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Śrīmad-bhāgavatam 5.11.4

Texto

yāvan mano rajasā pūruṣasya
sattvena vā tamasā vānuruddham
cetobhir ākūtibhir ātanoti
niraṅkuśaṁ kuśalaṁ cetaraṁ vā

Palabra por palabra

yāvat — mientras; manaḥ — la mente; rajasā — por la modalidad de la pasión; pūruṣasya — de la entidad viviente; sattvena — por la modalidad de la bondad; — o; tamasā — por la modalidad de la oscuridad; — o; anuruddham — controlada; cetobhiḥ — por los sentidos de adquisición de conocimiento; ākūtibhiḥ — por los sentidos de acción; ātanoti — expande; niraṅkuśam — independiente como un elefante no controlado por un tridente; kuśalam — lo auspicioso; ca — también; itaram — distinto de lo auspicioso, las actividades pecaminosas; — o.

Traducción

La mente de la entidad viviente, mientras está contaminada por las tres modalidades de la naturaleza material (bondad, pasión e ignorancia), es como un elefante que anda suelto y fuera de control. No hace otra cosa que expandir el ámbito de sus actividades piadosas e impías valiéndose de los sentidos. Como resultado, la entidad viviente permanece en el mundo material para disfrutar y sufrir de los placeres y sufrimientos debidos a esas actividades materiales.

Significado

En el Caitanya-caritāmṛta se dice que las actividades materiales, tanto las piadosas como las impías, son contrarias al principio del servicio devocional. Servicio devocional significa mukti, liberarse del enredo material, pero las actividades piadosas e impías dan como resultado el enredo en el mundo material. Cuando nuestra mente queda cautivada por las actividades piadosas e impías que se mencionan en los Vedas, permanecemos eternamente en la oscuridad; no podemos alcanzar el plano absoluto. Hacer que la conciencia pase de la ignorancia a la pasión o de la pasión a la bondad no resuelve verdaderamente el problema. Como se afirma en el Bhagavad-gītā (14.26): sa guṇān samatītyaitān brahma-bhūyāya kalpate: Debemos elevarnos hasta el plano trascendental; de lo contrario, nunca lograremos consumar la misión de la vida.