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Śrīmad-bhāgavatam 5.5.10-13

Texto

haṁse gurau mayi bhaktyānuvṛtyā
vitṛṣṇayā dvandva-titikṣayā ca
sarvatra jantor vyasanāvagatyā
jijñāsayā tapasehā-nivṛttyā
mat-karmabhir mat-kathayā ca nityaṁ
mad-deva-saṅgād guṇa-kīrtanān me
nirvaira-sāmyopaśamena putrā
jihāsayā deha-gehātma-buddheḥ
adhyātma-yogena vivikta-sevayā
prāṇendriyātmābhijayena sadhryak
sac-chraddhayā brahmacaryeṇa śaśvad
asampramādena yamena vācām
sarvatra mad-bhāva-vicakṣaṇena
jñānena vijñāna-virājitena
yogena dhṛty-udyama-sattva-yukto
liṅgaṁ vyapohet kuśalo ’ham-ākhyam

Palabra por palabra

haṁse — que es un paramahaṁsa, la persona más excelsa y espiritualmente elevada; gurau — al maestro espiritual; mayi — a Mí, la Suprema Personalidad de Dios; bhaktyā — por medio del servicio devocional; anuvṛtyā — por seguir; vitṛṣṇayā — por el desapego de la complacencia de los sentidos; dvandva — de las dualidades del mundo material; titikṣayā — por la tolerancia; ca — también; sarvatra — en todas partes; jantoḥ — de la entidad viviente; vyasana — la miserable condición de vida; avagatyā — por comprender; jijñāsayā — por preguntar acerca de la verdad; tapasā — por practicar austeridades y penitencias; īhā-nivṛttyā — por abandonar el esfuerzo en busca del disfrute sensorial; mat-karmabhiḥ — por trabajar para Mí; mat-kathayā — por escuchar los temas que tratan de Mí; ca — también; nityam — siempre; mat-deva-saṅgāt — por la relación con Mis devotos; guṇa-kīrtanāt me — por cantar y glorificar Mis cualidades trascendentales; nirvaira — libres de enemistad; sāmya — ver a todos con ecuanimidad basada en el entendimiento espiritual; upaśamena — por subyugar la ira, la lamentación, etc.; putrāḥ — ¡oh, hijos!; jihāsayā — por desear abandonar; deha — con el cuerpo; geha — con el hogar; ātma-buddheḥ — identificación del ser; adhyātma-yogena — por estudiar las Escrituras reveladas; vivikta-sevayā — por vivir en un lugar solitario; prāṇa — el aire vital; indriya — los sentidos; ātma — la mente; abhijayena — por controlar; sadhryak — completamente; sat-śraddhayā — por cultivar la fe en las Escrituras; brahmacaryeṇa — por observar celibato; śaśvat — siempre; asampramādena — por no confundirse; yamena — por la restricción; vācām — de palabras; sarvatra — en todas partes; mat-bhāva — pensar en Mí; vicakṣaṇena — por observar; jñānena — por cultivar conocimiento; vijñāna — por la aplicación práctica del conocimiento; virājitena — iluminados; yogena — por la práctica del bhakti-yoga; dhṛti — paciencia; udyama — entusiasmo; sattva — discreción; yuktaḥ — dotados de; liṅgam — la causa del cautiverio material; vyapohet — se puede abandonar; kuśalaḥ — de modo completamente auspicioso; aham-ākhyam — el ego falso, la falsa identificación con el mundo material.

Traducción

¡Oh, hijos Míos!, deben aceptar un maestro espiritual espiritualmente avanzado, un paramahaṁsa muy elevado. De esa forma, deben depositar en Mí, la Suprema Personalidad de Dios, su fe y su amor. Deben detestar la complacencia de los sentidos, y tolerar la dualidad del placer y el dolor, que son como las estaciones del verano y el invierno. Traten de comprender la miserable condición de las entidades vivientes, que son desdichadas incluso en los sistemas planetarios superiores. Investiguen filosóficamente acerca de la verdad; después, sométanse a todo tipo de austeridades y penitencias en aras del servicio devocional. Abandonen todo empeño por obtener el disfrute de los sentidos y ocúpense en el servicio del Señor. Escuchen las conversaciones que traten de la Suprema Personalidad de Dios, y relacionense siempre con devotos. Canten acerca del Señor Supremo y glorifíquenle, y consideren que todos los seres, en el plano espiritual, son iguales. Libérense de la envidia y subyuguen la ira y la lamentación. Abandonen la identificación del ser con el cuerpo y con el hogar, y practiquen la lectura de las Escrituras reveladas. Vivan en un lugar apartado y sigan el proceso para controlar por completo el aire vital, la mente y los sentidos. Tengan plena fe en las Escrituras reveladas, las Escrituras védicas, y manténganse siempre célibes. Cumplan con sus deberes prescritos y eviten las conversaciones ociosas. Pensando constantemente en la Suprema Personalidad de Dios, obtengan conocimiento de la fuente correcta. De este modo, practicando bhakti-yoga, con paciencia y con entusiasmo se elevarán al plano del conocimiento y podrán abandonar el ego falso.

Significado

En estos cuatro versos, Ṛṣabhadeva explica a Sus hijos cómo pueden liberarse de la identificación falsa que surge del ego falso y de la vida material condicionada. Con la práctica progresiva de los procesos que aquí se indican, se llega a obtener la liberación. Todos estos métodos prescritos nos capacitan para abandonar el cuerpo material (liṅgaṁ vyapohet) y situarnos en nuestro cuerpo espiritual original. En primer lugar, hay que aceptar un maestro espiritual genuino, tal como recomienda Śrīla Rūpa Gosvāmī en su Bhakti-rasāmṛta-sindhu: śrī-guru-pādāśrayaḥ: para liberarnos del enredo del mundo material, tenemos que acudir a un maestro espiritual. Tad-vijñānārthaṁ sa gurum evābhigacchet. Haciendo preguntas al maestro espiritual y sirviéndole, podemos avanzar en la vida espiritual. Cuando nos ocupamos en servicio devocional, disminuye la atracción por la comodidad personal en el comer, dormir y vestir. Por nuestro contacto con el devoto, podemos mantener un nivel de espiritualidad. La palabra mad-deva-saṅgāt es muy importante. Hay muchas mal llamadas religiones consagradas a la adoración de diversos semidioses; en este verso, se entiende por buena compañía la de aquel para quien la única Deidad adorable es Kṛṣṇa.

También es importante dvandva-titikṣā. Mientras estemos en el mundo material, el cuerpo material nos proporcionará placeres y nos ocasionará sufrimientos. Tal como aconseja Kṛṣṇa en el Bhagavad-gītā: tāṁs titikṣasva bhārata. Tenemos que aprender a tolerar los placeres y sufrimientos temporales del mundo material. También debemos estar desapegados de la familia, y practicar el celibato. La relación sexual con la esposa, y siguiendo los mandamientos de las Escrituras, también se considera brahmacarya (celibato), pero la vida sexual ilícita va en contra de los principios religiosos, y es un obstáculo en el cultivo de conciencia espiritual. Otra palabra importante es vijñāna-virājita. Todo debe hacerse de un modo muy científico y consciente. Debemos ser almas iluminadas. De ese modo, podemos abandonar el enredo del cautiverio material.

Śrī Madhvācārya señala que la esencia de estos cuatro ślokas es que debemos abstenernos de actuar llevados por el deseo de complacer los sentidos, y que, en lugar de ello, debemos ocuparnos siempre en el servicio amoroso del Señor. En otras palabras, el bhakti-yoga es el sendero autorizado para la liberación. Śrīla Madhvācārya cita el siguiente verso delAdhyātma:

ātmano ’vihitaṁ karma
varjayitvānya-karmaṇaḥ
kāmasya ca parityāgo
nirīhety āhur uttamāḥ

Todas nuestras actividades deben buscar el beneficio del alma; se debe abandonar cualquier otra actividad. Cuando una persona está situada en esa posición, se dice que está libre de deseos. En realidad, la entidad viviente no puede estar completamente libre de deseos, pero cuando desea única y exclusivamente el beneficio del alma, se dice que no tiene deseos.

El conocimiento espiritual es jñāna-vijñāna-samanvitam. La persona perfectamente dotada de jñāna y vijñāna es perfecta. Jñāna significa que entendemos que la Suprema Personalidad de Dios, Viṣṇu, es el Ser Supremo. Vijñāna se refiere a las actividades que nos liberan de la ignorancia de la existencia material. Como se afirma en el Śrīmad-Bhāgavatam(2.9.31): jñānaṁ parama-guhyaṁ me yad vijñāna-samanvitam. El conocimiento relativo al Señor Supremo es muy confidencial, y el conocimiento supremo mediante el cual Le podemos entender propicia la liberación de todas las entidades vivientes. Ese conocimiento es vijñāna. Esto se confirma en el Bhagavad-gītā (4.9):

janma karma ca me divyam
evaṁ yo vetti tattvataḥ
tyaktvā dehaṁ punar janma
naiti mām eti so ’rjuna

“One who knows the transcendental nature of My appearance and activities does not, upon leaving the body, take his birth again in this material world, but attains My eternal abode, O Arjuna.”