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VERSO 30

Text 30

Texto

Texto

indriyair viṣayākṛṣṭair
ākṣiptaṁ dhyāyatāṁ manaḥ
cetanāṁ harate buddheḥ
stambas toyam iva hradāt
indriyair viṣayākṛṣṭair
ākṣiptaṁ dhyāyatāṁ manaḥ
cetanāṁ harate buddheḥ
stambas toyam iva hradāt

Sinônimos

Palabra por palabra

indriyaiḥ — pelos sentidos; viṣaya — os objetos dos sentidos; ākṛṣṭaiḥ — sendo atraídos; ākṣiptam — agitada; dhyāyatām — sempre pensando em; manaḥ — mente; cetanām — consciência; harate — se perde; buddheḥ — de inteligência; stambaḥ — grama crescida; toyam — água; iva — como; hradāt — do lago.

indriyaiḥ — por los sentidos; viṣaya — los objetos de los sentidos; ākṛṣṭaiḥ — viéndose atraídos; ākṣiptam — agitada; dhyāyatām — siempre pensando en; manaḥ — mente; cetanām — conciencia; harate — se pierde; buddheḥ — de inteligencia; stambaḥ — grandes hierbas; toyam — agua; iva — como; hradāt — del lago.

Tradução

Traducción

Quando a mente e os sentidos de alguém se atraem por objetos dos sentidos em busca de gozo, a mente se agita. Como resultado de pensar continuamente em objetos dos sentidos, sua verdadeira consciência quase se perde, assim como a água de um lago que é sugada pouco a pouco pela grama crescida em suas margens.

Cuando la mente y los sentidos se ven atraídos por los objetos del disfrute de los sentidos, la mente se agita. Como resultado de pensar continuamente en esos objetos, la persona pierde casi por completo su verdadera conciencia, como un lago al que la frondosa vegetación de sus orillas va dejando poco a poco sin agua.

Comentário

Significado

SIGNIFICADO—Este verso explica muito bem como a nossa consciência de Kṛṣṇa original se polui e, pouco a pouco, quase nos esquecemos de nossa relação com o Senhor Supremo. O verso anterior recomenda que devemos nos manter sempre em contato com o serviço devocional ao Senhor para que o fogo ardente do serviço devocional possa gradualmente reduzir a cinzas os desejos materiais e possamos libertar-nos da repetição de nascimentos e mortes. Esta é também a forma pela qual podemos manter indiretamente nossa fé inque­brantável nos pés de lótus da Suprema Personalidade de Deus. Quando permitimos à mente que pense continuamente em gozo dos sentidos, ela se torna a causa de nosso cativeiro material. Se tudo o que existe em nossa mente é gozo dos sentidos, mesmo que deseje­mos a consciência de Kṛṣṇa, pela prática contínua não conseguire­mos nos esquecer dos objetos de gozo dos sentidos. Se alguém adotar a ordem de vida de sannyāsa, mas não for capaz de contro­lar a mente, pensará nos objetos de gozo dos sentidos – a saber, família, sociedade, casa de luxo etc. Mesmo que vá aos Himalaias ou à floresta, sua mente continuará pensando nos obje­tos de gozo dos sentidos. Dessa maneira, aos poucos, sua inteligência será afetada. Quando nossa inteligência é afetada, perdemos nosso gosto original pela consciência de Kṛṣṇa.

En este verso se explica con gran claridad cómo se contamina nuestra conciencia de Kṛṣṇa original y cómo, gradualmente, llegamos a olvidar casi por completo nuestra relación con el Señor Supremo. En el verso anterior se nos recomendaba mantenernos siempre en contacto con el servicio devocional del Señor, de manera que, poco a poco, el ardiente fuego del servicio devocional reduzca a cenizas los deseos materiales y nos liberemos del ciclo de nacimientos y muertes. Así es como también podremos, indirectamente, conservar intacta nuestra fe en los pies de loto de la Suprema Personalidad de Dios. El permitir que la mente piense continuamente en la complacencia de los sentidos es la causa de nuestro cautiverio material. Si tenemos la mente absorta en la complacencia de los sentidos, aunque practiquemos continuamente y deseemos ser conscientes de Kṛṣṇa, no podremos olvidar esa complacencia. Alguien que entre en la orden de sannyāsa siendo incapaz de controlar la mente, seguirá pensando en los objetos de la complacencia de los sentidos, es decir, la familia, la vida social, una casa costosa, etc. Aunque se vaya a los Himālayas o a la selva, su mente continuara pensando en los objetos de la complacencia sensorial. De esa forma, la inteligencia se verá cada vez más afectada, y cuando eso ocurre, se pierde la atracción original por el proceso de conciencia de Kṛṣṇa.

O exemplo dado aqui é muito apropriado. Se um grande lago é coberto por todos os lados por grama kuśa, da altura de colunas, a água seca. Da mesma forma, quando as grandes colunas de desejo material aumentam, a água limpa da consciência seca. Portanto, essas colunas de grama kuśa devem ser cortadas ou jogadas fora desde o início. Śrī Caitanya Mahāprabhu nos ensina que se, desde o começo, não cuidarmos do mato indesejável nos arrozais, os agentes fertilizantes ou a água serão consumidos pelo mato, e o arroz definhará. O desejo material de gozo dos sentidos é a causa de nossa queda neste mundo material, e assim sofremos das três espécies de sofrimentos e da repetição de nascimento, morte, velhice e doença. Contudo, se voltarmos nossos desejos para o transcen­dental serviço amoroso ao Senhor, nossos desejos se purificarão. Não podemos eliminar os desejos. Precisamos purificá-los das dife­rentes designações. Se pensamos constantemente em ser membros de uma nação, sociedade ou família em particular e meditamos nessas coisas, ficamos fortemente enredados na vida condicionada de nas­cimentos e mortes. Todavia, se nossos desejos se dirigem ao serviço do Senhor, eles se purificam e, dessa maneira, livramo-nos de imediato da contaminação material.

El ejemplo que aquí se da es muy apropiado. Un gran lago que esté cubierto de grandes tallos de hierba kuśa, del tamaño de columnas, acabará secándose. Análogamente, cuando las grandes columnas del deseo material aumentan de tamaño, las claras aguas de la conciencia se secan. Por consiguiente, hay que cortar y arrojar lejos esas columnas de hierba kuśa desde el mismo principio. Śrī Caitanya Mahāprabhu ha enseñado que, si no arrancamos las malas hierbas de los campos de arroz desde el mismo principio, acabarán por consumir los fertilizantes y el agua, y las plantas de arroz se secarán. El deseo material de disfrute de los sentidos es la causa de que hayamos caído en el mundo material y suframos las tres miserias y la repetición del nacimiento, la muerte, la vejez y las enfermedades. Sin embargo, si dirigimos nuestros deseos hacia el servicio amoroso trascendental del Señor, nuestros deseos se purifican. No podemos acabar con los deseos. Lo que tenemos que hacer es purificarlos de toda clase de identificaciones falsas. Si pensamos constantemente que pertenecemos a determinada nación, sociedad o familia, y no dejamos de pensar en ello, nos enredamos muy a fondo en la vida condicionada del nacimiento y la muerte. Pero si nuestros deseos los dirigimos hacia el servicio del Señor, se purifican, y de esa forma, nos liberamos de inmediato de la contaminación material.