplir son devoir, son service de dévotion. Bien que son comportement semble sujet à l’action intéressée et à ses suites, le bhakta en est véritablement affranchi.

Pudiera preguntarse por qué un devoto es puesto por la Personalidad de Dios en tales tribulaciones. La respuesta es que, esa clase de situación dispuesta por el Señor, es como la del padre que algunas veces es severo con sus hijos. Debido a que el devoto es un alma rendida, y el Señor Supremo está a cargo de él, siempre que el Señor lo pone en cualquier condición de vida —bien sea en una situación de infortunio o de felicidad— se entiende que tras esa situación existe un gran plan, ingeniado por la Personalidad de Dios. Por ejemplo, el Señor Kṛṣṇa puso a los Pāṇḍavas en una situación de infortunio tan intensa, que ni siquiera el abuelo Bhīṣma podía entender cómo una situación de infortunio así podía existir. Él se lamentaba de que si bien toda la familia Pāṇḍava estaba encabezada por el rey Yudhiṣṭhira, el muy piadoso rey, y protegida por los dos grandes guerreros Bhīma y Arjuna, y si bien, por encima de todo, los Pāṇḍavas eran todos amigos y familiares íntimos del Señor Kṛṣṇa, aún así tenían que sufrir esas tribulaciones. Posteriormente, no obstante, quedó demostrado que eso fue planeado por la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, como parte de Su gran misión de aniquilar a los herejes y proteger a los devotos.

On pourra se demander pourquoi le Seigneur place Son dévot au sein de telles tribulations. C’est qu’un tel dessein du Seigneur est comparable à la sévérité dont fait parfois montre un père pour ses fils. Le bhakta est une âme soumise au Seigneur, lequel le prend à Sa charge. Ainsi, quelle que soit la condition dans laquelle le bhakta se trouve, fût-elle heureuse ou triste, il nous faut comprendre que derrière cette situation se dessine un vaste plan, celui de la Personne Suprême. Prenons l’exemple des Pāṇḍavas : Kṛṣṇa leur fit connaître tant de malheur que même l’aïeul Bhīṣma n’en put comprendre la raison. Il s’affligea de ce que la famille Pāṇḍava tout entière connaisse tant de tribulations, bien que dirigée par le roi Yudhiṣṭhira, le plus pieux souverain de tous les temps, bien que protégée par Bhīma et Arjuna, deux grands guerriers, et bien qu’elle fût par-dessus tout unie à Śrī Kṛṣṇa dans l’intimité de l’amitié et des liens familiaux. Plus tard, cependant, il fut révélé qu’il s’agissait là d’un plan de la Personne Suprême, Śrī Kṛṣṇa, qui devait s’insérer dans Sa grande mission d’anéantir les mécréants et couvrir Ses dévots de Sa protection.

Pudiera hacerse otra pregunta: Ya que un devoto es puesto en diferentes clases de condiciones de felicidad e infortunio por disposición de la Personalidad de Dios, y un hombre común es puesto en dichas condiciones como resultado de sus pasadas acciones, entonces ¿cuál es la diferencia entre ambas situaciones? ¿En qué sentido se encuentra el devoto en una situación mejor que el karmī ordinario? La respuesta es que los karmīs y los devotos no se encuentran en el mismo nivel. Sea cual sea la condición de vida del karmī, este continua en el ciclo de nacimiento y muerte, debido a que la semilla de karma, o actividad fruitiva, está presente, y fructifica cuando quiera que existe oportunidad de ello. Un hombre común se encuentra perpetuamente enredado, por la ley del karma, en los nacimientos y muertes repetidos, mientras que la felicidad y el infortunio de un devoto, puesto que no se encuentran bajo las leyes del karma, son parte de un ajuste temporal del Señor Supremo, que no enreda al devoto. Dicho ajuste es hecho por el Señor, solo para lograr un propósito temporal. Si un karmī realiza actos auspiciosos, es elevado a los planetas celestiales, y si actúa en forma impía, es puesto en una condición infernal de vida. Pero bien sea que un devoto actúe en forma supuestamente piadosa o impía, él no es elevado ni degradado, sino que es trasladado al reino espiritual. Por lo tanto, la felicidad y el infortunio de un devoto, y la infelicidad y el infortunio de un karmī, no se encuentran en el mismo nivel. Este hecho es corroborado por un discurso que Yamarāja les dio a sus sirvientes en relación con la liberación de Ajāmila. Yamarāja les aconsejó a sus seguidores que las personas que nunca hubieran proferido el santo nombre del Señor, ni recordado la forma, naturaleza y pasatiempos del Señor, debían ser abordadas por sus guardianes. Yamarāja también les aconsejó a sus sirvientes que nunca se acercaran a los devotos. Por el contrario, él les instruyó a sus mensajeros que, si se encontraban con un devoto, debían ofrecer sus respetuosas reverencias. Así que no hay posibilidad de que un devoto sea promovido o degradado en este mundo material. Así como hay un mar de diferencias entre el castigo que da la madre y el castigo que da un enemigo, así mismo la condición de infortunio de un devoto no es igual que la condición de infortunio de un karmī común.

Une question pourra encore surgir à l’esprit : si le bhakta est placé en différentes conditions de bonheur et de malheur, et tout comme l’homme du commun doit souffrir et jouir des suites de ses actes passés, en quoi la position du bhakta est-elle enviable à celle d’un karmī, voué à l’action intéressée ? Karmīs et bhaktas ne se situent point à un même niveau. En effet, quelle que soit sa condition d’existence, le karmī voit pour lui se poursuivre le cycle des morts et des renaissances, car le germe du karma, de l’acte intéressé, vit toujours en lui et produit ses fruits à chaque nouvelle occasion. Par la loi du karma, l’homme du commun se trouve perpétuellement empêtré dans la répétition des morts et des renaissances mais pas le bhakta du fait que le bonheur et le malheur qu’il connaît ne dépendent en rien des lois du karma, mais appartiennent plutôt à un dessein provisoire du Seigneur Suprême. Cet arrangement du Seigneur ne sert qu’un but provisoire. Si un karmī accomplit des actes de caractère propice, il se voit élevé aux planètes édéniques ; et si ses actes sont impies, il doit alors connaître une condition d’existence infernale. Mais que les actes du bhakta revêtent une apparence pieuse ou impie, celui-ci ne s’en trouve pas pour autant élevé ou dégradé mais bien promu au royaume spirituel. Le bonheur et le malheur du bhakta ne se situent donc pas au même niveau que ceux du karmī. Ce que corroborent les enseignements de Yamarāja à ses serviteurs en relation avec la libération d’Ajāmila. Yamarāja avertit ses disciples que ceux qui n’ont jamais prononcé le Saint Nom du Seigneur, ou qui ne se sont jamais souvenus de Sa Forme, de Ses Attributs et de Ses Divertissements, doivent connaître l’approche de ses gardes, les Yamadūtas. Mais il ordonna également à ceux-ci de ne jamais approcher des bhaktas. Bien au contraire, il recommanda à ses messagers d’offrir leur hommage respectueux à tout bhakta qu’ils rencontrent. Nulle question donc, pour un bhakta, de se voir élevé ou dégradé dans ce monde matériel. De même qu’un abîme sépare le châtiment d’une mère et celui d’un ennemi, le malheur que peut connaître le bhakta n’a rien de celui qu’éprouve l’homme du commun.

Aquí pudiera plantearse otra pregunta. Si Dios es todopoderoso, ¿por qué habría de tratar de reformar a Su devoto, colocándolo en una situación de infortunio? La respuesta es que, cuando la Suprema Personalidad de Dios pone a Su devoto en una condición de infortunio, no lo hace sin un propósito ulterior. Algunas veces el propósito de ello, es que los sentimientos de apego que siente el devoto por Kṛṣṇa se magnifiquen con el infortunio. Por ejemplo, cuando Kṛṣṇa, antes de abandonar la capital de los Pāṇḍavas para ir a Su hogar, estaba pidiendo permiso para partir, Kuntīdevī dijo: «Mi querido Kṛṣṇa, en nuestra condición de infortunio Tú siempre Te encuentras presente entre nosotros. Ahora, debido a que hemos sido elevados a una posición real, nos estás abandonando. Por lo tanto, yo preferiría vivir en una situación de infortunio y no tener que perderte». Cuando un devoto es puesto en una situación de infortunio, sus actividades devocionales se aceleran. Por ello, algunas veces el Señor pone a un devoto en una situación de infortunio, otorgándole así una gracia especial. Además, se dice que la dulzura de la felicidad es más dulce para aquellos que han probado la amargura. El Señor Supremo desciende a este mundo material tan solo para proteger del infortunio a Sus devotos. En otras palabras, si los devotos no se hubieran encontrado en una condición de infortunio, el Señor no habría bajado. En cuando a que Él tuviera que matar a los demonios o a los herejes, eso podrían realizarlo fácilmente Sus diversas energías, tal como muchos asuras son matados por Su energía externa, la diosa Durgā. Por lo tanto, el Señor no tiene que descender personalmente para matar a esos demonios, pero cuando Su devoto se encuentra en una situación de infortunio, Él tiene que venir. El Señor Nṛsiṁhadeva apareció no para matar a Hiraṇyakaśipu, sino para ver a Prahlāda y darle bendiciones. En otras palabras, debido a que Prahlāda Mahārāja fue puesto en una situación muy peligrosa, el Señor apareció.

Une autre question pourra alors être soulevée : si Dieu est tout-puissant, pourquoi devrait-Il corriger Ses dévots en les plaçant dans le malheur ? À ceci, nous répondons que lorsque le Seigneur Souverain plonge Son dévot dans la désolation, ce n’est point sans raison. On pourra voir que chez le bhakta, le malheur fait croître des sentiments d’affection pour Kṛṣṇa. Par exemple, lorsque avant de quitter la capitale des Pāṇḍavas pour S’en retourner chez Lui, Kṛṣṇa demanda la permission de partir, Kuntīdevī répondit : « Ô cher Kṛṣṇa, Tu es toujours présent parmi nous lorsque nous nous trouvons en détresse. Mais à présent que nous avons été élevés à la royauté, voilà que Tu nous quittes. Je préférerais vivre à jamais dans le malheur plutôt que de Te perdre. »

En effet, lorsque le bhakta se trouve placé dans une situation de détresse, ses activités dévotionnelles s’en trouvent stimulées. C’est donc afin de montrer quelque faveur exceptionnelle à Son dévot que le Seigneur le place parfois dans l’épreuve. De plus, il est dit que la douceur du bonheur se fait plus suave encore pour ceux qui ont goûté l’amertume. En vérité, le Seigneur Suprême descend en ce monde à seule fin de protéger Ses dévots de la désolation. En d’autres mots si, en ce monde, les bhaktas ne connaissaient point de détresse, le Seigneur n’y viendrait pas. Car, anéantir les asuras, les mécréants, voilà qui peut être aisément accompli par l’entremise de diverses énergies du Seigneur : de nombreux asuras sont mis à mort par Son énergie externe, la déesse Durgā. Ainsi, le Seigneur n’a nul besoin d’apparaître en Personne pour anéantir ces asuras, mais cela devient impératif pour Lui lorsque Son dévot se trouve en danger. Śrī Nṛsiṁhadeva est apparu en ce monde non point pour anéantir Hiraṇyakaśipu mais bien pour voir Prahlāda et le couvrir de Ses bénédictions. En d’autres mots, le Seigneur apparut du fait de la désolation profonde où était plongé Prahlāda Mahārāja.

Después de la densa y oscura noche, es muy agradable cuando finalmente ocurre la salida del Sol por la mañana. Cuando hay un calor ardiente, el agua fría es muy agradable. Y cuando hay un invierno congelante, el agua caliente es muy agradable. De forma similar, cuando un devoto, después de experimentar la condición del mundo material, saborea la felicidad espiritual que confiere el Señor, su posición se vuelve aún más agradable y disfrutable.

Lorsque après une nuit noire et dense se lève enfin le soleil, l’instant est fort plaisant. Lorsque s’abat une chaleur torride, l’eau fraîche est un plaisir ! Et quand mord le froid d’hiver, l’eau chaude réconforte. Pareillement, lorsqu’un bhakta, après avoir connu la condition de ce monde matériel, savoure le bonheur spirituel, bienfait octroyé par le Seigneur, sa situation devient encore plus plaisante et agréable.

El Señor continuó: «Cuando mi devoto se encuentra desprovisto de toda riqueza material, y sus parientes, amigos y familiares lo abandonan, debido a que no tiene nadie que cuide de él, se refugia por completo en los pies de loto del Señor». Śrīla Narottama dāsa Ṭhākura cantó en relación con esto: «Mi querido Señor Kṛṣṇa, ¡oh, hijo de Nanda Mahārāja!, Tú Te encuentras ahora de pie ante mí juntamente con Śrīmatī Rādhārāṇī, la hija del rey Vṛṣabhānu. Yo ahora me rindo a Ti, Por favor acéptame. Por favor no me eches. No tengo más refugio que Tú».

Le Seigneur poursuivit : « Lorsque Mon dévot se trouve privé de toute richesse matérielle, lorsque l’abandonnent proches, amis et famille ; lorsque personne ne prend plus soin de lui, celui-ci se réfugie tout entier à Mes pieds pareils-au-lotus. » Śrīla Narottama dāsa Ṭhākura chante à ce propos : « Cher Kṛṣṇa, ô Fils de Nanda Mahārāja, Te voilà maintenant devant moi en compagnie de Śrīmati Rādhārāṇī, la fille du roi Vṛṣabhānu, et je m’abandonne à Toi. Aie la bonté de m’accepter. Je T’en prie, ne me rejette point. Je n’ai nul autre refuge que Toi. »

Cuando un devoto es así puesto es supuestas condiciones de sufrimiento, y se encuentra desprovisto de riquezas y familia, él trata de restaurar su posición original de opulencia material. Pero si bien él trata una y otra vez, Kṛṣṇa una y otra vez se lleva todos sus recursos. Así, él finalmente se decepciona de las actividades materiales, y al encontrarse en ese estado de ver frustrados todos los esfuerzos, él puede rendirse por completo a la Suprema Personalidad de Dios. El Señor les aconseja internamente a esas personas, que se asocien con devotos. Mediante la asociación con devotos, ellos naturalmente sienten inclinación por prestarle servicio a la Personalidad de Dios, y de inmediato el Señor les da todas las facilidades para avanzar en el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa. Los no devotos, no obstante, tratan con mucho cuidado de preservar su condición material en la vida. Así pues, por lo general esos no devotos no llegan a adorar a la Suprema Personalidad de Dios, sino que adoran al Señor Śiva o a otros semidioses, para conseguir un beneficio material inmediato. En el Bhagavad-gītā se dice, por consiguiente, kāṅkṣantaḥ karmaṇāṁ siddhiṁ yajanta iha devatāḥ: los karmīs adoran a los diversos semidioses para conseguir el éxito en este mundo material. El Señor Kṛṣṇa también afirma que aquellos que adoran a los semidioses no poseen una inteligencia madura. De modo que, los devotos de la Suprema Personalidad de Dios, debido a su fuerte apego por Él, no comenten la tontería de recurrir a los semidioses.

Lorsque le bhakta est ainsi placé en des conditions d’existence apparemment misérables, où il est privé de ses biens et de sa famille, il s’efforce alors de retrouver son opulence matérielle. Mais malgré ses efforts sans cesse répétés, Kṛṣṇa lui retire à chaque fois ses ressources. Il finit par se trouver déçu des activités matérielles et c’est ainsi face à cet échec qu’il peut s’abandonner tout entier à la Personne Suprême. Celui-là reçoit de l’intérieur le conseil du Seigneur : « Va trouver la compagnie des bhaktas. » Et à travers cette présence des bhaktas, il se voit naturellement enclin à servir le Seigneur, lequel lui prodigue aussitôt toutes facilités afin de l’aider à progresser dans la conscience de Kṛṣṇa. Les abhaktas, cependant, se soucient fort de conserver leur heureuse condition matérielle. Et le plus souvent, évitent d’adorer la Personne Suprême pour se tourner plutôt vers le culte de Śiva ou d’autres devas afin d’obtenir d’eux quelque bienfait matériel immédiat. La Bhagavad-gītā enseigne donc : kāṅkṣantaḥ karmaṇāṁ siddhiṁ yajanta iha devatāḥ ; les karmīs, pour connaître le succès en ce monde, vouent leur adoration aux devas de leur choix. Śrī Kṛṣṇa enseigne également que ceux qui vouent ainsi leur adoration aux devas ne jouissent pas d’une intelligence mûre. Les bhaktas, du fait de leur attachement profond pour la Personne de Dieu, n’ont point la sottise de se vouer aux devas.

El Señor Kṛṣṇa le dijo al rey Yudhiṣṭhira: «Ninguna condición adversa que haya en la vida desanima a Mi devoto; este siempre permanece firme y estable. Por lo tanto, Yo Mismo Me entrego a él, y Yo lo favorezco de manera que pueda conseguir en la vida el éxito más elevado». La misericordia que la Suprema Personalidad le depara al devoto fiel, se denomina brahman, lo cual indica que la grandeza de esa misericordia puede tan solo asemejarse a la grandiosidad que todo lo penetra. Brahman significa «ilimitadamente grande e ilimitadamente expansivo». Esa misericordia también se dice que es parama, pues no tiene igual en este mundo material, y también se denomina sūkṣma, muy fina. La misericordia del Señor para con el devoto fiel no es solo grande e ilimitadamente expansiva, sino que es de la más fina calidad de amor trascendental que hay entre el devoto y el Señor. Esa misericordia se dice que es además cinmātra, completamente espiritual. La utilización de la palabra mātram indica espiritualidad absoluta, sin vestigio alguno de cualidades materiales. Esa misericordia también se denomina sat, eterna, y anantakam, ilimitada. Como al devoto del Señor se le otorga ese ilimitado beneficio espiritual, ¿por qué habría él de adorar a los semidioses? Un devoto de Kṛṣṇa no adora al Señor Śiva ni a Brahmā, ni a ningún otro semidiós subordinado. Él se consagra por completo al amoroso servicio trascendental de la Suprema Personalidad de Dios.

Śrī Kṛṣṇa dit au roi Yudhiṣṭhira : « Mon dévot ne se laisse jamais décourager par aucune situation hostile et demeure à jamais ferme et constant dans son effort. Je M’offre donc à lui afin qu’il atteigne la plus haute perfection qui soit. » La miséricorde ainsi répandue sur le bhakta éprouvé est décrite comme brahma, ce qui indique que sa grandeur ne peut être comparée qu’à l’omniprésente grandeur. Brahma, c’est la grandeur qui s’accroît sans limites. Cette miséricorde est aussi décrite par le mot paramam : elle ne trouve en ce monde nulle comparaison ; on l’appelle aussi sūkṣmam : de grande finesse. En effet, la miséricorde du Seigneur envers le bhakta éprouvé n’est point seulement grande et sans limites, mais représente une des qualités les plus fines de l’amour spirituel échangé par le bhakta et le Seigneur. Cette miséricorde est encore décrite par le mot cin-mātram : tout entière spirituelle. L’usage du mot mātram indique une spiritualité absolue, libre de toute teinte des guṇas. Cette miséricorde, on l’appelle encore sat, éternelle, et anantakam, sans bornes. Heureux bénéficiaire d’un tel avantage spirituel, pourquoi le dévot du Seigneur irait-il vouer un culte aux devas ? Le dévot de Kṛṣṇa ne vénère ni Śiva ni Brahmā ni aucun autre deva. Il se voue tout entier au service d’amour spirituel et absolu offert à Dieu, la Personne Suprême.

Śukadeva Gosvāmī continuó: «Los semidioses, encabezados por el Señor Brahmā y el Señor Śiva, e incluso el Señor Indra, Candra, Varuṇa y otros, pueden ser satisfechos muy rápidamente o pueden enojarse muy rápidamente mediante el buen o mal comportamiento de sus devotos. Pero no ocurre así con la Suprema Personalidad de Dios, Viṣṇu». Eso significa que toda entidad viviente que se encuentra en este mundo material, incluso los semidioses, es manejada por las tres modalidades de la naturaleza material y, por lo tanto, las cualidades de la ignorancia y la pasión son muy resaltantes en el mundo material. Aquellos devotos que les piden bendiciones a los semidioses, se encuentran también infectados por las cualidades materiales, especialmente la pasión y la ignorancia. Por lo tanto, el Señor Śrī Kṛṣṇa ha declarado en el Bhagavad-gītā que el pedir y recibir bendiciones de los semidioses es poco inteligente, pues cuando uno pide bendiciones a los semidioses, los resultados de esas bendiciones son temporales. Es fácil conseguir opulencia material mediante la adoración de los semidioses, pero el resultado es algunas veces desastroso. Por ello, las bendiciones que se obtienen de los semidioses son apreciadas por la clase de hombres poco inteligentes. Las personas que obtienen bendiciones de los semidioses, gradualmente se envanecen con su opulencia material, y gradualmente van desatendiendo a sus benefactores.

Śukadeva Gosvāmī de poursuivre : « Les devas, qui ont à leur tête Brahmā et Śiva et qui comptent parmi eux Indra, Candra et Varuṇa, tendent à se trouver bien vite satisfaits, mais aussi bien vite courroucés par le bon ou le mauvais comportement de leurs adorateurs. Mais telle n’est pas l’attitude de la Personne Suprême, Śrī Viṣṇu. » Voilà qui implique qu’en ce monde, tout être vivant, y compris les devas, subit le joug des trois guṇas, et surtout l’Ignorance et la Passion qui prédominent dans l’univers matériel. Ces adorateurs de devas, avides de bénédictions, se trouvent également souillés par ces trois guṇas, notamment par la Passion et l’Ignorance. Śrī Kṛṣṇa enseigne donc dans la Bhagavad-gītā que d’accepter les bénédictions conférées par les devas dénote un manque d’intelligence car ces faveurs ne peuvent apporter que des fruits éphémères. Il est aisé d’obtenir l’opulence matérielle à travers l’adoration des devas, mais le résultat final se montre parfois désastreux. Voilà donc pourquoi ces faveurs des devas sont le propre d’hommes de moindre intelligence. En les obtenant l’adorateur s’enorgueillit peu à peu de son opulence matérielle et se montre bientôt négligeant envers ses bienfaiteurs.

Śukadeva Gosvāmī le habló al rey Parīkṣit de la siguiente manera: «Mi querido rey, el Señor Brahmā, el Señor Viṣṇu y el Señor Śiva, el trío principal de la creación material, pueden bendecir o maldecir a cualquier persona. De este trío, el Señor Brahmā y el Señor Śiva se satisfacen muy fácilmente y al mismo tiempo se enojan muy fácilmente. Cuando están satisfechos, dan bendiciones sin consideración alguna, y cuando están furiosos, maldicen al devoto sin consideración alguna. Pero el Señor Viṣṇu no es así. El Señor Viṣṇu es muy considerado. Siempre que un devoto quiere algo del Señor Viṣṇu, el señor Viṣṇu en primer lugar considera si esa bendición será en fin de cuentas buena para el devoto. El Señor Viṣṇu nunca otorga ninguna bendición que en fin de cuentas le resulte desastrosa al devoto. Por Su naturaleza trascendental, Él siempre es misericordioso; así pues, antes de dar bendición alguna, Él considera si esta resultará ser beneficiosa para el devoto. Como la Suprema Personalidad de Dios siempre es misericordioso, incluso cuando parece que hubiera matado a un demonio, o incluso cuando aparentemente se enoja con un devoto, Sus acciones siempre son auspiciosas. Por lo tanto, la Suprema Personalidad de Dios es conocido como plenamente bueno. Todo lo que Él hace es bueno.

Śukadeva Gosvāmī s’adressa au roi Parīkṣit en ces termes : « Ô cher roi, Brahmā, Viṣṇu et Śiva, triple divinité de la création matérielle, jouissent du pouvoir de bénir ou de maudire n’importe qui. D’entre ces trois, Brahmā et Śiva connaissent très facilement la satisfaction, mais aussi le courroux. Satisfaits, ils accordent leurs faveurs sans nulle considération, mais courroucés, ils maudissent également sans considération aucune. Pour Viṣṇu, cependant, il n’en est pas ainsi : Il Se montre toujours fort réfléchi. Chaque fois qu’un bhakta désire obtenir de Lui quelque bienfait, le Seigneur considère d’abord si une telle bénédiction agirait pour le bien ultime du bhakta. Viṣṇu n’accorde jamais une bénédiction qui, plus tard, s’avérerait nuisible pour le bhakta ; du fait de Sa nature spirituelle et absolue, Il est toujours miséricordieux. Ainsi, avant d’accorder une bénédiction, quelle qu’elle soit, Il S’assure qu’elle sera bénéfique. Puisque Dieu, la Personne Suprême, montre toujours une grande miséricorde, tous Ses Actes sont de bon augure, même s’il s’agit de mettre à mort un asura ou de montrer Son courroux à un bhakta. Ainsi connaît-on le Seigneur pour être infiniment bon. Chacun de Ses Actes est bon.

En cuanto a las bendiciones que dan semidioses como el Señor Śiva, existe el siguiente incidente histórico que citan los grandes sabios. Una vez, el Señor Śiva, después de bendecir a un demonio llamado Vṛkāsura, el hijo de Śakuni, se vio atrapado en una situación muy peligrosa. Vṛkāsura buscaba una bendición, y trataba de decidir a cuál de las tres deidades regentes debía adorar para obtenerla. Mientras tanto, ocurrió que se encontró al gran sabio Nārada, y consultó con él a quién debía acercarse para conseguir resultados rápidos de su austeridad. Él preguntó: «De las tres deidades, es decir, el Señor Brahmā, el Señor Viṣṇu y el Señor Śiva, ¿cuál se satisface más rápidamente?». Nārada pudo darse cuenta del plan del demonio, y le aconsejó: «Lo más prudente sería adorar al Señor Śiva; así conseguirás rápidamente el resultado deseado. El Señor Śiva se complace muy rápidamente y también se desagrada muy rápidamente. Así que trata de complacer al Señor Śiva». Nārada también citó ejemplos según los cuales demonios como Rāvaṇa y Bāṇāsura se habían enriquecido con grandes opulencias, tan solo por satisfacer al Señor Śiva con oraciones. Como el gran sabio Nārada estaba consciente de la naturaleza del demonio Vṛkāsura, no le aconsejó que se acercara a Viṣṇu ni al Señor Brahmā. Las personas como Vṛkāsura, que se encuentran bajo la modalidad material de la ignorancia, no pueden perseverar en la adoración de Viṣṇu.

Voici un petit incident historique que citent les grands sages et qui illustre bien la nature des faveurs attribuées par des devas comme Śiva. Un jour, Śiva, après avoir conféré une faveur à un asura du nom de Vṛkāsura, fils de Śakuni, se trouva lui-même piégé dans une position fort périlleuse. Vṛkāsura recherchait une bénédiction et tentait de décider s’il devait s’adresser à Brahmā, Viṣṇu ou Śiva pour l’obtenir. Pendant ce temps, voilà qu’il rencontre le grand sage Nārada et le consulte afin de savoir qui il doit approcher pour obtenir rapidement les fruits de son austérité. Il lui demande : « Des trois, Brahmā, Viṣṇu et Śiva, lequel est le plus vite satisfait ? » Nārada peut alors comprendre le projet de l’asura et lui conseille : « Mieux vaut porter ton adoration à Śiva : tu seras rapidement récompensé. Śiva est très vite satisfait, mais aussi vite mécontent. Efforce-toi donc de le satisfaire. » Nārada cite l’exemple de Rāvaṇa et de Bāṇāsura, lesquels se virent attribuer une grande opulence par le simple fait de satisfaire Śiva de leurs prières. Le sage Nārada, sachant la nature de l’asura Vṛka, ne lui conseilla point d’approcher Viṣṇu ou Brahmā. Les personnages tels que Vṛkāsura, placés sous le signe de l’Ignorance, ne peuvent s’attacher à l’adoration de Viṣṇu.

Después de recibir la instrucción de Nārada, el demonio Vṛkāsura fue a Kedāranātha. El lugar de peregrinaje de Kedāranātha aún existe cerca de Cachemira. Casi siempre se encuentra cubierto de nieve, pero parte del año, durante el mes de julio, es posible ver a la deidad, y los devotos van allí a ofrecer sus respetos. Kedāranātha es para los devotos del Señor Śiva. De acuerdo con un principio védico, cuando a las deidades se les ofrece algo de comer se les ofrece en un fuego. De manera que, en toda clase de ceremonias se requiere de un sacrificio de fuego. En los śāstras se afirma específicamente que a los dioses hay que ofrecerles la comida a través del fuego. El demonio Vṛkāsura fue, pues, a Kedāranātha, y encendió un fuego de sacrificio para complacer al Señor Śiva.

Après avoir reçu ces recommandations de Nārada, Vṛkāsura se rend donc à Kedāranātha. Ce saint pèlerinage existe toujours, près du Cachemire. C’est un lieu presque toujours couvert par la neige, mais quand vient le mois de juillet, il devient alors possible d’y accéder et les fidèles s’y rendent nombreux pour offrir leurs respects à la mūrti. Kedāranātha est réservé aux adorateurs de Śiva. Selon les principes védiques, lorsqu’un aliment est offert à la mūrti, il doit être offert dans un feu. Un sacrifice par le feu s’avère donc nécessaire pour toute forme de cérémonies. Il est particulièrement recommandé dans les śāstras d’ainsi offrir des aliments aux devas à travers le feu. L’asura Vṛka se rend donc à Kedāranātha et y allume un feu sacrificiel en vue de satisfaire Śiva.

Después de encender el fuego en el nombre de Śiva, comenzó a ofrecer su propia carne, cortándola de su cuerpo, de manera de complacer al Señor Śiva. He ahí un ejemplo de adoración bajo la modalidad de la ignorancia. En el Bhagavad-gītā, se mencionan diferentes tipos de sacrificio. Algunos sacrificios se encuentran bajo la modalidad de la bondad, algunos se encuentran bajo la modalidad de la pasión, y otros se encuentran bajo la modalidad de la ignorancia. Existen diferentes clases de tapasya y de adoración, debido a que existen diferentes clases de personas en este mundo. Pero el tapasya máximo, el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa, es el yoga más elevado y el más elevado sacrificio. Como se confirma en el Bhagavad-gītā, el yoga más elevado es pensar siempre en el Señor Kṛṣṇa que se encuentra en el corazón, y el sacrificio más elevado es realizar el saṅkīrtana-yajña.

Après avoir allumé le feu en invoquant le nom de Śiva, voilà qu’il y jette sa propre chair, qu’il découpe de son corps pour satisfaire Śiva. Voici un exemple d’adoration sous le signe de l’Ignorance. La Bhagavad-gītā énumère divers types de sacrifice ; certains influencés par la Vertu, d’autres par la Passion et d’autres encore par l’Ignorance. De même, il existe diverses sortes de tapasya, d’austérité, et d’adoration, car les hommes, en ce monde, sont de natures diverses. Mais le plus haut tapasya, soit la conscience de Kṛṣṇa, représente le yoga et le sacrifice parfaits. Comme le confirme la Bhagavad-gītā, le plus haut des yogas est de toujours s’absorber en la pensée de Śrī Kṛṣṇa présent dans le cœur, et le plus haut sacrifice d’accomplir le saṅkīrtana-yajña.

En el Bhagavad-gītā se declara que los adoradores de los semidioses han perdido su inteligencia. Como se revelará luego en este capítulo, Vṛkāsura quería satisfacer al Señor Śiva en pos de un objetivo materialista de tercera clase, temporal y carente de verdadero beneficio. Los asuras, o personas que se encuentran bajo la modalidad de la ignorancia, habrán de aceptar esas bendiciones de los semidioses. En completo contraste con ese sacrificio que está bajo las modalidades de la ignorancia, el proceso de arcanā-viddhi, de adoración del Señor Viṣṇu, o Kṛṣṇa, es muy sencillo. El Señor Kṛṣṇa dice en el Bhagavad-gītā que Él acepta de Su devoto hasta una pequeña fruta, una flor o un poco de agua, que cualquier persona, pobre o rica, puede reunir. Desde luego, se supone que aquellos que son ricos no van a ofrecerle al Señor solo un poquito de agua, un pedacito de fruta o una hojita. Un hombre rico debe de ofrecer de acuerdo con su posición, pero si ocurre que el devoto es un hombre muy pobre, el Señor aceptará incluso la ofrenda más escasa. La adoración del Señor Viṣṇu o Kṛṣṇa es muy sencilla, y cualquier persona de este mundo puede ejecutarla. Pero la adoración que se encuentra bajo la modalidad de la ignorancia, como lo exhibió Vṛkāsura, no solo es muy difícil y dolorosa, sino que además es una inútil pérdida de tiempo. Por lo tanto, el Bhagavad-gītā dice que los adoradores de los semidioses están desprovistos de inteligencia; su proceso de adoración es muy difícil y, al mismo tiempo, el resultado obtenido es fluctuante y temporal.

La Bhagavad-gītā enseigne que les adorateurs des devas ont perdu leur intelligence. Comme il sera révélé plus tard dans ce chapitre, Vṛkāsura désirait satisfaire Śiva dans un but matériel des plus vils, des plus éphémères et sans avantage réel. Les asuras et les hommes influencés par l’Ignorance accepteront de telles faveurs de la part des devas. Contrastant tout à fait avec ce genre de sacrifice, l’arcana-viddhi, la voie de l’adoration de Śrī Viṣṇu, ou Kṛṣṇa, est fort simple. Kṛṣṇa explique dans la Bhagavad-gītā qu’Il accepte de Son dévot même un petit fruit, une fleur, un peu d’eau, que chacun peut se procurer, pauvre comme riche.

Certes, ceux qui possèdent plus de richesses ne doivent pas se contenter d’offrir seulement un peu d’eau, un fruit ou une feuille au Seigneur. Un homme riche doit faire une offrande en proportion de ses moyens, mais si le bhakta se trouve être pauvre, le Seigneur acceptera de lui la plus maigre offrande. L’adoration de Śrī Viṣṇu, ou Kṛṣṇa, est fort simple et peut être accomplie par tous en ce monde. Mais les adorations influencées par l’Ignorance, comme celle de Vṛkāsura, sont non seulement fort malaisées et douloureuses, mais représentent également une vaine perte de temps. La Bhagavad-gītā affirme donc que les adorateurs des devas sont privés d’intelligence ; leur voie d’adoration est des plus ardues et les fruits obtenus, vacillants et temporaires.

Si bien Vṛkāsura continuó su sacrificio durante seis días, no obstante no pudo ver personalmente al Señor Śiva, lo cual era su objetivo; él quería verlo cara a cara y pedirle una bendición. He ahí otro contraste entre un demonio y un devoto. Un devoto confía en que el Señor acepta todo lo que él le ofrece a la Deidad mediante servicio devocional pleno; pero un demonio quiere ver cara a cara a su deidad venerable, de manera de poder recibir directamente la bendición. Sin embargo, un devoto no adora a Viṣṇu o al Señor Kṛṣṇa por bendición alguna. En consecuencia, el devoto recibe el nombre de akāma, libre de deseos, y un no devoto recibe el nombre de sarva-kāma, o «que todo lo desea». El séptimo día el demonio Vṛkāsura decidió que debía cortarse la cabeza y ofrecerla para satisfacer al Señor Śiva. Así pues, se bañó en un lago cercano, y sin secarse el cuerpo ni el cabello, se dispuso a cortarse la cabeza. De acuerdo con el sistema védico, el animal que va a ofrecerse en sacrificio tiene que primero ser bañado y mientras se encuentra húmedo, es sacrificado. Cuando el demonio se estaba disponiendo así a cortarse la cabeza, el Señor Śiva sintió mucha compasión. Pero esa compasión es un síntoma de la cualidad de la bondad. El Señor Śiva recibe el nombre de triliṅga. Por consiguiente, el hecho de que él exhibiera una naturaleza compasiva, es un signo de la cualidad de la bondad. Sin embargo, esa compasión se encuentra presente en toda entidad viviente. La compasión del Señor Śiva se despertó, debido a que el demonio estaba ofreciendo su carne al fuego del sacrificio. Esa es una compasión natural. Incluso si un hombre común ve a alguien que se dispone a suicidarse, es su deber tratar de salvarlo. Él lo hace automáticamente. No hay que suplicárselo. Así pues, cuando el Señor Śiva salió del fuego para evitar que el demonio se suicidara, no era por hacerle un gran favor.

Bien qu’ayant poursuivi son sacrifice pendant six jours durant, Vṛkāsura demeurait incapable de voir Śiva en personne, but qu’il s’était fixé ; il désirait le voir face à face et lui demander la grâce d’une faveur. Voilà encore l’attitude de l’asura qui fait contraste avec celle du bhakta. Ce dernier a confiance en ce que l’offrande faite à la mūrti dans un sentiment de dévotion sera acceptée par le Seigneur, tandis que l’asura, lui, veut voir face à face la divinité à qui il s’adresse, afin de pouvoir directement recevoir d’elle la bénédiction désirée. Le bhakta, lui, ne voue pas son adoration à Viṣṇu ou à Kṛṣṇa afin d’obtenir de Lui quelque bénédiction que ce soit. Voilà pourquoi on le qualifie d’akāma, libre de tout désir, alors que l’abhakta se voit attribuer le nom de sarva-kāma, tout empreint de désirs. Le septième jour, Vṛkāsura décide qu’il doit se trancher la tête et l’offrir en sacrifice afin de satisfaire Śiva. Après avoir fait ses ablutions dans un lac près du lieu où il se trouve, le corps et les cheveux encore mouillés, il s’apprête à se trancher la tête.

Le système védique veut qu’un animal destiné au sacrifice soit d’abord baigné, puis, sacrifié alors qu’il est encore mouillé. Lorsque l’asura allait ainsi se trancher la tête, Śiva se sent alors envahi d’une grande compassion. Cette compassion, toutefois, est un symbole qui relève de la Vertu. Śiva porte en effet le nom de tri-liṅga : la compassion que manifeste sa nature représente donc une preuve de Vertu. Or cette compassion se trouve présente dans chaque être vivant. La compassion de Śiva surgit lorsque l’asura s’apprêtait à offrir sa chair dans le feu du sacrifice ; c’est là une compassion bien naturelle. Même l’homme du commun, s’il en voit un autre tenter de se suicider, se fera un devoir d’essayer de le sauver ; c’est ce qu’il y a de plus naturel et il n’attendra pas qu’on l’appelle. Ainsi, lorsque Śiva sortit du feu afin de freiner l’asura dans son suicide, son geste n’avait rien d’exceptionnellement bienveillant.

Gracias al toque del Señor Śiva, el demonio se salvó del suicidio, sus heridas corporales sanaron de inmediato, y su cuerpo se volvió como antes. Luego, el Señor Śiva le dijo al demonio: «Mi querido Vṛkāsura, no tienes que cortarte la cabeza. Puedes pedirme cualquier bendición que desees, y yo habré de cumplir tu deseo. No sé por qué querías cortarte la cabeza para satisfacerme. Yo me satisfago incluso con un ofrecimiento de un poco de agua». De hecho, de acuerdo con el proceso védico, el śiva-liṅga del templo, o la forma del Señor Śiva que se encuentra en el templo, se adora simplemente ofreciendo agua del Ganges, pues se dice que el Señor Śiva se complace grandemente cuando se derrama agua del Ganges en su cabeza. Por lo general, los devotos ofrecen agua del Ganges y las hojas del árbol bilva, que están destinadas especialmente a ser ofrecidas al Señor Śiva y a la diosa Durgā. La fruta de ese árbol también se le ofrece al Señor Śiva. El Señor Śiva le aseguró a Vṛkāsura que él se satisface con un muy sencillo proceso de adoración. Entonces, ¿por qué estaba tan ansioso de cortar su cabeza, y por qué soportaba tantas molestias, cortando su cuerpo en pedazos y ofreciéndolo al fuego? No había necesidad de esas penitencias tan severas. Aun así, por compasión y lástima, el Señor Śiva se dispuso a darle cualquier bendición que quisiera.

Śiva, toucha l’asura et le sauva du suicide ; les mutilations que ce dernier s’était infligées disparurent aussitôt et son corps retrouva sa constitution première. Śiva s’adresse alors à l’asura : « Mon cher Vṛkāsura, il n’est nul besoin que tu ailles jusqu’à te trancher la tête. Tu peux me demander toutes bénédictions, et toutes je les comblerai. J’ignore pourquoi tu as voulu te décapiter pour me satisfaire : la simple offrande d’un peu d’eau m’apporte satisfaction. » En vérité, selon la voie d’adoration prescrite dans les Vedas, le śiva-liṅga installé dans le temple, ou la forme de Śiva présente dans le temple, est adorée par une simple offrande d’eau du Gange, car il est dit que Śiva se trouve fort satisfait lorsque cette eau est déversée sur sa tête. De coutume, ses dévots lui offrent seulement de l’eau du Gange et des feuilles de l’arbre bilva, lesquelles se trouvent particulièrement destinées aux offrandes faites à Śiva ainsi qu’à la déesse Durgā. On offre également le fruit de ce même arbre à Śiva. Śiva assure Vṛkāsura qu’il se trouve satisfait par une adoration des plus simples. Pourquoi dès lors tenter de se décoller la tête et s’infliger tant de douleurs en découpant son corps en morceaux pour l’offrir dans le feu ? Non, une telle rigueur était superflue. Toujours est-il que par compassion et sympathie, Śiva souhaita accorder à Vṛkāsura la faveur de son choix.

Cuando el Señor Śiva le ofreció al demonio esa facilidad, este pidió una bendición muy temible y abominable. El demonio era muy pecador y las personas pecadoras no saben qué clase de bendición debe pedírsele a la deidad. Por lo tanto, él le pidió al Señor Śiva que lo bendijera con un poder tal, que tan pronto como él tocara la cabeza de alguien, esta de inmediato se rajara, y la persona se muriera. El Bhagavad-gītā describe a los demonios como duṣkṛtīs o herejes. Kṛtī significa «muy meritorio», pero cuando se le añade duṣ, significa «abominable». Los duṣkṛtīs, en vez de rendirse a la Suprema Personalidad de Dios, adoran a diferentes semidioses para conseguir abominables beneficios materiales. Algunas veces esos demonios, en la forma de científicos materiales, descubren armas letales. Ellos no pueden mostrar su meritorio poder mediante el descubrimiento de algo que pueda salvar al hombre de la muerte; en vez de ello, descubren armas que aceleran el proceso de la muerte. Debido a que el Señor Śiva es lo suficientemente poderoso como para dar cualquier bendición, el demonio podía haberle pedido algo que fuera beneficioso para la sociedad humana; pero por su interés personal pidió que todo aquel cuya cabeza fuera tocada por su mano, muriera de inmediato.

El Señor Śiva pudo darse cuenta de las intenciones del demonio, y lamentó mucho el haberle asegurado darle cualquier bendición que quisiera. Él no se retractaría de su promesa, pero lamentaba mucho en su corazón que tuviera que darle una bendición tan peligrosa para la sociedad humana. Se dice que los demonios son duṣkṛtīs, herejes, pues si bien tienen la capacidad intelectual y mérito, utilizan el mérito y la capacidad intelectual para llevar a cabo actividades abominables. Algunas veces, por ejemplo, los demonios materialistas descubren un arma letal. La investigación científica que ha de llevarse a cabo para un descubrimiento así, requiere ciertamente de un cerebro muy bueno, pero en vez de descubrir algo que sea beneficioso para la sociedad humana, descubren algo que acelera la muerte que todo hombre ya tiene asegurada. De forma similar, Vṛkāsura, en vez de pedirle al Señor Śiva algo que fuera beneficioso para la sociedad humana, le pidió algo que era muy peligroso para ella. Por lo tanto, el Señor Śiva se lamentó mucho en su fuero interno. Sin embargo, los devotos de la Personalidad de Dios nunca le piden ninguna bendición al Señor Viṣṇu o Kṛṣṇa, e incluso si le piden algo al Señor, no es absoluto peligroso para la sociedad humana. Esa es la diferencia entre los demonios y los devotos, o los adoradores del Señor Śiva y los adoradores del Señor Viṣṇu.

Dès qu’il en eût l’occasion, l’asura formula un vœu abominable et effrayant. C’était un grand pécheur et de telles personnes ignorent quelles faveurs implorer de la mūrti. Il demande donc à Śiva d’obtenir le pouvoir qui lui permettrait de faire éclater la tête de quiconque, rien qu’en y posant la main. La Bhagavad-gītā définit l’asura par le terme duṣkṛtīs qui signifie mécréant. Kṛtī indique celui qui possède de hauts mérites, mais qu’on y ajoute le préfixe duḥ, et le mot prend le sens « d’abominable. » Au lieu de s’abandonner à Dieu, la Personne Suprême, les duṣkṛtīs vénèrent différents devas afin d’obtenir d’eux des atouts matériels abominables. Parfois, ces asuras, vêtus comme des hommes de science matérialistes, découvrent des armes meurtrières. Incapables de montrer leur génie en découvrant quelque invention qui puisse sauver l’homme de la mort, ils se surpassent dès qu’il s’agit d’inventer des armes qui accélèrent le processus de la mort. Śiva détenait une puissance capable de conférer toute bénédiction, et l’asura aurait pu implorer de lui quelque chose de bénéfique pour l’homme mais enfoui dans son intérêt personnel, il demande que quiconque serait touché par sa main meure aussitôt.  Śiva comprend alors les motifs de l’asura et se trouve fort désolé de lui avoir promis de lui accorder la faveur de son choix. Bien qu’il ne puisse retirer sa promesse, son cœur est attristé d’avoir à offrir une faveur périlleuse pour la société des hommes. Les asuras sont des duṣkṛtīs, des mécréants, car bien qu’ils possèdent de l’aptitude et de l’intelligence, ils utilisent ces facultés à des fins abominables.

C’est ainsi que les asuras matérialistes découvrent des armes meurtrières ; la recherche scientifique menant à une telle découverte requiert certes d’excellents cerveaux, mais ces mêmes cerveaux inventent un processus qui accélère la mort, à laquelle sont pourtant destinés tous les hommes, au lieu d’inventer ce qui pourrait s’avérer bénéfique à la société. Pareillement, Vṛkāsura, au lieu d’implorer Śiva de lui conférer un pouvoir par quoi il ferait le bien demanda quelque chose de fort dangereux pour tous les hommes. Śiva se sentait profondément désolé. Les dévots, qui adorent la Personne Suprême, n’implorent aucune bénédiction de Śrī Viṣṇu, ou Kṛṣṇa, et s’ils demandent quelque chose au Seigneur, cela n’est en rien dangereux pour la société des hommes. Telle est la différence qui sépare les asuras des bhaktas, les adorateurs de Śiva et les adorateurs de Viṣṇu.

Mientras Śukadeva Gosvāmī narraba esta historia de Vṛkāsura, le habló a Mahārāja Parīkṣit llamándolo Bhārata, aludiendo al hecho de que el rey Parīkṣit había nacido en una familia de devotos. El Señor Kṛṣṇa salvó a Mahārāja Parīkṣit mientras este se encontraba en el vientre de su madre. De forma similar, él pudo haberle pedido al Señor Kṛṣṇa que lo salvara de la maldición del brāhmaṇa, pero no lo hizo. El demonio, no obstante, quiso volverse inmortal, dándoles muerte a todos con el toque de su mano. El Señor Śiva pudo darse cuenta de eso, pero debido a que había hecho una promesa, le dio la bendición.

Alors que Śukadeva Gosvāmī contait l’histoire de Vṛkāsura, il s’adressa à Mahārāja Parīkṣit en le nommant Bhārata, se référant ainsi à la naissance du roi au sein d’une famille de bhaktas. Mahārāja Parīkṣit fut sauvé par Śrī Kṛṣṇa lorsqu’il se trouvait encore dans le ventre de sa mère. De même, il aurait pu demander au Seigneur de l’épargner de la malédiction du brāhmaṇa, mais il n’en fit rien. L’asura, lui, désirait devenir immortel en tuant par le seul contact de sa main tous ceux qu’il voulait mettre à mort. Śiva comprenait tout cela, mais puisqu’il avait promis, il accéda à sa requête.

Sin embargo, como el demonio era muy pecador, de inmediato decidió que usaría la bendición para matar al Señor Śiva y llevarse a Gaurī (Pārvatī) para su propio disfrute personal. Él de inmediato decidió colocar su mano en la cabeza del Señor Śiva. Así pues, el Señor Śiva fue puesto en una situación difícil, pues peligraba por la bendición que él mismo le había dado a un demonio. Ese es también otro ejemplo de un devoto materialista que hace un mal uso de un poder obtenido de los semidioses.

L’asura, toutefois, grand pécheur, décide sur-le-champ qu’il ferait usage de cette faveur pour tuer Śiva lui-même, afin de ravir son épouse Gaurī (Pārvatī), qu’il veut pour son propre plaisir. Voyant l’asura qui s’avance pour le toucher à la tête, Śiva réalise qu’il se trouve en fort mauvaise posture à cause d’une faveur par lui-même accordée. Voilà donc un autre exemple du mauvais usage que peuvent faire les adorateurs des devas des bienfaits qui leur sont conférés.

Sin deliberarlo más, el demonio Vṛkāsura se acercó de inmediato al Señor Śiva con la intención de colocar su mano en la cabeza del Señor Śiva. El Señor Śiva le temió tanto, que su cuerpo tembló, y comenzó a huir de la tierra al cielo y del cielo a otros planetas, hasta que llegó a los límites del universo, por encima de los sistemas planetarios superiores. El Señor Śiva huía de un lugar a otro, pero el demonio Vṛkāsura continuaba persiguiéndolo. Las deidades regentes de los otros planetas, como Brahmā, Indra, Candra, no podían encontrar ninguna manera de salvar al Señor Śiva del inminente peligro. Dondequiera que el Señor Śiva llegaba, se quedaban callados.

Sans plus attendre, Vṛkāsura tente de poser sa main sur la tête de Śiva, qui en est si terrifié que son corps se prend de tremblement. Śiva tente alors de fuir en s’élevant à travers l’espace jusqu’aux autres planètes, puis jusqu’à la limite de l’univers, au-delà des systèmes planétaires supérieurs. Śiva fuyait d’un endroit à un autre, mais Vṛkāsura continuait toujours de le poursuivre. Les devas qui régissent diverses planètes, Brahmā, Indra et Candra, ne pouvaient imaginer le moyen d’arracher Śiva au péril imminent qui le menaçait. Partout où se rend Śiva, tous gardent le silence.

Finalmente el Señor Śiva se acercó al Señor Viṣṇu, quien se encuentra dentro de este universo en el planeta conocido como Śvetadvīpa. Śvetadvīpa es el planeta Vaikuṇṭha local que se encuentra más allá de la jurisdicción de la influencia de la energía externa. El Señor Viṣṇu, en Su aspecto omnipresente, permanece en todas partes, pero dondequiera que Él se encuentra personalmente, la atmósfera es la de Vaikuṇṭha. En el Bhagavad-gītā se afirma que el Señor permanece dentro del corazón de todas las entidades vivientes. Así pues, el Señor permanece dentro del corazón de muchas entidades vivientes de bajo nacimiento, pero eso no significa que Él es de bajo nacimiento. Cualquier lugar donde Él permanece se transforma en Vaikuṇṭha. Así que el planeta conocido como Śvetadvīpa, que se encuentra dentro de este universo, es también Vaikuṇṭhaloka. Se dice en los śāstras, que las residencias que se encuentran en el bosque están bajo la modalidad de la bondad, las residencias que se encuentran en las grandes ciudades, pueblos y aldeas están bajo la modalidad de la pasión, y las residencias que se encuentran en una atmósfera donde predomina la entrega a las cuatro actividades pecaminosas —vida sexual ilícita, consumo de drogas, consumo de carne y juegos de azar— están bajo la modalidad de la ignorancia. Pero las residencias que se encuentran en un templo de Viṣṇu, el Señor Supremo, están en Vaikuṇṭha. No importa dónde se encuentre situado el templo, pero el templo en sí, dondequiera que esté, es Vaikuṇṭha. De forma similar, el planeta Śvetadvīpa, si bien se encuentra dentro de la jurisdicción material, es Vaikuṇṭha.

Śiva s’approche enfin de Śrī Viṣṇu, qui dans cet univers, habite la planète du nom de Śvetadvīpa. Śvetadvīpa est une planète Vaikuṇṭha qui bien qu’elle se situe dans l’univers matériel, demeure toujours au-delà de l’influence de l’énergie externe. Śrī Viṣṇu, dans Son aspect omniprésent, Se trouve simultanément en tous lieux, mais là où Il choisit d’habiter en Personne, règne l’atmosphère de Vaikuṇṭha.

La Bhagavad-gītā enseigne que le Seigneur est sis dans le cœur de tous les êtres. Ainsi, demeure-t-Il dans le cœur d’innombrables êtres vivants de basse naissance, mais cela n’implique en rien que Lui-même soit de basse naissance. Là où Il Se trouve, le lieu se métamorphose en Vaikuṇṭha. La planète du nom de Śvetadvīpa, située en cet univers, appartient donc aux planètes Vaikuṇṭhas. Les śāstras enseignent que de vivre dans la forêt relève de la Vertu ; vivre au sein de grandes cités, ou de villages, relève de la Passion, et que de vivre dans une atmosphère où s’accomplissent et prédominent les quatre activités coupables, – vie sexuelle illicite, intoxication, consommation de viande et jeux de hasard – relève de l’Ignorance. Mais vivre dans un temple dédié à Viṣṇu, le Seigneur Suprême, voilà qui est identique à vivre sur Vaikuṇṭha. Peu importe où se situe le temple, ce temple lui-même n’est autre que Vaikuṇṭha. Pareillement, bien que située dans l’Univers matériel, la planète Śvetadvīpa appartient à l’ordre des planètes Vaikuṇṭhas.

El Señor Śiva entró finalmente en Śvetadvīpa Vaikuṇṭha. En Śvetadvīpa hay grandiosas personas santas que se encuentran completamente libres de la naturaleza envidiosa del mundo material, y se encuentran más allá de la jurisdicción de los cuatro principios de las actividades materiales, es decir, la religiosidad, el desarrollo económico, la complacencia sensual y la liberación. Todo aquel que entra en ese planeta Vaikuṇṭha, nunca regresa de nuevo a este mundo material. El Señor Nārāyaṇa es célebre como amante de Sus devotos, y tan pronto como se dio cuenta de que el Señor Śiva se encontraba en un gran peligro, apareció como un brahmacārī, y se acercó personalmente al Señor Śiva, desde un lugar distante, para recibirlo. El Señor apareció como un brahmacārī perfecto, con un cinturón alrededor de Su cintura, con un cordón sagrado, con una piel de venado, una vara de brahmacārī y unas cuentas de raudra. (Las cuentas de raudra son diferentes de las cuentas de tulasī. Los devotos del Señor Śiva usan cuentas de raudra). El Señor Nārāyaṇa se encontraba de pie ante el Señor Śiva, vestido como un brahmacārī. La refulgencia brillante que emanaba de Su cuerpo atrajo no solo al Señor Śiva, sino también al demonio Vṛkāsura.

Śiva se rend donc jusqu’à Śvetadvīpa Vaikuṇṭha. Là vivent des saints, tout entiers affranchis de l’envie, propre à ce monde, affranchis de l’emprise des quatre principes de l’action matérielle – les devoirs religieux, l’essor économique, le plaisir des sens et la libération. Quiconque pénètre dans cette grande planète Vaikuṇṭha ne choit plus jamais dans le monde matériel. On célèbre Nārāyaṇa comme Celui qui aime Ses dévots ; aussi, dès qu’Il sut que Śiva se trouvait en grand danger, Il prit aussitôt la forme d’un brahmacārī et S’approcha de Śiva pour l’accueillir. Le Seigneur avait l’apparence du parfait brahmacārī : Il portait une ceinture à la taille, un fil sacré sur l’épaule, un vêtement en peau de daim, un bâton de brahmacārī et un chapelet fait de perles raudras (les perles raudras diffèrent des perles de tulasī. Elles sont utilisées par les adorateurs de Śiva). Ainsi vêtu, Nārāyaṇa Se tint devant Śiva. Sa radiance est telle qu’elle attira Śiva mais aussi l’asura Vṛka.

El Señor Nārāyaṇa le ofreció Sus respetos y reverencias a Vṛkāsura, tan solo para atraer su atención y ganar su simpatía. Deteniendo así al demonio, el Señor le habló de la siguiente manera: «Mi querido hijo de Śakuni, pareces muy cansado, como si vinieras de un lugar muy lejano. ¿Qué deseas?, ¿por qué has venido desde tan lejos? Veo que estás muy cansado y fatigado, así que te pido que tomes un pequeño descanso. No debes cansar tu cuerpo sin razón alguna. Todos aprecian grandemente su cuerpo, debido a que solo con ese cuerpo puede uno cumplir todos los deseos de su mente. Por lo tanto, no debemos molestar este cuerpo sin razón».

Nārāyaṇa offrit Ses respects à Vṛkāsura à seule fin d’attirer sa sympathie et son attention. Freinant ainsi l’asura dans sa course, le Seigneur S’adresse à lui : « Ô fils de Śakuni, tu sembles fort las, comme si tu venais d’un lieu lointain. Quel est ton but ? Pourquoi être venu de si loin ? Je vois que tu es fort harassé et te demande donc de prendre un peu de repos. Il n’est pas bon que tu fatigues ainsi vainement ton corps. Chacun donne grande valeur à son corps, car lui seul comble les désirs issus de la pensée. Nous ne devons donc pas vainement maltraiter le corps. »

El brahmacārī le habló a Vṛkāsura refiriéndose a él como el hijo de Śakuni, tan solo para convencerlo de que su padre Śakuni lo conocía a Él. Vṛkāsura creyó entonces que el brahmacārī era alguien conocido por su familia y, en consecuencia, le agradaron Sus palabras, que expresaban simpatía. Antes de que el demonio pudiera argüir que no tenía tiempo de descansar, el Señor comenzó a informarle de la importancia del cuerpo, y el demonio se convenció. Todos los hombres, especialmente un demonio, consideran que su cuerpo es algo muy importante. Así pues, Vṛkāsura se convenció de la importancia de su cuerpo.

Le brahmacārī s’était adressé à Vṛkāsura en tant que fils de Śakuni à seule fin de le convaincre qu’Il était connu de son père, Śakuni. Vṛkāsura le prit donc pour quelqu’un de la famille et se laissa donc adoucir par les tendres paroles du brahmacārī. Avant même que l’asura ne put répondre qu’il n’avait pas le temps de se reposer, le Seigneur Se mit à l’informer de l’importance du corps et l’asura en fut convaincu. Tout homme, et notamment l’asura, attache une grande importance au corps. Ainsi Vṛkāsura fût-il convaincu de l’importance de son corps.

Luego, tan solo para tranquilizar al demonio, el brahmacārī le dijo: «Mi querido señor, si tú crees que puedes revelar la misión por la cual te has tomado la molestia de venir aquí, quizás Yo pueda ayudarte de manera que tu objetivo se logre con facilidad». Indirectamente, el Señor le informó que debido a que Él es el Brahman supremo, con toda seguridad podría ajustar la difícil situación creada por el Señor Śiva.

Puis, afin d’apaiser l’asura, le brahmacārī lui tint ces propos : « Cher Vṛkāsura, si tu crois pouvoir révéler la mission pour laquelle tu as entrepris de venir en ces lieux, je pourrais peut-être t’aider afin que tu puisses atteindre ton but. » De façon indirecte, le Seigneur révéla que puisqu’Il est le Brahman Suprême, Il pourrait certes l’aider dans la situation embarrassante qu’a suscitée la fuite de Śiva.

El demonio se tranquilizó grandemente con las dulces palabras del Señor Nārāyaṇa en la forma de un brahmacārī, y finalmente reveló todo lo que había ocurrido en relación con la bendición que ofreciera el Señor Śiva. El Señor le respondió al demonio de la siguiente manera: «Yo Mismo no puedo creer que el Señor Śiva te haya dado en verdad una bendición así. Hasta donde Yo sé, el Señor Śiva no está cuerdo. Él tuvo una pelea con su suegro Dakṣa, y recibió la maldición de volverse un piśāca (fantasma). Así pues, él se ha vuelto el líder de los fantasmas y duendes. Por lo tanto, Yo no puedo dar fe alguna a sus palabras. Pero si aún tú tienes fe en las palabras del Señor Śiva, Mi querido rey de los demonios, entonces, ¿por qué no haces una prueba poniendo tu mano en tu cabeza? Si la bendición resulta ser falsa, entonces puedes matar de inmediato a ese mentiroso Señor Śiva, de manera que en el futuro no se atreva a repartir bendiciones falsas».

L’asura se trouve donc grandement apaisé par les douces paroles de Nārāyaṇa, dissimulé sous la forme d’un brahmacārī, et finit par Lui dévoiler tout ce qui concerne la faveur offerte par Śiva. Le Seigneur de répondre par ces mots : « Je ne peux croire que Śiva t’ait véritablement accordé cette bénédiction. Personnellement, Je trouve que Śiva n’est pas des plus sains d’esprit. Lors d’une querelle avec son beau-père, Dakṣa, il s’est trouvé maudit, condamné à devenir un piśāca (un fantôme). C’est ainsi qu’il est devenu le maître des spectres et des esprits. Je ne peux donc placer Ma foi en ses mots. Mais si tu as encore foi en les paroles de Śiva, cher roi des asuras, pourquoi ne pas faire l’expérience : place ta main sur ta propre tête ! Si la bénédiction s’avère fausse, tu pourras alors aussitôt mettre à mort ce menteur de Śiva, afin que dans le futur il ne puisse plus accorder de fausses bénédictions. »

De esa manera, mediante las dulces palabras del Señor Nārāyaṇa y la expansión de Su ilusión superior, el demonio quedó engañado, y de hecho olvidó el poder del Señor Śiva y su bendición. Él fue así muy fácilmente persuadido de poner su mano en su propia cabeza. Tan pronto como el demonio hizo eso, su cabeza se rajó, como si hubiera sido herida por un rayo, y él murió de inmediato. Los semidioses del cielo comenzaron a derramar lluvias de flores sobre el Señor Nārāyaṇa, alabándolo con todas las glorias y pleno agradecimiento, y le ofrecieron sus reverencias al Señor. Ante la muerte del Vṛkāsura, todos los habitantes de los sistemas planetarios superiores, es decir, los semidioses, los pitās, Gandharvas y los habitantes de Janaloka, comenzaron a derramar lluvias de flores sobre la Personalidad de Dios.

Ainsi, par l’influence des douces paroles de Nārāyaṇa et par le déploiement de Son illusion supérieure, l’asura se vit dérouté, et en oublia véritablement la puissance de Śiva et de sa bénédiction. Il fut donc ainsi fort aisément persuadé de placer sa main sur sa propre tête. Dès qu’il le fit, sa tête se fendit, comme frappée par la foudre et l’asura en mourut aussitôt. Les devas, du haut de leurs planètes édéniques, se mirent à lancer en pluie des fleurs sur Nārāyaṇa faisant de Lui l’éloge, Le glorifiant et Lui rendant grâce. Tous Lui offrirent l’hommage de leurs respects. À la mort de Vṛkāsura, tous les habitants des systèmes planétaires supérieurs, les devas, les pitṛs, les Gandharvas et les habitants de Janaloka, se mirent ainsi à lancer des pluies de fleurs sur la Personne Suprême.

Así pues, el Señor Viṣṇu, con la forma de un brahmacārī, liberó al Señor Śiva del inminente peligro, y salvó toda la situación. El Señor Nārāyaṇa le informó entonces al Señor Śiva, que ese demonio, Vṛkāsura, fue matado como resultado de sus actividades pecaminosas. Él fue especialmente pecador y ofensivo por querer hacer experimentos con su propio amo, el Señor Śiva. El Señor Nārāyaṇa le dijo al Señor Śiva: «Mi querido señor, una persona que les hace una ofensa a las grandes almas, no puede continuar existiendo. Sus propias actividades pecaminosas lo aniquilan, y eso es indudablemente cierto en el caso de este demonio, que ha realizado un acto tan ofensivo contra ti».

Voilà donc comment Śrī Viṣṇu, sous la forme d’un brahmacārī, délivra Śiva du danger imminent qui le menaçait et mit un terme à cette situation périlleuse. Nārāyaṇa informa alors Śiva que cet asura, Vṛka, avait été tué du fait des conséquences de ses actes pécheurs. Il s’était effectivement rendu coupable d’une grande offense en voulant mettre sa puissance à l’épreuve sur son propre maître, Śiva. Nārāyaṇa poursuivit : « Ô Śiva, celui qui commet des offenses à l’égard de grandes âmes ne peut poursuivre son existence. Il se voit annihilé par ses propres actes pécheurs, et tel était certes le cas de cet asura, qui t’a grandement offensé. »

Así pues, por la gracia de la Suprema Personalidad de Dios, Nārāyaṇa, quien es trascendental a todas las cualidades materiales, el Señor Śiva se salvó de ser matado por un demonio. Todo aquel que oiga esta historia con fe y devoción, se libera sin duda del enredo material, así como de las garras de sus enemigos.

Ainsi, c’est par la grâce de Nārāyaṇa, le Seigneur Souverain, qui transcende l’influence des trois guṇas, que Śiva fût sauvé de la mort et des griffes d’un asura. Quiconque écoute ce récit avec foi et dévotion sera certes affranchi de l’empêtrement de la matière, de même que de l’emprise de ses ennemis.

Así termina el significado de Bhaktivedanta del capítulo octogésimo octavo del libro Kṛṣṇa, titulado: «La salvación del Señor Śiva».

Ainsi s’achèvent les enseignements de Bhaktivedanta pour le quatre-vingt-huitième chapitre du Livre de Kṛṣṇa, intitulé: « La libération de Śiva ».