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Capítulo 40

Las oraciones de Akrūra

Akrūra ofreció sus oraciones de la siguiente manera: «Mi querido Señor, Te ofrezco aquí mis respetuosas reverencias, debido a que eres la suprema causa de todas las causas y la original e inagotable personalidad, Nārāyaṇa. De tu ombligo crece una flor de loto, y de ese loto nace Brahmā, el creador de este universo. Como Brahmā es la causa de este universo, Tú eres la causa de todas las causas. Los elementos de esta manifestación cósmica —tierra, agua, fuego, aire, éter, ego y la energía material total, así como también la naturaleza, la energía marginal, las entidades vivientes, la mente, los sentidos, los objetos de los sentidos y los semidioses que controlan los asuntos del cosmos— se producen de Tu cuerpo. 

Tú eres la Superalma de todo, pero nadie conoce Tu forma trascendental. En este mundo material, todos están influenciados por las modalidades de la naturaleza material. Cubiertos por la influencia de la naturaleza material, los semidioses tales como el Señor Brahmā, no conocen exactamente Tu existencia trascendental, que está más allá de la manifestación cósmica de las tres modalidades de la naturaleza material. Los grandes sabios y místicos Te adoran como la Suprema Personalidad de Dios, la causa original de todas las entidades vivientes, de toda la manifestación cósmica y de todos los semidioses. Ellos Te adoran como el que contiene todo. Algunos de los brāhmaṇas eruditos también Te adoran con la ejecución de la ceremonia ritual de El Ṛg-veda. Ellos les ofrecen distintos tipos de sacrificios a diferentes dioses. Y también hay otras personas a quienes les gusta la adoración del conocimiento trascendental. Ellas son muy serenas, y desean dejar todo tipo de actividades materiales. Estas personas se ocupan de la búsqueda filosófica de Ti, que es conocida como jñāna-yoga.

»Hay devotos conocidos también como bhāgavatas, que Te adoran como la Suprema Personalidad de Dios. Después de ser apropiadamente iniciados en el método de pañcarātra, decoran sus cuerpos con tilaka, y se ocupan de la adoración de Tus distintas formas de viṣṇu-murti. También hay otras personas, conocidas como śivaítas, seguidores de los distintos ācāryas, que Te adoran en la forma del Señor Śiva».

Se afirma en el Bhagavad-gītā que el adorar a los semidioses también es adorar, en forma indirecta, al Señor Supremo. Pero esa clase de adoración no es ortodoxa, porque el Señor que ha de adorarse es la Suprema Personalidad de Dios, Nārāyaṇa. Los semidioses, tales como Brahmā y Śiva, son encarnaciones de las cualidades materiales, las cuales también son emanaciones del cuerpo de Nārāyaṇa. En realidad, no existía nadie antes de la creación a excepción de Nārāyaṇa, la Suprema Personalidad de Dios. Adorar a un semidiós no está en el mismo nivel que adorar a Nārāyaṇa.

Akrūra dijo: «A pesar de que las mentes de aquellos que son devotos de los semidioses están fijas en un semidiós en particular, la adoración a los semidioses indirectamente va hacia Ti, debido a que eres la Superalma de todas las entidades vivientes e incluso de los semidioses. Algunas veces, después de bajar de las montañas durante la estación lluviosa, los pequeños ríos no llegan al mar; algunos llegan al mar y otros no. En forma similar, puede que los adoradores de los semidioses lleguen a Ti, como también puede que no lo hagan. No hay ninguna garantía de una cosa o la otra. Su éxito depende de la fuerza de la adoración».

De acuerdo con los principios védicos, cuando un adorador adora a un semidiós en particular, también lleva a cabo algún ritual para Nārāyaṇa, Yajñeśvara, pues se menciona en el Bhagavad-gītā que los semidioses no pueden satisfacer los deseos des sus adoradores sin la aprobación de Nārāyaṇa, o sea Kṛṣṇa. Las palabras exactas que se usan en el Bhagavad-gītā son: mayaiva vihitān hi tān, lo cual significa que los semidioses pueden otorgar cierta bendición después de que el Señor Supremo autoriza a hacerlo. Cuando el adorador de semidioses vuelve a sus cabales, puede que razone de la siguiente manera: «El semidiós puede ofrecer bendición solamente después de ser apoderado por el Señor Supremo, entonces ¿por qué no adorar al Señor Supremo directamente?». Los adoradores de los semidioses puede que lleguen a la Suprema Personalidad de Dios, pero otras personas que consideran que el semidiós lo es todo, no pueden alcanzar la meta máxima.

Akrūra continuó orando: «Mi querido Señor, el mundo entero está colmado de las tres modalidades materiales de la naturaleza, o sea, la bondad, la pasión y la ignorancia. En este mundo material, todos están cubiertos por estas modalidades, desde el Señor Brahmā hasta las plantas y árboles inmóviles. Mi querido Señor, Te ofrezco mis respetuosas reverencias porque Tú estás más allá de la influencia de las tres modalidades. Las olas de estas modalidades arrastran a todo el mundo excepto a Ti. Mi querido Señor, el fuego es Tu boca, la Tierra constituye Tus pies, el Sol es Tu ojo, el cielo es Tu ombligo, y las direcciones son Tus oídos. El espacio es Tu cabeza, los semidioses son Tus brazos, los océanos y los mares son Tu abdomen, y los vientos y los aires son Tu fuerza y vitalidad. Todas las plantas y hierbas son los vellos de Tu cuerpo; las nubes son Tus cabellos, las montañas son Tus huesos y uñas, los días y las noches son el parpadeo de Tus ojos, Prajāpati (el progenitor) es Tu órgano genital, y la lluvia es Tu semen.

»Mi querido Señor, se supone que todas las entidades vivientes, incluyendo a los diferentes grados de semidioses, controladores, reyes y otras entidades vivientes, descansan en Ti. Siendo una parte integral de la totalidad, uno no puede conocerte a través del conocimiento experimental. Uno simplemente puede comprender que Tu existencia trascendental es como el gran océano en el cual están incluidos los diferentes grados de entidades vivientes, o como la fruta kadamba de la cual salen muchos mosquitos pequeños. Mi querido Señor, cualquiera de las formas y encarnaciones eternas que asumes y que aparecen en este mundo, tienen por objeto librar a las entidades vivientes de su ignorancia, ilusión y lamentación. Por lo tanto, toda la gente puede apreciar las encarnaciones y pasatiempos de Vuestra Señoría, y glorificar eternamente Sus actividades. Nadie puede calcular cuántas formas y encarnaciones tienes, nadie puede calcular el número de universos que existen en Ti.

»Por lo tanto, ofrezco mis respetuosas reverencias a la encarnación del pez, que apareció durante la devastación, a pesar de que Vuestra Señoría es la causa de todas las causas. Ofrezco mis respetuosas reverencias a la encarnación Hayagrīva, que mató a los demonios Madhu y Kaiṭabha; ofrezco mis reverencias a Ti, que apareciste como la gigantesca tortuga y sostuviste la gran montaña Mandara, y que apareciste como el jabalí que rescató a la Tierra, la cual había caído al agua Garbhodaka. Ofrezco mis respetuosas reverencias a Vuestra Señoría, que apareció como Nṛsiṁhadeva, el cual libró a todo tipo de devotos de la temible condición provocada por las atrocidades ateas. Ofrezco mis respetuosas reverencias a Ti, que apareciste como Vāmanadeva y cubriste los tres mundos simplemente expandiendo Tus pies de loto. Ofrezco mis respetuosas reverencias a Ti, que apareciste como el Señor de los Bhṛgus con el propósito de matar a todos los administradores ateos del mundo. Y ofrezco mis respetuosas reverencias a Ti, que apareciste como el Señor Rāma para matar a los demonios tales como Rāvaṇa. Todos los devotos Te adoran como el principal integrante de la dinastía Raghu, el Señor Rāmacandra. Ofrezco mis respetuosas reverencias a Ti, que apareciste como el Señor Vāsudeva, como el Señor Saṅkarṣaṇa, como el Señor Pradyumna y como el Señor Aniruddha. Ofrezco mis respetuosas reverencias a Ti, que apareciste como el Señor Buda con el propósito de confundir a los ateos y a las personas demoníacas. Y ofrezco mis respetuosas reverencias a Ti, que apareciste como Kalki con el propósito de castigar a la mal llamada orden real, que se había degradado a la condición abominable de mlecchas, los cuales ni siquiera se encuentran bajo la jurisdicción de los principios regulativos védicos.

»Mi querido Señor, todos en este mundo material están condicionados por Tu energía ilusoria. Debido al concepto que existe de la falsa identidad y de la falsa posesión, todo el mundo está transmigrando de un cuerpo a otro en el sendero de las actividades fruitivas y sus reacciones. Mi querido Señor, yo tampoco soy una excepción de estas almas condicionadas. Erróneamente pienso que soy feliz por poseer mi hogar, mi esposa, mis hijos, mi país, mi propiedad y demás pertenencias. En esa forma, estoy actuando como si estuviera en una tierra de ensueños debido a que nada de esto es permanente. Soy un tonto por estar siempre absorto en los pensamientos relacionados con esas cosas, aceptándolas como permanentes y verdaderas. Mi querido Señor, debido a mi falsa identificación del yo, he adoptado todo lo que es temporal, tal como este cuerpo material, que además de no ser espiritual, es la fuente de todo tipo de condiciones desoladoras. Confundido por tales conceptos de vida, siempre estoy absorto en pensamientos que están basados en la dualidad y Te he olvidado a Ti que eres la fuente de todo placer trascendental. Yo estoy desprovisto de Tu asociación trascendental, y me encuentro tal como una criatura tonta que busca agua en el desierto, abandonando el lugar donde hay agua, que está cubierto por vegetales nutridos por ella. Las almas condicionadas quieren apagar su sed, pero no saben dónde encontrar agua. Ellas abandonan el lugar donde realmente hay un manantial de agua, y corren al desierto donde no la hay. Mi querido Señor, soy completamente incapaz de controlar mi mente, que ahora está impulsada por los sentidos desenfrenados, y está atraída por las actividades fruitivas y sus resultados. Mi querido Señor, ninguna persona que se encuentra en el estado condicionado de la existencia material, puede apreciar Tus pies de loto, pero de una u otra manera me he acercado a Tus pies de loto, y lo considero Tu misericordia sin causa para conmigo. Puedes actuar de cualquier manera porque eres el supremo controlador. Así pues, puedo entender que cuando una persona se vuelve apta para liberarse del sendero de los repetidos nacimientos y muertes, es solo por Tu misericordia sin causa que ella progresa aún más hasta apegarse al servicio devocional sin causa».

Akrūra se postró ante el Señor y dijo: «Mi querido Señor, Tu forma eterna y trascendental está llena de conocimiento. Simplemente por concentrar la mente en Tu forma, uno puede comprender con pleno conocimiento todo lo que existe, debido a que eres la fuente original de todo conocimiento. Tú eres el supremo poderoso, y posees todo tipo de energías. Eres el Brahman Supremo y la Persona Suprema, el supremo controlador y amo de las energías materiales. Te ofrezco mis respetuosas reverencias debido a que eres Vāsudeva, el lugar de reposo y sustento de toda la creación. Eres la omnipresente Suprema Personalidad, y también eres el alma suprema que reside en el corazón de todos y que da indicaciones de cómo actuar. Ahora, mi Señor, estoy completamente entregado a Ti. Por favor, dame Tu protección».

Así termina el significado de Bhaktivedanta del capítulo cuadragésimo del libro Kṛṣṇa, titulado: «Las oraciones de Akrūra».