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Śrīmad-bhāgavatam 9.19.19

Texto

tasmād etām ahaṁ tyaktvā
brahmaṇy adhyāya mānasam
nirdvandvo nirahaṅkāraś
cariṣyāmi mṛgaiḥ saha

Palabra por palabra

tasmāt — por lo tanto; etām — esos fuertes deseos de actividades de disfrute; aham — yo; tyaktvā — abandonando; brahmaṇi — en la Suprema Verdad Absoluta; adhyāya — fijando; mānasam — la mente; nirdvandvaḥ — sin dualidad; nirahaṅkāraḥ — sin una identidad fundada en el prestigio falso; cariṣyāmi — voy a deambular o vagar por el bosque; mṛgaiḥ saha — con los animales salvajes.

Traducción

Por consiguiente, ahora voy a abandonar todos esos deseos y a meditar en la Suprema Personalidad de Dios. Libre del prestigio falso y de las dualidades de la invención mental, viviré en el bosque con los animales.

Significado

Retirarse al bosque y vivir allí con los animales, meditando en la Suprema Personalidad de Dios, es la única manera de abandonar los deseos de disfrute. Mientras no abandonemos esos deseos, la mente no podrá liberarse de la contaminación material. Por lo tanto, si tenemos un mínimo interés en liberarnos del ciclo del nacimiento, la muerte, la vejez y las enfermedades, al llegar a una determinada edad debemos retirarnos al bosque. Pañcāśordhvaṁ vanaṁ vrajet. Cumplidos los cincuenta años de edad, debemos abandonar voluntariamente la vida familiar y marcharnos al bosque. El mejor bosque es Vṛndāvana. Allí, sin necesidad de vivir con los animales, podemos relacionarnos con la Suprema Personalidad de Dios, que nunca Se va de Vṛndāvana. El cultivo de conciencia de Kṛṣṇa en Vṛndāvana es la mejor manera de liberarnos del cautiverio material, pues en Vṛndāvana meditar en Kṛṣṇa es algo natural. En Vṛndāvana hay muchos templos; podemos visitar uno de esos templos, o más de uno, y ver la forma del Señor Supremo como Rādhā-Kṛṣṇa o Kṛṣṇa-Balarāma, y meditar en ella. En este verso, las palabras brahmaṇy adhyāya nos indican que debemos concentrar la mente en el Señor Supremo, Parabrahman. Ese Parabrahman es Kṛṣṇa, como Arjuna confirma en el Bhagavad-gītā (paraṁ brahma paraṁ dhāma pavitraṁ paramaṁ bhavān). Kṛṣṇa y Su morada, Vṛndāvana, no son diferentes. Caitanya Mahāprabhu decía: ārādhyo bhagavān vrajeśa-tanayas tad-dhāma vṛndāvanam. Vṛndāvana es igual a Kṛṣṇa. Por lo tanto, si por una u otra causa tenemos oportunidad de vivir en Vṛndāvana y residimos allí, no como farsantes, sino con la mente concentrada en Kṛṣṇa, nos liberaremos del cautiverio material. Sin embargo, si estamos agitados por deseos sexuales, no tendremos la mente purificada ni siquiera en Vṛndāvana. Para vivir en Vṛndāvana, no se deben cometer ofensas; si vivimos en Vṛndāvana, pero cometemos ofensas, no seremos mejores que los monos y los cerdos que allí viven. Esos monos y cerdos viven en Vṛndāvana, pero están absortos en sus deseos sexuales. Los hombres que se han trasladado a Vṛndāvana, pero siguen deseosos de vida sexual, deben marcharse inmediatamente de Vṛndāvana para no seguir cometiendo esas graves ofensas a los pies de loto del Señor. Hay muchas personas descarriadas que viven en Vṛndāvana con la idea de satisfacer sus deseos sexuales, pero ciertamente no son mejores que los monos y los cerdos. Aquellos que están dominados por māyā, y específicamente por los deseos sexuales, reciben el nombre de māyā-mṛga. En verdad, en la vida material condicionada, todos son māyā-mṛgaMāyā-mṛgaṁ dayitayepsitam anvadhāvad: Śrī Caitanya Mahāprabhu entró en la orden de sannyāsa para mostrar Su misericordia sin causa a los māyā-mṛgas, a los habitantes del mundo material, que sufren debido a los deseos de disfrute. Debemos seguir los principios de Śrī Caitanya Mahāprabhu y pensar siempre en Kṛṣṇa con plena conciencia de Kṛṣṇa. De ese modo seremos aptos para vivir en Vṛndāvana, y nuestra vida será un éxito.