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Śrīmad-bhāgavatam 1.2.2

Texto

sūta uvāca
yaṁ pravrajantam anupetam apeta-kṛtyaṁ
dvaipāyano viraha-kātara ājuhāva
putreti tan-mayatayā taravo ’bhinedus
taṁ sarva-bhūta-hṛdayaṁ munim ānato ’smi

Palabra por palabra

sūtaḥ — Sūta Gosvāmī; uvāca — dijo; yam — a quien; pravrajantam — mientras se alejaba en pos de la orden de vida de renuncia; anupetam — sin ser reformado con el cordón sagrado; apeta — sin someterse a ceremonias; kṛtyam — deberes prescritos; dvaipāyanaḥ — Vyāsadeva; viraha — separación; kātaraḥ — sintiendo temor de; ājuhāva — exclamó; putra iti — ¡oh, hijo mío!; tat-mayatayā — estando absorto de esa manera; taravaḥ — todos los árboles; abhineduḥ — respondieron; tam — a él; sarva — todas; bhūta — entidades vivientes; hṛdayam — corazón; munim — sabio; ānataḥ asmi — ofrecer reverencias.

Traducción

Śrīla Sūta Gosvāmī dijo: Permítaseme ofrecerle mis respetuosas reverencias a ese gran sabio [Śukadeva Gosvāmī], el cual puede entrar en los corazones de todos. Cuando él se fue para adoptar la orden de vida de renuncia [sannyāsa], abandonando el hogar sin someterse a la reformación del cordón sagrado o de las ceremonias que observan las castas superiores, su padre, Vyāsadeva, temiendo estar separado de él, exclamó: «¡Oh, hijo mío!». Mas, en verdad, al apesadumbrado padre solo le respondió el eco de los árboles, que estaban absortos en los mismos sentimientos de separación.

Significado

La institución de varṇa y āśrama prescribe muchos deberes regulativos que han de observar sus seguidores. Dichos deberes estipulan que un candidato deseoso de estudiar los Vedas debe acercarse a un maestro espiritual genuino y pedirle que lo acepte como su discípulo. El cordón sagrado es el signo que llevan aquellos que son competentes para estudiar los Vedas con el ācārya, o el maestro espiritual genuino. Śrī Śukadeva Gosvāmī no se sometió a dichas ceremonias purificatorias, debido a que era un alma liberada desde su mismo nacimiento.

Por lo general, el hombre nace como un ser ordinario, y mediante los procesos purificatorios nace por segunda vez. Cuando él ve una nueva luz y busca una guía para progresar espiritualmente, se acerca a un maestro espiritual para ser instruido en los Vedas. El maestro espiritual acepta únicamente como discípulo al indagador sincero, y le da el cordón sagrado. De esa forma, el hombre se convierte en un «nacido por segunda vez», o dvija. Después de cumplir con los requisitos de un dvija, uno puede estudiar los Vedas, y al uno estar bien versado en los Vedas, se convierte en un vipra. Un vipra, o un brāhmaṇa competente, llega a comprender así al Absoluto, y sigue progresando más en la vida espiritual, hasta que alcanza la etapa vaiṣṇava. La etapa vaiṣṇava constituye el nivel de posgrado de un brāhmaṇa. Un brāhmaṇa progresivo debe necesariamente volverse un vaiṣṇava, pues un vaiṣṇava es un brāhmaṇa erudito y autorrealizado.

Śrīla Śukadeva Gosvāmī era un vaiṣṇava desde el comienzo; por lo tanto, no había necesidad alguna de que él se sometiera a todos los procesos de la institución varṇāśrama. En fin de cuentas, el objetivo del varṇāśrama-dharma es convertir al hombre basto en un devoto puro del Señor, es decir, en un vaiṣṇava. Así pues, todo aquel que se vuelve un vaiṣṇava aceptado por el vaiṣṇava de primera clase, o vaiṣṇava uttama-adhikārī, ya se considera que es un brāhmaṇa, sin tener en cuenta su nacimiento o acciones pasadas. Śrī Caitanya Mahāprabhu aceptó ese principio y reconoció a Śrīla Haridāsa Ṭhākura como el ācārya del santo nombre, a pesar de que Ṭhākura Haridāsa apareció en una familia musulmana. En conclusión, Śrīla Śukadeva Gosvāmī era un vaiṣṇava de nacimiento y, por consiguiente, el brahmanismo estaba implícito en él. Él no tuvo que someterse a ninguna clase de ceremonias. Cualquier persona de bajo nacimiento —ya sea un kirāta, hūṇa, ãndhra, pulinda, pulkaśa, ãbhīra, śumbha, yavana, khasa o aún más bajo— puede ser liberada y elevada a la más alta posición trascendental por la misericordia de los vaiṣṇavas. Śrīla Śukadeva Gosvāmī era el maestro espiritual de Śrī Sūta Gosvāmī, quien, en consecuencia, le ofrece sus respetuosas reverencias antes de comenzar a dar sus respuestas a las preguntas de los sabios de Naimiṣāraṇya.