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CAPÍTULO 2

La crisis del elefante Gajendra

Los capítulos segundo, tercero y cuarto de este canto explican la ocasión en que, durante el reinado del cuarto manu, el Señor protegió al rey de los elefantes. Como se explica en este segundo capítulo, el rey de los elefantes se encontraba disfrutando en el agua en compañía de sus elefantas, cuando, de pronto, fue atacado por un cocodrilo. El elefante se rindió a los pies de loto de la Personalidad de Dios en busca de protección.

En medio del océano de leche se alza una montaña muy alta y hermosa, de una altura de diez mil yojanas (ciento treinta mil kilómetros). Su nombre es Trikūṭa; en uno de sus valles se encuentra el precioso jardín de Ṛtumat, que fue construido por Varuṇa; en el interior del jardín hay un lago muy hermoso. Cierto día, el rey de los elefantes, acompañado de sus elefantas, fue a disfrutar de las aguas de ese lago, con el consiguiente trastorno para sus habitantes. Tanto fue así que el jefe de los cocodrilos atacó al elefante mordiéndole en una pata, y se enzarzaron en un combate que duró mil años. Ninguno de los dos moría, pero, como estaban en el agua, el elefante se fue debilitando, mientras que el cocodrilo tenía cada vez más fuerza y veía redoblar su ímpetu. El elefante, desesperado y sin hallar otra forma de protegerse, buscó el refugio de los pies de loto de la Suprema Personalidad de Dios.

Texto

śrī-śuka uvāca
āsīd girivaro rājaṁs
trikūṭa iti viśrutaḥ
kṣīrodenāvṛtaḥ śrīmān
yojanāyutam ucchritaḥ

Palabra por palabra

śrī-śukaḥ uvāca — Śrī Śukadeva Gosvāmī dijo; āsīt — había; girivaraḥ — una montaña muy grande; rājan — ¡oh, rey!; tri-kūṭaḥ — Trikūṭa; iti — así; viśrutaḥ — famosa; kṣīra-udena — por el océano de leche; āvṛtaḥ — rodeada; śrīmān — muy hermosa; yojana — una medida de trece kilómetros; ayutam — diez mil; ucchritaḥ — muy alta.

Traducción

Śukadeva Gosvāmī dijo: Mi querido rey, existe una montaña muy grande llamada Trikūṭa. Tiene una altura de diez mil yojanas [ciento treinta mil kilómetros]. Rodeada por el océano de leche, se encuentra en un lugar muy hermoso.

Texto

tāvatā vistṛtaḥ paryak
tribhiḥ śṛṅgaiḥ payo-nidhim
diśaḥ khaṁ rocayann āste
raupyāyasa-hiraṇmayaiḥ
anyaiś ca kakubhaḥ sarvā
ratna-dhātu-vicitritaiḥ
nānā-druma-latā-gulmair
nirghoṣair nirjharāmbhasām

Palabra por palabra

tāvatā — de ese modo; vistṛtaḥ — largo y ancho (ciento treinta mil kilómetros); paryak — alrededor; tribhiḥ — con tres; śṛṅgaiḥ — picos; payaḥ-nidhim — sobre una isla en el océano de leche; diśaḥ — en todas direcciones; kham — el cielo; rocayan — agradable; āste — se elevan; raupya — hechos de plata; ayasa — hierro; hiraṇmayaiḥ — y oro; anyaiḥ — con otros picos; ca — también; kakubhaḥ — direcciones; sarvāḥ — todas; ratna — con joyas; dhātu — y minerales; vicitritaiḥ — adornada con gran belleza; nānā — con diversos; druma-latā — árboles y enredaderas; gulmaiḥ — y arbustos; nirghoṣaiḥ — con los sonidos de; nirjhara — cataratas; ambhasām — de agua.

Traducción

La montaña mide también ciento treinta mil kilómetros de largo y de ancho. Sus tres picos principales están hechos de hierro, de plata y de oro, e irradian belleza por el cielo y en todas las direcciones. La montaña tiene también otros picos, llenos de joyas y minerales y adornados con frondosos árboles, enredaderas y arbustos. El sonido de las cataratas crea en ella una agradable vibración. Así, la montaña se alza aumentando la belleza del lugar en todas direcciones.

Texto

sa cāvanijyamānāṅghriḥ
samantāt paya-ūrmibhiḥ
karoti śyāmalāṁ bhūmiṁ
harin-marakatāśmabhiḥ

Palabra por palabra

saḥ — esa montaña; ca — también; avanijyamāna-aṅghriḥ — cuya base es bañada constantemente; samantāt — alrededor; payaḥ-ūrmibhiḥ — por olas de leche; karoti — hace; śyāmalām — verde oscuro; bhūmim — suelo; harit — verdes; marakata — con esmeraldas; aśmabhiḥ — piedras.

Traducción

El suelo al pie de la montaña es bañado constantemente por las olas de leche, que producen esmeraldas a su alrededor en las ocho direcciones [norte, sur, este, oeste y direcciones intermedias].

Significado

En el Śrīmad-Bhāgavatam aprendemos que hay varios tipos de océanos. En cierto lugar hay un océano de leche, y en otros lugares encontramos océanos de licor, de ghī, de aceite y de agua dulce. Por lo tanto, en el universo hay distintos tipos de océanos. Los científicos actuales, cuya experiencia es muy limitada, no pueden desmentir estas afirmaciones; no pueden ofrecernos información completa acerca de ningún planeta, ni siquiera acerca del planeta en que vivimos. Sin embargo, de este verso se desprende que en los valles de algunas montañas, cuando son bañados por la leche, se producen esmeraldas. Nadie tiene la capacidad de imitar las actividades de la naturaleza material, que actúa bajo la dirección de la Suprema Personalidad de Dios.

Texto

siddha-cāraṇa-gandharvair
vidyādhara-mahoragaiḥ
kinnarair apsarobhiś ca
krīḍadbhir juṣṭa-kandaraḥ

Palabra por palabra

siddha — por los habitantes de Siddhaloka; cāraṇa — los habitantes de Cāraṇaloka; gandharvaiḥ — los habitantes de Gandharvaloka; vidyādhara — los habitantes de Vidyādhara-loka; mahā-uragaiḥ — los habitantes del loka de las serpientes; kinnaraiḥ — los kinnaras; apsarobhiḥ — las apsarās; ca — y; krīḍadbhiḥ — que se dedicaban a jugar; juṣṭa — disfrutaban; kandaraḥ — de las cuevas.

Traducción

Esa montaña es un lugar de diversión para los habitantes de los planetas superiores: los siddhas, cāraṇas, gandharvas, vidyādharas, serpientes, kinnaras y apsarās. Así, los habitantes de los planetas celestiales ocupan todas las cuevas de la montaña.

Significado

Del mismo modo que los hombres comunes juegan en el océano de agua salada, los habitantes de los sistemas planetarios superiores van al océano de leche. Allí nadan y disfrutan de sus pasatiempos en las cuevas de la montaña Trikūṭa.

Texto

yatra saṅgīta-sannādair
nadad-guham amarṣayā
abhigarjanti harayaḥ
ślāghinaḥ para-śaṅkayā

Palabra por palabra

yatra — en esa montaña (Trikūṭa); saṅgīta — del canto; sannādaiḥ — con las vibraciones; nadat — resonando; guham — las cuevas; amarṣayā — debido a una ira o envidia incontenibles; abhigarjanti — rugen; harayaḥ — los leones; ślāghinaḥ — muy orgullosos de su fuerza; para-śaṅkayā — sospechando la existencia de otro león.

Traducción

Al cantar en esas cuevas, los habitantes del cielo emiten una vibración tan resonante que los leones, muy orgullosos de su fuerza, rugen con envidia incontenible, pensando que es otro león quien ruge de ese modo.

Significado

En los sistemas planetarios superiores, además de distintos tipos de seres humanos, también hay animales, como leones y elefantes. Hay árboles, y la tierra está hecha de esmeraldas. Así es la creación de la Suprema Personalidad de Dios. En relación con esto, Śrīla Bhaktivinoda Ṭhākura dice en una canción:keśava! tuyā jagata vicitra: «Mi Señor Keśava, Tu creación está llena de colorido y diversidad». Los geólogos, los botánicos y los demás supuestos científicos especulan acerca de otros sistemas planetarios, pero, como no pueden percibir las diversidades de otros planetas, caen en la falsedad de imaginar que todos los planetas, con excepción de este, están vacíos, deshabitados y llenos de polvo. Aunque no pueden ni percibir las diversidades que existen por todo el universo, están muy orgullosos de su conocimiento, y son tenidos por grandes eruditos entre personas de su mismo calibre. Como se explica en el Śrīmad-Bhāgavatam (2.3.19):śva-viḍ-varāhoṣṭra-kharaiḥ saṁstutaḥ puruṣaḥ paśuḥ: Los líderes materialistas son alabados por perros, cerdos, camellos y asnos, y ellos mismos son también grandes animales. No debemos conformarnos con el conocimiento que pueda darnos un gran animal. Por el contrario, debemos recibir conocimiento de una persona perfecta como Śukadeva Gosvāmī. Mahājano yena gataḥ sa panthāḥ: Nuestro deber es seguir las instrucciones de los mahājanas. Los mahājanas son doce, y uno de ellos es Śukadeva Gosvāmī:

svayambhūr nāradaḥ śambhuḥ
kumāraḥ kapilo manuḥ
prahlādo janako bhīṣmo
balir vaiyāsakir vayam

(Bhāg. 6.3.20)

Vaiyāsaki es Śukadeva Gosvāmī. Todo lo que él dice lo consideramos cierto. Eso es conocimiento perfecto.

Texto

nānāraṇya-paśu-vrāta-
saṅkula-droṇy-alaṅkṛtaḥ
citra-druma-surodyāna-
kalakaṇṭha-vihaṅgamaḥ

Palabra por palabra

nānā — con diversidad de; araṇya-paśu — animales salvajes; vrāta — con multitud; saṅkula — llenos; droṇi — con valles; alaṅkṛtaḥ — adornados de gran belleza; citra — con diversidad de; druma — árboles; sura-udyāna — en jardines cuidados por los semidioses; kalakaṇṭha — de dulces trinos; vihaṅgamaḥ — pájaros.

Traducción

En los valles de la montaña Trikūṭa hay gran diversidad de animales salvajes, que embellecen el paisaje, y en los jardines de los semidioses los árboles están llenos de pájaros de dulces trinos.

Texto

sarit-sarobhir acchodaiḥ
pulinair maṇi-vālukaiḥ
deva-strī-majjanāmoda-
saurabhāmbv-anilair yutaḥ

Palabra por palabra

sarit — con ríos; sarobhiḥ — y lagos; acchodaiḥ — llenos de aguas cristalinas; pulinaiḥ — playas; maṇi — con pequeñas joyas; vālukaiḥ — como granos de arena; deva-strī — de las acompañantes de los semidioses; majjana — al bañarse (en esas aguas); āmoda — fragancia corporal; saurabha — muy fragante; ambu — con el agua; anilaiḥ — y el aire; yutaḥ — enriquecida (la atmósfera de la montaña Trikūṭa).

Traducción

En la montaña Trikūṭa hay muchos lagos y ríos, con playas cubiertas de joyas pequeñas como granos de arena. Las aguas son tan claras como el cristal, y, cuando las muchachas celestiales se bañan en ellas, el agua y la brisa quedan impregnadas de la fragancia de sus cuerpos, que enriquece toda la atmósfera.

Significado

Incluso en el mundo material hay muchas clases de entidades vivientes. En la Tierra, los seres humanos suelen ocultar el mal olor de su cuerpo rociándose con perfumes; sin embargo, en este verso vemos que las muchachas celestiales perfuman con la fragancia de sus cuerpos los ríos, los lagos, la brisa, y toda la atmósfera de la montaña Trikūṭa. Si los cuerpos de las muchachas de los sistemas planetarios superiores son tan hermosos, nos es difícil imaginar la gran belleza corporal de las muchachas de Vaikuṇṭha, o de las muchachas de Vṛndāvana, las gopīs.

Texto

tasya droṇyāṁ bhagavato
varuṇasya mahātmanaḥ
udyānam ṛtuman nāma
ākrīḍaṁ sura-yoṣitām
sarvato ’laṅkṛtaṁ divyair
nitya-puṣpa-phala-drumaiḥ
mandāraiḥ pārijātaiś ca
pāṭalāśoka-campakaiḥ
cūtaiḥ piyālaiḥ panasair
āmrair āmrātakair api
kramukair nārikelaiś ca
kharjūrair bījapūrakaiḥ
madhukaiḥ śāla-tālaiś ca
tamālair asanārjunaiḥ
ariṣṭoḍumbara-plakṣair
vaṭaiḥ kiṁśuka-candanaiḥ
picumardaiḥ kovidāraiḥ
saralaiḥ sura-dārubhiḥ
drākṣekṣu-rambhā-jambubhir
badary-akṣābhayāmalaiḥ

Palabra por palabra

tasya — de esa montaña (Trikūṭa); droṇyām — en un valle; bhagavataḥ — de la gran personalidad; varuṇasya — el semidiós Varuṇa; mahā-ātmanaḥ — que es un gran devoto del Señor; udyānam — un jardín; ṛtumat — Ṛtumat; nāma — de nombre; ākrīḍam — un lugar de diversiones y juegos; sura-yoṣitām — de las muchachas celestiales; sarvataḥ — por todas partes; alaṅkṛtam — hermosamente adornado; divyaiḥ — que pertenecía a los semidioses; nitya — siempre; puṣpa — de flores; phala — y frutas; drumaiḥ — con árboles; mandāraiḥ — mandāra; pārijātaiḥ — pārijāta; ca — también; pāṭala — pāṭala; aśoka — aśoka; campakaiḥ — campaka; cūtaiḥ — frutas cuta; piyālaiḥ — frutas piyāla; panasaiḥ — frutas panasa; āmraiḥ — mangos; āmrātakaiḥ — las amargas frutas āmrātaka; api — también; kramukaiḥ — frutas kramuka; nārikelaiḥ — cocoteros; ca — y; kharjūraiḥ — palmas datileras; bījapūrakaiḥ — granadas; madhukaiḥ — frutas madhuka; śāla-tālaiḥ — fruta de palma; ca — y; tamālaiḥ — árboles tamāla; asana — árboles asana; arjunaiḥ — árboles arjuna; ariṣṭa — frutas ariṣṭa; uḍumbara — grandes árboles uḍumbara; plakṣaiḥ — árboles plakṣa; vaṭaiḥ — árboles de los banianos; kiṁśuka — flores rojas sin aroma; candanaiḥ — sándalos; picumardaiḥ — flores picumarda; kovidāraiḥ — frutas kovidāra; saralaiḥ — árboles sarala; sura-dārubhiḥ — árboles sura-dāru; drākṣā — uvas; ikṣuḥ — caña de azúcar; rambhā — bananas; jambubhiḥ — frutas jambu; badarī — frutas badarī; akṣa — frutas akṣa; abhaya — frutas abhaya; āmalaiḥ — āmalakī, una fruta amarga.

Traducción

En un valle de la montaña Trikūṭa se encontraba el jardín de Ṛtumat, que pertenecía al gran devoto Varuṇa; en él se divertían las muchachas celestiales. Crecían allí flores y frutas en todas las estaciones. Había mandāras, pārijātas, pāṭalas, aśokas, campakas, cūtas, piyālas, panasas, mangos, āmrātakas, kramukas, cocoteros, palmas datileras y árboles de granada. Había madhukas, palmeras, tamālas, asanas, arjunas, ariṣṭas, uḍumbaras, plakṣas, árboles de los banianos, kiṁśukas y sándalos. También había picumardas, kovidāras, saralas, sura-dārus, uvas, caña de azúcar, bananas, pomarrosas, badarīs, akṣas, abhayas y āmalakīs.

Texto

bilvaiḥ kapitthair jambīrair
vṛto bhallātakādibhiḥ
tasmin saraḥ suvipulaṁ
lasat-kāñcana-paṅkajam
kumudotpala-kahlāra-
śatapatra-śriyorjitam
matta-ṣaṭ-pada-nirghuṣṭaṁ
śakuntaiś ca kala-svanaiḥ
haṁsa-kāraṇḍavākīrṇaṁ
cakrāhvaiḥ sārasair api
jalakukkuṭa-koyaṣṭi-
dātyūha-kula-kūjitam
matsya-kacchapa-sañcāra-
calat-padma-rajaḥ-payaḥ
kadamba-vetasa-nala-
nīpa-vañjulakair vṛtam
kundaiḥ kurubakāśokaiḥ
śirīṣaiḥ kūṭajeṅgudaiḥ
kubjakaiḥ svarṇa-yūthībhir
nāga-punnāga-jātibhiḥ
mallikā-śatapatraiś ca
mādhavī-jālakādibhiḥ
śobhitaṁ tīra-jaiś cānyair
nityartubhir alaṁ drumaiḥ

Palabra por palabra

bilvaiḥ — árboles bilva; kapitthaiḥ — árboles kapittha; jambīraiḥ — árboles jambīra; vṛtaḥ — rodeado por; bhallātaka-ādibhiḥ — bhallātaka y otros árboles; tasmin — en aquel jardín; saraḥ — un lago; su-vipulam — que era muy grande; lasat — brillantes; kāñcana — doradas; paṅka-jam — lleno de flores de loto; kumuda — de flores kumuda; utpala — flores utpala; kahlāra — flores kahlāra; śatapatra — y flores śatapatra; śriyā — con la belleza; ūrjitam — excelente; matta — ebrias; ṣaṭ-pada — abejas; nirghuṣṭam — zumbaban; śakuntaiḥ — con el trinar de los pájaros; ca — y; kala-svanaiḥ — de sones muy melodiosos; haṁsa — cisnes; kāraṇḍava — kāraṇḍavas; ākīrṇam — poblado de; cakrāhvaiḥ — cakrāvakas; sārasaiḥ — grullas; api — así como; jalakukkuṭa — gallinas acuáticas; koyaṣṭi — koyaṣṭis; dātyūha — dātyūhas; kula — bandadas de; kūjitam — murmuraban; matsya — de los peces; kacchapa — y tortugas; sañcāra — debido a los movimientos; calat — agitando; padma — de los lotos; rajaḥ — por el polen; payaḥ — el agua (estaba adornada); kadamba — kadambas; vetasa — vetasas; nala — nalas; nīpa — nīpas; vañjulakaiḥ — vañjulakas; vṛtam — rodeado de; kundaiḥ — kundas; kurubaka — kurubakas; aśokaiḥ — aśokas; śirīṣaiḥ — śirīṣas; kūṭaja — kūṭajas; iṅgudaiḥ — iṅgudas; kubjakaiḥ — kubjakas; svarṇa-yūthībhiḥ — svarṇa-yūthīs; nāga — nāgas; punnāga — punnāgas; jātibhiḥ — jātīs; mallikā — mallikās; śatapatraiḥ — śatapatras; ca — también; mādhavī — mādhavīs; jālakādibhiḥ — jālakās; śobhitam — adornado; tīrajaiḥ — creciendo en las orillas; ca — y; anyaiḥ — otros; nitya-ṛtubhiḥ — en todas las estaciones; alam — en abundancia; drumaiḥ — con árboles (que daban flores y frutas).

Traducción

En aquel jardín había un gran lago lleno de flores de loto, brillantes y doradas; había también flores kumuda, kahlāra, utpala y śatapatra, que aumentaban la excelente belleza de la montaña. Crecían allí árboles bilva, kapittha, jambīra y bhallātaka. Los abejorros, ebrios de miel, zumbaban mientras los pájaros trinaban con sones melodiosos. El lago estaba lleno de cisnes, kāraṇḍavas, cakrāvakas, grullas y bandadas de gallinas acuáticas, dātyūhas, koyaṣṭis y otras aves de murmurador sonido. Sus aguas estaban adornadas con el polen que se desprendía de las flores de loto con los movimientos de los peces y las tortugas. El lago estaba rodeado de flores kadamba y vetasa, además de nalas, nīpas, vañjulakas, kundas, kurubakas, aśokas, śirīṣas, kūṭajas, iṅgudas, kubjakas, svarṇa-yūthīs, nāgas, punnāgas,jātīs, mallikās, śatapatras, jālakās y mādhavī-latās. Las orillas estaban adornadas también con gran abundancia de árboles de distintos tipos, que daban flores y frutas en todas las estaciones. Así, toda la montaña se alzaba gloriosamente adornada.

Significado

A juzgar por la exhaustiva descripción de los lagos y ríos de la montaña Trikūṭa, vemos que en la Tierra no hay nada que pueda compararse con esa inmensa abundancia. Sin embargo, en otros planetas hay muchos parajes tan maravillosos como ese. Sabemos, por ejemplo, que hay dos millones de especies de árboles, y que no todas ellas crecen en la Tierra. El Śrīmad-Bhāgavatam presenta el conocimiento global de lo que ocurre en el universo; y no solo en el universo, sino que también tiene en cuenta el mundo espiritual, que está más allá del universo. Nadie puede desmentir las descripciones que el Śrīmad-Bhāgavatam hace de los mundos materiales y espirituales. Los intentos de ir de la Tierra a la Luna han sido un fracaso, pero los habitantes de la Tierra podemos conocer lo que hay en otros planetas. No es cuestión de fantasía; podemos recurrir al conocimiento verdadero del Śrīmad-Bhāgavatam, y, de ese modo, sentirnos satisfechos.

Texto

tatraikadā tad-giri-kānanāśrayaḥ
kareṇubhir vāraṇa-yūtha-paś caran
sakaṇṭakaṁ kīcaka-veṇu-vetravad
viśāla-gulmaṁ prarujan vanaspatīn

Palabra por palabra

tatra — allí; ekadā — en cierta ocasión; tat-giri — de aquella montaña (Trikūṭa); kānana-āśrayaḥ — que vive en la selva; kareṇubhiḥ — acompañado de elefantas; vāraṇa-yūtha-paḥ — el jefe de los elefantes; caran — mientras avanzaba (hacia el lago); sa-kaṇṭakam — un lugar lleno de espinas; kīcaka-veṇu-vetra-vat — con plantas y enredaderas de distintos nombres; viśāla-gulmam — muchos matorrales; prarujan — rompiendo; vanaḥ-patīn — árboles y plantas.

Traducción

En cierta ocasión, el jefe de los elefantes que vivían en las selvas de la montaña Trikūṭa avanzaba hacia el lago en compañía de sus elefantas. A su paso, rompía muchas plantas, enredaderas, matorrales y árboles, sin prestar atención a sus hirientes espinas.

Texto

yad-gandha-mātrād dharayo gajendrā
vyāghrādayo vyāla-mṛgāḥ sakhaḍgāḥ
mahoragāś cāpi bhayād dravanti
sagaura-kṛṣṇāḥ sarabhāś camaryaḥ

Palabra por palabra

yat-gandha-mātrāt — simplemente por el olor del elefante; harayaḥ — los leones; gaja-indrāḥ — los demás elefantes; vyāghra-ādayaḥ — animales feroces, como los tigres; vyāla-mṛgāḥ — otros animales feroces; sakhaḍgāḥ — los rinocerontes; mahā-uragāḥ — enormes serpientes; ca — también; api — en verdad; bhayāt — debido al temor; dravanti — huían; sa — como; gaura-kṛṣṇāḥ — algunos negros, otros blancos; sarabhāḥ — sarabhas; camaryaḥ — también los camarīs.

Traducción

Con solo captar el olor de aquel elefante, todos los demás elefantes, los tigres y los demás animales feroces, como los leones, los rinocerontes, las grandes serpientes y los sarabhas blancos y negros, huían llenos de temor. El ciervo camarī también huía.

Texto

vṛkā varāhā mahiṣarkṣa-śalyā
gopuccha-śālāvṛka-markaṭāś ca
anyatra kṣudrā hariṇāḥ śaśādayaś
caranty abhītā yad-anugraheṇa

Palabra por palabra

vṛkāḥ — zorros; varāhāḥ — jabalíes; mahiṣa — búfalos; ṛkṣa — osos; śalyāḥ — puercoespines; gopuccha — un tipo de ciervo; śālāvṛka — lobos; markaṭāḥ — monos; ca — y; anyatra — en otra parte; kṣudrāḥ — animales pequeños; hariṇāḥ — ciervo; śaśa-ādayaḥ — conejos y demás; caranti — vagaban (en el bosque); abhītāḥ — sin temor; yat-anugraheṇa — por la misericordia de aquel elefante.

Traducción

Por la misericordia de aquel elefante, otros animales, como los zorros, los lobos, los búfalos, los osos, los jabalíes, los gopucchas, los puercoespines, los monos, los conejos y las demás especies de ciervos, junto con muchos otros animales pequeños, andaban tranquilos por otros parajes de la selva, pues no le temían.

Significado

Aquel elefante dominaba a la práctica totalidad de los animales; podían moverse sin temor, pero, por cuestión de respeto, preferían no aparecer ante él.

Texto

sa gharma-taptaḥ karibhiḥ kareṇubhir
vṛto madacyut-karabhair anudrutaḥ
giriṁ garimṇā paritaḥ prakampayan
niṣevyamāṇo ’likulair madāśanaiḥ
saro ’nilaṁ paṅkaja-reṇu-rūṣitaṁ
jighran vidūrān mada-vihvalekṣaṇaḥ
vṛtaḥ sva-yūthena tṛṣārditena tat
sarovarābhyāsam athāgamad drutam

Palabra por palabra

saḥ — él (el líder de los elefantes); gharma-taptaḥ — transpirando; karibhiḥ — por otros elefantes; kareṇubhiḥ — y elefantas; vṛtaḥ — rodeado; mada-cyut — con gotas de licor chorreando de su boca; karabhaiḥ — por elefantes pequeños; anudrutaḥ — seguido; girim — aquella montaña; garimṇā — con el peso del cuerpo; paritaḥ — alrededor de él; prakampayan — hacer temblar; niṣevyamāṇaḥ — servido; alikulaiḥ — por los abejorros; mada-aśanaiḥ — que beben miel; saraḥ — del lago; anilam — la brisa; paṅkaja-reṇu-rūṣitam — que lleva el polvo de las flores de loto; jighran — oliendo; vidūrāt — desde lejos; mada-vihvala — ebria; īkṣaṇaḥ — cuya visión; vṛtaḥ — rodeado; sva-yūthena — de sus compañeros; tṛṣārditena — que estaban sedientos; tat — aquel; sarovara-abhyāsam — a la orilla del lago; atha — así; agamat — fueron; drutam — muy pronto.

Traducción

Rodeado por las hembras y por los demás elefantes de su manada, y seguido por los más jóvenes, Gajapati, el jefe de los elefantes, hacía temblar toda la montaña Trikūṭa con el peso de su cuerpo. Transpiraba, de su boca chorreaban gotas de licor, y la embriaguez le cegaba la vista. Era servido por los abejorros, bebedores de miel, y, desde lejos, podía oler el polvo de las flores de loto, que la brisa traía desde el lago. Así, rodeado de sus sedientos acompañantes, llegó a la orilla del lago.

Texto

vigāhya tasminn amṛtāmbu nirmalaṁ
hemāravindotpala-reṇu-rūṣitam
papau nikāmaṁ nija-puṣkaroddhṛtam
ātmānam adbhiḥ snapayan gata-klamaḥ

Palabra por palabra

vigāhya — entrar; tasmin — en el lago; amṛta-ambu — agua tan pura como el néctar; nirmalam — cristalinas; hema — muy frescas; aravinda-utpala — de los nenúfares y los lotos; reṇu — con el polen; rūṣitam — que estaba mezclada; papau — bebió; nikāmam — hasta quedar perfectamente satisfecho; nija — propia; puṣkara-uddhṛtam — aspirando con la trompa; ātmānam — él mismo; adbhiḥ — con agua; snapayan — bañándose a conciencia; gata-klamaḥ — se alivió de todo rastro de fatiga.

Traducción

El rey de los elefantes entró en el lago, se bañó a conciencia y quedó aliviado de la fatiga. Entonces, con ayuda de su trompa, bebió de aquellas aguas frescas, claras y nectáreas, que llevaban mezclado el polen de las flores de loto y de los nenúfares, hasta que se sintió completamente satisfecho.

Texto

sa puṣkareṇoddhṛta-śīkarāmbubhir
nipāyayan saṁsnapayan yathā gṛhī
ghṛṇī kareṇuḥ karabhāṁś ca durmado
nācaṣṭa kṛcchraṁ kṛpaṇo ’ja-māyayā

Palabra por palabra

saḥ — él (el líder de los elefantes); puṣkareṇa — con su trompa; uddhṛta — aspirando; śīkara-ambubhiḥ — y rociando el agua; nipāyayan — haciéndoles beber; saṁsnapayan — y bañándolos; yathā — como; gṛhī — un cabeza de familia; ghṛṇī — siempre bondadoso (con los miembros de su familia); kareṇuḥ — a sus esposas, las elefantas; karabhān — a los hijos; ca — así como; durmadaḥ — que está demasiado apegado a los miembros de su familia; na — no; ācaṣṭa — consideraba; kṛcchram — la dificultad; kṛpaṇaḥ — por carecer de conocimiento espiritual; aja-māyayā — debido a la influencia de la energía externa, la energía ilusoria de la Suprema Personalidad de Dios.

Traducción

Como un ser humano que carece de conocimiento espiritual y está demasiado apegado a los miembros de su familia, el elefante, confundido por la energía externa de Kṛṣṇa, hizo que sus esposas e hijos se bañasen y bebiesen de aquellas aguas. Él mismo aspiraba agua del lago con la trompa y la rociaba sobre ellos. Se empeñaba en aquel agotador trabajo sin reparar en esfuerzos.

Texto

taṁ tatra kaścin nṛpa daiva-codito
grāho balīyāṁś caraṇe ruṣāgrahīt
yadṛcchayaivaṁ vyasanaṁ gato gajo
yathā-balaṁ so ’tibalo vicakrame

Palabra por palabra

tam — a él (a Gajendra); tatra — allí (en el agua); kaścit — alguien; nṛpa — ¡oh, rey!; daiva-coditaḥ — inspirado por la providencia; grāhaḥ — cocodrilo; balīyān — muy poderoso; caraṇe — su pie; ruṣā — iracundo; agrahīt — atrapó; yadṛcchayā — que se debe a la providencia; evam — esa; vyasanam — una situación peligrosa; gataḥ — habiendo obtenido; gajaḥ — el elefante; yathā-balam — conforme a su fuerza; saḥ — él; ati-balaḥ — con gran esfuerzo; vicakrame — trató de salir.

Traducción

Por disposición de la providencia, ¡oh, rey!, un poderoso cocodrilo se irritó con el elefante y, aprovechando que estaba en el agua, le hincó los dientes en la pata. El elefante, que en verdad era muy fuerte, puso todo su empeño en liberarse del peligro que la providencia le enviaba.

Texto

tathāturaṁ yūtha-patiṁ kareṇavo
vikṛṣyamāṇaṁ tarasā balīyasā
vicukruśur dīna-dhiyo ’pare gajāḥ
pārṣṇi-grahās tārayituṁ na cāśakan

Palabra por palabra

tathā — entonces; āturam — aquella grave situación; yūtha-patim — al jefe de los elefantes; kareṇavaḥ — sus esposas; vikṛṣyamāṇam — atacado; tarasā — por la fuerza; balīyasā — por la fuerza (del cocodrilo); vicukruśuḥ — comenzaron a llorar; dīna-dhiyaḥ — que eran poco inteligentes; apare — los demás; gajāḥ — elefantes; pārṣṇi-grahāḥ — sujetándole por detrás; tārayitum — para liberar; na — no; ca — también; aśakan — pudieron.

Traducción

Entonces, al ver el peligro en que se encontraba Gajendra, sus esposas se afligieron profundamente y se pusieron a llorar. Los demás elefantes quisieron ayudarle, pero el cocodrilo era tan fuerte que, aunque estuvieron tirando de Gajendra por detrás, no pudieron rescatarle.

Texto

niyudhyator evam ibhendra-nakrayor
vikarṣator antarato bahir mithaḥ
samāḥ sahasraṁ vyagaman mahī-pate
saprāṇayoś citram amaṁsatāmarāḥ

Palabra por palabra

niyudhyatoḥ — luchar; evam — de ese modo; ibha-indra — del elefante; nakrayoḥ — y el cocodrilo; vikarṣatoḥ — tirar; antarataḥ — en el agua; bahiḥ — fuera del agua; mithaḥ — el uno al otro; samāḥ — años; sahasram — mil; vyagaman — pasaron; mahī-pate — ¡oh, rey!; sa-prāṇayoḥ — ambos vivos; citram — maravilloso; amaṁsata — consideraron; amarāḥ — los semidioses.

Traducción

¡Oh, rey!, tirando el uno del otro dentro y fuera del agua, el elefante y el cocodrilo pasaron mil años luchando. Al ver aquel combate, los semidioses estaban muy sorprendidos.

Texto

tato gajendrasya mano-balaujasāṁ
kālena dīrgheṇa mahān abhūd vyayaḥ
vikṛṣyamāṇasya jale ’vasīdato
viparyayo ’bhūt sakalaṁ jalaukasaḥ

Palabra por palabra

tataḥ — a continuación; gaja-indrasya — del rey de los elefantes; manaḥ — de la fuerza del entusiasmo; bala — la fuerza física; ojasām — y la fuerza de los sentidos; kālena — debido a los años de lucha; dīrgheṇa — prolongada; mahān — grande; abhūt — fue; vyayaḥ — el gasto; vikṛṣyamāṇasya — que estaba siendo arrastrado (por el cocodrilo); jale — hacia el agua (un medio extraño); avasīdataḥ — reducida (la fuerza mental, física y sensorial); viparyayaḥ — lo contrario; abhūt — se volvieron; sakalam — todos ellos; jala-okasaḥ — el cocodrilo, que tiene su hogar en el agua.

Traducción

Sin embargo, con los tirones del cocodrilo y los muchos años de lucha en el agua, el elefante vio disminuidas sus fuerzas mentales, físicas y sensoriales. El cocodrilo, por el contrario, como era un animal de agua, veía aumentar su entusiasmo, su fuerza física y el poder de sus sentidos.

Significado

La diferencia entre el elefante y el cocodrilo era que el elefante, a pesar de su inmensa fuerza, tenía que luchar en el agua, un medio que le era extraño. Llevaba ya mil años luchando sin tomar ningún alimento; en esas circunstancias, su fuerza física disminuyó, y con la disminución de sus fuerzas, su mente se debilitó y sus sentidos perdieron poder. El cocodrilo, como era animal de agua, no tenía dificultades. Podía comer, y con el alimento obtenía fuerza mental e impulso sensorial. Así, mientras el elefante veía reducidas sus fuerzas, el cocodrilo era cada vez más poderoso. De esto podemos extraer una lección: en la lucha contra māyā no debemos situarnos en una posición en que nuestras fuerzas, nuestro entusiasmo y nuestros sentidos no tengan el vigor necesario para la lucha. Nuestro movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa ha declarado una verdadera guerra contra la energía ilusoria, en cuyo seno se pudren todas las entidades vivientes bajo un concepto equivocado de civilización. Los soldados del movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa tienen que gozar siempre de fuerza física, entusiasmo y poder sensorial. Por lo tanto, para mantenerse aptos deben situarse en una condición de vida normal. Lo que define esa condición normal no es lo mismo para todos; esa es la razón de que existan las divisiones de varṇāśramabrāhmaṇakṣatriyavaiśyaśūdrabrahmacaryagṛhasthavānaprastha y sannyāsa. En la era actual, Kali-yuga, se aconseja especialmente no entrar en la orden de sannyāsa.

aśvamedhaṁ gavālambhaṁ
sannyāsaṁ pala-paitṛkam
devareṇa sutotpattiṁ
kalau pañca vivarjayet

(Brahma-vaivarta Purāṇa)

Ese verso nos permite entender que en la era actual el sannyāsa-āśrama está prohibido, porque la gente no es fuerte. Para darnos ejemplo, Śrī Caitanya Mahāprabhu entró en la orden de sannyāsa a los veinticuatro años de edad, pero el propio Sārvabhauma Bhaṭṭācārya Le aconsejó que guardase las mayores precauciones, pues había entrado en la orden de sannyāsa a una edad muy temprana. Para fomentar la prédica, estamos dando iniciación sannyāsa a personas jóvenes, pero la experiencia nos muestra que no están preparados para la vida de sannyāsa. Nada hay de malo, sin embargo, en que alguien no se considere capacitado para ser sannyāsī; si siente mucha agitación sexual, debe encaminarse al āśrama en que se permite la vida sexual, es decir, al gṛhastha-āśrama. Que alguien demuestre debilidad en un lugar no significa que deba dejar de luchar con el cocodrilo de māyā. Debe refugiarse en los pies de loto de Kṛṣṇa, tal como más adelante veremos que hizo Gajendra, y, al mismo tiempo, puede ser gṛhastha, si se siente satisfecho con la posibilidad de tener vida sexual. No hay por qué abandonar la lucha. Por consiguiente, Śrī Caitanya Mahāprabhu recomienda: sthāne sthitāḥ śruti-gatāṁ tanu-vāṅ-manobhiḥ: Podemos permanecer en elāśrama que consideremos más adecuado para nosotros; no es esencial entrar en la orden de sannyāsa. Quien sienta agitación sexual puede entrar en elgṛhastha-āśrama. Pero hay que continuar luchando. Para quien no se encuentra en la posición trascendental, no es un gran mérito el situarse artificialmente en la orden de sannyāsa. Si sannyāsa no es lo más adecuado, podemos entrar en la orden de gṛhastha y luchar contra māyā con mucha fuerza. Pero no debemos abandonar la lucha e irnos.

Texto

itthaṁ gajendraḥ sa yadāpa saṅkaṭaṁ
prāṇasya dehī vivaśo yadṛcchayā
apārayann ātma-vimokṣaṇe ciraṁ
dadhyāv imāṁ buddhim athābhyapadyata

Palabra por palabra

ittham — de ese modo; gaja-indraḥ — el rey de los elefantes; saḥ — él; yadā — cuando; āpa — obtuvo; saṅkaṭam — una posición tan peligrosa; prāṇasya — de vida; dehī — que vive en un cuerpo; vivaśaḥ — en circunstancias desesperadas; yadṛcchayā — por voluntad de la providencia; apārayan — sin poder; ātma-vimokṣaṇe — salvarse; ciram — durante mucho tiempo; dadhyau — se puso a pensar seriamente; imām — esta; buddhim — decisión; atha — acerca de ello; abhyapadyata — alcanzó.

Traducción

El rey de los elefantes, cuando vio que la providencia le había puesto en las fauces del cocodrilo y que se encontraba en una situación desesperada, dentro de un cuerpo material y sin poder salvarse del peligro, sintió mucho miedo de ser matado. Entonces reflexionó durante mucho tiempo, y finalmente llegó a la siguiente conclusión.

Significado

En el mundo material, todos los seres viven absortos en la lucha por la existencia. Todos tratan de salvarse de los peligros; pero, cuando no pueden salvarse por sí solos, si son piadosos se refugian en los pies de loto de la Suprema Personalidad de Dios. Esto se confirma en el Bhagavad-gītā (7.16):

catur-vidhā bhajante māṁ
janāḥ sukṛtino ’rjuna
ārto jijñāsur arthārthī
jñānī ca bharatarṣabha

Cuatro clases de personas piadosas —el que está en peligro, el que necesita dinero, el que busca conocimiento y el que es inquisitivo— acuden a la Suprema Personalidad de Dios en busca de refugio para salvarse o para progresar. El rey de los elefantes se encontraba en peligro, y, en esas circunstancias, decidió buscar el refugio de los pies de loto del Señor. Después de pensar por mucho tiempo, tomó esa decisión, correcta e inteligente. No es la decisión que tomaría un pecador. Por lo tanto, en el Bhagavad-gītā se dice que, en situaciones peligrosas o difíciles, las personas piadosas (sukṛtī) toman la decisión de refugiarse en los pies de loto de Kṛṣṇa.

Texto

na mām ime jñātaya āturaṁ gajāḥ
kutaḥ kariṇyaḥ prabhavanti mocitum
grāheṇa pāśena vidhātur āvṛto
’py ahaṁ ca taṁ yāmi paraṁ parāyaṇam

Palabra por palabra

na — no; mām — a mí; ime — todos estos; jñātayaḥ — amigos y familiares (los demás elefantes); āturam — en mi aflicción; gajāḥ — el elefante; kutaḥ — cómo; kariṇyaḥ — mis esposas; prabhavanti — pueden; mocitum — liberar (de esta peligrosa situación); grāheṇa — por el cocodrilo; pāśena — por las redes; vidhātuḥ — de la providencia; āvṛtaḥ — atrapado; api — aunque (estoy en esa posición); aham — yo; ca — también; tam — esa (Suprema Personalidad de Dios); yāmi — me refugio en; param — que es trascendental; parāyaṇam — y que es incluso el refugio de semidioses excelsos como Brahmā y Śiva.

Traducción

Ni siquiera los demás elefantes, mis amigos y familiares, han podido salvarme de este peligro. ¿Qué podrían hacer entonces mis esposas? Nada, ciertamente. Si este cocodrilo me ha atacado, es por voluntad de la providencia; por lo tanto, debo buscar el refugio de la Suprema Personalidad de Dios, que es siempre el refugio de todos, incluso de las grandes personalidades.

Significado

El mundo material se define con las palabras padaṁ padaṁ yad vipadām, que significan que a cada paso hay peligro. El necio cree que es feliz en el mundo material, pero en realidad no lo es. Únicamente la influencia de la ilusión le hace pensar de esa forma. Hay peligro a cada paso, a cada momento. En la civilización contemporánea se considera que un buen coche y un hogar confortable son la perfección de la vida. En Occidente, y sobre todo en los Estados Unidos, es muy importante tener un buen coche; pero tan pronto como salimos a la carretera, corremos peligro, pues podemos tener un accidente mortal en cualquier momento. Las estadísticas muestran claramente la gran cantidad de personas que mueren en accidentes de tráfico. Por lo tanto, si realmente pensamos que el mundo material es un lugar lleno de felicidad, estamos demostrando nuestra ignorancia. Verdadero conocimiento es saber que el mundo material está lleno de peligros. Podemos luchar por la existencia tanto como nuestra inteligencia nos lo permita, y podemos tratar de cuidar de nosotros mismos, pero, en última instancia, todos nuestros esfuerzos serán inútiles, si la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, no nos salva del peligro. Por esa razón, Prahlāda Mahārāja dice:

bālasya neha śaraṇaṁ pitarau nṛsiṁha
nārtasya cāgadam udanvati majjato nauḥ
taptasya tat-pratividhir ya ihāñjaseṣṭas
tāvad vibho tanu-bhṛtāṁ tvad-upekṣitānām

(Bhāg. 7.9.19)

Podemos inventar muchas formas de ser felices, o de neutralizar los peligros del mundo material, pero, sin la aprobación de la Suprema Personalidad de Dios, esos intentos nunca nos darán la felicidad. Aquellos que tratan de ser felices sin refugiarse en la Suprema Personalidad de Dios son mūḍhas, sinvergüenzas. Na māṁ duṣkṛtino mūḍhāḥ prapadyante narādhamāḥ. Los más bajos de los hombres se niegan a adoptar el proceso de conciencia de Kṛṣṇa, pues piensan que podrán protegerse por sí solos, sin la ayuda de Kṛṣṇa. Ahí está su error. El rey de los elefantes, Gajendra, tomó la decisión correcta, y, en aquella peligrosa situación, buscó el refugio de la Suprema Personalidad de Dios.

Texto

yaḥ kaścaneśo balino ’ntakoragāt
pracaṇḍa-vegād abhidhāvato bhṛśam
bhītaṁ prapannaṁ paripāti yad-bhayān
mṛtyuḥ pradhāvaty araṇaṁ tam īmahi

Palabra por palabra

yaḥ — aquel que (la Suprema Personalidad de Dios); kaścana — alguien; īśaḥ — el controlador supremo; balinaḥ — muy poderoso; antaka-uragāt — de la gran serpiente del tiempo, que trae consigo la muerte; pracaṇḍa-vegāt — de espantosa fuerza; abhidhāvataḥ — que persigue; bhṛśam — sin cesar (a cada hora, a cada minuto); bhītam — aquel que teme a la muerte; prapannam — que se ha entregado (a la Suprema Personalidad de Dios); paripāti — Él protege; yat-bhayāt — por miedo al Señor; mṛtyuḥ — la misma muerte; pradhāvati — sale huyendo; araṇam — el verdadero refugio de todos; tam — a Él; īmahi — Yo me entrego o me refugio.

Traducción

En verdad, a la Suprema Personalidad de Dios no todos Le conocen, pero es muy poderoso e influyente. Así, pese a la espantosa fuerza de la serpiente del tiempo eterno, que persigue sin cesar a todos los seres dispuesta a tragárselos, el Señor brinda Su protección a la persona que, por miedo a esa serpiente, acude a refugiarse en Él; en verdad, la muerte misma tiene que salir huyendo por temor al Señor. Por esa razón, yo me entrego a Él, que es la autoridad suprema, que es grande y poderoso y es el verdadero refugio de todos.

Significado

La persona inteligente entiende que existe una autoridad grande y suprema por encima de todo. Esa gran autoridad adviene en distintas encarnaciones para salvar a los inocentes de sus sufrimientos. Como confirma el Bhagavad-gītā (4.8): paritrāṇāya sādhūnāṁ vināśāya ca duṣkṛtām: El Señor adviene en Sus diversas encarnaciones con un doble objetivo: aniquilar a los duṣkṛtī, a los pecadores, y proteger a Sus devotos. El rey de los elefantes decidió entregarse al Señor. Fue una decisión inteligente. Debemos conocer a esa gran Suprema Personalidad de Dios y entregarnos a Él. El Señor viene personalmente para enseñarnos el modo de ser felices; solo los necios y sinvergūenzas son incapaces de ver con la inteligencia a esa autoridad suprema, la Persona Suprema. En el śruti-mantra se dice:

bhīṣāsmād vātaḥ pavate
bhīṣodeti sūryaḥ
bhīṣāsmād agniś candraś ca
mṛtyur dhāvati pañcamaḥ

(Taittirīya Upaniṣad 2.8)

Si el viento sopla, si el Sol reparte calor y luz, y si la muerte persigue a todos los seres, es por temor a la Suprema Personalidad de Dios. Así pues, existe un controlador supremo, como se confirma en el Bhagavad-gītā (9.10): mayādhyakṣeṇa prakṛtiḥ sūyate sacarācaram: El maravilloso funcionamiento de la manifestación material se debe al controlador supremo. Por lo tanto, toda persona inteligente puede entender que existe un controlador supremo. Además, ese controlador supremo adviene personalmente en las formas del Señor Kṛṣṇa, el Señor Caitanya Mahāprabhu y el Señor Rāmacandra, a fin de darnos instrucciones y mostrarnos con el ejemplo cómo entregarnos a la Suprema Personalidad de Dios. Pero, aun así, aquellos que son duṣkṛtī, los más bajos entre los hombres, no se entregan (na māṁ duṣkṛtino mūḍhāḥ prapadyante narādhamāḥ).

En el Bhagavad-gītā, el Señor dice claramente: mṛtyuḥ sarva-haraś cāham: «Yo soy la muerte, que todo lo devora». Vemos entonces que la muerte, mṛtyu, es el representante que lo arrebata todo a la entidad viviente que ha recibido un cuerpo material. Nadie puede decir: «No temo a la muerte». Eso es falso. Todo el mundo teme a la muerte. Sin embargo, aquel que busca el refugio de la Suprema Personalidad de Dios puede salvarse de la muerte. Alguien podría argumentar: «¿Es que los devotos no mueren?». La respuesta es que el devoto tiene que abandonar el cuerpo, sin duda alguna, pues el cuerpo es material, pero hay una diferencia: la persona que se ha entregado plenamente a Kṛṣṇa y goza de la protección de Kṛṣṇa se encuentra en su último cuerpo; nunca más tendrá que recibir un cuerpo material para morir de nuevo. Así lo asegura el Bhagavad-gītā (4.9): tyaktvā dehaṁ punar janma naiti mām eti so 'rjuna: El devoto, después de abandonar el cuerpo, no recibe otro cuerpo material, sino que va de regreso al hogar, de vuelta a Dios. Nos encontramos en constante peligro, pues la muerte puede venir en cualquier momento. El miedo a la muerte no es solo para Gajendra, el rey de los elefantes, sino que todos debemos temer a la muerte, pues todos estamos en las fauces del cocodrilo del tiempo eterno, y podemos morir en cualquier instante. Lo mejor, por lo tanto, es que nos refugiemos en Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, para así salvarnos de la lucha por la existencia en el mundo material, que nos lleva a nacer y a morir continuamente. Obtener esa comprensión es el objetivo supremo de la vida.

Thus end the Bhaktivedanta purports of the Eighth Canto, Second Chapter, of the Śrīmad-Bhāgavatam, entitled “The Elephant Gajendra’s Crisis.”