Skip to main content

Texto 6

Sloka 6

Texto

Verš

evaṁ sva-citte svata eva siddha
ātmā priyo ’rtho bhagavān anantaḥ
taṁ nirvṛto niyatārtho bhajeta
saṁsāra-hetūparamaś ca yatra
evaṁ sva-citte svata eva siddha
ātmā priyo ’rtho bhagavān anantaḥ
taṁ nirvṛto niyatārtho bhajeta
saṁsāra-hetūparamaś ca yatra

Palabra por palabra

Synonyma

evam — así pues; sva-citte — en el corazón de uno; svataḥ — mediante Su omnipotencia; eva — ciertamente; siddhaḥ — plenamente representada; ātmā — la Superalma; priyaḥ — muy querida; arthaḥ — esencia; bhagavān — La Suprema Personalidad de Dios; anantaḥ — la eterna e ilimitada; tam — a Él; nirvṛtaḥ — estando desapegado del mundo; niyata — permanente; arthaḥ — el beneficio supremo; bhajeta — se debe adorar; saṁsāra-hetu — la causa del estado condicionado de la existencia; uparamaḥ — cese; ca — ciertamente; yatra — en el cual.

evam — tedy; sva-citte — ve svém srdci; svataḥ — Jeho všemocností; eva — jistě; siddhaḥ — plně zastoupený; ātmā — Nadduše; priyaḥ — velice milý; arthaḥ — podstata; bhagavān — Nejvyšší Osobnost Božství; anantaḥ — věčný neomezený; tam — Jemu; nirvṛtaḥ — odpoutaný od světa; niyata — trvalý; arthaḥ — nejvyšší zisk; bhajeta — oddaný musí uctívat; saṁsāra-hetu — příčina podmíněného stavu bytí; uparamaḥ — ukončení; ca — jistě; yatra — v němž.

Traducción

Překlad

Fijo de ese modo, uno debe prestar servicio a la Superalma que, mediante Su omnipotencia, está situada en el corazón de uno. Como Él es la Todopoderosa Personalidad de Dios, eterna e ilimitada, Él es la meta última de la vida, y por el hecho de adorarlo a Él, uno puede acabar con la causa del estado condicionado de la existencia.

S tímto přesvědčením musí člověk sloužit Nadduši, všemohoucímu Pánu pobývajícímu v jeho srdci. Tento Pán je Všemocná Osobnost Božství, je věčný a neomezený, a proto je konečným životním cílem. Pouze když bude člověk uctívat Jeho, může odstranit příčinu podmíněného stavu bytí.

Significado

Význam

Tal como se confirma en el Bhagavad-gītā (18.61), la Suprema Personalidad de Dios Śrī Kṛṣṇa es la omnipresente Superalma que se encuentra dentro y fuera de todo. Por consiguiente, aquel que es un yogī puede adorarlo solo a Él, porque Él es la esencia y no una ilusión. Cada criatura viviente se dedica al servicio de alguna otra cosa. La posición constitucional del ser viviente es la de prestar servicio, pero en el ambiente de māyā, o la ilusión, o en el estado condicional de la existencia, el alma condicionada busca el servicio de la ilusión. Un alma condicionada trabaja al servicio de cosas temporales tales como su cuerpo, parientes del cuerpo tales como la esposa y los hijos, y los enseres necesarios para mantener el cuerpo y las relaciones corporales, es decir, cosas tales como la casa, la tierra, la riqueza, la sociedad y el país; pero dicha persona no sabe que toda esa clase de ejecuciones de servicio es totalmente ilusoria. Según lo hemos discutido en muchas ocasiones anteriores, este mundo material es de por sí una ilusión, como un espejismo en el desierto. En el desierto existe la ilusión de que hay agua, y los necios animales se ven atrapados por esa ilusión y corren tras el agua del desierto, aunque no hay agua en absoluto. Pero porque no haya agua en el desierto, uno no concluye que no existe agua en ninguna parte. La persona inteligente sabe bien que es seguro que hay agua, agua en los mares y en los océanos, pero esos inmensos depósitos de agua se encuentran lejísimos del desierto. Por lo tanto, uno debe buscar agua en los alrededores de los mares y océanos, y no en el desierto. Cada uno de nosotros está buscando en la vida la verdadera felicidad, es decir, la vida eterna, el conocimiento eterno o ilimitado y una vida bienaventurada sin fin. Pero gente necia que no tiene ningún conocimiento acerca de la esencia, busca la realidad de la vida en la ilusión. Este cuerpo material no dura eternamente, y todo lo que está relacionado con este cuerpo temporal, tal como la esposa, los hijos, la sociedad y el país, también cambia junto con el cambio del cuerpo. Eso se denomina saṁsāra, o la recurrencia del nacimiento, la muerte, la vejez y las enfermedades. A nosotros nos gustaría encontrar una solución a todos esos problemas de la vida, pero no sabemos cómo. Aquí se sugiere que todo aquel que quiera poner fin a esas desdichas de la vida, es decir, a la recurrencia del nacimiento, la muerte, las enfermedades y la vejez, debe emprender este proceso de adorar al Señor Supremo y no a otros, tal como también se sugiere en definitiva en el Bhagavad-gītā (18.65). Si de algún modo queremos acabar con la causa de nuestra vida condicionada, debemos entregarnos a la adoración del Señor Śrī Kṛṣṇa, quien está presente en el corazón de todo el mundo debido al afecto natural que siente por todos los seres vivientes, que son en realidad las partes integrales del Señor (Bg. 18.61). El bebé que se encuentra en el regazo de su madre, naturalmente está apegado a la madre, y la madre está apegada al hijo. Pero cuando el hijo crece y se ve agobiado por las circunstancias, gradualmente se va desapegando de la madre, aunque esta siempre espera algún tipo de servicio procedente del hijo adulto y siente el mismo afecto por él, pese a que este se olvide. De modo similar, como todos nosotros somos parte integral del Señor, Él siempre es afectuoso con nosotros, y siempre trata de hacernos ir de vuelta al hogar, de vuelta a Dios. Pero a nosotros, las almas condicionadas, no nos importa Él, y corremos más bien tras las ilusorias relaciones del cuerpo. Debemos, pues, librarnos de todas las relaciones ilusorias del mundo y buscar reunirnos con el Señor, tratando de prestar servicio a Él, porque Él es la Verdad Suprema. De hecho, estamos anhelando estar con Él, tal como el niño busca a la madre. Y para buscar a la Suprema Personalidad de Dios no tenemos que ir a ninguna otra parte, porque el Señor está en nuestros corazones. Esto no significa, sin embargo, que no debamos ir a los lugares de adoración, es decir, a los templos, iglesias y mezquitas. El Señor también ocupa esos sagrados lugares de adoración, porque Él es omnipresente. Para el hombre común, esos lugares sagrados son centros en los que se aprende la ciencia de Dios. Cuando los templos están desprovistos de actividades, la gente pierde interés en ellos, y, en consecuencia, se vuelve atea gradualmente, lo cual produce como resultado una civilización atea. Una civilización así de infernal aumenta artificialmente las condiciones de vida, y la existencia se vuelve intolerable para todo el mundo. Los necios líderes de una civilización atea tratan de ingeniar diversos planes, para que haya paz y prosperidad en el mundo ateo con el sello patentado del materialismo, y como esos intentos son tan solo ilusorios, la gente elige a líderes ciegos e incompetentes, uno tras otro, que son incapaces de dar soluciones. Si de algún modo queremos acabar con esta anomalía que es una civilización atea, tenemos que seguir los principios de Escrituras reveladas tales como el Śrīmad-Bhāgavatam, y seguir la instrucción de una persona como Śrī Śukadeva Gosvāmī, a quien no lo atrae la ganancia material.

Jak potvrzuje Bhagavad-gītā (18.61), Nejvyšší Osobnost Božství Śrī Kṛṣṇa je všeprostupující všudepřítomná Nadduše. Skutečný yogī tedy bude uctívat jedině Jeho, neboť On je podstata a nikoliv iluze. Každé živé stvoření něčemu slouží. Živé bytosti je přirozeně dané, aby sloužila, ale v atmosféře māyi neboli iluze, v podmíněném stavu bytí, chce podmíněná duše sloužit iluzi. Slouží svému dočasnému tělu, příbuzným, kteří mají vztah k jeho tělu, jako je manželka a děti, a všemu nezbytnému k udržování těla a tělesných vztahů, což znamená domu, půdě, majetku, společnosti a zemi. Neví, že veškerá tato služba je naprosto iluzorní. Už jsme to rozebírali mnohokrát předtím — tento hmotný svět je sám o sobě iluze, jako fata morgána na poušti. Na poušti existuje pouze vidina vody a pošetilá zvířata této iluzi propadnou a běží za ní, přestože tam žádná voda není. Ale z toho, že není voda na poušti, nesmíme usuzovat, že žádná voda neexistuje. Ten, kdo je inteligentní, dobře ví, že samozřejmě existují spousty vody — moře a oceány — ale že jsou od pouště nesmírně daleko. Měli bychom tedy vodu hledat u moří a oceánů a nikoliv na poušti. Každý z nás hledá skutečné životní štěstí. Hledá věčný život, věčné neboli neomezené poznání a nekonečnou životní blaženost. Ale pošetilí lidé, kteří nevědí nic o skutečné realitě, hledají životní skutečnost v iluzi. Toto hmotné tělo nemá věčné trvání a vše, co se pojí s naším dočasným tělem—žena, děti, společnost, vlast atd. — se mění zároveň s tím, jak měníme tělo. To se nazývá saṁsāra neboli koloběh rození, smrti, stáří a nemoci. Rádi bychom všechny tyto problémy života vyřešili, ale nevíme jak. Zde se doporučuje, aby každý, kdo chce ukončit životní utrpení v podobě neustálého rození, smrti, nemoci a stáří, začal uctívat Nejvyššího Pána a nikoho jiného, a to je i konečný pokyn Bhagavad-gīty (18.65). Pokud si přejeme odstranit příčinu svého podmíněného života, musíme začít uctívat Pána Śrī Kṛṣṇu, který je ze Své přirozené náklonnosti ke všem živým bytostem přítomný v srdci každého (Bg. 18.61), neboť všichni jsou Jeho nedílnými částmi. Nemluvně na klíně matky přirozeně tíhne ke své matce a matka tíhne k němu. Když však dítě vyrůstá a přichází pod různé vnější vlivy, postupně se od matky oddaluje, přestože matka od vyrostlého dítěte stále něco očekává a je k němu stále stejně citově poutána i tehdy, když dítě na ni zapomene. Stejně tak my jsme nedílné části Pána, a Pán nám je stále nakloněn a stále nás zve zpátky domů, zpátky k Bohu. My, podmíněné duše, se však o Něho nestaráme a vyhledáváme namísto toho iluzorní tělesné vztahy. Musíme se tedy vymanit ze všech iluzorních spojení se světem a snažit se o to, abychom obnovili svoje spojení s Pánem a abychom Mu sloužili, protože On je konečná pravda. Ve skutečnosti po Něm toužíme stejně jako dítě, které hledá svoji matku. Abychom nalezli Nejvyšší Osobnost Božství, nemusíme nikam chodit, jelikož Pán je v našem srdci. Tím ovšem nechceme říci, že není potřeba navštěvovat místa uctívání jako jsou chrámy, kostely a mešity. Na takových svatých místech Pán také pobývá, protože je všudepřítomný. Tato svatá místa fungují jako školy, kde se obyčejní lidé seznamují s vědou o Bohu. Jakmile se v chrámech nic neděje, lidé se o taková místa přestávají zajímat a vzrůstá jejich bezbožnost. Výsledkem je pak celá bezbožná civilizace. Začne nepřirozená honba za umělými vymoženostmi a celá společnost se promění v peklo, kde se život stává téměř nesnesitelným. Pošetilí vůdci přicházejí s všemožnými plány, jak pod hlavičkou materialismu zavést v bezbožném světě mír a prosperitu, a protože všechny tyto pokusy jsou pouze iluzorní, lidé znovu a znovu volí další nezpůsobilé, slepé vůdce, kteří nedokáží nic vyřešit. Chceme-li tedy ukončit tuto paradoxní situaci bezbožné civilizace, musíme následovat zásady zjevených písem jako je Śrīmad-Bhāgavatam a dodržovat pokyny následovníka Śrī Śukadeva Gosvāmīho, kterého nepřitahují žádné hmotné zisky.