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Capítulo 25

La personalidad del rey Purañjana

Texto

maitreya uvāca
iti sandiśya bhagavān
bārhiṣadair abhipūjitaḥ
paśyatāṁ rāja-putrāṇāṁ
tatraivāntardadhe haraḥ

Palabra por palabra

maitreyaḥ uvāca — el gran sabio Maitreya continuó hablando; iti — de este modo; sandiśya — instruir; bhagavān — el muy poderoso señor; bārhiṣadaiḥ — por los hijos del rey Barhiṣat; abhipūjitaḥ — ser adorado; paśyatām — mientras miraban; rāja-putrāṇām — los hijos del rey; tatra — allí; eva — ciertamente; antardadhe — se hizo invisible; haraḥ — el Señor Śiva.

Traducción

El gran sabio Maitreya continuó hablando a Vidura: Mi querido Vidura, estas fueron las enseñanzas del Señor Śiva a los hijos del rey Barhiṣat. Los hijos del rey, por su parte, adoraron al Señor Śiva con gran devoción y respeto. Después, el Señor Śiva desapareció de la visión de los príncipes.

Significado

Este capítulo contiene una gran lección acerca de la monarquía de los días de antaño. Planteándose la idea de retirarse de los deberes reales, el rey Barhiṣat envió a sus hijos a ejecutar austeridades, a fin de que, para bien de sus súbditos, llegasen a ser reyes perfectos. Mientras tanto, el rey Barhiṣat recibió del gran sabio Nārada instrucciones acerca del mundo material y de la entidad viviente que desea disfrutar de él. Queda, pues, muy clara la preparación que recibían los reyes y los príncipes antes de hacerse cargo del reino. Las actividades de bienestar público iban encaminadas a fomentar la comprensión de la Suprema Personalidad de Dios. La forma humana de vida está especialmente destinada a la comprensión de Dios, de la relación que nos une con Él y de las actividades con que Le servimos. Como los reyes asumían la responsabilidad de la educación espiritual de los ciudadanos, tanto el rey como sus súbditos eran felices, pues eran conscientes de Kṛṣṇa. A este respecto, debemos recordar que la jerarquía monárquica de Prācīnabarhiṣat desciende de Mahārāja Dhruva, que es un gran devoto del Señor y el discípulo más famoso de Nārada Muni. Por aquel entonces, el rey Prācīnabarhiṣat estaba demasiado absorto en actividades fruitivas y celebraba diversos tipos de yajñas. De hecho, con la celebración de yajñas podemos elevarnos a los sistemas planetarios superiores, a los reinos celestiales, pero no obtendremos la liberación, ni podremos ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios. Cuando vio que un descendiente de Mahārāja Dhruva se desviaba por la senda de las actividades fruitivas, el gran sabio Nārada se apiadó de él y apareció personalmente para instruirle acerca del bhakti-yoga, la bendición suprema de la vida. En este capítulo vigesimoquinto hay una interesante descripción de la manera en que Nārada Muni, indirectamente, presentó el sistema de bhakti-yoga al rey Prācīnabarhiṣat.

Texto

rudra-gītaṁ bhagavataḥ
stotraṁ sarve pracetasaḥ
japantas te tapas tepur
varṣāṇām ayutaṁ jale

Palabra por palabra

rudra-gītam — el himno del Señor Śiva; bhagavataḥ — del Señor; stotram — oración; sarve — todos; pracetasaḥ — los príncipes que recibían el nombre de Pracetās; japantaḥ — recitando; te — todos ellos; tapaḥ — austeridad; tepuḥ — ejecutaron; varṣāṇām — de años; ayutam — diez mil; jale — bajo el agua.

Traducción

Los príncipes Pracetās permanecieron diez mil años bajo el agua, recitando las oraciones que el Señor Śiva les había dado.

Significado

Sin lugar a dudas, en la era actual puede parecer asombroso que los príncipes estuviesen diez mil años bajo el agua. Sin embargo, para vivir bajo el agua se sigue el mismo proceso que para vivir bajo el aire; solo hay que aprenderlo. Los peces pasan toda su vida bajo el agua. Se han creado unas determinadas condiciones favorables que les permiten vivir bajo el agua. Sin embargo, en aquellos días la gente solía vivir cien mil años. Quien podía emplear diez mil de esos cien mil años en la práctica de austeridades, tenía asegurado el éxito en su siguiente vida. No era algo muy sorprendente. Se trata de una proeza imposible en esta era, pero que en Satya-yuga era perfectamente posible.

Texto

prācīnabarhiṣaṁ kṣattaḥ
karmasv āsakta-mānasam
nārado ’dhyātma-tattva-jñaḥ
kṛpāluḥ pratyabodhayat

Palabra por palabra

prācīnabarhiṣam — al rey Prācīnabarhiṣat; kṣattaḥ — ¡oh, Vidura!; karmasu — en actividades fruitivas; āsakta — apegado; mānasam — con esta mentalidad; nāradaḥ — el gran sabio Nārada; adhyātma — espiritualismo; tattva-jñaḥ — el que conoce la verdad; kṛpāluḥ — sintiendo compasión; pratyabodhayat — dio instrucciones.

Traducción

Mientras los príncipes se sometían a rigurosas austeridades bajo el agua, su padre ejecutaba diversos tipos de actividades fruitivas. Fue entonces cuando el gran sabio Nārada, señor y maestro de la vida espiritual, sintiendo gran compasión por el rey, decidió instruirle acerca de la vida espiritual.

Significado

Prabodhānanda Sarasvatī Ṭhākura, un gran devoto del Señor Caitanya, indica que kaivalya, fundirse en la refulgencia del Brahman, es como ir al infierno. Dice también que elevarse a los sistemas planetarios superiores para disfrutar de la vida celestial no es más que otra fantasmagoría. Esto significa que el devoto no da la menor importancia a lo que, para los karmīs y los jñānīs, constituye el objetivo supremo. Para los karmīs, el objetivo supremo es elevarse al reino celestial, y el objetivo supremo de los jñānīs es fundirse en la refulgencia del Brahman. No cabe duda de que los jñānīs son superiores a los karmīs, como confirma el Señor Caitanya: koṭi-karmaniṣṭha-madhye eka ‘jñānī’ śreṣṭha: «Un solo jñānī, un impersonalista, es mejor que muchos miles de trabajadores fruitivos» (Cc. Madhya 19.147). Por lo tanto, el devoto nunca se interna en el sendero del karma, la elevación mediante actividades fruitivas. Nārada Muni, cuando vio al rey Prācīnabarhiṣat ocupado en actividades fruitivas, sintió compasión por él. Si se les compara, no cabe duda de que los que tratan de elevarse hasta los sistemas planetarios superiores con la ejecución de yajñas son mejores que los trabajadores mundanos. Sin embargo, vistos desde el plano del servicio devocional puro, tanto el karma como el jñāna se consideran aspectos confundientes de la energía ilusoria.

Texto

śreyas tvaṁ katamad rājan
karmaṇātmana īhase
duḥkha-hāniḥ sukhāvāptiḥ
śreyas tan neha ceṣyate

Palabra por palabra

śreyaḥ — bendición suprema; tvam — tú; katamat — qué es eso; rājan — ¡oh, rey!; karmaṇā — con actividades fruitivas; ātmanaḥ — del alma; īhase — deseas; duḥkha-hāniḥ — desaparición de todas las aflicciones; sukha-avāptiḥ — logro de toda felicidad; śreyaḥ — bendición; tat — esa; na — nunca; iha — en relación con esto; ca — y; iṣyate — se puede conseguir.

Traducción

Nārada Muni preguntó al rey Prācīnabarhiṣat: Mi querido rey, ¿qué es lo que deseas conseguir con la ejecución de esas actividades fruitivas? El principal objetivo de la vida es liberarse de todas las miserias y disfrutar de la felicidad, pero estas dos cosas no se pueden obtener con actividades fruitivas.

Significado

En el mundo material hay una gran ilusión que cubre la verdadera inteligencia de la entidad viviente. Las personas que están bajo la influencia de la modalidad de la pasión desean los beneficios que se derivan de su arduo trabajo, pero no saben que el tiempo nunca les va a permitir ningún disfrute permanente. Las ganancias no compensan el trabajo que cuesta adquirirlas. E incluso si compensasen, nunca vienen libres de sufrimiento. Cuando alguien que no ha nacido rico quiere comprar una casa, coches y otras cosas materiales, tiene que trabajar día y noche, durante muchos años, hasta que puede conseguirlas. La felicidad no viene sin sufrimientos.

En realidad, en el mundo material no se puede tener felicidad pura. Si deseamos disfrutar de algo, siempre hay otra cosa que nos hace sufrir. En esencia, la naturaleza del mundo material es el sufrimiento; todo el disfrute que tratamos de conseguir no es más que ilusión. Después de todo, tenemos que sufrir las miserias del nacimiento, la vejez, las enfermedades y la muerte. Tal vez descubramos maravillosas medicinas, pero no podremos acabar con los sufrimientos de la enfermedad y la muerte. En realidad, las medicinas no son el factor que puede eliminar las enfermedades y la muerte. En esencia, en el mundo material no hay felicidad, pero las personas que están bajo la influencia de la ilusión trabajan con gran ahínco en busca de esa supuesta felicidad. En verdad, piensan que ese arduo trabajo es la felicidad. Eso se denomina ilusión.

Por esa razón, Nārada Muni preguntó al rey Prācīnabarhiṣat qué era lo que deseaba obtener con la ejecución de tantos y tan costosos sacrificios. Ni siquiera el que se eleva hasta un planeta celestial puede evitar los sufrimientos de nacer, envejecer, enfermar y morir. Alguien podría argüir que, en la ejecución de las austeridades y penitencias del servicio devocional, también los devotos tienen que pasar por muchos sufrimientos. Por supuesto, a los neófitos la rutina del servicio devocional les puede resultar muy penosa, pero al menos tienen la esperanza de que al final podrán superar todos los sufrimientos y alcanzar el estado más elevado de felicidad y perfección. Los karmīs comunes no tienen esa esperanza, pues incluso si se elevan a los sistemas planetarios superiores, no tienen garantías de liberarse de las miserias del nacimiento, la vejez, las enfermedades y la muerte. Incluso el Señor Brahmā, que está en el sistema planetario más elevado (Brahmaloka), tiene que morir. El nacimiento y la muerte del Señor Brahmā tal vez sean diferentes de los de un hombre común, pero como vive en el mundo material, tampoco él puede evitar los sufrimientos del nacimiento, la vejez, las enfermedades y la muerte. La persona verdaderamente seria en llegar a liberarse de esas miserias debe ocuparse en servicio devocional. Esto lo confirma el Señor personalmente en el Bhagavad-gītā (4.9):

janma karma ca me divyam
evaṁ yo vetti tattvataḥ
tyaktvā dehaṁ punar janma
naiti mām eti so ’rjuna

«¡Oh, Arjuna!, aquel que conoce la naturaleza trascendental de Mi advenimiento y actividades, al abandonar el cuerpo no vuelve a nacer en este mundo material, sino que alcanza Mi morada eterna».

Vemos entonces que el devoto, una vez que alcanza el estado de conciencia de Kṛṣṇa plena, no vuelve al mundo material después de morir. Va de regreso al hogar, de vuelta a Dios. Ese es el estado de felicidad perfecta, sin la menor mancha de sufrimiento.

Texto

rājovāca
na jānāmi mahā-bhāga
paraṁ karmāpaviddha-dhīḥ
brūhi me vimalaṁ jñānaṁ
yena mucyeya karmabhiḥ

Palabra por palabra

rājā uvāca — el rey contestó; na — no; jānāmi — conozco; mahā-bhāga — ¡oh, gran alma!; param — trascendental; karma — con actividades fruitivas; apaviddha — herida; dhīḥ — mi inteligencia; brūhi — por favor, di; me — a mí; vimalam — inmaculado; jñānam — conocimiento; yena — por el cual; mucyeya — puedo liberarme; karmabhiḥ — de las actividades fruitivas.

Traducción

El rey contestó: ¡Oh, gran alma, Nārada!, mi inteligencia está enredada en actividades fruitivas; por eso no conozco el objetivo supremo de la vida. Por favor, instrúyeme en el conocimiento puro, de manera que pueda liberarme del enredo de las actividades fruitivas.

Significado

En una canción, Śrī Narottama dāsa Ṭhākura dice:

sat-saṅga chāḍi’ kainu asate vilāsa
te-kāraṇe lāgila ye karma-bandha-phāṅsa

La persona enredada en actividades fruitivas se ve obligada a pasar continuamente de un cuerpo a otro. Eso se denomina karma-bandha-phāṅsa, enredo en actividades fruitivas. No importa si sus actividades son piadosas o impías; unas y otras son causa de la continuación del enredo en cuerpos materiales. Gracias a las actividades piadosas, puede nacer en una familia rica, recibir una buena educación y un cuerpo hermoso; pero eso no supone la eliminación definitiva de los sufrimientos de la vida. En Occidente no es raro nacer en una familia rica y aristocrática, como tampoco lo es recibir una buena educación y tener un cuerpo hermoso; esto, sin embargo, no significa que los occidentales estén libres de los sufrimientos de la vida. Hoy en día, la generación joven está bien educada, y goza de belleza y riquezas; no faltan alimentos, ni ropas, ni posibilidades de complacencia de los sentidos; a pesar de todo ello, los jóvenes occidentales sufren. Están tan afligidos que se hacen hippies, y las leyes de la naturaleza les obligan a llevar una vida desdichada. Vagan por el mundo sucios, sin refugio ni alimento, y se ven obligados a dormir en la calle. Podemos concluir, pues, que para ser felices no bastan las actividades piadosas. No es cierto que los que tienen la vida resuelta desde que nacen estén libres de las miserias materiales del nacimiento, la vejez, las enfermedades y la muerte. La conclusión es que para ser feliz no basta con ejecutar actividades piadosas o impías. El único resultado de esas actividades es el enredo y la transmigración de un cuerpo a otro. En palabras de Narottama dāsa Ṭhākura, eso se denomina karma-bandha-phāṅsa.

Admitiendo este hecho, el rey Prācīnabarhiṣat, con toda franqueza, preguntó a Nārada Muni cómo podía liberarse de ese karma-bandha-phāṅsa, es decir, de ese enredo en las actividades fruitivas. Esa es en realidad la etapa de conocimiento que se indica en el primer verso del Vedānta-sūtra: athāto brahma-jijñāsā. Cuando los intentos de empeñarse en karma-bandha-phāṅsa llevan a la persona a la frustración, entonces se pregunta acerca del valor verdadero de la vida, que se denomina brahma-jijñāsā. Con respecto a la pregunta sobre el objetivo supremo de la vida, los Vedas (Muṇḍaka Up. 11.2.12) ordenan: tad-vijñānārthaṁ sa gurum evābhigacchet: «Para entender la ciencia trascendental, hay que acudir a un maestro espiritual genuino».

El rey Prācīnabarhiṣat encontró al mejor de los maestros espirituales, Nārada Muni, y le preguntó acerca del conocimiento mediante el cual es posible liberarse del enredo de karma-bandha-phāṅsa, las actividades fruitivas. Ese es el verdadero propósito de la vida humana. Jīvasya tattva-jijñāsā nārtho yaś ceha karmabhiḥ. Como se afirma en el Śrīmad-Bhāgavatam (1.2.10), el único propósito del ser humano debe ser preguntar a un maestro espiritual genuino cómo deshacer el enredo de karma-bandha-phāṅsa.

Texto

gṛheṣu kūṭa-dharmeṣu
putra-dāra-dhanārtha-dhīḥ
na paraṁ vindate mūḍho
bhrāmyan saṁsāra-vartmasu

Palabra por palabra

gṛheṣu — en la vida familiar; kūṭa-dharmeṣu — en falsos deberes prescritos; putra — hijos; dāra — esposa; dhana — riquezas; artha — el objetivo de la vida; dhīḥ — aquel que considera; na — no; param — el plano trascendental; vindate — alcanza; mūḍhaḥ — sinvergüenza; bhrāmyan — vagar; saṁsāra — de la existencia material; vartmasu — en los senderos.

Traducción

Aquellos que no tienen más interés que llevar lo que se llama una buena vida —es decir, una vida de casado, enredado por los hijos y la esposa, siempre en busca de riquezas— creen que esas cosas son el objetivo supremo de la vida. Esa gente simplemente vaga de un cuerpo a otro por la existencia material sin dar con el objetivo supremo de la vida.

Significado

Aquellos que están demasiado apegados a la vida familiar —que consiste en un enredo con la esposa, los hijos, las riquezas y el hogar— están ocupados en kūṭa-dharma, seudo deberes. Prahlāda Mahārāja ha comparado esos seudo deberes prescritos con un pozo oculto (andha-kūpam). Prahlāda ha hablado intencionadamente de ese pozo oculto porque quien caiga en él, morirá. Aunque grite pidiendo ayuda, nadie le escuchará; nadie irá a rescatarle.

Las palabras bhrāmyan saṁsāra-vartmasu son significativas. En el Caitanya-caritāmṛta (Madhya 19.151), Śrī Caitanya Mahāprabhu explica claramente: brahmāṇḍa bhramite kona bhāgyavān jīva. Todas las entidades vivientes vagan en distintos tipos de cuerpo por los distintos planetas; si, conducidas por la Suprema Personalidad de Dios, en el curso de ese vagar entran en contacto con un devoto, sus vidas alcanzan el éxito. El rey Prācīnabarhiṣat estaba ocupado en actividades fruitivas; aun así, el gran sabio Nārada apareció ante él. El rey fue muy afortunado de poder tener ese contacto con Nārada, pues le iluminó con conocimiento espiritual. Todas las personas santas tienen el deber de seguir los pasos de Nārada Muni y viajar por todo el mundo, recorriendo todos los países y todas las aldeas, simplemente para instruir acerca del objetivo de la vida a las personas que están bajo la influencia de la ilusión, y liberarlas del enredo de karma-bandha, las actividades fruitivas.

Texto

nārada uvāca
bhoḥ bhoḥ prajāpate rājan
paśūn paśya tvayādhvare
saṁjñāpitāñ jīva-saṅghān
nirghṛṇena sahasraśaḥ

Palabra por palabra

nāradaḥ uvāca — el gran sabio Nārada contestó; bhoḥ bhoḥ — ¡hola!; prajā-pate — ¡oh, gobernante de los ciudadanos!; rājan — ¡oh, rey!; paśūn — animales; paśya — mira, por favor; tvayā — por ti; adhvare — en el sacrificio; saṁjñāpitān — matados; jīva-saṅghān — grupos de animales; nirghṛṇena — sin piedad; sahasraśaḥ — por miles.

Traducción

El gran santo Nārada dijo: ¡Oh, gobernante de los ciudadanos, mi querido rey!, por favor, mira en el cielo a los animales que has sacrificado sin compasión ni misericordia en el recinto de sacrificios.

Significado

Puesto que los Vedas recomiendan sacrificios de animales, prácticamente todos los rituales religiosos incluyen ese tipo de sacrificios. Sin embargo, no hay que conformarse simplemente con matar animales siguiendo las indicaciones de las Escrituras. Hay que trascender las ceremonias rituales y tratar de entender la auténtica verdad, el propósito de la vida. Nārada Muni deseaba instruir al rey acerca del verdadero propósito de la vida, y despertar en su corazón un espíritu de renuncia. El conocimiento y el espíritu de renuncia (jñāna-vairāgya) son el objetivo supremo de la vida. Sin conocimiento, nadie puede desapegarse del disfrute material, y sin ese desapego no se puede avanzar espiritualmente. Los karmīs suelen ocuparse en la complacencia de los sentidos; por esa complacencia, están dispuestos a cometer muchísimas actividades pecaminosas, entre las cuales el sacrificio de animales no es más que una. De modo que Nārada Muni, con su poder místico, mostró al rey Prācīnabarhiṣat los animales muertos que había sacrificado.

Texto

ete tvāṁ sampratīkṣante
smaranto vaiśasaṁ tava
samparetam ayaḥ-kūṭaiś
chindanty utthita-manyavaḥ

Palabra por palabra

ete — todos ellos; tvām — a ti; sampratīkṣante — están esperando; smarantaḥ — recordando; vaiśasam — heridas; tava — de ti; samparetam — después de tu muerte; ayaḥ — hechos de hierro; kūṭaiḥ — con cuernos; chindanti — atravesar; utthita — animada; manyavaḥ — ira.

Traducción

Todos esos animales están esperando a que mueras para vengarse de las heridas que les causaste. Cuando mueras, atravesarán tu cuerpo ferozmente con cuernos de hierro.

Significado

Nārada Muni quería que el rey se diera cuenta de los excesos de la matanza de animales en sacrificios. En los śāstras se dice que cuando alguien mata animales en un sacrificio, hace que los animales se eleven inmediatamente a la forma humana de vida. De manera similar, los kṣatriyas que matan a sus enemigos en el campo de batalla, luchando por una causa justa, después de morir se elevan a los planetas celestiales. En la Manu-saṁhitā se insiste en la necesidad de que el rey ejecute a los asesinos, pues de ese modo evita que tengan que sufrir por sus crímenes en la siguiente vida. Basándose en esa comprensión, Nārada Muni advierte al rey de que los animales que él ha matado esperan su muerte para vengarse. Con esto, Nārada Muni no cae en contradicción. Desea convencer al rey del riesgo que corre si abusa de los sacrificios de animales, ya que el más mínimo error en la ejecución del sacrificio puede impedir que el animal sacrificado se eleve a la forma de vida humana. En esas circunstancias, el ejecutor del sacrificio tendrá que responder de la muerte del animal, tal como un asesino que hubiera matado a otro hombre. La matanza de animales en los mataderos implica a seis personas, y todas ellas tendrán que responder de ese crimen. El que da permiso para matar, el que mata, el que colabora, el que compra la carne, el que la cocina y el que la come, quedan implicados en la matanza. Nārada Muni quería que el rey comprendiera este hecho. Por lo tanto, no se recomienda la matanza de animales, ni siquiera en un sacrificio.

Texto

atra te kathayiṣye ’mum
itihāsaṁ purātanam
purañjanasya caritaṁ
nibodha gadato mama

Palabra por palabra

atra — con esto; te — a ti; kathayiṣye — voy a hablar; amum — sobre este tema; itihāsam — historia; purātanam — muy antigua; purañ-janasya — al respecto de Purañjana; caritam — su personalidad; nibodha — trata de entender; gadataḥ mama — mientras hablo.

Traducción

Con respecto a esto, deseo narrarte una vieja historia relacionada con la personalidad de un rey que se llamaba Purañjana. Por favor, trata de escucharme con mucha atención.

Significado

El gran sabio Nārada Muni pasa a otro tema, la historia del rey Purañjana, que no es otra cosa que la propia historia del rey Prācīnabarhiṣat contada de distinta forma. En otras palabras, es una exposición alegórica. Como se explica claramente en los siguientes capítulos, la palabra purañ-jana significa «el que disfruta en un cuerpo». Las personas enredadas en actividades materiales desean escuchar relatos de actividades materiales; por esa razón, Nārada Muni pasó a tratar el tema del rey Purañjana, que no es otro que el rey Prācīnabarhiṣat. Nārada Muni no desaprobó directamente el valor de los sacrificios de animales. El Señor Buddha, sin embargo, rechazó directamente todo sacrificio de animales. Śrīla Jayadeva Gosvāmī ha afirmado: nindasi yajña-vidher ahaha śruti-jātam. La palabra śruti-jātam indica que en los Vedas se recomiendan los sacrificios de animales, pero que el Señor Buddha, para acabar con esos sacrificios, negó directamente la autoridad de los Vedas. Debido a ello, los seguidores de los Vedas no aceptan al Señor Buddha. Como no acepta la autoridad de los Vedas, se le describe como agnóstico o ateo. El gran sabio Nārada no podía negar la autoridad de los Vedas, pero quería indicar al rey Prācīnabarhiṣat que el sendero de karma-kāṇḍa es muy difícil y arriesgado.

Las personas necias siguen el difícil sendero de karma-kāṇḍa a fin de disfrutar de los sentidos; los que están demasiado apegados al disfrute de los sentidos reciben el nombre de mūḍhas (sinvergüenzas). Es muy difícil que un mūḍha entienda el objetivo supremo de la vida. En nuestra tarea de propagación del movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa, vemos realmente que muchas personas no se sienten atraídas porque son mūḍhas ocupados en actividades fruitivas. Se dice en las Escrituras: upadeśo hi mūrkhāṇāṁ prakopāya na śāntaye. Un necio sinvergüenza, cuando recibe una buena instrucción, simplemente se enfada, y, en lugar de sacar provecho de la buena instrucción recibida, argumenta en contra de ella. Nārada Muni, que sabía esto muy bien, instruyó al rey indirectamente, contándole toda la historia de su vida. Para poder llevar un pendiente en la oreja, o un alfiler de oro o diamante en la nariz, primero hay que agujerear la oreja o la nariz. Ese dolor que se sufre por complacer los sentidos es el dolor que se pasa en el sendero de karma-kāṇḍa, el sendero de la actividad fruitiva. Quien desee disfrutar de algo en el futuro, tendrá que someterse a dificultades en el presente. Quien desee llegar a ser millonario y disfrutar de sus riquezas en el futuro, en el presente tendrá que trabajar sin descanso para acumular dinero. Eso es karma-kāṇḍīya. A los que están demasiado apegados a ese sendero no les importa correr el riesgo. Nārada Muni quería mostrar al rey Prācīnabarhiṣat los grandes problemas y miserias por los que pasa una persona para ocuparse en actividades fruitivas. La persona que está demasiado apegada a la actividad material recibe el nombre de viṣayī. Viṣayī es el disfrutador de viṣaya, lo cual significa comer, dormir, aparearse y defenderse. De manera indirecta, mediante la historia del rey Purañjana, Nārada Muni indica al rey que comer, dormir, aparearse y defenderse son cosas llenas de riesgos y dificultades.

Las palabras itihāsam («historia») y purātanam («vieja») indican que, aunque la entidad viviente vive en el cuerpo material, la historia de la entidad viviente en el cuerpo material es muy vieja. Con respecto a eso, Śrīla Bhaktivinoda Ṭhākura dice en una canción: anādi karama-phale, paḍi’ bhavārṇava-jale, taribāre nā dekhi upāya: «Debido a mis actividades fruitivas pasadas, he caído en el agua de la existencia material, y no logro encontrar la manera de salir». En la existencia material, todas las entidades vivientes sufren debido a sus actividades pasadas; por lo tanto, todas ellas tienen una muy vieja historia tras de sí. Los necios científicos materialistas se han inventado sus propias teorías de la evolución, que se centran únicamente en el cuerpo. En realidad, no es esa la verdadera evolución. La verdadera evolución es la historia de la entidad viviente, que es purañjana, que «vive dentro del cuerpo». Śrī Nārada Muni va a explicar esa teoría de la evolución de una manera distinta, que las personas sensatas podrán comprender.

Texto

āsīt purañjano nāma
rājā rājan bṛhac-chravāḥ
tasyāvijñāta-nāmāsīt
sakhāvijñāta-ceṣṭitaḥ

Palabra por palabra

āsīt — había; purañjanaḥ — Purañjana; nāma — llamado; rājā — rey; rājan — ¡oh, rey!; bṛhat-śravāḥ — cuyas actividades eran grandiosas; tasya — su; avijñāta — el desconocido; nāmā — de nombre; āsīt — había; sakhā — amigo; avijñāta — desconocidas; ceṣṭitaḥ — cuyas actividades.

Traducción

Mi querido rey, una vez, hace mucho tiempo, vivió un rey que se llamaba Purañjana, famoso por la grandeza de sus actividades. Tenía un amigo que se llamaba Avijñāta [«el desconocido»], cuyas actividades nadie podía entender.

Significado

Toda entidad viviente es purañjana. La palabra puram significa «dentro de este cuerpo, dentro de esta forma», y jana significa «entidad viviente». Así pues, todos somos purañjana. Toda entidad viviente ha recibido plena libertad para utilizar su cuerpo como desee; por ello se considera que todas las entidades vivientes son reyes de su cuerpo. Por lo común, ocupan el cuerpo en complacer los sentidos, ya que, bajo la influencia del concepto corporal de la vida, se siente que el objeto último de la vida es servir a los sentidos. Ese es el proceso de karma-kāṇḍa. Cuando una persona carece de conocimiento interior, sin saber que en realidad es el alma espiritual que vive en el cuerpo, y está completamente bajo el hechizo de los dictados de los sentidos, se dice que esa persona es un materialista. A la persona materialista interesada en la complacencia de los sentidos se le puede aplicar el nombre de purañjana. Esa persona materialista utiliza los sentidos conforme a sus caprichos; por lo tanto, también se puede decir que es un rey. Los reyes irresponsables consideran que su posición como reyes es una propiedad personal suya, y abusan de su tesoro para complacer los sentidos.

También es significativa la palabra bṛhac-chravāḥ. La palabra śravaḥ significa «fama». La entidad viviente es famosa desde muy antiguo, pues, como se afirma en el Bhagavad-gītā (2.20): na jāyate mriyate vā: «La entidad viviente nunca nace y nunca muere». Como es eterna, sus actividades son eternas, aunque se ejecuten en distintos cuerpos. Na hanyate hanyamāne śarīre: «No muere, ni siquiera después de la aniquilación del cuerpo». De esta forma, la entidad viviente transmigra de un cuerpo a otro y lleva a cabo diversas actividades. La entidad viviente ejecuta muchos actos en cada cuerpo. A veces es un gran héroe, como Hiraṇyakaśipu, Kaṁsa, o, en tiempos más recientes, Napoleón o Hitler. No cabe duda de que las actividades de esa clase de personas son grandiosas, pero tan pronto como les llega el final a sus cuerpos, todo lo demás se termina también. Luego no queda de ellos más que el nombre. Por eso, se puede decir que la entidad viviente es bṛhac-chravāḥ; puede gozar de una gran reputación por distintas clases de actividades. No obstante, tiene un amigo al que no conoce. Los materialistas no comprenden la presencia de Dios en la forma de Superalma, que está en el corazón de todas las entidades vivientes. Paramātmā está al lado de la jīvātmā como un amigo, pero la jīvātmā, la entidad viviente, no Le conoce. Esa es la razón de que en este verso se Le describa con la palabra avijñāta-sakhā, que significa «el que tiene un amigo desconocido». Es también significativa la palabra avijñāta-ceṣṭitaḥ, pues la entidad viviente trabaja con tesón siguiendo las directrices de Paramātmā, y arrastrada por las leyes de la naturaleza material. A pesar de todo, se considera independiente de Dios, e independiente de las estrictas leyes de la naturaleza material. En el Bhagavad-gītā (2.24), se afirma:

acchedyo ’yam adāhyo ’yam
akledyo ’śoṣya eva ca
nityaḥ sarva-gataḥ sthāṇur
acalo ’yaṁ sanātanaḥ

«Esa alma individual es irrompible e insoluble, y no se la puede quemar ni secar. Es eterna, omnipresente, inmutable, inamovible y eternamente la misma».

La entidad viviente es sanātana, eterna. Ningún arma puede matarla, el fuego no puede reducirla a cenizas, el agua no puede mojarla ni humedecerla, y el aire no puede secarla; debido a ello, se la considera inmune a las reacciones materiales. Aunque está cambiando de cuerpos, no se ve afectada por las condiciones materiales. Se ve puesta bajo condiciones materiales, y actúa siguiendo las indicaciones de su amigo, la Superalma. Como se afirma en el Bhagavad-gītā (15.15):

sarvasya cāhaṁ hṛdi sanniviṣṭo
mattaḥ smṛtir jñānam apohanaṁ ca

«Yo estoy situado en el corazón de todos, y de Mí vienen el recuerdo, el conocimiento y el olvido». De esta forma, el Señor, en forma de Paramātmā, está en el corazón de todos, y da indicaciones a la entidad viviente para actuar de la manera que desee. La entidad viviente no sabe, ni en esta vida ni en su vida anterior, que el Señor le está dando la posibilidad de satisfacer todos sus deseos. Tampoco puede satisfacer ningún deseo si el Señor no lo sanciona. El alma condicionada no es consciente de todos los recursos que el Señor le da.

Texto

so ’nveṣamāṇaḥ śaraṇaṁ
babhrāma pṛthivīṁ prabhuḥ
nānurūpaṁ yadāvindad
abhūt sa vimanā iva

Palabra por palabra

saḥ — ese rey Purañjana; anveṣamāṇaḥ — en busca de; śaraṇam — refugio; babhrāma — viajó por; pṛthivīm — todo el planeta Tierra; prabhuḥ — para ser un amo independiente; na — nunca; anurūpam — de su gusto; yadā — cuando; avindat — pudo encontrar; abhūt — se puso; saḥ — él; vimanāḥ — triste; iva — como.

Traducción

Buscando un lugar adecuado para vivir, el rey Purañjana viajó por todo el mundo, pero no pudo encontrar un lugar de su gusto ni siquiera después de haber viajado mucho. Al final, se llenó de tristeza y desánimo.

Significado

Los viajes de Purañjana son como los viajes de los hippies de hoy en día. Los hippies suelen ser hijos de padres y familias muy bien situados. No han vivido siempre en la pobreza. Sin embargo, de una u otra forma, abandonan el refugio de sus ricos padres y viajan por todo el mundo. Como se explica en este verso, la entidad viviente desea ser un prabhu, un amo. La palabra prabhu significa «amo», pero la realidad es que la entidad viviente no es el amo; es el sirviente eterno de Dios. Cuando abandona el refugio de Dios, Kṛṣṇa, y trata de ser un prabhu independiente, la entidad viviente viaja por toda la creación, donde hay 8 400 000 especies de vida y trillones de planetas. La entidad viviente vaga por todos esos cuerpos pasando por diversos planetas; así pues es como el rey Purañjana, que viajó por todo el mundo en busca de un lugar adecuado para vivir.

En una canción, Śrī Narottama dāsa Ṭhākura dice: karma-kāṇḍa, jñāna-kāṇḍa, kevala viṣera bhāṇḍa: «El sendero de karma-kāṇḍa [las actividades fruitivas] y el sendero de jñāna-kāṇḍa [la especulación] son como grandes vasijas llenas de veneno». Amṛta baliyā yebā khāya, nānā yoni sadā phire: «La persona que confunde ese veneno con néctar, y lo bebe, debe viajar por distintas especies de vida». Kadarya bhakṣaṇa kare: «Y come todo tipo de cosas abominables, según el cuerpo en que se encuentre». En un cuerpo de cerdo, por ejemplo, la entidad viviente come excremento. Cuando está en un cuerpo de cuervo, come toda clase de desperdicios, incluso pus y moco, y disfruta de ello. De esta forma, Narottama dāsa Ṭhākura señala que la entidad viviente viaja en diversidad de cuerpos y come todo tipo de cosas abominables. Cuando, finalmente, no logra la felicidad, se llena de tristeza o adopta el modo de vida de los hippies.

En este verso, por lo tanto, se dice (na anurūpam) que el rey no podía encontrar el lugar adecuado para sus fines. Esto se debe a que la entidad viviente no puede ser feliz en ninguna forma de vida ni en ningún planeta del mundo material, pues todo lo que hay en el mundo material es inadecuado para el alma espiritual. Como se afirma en este verso, la entidad viviente desea ser un prabhu independientemente, pero no puede ser feliz hasta el momento en que abandona esa idea y pasa a ser un sirviente de Dios, Kṛṣṇa. Por eso Śrīla Bhaktivinoda Ṭhākura canta:

miche māyāra vaśe, yāccha bhese’,
khāccha hābuḍubu, bhāi

«Mi querida entidad viviente, ¿por qué te dejas arrastrar por las olas de māyā?». Como se afirma en el Bhagavad-gītā (18.61):

īśvaraḥ sarva-bhūtānāṁ
hṛd-deśe ’rjuna tiṣṭhati
bhrāmayan sarva-bhūtāni
yantrārūḍhāni māyayā

«El Señor Supremo Se encuentra en el corazón de todos, ¡oh, Arjuna!, y dirige los movimientos de todas las entidades vivientes, que están sentadas como en una máquina hecha de energía material».

La máquina del cuerpo lleva a la entidad viviente por muchísimas especies de vida y por muchísimos planetas. Por esa razón, Bhaktivinoda Ṭhākura pregunta a la entidad viviente por qué se deja arrastrar en esas máquinas corporales, para verse en tantas circunstancias distintas. Él le aconseja que supere las olas de māyā entregándose a Kṛṣṇa.

jīva kṛṣṇa-dāsa, e viśvāsa,
karle ta’ āra duḥkha nāi

Y, tan pronto como consultamos las palabras de Kṛṣṇa, vemos que Kṛṣṇa aconseja:

sarva-dharmān parityajya
mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja
ahaṁ tvāṁ sarva-pāpebhyo
mokṣayiṣyāmi mā śucaḥ

«Abandona toda clase de religión y sencillamente entrégate a Mí. Yo te liberaré de toda reacción pecaminosa. No temas» (Bg. 18.66).

De esta forma, enseguida nos liberamos de tener que viajar de un cuerpo a otro y de un planeta a otro. Śrī Caitanya Mahāprabhu dice: brahmāṇḍa bhramite kona bhāgyavān jīva (Cc. Madhya 19.151). La verdadera vida de la entidad viviente en realidad comienza cuando, en su viajar, es lo bastante afortunada como para recibir la bendición de relacionarse con devotos y volverse consciente de Kṛṣṇa. El movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa está dando a las errantes entidades vivientes la oportunidad de refugiarse en Kṛṣṇa, para que, de esa forma, sean felices.

En este verso son muy significativas las palabras vimanā iva. En el mundo material, incluso el gran rey del cielo está lleno de ansiedad. Si el propio Señor Brahmā está lleno de ansiedad, ¿qué decir entonces de las entidades vivientes comunes que actúan en este planeta? El Bhagavad-gītā (8.16) confirma:

ābrahma-bhuvanāl lokāḥ
punar āvartino ’rjuna

«Desde el planeta más elevado del mundo material hasta el más bajo, son todos lugares de sufrimiento en los que tiene lugar el ciclo de nacimientos y muertes». En el mundo material, la entidad viviente nunca está satisfecha. Incluso si ocupa la posición de Brahmā, Indra o Candra, está llena de ansiedad. Esto se debe, simplemente, al hecho de haber considerado que el mundo material es un lugar de felicidad.

Texto

na sādhu mene tāḥ sarvā
bhūtale yāvatīḥ puraḥ
kāmān kāmayamāno ’sau
tasya tasyopapattaye

Palabra por palabra

na — nunca; sādhu — buen; mene — pensamiento; tāḥ — a ellos; sarvāḥ — todo; bhū-tale — en la Tierra; yāvatīḥ — toda clase de; puraḥ — casas residenciales; kāmān — objetos para el disfrute de los sentidos; kāmayamānaḥ — desear; asau — ese rey; tasya — su; tasya — su; upapattaye — para obtener.

Traducción

El rey Purañjana tenía ilimitados deseos de disfrute sensorial; por esa razón, viajó por todo el mundo en busca de un lugar donde satisfacer todos sus deseos. Desdichadamente, en ningún lugar encontró otra cosa que un sentimiento de insuficiencia.

Significado

Śrīla Vidyāpati, un gran poeta vaiṣṇava, dice en una canción:

tātala saikate, vāri-bindu-sama,
suta-mita-ramaṇī-samāje

En este verso compara la complacencia material de los sentidos por medio de la sociedad, los amigos y el amor, con una gota de agua que cae en el desierto. Para regar un desierto harían falta mares de agua; ¿de qué serviría una sola gota? De manera similar, la entidad viviente es parte integral de la Suprema Personalidad de Dios, quien, como se explica en el Vedānta-sūtra, es ānandamayo ’bhyāsāt, es decir, está lleno de disfrute. Como parte integral de la Suprema Personalidad de Dios, la entidad viviente también busca la plenitud del disfrute. Sin embargo, esa plenitud del disfrute solo la puede encontrar en la Suprema Personalidad de Dios, y no aparte de Él. En su vagar por diversas especies de vida, la entidad viviente puede gozar de algún tipo de disfrute en determinados cuerpos, pero la plenitud del disfrute de los sentidos no se puede obtener en ningún cuerpo material. De esta forma, la entidad viviente, Purañjana, vaga de cuerpo en cuerpo, pero en su intento de disfrutar no encuentra otra cosa que frustración en todas partes. En otras palabras, la chispa espiritual cubierta por la materia no puede disfrutar plenamente de los sentidos en ninguna circunstancia de la vida material. Puede que el ciervo se sienta muy absorto al oír las notas musicales del reclamo del cazador, pero como resultado, pierde la vida. El pez también es muy experto en complacer su lengua, pero si come el cebo que le ofrece el pescador, pierde la vida. Incluso el poderosísimo elefante pierde su independencia al ser capturado mientras satisface sus genitales con una hembra de su especie. En todas las especies de vida, la entidad viviente recibe un cuerpo para satisfacer distintos sentidos, pero no puede disfrutar de todos sus sentidos a la vez. En la forma humana de vida recibe la oportunidad de gozar del disfrute desvirtuado de todos los sentidos, pero el resultado es que sus intentos de complacer los sentidos le traen tantas angustias, que finalmente acaba lleno de tristeza. Cuanto más trata de satisfacer sus sentidos, más se enreda.

Texto

sa ekadā himavato
dakṣiṇeṣv atha sānuṣu
dadarśa navabhir dvārbhiḥ
puraṁ lakṣita-lakṣaṇām

Palabra por palabra

saḥ — ese rey Purañjana; ekadā — una vez; himavataḥ — de los Himālayas; dakṣiṇeṣu — sur; atha — después de esto; sānuṣu — en la cordillera; dadarśa — encontró; navabhiḥ — con nueve; dvārbhiḥ — puertas; puram — una ciudad; lakṣita — visible; lakṣaṇām — con todas las comodidades auspiciosas.

Traducción

Una vez, en su vagar, al pasar por el sur de los Himālayas, en un lugar llamado Bhārata-varṣa [la India], vio una ciudad con nueve puertas, que se caracterizaba por reunir todas las comodidades auspiciosas.

Significado

La tierra que se extiende al sur de los Himālayas es la India, que recibía el nombre de Bhārata-varṣa. Se considera que la entidad viviente que nace en Bhārata-varṣa es sumamente afortunada. De hecho, Caitanya Mahāprabhu ha afirmado:

bhārata-bhūmite haila manuṣya-janma yāra
janma sārthaka kari’ kara para-upakāra

(Cc. Ādi 9.41)

Todo el que nace en la tierra de Bhārata-varṣa cuenta con todas las ventajas en su vida. Esa persona puede sacar provecho de esas ventajas para progresar tanto material como espiritualmente y lograr con ello el éxito en la vida. Después de alcanzar el objetivo de la vida, puede difundir su conocimiento y su experiencia por todo el mundo con fines humanitarios. En otras palabras, el que, por sus actividades piadosas pasadas, nace en la tierra de Bhārata-varṣa, tiene a su disposición todos los medios para lograr la perfección de la forma humana de vida. El clima de la India permite llevar una vida muy apacible, pues las condiciones materiales no causan trastornos. En las épocas de Mahārāja Yudhiṣṭhira y del Señor Rāmacandra, la gente estaba completamente libre de ansiedad. Ni el frío era muy intenso, ni el calor excesivo. Durante esos reinados, no había ni rastro de los tres tipos de circunstancias miserables: adhyātmika, adhibhautika y adhidaivika, es decir, las miserias que de por sí vienen del cuerpo y de la mente, las que nos causan otras entidades vivientes, y las perturbaciones naturales. Pero en la actualidad, comparada con otros países, la India padece de perturbaciones artificiales. Con todo, la cultura del país es tan elevada que se puede alcanzar con facilidad el objetivo de la vida, esto es, la salvación, la liberación del cautiverio material. Por lo tanto, para poder nacer en la India, es necesario haber ejecutado muchas actividades piadosas en una vida pasada.

En este verso, la palabra lakṣita-lakṣaṇām indica que obtener el cuerpo humano en Bhārata-varṣa es muy auspicioso. La cultura védica rebosa conocimiento, y la persona que nace en la India puede beneficiarse plenamente del conocimiento cultural védico y del sistema cultural que recibe el nombre de varṇāśrama-dharma. En la actualidad, en nuestros viajes por todo el mundo, vemos que en algunos países los seres humanos tiene muchas comodidades materiales, pero a pesar de ello, no tienen medios para avanzar espiritualmente. El defecto es el mismo en todas partes: por un lado, se dispone de toda clase de medios, pero por el otro se echan a faltar. Un ciego puede caminar, pero no puede ver; los cojos, por su parte, pueden ver, pero no caminar. Andha-paṅgu-nyāya. El ciego puede llevar al cojo a hombros, y este puede indicarle el camino a seguir. Si colaboran, pueden hacer cosas, pero individualmente ni el uno ni el otro pueden caminar bien. De la misma manera, la forma humana de vida es para avanzar en la vida espiritual y tener las necesidades materiales resueltas. Un rasgo especial de Occidente es que allí hay gran abundancia de comodidades materiales, pero nadie sabe nada acerca del avance espiritual. Hay muchos que anhelan avanzar en el sendero espiritual, pero caen en manos de engañadores que se aprovechan de su dinero, les engañan y se van. Por fortuna, el movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa aporta todos los medios para el avance material y espiritual. De esa forma pueden beneficiarse de este movimiento los occidentales. Todavía hoy, en las aldeas de la India que no se han visto afectadas por la industrialización de las ciudades, cualquier hombre puede vivir y progresar espiritualmente, en cualquier circunstancia. Se ha dicho que el cuerpo es la ciudad de las nueve puertas, que son los dos ojos, los oídos, las fosas nasales, la boca, el genital y el recto. Cuando las nueve puertas están limpias y funcionan con normalidad, debe entenderse que el cuerpo está sano. En la India, los aldeanos mantienen limpias esas nueve puertas levantándose temprano, bañándose en los pozos o en los ríos, yendo a los templos para asistir a maṅgala-ārati, cantando el mahā-mantra Hare Kṛṣṇa y tomando prasāda. Esa es la manera de sacar partido de las ventajas de la vida humana, y es el sistema que, poco a poco, estamos introduciendo en los centros de nuestra asociación en los países occidentales. El que aprovecha este sistema, aumenta poco a poco su iluminación espiritual. En la actualidad se puede comparar a la India con el cojo, y a Occidente con el ciego. Durante los últimos dos mil años, la India ha estado sometida a gobiernos extranjeros, y las piernas de su progreso se han roto. En Occidente, el deslumbrante brillo de la opulencia material ha cegado los ojos de la población. El ciego occidental y el cojo de la India deben aunar sus esfuerzos en el movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa. Entonces, el cojo de la India, con la ayuda del occidental, podrá caminar, y el ciego occidental, con la ayuda del cojo, podrá ver. Resumiendo, el progreso material de Occidente y los bienes espirituales de la India deben unirse por la elevación de toda la sociedad humana.

Texto

prākāropavanāṭṭāla-
parikhair akṣa-toraṇaiḥ
svarṇa-raupyāyasaiḥ śṛṅgaiḥ
saṅkulāṁ sarvato gṛhaiḥ

Palabra por palabra

prākāra — murallas; upavana — parques; aṭṭāla — torres; parikhaiḥ — con canales; akṣa — ventanas; toraṇaiḥ — con puertas; svarṇa — oro; raupya — plata; ayasaiḥ — hechas de hierro; śṛṅgaiḥ — con cúpulas; saṅkulām — con gran abundancia; sarvataḥ — por todas partes; gṛhaiḥ — con casas.

Traducción

La ciudad estaba rodeada de murallas y parques, y en su interior había torres, canales, ventanas y desagües. Las casas estaban decoradas con cúpulas de oro, plata y hierro.

Significado

El cuerpo está protegido con murallas de piel. Los cabellos se comparan a parques, y las partes más elevadas del cuerpo, como la nariz y la cabeza, a torres. Los pliegues y depresiones de distintas partes del cuerpo se comparan a canales y zanjas, los ojos a ventanas, y los párpados a puertas de protección. Los tres metales, el oro, la plata y el hierro, representan las tres modalidades de la naturaleza material. El oro representa la bondad, la plata la pasión, y el hierro la ignorancia. Al cuerpo a veces se le considera también una bolsa que contiene tres elementos (tri-dhātu): moco, bilis y aire (kapha, pitta y vāyu). Yasyātma-buddhiḥ kuṇape tri-dhātuke. Según el Bhāgavatam (10.84.13), aquel que considera que esa bolsa de moco, bilis y aire es el ser, no es mejor que un asno o una vaca.

Texto

nīla-sphaṭika-vaidūrya-
muktā-marakatāruṇaiḥ
kḷpta-harmya-sthalīṁ dīptāṁ
śriyā bhogavatīm iva

Palabra por palabra

nīla — zafiros; sphaṭika — cristal; vaidūrya — diamantes; muktā — perlas; marakata — esmeraldas; aruṇaiḥ — con rubíes; kḷpta — decorados; harmya-sthalīm — los suelos de los palacios; dīptām — lustrosos; śriyā — con belleza; bhogavatīm — Bhogavatī, la ciudad celestial; iva — como.

Traducción

En aquella ciudad, los suelos de las casas estaban hechos de zafiro, cristal, diamantes, perlas, esmeraldas y rubíes. Debido al brillo de las casas de la capital, la ciudad podía compararse con Bhogavatī, la ciudad celestial.

Significado

En la ciudad del cuerpo, el corazón es la capital. La capital de un estado es una ciudad especialmente suntuosa, en la que abundan los grandes edificios y los palacios lujosos; de la misma manera, en el cuerpo, el corazón está lleno de deseos y planes de disfrute material. Esos planes a veces se comparan con joyas valiosas, como zafiros, rubíes, perlas y esmeraldas. El corazón es el centro de todos los planes de disfrute material.

Texto

sabhā-catvara-rathyābhir
ākrīḍāyatanāpaṇaiḥ
caitya-dhvaja-patākābhir
yuktāṁ vidruma-vedibhiḥ

Palabra por palabra

sabhā — centros de reunión; catvara — plazas; rathyābhiḥ — con calles; ākrīḍa-āyatana — casinos; āpaṇaiḥ — tiendas; caitya — lugares de reposo; dhvaja-patākābhiḥ — con banderas y festones; yuktām — decorados; vidruma — sin árboles; vedibhiḥ — con plataformas.

Traducción

En la ciudad había muchos centros de reunión, cruces de caminos, calles, restaurantes, casinos, mercados, lugares de reposo, banderas, festones y hermosos parques. Todo ello rodeaba la ciudad.

Significado

Tenemos aquí una descripción de la capital. Había centros de reunión y muchas plazas, cruces, avenidas y calles; había muchos casinos, mercados y lugares de reposo, todos ellos adornados con banderas y festones. Las plazas estaban cercadas con verjas, y en ellas no había árboles. El corazón del cuerpo se puede comparar con el centro de reuniones, pues, como se explica en el Bhagavad-gītā (15.15), la entidad viviente está dentro del corazón en compañía de Paramātmā: sarvasya cāhaṁ hṛdi sanniviṣṭo mattaḥ smṛtir jñānam apohanaṁ ca. El corazón es el centro del recuerdo, del olvido y de la deliberación. En el cuerpo, los ojos, los oídos y la nariz son lugares de atracción por el disfrute sensorial, y las calles para ir de un lugar a otro pueden compararse a los distintos tipos de aires que circulan por el cuerpo. El proceso yóguico para controlar el aire interior del cuerpo y los nervios se denomina suṣumnā, el sendero de la liberación. El cuerpo es también un lugar de reposo, pues la entidad viviente, cuando se fatiga, descansa en él. Las palmas de las manos y las plantas de los pies se comparan con banderas y festones.

Texto

puryās tu bāhyopavane
divya-druma-latākule
nadad-vihaṅgāli-kula-
kolāhala-jalāśaye

Palabra por palabra

puryāḥ — de esa ciudad; tu — entonces; bāhya-upavane — en un jardín exterior; divya — muy hermosos; druma — árboles; latā — enredaderas; ākule — llenos de; nadat — que vibraban; vihaṅga — aves; ali — abejas; kula — grupos de; kolāhala — zumbar; jala-āśaye — con un lago.

Traducción

En las afueras de la ciudad había muchos árboles frondosos y enredaderas, que rodeaban un hermoso lago. Alrededor del lago había también muchos grupos de pájaros y abejas, que no dejaban de cantar y zumbar.

Significado

El cuerpo es una gran ciudad; por lo tanto, en ella tiene que haber lagos y jardines para el disfrute de los sentidos. Aquí se alude a las partes del cuerpo que incitan los impulsos sexuales. Como el cuerpo tiene genitales, a una determinada edad la entidad viviente, tanto hombre como mujer, siente la agitación del impulso sexual. En la niñez, a pesar de que cuenta con órganos de los sentidos, puede ver a una mujer hermosa sin agitarse; el impulso sexual no surge hasta que llega la edad adecuada. En el verso, las circunstancias favorables en torno al impulso sexual se comparan con un jardín o un hermoso parque solitario. Ante la vista de un representante del sexo opuesto, el impulso aumenta de un modo natural. Se dice que el hombre que no se agita al ver a una mujer en un lugar solitario es un brahmacārī. Sin embargo, esa práctica es casi imposible. El impulso sexual es tan fuerte que con solo ver a un representante del sexo opuesto, hablar con él, verlo, tocarlo, entrar en contacto con él, o simplemente pensar en él, aunque sea de una forma sutil, nos vemos afectados por el impulso sexual. Por esa razón, el brahmacārī y el sannyāsī tienen prohibida la relación con mujeres, especialmente en lugares reservados. Los śāstras prescriben que ni siquiera hablemos con una mujer en un lugar apartado, aunque se trate de nuestra hija, nuestra hermana, o nuestra madre. El impulso sexual es tan fuerte que, en esas circunstancias, incluso un sabio se agita. Siendo así, ¿cómo va a mantener la calma un joven a la vista de una hermosa muchacha en un agradable parque?

Texto

hima-nirjhara-vipruṣmat-
kusumākara-vāyunā
calat-pravāla-viṭapa-
nalinī-taṭa-sampadi

Palabra por palabra

hima-nirjhara — de la cascada de la helada montaña; vipruṭ-mat — transportar partículas de agua; kusuma-ākara — primavera; vāyunā — por el aire; calat — móviles; pravāla — ramas; viṭapa — árboles; nalinī-taṭa — en la orilla del lago con flores de loto; sampadi — opulento.

Traducción

Alrededor del lago, los árboles humedecían sus ramas con las partículas de agua que la brisa primaveral transportaba desde las cascadas que caían de las heladas montañas.

Significado

En este verso es particularmente significativa la palabra hima-nirjhara. La cascada representa un tipo de humor líquido o rasa (relación). En el cuerpo hay diferentes humores, rasas, o melosidades. La melosidad (relación) suprema es la melosidad sexual (ādi-rasa). Ese ādi-rasa o deseo sexual se agita cuando entra en contacto con la brisa primaveral impulsada por Cupido. En otras palabras, se está hablando de representaciones de rūpa, rasa, gandha, śabda y sparśa. El viento es sparśa, tacto. La cascada es rasa, sabor. La brisa primaveral (kusumākara) es el aroma. Todas esas variedades de disfrute hacen que la vida sea muy agradable; de esa forma, quedamos cautivados por la existencia material.

Texto

nānāraṇya-mṛga-vrātair
anābādhe muni-vrataiḥ
āhūtaṁ manyate pāntho
yatra kokila-kūjitaiḥ

Palabra por palabra

nānā — diversos; araṇya — bosque; mṛga — animales; vrātaiḥ — con grupos; anābādhe — en no ser violentos; muni-vrataiḥ — como los grandes sabios; āhūtam — como si fuera invitado; manyate — piensa; pānthaḥ — viajero; yatra — donde; kokila — de cuclillos; kūjitaiḥ — con el canto.

Traducción

En aquella atmósfera, incluso los animales del bosque dejaban de ser violentos y envidiosos; eran como grandes sabios, y no atacaban a nadie. El canto de los cuclillos dominaba el ambiente. La atmósfera era tan agradable que todo el que recorría aquel camino se sentía invitado a reposar en el hermoso jardín.

Significado

La pacífica atmósfera del bosque puede compararse a una pacífica familia, con esposa e hijos. Aunque se compara a los hijos con animales que no son violentos, otras veces se dice que la esposa y los hijos son svajanākhya-dasyu, asaltantes que se hacen pasar por familiares. El hombre se gana el sustento trabajando con gran tesón, pero el resultado es que la esposa y los hijos le despojan de todo, exactamente igual que los asaltantes y ladrones del bosque, que atacan a las personas en el bosque y les quitan el dinero. Aun así, en una familia, el alboroto de la esposa y los hijos suena como el canto de los cuclillos en el jardín de la vida familiar. Bajo la seducción de esa atmósfera, la persona que pasa por esa feliz vida familiar desea tener a su familia con él a toda costa.

Texto

yadṛcchayāgatāṁ tatra
dadarśa pramadottamām
bhṛtyair daśabhir āyāntīm
ekaika-śata-nāyakaiḥ

Palabra por palabra

yadṛcchayā — de pronto, sin ocupación definida; āgatām — llegó; tatra — allí; dadarśa — él vio; pramadā — una mujer; uttamām — muy hermosa; bhṛtyaiḥ — rodeada de sirvientes; daśabhiḥ — diez; āyāntīm — adelantándose; eka-eka — cada uno de ellos; śata — de cientos; nāyakaiḥ — los líderes.

Traducción

El rey Purañjana vagaba por aquel maravilloso jardín, cuando de pronto se encontró con una mujer muy hermosa que paseaba por allí sin ninguna ocupación definida. Con ella venían diez sirvientes, y cada uno estaba acompañado por cientos de esposas.

Significado

Se ha comparado el cuerpo a un hermoso jardín. En la juventud, con el despertar del impulso sexual, la inteligencia, conforme a la imaginación de cada cual, tiende a buscar al sexo opuesto. En la juventud, hombres y mujeres buscan al sexo opuesto mediante la inteligencia o la imaginación, cuando no lo hacen directamente. La inteligencia influye en la mente, y la mente controla los diez sentidos. De esos sentidos, cinco recogen conocimiento, y cinco actúan directamente. Cada sentido tiene muchos deseos por satisfacer. Esa es la posición del cuerpo y del propietario del cuerpo, purañjana, que está en su interior.

Texto

pañca-śīrṣāhinā guptāṁ
pratīhāreṇa sarvataḥ
anveṣamāṇām ṛṣabham
aprauḍhāṁ kāma-rūpiṇīm

Palabra por palabra

pañca — cinco; śīrṣa — cabezas; ahinā — por una serpiente; guptām — protegida; pratīhāreṇa — por un guardaespaldas; sarvataḥ — todo alrededor; anveṣamāṇām — alguien que está buscando; ṛṣabham — un esposo; aprauḍhām — no muy anciana; kāma-rūpiṇīm — muy atractiva para satisfacer deseos lujuriosos.

Traducción

Una serpiente de cinco cabezas protegía a la mujer en todas direcciones. Era una joven muy bella, y parecía muy ansiosa de encontrar un esposo adecuado.

Significado

La fuerza vital de la entidad viviente incluye los cinco tipos de aire que circulan dentro del cuerpo, cuyos nombres son prāṇa, apāna, vyāna, samāna y udāna. La fuerza vital se compara con una serpiente, porque la serpiente puede vivir simplemente de aire. Para la fuerza vital que transporta el aire, aquí se utiliza la palabra pratīhāra, que significa «guardaespaldas». Sin la fuerza vital no se puede vivir ni un momento; todos los sentidos funcionan bajo la protección de la fuerza vital.

La mujer, que representa a la inteligencia, estaba buscando un esposo. Esto indica que la inteligencia no puede funcionar sin conciencia. Una mujer hermosa, sin la protección de un esposo adecuado, es inútil. La inteligencia siempre debe estar muy despierta; por eso se emplea la palabra aprauḍhām («muy joven»). Disfrute material significa emplear la inteligencia en busca de rūpa, rasa, gandha, śabda y sparśa, es decir, forma, sabor, olor, sonido y tacto.

Texto

sunāsāṁ sudatīṁ bālāṁ
sukapolāṁ varānanām
sama-vinyasta-karṇābhyāṁ
bibhratīṁ kuṇḍala-śriyam

Palabra por palabra

su-nāsām — nariz muy bella; su-datīm — dientes muy bellos; bālām — la joven; su-kapolām — hermosa frente; vara-ānanām — hermoso rostro; sama — por igual; vinyasta — dispuestos; karṇābhyām — ambas orejas; bibhratīm — deslumbrantes; kuṇḍala-śriyam — con hermosos pendientes.

Traducción

Los dientes, la nariz y la frente de la mujer eran muy hermosos. Sus orejas también eran muy hermosas, y en ellas resplandecían unos hermosos pendientes.

Significado

El cuerpo de inteligencia disfruta de los objetos de complacencia sensorial que lo cubren, como el aroma, la visión y el sonido. La palabra sunāsām («nariz hermosa») hace alusión al órgano para adquirir conocimiento por medio del olfato. De manera similar, la boca es el instrumento para adquirir conocimiento mediante el gusto, pues al masticar un objeto y tocarlo con la lengua entendemos su sabor. La palabra sukapolām («frente hermosa») se refiere a un cerebro lúcido, capaz de entender las cosas tal como son. Mediante la inteligencia se puede poner orden en las cosas. Los pendientes que adornan las orejas están puestos ahí por obra de la inteligencia. Así se describen metafóricamente los modos de adquirir conocimiento.

Texto

piśaṅga-nīvīṁ suśroṇīṁ
śyāmāṁ kanaka-mekhalām
padbhyāṁ kvaṇadbhyāṁ calantīṁ
nūpurair devatām iva

Palabra por palabra

piśaṅga — amarillo; nīvīm — vestido; su-śroṇīm — cintura hermosa; śyāmām — negruzco; kanaka — dorado; mekhalām — cinturón; padbhyām — con los pies; kvaṇadbhyām — tintinear; calantīm — caminar; nūpuraiḥ — con campanitas tobilleras; devatām — una habitante de los cielos; iva — como.

Traducción

La cintura y las caderas de la mujer eran muy hermosas. Vestía un sārī amarillo con un cinturón dorado. A su paso se escuchaba el tintineo de sus campanitas tobilleras. Tenía el mismo aspecto que las habitantes del cielo.

Significado

Este verso expresa el júbilo de la mente al ver a una mujer de senos erguidos y anchas caderas, vestida con un sārī atractivo y adornada con alhajas.

Texto

stanau vyañjita-kaiśorau
sama-vṛttau nirantarau
vastrāntena nigūhantīṁ
vrīḍayā gaja-gāminīm

Palabra por palabra

stanau — senos; vyañjita — indicando; kaiśorau — juventud reciente; sama-vṛttau — iguales y redondos; nirantarau — muy juntos, el uno contra el otro; vastra-antena — con el extremo del sārī; nigūhantīm — tratar de cubrir; vrīḍayā — por timidez; gaja-gāminīm — caminar como un gran elefante.

Traducción

Con el extremo del sārī, la mujer trataba de cubrirse los senos, redondos y perfectamente simétricos. La timidez hacía que tratase de cubrirlos una y otra vez, mientras caminaba como un gran elefante.

Significado

Los dos senos representan el apego y la envidia. Estas características, rāga y dveṣa (apego y envidia), se describen en el Bhagavad-gītā (3.34):

indriyasyendriyasyārthe
rāga-dveṣau vyavasthitau
tayor na vaśam āgacchet
tau hy asya paripanthinau

«Existen principios para regular el apego y la aversión relacionados con los sentidos y sus objetos. No hay que caer bajo el control de ese apego y esa aversión, pues son grandes obstáculos en el sendero de la autorrealización».

Esos representantes del apego y de la envidia son muy desfavorables para el avance en la vida espiritual. No hay que dejarse atraer por los senos de las mujeres jóvenes. El gran santo Śaṅkarācārya ha explicado que los senos de las mujeres, y en especial de las mujeres jóvenes, no son más que una combinación de músculos y sangre; por lo tanto, no hay que dejarse atraer por la energía ilusoria de unos senos erguidos y de unos pezones. Son agentes de māyā cuya misión es hacer de los miembros del sexo opuesto sus víctimas. Siendo ambos senos igual de atractivos, en este verso se los describe con la palabra sama-vṛttau. En la vejez, el impulso sexual todavía permanece en el corazón; llega incluso hasta el momento de la muerte. Para liberarse de esa agitación, hay que ser muy avanzado en conciencia espiritual, como Yāmunācārya, que dijo:

yad-avadhi mama cetaḥ kṛṣṇa-pādāravinde
nava-nava-rasa-dhāmany udyataṁ rantum āsīt
tad-avadhi bata nārī-saṅgame smaryamāṇe
bhavati mukha-vikāraḥ suṣṭhu niṣṭhīvanaṁ ca

«Desde que me ocupo en el amoroso servicio trascendental de Kṛṣṇa y saboreo en Él un placer cada vez más fresco, cuando pienso en el placer sexual, escupo en el pensamiento, y mis labios se tuercen con asco». El que es avanzado espiritualmente ya no puede sentir atracción por los senos de las mujeres jóvenes, que no son más que bultos de carne y sangre. Es significativa la palabra nirantarau, pues aunque cada seno ocupa un lugar distinto, ambos actúan de la misma forma. No debemos hacer ninguna diferencia entre el apego y la envidia. Como se explica en el Bhagavad-gītā (3.37), ambas cosas son producto de rajo-guṇa (kāma eṣa krodha eṣa rajo-guṇa-samudbhavaḥ).

La palabra nigūhantīm («tratando de cubrir») indica que incluso cuando estamos contaminados de kāma, lobha, krodha, etc., esas malas cualidades se pueden transfigurar de un modo consciente de Kṛṣṇa. En otras palabras, kāma (la lujuria), puede usarse para servir a Kṛṣṇa. Bajo el impulso de esa lujuria, un trabajador común trabaja sin descanso, día y noche; el devoto también puede trabajar con tesón, día y noche, para satisfacer a Kṛṣṇa. Tal como los karmīs trabajan sin parar para satisfacer kāma-krodha, el devoto debe trabajar de la misma manera para satisfacer a Kṛṣṇa. De manera similar, krodha (la ira), también se puede usar en el servicio de Kṛṣṇa, dirigiéndola contra los demonios no devotos. Hanumānjī empleó su ira de esa manera. Él era un gran devoto del Señor Rāmacandra, y se sirvió de su ira para incendiar el reino de Rāvaṇa, un demonio no devoto. De esa forma, kāma (la lujuria) se puede emplear para servir a Kṛṣṇa, y krodha (la ira) se puede emplear para castigar a los demonios. Cuando se usan para servir a Kṛṣṇa, ambas pierden su significado material y pasan a ser importantes en sentido espiritual.

Texto

tām āha lalitaṁ vīraḥ
savrīḍa-smita-śobhanām
snigdhenāpāṅga-puṅkhena
spṛṣṭaḥ premodbhramad-bhruvā

Palabra por palabra

tām — a ella; āha — habló; lalitam — con mucha amabilidad; vīraḥ — el héroe; sa-vrīḍa — con timidez; smita — sonriendo; śobhanām — muy hermosa; snigdhena — por el deseo sexual; apāṅga-puṅkhena — por la flecha de la mirada; spṛṣṭaḥ — así herido; prema-udbhramat — excitar el amor; bhruvā — por las cejas.

Traducción

El héroe, Purañjana, se sintió atraído por las cejas y el sonriente rostro de la hermosa muchacha; ella, de inmediato, le hirió con las flechas de sus deseos lujuriosos. Sonreía con timidez, y a Purañjana le parecía muy hermosa; a pesar de ser un héroe, no pudo contenerse y le habló con las siguientes palabras.

Significado

Las entidades vivientes pueden ser héroes de dos maneras. Cuando caen víctimas de la energía ilusoria, trabajan como grandes héroes en el mundo material, y son grandes líderes, grandes políticos, grandes hombres de negocios, grandes industriales, etc.; con sus heroicas actividades, contribuyen al progreso material de la civilización. Otra manera de ser héroe es siendo el amo de los propios sentidos, un gosvāmī. Las actividades materiales son actividades heroicas falsas, mientras que restringir los sentidos de las ocupaciones materiales es un gran heroísmo. Por grande que sea un héroe en el mundo material, hay dos masas de carne y sangre que le pueden vencer de inmediato: los senos de una mujer. Hay muchos ejemplos de esto en la historia de las actividades materiales; el héroe romano Marco Antonio quedó cautivado por la belleza de Cleopatra. En la India también tenemos un gran héroe, Baji Rao, que durante el período de actividad política en Maharastra cayó víctima de una mujer y fue derrotado. La historia nos enseña que en el pasado los políticos se valían de hermosas muchachas a las que entrenaban como viṣa-kanyā. A esas muchachas les iban inyectando veneno en el cuerpo desde que nacían, para que, con el paso del tiempo, se volviesen inmunes al veneno y fuesen ellas mismas tan venenosas que pudieran matar a una persona con solo besarla. La misión de esas muchachas venenosas consistía en ir a ver a un enemigo y matarle con un beso. La historia de la humanidad nos da muchos ejemplos de héroes dominados por simples mujeres. Como parte integral de Kṛṣṇa, la entidad viviente es un gran héroe, sin duda alguna, pero, por su propia debilidad, se siente atraída por los aspectos materiales.

kṛṣṇa-bahirmukha hañā bhoga-vāñchā kare
nikaṭa-stha māyā tāre jāpaṭiyā dhare

En el Prema-vivarta se dice que la entidad viviente, tan pronto como desea disfrutar de la naturaleza material, cae víctima de la energía material. La entidad viviente no está obligada a venir al mundo material. Elige por sí misma, sintiéndose atraída por la hermosura de las mujeres. Toda entidad viviente tiene la libertad de dejarse atraer por la naturaleza material o ser un héroe y resistir esa atracción. Se trata simplemente de si se deja atraer o no. De ninguna manera se le obliga a entrar en contacto con la energía material. Aquel que puede mantenerse estable y resistir la atracción de la naturaleza material es un verdadero héroe, y merece el calificativo de gosvāmī. Nadie puede llegar a ser gosvāmī si no es amo de sus sentidos. En este mundo, la entidad viviente puede escoger entre dos posiciones. Puede ser un sirviente de sus sentidos, o puede ser su amo. Como sirviente de sus sentidos, se convierte en un gran héroe material, y como amo de sus sentidos es un gosvāmī, un héroe espiritual.

Texto

kā tvaṁ kañja-palāśākṣi
kasyāsīha kutaḥ sati
imām upa purīṁ bhīru
kiṁ cikīrṣasi śaṁsa me

Palabra por palabra

— quién; tvam — tú; kañja-palāśa — como los pétalos del loto; akṣi — ojos; kasya — cuyos; asi — tú eres; iha — aquí; kutaḥ — de dónde; sati — ¡oh, casta muchacha!; imām — esta; upa — cerca; purīm — ciudad; bhīru — ¡oh, tímida muchacha!; kim — qué; cikīrṣasi — estás tratando de hacer; śaṁsa — por favor, explica; me — a mí.

Traducción

Mi querida muchacha de ojos de loto, por favor, explícame de dónde vienes, quién eres y de quién eres hija. Pareces muy casta. ¿Por qué has venido aquí? ¿Cuáles son tus intenciones? Por favor, explícame todo esto.

Significado

El primer aforismo del Vedānta-sūtra es athāto brahma-jijñāsā. En la forma humana de vida hay que plantearse muchas preguntas, dirigidas a uno mismo y a la propia inteligencia. En las formas de vida inferiores a la vida humana, la inteligencia no cubre más que el ámbito de las necesidades primarias de la vida: comer, dormir, aparearse y defenderse. Los perros, los gatos y los tigres están siempre ocupados tratando de encontrar algo de comer o un lugar donde dormir, tratando de defenderse y de tener éxito en sus relaciones sexuales. Sin embargo, en la forma humana de vida uno debe ser lo bastante inteligente como para preguntarse quién es, por qué ha venido al mundo, cuál es su deber, quién es el controlador supremo, qué diferencia hay entre la materia inerte y la entidad viviente, etc. Hay muchas preguntas, y la persona de verdad inteligente debe preguntar acerca de la fuente suprema de todo: athāto brahma-jijñāsā. La entidad viviente siempre está en contacto con una determinada cantidad de inteligencia; pero en la forma humana de vida, la entidad viviente debe preguntar por su identidad espiritual. Esa es la auténtica inteligencia humana. Se dice que la persona cuya conciencia se limita al cuerpo no es mejor que un animal, aunque esté en una forma humana. En el Bhagavad-gītā (15.15), Śrī Kṛṣṇa dice: sarvasya cāhaṁ hṛdi sanniviṣṭo mattaḥ smṛtir jñānam apohanaṁ ca: «Yo estoy situado en el corazón de todos, y de Mí vienen el recuerdo, el conocimiento y el olvido». En la forma animal, la entidad viviente olvida por completo su relación con Dios. Eso se denomina apohanam, olvido. Sin embargo, en la forma humana de vida, la conciencia está más evolucionada; por consiguiente, el ser humano tiene la posibilidad de entender su relación con Dios. En la forma humana hay que utilizar la inteligencia haciendo todas esas preguntas, tal como Purañjana, la entidad viviente, que está preguntando a la desconocida muchacha de dónde ha venido, a qué se dedica, por qué está allí, etc. Son preguntas acerca de ātma-tattva, la autorrealización. La conclusión es que la entidad viviente que no es inquisitiva con respecto a la autorrealización, no es más que un animal.

Texto

ka ete ’nupathā ye ta
ekādaśa mahā-bhaṭāḥ
etā vā lalanāḥ subhru
ko ’yaṁ te ’hiḥ puraḥ-saraḥ

Palabra por palabra

ke — quiénes; ete — todos esos; anupathāḥ — seguidores; ye — los cuales; te — tus; ekādaśa — once; mahā-bhaṭāḥ — muy poderosos guardaespaldas; etāḥ — todas esas; — también; lalanāḥ — mujeres; su-bhru — ¡oh, muchacha de ojos hermosos!; kaḥ — quién; ayam — esa; te — tu; ahiḥ — la serpiente; puraḥ — frente; saraḥ — ir.

Traducción

Mi querida muchacha de ojos de loto, ¿quiénes son esos once poderosos guardaespaldas que están contigo?; y ¿quiénes son esos diez sirvientes? ¿Quiénes son esas mujeres que siguen a los diez sirvientes?; y ¿quién es la serpiente que va delante de ti?

Significado

Los diez poderosos sirvientes de la mente son los cinco sentidos para la acción y los cinco sentidos para adquirir conocimiento. La actividad de esos diez sentidos está bajo la tutela de la mente. Juntos, la mente y los diez sentidos son once poderosos guardaespladas. A los cientos de mujeres que están bajo la jurisdicción de los sentidos se las designa con la palabra lalanāḥ. La actividad de la mente se subordina a la inteligencia; a la mente se subordinan los diez sentidos, y por debajo de esos diez sentidos hay infinidad de deseos que satisfacer. Todo el conjunto, sin embargo, depende de la fuerza vital, representada por la serpiente. La mente actúa mientras la fuerza vital está presente, y por debajo de la mente actúan los sentidos, que originan multitud de deseos materiales. En realidad, todos esos elementos son una gran molestia para la entidad viviente, purañjana. Para ella no son más que una gran fuente de ansiedad; el que se entrega a la Suprema Personalidad de Dios y lo deja todo en Sus manos, se libera de esas ansiedades. Por consiguiente, Prahlāda Mahārāja aconseja a las personas que han emprendido el modo de vida materialista, modo de vida que nunca es permanente, sino temporal, que se refugien en la Suprema Personalidad de Dios y dejen a un lado todas sus supuestas responsabilidades, y, de este modo, se liberen de toda ansiedad.

Texto

tvaṁ hrīr bhavāny asy atha vāg ramā patiṁ
vicinvatī kiṁ munivad raho vane
tvad-aṅghri-kāmāpta-samasta-kāmaṁ
kva padma-kośaḥ patitaḥ karāgrāt

Palabra por palabra

tvam — tú; hrīḥ — timidez; bhavānī — la esposa del Señor Śiva; asi — eres; atha — más bien; vāk — Sarasvatī, la diosa de la erudición; ramā — la diosa de la fortuna; patim — esposo; vicinvatī — en busca de, pensando en; kim — ¿eres tú?; muni-vat — como un sabio; rahaḥ — en este lugar solitario; vane — en el bosque; tvat-aṅghri — tus pies; kāma — desear; āpta — obtenidas; samasta — todas; kāmam — cosas deseables; kva — dónde está; padma-kośaḥ — la flor de loto; patitaḥ — caída; kara — de la mano; agrāt — de la porción frontal, la palma.

Traducción

Mi querida y hermosa muchacha, eres exactamente como la diosa de la fortuna, la esposa del Señor Śiva o la diosa de la erudición, la esposa del Señor Brahmā. Debes de ser una de ellas, pero te veo paseando por el bosque. En verdad, eres tan silenciosa como los grandes sabios. ¿Estás buscando a tu esposo? Sea quien sea él, con solo entender lo fiel que le eres, llegará a poseer toda clase de opulencias. Supongo que eres la diosa de la fortuna, pero no veo la flor de loto en tu mano. Por eso te pregunto, ¿dónde la has tirado?

Significado

Todo el mundo piensa que su inteligencia es perfecta. Hay quien emplea la inteligencia en la adoración de Umā, la esposa del Señor Śiva, para obtener una esposa hermosa. Hay quien desea ser tan erudito como el Señor Brahmā, y emplea la inteligencia en la adoración de Sarasvatī, la diosa de la erudición. También hay quien desea ser tan opulento como el Señor Viṣṇu, y adora a la diosa de la fortuna, Lakṣmī. En este verso, el rey Purañjana, la entidad viviente, desconcertado y sin saber cómo emplear la inteligencia, hace todas esas preguntas. La inteligencia debe emplearse en el servicio de la Suprema Personalidad de Dios. Tan pronto como alguien emplea la inteligencia de esa forma, de un modo natural obtiene el favor de la diosa de la fortuna. La diosa de la fortuna, Lakṣmī, nunca está sin su esposo, el Señor Viṣṇu. Por esa razón, el adorador de Viṣṇu obtiene, de modo natural, el favor de la diosa de la fortuna. No hay que ser como Rāvaṇa, que adoraba a la diosa de la fortuna sola, pues ella no puede estar mucho tiempo sin su esposo. Por eso recibe el nombre de Cañcalā, «inquieta». En este verso está claro que Purañjana, en su conversación con la muchacha, representa a nuestra inteligencia. Él no solo apreció su timidez, sino que se sentía cada vez más atraído por esa timidez. En realidad estaba pensando en ser su esposo; por eso le preguntó si estaba pensando en un futuro esposo o si ya estaba casada. Este es un ejemplo de bhoga-icchā, del deseo de disfrute. El que se deja atraer por esos deseos queda condicionado en el mundo material, y el que no cede a esa atracción, alcanza la liberación. El rey Purañjana apreciaba la belleza de la muchacha; no sabía si era la diosa de la fortuna. Al mismo tiempo, era prudente y tenía en cuenta que, excepto el Señor Viṣṇu, nadie puede disfrutar de la diosa de la fortuna. Como dudaba de si la muchacha era la diosa de la fortuna o no, le preguntó por la flor de loto que, de serlo, habría llevado en la mano. También el mundo material es la diosa de la fortuna, pues, como se indica en el Bhagavad-gītā (mayādhyakṣeṇa prakṛtiḥ sūyate sa-carācaram), es el Señor Viṣṇu quien dirige la acción de la energía material.

No hay ninguna entidad viviente que pueda disfrutar del mundo material. Cuando alguien desea disfrutar de él, inmediatamente se vuelve un demonio como Rāvaṇa, Hiraṇyakaśipu o Kaṁsa. Rāvaṇa deseó disfrutar de Sītādevī, la diosa de la fortuna; debido a ello, fue destruido con toda su familia, sus riquezas y su opulencia. Sin embargo, sí se puede disfrutar de la māyā que el Señor Viṣṇu concede a la entidad viviente. La satisfacción de los sentidos y de los deseos significa disfrutar de māyā, y no de la diosa de la fortuna.

Texto

nāsāṁ varorv anyatamā bhuvi-spṛk
purīm imāṁ vīra-vareṇa sākam
arhasy alaṅkartum adabhra-karmaṇā
lokaṁ paraṁ śrīr iva yajña-puṁsā

Palabra por palabra

na — no; āsām — de estas; varoru — ¡oh, muy afortunada muchacha!; anya-tamā — ninguna; bhuvi-spṛk — tocar el suelo; purīm — ciudad; imām — esta; vīra-vareṇa — el gran héroe; sākam — junto con; arhasi — tú mereces; alaṅkartum — decorar; adabhra — gloriosas; karmaṇā — cuyas actividades; lokam — mundo; param — trascendental; śrīḥ — la diosa de la fortuna; iva — como; yajña-puṁsā — con el disfrutador de todos los yajñas.

Traducción

¡Oh, muy afortunada muchacha!, veo que tus pies tocan el suelo; así pues, parece que no eres ninguna de las mujeres que he mencionado. Pero, si eres una mujer de este planeta, puedes quedarte conmigo; de esa forma aumentarás la belleza de esta ciudad. Serás como la diosa de la fortuna, que, en compañía del Señor Viṣṇu, aumenta la belleza de los planetas Vaikuṇṭhas. Debes saber que soy un gran héroe, un rey muy poderoso en este planeta.

Significado

Entre las mentalidades demoníaca y devocional hay una diferencia. Los devotos saben perfectamente bien que ninguna entidad viviente puede disfrutar de la diosa de la fortuna, la compañera constante de Viṣṇu, Nārāyaṇa. Este nivel superior de comprensión se denomina conciencia de Kṛṣṇa. No obstante, todo el mundo desea ser feliz imitando la prosperidad de Nārāyaṇa. Purañjana, en este verso, afirma que la muchacha parece una mujer corriente. Sin embargo, como siente atracción por ella, le pide que se quede con él y, de esta forma, poder ser tan feliz como la diosa de la fortuna. De modo que se presenta como un gran rey muy influyente, para que ella le acepte por esposo y sea tan feliz como la diosa de la fortuna. El deseo de disfrutar del mundo material desde una posición subordinada a la Suprema Personalidad de Dios es divino. Los demonios, sin embargo, desean disfrutar del mundo material sin tener en cuenta a la Suprema Personalidad de Dios. Esa es la diferencia entre el demonio y el semidiós.

La mención de la palabra bhuvi-spṛk en este verso es muy significativa. Los semidioses, cuando vienen a este planeta, no tocan el suelo con los pies. Purañjana podía entender que la muchacha no pertenecía al mundo trascendental ni al sistema planetario superior, pues sus pies tocaban el suelo. En este mundo todas las mujeres desean que su esposo sea muy influyente, rico y poderoso; por esa razón, Purañjana se presentó como una de esas grandes personalidades, a fin de seducir a la muchacha. Sean hombres o mujeres, en el mundo material todos desean disfrutar. El hombre desea disfrutar de una mujer hermosa, y la mujer desea disfrutar de un hombre poderoso y opulento. Toda entidad viviente que tenga esos deseos materiales recibe el calificativo de puruṣa, disfrutador. Desde un punto de vista superficial, la mujer parece ser la disfrutada, y el hombre el disfrutador, pero internamente todos son disfrutadores. Por eso se dice que en el mundo material todo es māyā.

Texto

yad eṣa māpāṅga-vikhaṇḍitendriyaṁ
savrīḍa-bhāva-smita-vibhramad-bhruvā
tvayopasṛṣṭo bhagavān mano-bhavaḥ
prabādhate ’thānugṛhāṇa śobhane

Palabra por palabra

yat — debido a que; eṣaḥ — esta; — a mí; apāṅga — con tus miradas; vikhaṇḍita — agitado; indriyam — cuyos sentidos o cuya mente; sa-vrīḍa — con timidez; bhāva — afecto; smita — sonreír; vibhramat — desconcertar; bhruvā — con cejas; tvayā — por ti; upasṛṣṭaḥ — influido; bhagavān — el muy poderoso; manaḥ-bhavaḥ — cupido; prabādhate — causa perturbación; atha — por lo tanto; anugṛhāṇa — ten misericordia; śobhane — ¡oh, muy hermosa!

Traducción

En verdad, hoy tu mirada ha agitado mucho mi mente. Tu sonrisa, que está llena de timidez y de deseo al mismo tiempo, agita al más poderoso cupido en mi interior. Por eso, ¡oh, bellísima muchacha!, te pido que tengas misericordia de mí.

Significado

Todo el mundo tiene deseos lujuriosos en su interior; tan pronto como una mujer hermosa nos agita con el movimiento de sus cejas, el cupido que llevamos dentro dispara sus flechas al corazón. De esa forma, caemos rápidamente víctimas de las cejas de una mujer hermosa. Y cuando estamos agitados con deseos lujuriosos, los sentidos se sienten atraídos por todo tipo de viṣaya (objetos de disfrute, como el sonido, el tacto, la forma, el olor y el sabor). Esos atractivos objetos de los sentidos nos obligan a caer bajo el control de una mujer, y ese es el comienzo de la vida condicionada de la entidad viviente. Vida condicionada significa vivir bajo el control de una mujer; esa es la realidad: la entidad viviente depende siempre de la misericordia de una mujer o de un hombre. Las entidades vivientes viven atadas entre sí, y de esa forma, sometidas a la ilusión de māyā, continúan condicionadas en la vida material.

Texto

tvad-ānanaṁ subhru sutāra-locanaṁ
vyālambi-nīlālaka-vṛnda-saṁvṛtam
unnīya me darśaya valgu-vācakaṁ
yad vrīḍayā nābhimukhaṁ śuci-smite

Palabra por palabra

tvat — tu; ānanam — cara; su-bhru — de hermosas cejas; su-tāra — con hermosas pupilas; locanam — ojos; vyālambi — suelto; nīla — con reflejos azules; alaka-vṛnda — con mechones de cabello; saṁvṛtam — rodeada; unnīya — habiendo levantado; me — hacia mí; darśaya — muestra; valgu-vācakam — con palabras muy dulces para el oído; yat — cuyo rostro; vrīḍayā — por timidez; na — no; abhimukham — a los ojos; śuci-smite — ¡oh, mujer de encantadoras sonrisas!

Traducción

Mi querida muchacha, tu cara es tan hermosa, con esos bonitos ojos, tus bellas cejas, tu oscuro cabello suelto. Los sonidos que salen de tu boca son muy dulces. Pero eres tan tímida que no me miras a los ojos. Por eso te pido, querida muchacha, que sonrías; por favor, levanta la cabeza y mírame.

Significado

Estas palabras son típicas de una entidad viviente que se siente atraída por el sexo opuesto. Se trata de la confusión que produce el condicionamiento de la naturaleza material. Atraída por la belleza de la energía material, la persona siente grandes deseos de disfrutar, como se ilustra detalladamente en este ejemplo de Purañjana atraído por la hermosa mujer. La entidad viviente en la vida condicionada siente atracción por un rostro, unas cejas, unos ojos, una voz o cualquier otra cosa. Todo resulta atractivo. Cuando un hombre o una mujer sienten atracción por un representante del sexo opuesto, ya no importa si este es hermoso o no. En el rostro del amado, el amante lo ve todo hermoso, y se siente atraído. Esa atracción hace que la entidad viviente caiga en el mundo material, como se explica en el Bhagavad-gītā (7.27):

icchā-dveṣa-samutthena
dvandva-mohena bhārata
sarva-bhūtāni sammohaṁ
sarge yānti parantapa

«¡Oh, vástago de Bharata! ¡oh, conquistador del enemigo!, todas las entidades vivientes nacen bajo la influencia de la ilusión, confundidas por las dualidades que surgen del deseo y la aversión».

Ese condicionamiento de la vida se denomina avidyā. Lo contrario de avidyā es el conocimiento verdadero. El Śrī Īśopaniṣad establece la diferencia entre vidyā y avidyā, el conocimiento y la ignorancia. Con avidyā (ignorancia), quedamos condicionados; con vidyā (conocimiento), nos liberamos. Aquí Purañjana admite que se siente atraído por avidyā. Deseando una visión completa de los rasgos de avidyā, pide a la muchacha que alce la cabeza, para poder ver su cara directamente. Está deseando ver los distintos rasgos que hacen que avidyā sea atractiva.

Texto

nārada uvāca
itthaṁ purañjanaṁ nārī
yācamānam adhīravat
abhyanandata taṁ vīraṁ
hasantī vīra mohitā

Palabra por palabra

nāradaḥ uvāca — el gran sabio Nārada continuó hablando; ittham — después de esto; purañjanam — a Purañjana; nārī — la mujer; yācamānam — pedir; adhīra-vat — estando demasiado impaciente; abhyanandata — ella habló; tam — a él; vīram — el héroe; hasantī — sonriendo; vīra — ¡oh, héroe!; mohitā — atraída por él.

Traducción

Nārada continuó: Mi querido rey, Purañjana sentía una atracción tan intensa y estaba tan impaciente por tocar a la muchacha y disfrutar de ella, que la muchacha también se sintió atraída por sus palabras y accedió a su ruego con una sonrisa. En aquel momento sentía ya verdadera atracción por el rey.

Significado

Este ejemplo nos muestra que cuando un hombre toma la iniciativa y corteja a una mujer, esta se siente atraída hacia él. Este proceso se explica en el Bhāgavatam (5.5.8) con las palabras puṁsaḥ striyā mithunī-bhāvam etam. El ámbito de esa atracción es la vida sexual. Por lo tanto, el enredo material se sustenta en el impulso sexual. Esa vida condicionada, el plano del disfrute material de los sentidos, es la causa del olvido de la vida espiritual. De esa forma, la conciencia de Kṛṣṇa original de la entidad viviente queda cubierta y se convierte en conciencia material, y la persona se ocupa en actividades de complacencia de los sentidos.

Texto

na vidāma vayaṁ samyak
kartāraṁ puruṣarṣabha
ātmanaś ca parasyāpi
gotraṁ nāma ca yat-kṛtam

Palabra por palabra

na — no; vidāma — conozco; vayam — yo; samyak — perfectamente; kartāram — hacedor; puruṣa-ṛṣabha — ¡oh, tú, el mejor de los seres humanos!; ātmanaḥ — de mí; ca — y; parasya — de otros; api — también; gotram — linaje familiar; nāma — nombre; ca — y; yat-kṛtam — por quien ha sido hecho.

Traducción

La muchacha dijo: ¡Oh, tú, el mejor de los seres humanos!, no sé quien me ha engendrado. Sobre eso no puedo darte una información perfecta. Tampoco conozco los nombres y el origen de mis compañeros.

Significado

La entidad viviente ignora su origen. No sabe por qué ha sido creado el mundo material, por qué hay otros ejecutando actividades en él, ni cuál es en última instancia el origen de esta manifestación. Nadie conoce las respuestas a esas preguntas; eso se llama ignorancia. Investigando sobre el origen de la vida, algunos importantes científicos descubren ciertas composiciones químicas o combinaciones celulares, pero en realidad nadie conoce la fuente original de la vida en el mundo material. La frase brahma-jijñāsā se emplea en relación con el deseo de conocer la fuente original de nuestra existencia en el mundo material. Ningún filósofo, científico ni político sabe verdaderamente de dónde hemos venido, por qué estamos aquí luchando arduamente por la existencia, y adónde vamos a ir. Por lo general, la gente opina que nuestra presencia aquí es accidental, y que tan pronto como le llegue el fin al cuerpo, el drama de nuestras actividades se terminará y nos volveremos cero. Esos científicos y filósofos son impersonalistas y nihilistas. En este verso, la muchacha expresa cuál es la verdadera posición de la entidad viviente. No puede decir a Purañjana el nombre de su padre porque no sabe de dónde ha venido. Ni sabe la razón de su presencia en ese lugar. Francamente reconoce que no sabe nada al respecto. Esa es la posición de la entidad viviente en el mundo material. Hay muchos científicos, filósofos y grandes líderes, pero ninguno sabe de dónde ha venido, ni por qué está en el mundo material tratando de alcanzar una posición en la que pueda ser supuestamente feliz. En la vida en el mundo material gozamos de muchas comodidades, pero somos tan necios que no nos preguntamos quién ha hecho que este mundo sea habitable, y quién lo ha organizado de un modo tan perfecto. Todo funciona según un orden determinado, pero la gente necia piensa que su presencia en el mundo material se debe al azar, y que después de morir quedarán reducidos a la nada. Piensan que este hermoso lugar de residencia continuará existiendo de manera natural.

Texto

ihādya santam ātmānaṁ
vidāma na tataḥ param
yeneyaṁ nirmitā vīra
purī śaraṇam ātmanaḥ

Palabra por palabra

iha — aquí; adya — hoy; santam — existir; ātmānam — entidades vivientes; vidāma — eso es lo que sabemos; na — no; tataḥ param — más allá de eso; yena — por quien; iyam — esto; nirmitā — creado; vīra — ¡oh, gran héroe!; purī — ciudad; śaraṇam — lugar de reposo; ātmanaḥ — de todas las entidades vivientes.

Traducción

¡Oh, gran héroe!, lo único que sabemos es que estamos aquí. No sabemos qué ocurrirá después. En verdad, somos tan necios que ni nos preocupamos de averiguar quién ha creado este maravilloso lugar para que vivamos en él.

Significado

Esa falta de conciencia de Kṛṣṇa se denomina ignorancia. En el Śrīmad-Bhāgavatam (5.5.5), se dice que es parābhavas tāvad abodha-jātaḥ. En el mundo material, todos nacemos ignorantes, dice por lo tanto el Bhāgavatam. En nuestra ignorancia creamos el nacionalismo, la filantropía, el internacionalismo, la ciencia, la filosofía y tantas otras cosas cuyo principio básico es la ignorancia. ¿De qué vale todo ese avance en el conocimiento, si su principio básico es la ignorancia? La única opción es ser consciente de Kṛṣṇa; de lo contrario, todas las actividades están destinadas al fracaso. La finalidad especial de la forma humana de vida es disipar la ignorancia, pero la gente, sin entender cómo disipar la ignorancia, se dedica a organizar y construir muchas cosas que, sin embargo, se terminan con la muerte.

Texto

ete sakhāyaḥ sakhyo me
narā nāryaś ca mānada
suptāyāṁ mayi jāgarti
nāgo ’yaṁ pālayan purīm

Palabra por palabra

ete — todos estos; sakhāyaḥ — amigos varones; sakhyaḥ — compañeras; me — mis; narāḥ — hombres; nāryaḥ — mujeres; ca — y; māna-da — ¡oh, hombre respetable!; suptāyām — durante el sueño; mayi — yo estoy; jāgarti — se mantiene despierta; nāgaḥ — serpiente; ayam — esta; pālayan — proteger; purīm — esta ciudad.

Traducción

Mi querido caballero, de todos estos hombres y mujeres que están conmigo, solo sé que son mis amigos; la serpiente, que siempre está despierta, protege la ciudad incluso mientras duermo. Eso es lo único que sé. No sé nada más.

Significado

Purañjana había preguntado a la mujer acerca de aquellos once hombres, sus esposas y la serpiente. La mujer los describió brevemente. Es obvio que no tenía conocimiento completo acerca de los hombres, las mujeres y la serpiente que la rodeaban. Como antes se explicó, la serpiente es la fuerza vital del ser vivo. Esa fuerza vital permanece siempre despierta, incluso cuando el cuerpo y los sentidos se fatigan y dejan de actuar. La serpiente, la fuerza vital, permanece intacta y despierta incluso cuando dormimos y entramos en un estado de inconsciencia. Por eso soñamos cuando dormimos. Cuando la entidad viviente abandona el cuerpo material, la fuerza vital permanece todavía intacta, y pasa a otro cuerpo material. Ese proceso se denomina transmigración o cambio de cuerpo, y hemos llegado a conocerlo con el nombre de muerte. En realidad, no hay tal muerte. La fuerza vital existe con el alma, y cuando esta se despierta de su supuesto sueño, puede ver a sus once amigos, que son los sentidos activos y la mente, con sus diversos deseos (esposas). La fuerza vital permanece. El proceso respiratorio, que continúa incluso mientras dormimos, nos permite entender que la serpiente vive, alimentándose del aire que entra en el cuerpo. El aire se manifiesta en forma de aliento; por el aliento sabemos que un hombre dormido está vivo. La fuerza vital permanece activa y viva, protegiendo el cuerpo, aun cuando el cuerpo denso está dormido. Por lo tanto, se explica que la serpiente está viva y que come aire para mantener el cuerpo en condiciones para la vida.

Texto

diṣṭyāgato ’si bhadraṁ te
grāmyān kāmān abhīpsase
udvahiṣyāmi tāṁs te ’haṁ
sva-bandhubhir arindama

Palabra por palabra

diṣṭyā — por fortuna para mí; āgataḥ asi — tú has venido aquí; bhadram — todo lo auspicioso; te — a ti; grāmyān — sensual; kāmān — objetos de disfrute deseados; abhīpsase — tú deseas disfrutar; udvahiṣyāmi — yo te daré; tān — todos ellos; te — a ti; aham — yo; sva-bandhubhiḥ — con todos mis amigos; arim-dama — ¡oh, aniquilador del enemigo!

Traducción

¡Oh, aniquilador del enemigo!, de una forma u otra, has venido, lo cual es ciertamente una gran fortuna para mí. Te deseo lo mejor. Tienes grandes deseos de satisfacer tus sentidos; yo y todos mis amigos haremos todo lo que esté en nuestras manos por satisfacer tus deseos.

Significado

La entidad viviente desciende al mundo material para complacer los sentidos, y su inteligencia, representada aquí por la mujer, le marca las directrices adecuadas para que pueda proporcionar a sus sentidos la mayor satisfacción. La realidad, sin embargo, es que la inteligencia viene de la Superalma, la Suprema Personalidad de Dios, quien da a la entidad viviente que ha descendido al mundo material todo lo que necesita. Como se afirma en el Bhagavad-gītā (2.41):

vyavasāyātmikā buddhir
ekeha kuru-nandana
bahu-śākhā hy anantāś ca
buddhayo ’vyavasāyinām

«Aquellos que están en el sendero espiritual son muy resueltos, y su objetivo es solo uno. ¡Oh, amado hijo de los Kurus!, la inteligencia de los irresolutos tiene infinidad de ramificaciones».

Cuando un devoto está avanzando hacia la iluminación espiritual, su único objetivo es el servicio a la Suprema Personalidad de Dios. No le atrae ninguna otra actividad, ni material ni espiritual. El rey Purañjana representa a la entidad viviente común, y la mujer representa la inteligencia de esa entidad viviente. La entidad viviente disfruta de sus sentidos materiales, y la inteligencia colabora con ella aportando todo lo necesario para ese disfrute. Tan pronto como entra en la forma humana, la entidad viviente queda atrapada en una tradición familiar, una nacionalidad, unas costumbres, etc., dispuestas para ella por la māyā de la Suprema Personalidad de Dios. De esta manera, bajo la influencia del concepto corporal de la vida, la entidad viviente saca el máximo partido de su inteligencia para satisfacer los sentidos.

Texto

imāṁ tvam adhitiṣṭhasva
purīṁ nava-mukhīṁ vibho
mayopanītān gṛhṇānaḥ
kāma-bhogān śataṁ samāḥ

Palabra por palabra

imām — esta; tvam — Tu Gracia; adhitiṣṭhasva — quédate; purīm — en la ciudad; nava-mukhīm — con nueve puertas; vibho — ¡oh, mi señor!; mayā — por mí; upanītān — preparada; gṛhṇānaḥ — tomar; kāma-bhogān — los materiales para la complacencia de los sentidos; śatam — cien; samāḥ — años.

Traducción

Mi querido señor, he preparado para ti esta ciudad de nueve puertas; en ella podrás gozar de la complacencia de los sentidos en todas sus formas. Podrás vivir aquí durante cien años, y tendrás todo lo que necesites para complacer los sentidos.

Significado

Dharmārtha-kāma-mokṣānāṁ dārāḥ samprāpti-hetavaḥ. La esposa es la causa del éxito en la religión, el crecimiento económico, la complacencia de los sentidos, y finalmente, la salvación. Cuando alguien acepta una esposa, debe entenderse que está recibiendo ayuda en su progreso hacia la liberación. En los primeros años de la vida, la persona recibe educación de brahmacārī; después se le permite casarse con una muchacha adecuada para formar una familia. El que se prepara cuidadosamente para la vida de casado, encuentra todo lo necesario para la vida humana, es decir, para comer, dormir, aparearse y defenderse. Todo está a su disposición, siempre y cuando se haga conforme a los principios regulativos.

Texto

kaṁ nu tvad-anyaṁ ramaye
hy arati-jñam akovidam
asamparāyābhimukham
aśvastana-vidaṁ paśum

Palabra por palabra

kam — a quién; nu — entonces; tvat — que tú; anyam — otro; ramaye — voy a permitir disfrutar; hi — ciertamente; arati-jñam — sin conocimiento del disfrute sexual; akovidam — por lo tanto, prácticamente tontos; asamparāya — sin conocimiento de la siguiente vida; abhimukham — mirar hacia adelante; aśvastana-vidam — el que no sabe lo que va a ocurrir después; paśum — como animales.

Traducción

¿Cómo puedo pensar en unirme a otros, que ni son expertos en la vida sexual, ni saben cómo disfrutar de la vida en el presente y después de la muerte? Esos tontos son como animales, porque no conocen el proceso para disfrutar de los sentidos en esta vida y después de la muerte.

Significado

Como hay 8 400 000 especies de vida, también hay muchas condiciones de vida diferentes. En las etapas inferiores de la vida (la vida de los árboles y plantas), no hay ningún sistema de relación sexual. En etapas superiores (las aves e insectos), hay vida sexual, pero en realidad los insectos y demás animales no saben cómo disfrutar de la vida sexual. En la forma humana de vida, sin embargo, se dispone de conocimiento completo acerca de cómo disfrutar de la vida sexual. De hecho, hay muchos mal llamados filósofos que dan directrices para disfrutar de la vida sexual. Existe incluso una ciencia denominada kāma-śāstra, que es la ciencia de la vida sexual. Por otra parte, en la vida humana tenemos las divisiones de brahmacarya, gṛhastha, vānaprastha y sannyāsa. La vida sexual se limita al āśrama de gṛhastha, es decir, a la vida de casado. Al brahmacārī no se le permite ninguna vida sexual, el vānaprastha se abstiene voluntariamente, y el sannyāsī es completamente renunciado. Los karmīs no practican vida de brahmacarya, vānaprastha o sannyāsa, pues sienten gran atracción por la vida de gṛhastha. En otras palabras, en el ser humano están muy marcadas las tendencias materiales. De hecho, esas tendencias materiales están en todas las entidades vivientes. Prefieren la vida de gṛhastha, porque en ella se permite la vida sexual. Los karmīs piensan que las restantes posiciones son peores que la vida animal, pues los animales también tienen relaciones sexuales, mientras que el brahmacārī, el vānaprastha y el sannyāsī las abandonan por completo. Por esa razón, para los karmīs esas órdenes de vida espiritual son aborrecibles.

Texto

dharmo hy atrārtha-kāmau ca
prajānando ’mṛtaṁ yaśaḥ
lokā viśokā virajā
yān na kevalino viduḥ

Palabra por palabra

dharmaḥ — ritual religioso; hi — ciertamente; atra — aquí (en este gṛhastha-āśrama, en esta vida familiar); artha — crecimiento económico; kāmau — complacencia de los sentidos; ca — y; prajā-ānandaḥ — el placer de las generaciones; amṛtam — los resultados del sacrificio; yaśaḥ — fama; lokāḥ — sistemas planetarios; viśokāḥ — sin lamentación; virajāḥ — sin enfermedad; yān — que; na — nunca; kevalinaḥ — los trascendentalistas; viduḥ — conocen.

Traducción

La mujer continuó: En el mundo material, la vida de casado trae consigo todas las formas de felicidad en cuanto a la religión, el crecimiento económico, la complacencia de los sentidos y la generación de descendientes, hijos y nietos. Después de eso, se puede desear la liberación y la fama material. El casado puede valorar debidamente el resultado de los sacrificios, gracias a los cuales puede elevarse a los sistemas planetarios superiores. A los trascendentalistas, toda esta felicidad material les es prácticamente desconocida. No pueden ni imaginar una felicidad semejante.

Significado

Según las enseñanzas de los Vedas, las actividades humanas pueden discurrir por dos senderos, pravṛtti-mārga y nivṛtti-mārga, cuyo principio básico es, en ambos casos, la vida religiosa. En la vida animal solo hay pravṛtti-mārga. Pravṛtti-mārga significa disfrute de los sentidos, y nivṛtti-mārga significa avance espiritual. Los animales y los demonios no conocen el concepto de nivṛtti-mārga, y en realidad, tampoco el de pravṛtti-mārga. El sendero de pravṛtti-mārga afirma que, aun si se tienen tendencias de complacencia sensorial, esa complacencia puede regularse conforme a las directrices de los mandamientos védicos. Por ejemplo, todo el mundo tiene tendencia a disfrutar de la vida sexual, pero la civilización demoníaca no pone ninguna restricción a ese disfrute. En la cultura védica, el disfrute de la vida sexual debe seguir las regulaciones de los Vedas. Así pues, los Vedas marcan directrices a los seres humanos a fin de que puedan satisfacer su tendencia a complacer los sentidos.

Sin embargo, en el sendero de la iluminación trascendental, nivṛtti-mārga, la vida sexual está completamente prohibida. Las órdenes sociales se dividen en cuatro partes: brahmacarya, gṛhastha, vānaprastha y sannyāsa; según las enseñanzas védicas, el sendero de pravṛtti-mārga solo se puede alentar y admitir en la vida matrimonial. En las órdenes de brahmacarya, vānaprastha y sannyāsa, no se permite la vida sexual.

En este verso, la mujer aboga exclusivamente por pravṛtti-mārga, y desaconseja el sendero de nivṛtti-mārga. Dice claramente que los yatis, los trascendentalistas, que no tienen otro interés que la vida espiritual (kaivalya), no pueden ni imaginar la felicidad de pravṛtti-mārga. En otras palabras, el hombre que sigue los principios védicos disfruta del modo de vida materialista y obtiene la felicidad, no solo en esta vida, sino también en la siguiente, pues se eleva a los planetas celestiales. En esta vida está siempre ocupado en diversas clases de celebraciones religiosas, y goza de todo tipo de opulencias materiales, como hijos y nietos. Los sufrimientos materiales son el nacimiento, la vejez, las enfermedades y la muerte, pero cuando esas circunstancias se presentan, los que están interesados en pravṛtti-mārga celebran diversas clases de ceremonias religiosas. Sin tener en cuenta los sufrimientos del nacimiento, la vejez, las enfermedades y la muerte, son adictos a la celebración de funciones especiales siguiendo las ceremonias rituales de los Vedas.

En realidad, sin embargo, el sendero de pravṛtti-mārga se basa en la vida sexual. Como se afirma en el Śrīmad-Bhāgavatam (7.9.45), yan maithunādi-gṛhamedhi-sukhaṁ hi tuccham. El casado que es demasiado adicto al pravṛtti-mārga, en realidad, no es un gṛhastha, sino un gṛhamedhī. El gṛhastha, a pesar de que desea la complacencia de los sentidos, actúa conforme a las instrucciones de los Vedas. Sin embargo, el grhamedhī, a quien solo le interesa la complacencia de los sentidos, no sigue ninguna de esas instrucciones. El gṛhamedhī se empeña en la defensa de la vida sexual, y también permite a sus hijos e hijas ocuparse en la misma causa, impidiendo de esa forma que sus vidas puedan alcanzar un fin glorioso. El gṛhastha disfruta de la vida sexual tanto en esta vida como en la siguiente, pero el gṛhamedhī lo ignora todo acerca de la vida futura, pues no tiene otro interés que el disfrute sexual en esta misma vida. En suma, la persona que siente demasiada inclinación por la vida sexual, no se preocupa por la vida espiritual trascendental. Característica especial de la era de Kali es que nadie tiene interés en hacer avance espiritual. Incluso en las ocasiones en que una persona tiene interés en avanzar espiritualmente, es muy probable que adopte un método falso de vida espiritual, dejándose descarriar por uno de tantos falsarios.

Texto

pitṛ-devarṣi-martyānāṁ
bhūtānām ātmanaś ca ha
kṣemyaṁ vadanti śaraṇaṁ
bhave ’smin yad gṛhāśramaḥ

Palabra por palabra

pitṛ — antepasados; deva — semidioses; ṛṣi — sabios; martyānām — de la humanidad en general; bhūtānām — de las entidades vivientes, que son infinitas; ātmanaḥ — de uno mismo; ca — también; ha — ciertamente; kṣemyam — beneficiosa; vadanti — ellos dicen; śaraṇam — refugio; bhave — en el mundo material; asmin — esta; yat — la cual; gṛha-āśramaḥ — vida familiar.

Traducción

La mujer continuó: Según las autoridades, la vida familiar no solo es agradable para uno mismo, sino que también complace a los antepasados, a los semidioses, a los grandes sabios, a las personas santas y a todo el mundo. Así pues, la vida matrimonial es muy beneficiosa.

Significado

En el sistema védico se explica que al nacer en el mundo material contraemos muchas deudas. Tenemos deudas con los semidioses —Indra, Varuṇa, los semidioses del Sol y de la Luna, etc.—, porque nos proveen de todo lo que necesitamos para vivir. Por su misericordia recibimos calor, luz, agua y todos los demás recursos naturales. También estamos endeudados con nuestros antepasados, que nos han dado el cuerpo, un patrimonio, la inteligencia, la sociedad, la amistad y el amor. De la misma manera, tenemos una deuda con la gente en general, por cuestiones políticas y sociológicas, y también con los animales inferiores, como los caballos, vacas, asnos, perros, gatos, etc. De esta forma, tan pronto como nacemos como seres humanos en el mundo material, contraemos muchas deudas, y estamos obligados a pagarlas. Si no lo hacemos, nos enredamos cada vez más en el proceso del nacimiento y la muerte. Pero el gṛhamedhī, que es muy adicto a las cosas materiales, no sabe que con tan solo refugiarse en los pies de loto de Mukunda, se liberaría inmediatamente de todas las deudas contraídas. Por desdicha, el gṛhamedhī no tiene el menor interés en ser consciente de Kṛṣṇa. Dice Prahlāda Mahārāja:

matir na kṛṣṇe parataḥ svato vā
mitho ’bhipadyeta gṛha-vratānām

(Bhāg. 7.5.30)

Gṛha-vrata es sinónimo de gṛhamedhī. Considerando que la vida sexual es lo supremo, no encuentra sentido alguno a las actividades conscientes de Kṛṣṇa. Llevado de sus propias reflexiones, de instrucciones recibidas de otros, o de consultas realizadas, se vuelve adicto a la actividad sexual y no puede actuar con conciencia de Kṛṣṇa.

Texto

kā nāma vīra vikhyātaṁ
vadānyaṁ priya-darśanam
na vṛṇīta priyaṁ prāptaṁ
mādṛśī tvādṛśaṁ patim

Palabra por palabra

— quién; nāma — en verdad; vīra — mi querido héroe; vikhyātam — famoso; vadānyam — magnánimo; priya-darśanam — hermoso; na — no; vṛṇīta — aceptaría; priyam — fácilmente; prāptam — obtenido; mādṛśī — como yo; tvādṛśam — como tú; patim — esposo.

Traducción

¡Oh, mi querido héroe! ¿Quién, en este mundo, no te aceptaría como esposo? ¡Eres tan famoso, tan magnánimo, tan hermoso, tan accesible!

Significado

Todo esposo es un verdadero héroe para su esposa. En otras palabras, cuando una mujer ama a un hombre, ese hombre le parece muy hermoso y magnánimo. Para que alguien pueda dedicar su vida a otra persona, debe encontrarla hermosa. Al esposo se le considera muy magnánimo porque da a su esposa todos los hijos que ella desea. Las mujeres desean hijos; por lo tanto, cuando un esposo puede complacer a su cónyuge en la vida sexual y le da hijos, se le considera muy magnánimo. Si, además de ser magnánimo engendrando hijos, le proporciona alhajas, buenos alimentos y vestidos, ella se somete a él por completo. Esa esposa satisfecha nunca abandonará la compañía de su esposo. La Manu-saṁhitā aconseja que, para mantener a la esposa contenta, el esposo debe obsequiarla con alhajas, porque las mujeres, por lo general, se sienten atraídas por el hogar, las alhajas, los vestidos, los hijos, etc.; la mujer es, de este modo, el centro del disfrute material.

A este respecto es muy significativa la palabra vikhyātam. El hombre que se muestra atrevido con las mujeres hermosas goza siempre de fama por ello, y ese atrevimiento a veces se considera violación. Aunque la violación es un acto penado por la ley, la verdad es que a las mujeres les gustan los hombres muy atrevidos.

Texto

kasyā manas te bhuvi bhogi-bhogayoḥ
striyā na sajjed bhujayor mahā-bhuja
yo ’nātha-vargādhim alaṁ ghṛṇoddhata-
smitāvalokena caraty apohitum

Palabra por palabra

kasyāḥ — de quién; manaḥ — mente; te — tuya; bhuvi — en el mundo; bhogi-bhogayoḥ — como el cuerpo de una serpiente; striyāḥ — de una mujer; na — no; sajjet — se siente atraída; bhujayoḥ — por los brazos; mahā-bhuja — ¡oh, hombre de poderosos brazos!; yaḥ — el que; anātha-vargā — de pobres mujeres como yo; adhim — sufrimientos de la mente; alam — capaz; ghṛṇā-uddhata — con impetuosa misericordia; smita-avalokena — con atractiva sonrisa; carati — viajas; apohitum — para disipar.

Traducción

¡Oh, hombre de poderosos brazos! ¿Qué mujer, en este mundo, no se sentiría atraída por tus brazos, que son como cuerpos de serpiente? Con tu atractiva sonrisa y tu impetuosa misericordia, alivias de verdad los sufrimientos de mujeres como nosotras, que estamos faltas de un esposo. Creemos que si viajas por la superficie de la Tierra, es solo para nuestro beneficio.

Significado

Cuando un hombre impetuoso acosa a una mujer que no tiene esposo, ella lo considera un acto de misericordia. Por lo general, la mujer se siente muy atraída por los largos brazos de los hombres. El cuerpo de la serpiente es cilíndrico, y en su extremo es más estrecho y delgado. A la mujer, los hermosos brazos del hombre le parecen serpientes, y tiene grandes deseos de ser estrechada entre esos brazos.

En este verso es muy significativa la palabra anātha-vargā. Nātha significa «esposo», y a significa «sin». De la mujer joven que no está casada se dice que es anātha, que significa «que no está protegida». La mujer, tan pronto como llega a la pubertad, se siente muy agitada con deseos sexuales. Por lo tanto, el padre tiene el deber de casar a su hija antes de que llegue a la pubertad. De lo contrario, la falta de un esposo será un verdadero martirio. A esa edad, ella se sentirá muy complacida con cualquiera que satisfaga su deseo sexual. Sicológicamente es un hecho que cuando un hombre satisface el apetito sexual de una mujer que se encuentra en la pubertad, ella le amará durante el resto de su vida, sin considerar de quién se trate. Así pues, el supuesto amor del mundo material no es más que satisfacción sexual.

Texto

nārada uvāca
iti tau dam-patī tatra
samudya samayaṁ mithaḥ
tāṁ praviśya purīṁ rājan
mumudāte śataṁ samāḥ

Palabra por palabra

nāradaḥ uvāca — el gran sabio Nārada habló; iti — así; tau — ellos; dam-patī — marido y mujer; tatra — allí; samudya — con idéntico entusiasmo; samayam — aceptándose; mithaḥ — mutuamente; tām — en aquel palacio; praviśya — entrar; purīm — en aquella ciudad; rājan — ¡oh, rey!; mumudāte — disfrutaron de la vida; śatam — cien; samāḥ — años.

Traducción

El gran sabio Nārada continuó: Mi querido rey, encontrando apoyo y comprensión mutua, el hombre y la mujer entraron en la ciudad y disfrutaron de la vida durante cien años.

Significado

Con respecto a esto, es significativa la cifra de cien años, ya que al ser humano se le conceden hasta cien años de vida. La duración de la vida varía de un planeta a otro, según la distancia que separa al planeta del Sol. En otras palabras, los cien años de este planeta no son como los cien años de otro planeta. El Señor Brahmā vive cien años del tiempo del planeta Brahmaloka, pero un día de Brahmā equivale a millones de años de este planeta. De la misma manera, un día de los planetas celestiales equivale a seis meses de este planeta. En todos los planetas, no obstante, la vida del ser humano viene a durar cien años. El nivel de vida también varía, en función de la duración de la vida en los distintos planetas.

Texto

upagīyamāno lalitaṁ
tatra tatra ca gāyakaiḥ
krīḍan parivṛtaḥ strībhir
hradinīm āviśac chucau

Palabra por palabra

upagīyamānaḥ — ensalzado en canciones; lalitam — muy hermosas; tatra tatra — aquí y allá; ca — también; gāyakaiḥ — por los cantantes; krīḍan — jugar; parivṛtaḥ — rodeado; strībhiḥ — de mujeres; hradinīm — en el agua del río; āviśat — entraba; śucau — cuando hacía demasiado calor.

Traducción

Muchos cantantes profesionales celebraban con canciones las glorias del rey Purañjana y sus gloriosas actividades. En verano, cuando hacía mucho calor, solía bañarse en un estanque; rodeado de muchas mujeres, disfrutaba de su compañía.

Significado

Las actividades del ser humano varían según el estado en que se encuentre. Un estado de vida recibe el nombre de jāgrata, la vida en el estado despierto, y otro se denomina svapna, la vida en el sueño. Un tercer estado recibe el nombre de susupti, que es la vida en un estado inconsciente, y hay un cuarto estado, que es posterior a la muerte. En el verso anterior se describió la vida en el estado despierto; es decir, el hombre y la mujer se casaron y disfrutaron de la vida durante cien años. En este verso se describen las actividades de la vida en el sueño, pues las actividades de Purañjana durante el día se reflejaban también por la noche en el estado de sueño. Purañjana vivía con su esposa disfrutando de los sentidos, y por la noche podía saborear ese mismo disfrute de diversas maneras. Cuando un hombre está muy fatigado, duerme profundamente, pero un hombre rico, cuando está muy fatigado, sale al jardín en compañía de muchas amigas y, jugando en el agua, disfruta de su compañía. Esa es la tendencia de la entidad viviente en el mundo material. A menos que se haya educado siguiendo el sistema de brahmacarya, la entidad viviente nunca se conformará con una sola mujer. Por lo general, el hombre tiene la tendencia a disfrutar de muchas mujeres; el impulso sexual es tan fuerte que, en el mismísimo final de la vida y a pesar de su avanzada edad, el hombre todavía desea disfrutar de la compañía de muchachas jóvenes. De esta forma, debido al poderoso impulso sexual, la entidad viviente se va enredando cada vez más en el mundo material.

Texto

saptopari kṛtā dvāraḥ
puras tasyās tu dve adhaḥ
pṛthag-viṣaya-gaty-arthaṁ
tasyāṁ yaḥ kaścaneśvaraḥ

Palabra por palabra

sapta — siete; upari — arriba; kṛtāḥ — hechas; dvāraḥ — puertas; puraḥ — de la ciudad; tasyāḥ — esa; tu — entonces; dve — dos; adhaḥ — abajo; pṛthak — diferentes; viṣaya — a lugares; gati-artham — para ir; tasyām — en aquella ciudad; yaḥ — el que; kaścana — quienquiera; īśvaraḥ — gobernador.

Traducción

Siete de las nueve puertas de la ciudad estaban en la superficie, y dos eran subterráneas. En total, se habían construido nueve puertas, y cada una llevaba a un lugar distinto. El gobernador de la ciudad hacía uso de todas ellas.

Significado

Las siete puertas situadas en la parte superior del cuerpo son los dos ojos, las fosas nasales, los oídos y la boca. Las dos puertas subterráneas son el recto y los genitales. El rey o gobernador del cuerpo, que es la entidad viviente, emplea todas esas puertas para disfrutar de diversos placeres materiales. El sistema de construir varias puertas que abrían paso hacia diferentes destinos todavía puede verse hoy en las ciudades antiguas de la India. En el pasado, las capitales estaban rodeadas de murallas, y había distintas puertas para encaminarse hacia distintas ciudades y para salir en determinadas direcciones. En la parte vieja de Delhi quedan todavía restos de las murallas circundantes y de algunas de sus puertas, que llevan los nombres de Puerta de Cachemira, Puerta de Lahore, etc. De la misma manera, en Ahmadabad hay una Puerta de Delhi. Con esta comparación queremos decir que la entidad viviente desea disfrutar de distintos tipos de opulencias materiales, y que con este fin, la naturaleza ha provisto su cuerpo de varios orificios que puede utilizar para el disfrute de los sentidos.

Texto

pañca dvāras tu paurastyā
dakṣiṇaikā tathottarā
paścime dve amūṣāṁ te
nāmāni nṛpa varṇaye

Palabra por palabra

pañca — cinco; dvāraḥ — puertas; tu — entonces; paurastyāḥ — orientadas hacia el este; dakṣiṇā — sur; ekā — una; tathā — también; uttarā — una hacia el norte; paścime — de la misma manera, en la parte occidental; dve — dos; amūṣām — de ellas; te — a ti; nāmāni — nombres; nṛpa — ¡oh, rey!; varṇaye — voy a describir.

Traducción

Mi querido rey, cinco de esas nueve puertas estaban orientadas hacia el este, una llevaba al norte, una al sur, y las dos restantes estaban orientadas hacia el oeste. Trataré de decirte los nombres de todas esas puertas.

Significado

De las siete puertas visibles, es decir, los dos ojos, los dos oídos, las dos fosas nasales y la boca, hay cinco que dan al frente; en la descripción se dice que esas son las puertas orientadas hacia el este. Mirar al frente significa ver el sol; como el sol sale por el este, se dice que esas puertas son las puertas del este. Las puertas del norte y del sur representan los dos oídos, y las dos puertas del oeste representan el recto y los genitales. A continuación se describen todas las puertas y entradas.

Texto

khadyotāvirmukhī ca prāg
dvārāv ekatra nirmite
vibhrājitaṁ janapadaṁ
yāti tābhyāṁ dyumat-sakhaḥ

Palabra por palabra

khadyotā — de nombre Khadyotā; āvirmukhī — de nombre Āvirmukhī; ca — también; prāk — hacia el este; dvārau — dos puertas; ekatra — en el mismo lugar; nirmite — estaban construidas; vibhrājitam — llamada Vibhrājita; jana-padam — ciudad; yāti — solía ir; tābhyām — por ellas; dyumat — llamado Dyumān; sakhaḥ — con su amigo.

Traducción

Las puertas llamadas Khadyotā y Āvirmukhī estaban orientadas hacia el este, pero construidas una junto a la otra. Acompañado por un amigo cuyo nombre era Dyumān, el rey salía por esas puertas hacia la ciudad de Vibhrājita.

Significado

Los dos nombres, Khadyotā y Āvirmukhī, significan «luciérnaga» y «antorcha». Esto indica que, de los dos ojos, el izquierdo tiene menos capacidad visual. Los dos están construidos en el mismo lugar, pero uno es más fuerte que el otro en capacidad visual. El rey, que es la entidad viviente, usa esas dos puertas para ver, pero no puede hacerlo si no está acompañado por un amigo, cuyo nombre es Dyumān. Ese amigo es el Sol. Los dos ojos están situados en el mismo lugar, pero sin la luz del Sol, no pueden ver. Vibhrājitaṁ janapadam. Quien desee ver algo con toda claridad (vibhrājitam) debe ver con los dos ojos y con la ayuda de su amigo, la luz del Sol. Cada persona es rey de su cuerpo, porque se vale de las diversas puertas a voluntad. A pesar de lo orgulloso que está de sus capacidades visuales y auditivas, ese rey, sin embargo, tiene que depender de la ayuda de la naturaleza.

Texto

nalinī nālinī ca prāg
dvārāv ekatra nirmite
avadhūta-sakhas tābhyāṁ
viṣayaṁ yāti saurabham

Palabra por palabra

nalinī — de nombre Nalinī; nālinī — de nombre Nālinī; ca — también; prāk — hacia el este; dvārau — dos puertas; ekatra — en el mismo lugar; nirmite — construidas; avadhūta — de nombre Avadhūta; sakhaḥ — con su amigo; tābhyām — por esas dos puertas; viṣayam — lugar; yāti — solía ir; saurabham — de nombre Saurabha.

Traducción

En el este había otras dos puertas, Nalinī y Nālinī, también construidas una junto a la otra. Por esas puertas, y en compañía de un amigo llamado Avadhūta, el rey solía ir a la ciudad de Saurabha.

Significado

Las dos puertas llamadas Nalinī y Nālinī son las dos fosas nasales. La entidad viviente disfruta de esas dos puertas con la ayuda de diversos avadhūtas (aires) que constituyen el proceso respiratorio. Por esas puertas, la entidad viviente va a la ciudad de Saurabha, que es el aroma. En otras palabras, las fosas nasales, con ayuda de su amigo el aire, disfrutan de diversos aromas en el mundo material. Nalinī y Nālinī son los conductos de las fosas nasales, por los cuales se inhala y se exhala, disfrutando del aroma del placer de los sentidos.

Texto

mukhyā nāma purastād dvās
tayāpaṇa-bahūdanau
viṣayau yāti pura-rāḍ
rasajña-vipaṇānvitaḥ

Palabra por palabra

mukhyā — la principal; nāma — llamada; purastāt — en el lado oriental; dvāḥ — puerta; tayā — por esa; āpaṇa — de nombre Āpaṇa; bahūdanau — de nombre Bahūdana; viṣayau — dos lugares; yāti — solía ir; pura-rāṭ — el rey de la ciudad (Purañjana); rasa-jña — de nombre Rasajña; vipaṇa — de nombre Vipaṇa; anvitaḥ — junto con.

Traducción

La quinta puerta que daba al este era la Puerta Mukhyā, la puerta principal. Por ella, en compañía de sus amigos Rasajña y Vipaṇa, solía visitar dos lugares, Bahūdana y Āpaṇa.

Significado

Aquí se explica que la boca es la puerta principal, la más importante. La boca es una entrada importante porque con ella cumplimos dos funciones: una de ellas es comer, y la otra es hablar. Comemos con la ayuda de un amigo, Rasajña, la lengua, que puede saborear gran diversidad de alimentos. La lengua se usa también para hablar; puede hablar del disfrute material de los sentidos, o puede hablar conocimiento védico. Por supuesto, aquí se hace especial hincapié en el disfrute material de los sentidos. Por eso se emplea la palabra rasajña.

Texto

pitṛhūr nṛpa puryā dvār
dakṣiṇena purañjanaḥ
rāṣṭraṁ dakṣiṇa-pañcālaṁ
yāti śrutadharānvitaḥ

Palabra por palabra

pitṛhūḥ — de nombre Pitṛhū; nṛpa — ¡oh, rey!; puryāḥ — de la ciudad; dvāḥ — puerta; dakṣiṇena — en el lado sur; purañjanaḥ — el rey Purañjana; rāṣṭram — al país; dakṣiṇa — sur; pañcālam — de nombre Pañcāla; yāti — solía ir; śruta-dhara-anvitaḥ — junto con su amigo Śrutadhara.

Traducción

La puerta sur de la ciudad llevaba el nombre de Pitṛhū; el rey Purañjana solía cruzarla para visitar la ciudad de Dakṣiṇa-pañcāla, acompañado de su amigo Śrutadhara.

Significado

El oído derecho se emplea para las actividades fruitivas karma-kāṇḍīya. La persona apegada al disfrute de los recursos materiales escucha a través del oído derecho y emplea los cinco sentidos para elevarse a sistemas planetarios superiores como Pitṛloka. Por eso aquí se describe el oído derecho con el nombre de puerta Pitṛhū.

Texto

devahūr nāma puryā dvā
uttareṇa purañjanaḥ
rāṣṭram uttara-pañcālaṁ
yāti śrutadharānvitaḥ

Palabra por palabra

devahūḥ — de nombre Devahū; nāma — como se llamaba; puryāḥ — de la ciudad; dvāḥ — puerta; uttareṇa — en el lado norte; purañjanaḥ — el rey Purañjana; rāṣṭram — país; uttara — norte; pañcālam — de nombre Pañcāla; yāti — solía ir; śruta-dhara-anvitaḥ — con su amigo Śrutadhara.

Traducción

Hacia el norte estaba la puerta llamada Devahū. El rey Purañjana usaba esa puerta para ir con su amigo Śrutadhara al lugar conocido con el nombre de Uttara-pañcāla.

Significado

Los dos oídos están situados en los lados norte y sur. El oído del lado sur es muy poderoso, y siempre está anhelando escuchar acerca del disfrute de los sentidos. El oído del lado norte, sin embargo, es para recibir la iniciación del maestro espiritual y para obtener la elevación al cielo espiritual. El oído derecho, que es el oído del lado sur, se denomina Pitṛhū, lo cual indica que se emplea para alcanzar los sistemas planetarios superiores que llevan el nombre de Pitṛloka; sin embargo, el oído izquierdo, que recibe el nombre de Devahū, se emplea para escuchar acerca de sistemas planetarios aún más elevados, como Maharloka, Tapoloka y Brahmaloka, o acerca de planetas por encima de esos, situados en el universo espiritual, planetas en los que nos sentimos más inclinados a permanecer perpetuamente. Esto se explica en el Bhagavad-gītā (9.25):

yānti deva-vratā devān
pitṝn yānti pitṛ-vratāḥ
bhūtāni yānti bhūtejyā
yānti mad-yājino ’pi mām

«Los que adoren a los semidioses nacerán entre los semidioses; los que adoren a los antepasados irán a los antepasados; los que adoren a los fantasmas y los espíritus nacerán entre esos seres; y los que Me adoren a Mí vivirán conmigo».

Cuando alguien tiene interés en ser feliz en este planeta y también después de la muerte, generalmente desea elevarse a los Pitṛlokas. Esa persona puede valerse del oído derecho para escuchar las enseñanzas de los Vedas. Sin embargo, el que tiene interés en ir a Tapoloka, Brahmaloka, los planetas Vaikuṇṭhas o Kṛṣṇaloka, puede recibir iniciación del maestro espiritual para elevarse a esos lokas.

Texto

āsurī nāma paścād dvās
tayā yāti purañjanaḥ
grāmakaṁ nāma viṣayaṁ
durmadena samanvitaḥ

Palabra por palabra

āsurī — de nombre Āsurī; nāma — llamada; paścāt — en el lado oeste; dvāḥ — puerta; tayā — por la cual; yāti — solía ir; purañjanaḥ — el rey Purañjana; grāmakam — de nombre Grāmaka; nāma — llamada; viṣayam — la ciudad del disfrute de los sentidos; durmadena — por Durmada; samanvitaḥ — acompañado.

Traducción

En el lado oeste había una puerta denominada Āsurī. El rey Purañjana solía pasar por esa puerta para ir a la ciudad de Grāmaka, en compañía de su amigo Durmada.

Significado

La puerta del lado oeste de la ciudad tenía el nombre de Āsurī, porque estaba destinada especialmente a los asuras. La palabra asura se refiere a aquellos cuyo interés se centra en la complacencia de los sentidos, y especialmente en la vida sexual, por la cual sienten una gran atracción. De modo que Purañjana, la entidad viviente, obtiene su mayor satisfacción cuando disfruta por medio de los genitales. Esa es la razón por la que solía ir al lugar llamado Grāmaka. Otro nombre de la complacencia material de los sentidos es grāmya, y Grāmaka es el lugar consagrado a la intensa práctica de la vida sexual. Purañjana solía ir a Grāmaka en compañía de su amigo Durmada. La palabra viṣaya se refiere a las cuatro necesidades físicas de la vida, (comer, dormir, aparearse y defenderse). La palabra durmadena se puede analizar de la siguiente manera: dur significa duṣṭa, «pecaminosa», y mada significa «locura». Toda entidad viviente que está en contacto con la naturaleza material recibe el calificativo de mada, «loca». Se dice en las Escrituras:

piśācī pāile yena mati-cchanna haya
māyā-grasta jīvera haya se bhāva udaya

(Prema-vivarta)

Una persona poseída por fantasmas se vuelve prácticamente loca. En su locura, dice disparates de todo tipo. De la misma manera, para ocuparse en la complacencia de los sentidos hay que tener un amigo que sea durmada, es decir, que esté muy gravemente afectado por la enfermedad material.

Las palabras āsurī nāma paścād dvāḥ también son significativas en otro sentido. El punto por el que empieza a hacerse visible el Sol es el este —la Bahía de Bengala—, y a partir de ahí se desplaza poco a poco hacia el oeste. En la práctica se comprueba que la gente que vive en las tierras situadas al oeste es más adicta a la complacencia de los sentidos. El propio Śrī Caitanya Mahāprabhu ha certificado: paścimera loka saba mūḍha anācāra (Cc. Ādi 10.89). Cuanto más hacia el oeste vayamos, veremos que la gente está cada vez menos interesada en la vida espiritual, y que su conducta es contraria a los principios védicos. Esa es la razón por la que los occidentales son más adictos a la complacencia de los sentidos. En el Bhāgavatam se confirma: āsurī nāma paścād dvāḥ. En otras palabras, a la población de la parte occidental le atrae la civilización asúrica, es decir, el modo de vida materialista. El Señor Caitanya, por consiguiente, deseó que se predicase el movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa en la parte occidental del mundo, de manera que la gente adicta a la complacencia de los sentidos pudiera beneficiarse de Sus enseñanzas.

Texto

nirṛtir nāma paścād dvās
tayā yāti purañjanaḥ
vaiśasaṁ nāma viṣayaṁ
lubdhakena samanvitaḥ

Palabra por palabra

nirṛtiḥ — de nombre Nirṛti; nāma — llamada; paścāt — oeste; dvāḥ — puerta; tayā — por la cual; yāti — solía ir; purañjanaḥ — el rey Purañjana; vaiśasam — de nombre Vaiśasa; nāma — llamado; viṣayam — al lugar; lubdhakena — con el amigo llamado Lubdhaka; samanvitaḥ — acompañado.

Traducción

En el lado oeste había otra puerta, conocida con el nombre de Nirṛti. Purañjana solía ir por esa puerta al lugar llamado Vaiśasa, acompañado de su amigo Lubdhaka.

Significado

Aquí se hace referencia al recto, que se considera situado al oeste de los ojos, la nariz y los oídos. Esa puerta está especialmente destinada para la muerte. Cuando una entidad viviente común abandona el cuerpo, lo hace saliendo por el recto. De ahí que sea tan doloroso. Cuando sentimos necesidad de evacuar, también experimentamos dolor. El amigo de la entidad viviente que la acompaña por esa puerta se llama Lubdhaka, que significa «gula». La gula nos hace comer más de lo necesario, y esa glotonería hace que en el momento de evacuar sintamos dolor. La conclusión es que la entidad viviente se siente bien si evacúa debidamente. Esta puerta recibe también el nombre de Nirṛti, la puerta del dolor.

Texto

andhāv amīṣāṁ paurāṇāṁ
nirvāk-peśaskṛtāv ubhau
akṣaṇvatām adhipatis
tābhyāṁ yāti karoti ca

Palabra por palabra

andhau — ciegos; amīṣām — entre aquellos; paurāṇām — de los habitantes; nirvāk — de nombre Nirvāk; peśaskṛtau — de nombre Peśaskṛt; ubhau — ambos; akṣaṇ-vatām — de la gente que tiene ojos; adhipatiḥ — gobernador; tābhyām — con ambos; yāti — solía ir; karoti — solía actuar; ca — y.

Traducción

La ciudad tenía muchos habitantes; dos de ellos se llamaban Nirvāk y Peśaskṛt. Eran ciegos, y por desdicha, el rey Purañjana, aunque gobernaba sobre muchos ciudadanos que tenían ojos, solía relacionarse con ellos. Iba a todas partes en su compañía, y con ellos llevaba a cabo sus actividades.

Significado

Aquí está hablando de los brazos y las piernas de la entidad viviente. Las piernas no hablan, y además, son ciegas. Si una persona confía en sus piernas y se deja llevar por ellas, es muy probable que caiga en un hoyo o tropiece con algo. Por lo tanto, si nos dejamos guiar por las piernas, que son ciegas, nuestra vida puede estar en peligro.

Entre los sentidos para la acción, los brazos y las piernas son muy importantes, pero no tienen ojos para ver. Eso significa que en ellos no hay agujeros. En la cabeza hay muchos agujeros: dos ojos, dos fosas nasales, dos oídos y una boca, pero más abajo, en los brazos y las piernas, no hay agujeros. De ahí que se diga que los brazos y las piernas son andha, ciegos. El cuerpo de la entidad viviente tiene muchos agujeros, pero aun así, la entidad viviente, en sus actividades, tiene que valerse de los brazos y las piernas. La entidad viviente es amo de muchos otros sentidos, pero cuando tiene que ir a alguna parte, hacer algo o tocar algo, tiene que servirse de las piernas y de los brazos, que son ciegos.

Texto

sa yarhy antaḥpura-gato
viṣūcīna-samanvitaḥ
mohaṁ prasādaṁ harṣaṁ vā
yāti jāyātmajodbhavam

Palabra por palabra

saḥ — él; yarhi — cuando; antaḥ-pura — a su residencia privada; gataḥ — solía ir; viṣūcīna — por la mente; samanvitaḥ — acompañado; moham — ilusión; prasādam — satisfacción; harṣam — felicidad; — o; yāti — solía disfrutar; jāyā — esposa; ātma-ja — hijos; udbhavam — producidos por ellos.

Traducción

A veces iba a su residencia privada en compañía de uno de sus principales sirvientes, Viṣūcīna [la mente]. Allí, su esposa y sus hijos eran una fuente de ilusión, satisfacción y felicidad.

Significado

Según la conclusión védica, el ser está situado en el corazón. Como se afirma en lenguaje védico: hṛdy ayam ātmā pratiṣṭhitaḥ: El ser está situado en el corazón. Sin embargo, bajo el condicionamiento material, el alma espiritual está cubierta por las cualidades materiales de bondad, pasión y oscuridad, y esas tres cualidades reaccionan dentro del corazón. Bajo la influencia de la bondad, por ejemplo, nos sentimos felices; bajo la influencia de la pasión, sentimos satisfacción mediante el disfrute material; y en la oscuridad, nos sentimos confusos. Todo ello son actividades de la mente, y se dan en el plano de pensar, sentir y desear.

La entidad viviente rodeada por una esposa, unos hijos y un hogar, actúa en el plano mental. A veces es muy feliz, a veces está muy satisfecha, a veces no está satisfecha, y a veces está confusa. La confusión se denomina moha, ilusión. Debido a la ilusión en que cae por influencia de la sociedad, la amistad y el amor, la entidad viviente cree que esas mal llamadas sociedad, amistad, amor, nacionalidad, comunidad, etc., la protegerán. No sabe que después de la muerte será arrojada en manos de la naturaleza material, que es muy poderosa y la obligará a adoptar un determinado tipo de cuerpo conforme a las actividades que ahora realice. Puede que no se trate siquiera de un cuerpo humano. Así pues, los sentimientos de seguridad de la entidad viviente en esta vida, rodeado de la sociedad, la esposa, las amistades, etc., no son más que una ilusión. Las entidades vivientes, enjauladas en diversidad de cuerpos materiales, caen en la ilusión debido a las actividades de disfrute material que realizan, y olvidan que su verdadero deber es ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios.

Debe entenderse que todo el que no es consciente de Kṛṣṇa es víctima de la ilusión. Los supuestos sentimientos de felicidad y satisfacción derivados de cosas materiales, también son ilusiones. Lo cierto es que ni la sociedad, ni la amistad, ni el amor, ni ninguna otra cosa, pueden salvarnos de la embestida de la energía externa, que se caracteriza por el nacimiento, la muerte, la vejez y las enfermedades. Liberar de la influencia de la ilusión siquiera a una sola entidad viviente es muy difícil; por esa razón, el Señor Kṛṣṇa dice en el Bhagavad-gītā (7.14):

daivī hy eṣā guṇa-mayī
mama māyā duratyayā
mām eva ye prapadyante
māyām etāṁ taranti te

«Esta energía divina Mía, integrada por las tres modalidades de la naturaleza material, es difícil de superar. Pero aquellos que se han entregado a Mí pueden sobrepasarla fácilmente». Por lo tanto, nadie puede salir del enredo de las tres modalidades de la naturaleza material a menos que se entregue por completo a los pies de loto de Kṛṣṇa.

Texto

evaṁ karmasu saṁsaktaḥ
kāmātmā vañcito ’budhaḥ
mahiṣī yad yad īheta
tat tad evānvavartata

Palabra por palabra

evam — así; karmasu — en actividades fruitivas; saṁsaktaḥ — estando demasiado apegado; kāma-ātmā — lujurioso; vañcitaḥ — engañado; abudhaḥ — poco inteligente; mahiṣī — la reina; yat yat — todo lo que; īheta — ella desease; tat tat — todo eso; eva — ciertamente; anvavartata — él seguía.

Traducción

Así, enredado en diversos tipos de invenciones mentales y ocupándose en actividades fruitivas, el rey Purañjana quedó completamente sometido al control de la inteligencia material y se dejó engañar por ella. En verdad, él cumplía todos los deseos de su esposa, la reina.

Significado

Una entidad viviente que está tan confundida como para someterse al control de su esposa, la inteligencia material, tiene que satisfacer la inteligencia de su mal llamada esposa y ceñirse estrictamente a lo que ella le ordena. En diversos śāstras se aconseja que, en pro del bienestar material, siempre hay que tener a la esposa satisfecha, y regalarle alhajas y seguir sus instrucciones. De esa forma, la vida familiar discurrirá sin problemas. Por lo tanto, y para el propio beneficio social, se recomienda tener a la esposa siempre satisfecha. El que ha caído en la posición de ser un sirviente de su esposa se ve obligado a actuar conforme a sus deseos. Con ello, se enreda más cada vez. En Bengala se dice que cuando un hombre se vuelve el siervo obediente de su esposa, pierde toda su reputación. Sin embargo, la dificultad está en que, si no se vuelve un siervo completamente obediente a su esposa, no puede haber paz en la familia. En Occidente, esas alteraciones de la paz familiar dan origen a la ley del divorcio, y en los países orientales, como en la India, existe la separación. La existencia de esa dificultad la confirma la reciente promulgación de la ley del divorcio en la India. Dentro del corazón, la mente actúa, piensa, siente y desea, y caer bajo el control de la esposa es lo mismo que caer bajo el control de la inteligencia material. Cuando eso ocurre, el hombre engendra hijos en la esposa y se enreda en muchísimas actividades, sometido al control de las invenciones mentales.

Texto

kvacit pibantyāṁ pibati
madirāṁ mada-vihvalaḥ
aśnantyāṁ kvacid aśnāti
jakṣatyāṁ saha jakṣiti
kvacid gāyati gāyantyāṁ
rudatyāṁ rudati kvacit
kvacid dhasantyāṁ hasati
jalpantyām anu jalpati
kvacid dhāvati dhāvantyāṁ
tiṣṭhantyām anu tiṣṭhati
anu śete śayānāyām
anvāste kvacid āsatīm
kvacic chṛṇoti śṛṇvantyāṁ
paśyantyām anu paśyati
kvacij jighrati jighrantyāṁ
spṛśantyāṁ spṛśati kvacit
kvacic ca śocatīṁ jāyām
anu śocati dīnavat
anu hṛṣyati hṛṣyantyāṁ
muditām anu modate

Palabra por palabra

kvacit — a veces; pibantyām — mientras bebía; pibati — él bebía; madirām — alcohol; mada-vihvalaḥ — embriagándose; aśnantyām — cuando ella comía; kvacit — a veces; aśnāti — él comía; jakṣatyām — cuando ella masticaba; saha — con ella; jakṣiti — él masticaba; kvacit — a veces; gāyati — él cantaba; gāyantyām — cuando su esposa cantaba; rudatyām — cuando la esposa lloraba; rudati — él también lloraba; kvacit — a veces; kvacit — a veces; hasantyām — cuando ella se reía; hasati — él también reía; jalpantyām — cuando ella hablaba sin parar; anu — siguiéndola; jalpati — él también hablaba sin parar; kvacit — a veces; dhāvati — él también paseaba; dhāvantyām — cuando ella paseaba; tiṣṭhantyām — cuando ella se detenía en silencio; anu — siguiéndola; tiṣṭhati — él se detenía; anu — siguiéndola; śete — él se acostaba; śayānāyām — cuando ella se acostaba en la cama; anu — siguiéndola; āste — él también se sentaba; kvacit — a veces; āsatīm — cuando ella se sentaba; kvacit — a veces; śṛṇoti — él escuchaba; śṛṇvantyām — cuando ella se ponía a escuchar; paśyantyām — cuando ella veía algo; anu — siguiéndola; paśyati — él también solía ver; kvacit — a veces; jighrati — él olía; jighrantyām — cuando su esposa olía algo; spṛśantyām — cuando su esposa tocaba; spṛśati — él también tocaba; kvacit — en ese momento; kvacit ca — a veces también; śocatīm — cuando ella se lamentaba; jāyām — a su esposa; anu — siguiéndola; śocati — él también se lamentaba; dīna-vat — como un pobre hombre; anu — siguiéndola; hṛṣyati — él solía disfrutar; hṛṣyantyām — cuando ella sentía disfrute; muditām — cuando ella estaba satisfecha; anu — siguiéndola; modate — él sentía satisfacción.

Traducción

Cuando la reina bebía alcohol, el rey Purañjana también bebía. Cuando la reina cenaba, él cenaba con ella, y cuando ella masticaba, el rey Purañjana masticaba también. Cuando la reina cantaba, él también cantaba. Y cuando la reina lloraba, él lloraba; si la reina reía, él también reía. Cuando la reina hablaba sin parar, él tampoco paraba de hablar, y cuando la reina paseaba, el rey iba detrás de ella. Si la reina estaba quieta, el rey no se movía, y si la reina se acostaba en la cama, él la seguía y se acostaba con ella. Cuando la reina se sentaba, él también se sentaba, y si la reina escuchaba algo, él la seguía para escuchar lo mismo. Cuando la reina veía algo, el rey lo miraba también, y cuando la reina olía algo, el rey la seguía para oler la misma cosa. Cuando la reina tocaba algo, el rey lo tocaba también, y cuando la querida reina se lamentaba, el pobre rey tenía que acompañarla en su lamentación. De la misma manera, cuando la reina disfrutaba, él también sentía el disfrute, y cuando la reina estaba satisfecha, el rey también sentía satisfacción.

Significado

La mente es el lugar en que está situado el ser, y a la mente la dirige la inteligencia. La entidad viviente, situada en el corazón, sigue a la inteligencia, que es la reina que se describe en el verso; bajo el control de la mente, el alma sigue a la inteligencia material como el rey a su esposa. La conclusión es que la inteligencia material es la causa del cautiverio de la entidad viviente. Lo esencial es que para liberarse de ese enredo hay que seguir a la inteligencia espiritual.

En la vida de Mahārāja Ambarīṣa vemos que el gran Mahārāja comenzó por ocupar la mente en los pies de loto de Kṛṣṇa. De esa forma, su inteligencia se purificó. Mahārāja Ambarīṣa también empleó sus demás sentidos en el servicio del Señor. Los ojos los ocupó en ver a la Deidad en el templo, hermosamente adornada con flores. Ocupó el sentido del olfato en oler las flores, y las piernas en caminar hacia el templo. Sus manos estaban ocupadas en limpiar el templo, y sus oídos, en escuchar acerca de Kṛṣṇa. Su lengua estaba ocupada de dos formas: hablando acerca de Kṛṣṇa, y saboreando el prasāda ofrecido a la Deidad. Las personas materialistas, que están completamente sometidas al control de la inteligencia material, no pueden llevar a cabo esas actividades. Consciente o inconscientemente, se enredan en los dictados de la inteligencia material. Este hecho se resume en el verso siguiente.

Texto

vipralabdho mahiṣyaivaṁ
sarva-prakṛti-vañcitaḥ
necchann anukaroty ajñaḥ
klaibyāt krīḍā-mṛgo yathā

Palabra por palabra

vipralabdhaḥ — cautivado; mahiṣyā — por la reina; evam — de este modo; sarva — toda; prakṛti — existencia; vañcitaḥ — engañado; na icchan — sin desear; anukaroti — seguía e imitaba; ajñaḥ — el necio rey; klaibyāt — por fuerza; krīḍā-mṛgaḥ — un animal amaestrado; yathā — tal como.

Traducción

De esta manera fue engañado el rey Purañjana, cautivado por su hermosa esposa. En verdad, toda su existencia en el mundo material no fue más que un engaño. El pobre rey, como un necio, e incluso contra su voluntad, permaneció bajo el control de su esposa, como un animal amaestrado que baila al son que le toca su amo.

Significado

En este verso es muy significativa la palabra vipralabdhaḥ. Vi significa «específicamente», y pralabdha significa «obtuvo». El rey, para satisfacer sus deseos, obtuvo a la reina, y de ese modo fue víctima del engaño de la existencia material. Aunque no lo deseaba, permaneció bajo el control de la inteligencia material como un animal amaestrado. Como un monito amaestrado que baila al ritmo que le marca su amo, el rey bailaba conforme a los deseos de la reina. En el Śrīmad-Bhāgavatam (5.5.2), se dice: mahat-sevāṁ dvāram āhur vimukteḥ: La relación con una persona santa, es decir, un devoto, despeja el sendero de la liberación. Pero la relación con una mujer o con una persona demasiado apegada a una mujer, despeja por completo el sendero que lleva al cautiverio.

En resumen, para avanzar espiritualmente hay que abandonar la compañía de mujeres. Ese es el sentido de la orden de sannyāsa, la orden de renuncia. Antes de entrar en esa orden y renunciar por completo al mundo material, hay que practicar la abstinencia con respecto a la vida sexual ilícita. Sea lícita o ilícita, la vida sexual es prácticamente la misma; lo que ocurre es que la relación sexual ilícita trae consigo un cautiverio cada vez más profundo. La regulación de la vida sexual deja abierta la posibilidad de que, con el paso del tiempo, se pueda renunciar a la vida sexual y a la relación con mujeres. Si se puede hacer eso, se podrá avanzar con facilidad en el sendero espiritual.

En este capítulo Nārada Muni explica que la entidad viviente, al relacionarse con su querida esposa, queda cautivada. Sentirse atraído por la esposa es equivalente a sentirse atraído por las cualidades materiales. Aquel que siente atracción por la cualidad material de la oscuridad se encuentra en la etapa más baja de la vida, mientras que la posición del que se siente atraído por la cualidad material de la pasión es mejor. A veces vemos que las personas que están en el plano de la bondad material se sienten más o menos atraídas por el cultivo de conocimiento. Esa posición, por supuesto, es mejor, pues el conocimiento predispone a la aceptación del servicio devocional. Sin llegar al plano del conocimiento, la etapa brahma-bhūta, no se puede avanzar en el servicio devocional. Como dice Kṛṣṇa en el Bhagavad-gītā (18.54):

brahma-bhūtaḥ prasannātmā
na śocati na kāṅkṣati
samaḥ sarveṣu bhūteṣu
mad-bhaktiṁ labhate parām

«Aquel que se establece así en el plano trascendental percibe de inmediato el Brahman Supremo y se vuelve plenamente dichoso. Nunca se lamenta ni desea poseer nada. Tiene la misma disposición para con todas las entidades vivientes. Habiendo alcanzado ese estado, Me ofrece servicio devocional puro».

Estar situado en el plano del conocimiento es ventajoso porque es un medio con el cual se puede alcanzar la etapa de servicio devocional. Sin embargo, a quien adopta el servicio devocional directamente, el conocimiento se le revela sin ningún esfuerzo adicional. Esto se confirma en el Śrīmad-Bhāgavatam (1.2.7):

vāsudeve bhagavati
bhakti-yogaḥ prayojitaḥ
janayaty āśu vairāgyaṁ
jñānaṁ ca yad ahaitukam

El servicio devocional hace que se revele de modo espontáneo el conocimiento verdadero acerca de nuestra existencia material. La persona que es lo bastante inteligente llega enseguida a la etapa de renunciar a los falsos supuestos de sociedad, familia y amor, así como a muchas otras cosas. Mientras estemos apegados a la sociedad, la familia y el amor del mundo material, no se puede hablar ni de conocimiento ni de servicio devocional. Sin embargo, al emprender directamente el servicio devocional, nos llenamos de conocimiento y renunciación. De esa forma, nuestra vida alcanza el éxito.

Thus end the Bhaktivedanta purports of the Fourth Canto, Twenty-fifth Chapter, of the Śrīmad-Bhāgavatam, entitled “The Descriptions of the Characteristics of King Purañjana.”