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Mantra Dix-sept

Mantra Diecisiete

Texte

Texto

vāyur anilam amṛtam
athedaṁ bhasmāntaṁ śarīram
oṁ krato smara kṛtaṁ smara
krato smara kṛtaṁ smara
vāyur anilam amṛtam
athedaṁ bhasmāntaṁ śarīram
oṁ krato smara kṛtaṁ smara
krato smara kṛtaṁ smara

Synonyms

Palabra por palabra

vāyuḥ : le souffle vital ; anilam : la totalité de l’air ; amṛtam : indestructible ; atha : maintenant ; idam : ce ; bhasmāntam : après avoir été réduit en cendres ; śarīram : le corps ; oṁ : ô Seigneur ; krataḥ : ô bénéficiaire de tous les sacrifices ; smara : s’il Te plaît, souviens-Toi ; kṛtam : tout ce que j’ai fait ; smara : s’il Te plaît, souviens-Toi ; krataḥ : ô bénéficiaire suprême ; smara : s’il Te plaît, souviens-Toi ; kṛtam : tout ce que j’ai fait pour Toi ; smara : s’il Te plaît, souviens-Toi.

vāyuḥ — el aire vital; anilam — la reserva total de aire; amṛtam — indestructible; atha — ahora; idam — este; bhasmāntam — después de ser reducido a cenizas; śariram — cuerpo; om — ¡oh Señor!; krato — el disfrutador de todos los sacrificios; smara — por favor recuerda; kṛtam — todo lo que he hecho; smara — por favor recuerda; krato — el beneficiario supremo; smara — por favor recuerda; kṛtam — todo lo que he hecho para Tí; smara — por favor recuerda.

Translation

Traducción

Que ce corps éphémère soit réduit en cendres et que son souffle vital se fonde dans la totalité de l’air. Maintenant, ô Seigneur, souviens-Toi, je T’en prie, de tous mes sacrifices ; n’oublie pas, Toi le bénéficiaire ultime, tout ce que j’ai fait pour Toi.

Que este cuerpo temporal sea reducido a cenizas, y que el aire vital se funda con la totalidad del aire. Ahora, ¡oh, mi Señor!, recuerda por favor todos mis sacrificios, y debido a que eres el beneficiario último, por favor recuerda todo lo que he hecho para Ti.

Purport

Significado

Le corps matériel éphémère est certainement pour nous un vêtement étranger. La Bhagavad-gītā(2.20) établit clairement que l’être survit à la destruction du corps matériel et qu’il ne perd jamais son identité propre, ce que confirme ce mantra de la Śrī Īśopaniṣad. L’âme n’est jamais impersonnelle et dépourvue de forme, comme le croient les ignorants ; c’est au contraire le corps matériel qui n’a pas de forme en soi et doit prendre la forme que l’âme immortelle lui impose. Ce mantra démontre que l’être vivant continue d’exister après la destruction du corps.

Este cuerpo material y temporal es ciertamente un vestido ajeno. En El Bhagavad-gītā (2.13,18,30) se dice claramente que la entidad viviente no es aniquilada después de la destrucción del cuerpo material ni tampoco pierde su identidad. Su identidad nunca es ni impersonal ni carente de forma; al contrario, es el vestido material lo que carece de forma y lo que desarrolla una forma según la forma de la persona indestructible. Ninguna entidad viviente carece originalmente de forma, tal como piensan erróneamente los que tienen una poca reserva de conocimiento. Este mantra verifica el hecho de que la entidad viviente existe después de que el cuerpo material es aniquilado.

La nature matérielle façonne merveilleusement les corps selon les désirs de chaque être vivant. Celui qui désire manger des ordures obtiendra un corps approprié, tel celui d’un porc, et celui qui aime se nourrir de sang et de chair deviendra un tigre pourvu de crocs et de griffes. Mais l’être humain, lui, n’a pas été créé pour se nourrir de chair animale et même dans son état le plus primitif, il n’a aucune attirance pour les immondices. Les dents de l’homme sont faites pour croquer et mâcher des fruits et des légumes, bien qu’il ait deux canines, permettant aux hommes primitifs de manger de la viande s’ils le désirent.

En el mundo material, la naturaleza material exhibe una destreza maravillosa creando diferentes variedades de cuerpos para los seres vivientes, de acuerdo con la propensión que tengan a satisfacer sus sentidos. La entidad viviente que quiere saborear el excremento recibe un cuerpo material perfectamente adecuado para comerlo: el de un cerdo. En forma similar, alguien que desea comer carne recibe el cuerpo de un tigre con el cual puede vivir disfrutando la sangre de otros animales y comiendo su carne. Siendo la forma de sus dientes diferente, el ser humano no está hecho para comer excremento o carne, ni tiene deseo alguno de saborear el excremento, ni siquiera en su etapa más aborigen. Los dientes humanos están hechos de manera que puedan masticar y cortar frutas y verduras, y también hay dos colmillos para que se pueda comer carne.

Mais qu’ils soient humains ou animaux, ces corps sont étrangers à l’être vivant et changent selon la forme de jouissance qu’ils convoitent. Les êtres transmigrent d’un corps à un autre à travers le cycle d’évolution des espèces, passant des formes aquatiques (lorsque la terre était recouverte par les eaux) aux formes végétales, des végétaux aux reptiles, aux oiseaux, aux mammifères terrestres, pour finalement obtenir la forme humaine. Lorsqu’elle possède la connaissance spirituelle, on considère la forme humaine comme la plus évoluée des espèces vivantes ; ce mantra décrit cette spiritualité à son plus haut stade de développement : il faut savoir quitter le corps matériel, bientôt réduit en cendres, et laisser le souffle vital se fondre dans l’éternelle totalité de l’air. Le corps entre en mouvement sous l’effet de différentes sortes d’airs subtils, réunis sous le nom global de prāṇa-vāyu. Les yogīs apprennent, en maîtrisant ces souffles, à amener l’âme d’un centre vital à un autre, jusqu’au brahma-randhra, le plus élevé d’entre eux. De là, le yogī accompli peut quitter son corps et se rendre sur la planète de son choix. Ce processus consiste à quitter un corps matériel pour en reprendre un autre. Mais, comme l’indique ce mantra, la plus haute perfection est atteinte lorsqu’on abandonne pour toujours son enveloppe charnelle, et qu’on accède au monde spirituel où l’on obtient un corps d’un genre tout à fait différent — un corps purement spirituel, qui n’est sujet ni au changement ni à la mort.

Los cuerpos materiales de todos los animales y hombres son ajenos a la entidad viviente. Ellos cambian según el deseo que tenga la entidad viviente de satisfacer sus sentidos. En el ciclo de la evolución, la entidad viviente muda de cuerpos uno tras otro. Cuando el mundo estaba lleno de agua la entidad viviente aceptó una forma acuática. Luego pasó de la vida vegetal a la vida de un gusano, de ahí a la de un ave, de ahí a la de una bestia y de ahí a la forma humana. La forma más evolucionada es aquella forma humana que puede comprender completamente el conocimiento espiritual. En este mantra se describe la comprensión espiritual más evolucionada alcanzable: se debe abandonar este cuerpo material, el cual será reducido a cenizas, y permitir que el aire vital se funda con la reserva eterna de aire. El ser viviente lleva a cabo sus actividades dentro del cuerpo a través de los movimientos de diferentes clases de aires, conocidos en resumen con el nombre de prāṇa-vāyu. Los yogīs generalmente aprenden a controlar los aires del cuerpo. El alma debe subir de un círculo de aire al otro hasta llegar al brahma-randhra, el círculo más elevado. De ahí el yogī perfecto puede trasladarse a cualquier planeta que desee. El proceso consiste en dejar un cuerpo material y entrar en otro; pero sólo es posible alcanzar la perfección más elevada de esos cambios cuando la entidad viviente es capaz de abandonar por completo el cuerpo material, tal como se sugiere en este mantra. Entonces uno puede entrar en la atmósfera espiritual y allí desarrollar un tipo de cuerpo totalmente diferente - un cuerpo espiritual que nunca tiene que enfrentarse ni a la muerte ni a los cambios.

En ce monde, la nature nous force à transmigrer d’un corps à l’autre selon nos désirs matériels. Chaque être, du microbe au deva, possède un corps fait de matière façonnée de diverses manières en conformité avec ses désirs. L’homme intelligent voit l’unité non pas dans la variété des corps, mais dans leur identité spirituelle. Qu’elle habite le corps d’un porc ou d’un deva, l’âme est toujours la même : elle demeure une partie intégrante de Dieu.

Les divers corps traduisent les actes passés de l’être, coupables ou vertueux. Le corps humain, quant à lui, est très évolué et possède une conscience totalement développée. Selon la Bhagavad-gītā (7.19), la forme achevée de la conscience se manifeste par l’abandon total au Seigneur Suprême, et une telle perfection ne peut s’atteindre qu’après avoir cultivé la connaissance au long d’innombrables existences. Le simple fait de réaliser notre identité spirituelle ne suffit pas ; il faut arriver au point de comprendre que l’âme est une parcelle infime et éternelle de Dieu et qu’elle ne peut jamais devenir le Tout, sans quoi on doit revenir à nouveau dans l’univers matériel, même après s’être fondu dans le brahmajyoti.

En el mundo material la naturaleza material lo fuerza a uno a mudar de cuerpos debido a los diferentes deseos que tenga de satisfacer sus sentidos. Estos deseos se representan en las diversas especies de vida, empezando por los gérmenes hasta los cuerpos materiales más perfectos: los de Brahmā y los semidioses. Todas estas entidades vivientes tienen cuerpos compuestos de materia moldeada en diferentes formas. El hombre inteligente ve la unidad, no en la diversidad de cuerpos, sino en la identidad espiritual. La chispa espiritual que es parte integral del Señor Supremo es la misma, no importa que se encuentre en el cuerpo de un cerdo o en el de un semidiós. La entidad viviente asume diferentes cuerpos según sus actividades piadosas y viciosas. El cuerpo humano es muy evolucionado y tiene plena conciencia. Según las Escrituras védicas, el hombre más perfecto se entrega al Señor después de llevar muchísimas vidas cultivando el conocimiento. El cultivo del conocimiento sólo llega a su perfección cuando el conocedor logra entregarse al Señor Supremo, Vāsudeva.

Sin embargo, si uno no logra saber que las entidades vivientes son partes integrales eternas de la totalidad, y que nunca se pueden volver la totalidad misma, tiene que caer de nuevo a la atmósfera material, aunque haya alcanzado conocimiento sobre su propia identidad espiritual. Uno en realidad tendrá que caerse aunque se haya vuelto uno con el brahmajyoti.

Comme nous l’avons appris au cours des mantras précédents, le brahmajyoti qui émane du corps spirituel du Seigneur est peuplé d’un nombre infini d’étincelles spirituelles, pleinement conscientes de leur existence individuelle. Lorsqu’il arrive à ces êtres de vouloir jouir de leurs sens indépendamment, ils sont placés dans le monde matériel pour y jouer à leur guise « au Seigneur » en suivant la dictée de leurs sens. Le désir de dominer est le mal dont souffre l’être conditionné, car cette fascination pour les plaisirs de ce monde le contraint de transmigrer d’un corps à l’autre. Se fondre dans le brahmajyoti ne représente donc pas l’aboutissement de la connaissance. On n’arrive au stade ultime de la perfection qu’en s’abandonnant totalement au Seigneur, et en développant le sens du service spirituel.

El brahmajyoti que emana del cuerpo trascendental del Señor está lleno de chispas espirituales que son entidades individuales que comprenden plenamente su propia existencia. A veces estas entidades vivientes quieren volverse disfrutadoras de los sentidos, y por lo tanto son puestas en el mundo material para que se vuelvan unos falsos señores bajo el dictado de los sentidos. La enfermedad material de la entidad viviente consiste en su deseo de ser el Señor, ya que bajo el hechizo del disfrute de los sentidos transmigra por los diversos cuerpos que se manifiestan en el mundo material. El volverse uno con el brahmajyoti no es representativo de un conocimiento maduro. Sólo es posible alcanzar la etapa más elevada de la perfección al entregarse completamente al Señor y desarrollar la conciencia de servicio espiritual.

Par ce mantra, l’être demande à entrer dans le royaume de Dieu une fois abandonnés son souffle vital et son corps matériel. Avant que son corps ne soit réduit en cendres, il prie le Seigneur de bien vouloir Se souvenir des actes pieux et des sacrifices qu’il a accomplis durant son existence. Il récite cette prière au moment de mourir, en pleine conscience de ses actes passés ainsi que du but à atteindre. Celui, par contre, qui subit entièrement l’emprise de la nature matérielle, voit défiler à l’instant de la mort les actions coupables de son existence, ce qui l’oblige à reprendre un corps en ce monde. La Bhagavad-gītā (8.6) confirme cette vérité :

La entidad viviente ruega en este mantra entrar en el reino espiritual de Dios después de abandonar su cuerpo material y el aire material. El devoto le implora al Señor que recuerde sus actividades y sacrificios antes de que su cuerpo material se reduzca a cenizas. Esta oración se hace en el momento de la muerte, teniendo plena conciencia de los actos hechos en el pasado y también de la meta final. Alguien que se encuentra completamente bajo el control de la naturaleza material, recuerda las nefastas actividades que ejecutó mientras existía su cuerpo material, y en consecuencia recibe otro cuerpo material después de la muerte. El Bhagavad-gītā (8.6) confirma esta verdad:

yaṁ yaṁ vāpi smaran bhāvaṁ
tyajaty ante kalevaram
taṁ tam evaiti kaunteya
sadā tad-bhāva-bhāvitaḥ
yaṁ yaṁ vāpi smaran bhāvaṁ
tyajaty ante kalevaram
taṁ tam evaiti kaunteya
sadā tad-bhāva-bhāvitaḥ

« Ô fils de Kuntī, l’état de conscience dont on conserve le souvenir à l’instant de quitter le corps détermine la condition d’existence future. » C’est ainsi que le mental emporte avec lui les tendances de l’être jusque dans sa vie suivante.

“Uno alcanzará sin falta cualquier estado de existencia que recuerde al abandonar su cuerpo”. Así pues, la mente transporta las propensiones del animal moribundo a la siguiente vida.

Contrairement à l’animal, dont les facultés mentales sont peu étendues, l’homme sur le point de mourir se souvient, comme dans un rêve, de tout ce qu’il a fait durant sa vie ; ces souvenirs gardent son esprit chargé de désirs matériels qui l’empêchent d’entrer dans le royaume spirituel avec un corps spirituel. Le bhakta, cependant, par la pratique du service de dévotion, développe tout au long de sa vie son amour pour Dieu, de sorte que même si au moment de la mort il oublie ses activités spirituelles, le Seigneur, Lui, S’en souviendra. Ce mantra prie la Personne Suprême de Se souvenir des sacrifices de Son dévot mais, même sans ce rappel, le Seigneur n’oubliera pas le service rendu.

A diferencia de los simples animales que no poseen una mente desarrollada, el ser humano puede recordar las actividades que ocurrieron en su vida que finaliza, como sueños en la noche; por eso su mente permanece sobrecargada de deseos materiales, y en consecuencia él no puede entrar en el reino espiritual con un cuerpo espiritual. Sin embargo, los devotos desarrollan un sentido de amor a Dios al practicar el servicio devocional al Señor. Incluso si el devoto no recuerda, en el momento de la muerte su servicio divino, el Señor no se olvida de él. Se presenta esta oración para recordarle al Señor acerca de los sacrificios del devoto, pero aunque no ocurra ese recordatorio, el Señor no olvida el servicio devocional ejecutado por Su devoto puro.

Dans la Bhagavad-gītā (9.30–34), Kṛṣṇa montre la profonde intimité de Sa relation avec Ses dévots : « Commettrait-il les pires actes, il faut considérer comme un saint homme celui qui est engagé dans le service de dévotion, car il est situé sur la voie juste. Il se rectifie rapidement et trouve la paix éternelle. Tu peux le proclamer avec force, ô fils de Kuntī, jamais Mon dévot ne périra. Quiconque prend refuge en Moi, fût-il de basse naissance, peut atteindre la destination suprême. Que dire alors des vertueux brāhmaṇas, des bhaktas et des saints rois. Maintenant que tu te trouves en ce monde éphémère et misérable, consacre-toi avec amour à Mon service. Emplis toujours de Moi ton mental, deviens Mon dévot, offre-Moi ton hommage et voue-Moi ton adoration. Si tu t’absorbes ainsi entièrement en Moi, assurément, tu viendras à Moi. »

El Señor describe claramente en El Bhagavad-gītā (9.30-34) la relación íntima que tiene con Sus devotos: “Incluso si alguien comete las acciones más abominables, si está consagrado al servicio devocional, se le debe considerar un santo, pues está debidamente situado. Prontamente él se torna virtuoso y alcanza la paz perdurable. ¡Oh, hijo de Kuntī!, declara osadamente que Mi devoto jamás perece. ¡Oh, hijo de Pthā!, aquellos que se refugian en Mí, aunque sean de un nacimiento inferior - mujeres, vaiśyas [mercaderes], así como también los śūdras [obreros] - pueden acercarse al destino supremo. ¡Cuánto más grandes son entonces los brāhmaṇas, los virtuosos, los devotos y los reyes santos que en este miserable mundo temporal están activos en el amoroso servicio a Mí! Ocupa siempre tu mente en pensar en Mí y conviértete en Mi devoto, ofréceme reverencias y adórame. Estando completamente absorto en Mí, ciertamente vendrás a Mí”.

Śrīla Bhaktivinoda Ṭhākura explique ainsi ces versets : « Il faut garder à l’esprit qu’un dévot de Kṛṣṇa est sur la voie juste des grands saints, même s’il semble de caractère dissolu (su-durācāra). Mais pour cela il faut bien comprendre le sens du mot su-durācāra. L’âme conditionnée doit agir parallèlement sur deux plans différents : d’une part, pour subvenir aux besoins du corps, de l’autre, pour chercher la réalisation de son identité spirituelle. Sur le plan matériel, l’homme doit obtenir un certain statut social, recevoir une bonne éducation, veiller à l’hygiène et à la nutrition de son corps, pratiquer l’austérité et assurer sa survie. Sur le plan spirituel, il doit perfectionner son service et sa dévotion au Seigneur. Ces deux types d’activités doivent coexister car tant qu’elle est conditionnée, l’âme doit maintenir son corps. Cependant, plus les activités dévotionnelles augmentent, plus le nombre des activités consacrées aux questions matérielles décroît. Tant que les activités spirituelles ne trouvent pas leur juste proportion, l’être risque de se livrer occasionnellement à des activités profanes, mais jamais pour très longtemps. Le Seigneur, dans Sa miséricorde, ne tarde pas à mettre un terme à ces écarts. Le service de dévotion est donc la plus parfaite des méthodes de réalisation spirituelle, car une chute occasionnelle n’empêche pas le progrès du bhakta. »

Śrīla Bhaktivinoda hākura explica estos versos de la siguiente manera: “Se debe aceptar al devoto que se encuentra en el sendero correcto de los santos, aunque ese devoto parezca tener un dudoso carácter moral. Se debe tratar de entender el verdadero significado de la expresión 'un dudoso carácter moral'. El alma condicionada debe obrar con dos funciones, a saber: la manutención del cuerpo y también la autorrealización. Para la manutención del cuerpo están la posición social, el desarrollo mental, la limpieza, la austeridad, la alimentación, y la lucha por la existencia. La sección de atividades dedicadas a la autorrealización se cumple cuando uno se ocupa como devoto del Señor, y también lleva a cabo actividades en relación con eso. Estas dos actividades diferentes son paralelas entre sí, ya que el alma condicionada no puede dejar de mantener su cuerpo. Sin embargo, la cantidad de actividades para el mantenimiento del cuerpo disminuye en proporción al incremento del servicio devocional. Mientras la proporción de servicio devocional no llegue al punto indicado, existe la posibilidad de una exhibición ocasional de mundanalidad, pero se debe advertir que tal mundanalidad no puede continuar por mucho tiempo porque, por la gracia de Dios, tales imperfecciones terminarán muy pronto. Por eso, el sendero del servicio devocional es el único sendero correcto. Cuando uno se encuentra en el sendero correcto, incluso un incidente mundano ocasional no obstaculiza su avance hacia la autorrealización”.

Les impersonnalistes ne peuvent jouir des facilités du service de dévotion, car seul les attire l’aspect impersonnel du Seigneur, le brahmajyoti. Comme l’ont indiqué les mantras précédents, ils ne peuvent percer le brahmajyoti puisqu’ils ne croient pas en l’existence de la Personne Suprême. Leur principal souci est de jouer avec les mots et d’ergoter sans fin. Aussi, comme le confirme le douzième chapitre de la Bhagavad-gītā (12.5), tous leurs efforts sont voués à l’échec. On peut au contraire, par un contact constant avec la Vérité Absolue dans Sa forme personnelle, jouir aisément des bienfaits dont parle ce mantra.

A los impersonalistas se les niegan las facilidades del servicio devocional pues están apegados al aspecto brahmajyoti del Señor. Como se sugirió en los mantras anteriores, ellos no pueden penetrar el brahmajyoti porque no creen en la Personalidad de Dios. Su interés principal radica en la semántica, el juego de palabras, y las creaciones mentales. Como consecuencia, los impersonalistas prosiguen una actividad estéril, tal como se confirma en el Capítulo Doce de El Bhagavad-gītā (12.5).

Le service de dévotion consiste essentiellement en neuf activités transcendantales : 1) écouter ce qui a trait au Seigneur ; 2) glorifier le Seigneur ; 3) se souvenir du Seigneur ; 4) servir les pieds pareils-au-lotus du Seigneur ; 5) adorer le Seigneur ; 6) offrir des prières au Seigneur ; 7) servir le Seigneur ; 8) se lier d’amitié avec le Seigneur ; 9) tout abandonner au Seigneur.

Individuellement ou dans leur ensemble, ces activités aident le bhakta à demeurer toujours en contact avec Dieu de sorte qu’au moment de la mort, il lui soit facile de se souvenir du Seigneur. De très grands dévots ont atteint la plus haute perfection par une seule de ces activités, par exemple : 1) Mahārāja Parīkṣit, le héros du Bhāgavatam, en écoutant louer le Seigneur ; 2) Śukadeva Gosvāmī, le narrateur du Śrīmad-Bhāgavatam, en glorifiant le Seigneur ; 3) Prahlāda Mahārāja, en se souvenant toujours du Seigneur ; 4) Lakṣmī, la déesse de la fortune, en servant les pieds de lotus du Seigneur ; 5) Pṛthu Mahārāja, en adorant le Seigneur ; 6) Akrūra, en priant le Seigneur ; 7) Hanumān, en offrant un service personnel au Seigneur ; 8) Arjuna, en se liant d’amitié avec le Seigneur ; 9) Bali Mahārāja, en abandonnant tout au Seigneur.

Es posible recibir sin dificultad todas las facilidades sugeridas en este mantra si uno se mantiene en constante contacto con el aspecto personal de la Verdad Absoluta. El servicio devocional al Señor consiste esencialmente en nueve actividades trascendentales que ejecuta el devoto: (1) oír acerca del Señor, (2) glorificar al Señor, (3) recordar al Señor, (4) servir a los pies de loto del Señor, (5) adorar al Señor, (6) ofrecer oraciones al Señor, (7) servir al Señor, (8) disfrutar de la amistosa compañía del Señor, (9) entregarle todo al Señor. Estos nueve principios del servicio devocional - tomados todos o uno por uno - pueden ayudarle al devoto a permanecer constantemente en contacto con Dios. De esta manera es fácil que recuerde al Señor al final de su vida. Los siguientes devotos célebres del Señor alcanzaron la perfección más elevada al adoptar solamente uno de estos nueve principios: (1) Mahārāja Parkṣit, el héroe de El Śrīmad-Bhāgavatam, alcanzó el resultado deseado por oír. (2) Śukadeva Gosvāmī, el orador de El Śrīmad-Bhāgavatam, alcanzó la perfección por sólo glorificar al Señor. (3) Akrra alcanzó el resultado deseado por orar. (4) Prahlāda Mahārāja alcanzó el resultado deseado por recordar. (5) Pthu Mahārāja alcanzó la perfección por adorar. (6) La diosa de la fortuna Lakṣm alcanzó la perfección sirviendo a los pies de loto del Señor. (7) Hanumān alcanzó el resultado deseado por prestar servicio personal al Señor. (8) Arjuna alcanzó el resultado deseado a través de su amistad con el Señor. (9) Mahārāja Bali alcanzó el resultado deseado por entregar todo lo que tenía.

Le message de ce mantra, comme de presque tous les mantras des hymnes védiques, est résumé dans le Vedānta-sūtra et développé dans le Śrīmad-Bhāgavatam. Le Śrīmad-Bhāgavatam est le fruit mûr de l’arbre de la sagesse védique, et Śukadeva Gosvāmī y expose le sens de ce mantra en réponse aux premières questions de Mahārāja Parīkṣit. Recevoir et transmettre la connaissance divine, tel est le principe fondamental du service de dévotion, parfaitement illustré par Mahārāja Parīkṣit et Śukadeva Gosvāmī. Si Mahārāja Parīkṣit s’est adressé à Śukadeva Gosvāmī, c’est que celui-ci était le plus grand maître spirituel de tous les yogīs et spiritualistes de son temps.

En realidad, la explicación sobre este mantra y sobre prácticamente todos los mantras de los himnos védicos se encuentra resumida en los Vedānta-sūtras, y expuesta correctamente en El Śrīmad-Bhāgavatam. El Śrīmad-Bhāgavatam es el fruto maduro del árbol de la sabiduría védica. Este mantra particular es explicado en El Śrīmad-Bhāgavatam, en las preguntas y respuestas que sostuvieron Mahārāja Parkṣit y Śukadeva Gosvāmī al mismo principio de su encuentro. Oír y cantar sobre la ciencia de Dios es el principio básico de la vida devocional. Śukadeva Gosvāmī cantó El Śrīmad-Bhāgavatam y Mahārāja Parkṣit lo oyó todo. Mahārāja Parkṣit hizo preguntas a Śukadeva porque éste era un maestro espiritual superior a cualquier gran yogī o trascendentalista de su época.

À la question du Roi Parīkṣit sur le devoir de l’homme, particulièrement au moment de la mort, Śukadeva Gosvāmī répondit :

La pregunta principal de Mahārāja Parkṣit fue: “¿Cuál es el deber de todos los hombres, específicamente en el momento de la muerte?”. Śukadeva Gosvāmī le contestó:

tasmād bhārata sarvātmā
bhagavān īśvaro hariḥ
śrotavyaḥ kīrtitavyaś ca
smartavyaś cecchatābhayam
tasmād bhārata sarvātmā
bhagavān īśvaro hariḥ
śrotavyaḥ kīrtitavyaś ca
smartavyaś cecchatābhayam

« Celui qui souhaite s’affranchir de toute anxiété doit entendre ce qui a trait à Dieu, Le louer et se souvenir de Lui, l’Âme Suprême, le maître souverain et le libérateur de tous les maux. » (Śrīmad-Bhāgavatam, 2.1.5)

“Todo aquel que desee liberarse de todas las ansiedades, siempre debe oír sobre, glorificar y recordar a la Personalidad de Dios, quien es el director supremo de todo lo que hay, el extintor de todas las dificultades, y la Superalma de todas las entidades vivientes” (Bhāg. 2.1.5).

Dans notre société dite « humaine », l’homme passe ses journées à gagner sa vie ou à s’occuper de ses affaires domestiques, et ne pense, la nuit venue, qu’à dormir ou à jouir de plaisirs sexuels. Il lui reste donc bien peu de temps pour s’enquérir et parler de la Personne Suprême. Il rejette sous toutes sortes de prétextes l’existence de Dieu, en premier lieu en Le déclarant impersonnel, c’est-à-dire privé des sens de la perception. Pourtant, les Écritures védiques — que ce soient les Upaniṣads, le Vedānta-sūtra, la Bhagavad-gītā ou le Śrīmad-Bhāgavatam— proclament que Dieu est un être conscient, doué de sens et suprême entre tous les êtres. Ses actes glorieux et Lui-même ne font qu’un, aussi, plutôt que de constamment parler ou entendre parler des politiciens matérialistes et des prétendus grands hommes, modelons notre vie de façon à utiliser chaque instant à des actes spirituels. C’est dans cette direction que la Śrī Īśopaniṣad nous oriente.

La así llamada sociedad humana dedica generalmente la noche a dormir y a tener vida sexual, y el día a ganar lo más que pueda, y si no, a hacer compras para el mantenimiento familiar. La gente tiene muy poco tiempo para hablar acerca de la Personalidad de Dios o indagar acerca de Él. Ellos han descartado la existencia de Dios de muchas maneras, principalmente declarando que Él es impersonal, es decir, incapaz de percibir con sentidos. Sin embargo, en la literatura védica - bien sea en los Upaniṣads, los Vedānta-sūtras, El Bhagavad-gītā o en El Śrīmad-Bhāgavatam - se declara que el Señor es un ser consciente y tiene supremacía sobre las demás entidades vivientes. Sus gloriosas actividades son idénticas a Él. Por lo tanto, uno no debe entregarse a oír y hablar sobre las actividades de los políticos mundanos y los llamados grandes hombres de la sociedad - actividades que son como basura - sino que debe amoldar su vida de manera que pueda dedicarse a actividades divinas sin perder ni un segundo. El Śrī Īśopaniṣad nos orienta hacia tales actividades divinas.

À moins d’avoir pratiqué le bhakti-yoga, comment pouvons-nous espérer nous souvenir du Seigneur au moment de la mort, quand toutes les fonctions du corps seront perturbées ? Comment pourrons-nous L’implorer de Se rappeler tous nos sacrifices ? Dénier à nos sens les plaisirs qu’ils convoitent, c’est là ce qu’il faut entendre par sacrifice. On doit s’initier à cet art tout au long de la vie, en employant nos sens au service du Seigneur. C’est au moment de la mort que l’on pourra tirer tout le profit d’une telle pratique.

A menos que uno se acostumbre a las prácticas devocionales, ¿qué recordará en el momento de la muerte cuando el cuerpo se halle trastornado?, y ¿cómo podrá orarle al Señor Todopoderoso para que recuerde sus sacrificios? Sacrificio significa negar el interés de los sentidos. Hay que aprender este arte usando los sentidos en el servicio del Señor durante la vida. Uno puede utilizar los resultados de esa práctica en el momento de la muerte.