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TEXT 30

TEXT 30

Texte

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prakṛtyaiva ca karmāṇi
kriyamāṇāni sarvaśaḥ
yaḥ paśyati tathātmānam
akartāraṁ sa paśyati
prakṛtyaiva ca karmāṇi
kriyamāṇāni sarvaśaḥ
yaḥ paśyati tathātmānam
akartāraṁ sa paśyati

Synonyms

Palabra por palabra

prakṛtyā: par la nature matérielle; eva: certes; ca: aussi; karmāṇi: les activités; kriyamāṇāni: accomplies; sarvaśaḥ: à tous égards; yaḥ: quiconque; paśyati: voit; tathā: aussi; ātmānam: le soi; akartāram: celui qui n’agit pas; saḥ: il; paśyati: voit parfaitement.

prakṛtyā — por la naturaleza material; eva — ciertamente; ca — también; karmāṇi — actividades; kriyamāṇāni — son ejecutadas; sarvaśaḥ — en todos los aspectos; yaḥ — cualquiera que; paśyati — ve; tathā — también; ātmānam — él mismo; akartāram — el que no hace; saḥ — él; paśyati — ve perfectamente.

Translation

Traducción

Qui comprend que le corps, né de la nature matérielle, accomplit toute action et que jamais le soi n’agit voit les choses dans leur juste perspective.

Aquel que puede ver que todas las actividades las realiza el cuerpo, el cual está hecho de naturaleza material, y que ve que el ser no hace nada, realmente ve.

Purport

Significado

La nature matérielle crée le corps selon les directives de l’Âme Suprême, et aucune activité liée au corps n’appartient à l’être lui-même. Tous ses actes, heureux ou malheureux, lui sont imposés par sa constitution corporelle. Le soi demeure distinct des activités physiques proprement dites. Le corps est obtenu en fonction des désirs passés de l’être. Pour les satisfaire, l’être utilise le corps qui lui a été donné. Autrement dit, le corps est une machine conçue par le Seigneur Suprême pour que l’être conditionné puisse combler ses désirs, lesquels sont source de difficultés tant dans le plaisir que dans la souffrance. Cette vision transcendantale de l’être permet, lorsqu’on la développe, de se détacher des activités du corps. Qui a cette vision voit les choses dans leur juste perspective.

Este cuerpo lo hace la naturaleza material bajo la dirección de la Superalma, y cualesquiera actividades que ocurren en relación con el cuerpo, no son obras de uno. Todo lo que se supone que hay que hacer, ya sea para la felicidad o para la aflicción, uno es forzado a hacerlo a causa de la constitución del cuerpo. El ser, sin embargo, es ajeno a todas esas actividades corporales. Este cuerpo se nos da conforme a nuestros deseos pasados. Para complacer deseos, a uno se le da el cuerpo, con el cual uno actúa como corresponde. Hablando en términos prácticos, el cuerpo es una máquina para complacer deseos, diseñada por el Señor Supremo. Debido a los deseos, uno es puesto en circunstancias difíciles para sufrir o disfrutar. Cuando esa visión trascendental de la entidad viviente se desarrolla, hace que uno se separe de las actividades del cuerpo. Aquel que tiene semejante visión es un verdadero vidente.