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Text 45

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Texto

Text

tatra dundubhayo nedur
deva-mānava-vāditāḥ
śaśaṁsuḥ sādhavo rājñāṁ
khāt petuḥ puṣpa-vṛṣṭayaḥ
tatra dundubhayo nedur
deva-mānava-vāditāḥ
śaśaṁsuḥ sādhavo rājñāṁ
khāt petuḥ puṣpa-vṛṣṭayaḥ

Palabra por palabra

Synonyms

tatra — después; dundubhayaḥ — tambores; neduḥ — se hicieron sonar; deva — los semidioses de otros planetas; mānava — hombres de todos los países; vāditāḥ — golpeados por; śaśaṁsuḥ — elogiaron; sādhavaḥ — honesto; rājñām — por la orden real; khāt — del cielo; petuḥ — comenzaron a caer; puṣpa-vṛṣṭayaḥ — lluvias de flores.

tatra — thereafter; dundubhayaḥ — drums; neduḥ — were sounded; deva — the demigods from other planets; mānava — men from all countries; vāditāḥ — beaten by; śaśaṁsuḥ — praised; sādhavaḥ — honest; rājñām — by the royal order; khāt — from the sky; petuḥ — began to fall; puṣpa-vṛṣṭayaḥ — showers of flowers.

Traducción

Translation

Después, tanto los hombres como los semidioses tocaron tambores en su honor, y la honesta orden real dio comienzo a demostraciones de honor y respeto. Y del cielo cayeron lluvias de flores.

Thereafter, both men and demigods sounded drums in honor, and the honest royal order commenced demonstrations of honor and respect. And from the sky fell showers of flowers.

Significado

Purport

A Bhīṣmadeva lo respetaban tanto los seres humanos como los semidioses. Los seres humanos viven en la Tierra y otros planetas similares de los grupos de planetas Bhūr y Bhuvar, pero los semidioses viven en el Svar, o en los planetas celestiales, y todos ellos conocían a Bhīṣmadeva como un gran guerrero y devoto del Señor. Como mahājana (o autoridad), él estaba en el nivel de Brahmā, Nārada y Śiva, aunque era un ser humano. Poseer una aptitud a la par de los grandes semidioses, únicamente es posible al alcanzar la perfección espiritual. Así pues, Bhīṣmadeva era conocido por todos los universos, y en su tiempo los viajes interplanetarios se efectuaban mediante métodos más finos que los vanos esfuerzos de las astronaves mecánicas. Cuando los planetas distantes fueron informados de la muerte de Bhīṣmadeva, todos los habitantes de los planetas superiores, así como también los de la Tierra, dejaron caer lluvias de flores, para ofrecerle el debido respeto a la gran personalidad que había partido. Esa lluvia de flores que se realiza desde el cielo es una señal de reconocimiento que hacen los grandes semidioses, y nunca debe compararse con la decoración de un cuerpo muerto. El cuerpo de Bhīṣmadeva perdió sus efectos materiales por estar sobrecargado de comprensión espiritual, y por ello el cuerpo se espiritualizó, tal como cuando el hierro se pone al rojo vivo por el contacto con el fuego. Así pues, el cuerpo de un alma plenamente autorrealizada no se considera material. Para tales cuerpos espirituales se observan ceremonias especiales. El respeto y el reconocimiento que se le dieron a Bhīṣmadeva nunca deben ser imitados por medios artificiales, tal como la moda que hay ahora de observar la mal llamada ceremonia jayantī para cualquier hombre común. Según los śāstras autorizados, esa clase de ceremonia jayantī para un hombre ordinario, por excelso que este pueda ser desde el punto de vista material, es una ofensa que se le hace al Señor, porque el jayantī se reserva para celebrar el día en que el Señor aparece en la Tierra. Bhīṣmadeva era único en sus actividades, y su partida para el Reino de Dios también es única.

Bhīṣmadeva was respected both by the human beings and by the demigods. The human beings live on earth and similar other planets in the Bhūr and Bhuvar group of planets, but the demigods live in the Svar, or heavenly planets, and all of them knew Bhīṣmadeva as a great warrior and devotee of the Lord. As a mahājana (or authority) he was on the level of Brahmā, Nārada and Śiva, although he was a human being. Qualification on a par with the great demigods is possible only on attainment of spiritual perfection. Thus Bhīṣmadeva was known all over the universes, and during his time interplanetary travel was effected by finer methods than the futile endeavors of mechanical spacecraft. When the distant planets were informed of the passing away of Bhīṣmadeva, all the inhabitants of the upper planets as well as of the earth dropped showers of flowers to show due respect to the departed great personality. This showering of flowers from heaven is a sign of recognition by great demigods, and it should never be compared to the decoration of a dead body. The body of Bhīṣmadeva lost its material effects due to being surcharged with spiritual realization, and thus the body was spiritualized as when iron becomes red-hot when in contact with fire. The body of a fully self-realized soul is not, therefore, accepted as material. Special ceremonies are observed for such spiritual bodies. The respect and recognition of Bhīṣmadeva are never to be imitated by artificial means, as it has become a fashion to observe the so-called jayantī ceremony for any and every common man. According to authorized śāstras, such a jayantī ceremony for an ordinary man, however exalted he may be materially, is an offense to the Lord because jayantī is reserved for the day when the Lord appears on the earth. Bhīṣmadeva was unique in his activities, and his passing away to the kingdom of God is also unique.