Skip to main content

Śrīmad-bhāgavatam 8.22.11

Texto

athāham apy ātma-ripos tavāntikaṁ
daivena nītaḥ prasabhaṁ tyājita-śrīḥ
idaṁ kṛtāntāntika-varti jīvitaṁ
yayādhruvaṁ stabdha-matir na budhyate

Palabra por palabra

atha — por lo tanto; aham — yo; api — también; ātma-ripoḥ — que eres el enemigo tradicional de la familia; tava — de Tu Gracia; antikam — al refugio; daivena — por la providencia; nītaḥ — traído; prasabham — a la fuerza; tyājita — privado de; śrīḥ — toda opulencia; idam — esta filosofía de la vida; kṛta-anta-antika-varti — siempre con la posibilidad de morir; jīvitam — la duración de la vida; yayā — con esa opulencia material; adhruvam — como temporal; stabdha-matiḥ — esa persona sin inteligencia; na budhyate — no puede entender.

Traducción

Si he sido forzado a humillarme a Tus pies de loto y me he visto privado de todas mis riquezas, se lo debo únicamente a la providencia. Las opulencias temporales crean una ilusión que impide a la gente entender que esta vida es temporal, a pesar de que viven en el plano de las condiciones materiales y están siempre expuestos a una muerte imprevista. Si me he salvado de ese condicionamiento, se lo debo únicamente a la providencia.

Significado

Bali Mahārāja sabía apreciar los actos de la Suprema Personalidad de Dios, aunque en las familias demoníacas todos consideraban a Viṣṇu su enemigo eterno. Él y Prahlāda Mahārāja fueron las únicas excepciones a esa tradición. Según hemos visto, Bali Mahārāja entendía que el Señor Viṣṇu no era el enemigo de su familia, sino su mejor amigo; se ha indicado también el principio en que se fundaba esa amistad. Yasyāham anugṛhṇāmi hariṣye tad-dhanaṁ śanaiḥ: El Señor favorece de modo especial a Su devoto quitándole todas las opulencias materiales. Bali Mahārāja sabía apreciar esa forma de actuar del Señor. Por eso dijo: daivena nītaḥ prasabhaṁ tyājita-śrīḥ: «Tú me has puesto en estas circunstancias para elevarme al auspicioso plano de la vida eterna».

En realidad, todos deberíamos temer los mal llamados sociedad, amistad y amor por los que trabajamos arduamente día y noche. Con las palabras janād bhītaḥ, Bali Mahārāja nos indica que todo devoto consciente de Kṛṣṇa debe temer a los hombres comunes empeñados en la búsqueda de prosperidad material. Esos hombres, a quienes se califica de pramatta, locos que van detrás de un fuego fatuo, no saben que, después de una ardua lucha por la supervivencia, tendrán que cambiar de cuerpo sin conocer absolutamente nada acerca de su próximo nacimiento. Aquellos que están bien establecidos en la filosofía consciente de Kṛṣṇa, de forma que comprenden el objetivo de la vida, nunca vuelven a las actividades perrunas de los materialistas. Pero si un devoto sincero llega a caer alguna vez, el Señor le corrige y le protege, impidiendo que se deslice hacia la región más oscura de la vida infernal.

adānta-gobhir viśatāṁ tamisraṁ
punaḥ punaś carvita-carvaṇānām

(Bhāg. 7.5.30)

El modo de vida materialista consiste simplemente en continuar masticando algo que ya se ha masticado. Nada se logra con esa clase de vida, pero a la gente les encanta, porque no pueden controlar sus sentidos. Nūnaṁ pramattaḥ kurute vikarma. Esa falta de control de los sentidos les lleva a ocuparse por entero en actividades pecaminosas, con las que obtienen un cuerpo lleno de sufrimiento. Bali Mahārāja agradeció al Señor que le hubiera salvado de esa vida de confusión e ignorancia, y reconoció que su inteligencia había estado anquilosada. Stabdha-matir na budhayte. No había sabido comprender que la Suprema Personalidad de Dios favorece a Sus devotos obligándoles a poner fin a sus actividades materialistas.