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Prefacio

nivṛtta-tarṣair upagīyamānād
bhavauṣadhāc chrotra-mano-’bhirāmāt
ka uttamaśloka-guṇānuvādāt
pumān virajyeta vinā paśu-ghnāt

(Śrīmad-Bhāgavatam 10.1.4)

En estos países occidentales, cuando alguien ve la portada de un libro como Kṛṣṇa, inmediatamente pregunta: «¿Quién es Kṛṣṇa? ¿Quién es la muchacha que está con Kṛṣṇa?», etcétera.

La respuesta inmediata es que Kṛṣṇa es la Suprema Personalidad de Dios. ¿Por qué? Porque Él se ajusta exacta y detalladamente a las descripciones del Ser Supremo, la Divinidad. En otras palabras, Kṛṣṇa es Dios porque Él es supremamente atractivo. Más allá del principio de suprema atracción, no existe otro significado de la palabra «Dios». ¿Cómo puede alguien ser supremamente atractivo? Primero que todo, si alguien es muy rico, si posee grandes riquezas, se convierte entonces en una persona atractiva para la gente en general. En forma similar, si alguien es muy poderoso, también se convierte en una persona atractiva; y si alguien es muy famoso, muy bello, o sabio, o está desapegado de toda clase de posesiones, también se convierte en una persona atractiva. Así, por la experiencia práctica, podemos observar que uno es atractivo gracias a (1) la riqueza, (2) el poder, (3) la fama, (4) la belleza, (5) la sabiduría y (6) la renunciación. Aquel que posee simultáneamente todas estas seis opulencias, y que las posee en grado ilimitado, se sobreentiende que es la Suprema Personalidad de Dios. Parāśara Muni, una gran autoridad védica describe estas opulencias de Dios.

Nosotros hemos visto a muchas personas ricas, poderosas, famosas, bellas, doctas y eruditas, y hemos visto a muchas personas que pertenecen a la orden de la vida renunciante y que están desapegadas de las posesiones materiales. Pero nunca hemos visto a nadie como a Kṛṣṇa en la historia de la humanidad, que fuese simultánea e ilimitadamente rico, poderoso, famoso, bello, sabio y desapegado. Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, es un personaje histórico que apareció en este planeta hace cinco mil años. Él permaneció en esta Tierra durante ciento veinticinco años y se comportó tal como un ser humano, pero Sus actividades no tuvieron paralelo. Desde el mismo momento de Su aparición hasta el momento de Su desaparición, cada una de Sus actividades es única en la historia del mundo, y, en consecuencia, quien sepa lo que queremos decir con la palabra «Dios», aceptará a Kṛṣṇa como la Suprema Personalidad de Dios. Nadie es igual a Dios, ni nadie es más grande que Él. Ese es el significado del proverbio familiar «Dios es grande».

Hay varias clases de hombres en el mundo que hablan de Dios de diferentes maneras; pero, según la literatura védica, y de acuerdo con los grandes ācāryas de todas las épocas, o las personas autorizadas que están versadas en el conocimiento acerca de Dios, tales como los ācāryas Śaṅkara, Rāmānuja, Madhva, Viṣṇusvāmī, el Señor Caitanya y todos Sus seguidores por sucesión discipular, todos concuerdan unánimemente en que Kṛṣṇa es la Suprema Personalidad de Dios. En cuanto a nosotros, los seguidores de la civilización védica, aceptamos la historia védica del universo entero, el cual consiste en diferentes sistemas planetarios, llamados: Svargaloka, o sistema planetario superior, Martyaloka, o sistema planetario intermedio, y Pātālaloka, o sistema planetario inferior. Los historiadores modernos de esta Tierra no pueden proporcionar evidencias históricas de hechos que ocurrieron hace más de cinco mil años, y los antropólogos afirman que hace cuarenta mil años el Homo sapiens no había hecho su aparición en este planeta, porque la evolución no había llegado a ese punto. Pero las historias védicas, los Purāṇas y El Mahābhārata, relatan historias humanas que se remontan a millones y billones de años atrás.

Por ejemplo, esas obras nos presentan historias de las apariciones y desapariciones de Kṛṣṇa que tuvieron lugar hace millones y billones de años. En el capítulo cuarto del Bhagavad-gītā, Kṛṣṇa le dice a Arjuna que tanto Él como Arjuna han nacido muchas veces anteriormente, y que Él (Kṛṣṇa) podía recordar todos los nacimientos, mientras que Arjuna no. Esto ilustra la diferencia que hay entre el conocimiento de Kṛṣṇa y el de Arjuna. Puede que Arjuna haya sido un gran guerrero, un miembro culto de la dinastía Kuru, pero al fin y al cabo solo era un ser humano ordinario, mientras que Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, es el poseedor de conocimiento ilimitado. Debido a que Kṛṣṇa posee conocimiento ilimitado, Su memoria también es ilimitada.

El conocimiento de Kṛṣṇa es tan perfecto, que Él recuerda todos los incidentes de Sus apariciones hace millones y billones de años; pero la memoria y el conocimiento de Arjuna están limitados por el tiempo y el espacio, pues él es un ser humano ordinario. En el capítulo cuarto, Kṛṣṇa afirma que Él recuerda cuando impartió lecciones del propio Bhagavad-gītā al dios del Sol, Vivasvān, hace algunos millones de años.

Hoy en día está de moda entre los hombres ateos tratar de convertirse en Dios mediante algún proceso místico. Por lo general, los ateos afirman ser Dios en virtud de su imaginación o de sus proezas en la meditación. Kṛṣṇa no es esa clase de Dios. Él no se convierte en Dios mediante la fabricación de algún proceso místico de meditación, ni por someterse a las severas austeridades de los ejercicios yóguicos místicos. Para decirlo con toda propiedad, Él jamás se convierte en Dios, porque Él es Dios en todas las circunstancias.

En la prisión de Kaṁsa, Su tío materno, donde Sus padres estaban confinados, Kṛṣṇa apareció fuera del cuerpo de Su madre, como el Viṣṇu-Nārāyaṇa de cuatro brazos; y luego se convirtió en un bebé y le dijo a Su padre que lo llevase a la casa de Nanda Mahārāja y su esposa Yaśodā. Cuando Kṛṣṇa era apenas un pequeño bebé, la gigantesca bruja Pūtanā intentó matarlo, pero al Él mamar de su pecho le extrajo la vida. Esa es la diferencia entre el Dios verdadero y un Dios manufacturado en la fábrica de los místicos. Kṛṣṇa no tuvo la oportunidad de practicar el proceso del yoga místico. Aún así, Él se manifestó como la Suprema Personalidad de Dios a cada paso: de la infancia a la niñez, de la niñez a la juventud, y de esta a la madurez. En este libro Kṛṣṇa, se describen todas Sus actividades como un ser humano. Aunque Kṛṣṇa actúa como un ser humano, Él siempre conserva Su identidad como la Suprema Personalidad de Dios.

Puesto que Kṛṣṇa es el supremamente atractivo, uno debe saber que es necesario concentrar en Él todos los deseos que se tengan. En el Bhagavad-gītā se dice que la persona individual es el amo o propietario del cuerpo, pero Kṛṣṇa, quien es la Superalma presente en todos los corazones, es el amo y propietario supremo de todos y cada uno de los cuerpos individuales. Por ello, si concentramos únicamente en Kṛṣṇa nuestras propensiones a amar, experimentaremos en forma automática e inmediata la serenidad, la unidad y el amor universales. Cuando alguien riega la raíz de un árbol, automáticamente riega las ramas, las ramitas, las hojas y las flores; cuando alguien alimenta su estómago a través de la boca, satisface a la vez todas las demás partes del cuerpo.

El arte de concentrar nuestra atención en el Supremo y de darle nuestro amor se llama conciencia de Kṛṣṇa. Nosotros hemos inaugurado el movimiento de conciencia de Kṛṣṇa para que todo el mundo pueda satisfacer su tendencia a amar a otros, simplemente dirigiendo su amor hacia Kṛṣṇa. Todo el mundo está muy ansioso de satisfacer la propensión latente a amar a otros, pero el invento de varios métodos, tales como el socialismo, el comunismo, el altruismo, el humanitarismo el nacionalismo —o cualquier otra cosa que se fabrique para la paz y la prosperidad del mundo— son todos inútiles y frustrantes debido a nuestra burda ignorancia del arte de amar a Kṛṣṇa. Generalmente, la gente piensa que es posible encontrar la felicidad promoviendo la causa de los principios morales y los ritos religiosos. Otros piensan que la felicidad se alcanza en el desarrollo económico, y aun otros creen que la felicidad consiste simplemente en la complacencia de los sentidos. Pero lo cierto es que la gente solamente puede ser feliz amando a Kṛṣṇa.

Kṛṣṇa puede corresponder perfectamente con nuestra tendencia a amar, mediante diferentes relaciones que reciben el nombre de rasas o melosidades. Básicamente hay doce relaciones amorosas. Uno puede amar a Kṛṣṇa como el desconocido supremo, como el amo supremo, el amigo supremo, el hijo supremo, el amante supremo. Estos son los cinco rasas amorosos básicos. Uno también puede amar a Kṛṣṇa indirectamente en siete relaciones diferentes, las cuales son aparentemente diferentes de las cinco relaciones primarias. No obstante, si uno simplemente pone en Kṛṣṇa su tendencia latente a amar, entonces su vida alcanzará el éxito. Esto no es una ficción, sino un hecho que puede comprenderse mediante la aplicación práctica. Uno puede percibir directamente en su vida los efectos que tiene el amor por Kṛṣṇa.

En el capítulo noveno del Bhagavad-gītā, a esta ciencia de la conciencia de Kṛṣṇa se le llama «el rey del conocimiento, el rey de todas las cosas confidenciales, y la ciencia suprema de la comprensión trascendental». Aún así, nosotros mismos podemos experimentar directamente los resultados de esta ciencia de conciencia de Kṛṣṇa, porque es muy fácil de poner en práctica y es muy agradable. Cualquier porcentaje de conciencia de Kṛṣṇa que podamos cultivar, se convertirá en un bien eterno de nuestra vida, pues es imperecedero en todas las circunstancias. Ahora se ha comprobado verdaderamente que los confundidos y frustrados jóvenes de la nueva generación de los países occidentales, pueden percibir directamente los resultados de canalizar únicamente hacia Kṛṣṇa su tendencia a amar.

Se dice que aunque uno lleve a cabo severas austeridades, penitencias y sacrificios en su vida, si no logra despertar su amor latente por Kṛṣṇa, todas las penitencias serán inútiles. Por otra parte, si uno despierta su latente amor por Kṛṣṇa, ¿qué necesidad tiene uno de practicar austeridades y penitencias innecesariamente?

El movimiento de conciencia de Kṛṣṇa es el regalo incomparable que el Señor Caitanya les ha dado a las almas caídas de esta era. El proceso de conciencia de Kṛṣṇa es un método muy sencillo que se ha llevado a la práctica durante los últimos cuatro años en los países occidentales, y no hay ninguna duda de que este movimiento puede satisfacer la propensión latente a amar que hay en la humanidad. Este libro Kṛṣṇa es otra presentación que se hace para ayudar al movimiento de conciencia de Kṛṣṇa en el mundo occidental. Esta obra trascendental se publica en tres partes profusamente ilustradas. La gente gusta de leer diferentes clases de obras de ficción, gastando en ello su tiempo y energía. Ahora es posible centrar en Kṛṣṇa esa tendencia. El resultado será la imperecedera satisfacción del alma, tanto en forma individual como colectiva.

En el Bhagavad-gītā se dice que hasta el más pequeño de los esfuerzos que se haga en el sendero de conciencia de Kṛṣṇa, puede salvarnos del peligro más grande de todos. Hay cientos de miles de ejemplos de personas que han escapado de los más grandes peligros de la vida, gracias a un pequeño avance en el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa. Por ello, le pedimos a todo el mundo que aproveche esta gran obra literaria trascendental. Uno descubrirá que, página tras página, la lectura le va revelando un inmenso tesoro de conocimiento artístico, científico, literario, filosófico y religioso; y, finalmente, la lectura de este solo libro, Kṛṣṇa, hará fructificar el amor por Dios.

Le debo mi agradecido reconocimiento a Śrīmān George Harrison, quien ahora canta Hare Kṛṣṇa, por su generosa contribución de $ 19.000 para cubrir el costo total de impresión de este volumen. Que Kṛṣṇa le otorgue a este buen muchacho avance adicional en el desarrollo de conciencia de Kṛṣṇa.

Y, por último, vayan mis eternas bendiciones y mejores deseos a Śrīmān Śyāmasundara dāsa Adhikāri, Śrīmān Brahmānanda dāsa Brahmacārī, Śrīmān Hayagrīva dāsa Adhikāri, Śrīmān Satsvarūpa dāsa Adhikāri, Śrīmatī Devahūti-devī dāsī, Śrīmatī Jadurāṇī-devī dāsī, Śrīmān Muralīdhara dāsa Brahmacārī, Śrīmān Bhāradvāja dāsa Adhikārī, y Śrīmān Pradyumna dāsa Adhikāri, etc., por su ardua labor de diferentes maneras para hacer de esta publicación un gran éxito.

Hare Kṛṣṇa.

A. C. Bhaktivedanta Swami

Día del advenimiento de 
Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī
26 de febrero de 1970
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