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Capítulo 13

Dhṛtarāṣṭra se va del hogar

Texto

sūta uvāca
viduras tīrtha-yātrāyāṁ
maitreyād ātmano gatim
jñātvāgād dhāstinapuraṁ
tayāvāpta-vivitsitaḥ

Palabra por palabra

sūtaḥ uvāca — Śrī Sūta Gosvāmī dijo; viduraḥ — Vidura; tīrtha-yātrāyām — mientras viajaba por diferentes lugares de peregrinaje; maitreyāt — del gran sabio Maitreya; ātmanaḥ — del ser; gatim — destino; jñātvā — por el hecho de conocerlo; āgāt — regresó; hāstinapuram — la ciudad de Hastināpura; tayā — mediante ese conocimiento; avāpta — beneficiándose lo suficiente; vivitsitaḥ — estando bien versado en todo lo conocible.

Traducción

Śrī Sūta Gosvāmī dijo: Mientras Vidura hacía un peregrinaje, recibió del gran sabio Maitreya conocimiento acerca del destino del ser, y regresó luego a Hastināpura. Él se volvió tan versado en la materia como lo deseó.

Significado

Vidura: Es una de las figuras sobresalientes de la historia del Mahābhārata. Fue engendrado por Vyāsadeva en el vientre de la sirvienta de Ambikā, la madre de Mahārāja Pāṇḍu. Es la encarnación de Yamarāja, quien, debido a una maldición de Maṇḍūka Muni, tuvo que convertirse en un śūdra. La historia es la siguiente.

Una vez, la policía estatal aprehendió a unos ladrones que se habían escondido en la ermita de Maṇḍūka Muni. Los agentes policiales, como de costumbre, arrestaron a todos los ladrones, y a Maṇḍūka Muni junto con ellos. El magistrado condenó específicamente al muni a morir atravesado por una lanza. Cuando Maṇḍūka ya estaba a punto de ser ejecutado, la noticia llegó a oídos del rey, quien de inmediato impidió el acto en consideración a que Maṇḍūka era un gran muni. El rey le pidió perdón al muni personalmente por el error de sus hombres, y el santo fue de inmediato ante Yamarāja, que es quien prescribe el destino de los seres vivientes. Al ser interrogado por el muni, Yamarāja respondió que, en su infancia, el muni había atravesado a una hormiga con una pajuela puntiaguda, y por esa razón se lo había puesto en dificultades. El muni consideró que Yamarāja había cometido una insensatez al castigarlo por algo que había hecho en la inocencia de la infancia y, en consecuencia, lo maldijo, condenándolo a volverse un śūdra, y a esta encarnación śūdra de Yamarāja se la conoció como Vidura, el hermano śūdra de Dhṛtarāṣṭra y Mahārāja Pāṇḍu. Pero a este hijo śūdra de la dinastía Kuru, Bhīṣmadeva le dio el mismo trato que a sus otros sobrinos, y, en el transcurso del tiempo, Vidura se casó con una muchacha que también había sido engendrada por un brāhmaṇa en el vientre de una śūdrāṇī. Aunque Vidura no heredó la fortuna de su padre (el hermano de Bhīṣmadeva), no obstante, Dhṛtarāṣṭra, su hermano mayor, le dio suficiente propiedad estatal. Vidura estaba muy apegado a su hermano mayor, y siempre trató de guiarlo por el buen camino. Durante la guerra fratricida de Kurukṣetra, Vidura le imploró reiteradamente a su hermano mayor que hiciera justicia con los hijos de Pāṇḍu, pero a Duryodhana no le gustó esa intromisión de su tío, por lo cual lo insultó. Esto trajo como consecuencia que Vidura se fuera del hogar a peregrinar y fuera instruido por Maitreya.

Texto

yāvataḥ kṛtavān praśnān
kṣattā kauṣāravāgrataḥ
jātaika-bhaktir govinde
tebhyaś copararāma ha

Palabra por palabra

yāvataḥ — todo eso; kṛtavān — hizo; praśnān — preguntas; kṣattā — un nombre de Vidura; kauṣārava — un nombre de Maitreya; agrataḥ — en presencia de; jāta — habiendo crecido; eka — uno; bhaktiḥ — amoroso servicio trascendental; govinde — al Señor Kṛṣṇa; tebhyaḥ — respecto a preguntas adicionales; ca — y; upararāma — dejó de; ha — en el pasado.

Traducción

Después de hacer diversas preguntas y quedar establecido en el amoroso servicio trascendental del Señor Kṛṣṇa, Vidura dejó de hacerle preguntas a Maitreya Muni.

Significado

Vidura dejó de hacerle preguntas a Maitreya Muni, cuando este último lo convenció de que el summum bonum de la vida es estar situado finalmente en el amoroso servicio trascendental del Señor Śrī Kṛṣṇa, quien es Govinda, o aquel que satisface a Sus devotos en todos los aspectos. El alma condicionada, el ser viviente que se halla en la existencia material, busca la felicidad mediante el empleo de sus sentidos en el ámbito de las modalidades del materialismo; pero eso no puede brindarle la satisfacción. El alma busca entonces la Verdad Suprema a través del método filosófico y empírico de la especulación, y a través de las proezas intelectuales. Pero si no consigue la meta última, de nuevo desciende a las actividades materiales, y se dedica a diversas labores filantrópicas y altruistas, todas las cuales no logran proporcionarle la satisfacción. De manera que ni las actividades fruitivas ni la árida especulación filosófica pueden brindarle a uno la satisfacción, ya que el ser viviente es por naturaleza el sirviente eterno del Señor Śrī Kṛṣṇa, y todas las Escrituras védicas lo guían hacia ese último fin. El Bhagavad-gītā (15.15) confirma esa declaración.

Al igual que Vidura, un alma condicionada indagadora debe acudir a un maestro espiritual genuino tal como Maitreya y, mediante preguntas inteligentes, debe tratar de aprender todo lo relativo al karma (las actividades fruitivas), todo lo relativo al jñāna (la investigación filosófica en busca de la Verdad Suprema) y todo lo relativo al yoga (el proceso vinculador de la iluminación espiritual). Aquel en quien no existe una sincera inclinación a hacerle preguntas a un maestro espiritual, no tiene por qué buscarse un maestro espiritual de exhibición, ni debe hacerse pasar por maestro espiritual de otros alguien que, en definitiva, es incapaz de ocupar a su discípulo en el amoroso servicio trascendental del Señor Kṛṣṇa. Vidura logró acercarse a un maestro espiritual tal como lo era Maitreya, y alcanzó la meta máxima de la vida: bhakti por Govinda. Así pues, no había nada más que saber acerca del progreso espiritual.

Texto

taṁ bandhum āgataṁ dṛṣṭvā
dharma-putraḥ sahānujaḥ
dhṛtarāṣṭro yuyutsuś ca
sūtaḥ śāradvataḥ pṛthā
gāndhārī draupadī brahman
subhadrā cottarā kṛpī
anyāś ca jāmayaḥ pāṇḍor
jñātayaḥ sasutāḥ striyaḥ

Palabra por palabra

tam — él; bandhum — pariente; āgatam — habiendo llegado allí; dṛṣṭvā — por verlo; dharma-putraḥ — Yudhiṣṭhira; saha-anujaḥ — junto con sus hermanos menores; dhṛtarāṣṭraḥ — Dhṛtarāṣṭra; yuyutsuḥ — Sātyaki; ca — y; sūtaḥ — Sañjaya; śāradvataḥ — Kṛpācārya; pṛthā — Kuntī; gāndhārī — Gāndhārī; draupadī — Draupadī; brahman — ¡oh, brāhmaṇas!; subhadrā — Subhadrā; ca — y; uttarā — Uttarā; kṛpī — Kṛpī; anyāḥ — otros; ca — y; jāmayaḥ — esposas de otros familiares; pāṇḍoḥ — de los Pāṇḍavas; jñātayaḥ — familiares; sa-sutāḥ — junto con sus hijos; striyaḥ — las damas.

Traducción

Cuando vieron que Vidura regresaba al palacio, todos los residentes —Mahārāja Yudhiṣṭhira, sus hermanos menores, Dhṛtarāṣṭra, Sātyaki, Sañjaya, Kṛpācārya, Kuntī, Gāndhārī, Draupadī, Subhadrā, Uttarā, Kṛpī, muchas otras esposas de los Kauravas, y otras damas con hijos— se apresuraron hacia él con gran deleite. Parecía que hubieran vuelto en sí después de estar inconscientes por mucho tiempo.

Significado

Gāndhārī: La mujer casta ideal de la historia del mundo. Era la hija de Mahārāja Subala, el rey de Gāndhāra (hoy en día Kandahar en Kabul), y en sus días de soltera adoraba al Señor Śiva. En la India, las jóvenes solteras adoran por lo general al Señor Śiva a fin de conseguir un buen esposo. Gāndhārī satisfizo al Señor Śiva, y por la bendición que él le dio de tener cien hijos, le fue prometida en matrimonio a Dhṛtarāṣṭra, pese a que este era ciego de por vida. Cuando Gāndhārī se enteró de que su futuro esposo era un hombre ciego, decidió volverse ciega voluntariamente para seguir a su compañero de vida. Así que se cubrió los ojos con muchos paños de seda, y se casó con Dhṛtarāṣṭra bajo la guía de Śakuni, su hermano mayor. Ella era la muchacha más hermosa de su tiempo, y estaba igualmente dotada de cualidades femeninas, las cuales le granjearon el aprecio de cada uno de los miembros de la corte Kaurava. Pero a pesar de todas sus buenas cualidades, tenía las debilidades naturales de una mujer, y sintió envidia de Kuntī cuando esta última dio a luz un varón. Las dos reinas estaban embarazadas, pero Kuntī fue la primera en dar a luz y tener un varón. Gāndhārī se enfureció por ello y se asestó un golpe en el abdomen. A raíz de esto, dio a luz únicamente un pedazo de carne, pero como era una devota de Vyāsadeva, siguiendo la instrucción de este el trozo se dividió en cien partes, y cada una de ellas se desarrolló gradualmente hasta convertirse en un varón. De ese modo, su ambición de ser la madre de cien hijos se satisfizo, y comenzó a alimentar a todos los hijos conforme a su excelsa posición. Mientras se tejía la intriga de Kurukṣetra, ella no estaba a favor de pelear con los Pāṇḍavas; por el contrario, culpó a Dhṛtarāṣṭra, su esposo, de semejante guerra fratricida. Ella deseaba que se dividiera el Estado en dos partes, una para los hijos de Pāṇḍu y otra para los suyos. Ella se vio muy afectada cuando todos sus hijos murieron en la batalla de Kurukṣetra, y quiso maldecir a Bhīmasena y a Yudhiṣṭhira, pero Vyāsadeva se lo impidió. Su lamento ante el Señor Kṛṣṇa por la muerte de Duryodhana y Duḥśāsana fue muy doloroso, y el Señor Kṛṣṇa la tranquilizó con mensajes trascendentales. Ella se acongojó de igual manera ante la muerte de Karṇa, y le describió al Señor Kṛṣṇa el lamento de la esposa de aquel. Śrīla Vyāsadeva la tranquilizó cuando le mostró a sus hijos muertos, en ese entonces promovidos a los reinos celestiales. Murió junto con su esposo en las junglas de los Himālayas, cerca de la desembocadura del Ganges; murió quemada en un incendio forestal. Mahārāja Yudhiṣṭhira realizó la ceremonia fúnebre de su tío y de su tía.

Pṛthā: Hija de Mahārāja Śūrasena y hermana de Vasudeva, el padre del Señor Kṛṣṇa. Posteriormente fue adoptada por Mahārāja Kuntibhoja, y de ahí que se la conozca con el nombre de Kuntī. Es la encarnación de la potencia del éxito de la Personalidad de Dios. Los ciudadanos celestiales de los planetas superiores solían visitar el palacio del rey Kuntibhoja, y Kuntī se encargaba de recibirlos. Ella también sirvió al gran sabio y místico Durvāsā, y satisfecho con su servicio fiel, Durvāsā Muni le dio un mantra mediante el cual podía llamar a cualquier semidiós que quisiera. Por curiosidad, llamó de inmediato al dios del sol, el cual deseó copular con ella, a lo cual ella se negó. Pero el dios del sol le aseguró la inmunidad contra la pérdida de la virginidad, y ella accedió entonces a su proposición. Como resultado de esta unión, Kuntī quedó encinta, y dio a luz a Karṇa. Por la gracia del sol, ella se convirtió de nuevo en una muchacha virgen, pero por temor a sus padres abandonó al recién nacido Karṇa. Después de eso, cuando de hecho eligió a su propio esposo, prefirió a Pāṇḍu. Más adelante, Mahārāja Pāṇḍu quiso retirarse de la vida familiar y adoptar la orden de vida de renuncia. Kuntī rehusó permitirle a su esposo que adoptara esa vida, y al final Mahārāja Pāṇḍu le dio permiso de ser madre, para lo cual podía llamar a algunas otras personalidades idóneas. En un principio, Kuntī no aceptó esa proposición, pero cuando Pāṇḍu le dio unos ejemplos vívidos, ella accedió. Así pues, por medio del mantra que Durvāsā Muni le confirió, llamó a Dharmarāja, y así nació Yudhiṣṭhira. Luego, llamó al semidiós Vāyu (el aire), y así nació Bhīma. Después, llamó a Indra, el rey del cielo, y así nació Arjuna. Los otros dos hijos —Nakula y Sahadeva— fueron engendrados por el propio Pāṇḍu en el vientre de Mādrī. Mahārāja Pāṇḍu murió más adelante a una temprana edad, con lo cual Kuntī se afligió tanto que se desmayó. Las coesposas Kuntī y Mādrī decidieron que Kuntī debía vivir para sostener a los cinco hijos pequeños, los Pāṇḍavas, y que Mādrī debía aceptar los rituales del satī, sometiéndose a una muerte voluntaria en la pira de su esposo. Este acuerdo fue respaldado por grandes sabios, tales como Śataśṛṅga y otros, que se hallaban presentes en esa ocasión.

Luego, cuando los Pāṇḍavas fueron desterrados del reino por las intrigas de Duryodhana, Kuntī siguió a sus hijos, y afrontó igual que ellos toda clase de dificultades en esos días. Durante la temporada en que estuvieron en el bosque, una muchacha demonio, Hiḍimbā, quiso tener a Bhīma por esposo. Bhīma se negó, pero cuando la muchacha acudió a Kuntī y Yudhiṣṭhira, ellos le ordenaron a Bhīma que aceptara su proposición y le diera un hijo. Como resultado de esta unión nació Ghaṭotkaca, quien, al lado de su padre, peleó muy valientemente en contra de los Kauravas. Durante su permanencia en el bosque, ellos vivieron con una familia brāhmaṇa que estaba en dificultades a causa de un demonio Bakāsura, y Kuntī le ordenó a Bhīma que lo matara para proteger a la familia brāhmaṇa de los problemas creados por el demonio. Ella le aconsejó a Yudhiṣṭhira que partiera para el Pāñcāladeśa. En ese Pāñcāladeśa, Arjuna se ganó a Draupadī, pero por orden de Kuntī todos los cinco hermanos Pāṇḍava se convirtieron por igual en esposos de Pāñcālī, o Draupadī. Ella se casó con los cinco Pāṇḍavas en presencia de Vyāsadeva. Kuntīdevī nunca olvidó a Karṇa, su primer hijo, y cuando este murió en la batalla de Kurukṣetra, ella se lamentó y admitió ante sus otros hijos que Karṇa era su hijo mayor, nacido antes de su matrimonio con Mahārāja Pāṇḍu. Sus oraciones al Señor después de la batalla de Kurukṣetra, cuando el Señor Kṛṣṇa se iba de vuelta al hogar, están explicadas de un modo excelente. Más adelante se fue al bosque con Gāndhārī en aras de una vida de severa penitencia. Ella solía comer cada treinta días. Al final se sentó en profunda meditación, y luego quedó reducida a cenizas en un incendio forestal.

Draupadī: La hija más casta de Mahārāja Drupada, y una encarnación parcial de la diosa Śacī, la esposa de Indra. Mahārāja Drupada realizó un gran sacrificio bajo al superintendencia del sabio Yaja. Como resultado de su primera ofrenda nació Dhṛṣṭadyumna, y con la segunda ofrenda nació Draupadī. Ella es, pues, la hermana de Dhṛṣṭadyumna, y también recibe el nombre de Pāñcālī. Los cinco Pāṇḍavas se casaron con ella y la tuvieron como esposa en común, y cada uno de ellos engendró un hijo en ella. Mahārāja Yudhiṣṭhira engendró un hijo llamado Pratibhit, Bhīmasena engendró un hijo llamado Sutasoma, Arjuna engendró a Śrutakīrti, Nakula engendró a Śatānīka, y Sahadeva engendró a Śrutakarmā. A ella se la describe como una dama de lo más hermosa, igual a su suegra Kuntī. Durante su nacimiento hubo en mensaje aéreo que decía que debía llamarse Kṛṣṇā. El mismo mensaje declaró además que había nacido para matar a muchos kṣatriyas. En virtud de las bendiciones que recibió de Śaṅkara se le dieron cinco esposos, todos ellos igualmente capacitados. Cuando ella decidió elegir a su propio esposo, se invitó a príncipes y reyes de todos los países del mundo. Ella se casó con los Pāṇḍavas durante el exilio de estos en el bosque, pero cuando regresaron al hogar, Mahārāja Drupada les dio inmensas riquezas en calidad de dote. Ella fue bien recibida por todas las nueras de Dhṛtarāṣṭra. Al ser perdida en una apuesta, fue arrastrada a la fuerza hasta la sala de asambleas, y Duḥśāsana hizo el intento de ver su belleza al desnudo, aun a pesar de que se hallaban presentes personas mayores, tales como Bhīṣma y Droṇa. Ella era una gran devota del Señor Kṛṣṇa, y, por sus oraciones, el propio Señor se convirtió en una prenda ilimitada, para salvarla del insulto. Un demonio llamado Jaṭāsura la secuestró, pero su segundo esposo, Bhīmasena, mató al demonio y la salvó. Por la gracia del Señor Kṛṣṇa, ella salvó a los Pāṇḍavas de ser maldecidos por Maharṣi Durvāsā. Cuando los Pāṇḍavas estaban viviendo de incógnito en el palacio de Virāṭa, Kīcaka se sintió atraído por su exquisita belleza, y, mediante un plan que se hizo con Bhīma, el diablo fue matado y ella se salvó. Ella se afligió mucho cuando Aśvatthāmā mató a sus cinco hijos. En la última etapa acompañó a su esposo Yudhiṣṭhira y a los demás, y cayó en el camino. Yudhiṣṭhira explicó la causa de su caída, pero cuando él entró en el planeta celestial, vio a Draupadī gloriosamente presente ahí como la diosa de la fortuna de ese planeta.

Subhadrā: Hija de Vasudeva y hermana del Señor Śrī Kṛṣṇa. No solo era una hija muy querida de Vasudeva, sino también una hermana muy querida tanto de Kṛṣṇa como de Baladeva. En Purī, en el famoso templo de Jagannātha, a los dos hermanos se los representa junto con su hermana, y miles de peregrinos aún visitan el templo a diario. Este templo se erigió en conmemoración de la visita del Señor a Kurukṣetra durante un eclipse de sol, y de Su encuentro subsecuente con los residentes de Vṛndāvana. El encuentro de Rādhā y Kṛṣṇa en esa ocasión constituye una historia muy patética, y el Señor Śrī Caitanya, manifestando el éxtasis de Rādhārāṇī, siempre añoraba al Señor Śrī Kṛṣṇa en Jagannātha Pur. Mientras Arjuna estaba en Dvārakā, quiso tener a Subhadrā como su reina, y le expresó su deseo al Señor Kṛṣṇa. Śrī Kṛṣṇa sabía que Su hermano mayor, el Señor Baladeva, estaba organizando el matrimonio de ella en otra parte, y como no se atrevía a ir en contra de los planes de Baladeva, le aconsejó a Arjuna que raptara a Subhadrā. Así que, cuando todos ellos se encontraban en la colina Raivata en un viaje de placer, Arjuna se las ingenió para raptar a Subhadrā conforme al plan de Śrī Kṛṣṇa. Śrī Baladeva se disgustó mucho con Arjuna y quiso matarlo, pero el Señor Kṛṣṇa le imploró a Su hermano que lo perdonara. Luego, Subhadrā se casó debidamente con Arjuna y tuvo a Abhimanyu. Ante la prematura muerte de Abhimanyu, Subhadrā se mortificó mucho, pero con el nacimiento de Parīkṣit se puso muy feliz y se consoló.

Texto

pratyujjagmuḥ praharṣeṇa
prāṇaṁ tanva ivāgatam
abhisaṅgamya vidhivat
pariṣvaṅgābhivādanaiḥ

Palabra por palabra

prati — hacia; ujjagmuḥ — fueron; praharṣeṇa — con gran deleite; prāṇam — vida; tanvaḥ — del cuerpo; iva — como; āgatam — regresó; abhisaṅgamya — acercándose; vidhi-vat — del modo debido; pariṣvaṅga — abrazando; abhivādanaiḥ — mediante reverencias.

Traducción

Todos ellos se acercaron a él con gran deleite, tal como si la vida les hubiera vuelto al cuerpo, intercambiaron reverencias y se dieron la bienvenida entre sí con abrazos.

Significado

En ausencia de la conciencia, los miembros del cuerpo se quedan inactivos. Pero cuando se recobra la conciencia, los miembros y los sentidos se ponen en actividad, y la propia existencia se vuelve placentera. Vidura les era tan querido a los miembros de la familia Kaurava, que su larga ausencia del palacio era semejante a la inactividad. Todos ellos estaban sintiendo la separación de Vidura muy agudamente, y, por eso, que él regresara al palacio fue para todos motivo de regocijo.

Texto

mumucuḥ prema-bāṣpaughaṁ
virahautkaṇṭhya-kātarāḥ
rājā tam arhayāṁ cakre
kṛtāsana-parigraham

Palabra por palabra

mumucuḥ — emanado; prema — afectuoso; bāṣpa-ogham — lágrimas de emoción; viraha — separación; autkaṇṭhya — ansiedad; kātarāḥ — estando afligido; rājā — el rey Yudhiṣṭhira; tam — a él (Vidura); arhayām cakre — ofreció; kṛta — ejecución de; āsana — asientos; parigraham — organización de.

Traducción

A causa de las ansiedades y de la larga separación, todos lloraron de afecto. El rey Yudhiṣṭhira hizo entonces arreglos para ofrecerle un asiento y una recepción.

Texto

taṁ bhuktavantaṁ viśrāntam
āsīnaṁ sukham āsane
praśrayāvanato rājā
prāha teṣāṁ ca śṛṇvatām

Palabra por palabra

tam — él (Vidura); bhuktavantam — después de alimentarlo suntuosamente; viśrāntam — y habiendo descansado; āsīnam — estando sentado; sukham āsane — en un asiento cómodo; praśraya-avanataḥ — muy bueno y manso por naturaleza; rājā — el rey Yudhiṣṭhira; prāha — comenzó a hablar; teṣām ca — y por ellos; śṛṇvatām — siendo oído.

Traducción

Después de que Vidura comió suntuosamente y descansó bien, se le dio un asiento cómodo. Luego, el rey comenzó a hablarle, y todos los allí presentes escucharon.

Significado

El rey Yudhiṣṭhira también era experto en recepciones, aunque se tratara de sus familiares. Vidura fue bien recibido por todos los miembros de la familia, mediante el intercambio de abrazos y reverencias. Después de eso, se hicieron preparativos para que se bañara y tuviera una comida suntuosa, y a continuación se le permitió descansar lo suficiente. Después de que descansó, se le ofreció un asiento cómodo, y el rey comenzó entonces a hablar de toda clase de acontecimientos, tanto familiares como de otra índole. Esa es la manera indicada de recibir a un amigo querido o incluso a un enemigo. Según los códigos morales de la India, hasta un enemigo que se reciba en la casa debe ser tan bien recibido, que no sienta ningún temor. Un enemigo siempre le teme a su oponente, pero no debe ser así cuando este lo recibe en casa; eso significa que cuando se recibe a alguien en la casa se lo debe tratar como a un familiar, y ni qué hablar de un familiar como Vidura, que era un bienqueriente de todos los miembros de la familia. Así pues, Yudhiṣṭhira Mahārāja comenzó a hablar en presencia de todos los demás familiares.

Texto

yudhiṣṭhira uvāca
api smaratha no yuṣmat-
pakṣa-cchāyā-samedhitān
vipad-gaṇād viṣāgnyāder
mocitā yat samātṛkāḥ

Palabra por palabra

yudhiṣṭhiraḥ uvāca — Mahārāja Yudhiṣṭhira dijo; api — si; smaratha — recuerdas; naḥ — nosotros; yuṣmat — de ti; pakṣa — parcialidad para con nosotros, tal como las alas de un ave; chāyā — protección; samedhitān — nosotros, que fuimos criados por ti; vipat-gaṇāt — de varios tipos de calamidades; viṣa — mediante el suministro de veneno; agni-ādeḥ — incendiando; mocitāḥ — liberados de; yat — lo que has hecho; sa — junto con; mātṛkāḥ — nuestra madre.

Traducción

Mahārāja Yudhiṣṭhira dijo: Tío mío, ¿recuerdas cómo siempre nos protegiste a nosotros y a nuestra madre de toda clase de calamidades? Tu parcialidad, tal como las alas de un ave, nos salvó de ser envenenados y de un atentado incendiario.

Significado

Debido a que Pāṇḍu murió a una temprana edad, su viuda e hijos pequeños fueron el objeto del cuidado especial de todos los miembros mayores de la familia, especialmente de Bhīṣmadeva y Mahātmā Vidura. Vidura era más o menos parcial para con los Pāṇḍavas, por la posición política de estos. Aunque Dhṛtarāṣṭra les daba el mismo cuidado a los hijos pequeños de Mahārāja Pāṇḍu, no obstante fue uno de los intrigantes que quiso hacer desaparecer a los descendientes de Pāṇḍu y reemplazarlos con sus propios hijos, a quienes criaría para que se convirtieran en los gobernantes del reino. Mahātmā Vidura pudo darse cuenta de esta intriga de Dhṛtarāṣṭra y compañía, y, en consecuencia, pese a que era un servidor fiel de Dhṛtarāṣṭra, su hermano mayor, no le gustaba la ambición política de este a favor de sus propios hijos. Por lo tanto, cuidó mucho de la protección de los Pāṇḍavas y su viuda madre. De modo que, era, por así decirlo, parcial con los Pāṇḍavas, prefiriéndolos antes que a los hijos de Dhṛtarāṣṭra, aunque en términos generales sentía el mismo afecto por todos ellos. Él sentía el mismo afecto por los dos grupos de sobrinos, y en ese sentido siempre regañaba a Duryodhana por su comportamiento intrigante en contra de sus primos. Él siempre criticaba a su hermano mayor por su política de animar a sus hijos, y al mismo tiempo siempre estaba alerta para darles protección especial a los Pāṇḍavas. Todas estas diferentes actividades de Vidura en la política del palacio hicieron que fuera bien conocido como parcial para con los Pāṇḍavas. Mahārāja Yudhiṣṭhira se ha referido a la historia pasada de Vidura antes de que este se fuera de la casa en un largo viaje de peregrinaje. Mahārāja Yudhiṣṭhira le recordó que había sido tanto bueno como parcial para con sus sobrinos adultos, incluso después de la batalla de Kurukṣetra, que fue una gran catástrofe para la familia.

Antes de la batalla de Kurukṣetra, la táctica de Dhṛtarāṣṭra era la de aniquilar a sus sobrinos quedamente. En consecuencia, le ordenó a Purocana que construyera una casa en Vāraṇāvata, y cuando la misma estuvo lista, Dhṛtarāṣṭra deseó que la familia de su hermano viviera allí por algún tiempo. Cuando los Pāṇḍavas, en presencia de todos los miembros de la familia real, se disponían a ir allá, Vidura, muy discretamente, les dio instrucciones acerca del futuro plan de Dhṛtarāṣṭra. Eso se describe detalladamente en el Mahābhārata (Ādi-parva 114). Él les dio una clave indirecta, diciéndoles: «Un arma que no es de acero ni de ningún otro elemento material, puede ser de lo más certera para matar a un enemigo; y a aquel que lo sabe, nunca lo matan». En otras palabras, insinuó que el grupo de los Pāṇḍavas estaba siendo enviado a Vāraṇāvata para ser matado, y por eso advirtió a Yudhiṣṭhira que fuera muy cuidadoso en su nuevo palacio residencial. Él también dio indicaciones acerca de un fuego, y dijo que el fuego no puede extinguir al alma, pero puede aniquilar el cuerpo material. Mas, aquel que protege al alma, puede vivir. Kuntī no lograba entender esas conversaciones indirectas entre Mahārāja Yudhiṣṭhira y Vidura, y, así pues, cuando le preguntó a su hijo qué significaba la conversación, Yudhiṣṭhira le respondió que las palabras de Vidura daban a entender que habría un incendio en la casa a la que se estaban dirigiendo. Posteriormente, Vidura fue disfrazado a donde estaban los Pāṇḍavas, y les informó que el mayordomo iba a incendiar la casa en la decimocuarta noche de la luna menguante. Era una intriga de Dhṛtarāṣṭra para que los Pāṇḍavas y su madre murieran todos juntos. Y, gracias a la advertencia, los Pāṇḍavas se escaparon por un túnel subterráneo, con lo cual Dhṛtarāṣṭra no supo de su fuga; tanto, que después del incendio los Kauravas estaban muy seguros de la muerte de los Pāṇḍavas, a tal punto que Dhṛtarāṣṭra llevó a cabo las exequias con gran alborozo. Y durante el período de duelo, todos los miembros del palacio estuvieron abatidos, con excepción de Vidura, que sabía que los Pāṇḍavas estaban vivos en alguna parte. Hubo muchas calamidades como esas, y en cada una de ellas Vidura protegió a los Pāṇḍavas con una mano, y con la otra trató de apartar a su hermano Dhṛtarāṣṭra de esa clase de tácticas intrigantes. De manera que siempre se mostró parcial para con los Pāṇḍavas, tal como un pájaro protege sus huevos con las alas.

Texto

kayā vṛttyā vartitaṁ vaś
caradbhiḥ kṣiti-maṇḍalam
tīrthāni kṣetra-mukhyāni
sevitānīha bhūtale

Palabra por palabra

kayā — con qué; vṛttyā — medios; vartitam — mantenías tu vida; vaḥ — tu buena persona; caradbhiḥ — mientras viajabas; kṣiti-maṇḍalam — por la superficie de la Tierra; tīrthāni — lugares de peregrinaje; kṣetra-mukhyāni — los principales lugares sagrados; sevitāni — servidos por ti; iha — en este mundo; bhūtale — en este planeta.

Traducción

Mientras viajabas por la superficie de la Tierra, ¿cómo te mantenías? ¿En qué lugares sagrados y sitios de peregrinaje prestaste servicio?

Significado

Vidura salió del palacio con el fin de desapegarse de los asuntos familiares, especialmente de las intrigas políticas. Como se dijo aquí con anterioridad, él fue prácticamente insultado por Duryodhana al este referirse a él como el hijo de una śūdrāṇī, aunque no está fuera de lugar el hablar de la abuela de uno de modo relajado. La madre de Vidura, aunque era una śūdrāṇī, era la abuela de Duryodhana, y a veces se permite que haya un intercambio de palabras graciosas entre la abuela y los nietos. Pero como la observación era un hecho real, a Vidura le desagradó, y lo tomó como un insulto directo. Por consiguiente, decidió irse de su casa paterna y prepararse para la orden de vida de renuncia. Esa etapa preparatoria se denomina vānaprastha-āśrama, o vida retirada, en la que uno se dedica a viajar y visitar los lugares sagrados que hay en la superficie de la Tierra. En los lugares sagrados de la India, tales como Vṛndāvana, Hardwar, Jagannātha Purī y Prayāga, hay muchos devotos notables, y aún hay comedores gratuitos para las personas que deseen avanzar espiritualmente. Mahārāja Yudhiṣṭhira sentía curiosidad por saber si Vidura se mantuvo por la misericordia de los comedores gratuitos (chatras).

Texto

bhavad-vidhā bhāgavatās
tīrtha-bhūtāḥ svayaṁ vibho
tīrthī-kurvanti tīrthāni
svāntaḥ-sthena gadābhṛtā

Palabra por palabra

bhavat — tu buena persona; vidhāḥ — como; bhāgavatāḥ — devotos; tīrtha — los lugares sagrados de peregrinaje; bhūtāḥ — convertido en; svayam — personalmente; vibho — ¡oh, tú, el poderoso!; tīrthī-kurvanti — conviertes en un lugar sagrado de peregrinaje; tīrthāni — los lugares sagrados; sva-antaḥ-sthena — habiéndose situado en el corazón; gadā-bhṛtā — la Personalidad de Dios.

Traducción

Mi señor, devotos como tu buena persona son en verdad lugares sagrados personificados. Como tú llevas a la Personalidad de Dios en el corazón, conviertes todos los sitios en lugares de peregrinaje.

Significado

La Personalidad de Dios es omnipresente mediante Sus diversas potencias —que se hallan en todas partes—, tal como el poder de la electricidad se distribuye por todas partes del espacio. De modo similar, devotos puros del Señor tales como Vidura perciben y manifiestan Su omnipresencia, de la misma manera en que la electricidad se manifiesta en una bombilla eléctrica. Un devoto puro como Vidura siente siempre la presencia del Señor en todas partes. Él ve todo en la potencia del Señor, y al Señor en todo. Los lugares sagrados que hay por toda la Tierra tienen la función de purificar la conciencia contaminada del ser humano, y lo hacen mediante una atmósfera sobrecargada con la presencia de los devotos puros del Señor. Si alguien visita un lugar sagrado, debe buscar a los devotos puros que residen en ellos, oír lo que enseñan, tratar de aplicar sus instrucciones en la vida práctica, y así irse preparando gradualmente para la salvación final, el regreso a Dios. Ir a algún lugar sagrado de peregrinaje no significa únicamente irse a bañar en el Ganges o en el Yamunā o ir a visitar los templos que se encuentran en esos lugares. Uno debe buscar también a los representantes de Vidura, que no tienen más deseo en la vida que el de servir a la Personalidad de Dios. La Personalidad de Dios siempre está con esa clase de devotos puros debido a su servicio puro, que no tiene ningún vestigio de acción fruitiva o especulación utópica. Ellos participan de hecho en el servicio al Señor, específicamente por medio del proceso de oír y cantar. Los devotos puros oyen a las autoridades, y oran, cantan y escriben acerca de las glorias del Señor. Mahāmuni Vyāsadeva oyó a Nārada, y luego cantó por escrito; Śukadeva Gosvāmī estudió con su padre, y se lo describió a Parīkṣit; ese es el método del Śrīmad-Bhāgavatam. De manera que, por sus acciones, los devotos puros del Señor pueden convertir cualquier cosa en un lugar de peregrinaje, y solo gracias a ellos los lugares sagrados son dignos de su nombre. Esos devotos puros son capaces de limpiar la atmósfera contaminada de cualquier lugar, y ni qué hablar de un lugar sagrado, profanado por las acciones cuestionables de personas interesadas que tratan de adoptar una vida profesional a costa de la reputación de un lugar sagrado.

Texto

api naḥ suhṛdas tāta
bāndhavāḥ kṛṣṇa-devatāḥ
dṛṣṭāḥ śrutā vā yadavaḥ
sva-puryāṁ sukham āsate

Palabra por palabra

api — si; naḥ — nuestros; suhṛdaḥ — bienquerientes; tāta — ¡oh, tío mío!; bāndhavāḥ — amigos; kṛṣṇa-devatāḥ — aquellos que siempre están absortos en el servicio del Señor Śrī Kṛṣṇa; dṛṣṭāḥ — por verlos; śrutāḥ — o por oír hablar de ellos; — de ambas maneras; yadavaḥ — los descendientes de Yadu; sva-puryām — junto con el lugar en que residen; sukham āsate — si todos ellos están felices.

Traducción

Tío mío, debes de haber visitado Dvārakā. En ese sagrado lugar están nuestros amigos y bienquerientes, los descendientes de Yadu, que siempre están absortos en el servicio al Señor Śrī Kṛṣṇa. Tal vez los hayas visto o hayas oído hablar de ellos. ¿Están todos viviendo felices en sus moradas?

Significado

La palabra específica kṛṣṇa-devatāḥ, es decir, aquellos que siempre están absortos en el servicio del Señor Kṛṣṇa es significativa. Los Yādavas y los Pāṇḍavas, quienes siempre están absortos en el Señor Kṛṣṇa y Sus diferentes actividades trascendentales, eran todos devotos puros del Señor tal como Vidura. Vidura dejó el hogar con el fin de consagrarse por completo al servicio del Señor, y los Pāṇḍavas y los Yādavas siempre estaban absortos en el Señor Kṛṣṇa. Así pues, no hay ninguna diferencia en sus cualidades devocionales puras. Ya sea que el devoto puro se quede en casa o que se vaya de ella, su verdadera cualidad consiste en estar absorto en Kṛṣṇa de un modo favorable, es decir, sabiendo bien que el Señor Kṛṣṇa es la Absoluta Personalidad de Dios. Kaṁsa, Jarāsandha, Śiśupāla y otros demonios como ellos también estaban absortos en el Señor Kṛṣṇa, pero estaban absortos de una manera diferente, es decir, desfavorablemente, o pensando en Él como si únicamente fuera un hombre poderoso. Por lo tanto, Kaṁsa y Śiśupāla no están en el mismo nivel en que se encuentran devotos puros tales como Vidura, los Pāṇḍavas y los Yādavas.

Mahārāja Yudhiṣṭhira también estaba absorto en el Señor Kṛṣṇa y Sus asociados de Dvārakā. De no ser así, no le hubiera preguntado a Vidura por ellos. Mahārāja Yudhiṣṭhira estaba, pues, en el mismo nivel de devoción que Vidura, aunque estuviera dedicado a los asuntos estatales del reino del mundo.

Texto

ity ukto dharma-rājena
sarvaṁ tat samavarṇayat
yathānubhūtaṁ kramaśo
vinā yadu-kula-kṣayam

Palabra por palabra

iti — así pues; uktaḥ — habiéndosele preguntado; dharma-rājena — por el rey Yudhiṣṭhira; sarvam — todo; tat — eso; samavarṇayat — descrito debidamente; yathā-anubhūtam — como lo vivió; kramaśaḥ — uno tras otro; vinā — sin; yadu-kula-kṣayam — la aniquilación de la dinastía Yadu.

Traducción

Habiéndolo interrogado así Mahārāja Yudhiṣṭhira, Mahātmā Vidura le dio a conocer de un modo gradual todo lo que había experimentado personalmente, con excepción de las noticias acerca de la aniquilación de la dinastía Yadu.

Texto

nanv apriyaṁ durviṣahaṁ
nṛṇāṁ svayam upasthitam
nāvedayat sakaruṇo
duḥkhitān draṣṭum akṣamaḥ

Palabra por palabra

nanu — en realidad; apriyam — desagradable; durviṣaham — intolerable; nṛṇām — de la humanidad; svayam — a su manera; upasthitam — aparición; na — no; āvedayat — expresó; sakaruṇaḥ — compasivo; duḥkhitān — afligido; draṣṭum — ver; akṣamaḥ — incapaz.

Traducción

El compasivo Mahātmā Vidura no podía tolerar el ver que los Pāṇḍavas estuvieran afligidos en ningún momento. Por lo tanto, no reveló ese incidente desagradable e insoportable, ya que las calamidades vienen por sí solas.

Significado

Según el Nītī-śāstra (las leyes cívicas), no se debe decir una verdad desagradable que vaya a hacer sufrir a los demás. El sufrimiento nos llega por sí solo debido a las leyes de la naturaleza, así que uno no debe agravarlo haciéndole propaganda. A un alma compasiva como Vidura, especialmente en sus tratos con los amados Pāṇḍavas, le resultaba prácticamente imposible dar a conocer una noticia tan desagradable como la de la aniquilación de la dinastía Yadu. Por consiguiente, adrede él se abstuvo de hacerlo.

Texto

kañcit kālam athāvātsīt
sat-kṛto devavat sukham
bhrātur jyeṣṭhasya śreyas-kṛt
sarveṣāṁ sukham āvahan

Palabra por palabra

kañcit — por unos pocos días; kālam — tiempo; atha — así pues; avātsīt — residió; sat-kṛtaḥ — siendo bien tratado; deva-vat — tal como una personalidad divina; sukham — amenidades; bhrātuḥ — del hermano; jyeṣṭhasya — del mayor; śreyaḥ-kṛt — para hacerle el bien a él; sarveṣām — todos los demás; sukham — felicidad; āvahan — hizo posible.

Traducción

Así pues, Mahātmā Vidura, siendo tratado por sus parientes tal como una persona divina, permaneció allí por un cierto período de tiempo, solo para corregir la mentalidad de su hermano mayor y de ese modo darles felicidad a todos los demás.

Significado

Personas santas tales como Vidura deben ser tratadas tan bien como un ciudadano del cielo. En esos días, los ciudadanos de los planetas celestiales solían visitar hogares como el de Mahārāja Yudhiṣṭhira, y a veces personas tales como Arjuna, y otros, solían visitar planetas superiores. Nārada es un cosmonauta que puede viajar sin restricciones, no solo dentro de los universos materiales, sino también en los universos espirituales. Hasta Nārada solía visitar el palacio de Mahārāja Yudhiṣṭhira, y ni qué hablar de otros semidioses celestiales. Es únicamente la cultura espiritual de la gente en cuestión lo que hace posible los viajes interplanetarios, incluso con el cuerpo actual. Por consiguiente, Mahārāja Yudhiṣṭhira recibió a Vidura de la misma manera en que se recibe a los semidioses.

Mahātmā Vidura had already adopted the renounced order of life, and therefore he did not return to his paternal palace to enjoy some material comforts. He accepted out of his own mercy what was offered to him by Mahārāja Yudhiṣṭhira, but the purpose of living in the palace was to deliver his elder brother, Dhṛtarāṣṭra, who was too much materially attached. Dhṛtarāṣṭra lost all his state and descendants in the fight with Mahārāja Yudhiṣṭhira, and still, due to his sense of helplessness, he did not feel ashamed to accept the charity and hospitality of Mahārāja Yudhiṣṭhira. On the part of Mahārāja Yudhiṣṭhira, it was quite in order to maintain his uncle in a befitting manner, but acceptance of such magnanimous hospitality by Dhṛtarāṣṭra was not at all desirable. He accepted it because he thought that there was no alternative. Vidura particularly came to enlighten Dhṛtarāṣṭra and to give him a lift to the higher status of spiritual cognition. It is the duty of enlightened souls to deliver the fallen ones, and Vidura came for that reason. But talks of spiritual enlightenment are so refreshing that while instructing Dhṛtarāṣṭra, Vidura attracted the attention of all the members of the family, and all of them took pleasure in hearing him patiently. This is the way of spiritual realization. The message should be heard attentively, and if spoken by a realized soul, it will act on the dormant heart of the conditioned soul. And by continuously hearing, one can attain the perfect stage of self-realization.

Texto

abibhrad aryamā daṇḍaṁ
yathāvad agha-kāriṣu
yāvad dadhāra śūdratvaṁ
śāpād varṣa-śataṁ yamaḥ

Palabra por palabra

abibhrat — administró; aryamā — Aryamā; daṇḍam — castigo; yathāvat — como correspondía; agha-kāriṣu — a personas que habían cometido pecados; yāvat — mientras; dadhāra — aceptó; śūdratvam — el cuerpo de un śūdra; śāpāt — como resultado de una maldición; varṣa-śatam — durante cien años; yamaḥ — Yamarāja.

Traducción

Mientras Vidura hacía el papel de un śūdra por la maldición de Maṇḍūka Muni, Aryamā desempeñaba el cargo de Yamarāja para castigar a aquellos que habían realizado actos pecaminosos.

Significado

Vidura, que había nacido en el vientre de una mujer śūdra, incluso tenía prohibido participar de la herencia real como sus hermanos Dhṛtarāṣṭra y Pāṇḍu. Entonces, ¿cómo podía ocupar la posición de predicador para instruir a reyes y kṣatriyas tan cultos como Dhṛtarāṣṭra y Mahārāja Yudhiṣṭhira? La primera respuesta es que, pese a que se acepta que era un śūdra de nacimiento, como había renunciado al mundo para recibir la iluminación espiritual mediante la autoridad de Ṛṣi Maitreya, y como este lo había educado a fondo en lo referente al conocimiento trascendental, era muy competente para ocupar el puesto de ācārya, o preceptor espiritual. De acuerdo con Śrī Caitanya Mahāprabhu, cualquiera que esté versado en el conocimiento trascendental, o la ciencia de Dios, ya sea un brāhmaṇa o un śūdra, un casado o un sannyāsī, es digno de convertirse en maestro espiritual. Incluso en los códigos morales ordinarios (sostenidos por Cāṇakya Paṇḍita, el gran político y moralista), se indica que no hay nada de malo en recibir lecciones impartidas por una persona que, por nacimiento, pudiera ser menos que un śūdra. Esa es una parte de la respuesta. La otra parte es que Vidura no era de hecho un śūdra. Él tenía que hacer el papel de un supuesto śūdra durante cien años, por una maldición de Maṇḍūka Muni. Él era la encarnación de Yamarāja, uno de los doce mahājanas, encontrándose al nivel de personalidades tan excelsas como Brahmā, Nārada, Śiva, Kapila, Bhīṣma, Prahlāda, etc. En su carácter de mahājana, Yamarāja tiene el deber de predicarle a la gente del mundo el culto de la devoción, tal como lo hacen Nārada, Brahmā y otros mahājanas. Pero Yamarāja siempre está ocupado en su reino infernal, castigando a los ejecutores de actos pecaminosos. Yamarāja es asignado por el Señor a un planeta determinado que queda a unos cientos de miles de kilómetros del planeta Tierra, y, después de que las almas corruptas mueren, las lleva allá y las condena en función de sus respectivas actividades pecaminosas. Así pues, Yamarāja tiene muy poco tiempo para ausentarse de su muy responsable cargo de castigar a los malhechores. Hay más malhechores que hombres rectos. Por consiguiente, Yamarāja tiene que hacer más trabajo que otros semidioses, que también son agentes autorizados del Señor Supremo. Pero él quería predicar las glorias del Señor, y, en consecuencia y por la voluntad del Señor, Maṇḍūka Muni lo maldijo, para que tuviera que venir al mundo en la encarnación de Vidura y tuviera que trabajar muy duro como un gran devoto. Esa clase de devoto no es ni śūdra ni brāhmaṇa. Él es trascendental a esas divisiones de la sociedad mundana, de la misma manera en que la Personalidad de Dios asume Su encarnación de cerdo, pero no es ni un cerdo ni un Brahmā. Él está por encima de todas las criaturas mundanas. A veces, para rescatar a las almas condicionadas, el Señor y Sus diferentes devotos autorizados tienen que hacer el papel de muchas criaturas inferiores; pero tanto el Señor como Sus devotos puros están siempre en la posición trascendental. Cuando Yamarāja se encarnó, pues, como Vidura, su cargo lo desempeñó Aryamā, uno de los muchos hijos de Kaśyapa y Aditi. Los Ādityas son hijos de Aditi, y hay doce de ellos. Aryamā es uno de los doce Ādityas y, por ende, le fue muy posible ocuparse del puesto de Yamarāja durante los cien años de la ausencia de este en la forma de Vidura. La conclusión es que Vidura nunca fue un śūdra, sino que, por el contrario, era más eminente que el tipo más puro de brāhmaṇa.

Texto

yudhiṣṭhiro labdha-rājyo
dṛṣṭvā pautraṁ kulan-dharam
bhrātṛbhir loka-pālābhair
mumude parayā śriyā

Palabra por palabra

yudhiṣṭhiraḥ — Yudhiṣṭhira; labdha-rājyaḥ — en posesión de su reino paterno; dṛṣṭvā — al ver; pautram — el nieto; kulam-dharam — muy adecuado para la dinastía; bhrātṛbhiḥ — por los hermanos; loka-pālābhaiḥ — que eran todos administradores expertos; mumude — disfrutó de la vida; parayā — extraordinaria; śriyā — opulencia.

Traducción

Habiendo ganado su reino y observado el nacimiento de un nieto apto para continuar la noble tradición de su familia, Mahārāja Yudhiṣṭhira reinó apaciblemente y disfrutó de una opulencia poco común en cooperación con sus hermanos menores, que eran todos administradores expertos de la gente común.

Significado

Tanto Mahārāja Yudhiṣṭhira como Arjuna se sintieron desgraciados desde el comienzo de la batalla de Kurukṣetra, pero aun a pesar de que no querían matar a sus propios hombres en la pelea, tuvieron que hacerlo como una cuestión de deber, pues ello lo había planeado la voluntad suprema del Señor Śrī Kṛṣṇa. Después de la batalla, Mahārāja Yudhiṣṭhira se sentía infeliz por causa de esas matanzas en masa. Prácticamente no quedaba nadie que perpetuara la dinastía Kuru después de ellos, los Pāṇḍavas. La única esperanza que quedaba era el niño que se hallaba en el vientre de su nuera Uttarā, y a él también lo había atacado Aśvatthāmā; pero, por la gracia del Señor, se había salvado. Por lo tanto, después de que se resolvieron todas las contrariedades y se restablecieron en el Estado la paz y el orden, y después de ver bien satisfecho a Parīkṣit, el niño sobreviviente, Mahārāja Yudhiṣṭhira sintió cierto alivio como ser humano, aunque estaba muy poco atraído a la felicidad material, que siempre es ilusoria y pasajera.

Texto

evaṁ gṛheṣu saktānāṁ
pramattānāṁ tad-īhayā
atyakrāmad avijñātaḥ
kālaḥ parama-dustaraḥ

Palabra por palabra

evam — así pues; gṛheṣu — en los asuntos familiares; saktānām — de personas que están demasiado apegadas; pramattānām — apegadas de un modo descabellado; tat-īhayā — inmersas en esos pensamientos; atyakrāmat — superó; avijñātaḥ — imperceptiblemente; kālaḥ — el tiempo eterno; parama — supremamente; dustaraḥ — insuperable.

Traducción

El tiempo eterno e insuperable se apodera imperceptiblemente de aquellos que están demasiado apegados a los asuntos familiares y que siempre están absortos en ellos.

Significado

«Ahora soy feliz; tengo todo en orden; tengo suficiente dinero en el banco; ahora puedo dejarles a mis hijos una buena fortuna; ahora he triunfado; los pobres sannyāsīs mendigos dependen de Dios, pero vienen a mí a pedirme limosna; por consiguiente, soy mejor que el Dios Supremo». Estos son algunos de los pensamientos que envuelven al hombre casado que está descabelladamente apegado y que no ve el paso del tiempo eterno. La duración de nuestra vida está medida, y nadie es capaz de alargarla ni siquiera un segundo más del tiempo programado que ha dispuesto la voluntad suprema. Ese valioso tiempo, especialmente en el caso del ser humano, debe ser empleado de un modo cauteloso, porque ni un segundo que pase imperceptiblemente puede ser reemplazado, ni siquiera a cambio de miles de monedas de oro acumuladas con una ardua labor. Cada segundo de la vida humana tiene por objeto que se le busque una solución final a los problemas de la vida, es decir, a los reiterados nacimientos y muertes y a la rotación en el ciclo de una variedad de 8 400 000 especies de vida. El cuerpo material, que está sujeto al nacimiento y la muerte, a las enfermedades y a la vejez, es la causa de todos los sufrimientos del ser viviente, pues, por lo demás, el ser viviente es eterno: nunca nace ni tampoco muere alguna vez. Las personas necias olvidan este problema. Ellas no saben en absoluto cómo resolver los problemas de la vida, pero se enfrascan en asuntos familiares temporales, sin saber que el tiempo eterno está pasando imperceptiblemente y que la limitada duración de sus vidas está disminuyendo cada segundo, sin ninguna solución al problema mayor, es decir, a los nacimientos y muertes repetidos, a las enfermedades y a la vejez. Eso se denomina ilusión.

Pero esa ilusión no puede actuar en alguien que esté despierto en el servicio devocional del Señor. Yudhiṣṭhira Mahārāja y sus hermanos los Pāṇḍavas estaban todos dedicados al servicio del Señor Kṛṣṇa, y tenían muy poca atracción por la felicidad ilusoria de este mundo material. Como hemos discutido con anterioridad, Mahārāja Yudhiṣṭhira estaba firmemente establecido en el servicio del Señor Mukunda (el Señor, quien puede conferir la salvación) y, por consiguiente, no sentía ninguna atracción ni siquiera por comodidades de la vida tales como las que hay disponibles en el reino del cielo, ya que incluso la felicidad que se obtiene en el planeta Brahmaloka es también temporal e ilusoria. Como el ser viviente es eterno, solo puede ser feliz en la morada eterna del Reino de Dios (paravyoma), de la cual nadie regresa a esta región de reiterados nacimientos y muertes, enfermedades y vejez. De manera que cualquier comodidad de la vida o cualquier felicidad material que no garantice una vida eterna, no es más que una ilusión para el eterno ser viviente. Aquel que de hecho entiende esto es erudito, y esa clase de persona erudita puede sacrificar cualquier cantidad de felicidad material, para alcanzar la meta deseada que se conoce como brahma-sukham, o la felicidad absoluta. Los verdaderos trascendentalistas están hambrientos de esa felicidad, y así como a un hombre hambriento no se le puede hacer feliz con todas las comodidades de la vida pero sin comida, así mismo al hombre hambriento de la felicidad absoluta y eterna no se le puede satisfacer con ninguna cantidad de felicidad material. Por lo tanto, la instrucción que se da en este verso no se le puede aplicar a Mahārāja Yudhiṣṭhira, ni a sus hermanos, ni a su madre. La instrucción era para personas como Dhṛtarāṣṭra, por quien Vidura fue especialmente a impartir lecciones.

Texto

viduras tad abhipretya
dhṛtarāṣṭram abhāṣata
rājan nirgamyatāṁ śīghraṁ
paśyedaṁ bhayam āgatam

Palabra por palabra

viduraḥ — Mahātmā Vidura; tat — eso; abhipretya — sabiéndolo bien; dhṛtarāṣṭram — a Dhṛtarāṣṭra; abhāṣata — dijo; rājan — ¡oh, rey!; nirgamyatām — por favor, sal de inmediato; śīghram — sin la menor demora; paśya — tan solo fíjate; idam — esto; bhayam — temor; āgatam — ya llegó.

Traducción

Mahātmā Vidura sabía todo eso y, por consiguiente, se dirigió a Dhṛtarāṣṭra y le dijo: Mi querido rey, por favor sal de aquí de inmediato. No te demores. Tan solo fíjate cómo el miedo se ha apoderado de ti.

Significado

La cruel muerte no respeta a nadie, ya sea este Dhṛtarāṣṭra o incluso Mahārāja Yudhiṣṭhira; por lo tanto, la instrucción espiritual, tal como se le dio al anciano Dhṛtarāṣṭra, podía aplicársele igual a Mahārāja Yudhiṣṭhira, que era más joven. A decir verdad, todos los miembros del palacio real, incluso el rey, sus hermanos y su madre, estaban asistiendo a las conferencias con mucho interés. Pero Vidura sabía que sus instrucciones iban dirigidas en especial a Dhṛtarāṣṭra, quien era muy materialista. La palabra rājan se usó especialmente para Dhṛtarāṣṭra de un modo significativo. Dhṛtarāṣṭra era el hijo mayor de su padre y, por eso, de acuerdo con la ley, tenía que haber sido ascendido al trono de Hastināpura. Pero como era ciego de nacimiento, estaba incapacitado y perdió su justo derecho. Mas, él no pudo olvidar el percance, y su decepción se compensó un poco al morir Pāṇḍu, su hermano menor. Este dejó tras de sí unos hijos menores, y Dhṛtarāṣṭra se volvió el tutor natural de ellos, aunque de corazón quería convertirse en el verdadero rey y hacerles entrega del reino a sus propios hijos, encabezados por Duryodhana. Con todas esas ambiciones imperiales, Dhṛtarāṣṭra quiso volverse rey, y urdió toda clase de intrigas, aconsejado por su cuñado Śakuni. Pero todo falló por la voluntad del Señor, y en la última etapa, incluso después de perder todo —hombres y dinero—, quería permanecer como rey, en su carácter de tío mayor de Mahārāja Yudhiṣṭhira. Mahārāja Yudhiṣṭhira, como una cuestión de deber, mantuvo a Dhṛtarāṣṭra con todos los honores, y Dhṛtarāṣṭra estaba pasando sus últimos días muy feliz, con la ilusión de que era un rey, o el tío cortesano del rey Yudhiṣṭhira. Vidura, por ser un santo y por su afecto y sentido del deber para con su hermano mayor Dhṛtarāṣṭra, quería despertar a este último de su sueño de enfermedad y vejez. Por eso Vidura se dirigió sarcásticamente a Dhṛtarāṣṭra con el epíteto de «rey», cosa que en realidad no era. Todo el mundo es el sirviente del tiempo eterno y, por ende, nadie puede ser rey en este mundo material. rey significa la persona que puede ordenar. Un célebre rey de Inglaterra quiso darles órdenes al tiempo y las circunstancias, pero estos rehusaron obedecerlo. De manera que uno es un rey falso en el mundo material, y a Dhṛtarāṣṭra se le recordó particularmente de esa falsa posición y de los temibles sucesos que de hecho ya se le habían acercado para ese momento. Vidura le pidió que saliera de inmediato, si quería salvarse de la temible situación que se le estaba acercando vertiginosamente. Él no le hizo el mismo pedido a Mahārāja Yudhiṣṭhira, porque sabía que un rey como él estaba consciente de todas las situaciones temibles de este mundo insustancial, y que cuidaría de sí mismo a su debido tiempo, aunque Vidura no estuviera presente para ese entonces.

Texto

pratikriyā na yasyeha
kutaścit karhicit prabho
sa eṣa bhagavān kālaḥ
sarveṣāṁ naḥ samāgataḥ

Palabra por palabra

pratikriyā — medida correctiva; na — no hay ninguna; yasya — de lo cual; iha — en este mundo material; kutaścit — por ningún medio; karhicit — ni por nadie; prabho — ¡oh, mi Señor!; saḥ — eso; eṣaḥ — positivamente; bhagavān — la Personalidad de Dios; kālaḥ — el tiempo eterno; sarveṣām — de todos; naḥ — de nosotros; samāgataḥ — llegó.

Traducción

Esta espantosa situación no la puede remediar ninguna persona de este mundo material. Mi señor, es la Suprema Personalidad de Dios que, como el tiempo eterno [kāla], se nos ha acercado a todos.

Significado

No existe ningún poder superior que pueda contener a las crueles garras de la muerte. Nadie quiere morir, por muy agudos que sean los sufrimientos físicos. Incluso en los días del supuesto adelanto científico del conocimiento, no hay ningún remedio para la vejez ni para la muerte. La vejez es el aviso que el cruel tiempo da de la llegada de la muerte, y nadie puede negarse a aceptar ni las citaciones ni el supremo juicio del tiempo eterno. Esto se está explicando ante Dhṛtarāṣṭra, porque puede que él le pidiera a Vidura que le buscara un remedio a la inminente situación temible, tal como ya lo había ordenado muchas otras veces. Sin embargo, antes de que lo volviera a ordenar, Vidura le informó a Dhṛtarāṣṭra que nada ni nadie de este mundo material podía dar ningún remedio. Y puesto que no hay una cosa tal en el mundo material, la muerte es idéntica a la Suprema Personalidad de Dios, como lo dice el propio Señor en el Bhagavad-gītā (10.34).

La muerte no la puede impedir ni nada ni nadie de este mundo material. Hiraṇyakaśipu quería ser inmortal, y se sometió a un severo tipo de penitencia, mediante la cual el universo entero tembló, y el propio Brahmā se le acercó para disuadirlo de la ejecución de una penitencia tan severa como lo era esa. Hiraṇyakaśipu le pidió a Brahmā que le otorgara las bendiciones de la inmortalidad, pero Brahmā le dijo que él mismo estaba sujeto a la muerte, incluso en el planeta más elevado de todos, así que, ¿cómo iba a poder conferir la bendición de la inmortalidad? Por consiguiente, la muerte existe incluso en el planeta más elevado de este universo, y ni qué hablar de otros planetas, que son por mucho de una calidad muy inferior a la de Brahmaloka, el planeta en donde reside Brahmā. Dondequiera que exista la influencia del tiempo eterno, se encontrará este conjunto de tribulaciones, es decir, el nacimiento, las enfermedades, la vejez y la muerte, y todas ellas son invencibles.

Texto

yena caivābhipanno ’yaṁ
prāṇaiḥ priyatamair api
janaḥ sadyo viyujyeta
kim utānyair dhanādibhiḥ

Palabra por palabra

yena — tirado por ese tiempo; ca — y; eva — indudablemente; abhipannaḥ — dominado; ayam — este; prāṇaiḥ — con vida; priya-tamaiḥ — que es lo más querido por todos; api — aun a pesar; janaḥ — persona; sadyaḥ — de inmediato; viyujyeta — entregar; kim uta anyaiḥ — ni qué hablar de cualquier otra cosa; dhana-ādibhiḥ — tales como riqueza, honor, hijos, tierra y casa.

Traducción

Quienquiera que esté bajo la influencia del kāla supremo [el tiempo eterno], debe entregar su muy querida vida, y ni qué hablar de otras cosas, tales como riquezas, honor, hijos, tierra y hogar.

Significado

Un gran científico hindú, muy dedicado a la cuestión de hacer planes, mientras iba a asistir a una reunión importante de la comisión planificadora, fue repentinamente llamado por el invencible tiempo eterno, y tuvo que entregar su vida, esposa, hijos, casa, tierra, riquezas, etc. Durante la revuelta política que hubo en la India y la división de esta en Pakistán e Indostán, muchísimos hindúes ricos e influyentes tuvieron que entregar la vida, las propiedades y el honor, debido a la influencia del tiempo, y hay cientos y miles de ejemplos como estos por todas partes del mundo y del universo, que son todos efectos de la influencia del tiempo. Por lo tanto, la conclusión es que en el universo no hay ningún ser viviente que sea tan poderoso, que pueda superar la influencia del tiempo. Muchos poetas han escrito versos en los que lamentan la influencia del tiempo. Muchas devastaciones han ocurrido en los universos por influencia del tiempo, y nadie pudo detenerlas por ningún medio. Incluso en nuestra vida cotidiana, muchísimas cosas que están fuera de nuestras manos van y vienen, y tenemos que sufrirlas o tolerarlas irremediablemente. Ese es el resultado del tiempo.

Texto

pitṛ-bhrātṛ-suhṛt-putrā
hatās te vigataṁ vayam
ātmā ca jarayā grastaḥ
para-geham upāsase

Palabra por palabra

pitṛ — padre; bhrātṛ — hermano; suhṛt — bienquerientes; putrāḥ — hijos; hatāḥ — todos muertos; te — tuyos; vigatam — gastado; vayam — edad; ātmā — el cuerpo; ca — también; jarayā — por invalidez; grastaḥ — dominado; para-geham — la casa de otro; upāsase — vives.

Traducción

Tu padre, tu hermano, tus bienquerientes y tus hijos están todos bien muertos. Tú mismo ya has utilizado la mayor porción de tu vida, la invalidez se ha apoderado ahora de tu cuerpo y estás viviendo en la casa de otro.

Significado

Al rey se le recuerda de la precaria condición en que se encuentra bajo la influencia del cruel tiempo, y en virtud de su pasada experiencia debió haber sido más inteligente y ver lo que iba a ocurrirle a su propia vida. Su padre, Vicitravīrya, había muerto hacía mucho, cuando él y sus hermanos menores eran todos niños, y fue gracias a la bondad y el cuidado de Bhīṣmadeva que fueron criados como era debido. Luego, además, su hermano Pāṇḍu también murió. Y más adelante, en el campo de batalla de Kurukṣetra, sus cien hijos y sus nietos murieron todos, junto con todos los demás bienquerientes, tales como Bhīṣmadeva, Droṇācārya, Karṇa, y muchos otros reyes y amigos. Así que, él había perdido a todos los hombres y todo el dinero, y ahora vivía a la merced de su sobrino, a quien había puesto en diversos tipos de dificultades. Y a pesar de todos esos reveses, él pensaba que podía prolongar su vida más y más. Vidura quería señalarle a Dhṛtarāṣṭra que todo el mundo tiene que protegerse mediante sus acciones y la gracia del Señor. Uno tiene que ejecutar su deber fielmente, dependiendo de la autoridad suprema para el resultado. Ningún amigo, hijo, padre, hermano, Estado ni nadie más, puede proteger a una persona que no esté protegida por el Señor Supremo. Uno debe, por ende, buscar la protección de Él, pues la forma humana de vida está hecha para eso. A Dhṛtarāṣṭra se le advirtió aun más de sus condiciones precarias, con las siguientes palabras.

Texto

andhaḥ puraiva vadhiro
manda-prajñāś ca sāmprataṁ
viśīrṇa-danto mandāgniḥ
sarāgaḥ kapham udvahan

Palabra por palabra

andhaḥ — ciego; purā — desde el comienzo; eva — indudablemente; vadhiraḥ — duro de oído; manda-prajñāḥ — memoria reducida; ca — y; sāmpratam — recientemente; viśīrṇa — aflojado; dantaḥ — dientes; manda-agniḥ — reducida la actividad del hígado; sa-rāgaḥ — con sonido; kapham — tosiendo con mucho moco; udvahan — saliendo.

Traducción

Tú has estado ciego desde el mismo día en que naciste, y últimamente has empezado a perder el oído. La memoria se te ha reducido y tienes perturbada la inteligencia. Tienes los dientes flojos, el hígado defectuoso, y expectoras moco.

Significado

Los síntomas de la vejez, que ya se habían manifestado en Dhṛtarāṣṭra, le fueron señalados uno tras otro, como advertencia de que la muerte se le acercaba con mucha rapidez, y aun así, por necedad, se mostraba despreocupado de su futuro. Las señales que Vidura observó en el cuerpo de Dhṛtarāṣṭra, eran signos de apakṣaya, o de la decadencia del cuerpo material antes del golpe de gracia de la muerte. El cuerpo nace, se desarrolla, permanece, crea otros cuerpos, decae y luego desaparece. Pero hombres necios quieren buscarle una situación permanente al cuerpo perecedero, y piensan que su Estado, hijos, sociedad, país, etc., les brindarán protección. Con esas ideas tontas, esa clase de ocupaciones temporales se apoderan de ellos, y se olvidan por completo que deben abandonar este cuerpo temporal y adquirir uno nuevo, para organizar una vez más otro período de sociedad, amistad y amor, y para una vez más perecer al final. Ellos olvidan su identidad permanente y se vuelven neciamente activos en ocupaciones transitorias, olvidando por completo su deber primordial. Santos y sabios tales como Vidura se acercan a esa clase de hombres necios para despertarlos y mostrarles la verdadera situación, pero estos consideran que esos sādhus y santos son parásitos de la sociedad, y casi todos ellos se niegan a oír sus palabras, aunque les dan la bienvenida a sādhus exhibicionistas y a supuestos santos que pueden satisfacerles los sentidos. Vidura no era un sādhu que fuera a satisfacer el mal habido sentimiento de Dhṛtarāṣṭra. Él estaba señalando muy bien la verdadera situación de la vida, y la manera en que uno puede salvarse de esas catástrofes.

Texto

aho mahīyasī jantor
jīvitāśā yathā bhavān
bhīmāpavarjitaṁ piṇḍam
ādatte gṛha-pālavat

Palabra por palabra

aho — ¡ay de mí!; mahīyasī — poderosas; jantoḥ — de los seres vivientes; jīvita-āśā — esperanza de vivir; yathā — tanto como; bhavān — tú eres; bhīma — de Bhīmasena (un hermano de Yudhiṣṭhira); apavarjitam — sobras; piṇḍam — comida; ādatte — que comió; gṛha-pāla-vat — como un perro doméstico.

Traducción

¡Ay de mí!, cuán poderosas son las esperanzas que el ser viviente tiene de continuar la vida. En verdad, estás viviendo tal como un perro doméstico, y comiendo las sobras que te da Bhīma.

Significado

Un sādhu nunca debe adular a los reyes o a los hombres ricos, para vivir cómodamente a expensas de ellos. El sādhu tiene que hablarles a los casados acerca de la verdad desnuda de la vida, de manera que ellos vuelvan a sus cabales y se den cuenta de lo precaria que es la vida en la existencia material. Dhṛtarāṣṭra es un ejemplo típico de un anciano apegado a la vida en el hogar. Él se había vuelto pobre en el verdadero sentido de la palabra, y sin embargo, quería vivir cómodamente en la casa de los Pāṇḍavas, de los cuales se menciona a Bhīma en particular, porque él mató por sí mismo a dos destacados hijos de Dhṛtarāṣṭra, a saber, Duryodhana y Duhśāsana. Dhṛtarāṣṭra quería mucho a estos dos hijos por sus notorias y perversas actividades, y a Bhīma se lo señala específicamente, porque mató a esos dos hijos mimados. ¿Por qué era que Dhṛtarāṣṭra estaba viviendo en la casa de los Pāṇḍavas? Porque quería continuar la vida cómodamente, incluso a riesgo de sufrir toda clase de humillaciones. En consecuencia, Vidura estaba asombrado de ver cuán poderoso es el instinto de continuar la vida. Este sentido de continuar la vida indica que el ser vivo es una entidad viva eternamente y no quiere cambiar la habitación corporal. El hombre necio no sabe que a él se le confiere un período determinado de existencia corporal para cumplir un período de encarcelamiento, y el cuerpo humano se le otorga —después de muchísimos nacimientos y muertes— como una oportunidad para la autorrealización y para ir de vuelta al hogar, de vuelta a Dios. Pero personas como Dhṛtarāṣṭra tratan de hacer planes para vivir allí en una posición cómoda, con ganancia e intereses, pues no ven las cosas tal como son. Dhṛtarāṣṭra está ciego, y continúa con la esperanza de vivir cómodamente en medio de toda clase de reveses de la vida. Un sādhu como Vidura tiene la función de despertar a esa clase de personas ciegas, y ayudarlas así a ir de vuelta a Dios, donde la vida es eterna. Una vez que se va allá, nadie quiere regresar a este mundo material de desdichas. Podemos imaginarnos cuán responsable es la tarea que se confía a un sādhu como Mahātmā Vidura.

Texto

agnir nisṛṣṭo dattaś ca
garo dārāś ca dūṣitāḥ
hṛtaṁ kṣetraṁ dhanaṁ yeṣāṁ
tad-dattair asubhiḥ kiyat

Palabra por palabra

agniḥ — fuego; nisṛṣṭaḥ — enciende; dattaḥ — administrado; ca — y; garaḥ — veneno; dārāḥ — esposa; ca — y; dūṣitāḥ — insultaste; hṛtam — usurpaste; kṣetram — reino; dhanam — riqueza; yeṣām — de aquellos; tat — sus; dattaiḥ — dado por; asubhiḥ — subsistiendo; kiyat — es innecesario.

Traducción

No hay necesidad de llevar una vida degradada y subsistir de la caridad de aquellos a quienes trataste de matar por medio del incendio y el veneno. También insultaste a una de sus esposas y usurpaste su reino y su riqueza.

Significado

El sistema religioso varṇāśrama aparta por completo una porción de la vida de uno, para que se emplee en la autorrealización y el logro de la salvación en la forma humana de vida. Esa es una división rutinaria de la vida, pero personas como Dhṛtarāṣṭra, incluso a una edad avanzada y fatigosa, quieren quedarse en casa, aun en la condición degradada de tener que aceptar caridad de los enemigos. Vidura quiso señalarle esto, y hacerle ver que era mejor morir como lo habían hecho sus hijos, que aceptar una caridad tan humillante. Hace cinco mil años había un solo Dhṛtarāṣṭra, pero en los actuales momentos hay Dhṛtarāṣṭras en todos los hogares. Los políticos, especialmente, no se retiran de las actividades políticas a menos que los arrastre la cruel mano de la muerte o que los mate algún elemento opositor. Que uno se aferre a la vida familiar hasta el fin de su vida humana constituye el tipo más craso de degradación, y es absolutamente necesario que los Viduras eduquen a esos Dhṛtarāṣṭras, incluso en la actualidad.

Texto

tasyāpi tava deho ’yaṁ
kṛpaṇasya jijīviṣoḥ
paraity anicchato jīrṇo
jarayā vāsasī iva

Palabra por palabra

tasya — de esto; api — a pesar de; tava — tu; dehaḥ — cuerpo; ayam — este; kṛpaṇasya — de alguien que es avaro; jijīviṣoḥ — de ti, que deseas la vida; paraiti — decaerá; anicchataḥ — incluso en contra de la voluntad; jīrṇaḥ — deteriorado; jarayā — vieja; vāsasī — ropa; iva — como.

Traducción

Pese a tu renuencia a morir y a tu deseo de vivir incluso al precio del honor y el prestigio, tu avaricioso cuerpo decaerá con toda certeza y se deteriorará como la ropa vieja.

Significado

Las palabras kṛpaṇasya jijīviṣoḥ son significativas. Existen dos clases de hombres. Los de una reciben el nombre de kṛpaṇas, y a los de la otra se les da el nombre de brāhmaṇas. El kṛpaṇa, o el hombre avaro, no conoce el valor de su cuerpo material, pero el brāhmaṇa conoce el verdadero valor de sí mismo y del cuerpo material. Como el kṛpaṇa tiene un concepto erróneo de su cuerpo material, quiere disfrutar de la complacencia de los sentidos con todas sus fuerzas, e incluso en la vejez quiere volverse joven por medio de un tratamiento médico o de alguna otra manera. A Dhṛtarāṣṭra se le tilda de kṛpaṇa, porque quiere vivir a cualquier precio sin darle el debido valor a su cuerpo material. Vidura está tratando de abrirle los ojos para que vea que no puede vivir más de lo que le corresponde y que debe prepararse para morir. Como la muerte es inevitable, ¿por qué habría de aceptar una posición tan humillante para poder vivir? Es mejor ir por el buen camino, incluso a riesgo de encontrar la muerte. La vida humana está hecha para acabar con todas las clases de sufrimientos que tiene la existencia material, y la existencia debe regularse de modo tal que uno pueda alcanzar la meta deseada. Dhṛtarāṣṭra, debido a su erróneo concepto de la vida, ya había malogrado el ochenta por ciento de la energía que había adquirido, así que le correspondía utilizar en aras del bien máximo los días restantes de su avara vida. Una vida de esa índole se denomina avara, porque en ella no se pueden utilizar debidamente los bienes de la forma humana de vida. Es únicamente por buena suerte que un hombre así de avaro se encuentra con un alma autorrealizada como Vidura, y mediante las instrucciones de este se libera de la nesciencia de la existencia material.

Texto

gata-svārtham imaṁ dehaṁ
virakto mukta-bandhanaḥ
avijñāta-gatir jahyāt
sa vai dhīra udāhṛtaḥ

Palabra por palabra

gata-sva-artham — sin ser bien utilizado; imam — este; deham — cuerpo material; viraktaḥ — con indiferencia; mukta — estando liberado; bandhanaḥ — de toda obligación; avijñāta-gatiḥ — destino desconocido; jahyāt — uno debe abandonar ese cuerpo; saḥ — semejante persona; vai — ciertamente; dhīraḥ — imperturbable; udāhṛtaḥ — se dice que lo es.

Traducción

Se llama imperturbable a aquel que va a un lugar remoto y desconocido, y que, libre de todas las obligaciones, abandona el cuerpo material cuando el mismo se ha vuelto inservible.

Significado

Narottama dāsa Ṭhākura, un gran devoto y ācārya de la secta Gauḍīya Vaiṣṇava, ha cantado: «Mi Señor, simplemente he desperdiciado mi vida. Habiendo obtenido el cuerpo humano, no me he preocupado por adorar a Tu Señoría, y, por ende, he ingerido veneno de buena gana». En otras palabras, el cuerpo humano está especialmente hecho para cultivar conocimiento acerca del servicio devocional del Señor, sin el cual la vida se llena de ansiedades y condiciones desgraciadas. Por consiguiente, a aquel que ha arruinado su vida por haberla privado del cultivo de esas actividades, se le aconseja irse de casa y apartarse de amigos y familiares y, libre así de todas la obligaciones para con la familia, la sociedad, el país, etc., abandonar el cuerpo en algún lugar desconocido, de modo que los demás no sepan dónde y cómo encontró la muerte. Dhīra significa «aquel que no se perturba ni siquiera cuando hay suficiente provocación». Uno no puede abandonar la cómoda vida familiar, debido a la afectuosa relación que tiene con la esposa y los hijos. Este desmedido afecto por la familia obstruye la autorrealización, y si alguien de algún modo logra olvidar dicha relación, se lo llama imperturbable, o dhīra. Ese es, sin embargo, el sendero de la renunciación basado en una vida frustrada, pero la estabilización de esa clase de renunciación se logra únicamente por medio de la relación con auténticos santos y almas autorrealizadas, mediante lo cual uno puede dedicarse al amoroso servicio devocional del Señor. La sincera entrega a los pies de loto del Señor se vuelve posible, si se despierta el sentido trascendental de servir. Esto se logra por medio de la relación con devotos puros del Señor. Dhṛtarāṣṭra era lo suficientemente afortunado como para tener un hermano cuya sola compañía era una fuente de liberación para su frustrada vida.

Texto

yaḥ svakāt parato veha
jāta-nirveda ātmavān
hṛdi kṛtvā hariṁ gehāt
pravrajet sa narottamaḥ

Palabra por palabra

yaḥ — todo aquel que; svakāt — por su propio acto de despertarse; parataḥ — o por oír a otro; iha — aquí en este mundo; jāta — se vuelve; nirvedaḥ — indiferente al apego material; ātmavān — conciencia; hṛdi — dentro del corazón; kṛtvā — habiendo sido tomado por; harim — la Personalidad de Dios; gehāt — del hogar; pravrajet — se va; saḥ — él es; nara-uttamaḥ — el ser humano de primera.

Traducción

Ciertamente que es un hombre de primera aquel que despierta y entiende, bien sea por su propia cuenta o con la ayuda de otros, la falsedad y el sufrimiento de este mundo material, en virtud de lo cual se va del hogar y depende por completo de la Personalidad de Dios que reside en su corazón.

Significado

Hay tres clases de trascendentalistas: (1) el dhīra, o aquel que no se perturba al encontrarse lejos de la compañía de la familia, (2) aquel que está en la orden de vida de renuncia, o el que es sannyāsī a causa de un sentimiento de frustración, y (3) el devoto sincero del Señor que despierta su conciencia de Dios mediante el proceso de oír y cantar, y se va del hogar dependiendo por completo de la Personalidad de Dios, quien reside en su corazón. Es decir, la orden de vida de renuncia, después de una vida de sentimientos frustrados en el mundo material, puede que sea el primer paso en la senda de la autorrealización, pero la verdadera perfección del sendero de la liberación se alcanza cuando uno se acostumbra a depender por entero de la Suprema Personalidad de Dios, quien vive como Paramātmā en el corazón de todos. Puede que uno viva a solas, fuera del hogar, en la más oscura de las selvas, pero un devoto firme sabe muy bien que no está solo. La Suprema Personalidad de Dios está con él, y puede proteger a Su devoto sincero de cualquier circunstancia difícil. Así pues, uno debe practicar en casa el servicio devocional, oyendo y cantando el santo nombre del Señor, y oyendo y cantando acerca de su calidad, forma, pasatiempos, séquito, etc., en compañía de devotos puros, y esa práctica lo ayudará a uno a despertar conciencia de Dios en proporción a la sinceridad de su propósito. Aquel que desea beneficio material a cambio de esas actividades devocionales, nunca puede depender de la Suprema Personalidad de Dios, aunque Él se encuentra en el corazón de cada cual. Ni tampoco le da el Señor instrucción alguna a personas que lo adoran a cambio de un beneficio material. Puede que a esos devotos materialistas el Señor los bendiga con beneficios materiales, pero ellos no pueden llegar a la etapa del ser humano de primera que se mencionó anteriormente. Hay muchos ejemplos de esa clase de devotos sinceros en la historia del mundo, especialmente en la India, y ellos son nuestros guías en la senda de la autorrealización. Mahātmā Vidura es uno de esos grandes devotos del Señor, y todos debemos tratar de seguir sus pasos de loto en aras de la autorrealización.

Texto

athodīcīṁ diśaṁ yātu
svair ajñāta-gatir bhavān
ito ’rvāk prāyaśaḥ kālaḥ
puṁsāṁ guṇa-vikarṣaṇaḥ

Palabra por palabra

atha — por consiguiente; udīcīm — por el norte; diśam — dirección; yātu — por favor vete; svaiḥ — por tus familiares; ajñāta — sin que lo sepan; gatiḥ — movimientos; bhavān — de ti; itaḥ — después de eso; arvāk — anunciará; prāyaśaḥ — generalmente; kālaḥ — tiempo; puṁsām — de los hombres; guṇa — cualidades; vikarṣaṇaḥ — disminuyendo.

Traducción

Así que, por favor, parte para el norte de inmediato, sin dejar que tus familiares lo sepan, pues pronto llegará ese tiempo que disminuirá las buenas cualidades de los hombres

Significado

Uno puede compensar una vida de frustración con volverse un dhīra, o dejando el hogar para siempre sin comunicarse con los familiares, y Vidura le aconsejó a su hermano mayor que adoptara ese medio sin demora, porque la era de Kali se acercaba muy rápidamente. El alma condicionada ya está degradada por la relación con lo material, y, no obstante, en Kali-yuga las buenas cualidades del hombre se deteriorarán hasta el nivel más bajo de todos. A él se le aconsejó que dejara el hogar antes de que llegara Kali-yuga, porque la atmósfera que Vidura creó, con sus valiosas instrucciones acerca de los hechos de la vida, se desvanecería a causa de la influencia de la era, la cual se estaba acercando rápidamente. A cualquier hombre ordinario no le es posible convertirse en narottama, o un ser humano de primera que depende por completo del Supremo Señor Śrī Kṛṣṇa. En el Bhagavad-gītā (7.28) se declara que una persona que está completamente libre de todos los vestigios de los actos pecaminosos, es la única que puede depender del Supremo Señor Śrī Kṛṣṇa, la Personalidad de Dios. Vidura le aconsejó a Dhṛtarāṣṭra que al principio, al menos se volviera un dhīra, si le era imposible convertirse en un sannyāsī o en un narottama. El esfuerzo persistente en la línea de la autorrealización ayuda a que la persona se eleve a las condiciones de un narottama desde la etapa de dhīra. La etapa de dhīra se alcanza después de una prolongada práctica del sistema de yoga, pero, por la gracia de Vidura, uno puede alcanzar la etapa de inmediato, con solo tener el deseo de adoptar los medios de la misma. La etapa de dhīra es la etapa preparatoria de sannyāsa, y la etapa de sannyāsa es la etapa preparatoria del paramahaṁsa, o el devoto de primera del Señor.

Texto

evaṁ rājā vidureṇānujena
prajñā-cakṣur bodhita ājamīḍhaḥ
chittvā sveṣu sneha-pāśān draḍhimno
niścakrāma bhrātṛ-sandarśitādhvā

Palabra por palabra

evam — así pues; rājā — el rey Dhṛtarāṣṭra; vidureṇa anujena — por Vidura, su hermano menor; prajñā — conocimiento introspectivo; cakṣuḥ — ojos; bodhitaḥ — siendo entendido; ājamīḍhaḥ — Dhṛtarāṣṭra, vástago de la familia de Ajamīḍha; chittvā — rompiendo; sveṣu — en relación con los parientes; sneha-pāśān — la fuerte red del afecto; draḍhimnaḥ — por la tenacidad; niścakrāma — salió; bhrātṛ — por su hermano; sandarśita — en dirección a; adhvā — la senda de la liberación.

Traducción

Entonces, Mahārāja Dhṛtarāṣṭra, el vástago de la familia de Ajamīḍha, firmemente convencido por el conocimiento introspectivo [prajñā], rompió al instante la fuerte red del afecto familiar, mediante su resuelta determinación. Así pues, de inmediato se fue del hogar para emprender el camino de la liberación, tal como le indicó Vidura, su hermano menor.

Significado

El Señor Śrī Caitanya Mahāprabhu, el gran predicador de los principios del Śrīmad-Bhāgavatam, ha recalcado la importancia de relacionarse con sādhus, o devotos puros del Señor. Él dijo que por el hecho de relacionarse un solo momento con un devoto puro, uno puede lograr la absoluta perfección. No nos avergüenza admitir que de este hecho tuvimos experiencia en nuestra vida real. Si Su Divina Gracia Śrīmad Bhaktisiddhānta Sarasvatī Gosvāmī Mahārāja no nos hubiera favorecido con nuestro primer encuentro de solo unos cuantos minutos, nos habría resultado imposible aceptar esta enorme tarea de exponer el Śrīmad-Bhāgavatam en inglés.* De no haberlo visto en ese oportuno momento, me hubiera podido convertir en un gran magnate de negocios, pero nunca hubiera podido recorrer la senda de la liberación y dedicarme al verdadero servicio del Señor bajo las instrucciones de Su Divina Gracia. Y aquí hay otro ejemplo práctico por obra de la relación de Vidura con Dhṛtarāṣṭra. Mahārāja Dhṛtarāṣṭra estaba bien atrapado en una red de afectos relacionados con la política, la economía y el apego familiar, e hizo todo lo que estaba a su alcance para lograr el mal llamado éxito en los proyectos que planeó, pero fracasó de principio a fin en lo que se refiere a sus actividades materiales. Y aun así, pese a su vida de fracasos, logró el mayor de todos los éxitos en la autorrealización, gracias a las instrucciones contundentes de un devoto puro del Señor, que es el símbolo típico de un sādhu. Las Escrituras estipulan, por lo tanto, que uno debe relacionarse únicamente con sādhus, rechazando todas las demás clases de compañías, y gracias a eso se tendrán suficientes oportunidades de oír hablar a los sādhus, quienes pueden cortar en pedazos los vínculos del afecto ilusorio del mundo material. Es un hecho que el mundo material es una gran ilusión, porque, en un momento, todo parece ser una realidad tangible, pero un momento después todo se evapora, como la enérgica espuma del mar o como una nube en el cielo. Sin duda que una nube en el cielo parece ser una realidad, porque causa la lluvia, y debido a las lluvias aparecen muchísimas cosas verdes temporales; pero, en fin de cuentas, todo desaparece a su debido tiempo, es decir, la nube, la lluvia y la verde vegetación. Mas, el cielo permanece, y las variedades que hay en el cielo, o las luminarias, también permanecen por siempre. De igual modo, la Verdad Absoluta, que es como el cielo, permanece eternamente, y la temporal nube de la ilusión va y viene. Los seres vivientes ignorantes son atraídos por la nube temporal, pero los hombres inteligentes están más interesados en el cielo eterno con toda su variedad.

Texto

patiṁ prayāntaṁ subalasya putrī
pati-vratā cānujagāma sādhvī
himālayaṁ nyasta-daṇḍa-praharṣaṁ
manasvinām iva sat samprahāraḥ

Palabra por palabra

patim — su esposo; prayāntam — mientras abandonaba el hogar; subalasya — del rey Subala; putrī — la digna hija; pati-vratā — consagrada a su esposo; ca — también; anujagāma — siguió; sādhvī — la casta; himālayam — hacia los montes Himālaya; nyasta-daṇḍa — aquel que ha aceptado la vara de la orden de renuncia; praharṣam — objeto de deleite; manasvinām — de los grandes combatientes; iva — como; sat — legítimo; samprahāraḥ — buen azote.

Traducción

La buena y casta de Gāndhārī, quien era la hija del rey Subala de Kandahar [o Gāndhāra], siguió a su esposo al ver que él se dirigía a los montes Himālaya, que son la delicia de aquellos que han aceptado el báculo de la orden de renuncia, como combatientes que han aceptado un buen castigo del enemigo.

Significado

Saubalinī, o Gāndhārī, la hija del rey Subala y esposa del rey Dhṛtarāṣṭra, fue una mujer ideal como esposa consagrada a su esposo. La civilización védica forma a mujeres especialmente como esposas castas y consagradas, de las cuales Gāndhārī es una de las muchas que se mencionan en la historia. Lakṣmījī Sītādevī también era la hija de un gran rey, mas siguió a su esposo, el Señor Rāmacandra, al bosque. Así mismo, por el hecho de ser mujer, Gāndhārī pudo haberse quedado en su casa o en la de su padre, pero como dama casta y buena que era siguió a su esposo sin consideración alguna. Vidura le impartió a Dhṛtarāṣṭra instrucciones relativas a la orden de vida de renuncia, y Gāndhārī estaba al lado de su esposo. Sin embargo, él no le pidió a ella que lo siguiera, porque en esa ocasión estaba totalmente decidido, como un gran guerrero que enfrenta toda clase de peligros en el campo de batalla. Ya él no estaba atraído a una supuesta esposa o supuestos parientes, y decidió partir solo; pero Gāndhārī, como dama casta que era, decidió seguir a su esposo hasta el final. Mahārāja Dhṛtarāṣṭra adoptó la orden de vānaprastha, y en esa etapa se permite que la esposa permanezca como una servidora voluntaria, pero en la etapa de sannyāsa no se le permite a ninguna esposa quedarse con el que era su esposo. Al sannyāsī se le considera un hombre muerto en lo civil y, por ende, desde el punto de vista civil, la esposa se vuelve viuda, sin ninguna relación con su anterior esposo. Mahārāja Dhṛtarāṣṭra no rechazó a su fiel esposa, y ella siguió a su marido bajo su propia responsabilidad.

Los sannyāsīs aceptan una vara como símbolo de la orden de vida de renuncia. Hay dos tipos de sannyāsīs. Aquellos que siguen la filosofía māyāvādī, encabezados por Śrīpāda Śaṅkarācārya, aceptan únicamente una vara (eka-daṇḍa), pero aquellos que siguen la filosofía vaiṣṇava aceptan tres varas unidas (tri-daṇḍa). Los sannyāsīs māyāvādīs son ekadaṇḍi-svāmīs, mientras que a los sannyāsīs vaiṣṇavas se les conoce como tridaṇḍi-svāmīs o, más específicamente, tridaṇḍi-gosvāms, para diferenciarlos de los filósofos māyāvādīs. A los ekadaṇḍi-svāmīs les gustan principalmente los Himālayas, pero a los sannyāsīs vaiṣṇavas les gustan Vṛndāvana y Purī. Los sannyāsīs vaiṣṇavas son narottamas, mientras que los sannyāsīs māyāvādīs son dhīras. A Mahārāja Dhṛtarāṣṭra se le aconsejó que siguiera a los dhīras, porque en la etapa en la que se encontraba le era difícil convertirse en un narottama.

Texto

ajāta-śatruḥ kṛta-maitro hutāgnir
viprān natvā tila-go-bhūmi-rukmaiḥ
gṛhaṁ praviṣṭo guru-vandanāya
na cāpaśyat pitarau saubalīṁ ca

Palabra por palabra

ajāta — nunca nacido; śatruḥ — enemigo; kṛta — habiendo realizado; maitraḥ — adorando a los semidioses; huta-agniḥ — y ofreciendo leña en el fuego; viprān — los brāhmaṇas; natvā — ofreciendo reverencias; tila-go-bhūmi-rukmaiḥ — junto con granos, vacas, tierra y oro; gṛham — dentro del palacio; praviṣṭaḥ — habiendo entrado a; guru-vandanāya — para ofrecerles respeto a los miembros mayores; na — no; ca — también; apaśyat — vio; pitarau — a sus tíos; saubalīm — Gāndhārī; ca — también.

Traducción

Mahārāja Yudhiṣṭhira, cuyo enemigo nunca nació, realizó sus deberes diarios matutinos, orando, ofreciéndole un fuego de sacrificio al dios del sol, y ofreciéndoles reverencias, granos, vacas, tierra y oro a los brāhmaṇas. Él entró entonces en el palacio para darles sus respetos a los mayores. Sin embargo, no pudo encontrar a sus tíos, ni tampoco a su tía, la hija del rey Subala.

Significado

Mahārāja Yudhiṣṭhira era el rey más piadoso de todos, porque a diario practicaba personalmente los deberes piadosos que tienen los casados. Los casados tienen que levantarse temprano por la mañana y, después de bañarse, deben ofrecerles respetos a las Deidades de la casa mediante oraciones, ofreciendo leña en el fuego sagrado, dándoles a los brāhmaṇas caridad en forma de tierra, vacas, granos, oro, etc., y, finalmente, ofreciéndoles a los miembros mayores los debidos respetos y reverencias. Aquel que no está dispuesto a practicar las disposiciones que se prescriben en los śāstras, no puede ser un hombre bueno simplemente en virtud del conocimiento libresco. Los casados de hoy en día están acostumbrados a un modo de vida diferente, es decir, a levantarse tarde, y luego tomar té en la cama, sin ninguna clase de limpieza y sin ninguna de las prácticas purificatorias que se mencionaron antes. Los niños de la casa adoptan las costumbres de sus padres y, por consiguiente, toda la generación se desliza hacia el infierno. Nada bueno se puede esperar de ellos, a menos que se asocien con sādhus. Al igual que Dhṛtarāṣṭra, la persona materialista puede aprender con un sādhu como Vidura, y así limpiarse de los efectos de la vida moderna.

Mahārāja Yudhiṣṭhira, sin embargo, no pudo encontrar en el palacio a sus dos tíos, Dhṛtarāṣṭra y Vidura, ni tampoco a Gāndhārī, la hija del rey Subala. Él estaba ansioso de verlos y, por lo tanto, le preguntó por ellos a Sañjaya, el secretario privado de Dhṛtarāṣṭra.

Texto

tatra sañjayam āsīnaṁ
papracchodvigna-mānasaḥ
gāvalgaṇe kva nas tāto
vṛddho hīnaś ca netrayoḥ

Palabra por palabra

tatra — ahí; sañjayam — a Sañjaya; āsīnam — sentado; papraccha — le preguntó a; udvigna-mānasaḥ — lleno de angustia; gāvalgaṇe — el hijo de Gavalgaṇa, Sañjaya; kva — dónde está; naḥ — nuestro; tātaḥ — tío; vṛddhaḥ — anciano; hīnaḥ ca — y desprovisto de; netrayoḥ — los ojos.

Traducción

Mahārāja Yudhiṣṭhira, lleno de angustia, se volvió hacia Sañjaya, que se encontraba sentado ahí, y le dijo: ¡Oh, Sañjaya!, ¿dónde está nuestro tío, quien es anciano y ciego?

Texto

ambā ca hata-putrārtā
pitṛvyaḥ kva gataḥ suhṛt
api mayy akṛta-prajñe
hata-bandhuḥ sa bhāryayā
āśaṁsamānaḥ śamalaṁ
gaṅgāyāṁ duḥkhito ’patat

Palabra por palabra

ambā — tía materna; ca — y; hata-putrā — que había perdido a todos sus hijos; ārtā — en una situación lamentable; pitṛvyaḥ — tío Vidura; kva — dónde; gataḥ — ido; suhṛt — bienqueriente; api — si; mayi — a mí; akṛta-prajñe — desagradecido; hata-bandhuḥ — aquel que ha perdido a todos sus hijos; saḥ — Dhṛtarāṣṭra; bhāryayā — con su esposa; āśaṁsamānaḥ — con la mente en duda; śamalam — ofensas; gaṅgāyām — en el agua del Ganges; duḥkhitaḥ — con la mente afligida; apatat — cayó.

Traducción

¿Dónde está mi bienqueriente, el tío Vidura, y madre Gāndhārī, quien está muy afligida por el fallecimiento de todos sus hijos? Mi tío Dhṛtarāṣṭra también estaba muy mortificado por la muerte de todos sus hijos y nietos. Sin duda que soy muy desagradecido. ¿Sería por eso que él tomó mis ofensas muy en serio y, junto con su esposa, se ahogó en el Ganges?

Significado

Los Pāṇḍavas, especialmente Mahārāja Yudhiṣṭhira y Arjuna, previeron los efectos posteriores de la batalla de Kurukṣetra, y por eso Arjuna declinó llevarla a cabo. La pelea se ejecutó por la voluntad del Señor, pero los dolorosos efectos que tendría en la familia, tal como lo habían pensado con anterioridad, se habían hecho realidad. Mahārāja Yudhiṣṭhira siempre estuvo consciente de la muy difícil situación en que se hallaban su tío Dhṛtarāṣṭra y su tía Gāndhārī y, en consecuencia, se ocupó de darles todo el cuidado posible, en medio de la vejez y de la afligida condición en que ellos se encontraban. Así pues, cuando no pudo encontrar en el palacio ni a su tío ni a su tía, naturalmente se llenó de dudas, y conjeturó que habían ido a ahogarse en las aguas del Ganges. Él se consideró desagradecido, porque cuando los Pāṇḍavas quedaron huérfanos de padre, Mahārāja Dhṛtarāṣṭra les dio toda clase de facilidades palaciegas para que vivieran, y a cambio él había matado a todos los hijos de Dhṛtarāṣṭra en la batalla de Kurukṣetra. Como hombre piadoso que era, Mahārāja Yudhiṣṭhira tomó en cuenta todas sus inevitables malas acciones, y nunca pensó en las fechorías de su tío y compañía. Por la voluntad del Señor, Dhṛtarāṣṭra había sufrido las consecuencias de sus propias fechorías, pero Mahārāja Yudhiṣṭhira estaba pensando únicamente en sus propias e inevitables malas acciones. Esa es la naturaleza de un buen hombre y devoto del Señor. Un devoto nunca encuentra faltas en los demás, sino que más bien trata de encontrar las suyas propias, para así corregirlas en la medida de lo posible.

Texto

pitary uparate pāṇḍau
sarvān naḥ suhṛdaḥ śiśūn
arakṣatāṁ vyasanataḥ
pitṛvyau kva gatāv itaḥ

Palabra por palabra

pitari — a mi padre; uparate — cayendo; pāṇḍau — Mahārāja Pāṇḍu; sarvān — todos; naḥ — de nosotros; suhṛdaḥ — bienquerientes; śiśūn — niñitos; arakṣatām — protegidos; vyasanataḥ — de toda clase de peligros; pitṛvyau — tíos; kva — dónde; gatau — se han ido; itaḥ — de este lugar.

Traducción

Cuando mi padre, Pāṇḍu, cayó y todos nosotros estábamos pequeños, estos dos tíos nos protegieron de toda clase de calamidades. Ellos siempre fueron nuestros buenos bienquerientes. ¡Ay de mí!, ¿de aquí adónde se han ido?

Texto

sūta uvāca
kṛpayā sneha-vaiklavyāt
sūto viraha-karśitaḥ
ātmeśvaram acakṣāṇo
na pratyāhātipīḍitaḥ

Palabra por palabra

sūtaḥ uvāca — Sūta Gosvāmī dijo; kṛpayā — por una gran compasión; sneha-vaiklavyāt — trastorno mental debido a un profundo afecto; sūtaḥ — Sañjaya; viraha-karśitaḥ — afligido por la separación; ātma-īśvaram — su amo; acakṣāṇaḥ — al no ver; na — no; pratyāha — respondió; ati-pīḍitaḥ — estando muy acongojado.

Traducción

Sūta Gosvāmī dijo: Por compasión y debido a la agitación de la mente, Sañjaya se acongojó al no ver a su propio amo, Dhṛtarāṣṭra, y no pudo responderle bien a Mahārāja Yudhiṣṭhira.

Significado

Sañjaya había sido el asistente personal de Mahārāja Dhṛtarāṣṭra por muchísimo tiempo, y por eso tuvo la oportunidad de estudiar la vida de Dhṛtarāṣṭra. Y cuando vio finalmente que Dhṛtarāṣṭra había dejado el hogar sin que él lo supiera, sus pesares no tuvieron límite. Él había sentido mucha lástima por Dhṛtarāṣṭra, ya que en la contienda de la batalla de Kurukṣetra el rey Dhṛtarāṣṭra lo había perdido todo —hombres y dinero—, y al final, el rey y la reina habían tenido que irse del hogar totalmente frustrados. Él estudió la situación a su manera, porque no sabía que Vidura había despertado la visión interna de Dhṛtarāṣṭra y que, por lo tanto, este último había dejado el hogar con entusiasmo y alegría, para tener una vida mejor después de irse del oscuro pozo del hogar. A menos que se esté convencido de que hay una vida mejor después de renunciar a la vida actual, uno no puede mantenerse en la orden de vida de renuncia simplemente mediante una ropa artificial o permaneciendo fuera de casa.

Texto

vimṛjyāśrūṇi pāṇibhyāṁ
viṣṭabhyātmānam ātmanā
ajāta-śatruṁ pratyūce
prabhoḥ pādāv anusmaran

Palabra por palabra

vimṛjya — enjugando; aśrūṇi — lágrimas de los ojos; pāṇibhyām — con las manos; viṣṭabhya — situado; ātmānam — la mente; ātmanā — mediante la inteligencia; ajāta-śatrum — a Mahārāja Yudhiṣṭhira; pratyūce — comenzó a responder; prabhoḥ — de su amo; pādau — pies; anusmaran — pensando luego.

Traducción

Primero, él se tranquilizó lentamente por medio de la inteligencia, y limpiándose las lágrimas y pensando en los pies de su amo, Dhṛtarāṣṭra, comenzó a responderle a Mahārāja Yudhiṣṭhira.

Texto

sañjaya uvāca
nāhaṁ veda vyavasitaṁ
pitror vaḥ kula-nandana
gāndhāryā vā mahā-bāho
muṣito ’smi mahātmabhiḥ

Palabra por palabra

sañjayaḥ uvāca — Sañjaya dijo; na — no; aham — yo; veda — conozco; vyavasitam — determinación; pitroḥ — de tus tíos; vaḥ — tu; kula-nandana — ¡oh, descendiente de la dinastía Kuru!; gāndhāryāḥ — de Gāndhārī; — o; mahā-bāho — ¡oh, gran rey!; muṣitaḥ — engañado; asmi — he sido; mahā-ātmabhiḥ — por esas grandes almas.

Traducción

Sañjaya dijo: Mi querido descendiente de la dinastía Kuru, no tengo ninguna información acerca de la decisión de tus dos tíos y Gāndhārī. ¡Oh, rey!, he sido engañado por esas grandes almas.

Significado

Que unas grandes almas engañen a los demás puede que resulte sorprendente, pero es un hecho que las grandes almas engañan a los demás por una gran causa. Se dice que el Señor Kṛṣṇa le aconsejó a Yudhiṣṭhira que dijera una mentira ante Droṇācārya, y eso también fue por una gran causa. El Señor lo quería y, por ende, era una gran causa. La satisfacción del Señor es el criterio que sigue aquel que es genuino, y la máxima perfección de la vida es la de satisfacer al Señor por medio de la ocupación obligatoria de uno. Ese es el veredicto del Gītā y del Bhāgavatam.** Dhṛtarāṣṭra y Vidura, seguidos de Gāndhārī, no le revelaron su decisión a Sañjaya, pese a que él estaba constantemente con Dhṛtarāṣṭra como su asistente personal. Sañjaya nunca creyó que Dhṛtarāṣṭra pudiera ejecutar alguna acción sin consultar con él. Pero la ida de casa de Dhṛtarāṣṭra era tan confidencial, que ni siquiera se le podía revelar a Sañjaya. Mientras Sanātana Gosvāmī se dirigía a ver a Śrī Caitanya Mahāprabhu también engañó a un carcelero, e igualmente Raghunātha dāsa Gosvāmī engañó a un sacerdote y, para satisfacer al Señor, dejó el hogar para siempre. Para satisfacer al Señor, cualquier cosa es buena, pues está relacionada con la Verdad Absoluta. Nosotros también tuvimos la misma oportunidad de engañar a nuestros familiares y abandonar el hogar para dedicarnos al servicio del Śrīmad-Bhāgavatam. Esa clase de engaño fue necesario por el bien de una gran causa, y no hay ninguna pérdida para nadie en esa clase de fraude trascendental.

Texto

athājagāma bhagavān
nāradaḥ saha-tumburuḥ
pratyutthāyābhivādyāha
sānujo ’bhyarcayan munim

Palabra por palabra

atha — después de eso; ājagāma — llegó; bhagavān — la personalidad divina; nāradaḥ — Nārada; saha-tumburuḥ — junto con su tumburu (su instrumento musical); pratyutthāya — habiéndose levantado de sus asientos; abhivādya — ofreciendo sus debidas reverencias; āha — dijo; sa-anujaḥ — junto con sus hermanos menores; abhyarcayan — así, mientras recibían con la debida actitud; munim — el sabio.

Traducción

Mientras Sañjaya hablaba de esa manera, Śrī Nārada, el poderoso devoto del Señor, apareció en la escena llevando su tumburu. Mahārāja Yudhiṣṭhira y sus hermanos lo recibieron debidamente, levantándose de sus asientos y ofreciéndole reverencias.

Significado

A Devarṣi Nārada se lo describe como bhagavān, por ser el devoto más íntimo del Señor. El Señor y Sus muy íntimos devotos son tratados de la misma manera por aquellos que de hecho están dedicados al servicio amoroso del Señor. Esos devotos íntimos del Señor son muy queridos por Él, debido a que ellos viajan por todas partes para predicar las glorias del Señor de diferentes maneras, y tratan al máximo de convertir en devotos a los no devotos del Señor, a fin de llevarlos al plano de la cordura. En realidad, el ser viviente no puede ser un no devoto del Señor, debido a su posición constitucional, pero cuando alguien se convierte en un no devoto o no creyente, se sobreentiende que la persona en cuestión no se encuentra en una condición sana. Los devotos íntimos del Señor tratan a esos seres vivientes engañados‚ y en consecuencia, son de lo más agradables a los ojos del Señor. El Señor dice en el Bhagavad-gītā que no hay nadie más querido por Él que aquel que de hecho predica las glorias del Señor para convertir a los no creyentes y no devotos. A personalidades tales como Nārada se les deben ofrecer todos los respetos debidos, como aquellos que se le ofrecen a la propia Personalidad de Dios, y Mahārāja Yudhiṣṭhira, junto con sus nobles hermanos, fueron ejemplos para los demás en lo referente a recibir a un devoto puro del Señor como Nārada, que no tenía ningún interés salvo el de cantar las glorias del Señor con su vīṇā, un instrumento musical de cuerdas.

Texto

yudhiṣṭhira uvāca
nāhaṁ veda gatiṁ pitror
bhagavan kva gatāv itaḥ
ambā vā hata-putrārtā
kva gatā ca tapasvinī

Palabra por palabra

yudhiṣṭhiraḥ uvāca — Mahārāja Yudhiṣṭhira dijo; na — no; aham — yo; veda — lo sé; gatim — partida; pitroḥ — de los tíos; bhagavan — ¡oh, personalidad divina!; kva — dónde; gatau — ido; itaḥ — de este lugar; ambā — tía materna; — ni; hata-putrā — desprovista de sus hijos; ārtā — afligida; kva — dónde; gatā — ido; ca — también; tapasvinī — asceta.

Traducción

Mahārāja Yudhiṣṭhira dijo: ¡Oh, personalidad divina!, no sé adónde han ido mis dos tíos. Ni tampoco puedo encontrar a mi asceta tía, que está desconsolada por la pérdida de todos sus hijos.

Significado

Mahārāja Yudhiṣṭhira, como una buena alma y devoto del Señor que era, siempre estuvo consciente de la gran pérdida que había sufrido su tía, y de los padecimientos de asceta de esta. A un asceta nunca lo perturban ninguna clase de sufrimientos, y eso lo vuelve fuerte y determinado en la senda del progreso espiritual. La reina Gāndhārī es un ejemplo típico de una asceta, por el maravilloso carácter que exhibió en muchas situaciones difíciles. Ella fue una mujer ideal como madre, esposa y asceta, y en la historia del mundo es muy difícil encontrar una mujer con un carácter como ese.

Texto

karṇadhāra ivāpāre
bhagavān pāra-darśakaḥ
athābabhāṣe bhagavān
nārado muni-sattamaḥ

Palabra por palabra

karṇa-dhāraḥ — capitán de barco; iva — como; apāre — en los extensos océanos; bhagavān — representante del Señor; pāra-darśakaḥ — alguien que puede dar indicaciones de cómo llegar al otro lado; atha — así pues; ābabhāṣe — comenzó a decir; bhagavān — la personalidad divina; nāradaḥ — el gran sabio Nārada; muni-sat-tamaḥ — el más grande entre los filósofos devotos.

Traducción

Tú eres como el capitán de un barco que se halla en un gran océano, y puedes dirigirnos a nuestro destino. Después de que se le habló de ese modo, la personalidad divina, Devarṣi Nārada, el más grande de los filósofos devotos, comenzó a hablar.

Significado

Existen diferentes tipos de filósofos, y los más grandes de todos ellos son los que han visto a la Personalidad de Dios y se han entregado al trascendental servicio amoroso del Señor. De toda esa clase de devotos puros del Señor, Devarṣi Nārada es el principal y, por consiguiente, aquí se le ha descrito como el más grande de todos los filósofos devotos. A menos que uno se haya vuelto un filósofo suficientemente entendido por haber oído la exposición de la filosofía vedānta de labios de un maestro espiritual auténtico, no se puede ser un erudito filósofo devoto. Hay que ser muy fiel, erudito y renunciado, pues de lo contrario no se puede ser un devoto puro. El devoto puro del Señor puede darnos indicaciones de cómo llegar al lado opuesto de la ignorancia. Devarṣi Nārada solía visitar el palacio de Mahārāja Yudhiṣṭhira, porque todos los Pāṇḍavas eran devotos puros del Señor, y Devarṣi siempre estaba dispuesto a darles buen consejo cuando fuera necesario.

Texto

nārada uvāca
mā kañcana śuco rājan
yad īśvara-vaśaṁ jagat
lokāḥ sapālā yasyeme
vahanti balim īśituḥ
sa saṁyunakti bhūtāni
sa eva viyunakti ca

Palabra por palabra

nāradaḥ uvāca — Nārada dijo; — nunca; kañcana — por todos los medios; śucaḥ — te lamentes; rājan — ¡oh, rey!; yat — porque; īśvara-vaśam — bajo el control del Señor Supremo; jagat — el mundo; lokāḥ — todos los seres vivientes; sa-pālāḥ — incluso sus líderes; yasya — cuyos; ime — todos estos; vahanti — llevan; balim — medios de adoración; īśituḥ — para ser protegidos; saḥ — Él; saṁyunakti — reúne; bhūtāni — a todos los seres vivientes; saḥ — Él; eva — también; viyunakti — dispersa; ca — y.

Traducción

Śrī Nārada dijo: ¡Oh, piadoso rey!, no te lamentes por nadie, pues todo el mundo se encuentra bajo el control del Señor Supremo. Por lo tanto, todos los seres vivientes y sus líderes efectúan la adoración de Él, para estar bien protegidos. Es solo Él quien los reúne y los dispersa.

Significado

Todo ser viviente, ya sea de este mundo material o del mundo espiritual, se encuentra bajo el control del Señor Supremo, la Personalidad de Dios. Comenzando por Brahmājī, el líder del universo, y descendiendo hasta la insignificante hormiga, todos se rigen por la orden del Señor Supremo. Así pues, la posición constitucional del ser viviente es la de estar subordinado bajo el control del Señor. El necio ser viviente, en especial el hombre, se rebela artificialmente en contra de la ley del Supremo y, por ello, es castigado como un asura o infractor de la ley. El ser viviente es puesto en una determinada posición por orden del Señor Supremo, y es de nuevo desplazado de ese lugar por orden del Señor Supremo o de Sus agentes autorizados. Brahmā, Śiva, Indra, Candra, Mahārāja Yudhiṣṭhira, o, en la historia moderna, Napoleón, Akbar, Alejandro, Gandhi, Shubhash y Nehru, son todos sirvientes del Señor, y por la orden suprema del Señor, a ellos se los pone o se los quita de sus respectivas posiciones. Ninguno de ellos es independiente. Aun a pesar de que esos hombres o líderes se rebelan de manera de no reconocer la supremacía del Señor, no obstante mediante diversos sufrimientos, se les pone bajo el control de leyes del mundo material aún más rigurosas. Solo el hombre necio dice, pues, que Dios no existe. A Mahārāja Yudhiṣṭhira se le estaba convenciendo de esta cruda verdad, porque estaba sumamente abatido por la repentina partida de sus ancianos tíos. A Mahārāja Dhṛtarāṣṭra se lo había puesto en esa posición por sus acciones pasadas; él ya había sufrido o disfrutado de los beneficios que acumuló en el pasado, pero por alguna razón y debido a su buena suerte, tenía un buen hermano menor, Vidura, y gracias a la instrucción de este cerró todas las cuentas en el mundo material, para así partir y lograr la salvación.

Ordinarily one cannot change the course of one’s due happiness and distress by plan. Everyone has to accept them as they come under the subtle arrangement of kāla, or invincible time. There is no use trying to counteract them. The best thing is, therefore, that one should endeavor to achieve salvation, and this prerogative is given only to man because of his developed condition of mental activities and intelligence. Only for man are there different Vedic instructions for attainment of salvation during the human form of existence. One who misuses this opportunity of advanced intelligence is verily condemned and put into different types of miseries, either in this present life or in the future. That is the way the Supreme controls everyone.

Texto

yathā gāvo nasi protās
tantyāṁ baddhāś ca dāmabhiḥ
vāk-tantyāṁ nāmabhir baddhā
vahanti balim īśituḥ

Palabra por palabra

yathā — tanto como; gāvaḥ — vaca; nasi — por la nariz; protāḥ — atada; tantyām — por la soga; baddhāḥ — sujeto; ca — también; dāmabhiḥ — mediante sogas; vāk-tantyām — en la red de los himnos védicos; nāmabhiḥ — mediante nomenclaturas; baddhāḥ — condicionados; vahanti — llevan a cabo; balim — órdenes; īśituḥ — para ser controlados por el Señor Supremo.

Traducción

Así como una vaca está condicionada cuando la ata por la nariz una soga larga, así mismo los seres humanos están atados por diferentes mandamientos védicos y están condicionados a obedecer las órdenes del Señor Supremo.

Significado

Todo ser viviente, ya sea un hombre, un animal o un ave, cree que es libre de por sí, pero de hecho nadie es libre de las severas leyes del Señor. Las leyes del Señor son severas, porque no se las puede desobedecer bajo ninguna circunstancia. Astutos forajidos pueden evadir las leyes hechas por el hombre, pero en los códigos del legislador supremo no hay ni la más remota posibilidad de desdeñar las leyes. Un pequeño cambio que se trate de introducir en la ley hecha por Dios, puede ocasionar un peligro mayúsculo que debe afrontar el infractor. Esas leyes del Supremo se conocen por lo general como los códigos de la religión, bajo diferentes condiciones, pero el principio de la religión es el mismo en todas partes, es decir, obedecer las órdenes del Dios Supremo, los códigos de la religión. Esa es la condición de la existencia material. Todos los seres vivientes del mundo material han aceptado por su propio gusto el riesgo de la vida condicionada, a raíz de lo cual están atrapados por las leyes de la naturaleza material. La única manera de salirse del enredo consiste en acceder a obedecer al Supremo. Pero en vez de zafarse de las garras de māyā, o la ilusión, los necios seres humanos quedan atados por diferentes nomenclaturas, con las designaciones de brāhmaṇas, kṣatriyas, vaiśyas, śūdras, hindúes, musulmanes, indios, europeos, americanos, chinos y muchas otras, y de ese modo ejecutan las órdenes del Señor Supremo bajo la influencia de los respectivos mandamientos legislativos o de las Escrituras. Las leyes reglamentarias del Estado son réplicas o imitaciones imperfectas de los códigos religiosos. El Estado seglar, o el Estado sin Dios, les permite a los ciudadanos infringir las leyes de Dios, pero les prohíbe desobedecer las leyes del Estado; el resultado de ello es que la generalidad de la gente sufre más por quebrantar las leyes de Dios, que por desobedecer las imperfectas leyes hechas por el hombre. Todo hombre es imperfecto por constitución bajo las condiciones de la existencia material, y no existe la menor posibilidad de que ni siquiera el hombre más adelantado de todos desde el punto de vista material, pueda promulgar una legislación perfecta. En cambio, en las leyes de Dios no hay semejante imperfección. Si a los líderes se les educara en lo referente a las leyes de Dios, no habría necesidad de un consejo legislativo provisional integrado por hombres que no tienen un propósito fijo. En las improvisadas leyes del hombre hay la necesidad de introducir cambios, mas no ocurre así con las leyes hechas por Dios, porque las hizo perfectas la omniperfecta Personalidad de Dios. Los códigos de la religión, las disposiciones de las Escrituras, las hacen representantes de Dios liberados, tomando en cuenta las diversas condiciones de vida, y al ejecutar las órdenes del Señor, los seres vivientes condicionados gradualmente se liberan de las garras de la existencia material. La verdadera posición del ser viviente consiste, sin embargo, en que es el servidor eterno del Señor Supremo. En su estado liberado, le presta servicio al Señor con amor trascendental, y de ese modo disfruta de plena libertad, a veces incluso en la misma medida que el Señor, o a veces más que el Señor. Pero en el mundo material condicionado, todo ser viviente quiere ser el Señor de otros seres vivientes, y es así como por la ilusión de māyā esa mentalidad de enseñoreamiento se vuelve la causa de una extensión adicional de la vida condicionada. De manera que en el mundo material el ser viviente es condicionado aún más, hasta que revive su estado original de servidumbre eterna, en virtud de lo cual se entrega al Señor. Esa es la última instrucción del Bhagavad-gītā y de todas las demás Escrituras reconocidas que hay en el mundo.

Texto

yathā krīḍopaskarāṇāṁ
saṁyoga-vigamāv iha
icchayā krīḍituḥ syātāṁ
tathaiveśecchayā nṛṇām

Palabra por palabra

yathā — tanto como; krīḍa-upaskarāṇām — juguetes; saṁyoga — unión; vigamau — desunión; iha — en este mundo; icchayā — por la voluntad de; krīḍituḥ — tan solo para hacer un papel; syātām — ocurre; tathā — así mismo; eva — ciertamente; īśa — el Señor Supremo; icchayā — por la voluntad de; nṛṇām — de los seres humanos.

Traducción

Así como un jugador reúne y dispersa a su antojo las cosas con las que juega, así mismo la suprema voluntad del Señor reúne a los hombres y los separa.

Significado

Hemos de saber con toda certeza que, la posición específica en que nos encontramos ahora, la ha dispuesto la voluntad suprema en función de nuestras actividades en el pasado. Tal como se dice en el Bhagavad-gītā (13.23), el Señor Supremo, en la forma del Paramātmā localizado, se halla en el corazón de cada ser viviente, y, por lo tanto, en cada etapa de nuestras vidas Él conoce todo lo relativo a nuestras actividades. Él recompensa con reacciones nuestras acciones, por lo cual nos pone en algún lugar determinado. El hijo de un hombre rico nace con todo a su disposición, pero ello se debe a que lo merecía, y, por consiguiente, se lo pone ahí por la voluntad del Señor. Y en un determinado momento en que el niño tiene que ser desplazado de ese lugar, también se lo lleva la voluntad del Supremo, incluso si el niño o el padre no desean distanciar la feliz relación. Lo mismo ocurre también en el caso de un hombre pobre. Ni el rico ni el pobre tienen ningún control sobre esos encuentros y separaciones de los seres vivientes. El ejemplo del jugador y sus cosas de juego no debe ser mal interpretado. Uno pudiera argüir que, como el Señor está obligado a otorgar los resultados en forma de las reacciones a nuestras propias acciones, el ejemplo de un jugador no se aplica. Pero no es así. Debemos recordar siempre que el Señor es la voluntad suprema, y a Él no lo obliga ninguna ley. Por lo general, la ley del karma consiste en que a uno se le otorga el resultado de sus propias acciones; más en casos especiales, por la voluntad del Señor, esas acciones resultantes también se alteran. Pero ese cambio puede efectuarlo únicamente la voluntad del Señor, y ninguna otra. Luego el ejemplo del jugador que se cita en este verso es muy adecuado, pues la Voluntad Suprema es absolutamente libre de hacer lo que guste, y como es omniperfecta, no existe ningún error en ninguna de sus acciones o reacciones. El Señor efectúa esos cambios de las acciones resultantes principalmente cuando un devoto puro está involucrado en ello. En el Bhagavad-gītā (9.30-31) se asegura que, a un devoto puro que se ha entregado al Señor sin reservas, Él lo salva de toda clase de reacciones producto de los pecados, y no hay ninguna duda de ello. En la historia del mundo existen cientos de ejemplos de reacciones que el Señor cambió. Si el Señor es capaz de cambiar las reacciones de nuestros actos pasados, entonces es indudable que a Él no lo ata ninguna acción o reacción de Sus propios actos. Él es perfecto y trascendental a todas las leyes.

Texto

yan manyase dhruvaṁ lokam
adhruvaṁ vā na cobhayam
sarvathā na hi śocyās te
snehād anyatra mohajāt

Palabra por palabra

yat — aunque; manyase — tú creas; dhruvam — Verdad Absoluta; lokam — personas; adhruvam — irrealidad; — o; na — o no; ca — también; ubhayam — o de las dos maneras; sarvathā — en todas las circunstancias; na — nunca; hi — ciertamente; śocyāḥ — motivo de lamento; te — ellos; snehāt — por afecto; anyatra — o de lo contrario; moha-jāt — por confusión.

Traducción

¡Oh, rey!, en todas las circunstancias, ya sea que consideres que el alma es un principio eterno, o que el cuerpo material es algo perecedero, o que todo existe en la impersonal Verdad Absoluta, o que todo es una combinación inexplicable de materia y espíritu, los sentimientos de separación se deben solo al afecto ilusorio y nada más.

Significado

Lo cierto es que todo ser viviente es una parte integral e individual del Ser Supremo, y su posición constitucional es la de prestar servicio cooperativo subordinado. Ya sea en su existencia material condicionada o en su posición liberada de pleno conocimiento y eternidad, la entidad viviente se halla eternamente bajo el control del Señor Supremo. Pero aquellos que no están versados en el conocimiento real presentan muchas proposiciones especulativas acerca de la verdadera posición de la entidad viviente. Todas las escuelas de filosofía admiten, sin embargo, que el ser viviente es eterno y que la cobertura corporal hecha de los cinco elementos materiales es perecedera y temporal. La eterna entidad viviente transmigra de un cuerpo material a otro por la ley del karma, y los cuerpos materiales son perecederos debido a sus estructuras fundamentales. Por consiguiente, no hay nada que lamentar en el caso de un alma que es trasladada a otro cuerpo, o porque el cuerpo material perezca en una cierta etapa. Hay otros, además, que creen que el alma espiritual se funde en el Espíritu Supremo cuando no está cubierta por el enjaulamiento material, y aun hay otros que no creen en la existencia del alma espiritual, sino que creen en la materia tangible. En nuestra experiencia diaria observamos muchísimas transformaciones de materia que pasa de una forma a otra, pero no nos lamentamos de esas características cambiantes. En cualquiera de los casos antedichos, la fuerza de la energía divina es incontenible; nadie tiene ningún control sobre ella y, en consecuencia, no hay por qué afligirse.

Texto

tasmāj jahy aṅga vaiklavyam
ajñāna-kṛtam ātmanaḥ
kathaṁ tv anāthāḥ kṛpaṇā
varteraṁs te ca māṁ vinā

Palabra por palabra

tasmāt — por consiguiente; jahi — abandona; aṅga — ¡oh, rey!; vaiklavyam — disparidad mental; ajñāna — ignorancia; kṛtam — debido a; ātmanaḥ — de ti mismo; katham — cómo; tu — pero; anāthāḥ — desamparado; kṛpaṇāḥ — pobres criaturas; varteran — ser capaz de sobrevivir; te — ellos; ca — también; mām — mí; vinā — sin.

Traducción

Por consiguiente, abandona tu angustia, que se debe a la ignorancia acerca del ser. Ahora estás pensando en cómo ellos, que son criaturas pobres y desamparadas, van a existir sin ti.

Significado

Cuando pensamos en nuestros parientes y amigos creyendo que están desamparados y dependen de nosotros, se debe todo a la ignorancia. A cada criatura viviente se le brinda plena protección por orden del Señor Supremo, en términos de la posición que cada cual ha adquirido en el mundo. Al Señor se le conoce como bhūta-bhṛt, aquel que le da protección a todos los seres vivientes. Uno solo tiene que cumplir sus deberes, pues nadie fuera del Señor Supremo puede brindarle protección a nadie más. Esto se explica con mayor claridad en el verso siguiente.

Texto

kāla-karma-guṇādhīno
deho ’yaṁ pāñca-bhautikaḥ
katham anyāṁs tu gopāyet
sarpa-grasto yathā param

Palabra por palabra

kāla — el tiempo eterno; karma — acción; guṇa — modalidades de la naturaleza; adhīnaḥ — bajo el control de; dehaḥ — el cuerpo material y la mente; ayam — este; pāñca-bhautikaḥ — hecho de cinco elementos; katham — cómo; anyān — otros; tu — pero; gopāyet — dar protección; sarpa-grastaḥ — aquel que es mordido por la serpiente; yathā — tanto como; param — otros.

Traducción

Este cuerpo material burdo hecho de cinco elementos ya está bajo el control del tiempo eterno [kāla], la acción [karma] y las modalidades de la naturaleza material [guṇa]. ¿Cómo, entonces, puede proteger a otros, si se encuentra ya en las fauces de la serpiente?

Significado

Los movimientos que hay en el mundo en busca de la liberación a través de propaganda política, económica, social y cultural, no pueden beneficiar a nadie, porque están controlados por un poder superior. El ser viviente condicionado se halla bajo el control pleno de la naturaleza material, representada por el tiempo eterno y las actividades que se realizan bajo los dictados de las diferentes modalidades de la naturaleza. Existen tres modalidades materiales de la naturaleza: bondad, pasión e ignorancia. A menos que uno esté bajo la influencia de la modalidad de la bondad, no puede ver las cosas tal como son. Los apasionados y los ignorantes ni siquiera pueden ver las cosas tal como son. Por lo tanto, una persona que es apasionada e ignorante no puede dirigir sus actividades por el buen camino. Únicamente el hombre envuelto en la cualidad de la bondad puede ayudar hasta cierto punto. La mayoría de las personas son apasionadas e ignorantes, y, en consecuencia, sus planes y proyectos difícilmente pueden hacerle algún bien a los demás. Por encima de las modalidades de la naturaleza se encuentra el tiempo eterno, que recibe el nombre de kāla porque cambia la forma de todo lo que hay en el mundo material. Incluso si somos capaces de hacer algo que temporalmente sea beneficioso, el tiempo se encargará de que el buen proyecto fracase tarde o temprano. Lo único que se puede hacer es librarse del tiempo eterno, kāla, que es como kāla-sarpa, o la cobra, cuya mordida siempre es letal. Nadie que haya sido mordido por una cobra puede salvarse. El mejor remedio para salirse de las garras de kāla cual cobra o de su integridad —las modalidades de la naturaleza— es el bhakti-yoga, tal como se recomienda en el Bhagavad-gītā (14.26). El proyecto más elevado y perfecto de las actividades filantrópicas consiste en hacer que todo el mundo se ocupe en el acto de predicar el bhakti-yoga por todas partes del mundo, porque solo eso puede salvar a la gente del control de māyā, o la naturaleza material representada por kāla, karma y guṇa, tal como se describió anteriormente. El Bhagavad-gītā (14.26) confirma esto rotundamente.

Texto

ahastāni sahastānām
apadāni catuṣ-padām
phalgūni tatra mahatāṁ
jīvo jīvasya jīvanam

Palabra por palabra

ahastāni — aquellos que están desprovistos de manos; sa-hastānām — de aquellos que están dotados de manos; apadāni — aquellos que están desprovistos de piernas; catuḥ-padām — de aquellos que tienen cuatro piernas; phalgūni — aquellos que son débiles; tatra — ahí; mahatām — del poderoso; jīvaḥ — el ser viviente; jīvasya — del ser viviente; jīvanam — subsistencia.

Traducción

Aquellos que están desprovistos de manos, son presa de los que tienen manos; aquellos desprovistos de patas, son presa de los que tienen cuatro patas. Los débiles son la subsistencia de los fuertes, y se cumple la regla general de que un ser viviente es la comida de otro.

Significado

Por la voluntad suprema existe una ley sistemática de subsistencia en la lucha por la existencia, y nadie puede escaparse de ella con ninguna cantidad de planes. Los seres vivientes que han venido al mundo material en contra de la voluntad del Ser Supremo, se hallan bajo el control de un poder supremo denominado māyā-śakti, el agente comisionado del Señor, y esta daivī māyā tiene la función de pinchar con las tres clases de sufrimientos a las almas condicionadas. Uno de esos sufrimientos se explica aquí en este verso: el débil constituye la subsistencia del fuerte. Nadie puede ser lo suficientemente fuerte como para protegerse del ataque de alguien más fuerte, y por la voluntad del Señor hay categorías sistemáticas de los débiles, los fuertes y los más fuertes. No hay nada de qué lamentarse si un tigre se come a un animal más débil, incluso a un hombre, porque esa es la ley del Señor Supremo. Pero aunque la ley estipula que el ser humano debe subsistir a costa de otro ser vivo, también existe la ley del buen juicio, pues el ser humano tiene que obedecer las leyes de las Escrituras. Esto les resulta imposible a los demás animales. El ser humano tiene por función lograr la autorrealización, y para ello no debe comer nada que no se le haya ofrecido primero al Señor. El Señor le acepta a Su devoto toda clase de comidas hechas de vegetales, frutas, hojas y granos. Las frutas, las hojas y la leche se le pueden ofrecer al Señor de diversas maneras, y después de que el Señor acepta la comida el devoto puede comer el prasāda, mediante el cual se irá mitigando gradualmente todo el sufrimiento que haya en la lucha por la existencia. Esto se confirma en el Bhagavad-gītā (9.26). Incluso aquellos que están acostumbrados a comer animales pueden ofrecer la comida, mas no al Señor directamente, sino a un agente del Señor, bajo las condiciones de ciertos ritos religiosos. Los mandamientos de las Escrituras no son para alentar a los que comen animales, sino para restringirlos mediante principios regulados.

Un ser vivo es la fuente de subsistencia de otros seres vivos más fuertes. Nadie debe preocuparse mucho por su subsistencia en ninguna circunstancia, porque en todas partes hay seres vivientes, y ninguno se muere de hambre por la falta de comida. Nārada le aconseja a Mahārāja Yudhiṣṭhira que no se preocupe por sus tíos, creyendo que van a sufrir por la falta de comida, pues ellos podían vivir de los vegetales que, como prasāda del Señor Supremo, se encuentra en las selvas, y de ese modo completar la senda de la salvación.

Que el ser viviente débil sea explotado por el fuerte es la ley natural de la existencia; en los diferentes reinos de los seres vivientes siempre se hace el intento de devorar al débil. No hay ninguna posibilidad de contener esa tendencia por ningún medio artificial bajo las condiciones materiales; ello únicamente puede lograrse si se despierta el sentido espiritual del ser humano mediante la práctica de las regulaciones espirituales. Los principios regulativos espirituales, sin embargo, no le permiten al hombre que, por una parte, mate a los animales débiles, y por otra, les enseñe a los demás coexistencia pacífica. Si el hombre no permite la coexistencia pacífica de los animales, ¿cómo puede esperar que haya coexistencia pacífica en la sociedad humana? Los ciegos líderes deben por ello llegar a entender al Ser Supremo, y luego tratar de llevar a la realidad el Reino de Dios. El Reino de Dios, o Rāma-rājya, es algo imposible si no se despierta el sentido de conciencia de Dios en la mente conjunta de la gente del mundo.

Texto

tad idaṁ bhagavān rājann
eka ātmātmanāṁ sva-dṛk
antaro ’nantaro bhāti
paśya taṁ māyayorudhā

Palabra por palabra

tat — en consecuencia; idam — esta manifestación; bhagavān — la Personalidad de Dios; rājan — ¡oh, rey!; ekaḥ — aquel que no tiene igual; ātmā — la Superalma; ātmanām — mediante Sus energías; sva-dṛk — como Él cualitativamente; antaraḥ — sin; anantaraḥ — dentro y por Él Mismo; bhāti — se manifiesta así; paśya — mira; tam — solo hacia Él; māyayā — mediante las manifestaciones de diferentes energías; urudhā — parece ser muchos.

Traducción

En consecuencia, ¡oh, rey!, debes recurrir únicamente al Señor Supremo, quien no tiene igual, y quien se manifiesta por medio de diferentes energías y está tanto dentro como fuera.

Significado

El Señor y Suprema Personalidad de Dios es sin igual, pero se manifiesta mediante diferentes energías, porque es dichoso por naturaleza. Los seres vivientes son manifestaciones de Su energía marginal, cualitativamente iguales al Señor, y hay infinidad de seres vivientes tanto dentro como fuera de las energías externa e interna del Señor. Como el mundo espiritual es una manifestación de la energía interna del Señor, los seres vivientes que se encuentran dentro de esa potencia interna son cualitativamente iguales al Señor, sin contaminación de la potencia externa. Aunque el ser viviente es cualitativamente igual que el Señor, debido a la contaminación del mundo material se manifiesta de una manera desvirtuada y, por consiguiente, experimenta en el mundo material una supuesta felicidad y aflicción. Esas experiencias son todas efímeras y no afectan al alma espiritual. La percepción que el ser viviente tiene de esa felicidad y aflicción efímeras se debe únicamente al olvido de sus cualidades, que son iguales a las del Señor. Sin embargo, existe una corriente constante, desde dentro y desde fuera, procedente del Señor, para corregir la caída condición del ser viviente. Desde dentro, Él, en la forma del Paramātmā localizado, corrige a los seres vivientes anhelantes, y desde fuera corrige mediante Sus manifestaciones: el maestro espiritual y las Escrituras reveladas. Uno debe recurrir al Señor; no hay que dejarse perturbar por las presuntas manifestaciones de felicidad o aflicción, sino que hay que tratar más bien de cooperar con el Señor en las actividades externas que tiene para la corrección de las almas caídas. Solo porque el Señor lo ordena, uno debe convertirse en maestro espiritual y cooperar con Él. No hay que volverse maestro espiritual en aras de un beneficio personal o de alguna ganancia material, ni como una vía para hacer negocios, ni como ocupación para ganarse la vida. Los maestros espirituales genuinos que recurren al Señor Supremo para cooperar con Él, son de hecho cualitativamente iguales al Señor, y los olvidadizos son únicamente un reflejo desvirtuado. Por lo tanto, Nārada le aconseja a Yudhiṣṭhira Mahārāja que no se deje perturbar por las vicisitudes de la supuesta felicidad y aflicción, y más bien recurra solo al Señor para que ejecute la misión por la cual ha descendido. Ese era su deber principal.

Texto

so ’yam adya mahārāja
bhagavān bhūta-bhāvanaḥ
kāla-rūpo ’vatīrṇo ’syām
abhāvāya sura-dviṣām

Palabra por palabra

saḥ — el Señor Supremo; ayam — el Señor Śrī Kṛṣṇa; adya — actualmente; mahārāja — ¡oh, rey!; bhagavān — la Personalidad de Dios; bhūta-bhāvanaḥ — el creador o el padre de todo lo creado; kāla-rūpaḥ — disfrazado del tiempo devorador; avatīrṇaḥ — descendió; asyām — al mundo; abhāvāya — para eliminar; sura-dviṣām — a aquellos que están en contra de la voluntad del Señor.

Traducción

Esa Suprema Personalidad de Dios, el Señor Śrī Kṛṣṇa, disfrazado del tiempo que todo lo devora [kāla-rūpa], ha descendido ahora a la Tierra para eliminar del mundo a los envidiosos.

Significado

Hay dos clases de seres humanos: los envidiosos y los obedientes. Como el Señor Supremo es único y es el padre de todos los seres vivientes, los seres vivientes envidiosos también son hijos Suyos, pero a ellos se les conoce como asuras. Sin embargo, los seres vivientes que obedecen al Padre Supremo se llaman devatās, o semidioses, ya que no están contaminados por el concepto material de la vida. Los asuras no solo están envidiosos del Señor hasta el punto de incluso negar la existencia del Señor, sino que también están envidiosos de todos los demás seres vivientes. La preponderancia de asuras en el mundo es corregida de vez en cuando por el Señor, cuando los elimina del mundo y establece un régimen de devatās tales como los Pāṇḍavas. Que a Él se le designe como kāla disfrazado es significativo. Él no es peligroso en absoluto, sino que más bien es la forma trascendental de la eternidad, el conocimiento y la bienaventuranza. A los devotos se les revela Su verdadera forma, y a los no devotos se les presenta como kāla-rūpa, que es una forma causal. Esta forma causal del Señor no les agrada a los asuras en absoluto y, por lo tanto, piensan que el Señor no tiene forma, con el fin de sentirse seguros de que el Señor no los destruirá.

Texto

niṣpāditaṁ deva-kṛtyam
avaśeṣaṁ pratīkṣate
tāvad yūyam avekṣadhvaṁ
bhaved yāvad iheśvaraḥ

Palabra por palabra

niṣpāditam — realizado; deva-kṛtyam — lo que había de hacerse en el nombre de los semidioses; avaśeṣam — el resto; pratīkṣate — siendo esperado; tāvat — hasta ese momento; yūyam — ustedes, todos los Pāṇḍavas; avekṣadhvam — observen y aguarden; bhavet — han de; yāvat — mientras; iha — en este mundo; īśvaraḥ — el Señor Supremo.

Traducción

El Señor ya ha cumplido Sus deberes para ayudar a los semidioses, y está esperando el resto. Ustedes los Pāṇḍavas, han de aguardar mientras el Señor esté aquí en la Tierra.

Significado

El Señor desciende de Su morada (Kṛṣṇaloka), el planeta más elevado del cielo espiritual, con el fin de ayudar a los semidioses administradores de este mundo material cuando están sumamente afligidos por los asuras, que no solo envidian al Señor, sino también a Sus devotos. Como se refirió anteriormente, los seres vivientes condicionados se ponen en contacto con la influencia material por su propia elección, llevados por un fuerte deseo de enseñorearse de los recursos del mundo material y volverse señores de imitación de todo lo que ven. Todo el mundo está tratando de volverse un Dios de imitación; hay una feroz competencia entre esos dioses de imitación, y a esos competidores por lo general se les conoce como asuras. Cuando en el mundo hay demasiados asuras, se vuelve un infierno para aquellos que son devotos del Señor. Debido al aumento de los asuras, las masas, que generalmente son devotas del Señor por naturaleza, y los devotos puros del Señor, entre ellos los semidioses de los planetas superiores, le oran al Señor pidiéndole alivio, y el Señor, o bien desciende personalmente desde Su morada, o designa a alguno de Sus devotos para restaurar la caída condición de la sociedad humana, o incluso de la sociedad animal. Esos trastornos ocurren no solo en la sociedad humana, sino también entre los animales, las aves u otros seres vivos, entre ellos los semidioses de los planetas superiores. El Señor Kṛṣṇa descendió personalmente para destruir a asuras tales como Kaṁsa, Jarāsandha y Śiśupāla, y durante el reinado de Mahārāja Yudhiṣṭhira casi todos los asuras fueron matados por el Señor. Ahora, Él estaba esperando la aniquilación de Su propia dinastía, denominada la Yadu-vaṁśa, que apareció en este mundo por Su voluntad. Él quería llevárselos antes de Su propia partida para Su morada eterna. Nārada, al igual que Vidura, no reveló la inminente aniquilación de la dinastía Yadu, pero indirectamente le insinuó al rey y a sus hermanos que aguardaran hasta que el incidente hubiera ocurrido y el Señor partiera.

Texto

dhṛtarāṣṭraḥ saha bhrātrā
gāndhāryā ca sva-bhāryayā
dakṣiṇena himavata
ṛṣīṇām āśramaṁ gataḥ

Palabra por palabra

dhṛtarāṣṭraḥ — Dhṛtarāṣṭra; saha — junto con; bhrātrā — su hermano Vidura; gāndhāryā — también Gāndhārī; ca — y; sva-bhāryayā — su propia esposa; dakṣiṇena — por el lado sur; himavataḥ — de los montes Himālaya; ṛṣīṇām — de los ṛṣis; āśramam — en refugio; gataḥ — se ha ido.

Traducción

¡Oh, rey!, tu tío Dhṛtarāṣṭra, su hermano Vidura y su esposa Gāndhārī se han ido al lado sur de los montes Himālaya, donde están los refugios de los grandes sabios.

Significado

Para tranquilizar al abatido Mahārāja Yudhiṣṭhira, Nārada habló primero que todo desde el punto de vista filosófico, y luego comenzó a describir los futuros movimientos del tío de aquel, lo cual podía ver en virtud de sus poderes de clarividencia. Él comenzó, pues, la descripción, de la siguiente manera.

Texto

srotobhiḥ saptabhir yā vai
svardhunī saptadhā vyadhāt
saptānāṁ prītaye nānā
sapta-srotaḥ pracakṣate

Palabra por palabra

srotobhiḥ — by currents; saptabhiḥ — by seven (divisions); — the river; vai — certainsrotobhiḥ–por corrientes; saptabhiḥ — por siete (divisiones); — el río; vai — ciertamente; svardhunī — el sagrado Ganges; saptadhā — siete ramales; vyadhāt — creados; saptānām — de los siete; prītaye — para la satisfacción de; nānā — diversos; sapta-srotaḥ — siete fuentes; pracakṣate — conocido por el nombre.ly; svardhunī — the sacred Ganges; saptadhā — seven branches; vyadhāt — created; saptānām — of the seven; prītaye — for the satisfaction of; nānā — various; sapta-srotaḥ — seven sources; pracakṣate — known by name.

Traducción

El lugar se denomina Saptasrota [dividido en siete], porque ahí las aguas del sagrado Ganges se dividieron en siete ramales. Esto se hizo para la satisfacción de los siete grandes ṛṣis.

Texto

snātvānusavanaṁ tasmin
hutvā cāgnīn yathā-vidhi
ab-bhakṣa upaśāntātmā
sa āste vigataiṣaṇaḥ

Palabra por palabra

snātvā — bañándose; anusavanam — habitualmente tres veces (por la mañana, al mediodía y por la tarde); tasmin — en ese Ganges dividido en siete; hutvā — mediante la ejecución del sacrificio agni-hotra; ca — también; agnīn — en el fuego; yathā-vidhi — muy de acuerdo con los principios de la Escritura; ap-bhakṣaḥ — ayunando, y bebiendo únicamente agua; upaśānta — controlando por completo; ātmā — los sentidos burdos y la mente sutil; saḥ — Dhṛtarāṣṭra; āste — se situaría; vigata — desprovisto de; eṣaṇaḥ — pensamientos relativos al bienestar de la familia.

Traducción

En las riberas del Saptasrota, Dhṛtarāṣṭra está dedicado ahora a comenzar el aṣṭāṅga-yoga bañándose tres veces al día —por la mañana, al mediodía y por la tarde—, realizando con fuego el sacrificio agni-hotra y bebiendo agua únicamente. Esto lo ayuda a uno a controlar la mente y los sentidos, y lo libera por completo de pensamientos acerca del afecto familiar.

Significado

El sistema de yoga es una forma mecánica de controlar los sentidos y la mente, y llevarlos de la materia al espíritu. Los procesos preliminares son: la manera de sentarse, la meditación, los pensamientos espirituales, la manipulación del aire que pasa por dentro del cuerpo, y la gradual ubicación en el trance, mirando a la Persona Absoluta, Paramātmā. Esas formas mecánicas de elevarse al plano espiritual prescriben ciertos principios regulativos, tales como bañarse tres veces al día, ayunar tanto como sea posible, sentarse y concentrar la mente en asuntos espirituales, y de ese modo irse librando gradualmente de viṣaya, o los objetivos materiales. Existencia material significa estar absorto en el objetivo material, que es sencillamente ilusorio. La casa, el país, la familia, la sociedad, los hijos, la propiedad y los negocios son algunas de las coberturas materiales del espíritu, ātmā, y el sistema de yoga lo ayuda a uno a liberarse de todos esos pensamientos ilusorios y volverse gradualmente hacia la Persona Absoluta, Paramātmā. Mediante la influencia y la educación material, aprendemos simplemente a concentrarnos en cosas insustanciales, pero el yoga es el proceso para olvidarlas por completo. Los supuestos yogīs y sistemas de yoga modernos manifiestan algunas proezas de magia, y a las personas ignorantes las atraen esas cosas falsas, o si no, toman el sistema de yoga por un proceso barato para curar enfermedades del cuerpo burdo. Pero, en realidad, el sistema de yoga es el proceso para aprender a olvidar lo que hemos adquirido a través de la lucha por la existencia. Dhṛtarāṣṭra se dedicó todo el tiempo a mejorar los asuntos familiares, mediante la elevación del nivel de vida de sus hijos y usurpando la propiedad de los Pāṇḍavas en favor de sus propios hijos. Esto es algo común en un hombre extremadamente materialista y carente de conocimiento acerca de la fuerza espiritual. Una persona así no ve cómo esto puede arrastrarlo a uno del cielo al infierno. Por la gracia de Vidura, su hermano menor, Dhṛtarāṣṭra fue iluminado y pudo ver sus ocupaciones por demás ilusorias, y en virtud de dicha iluminación fue capaz de dejar el hogar en aras de la comprensión espiritual. Śrī Nāradadeva estaba tan solo prediciendo el curso que tomaría su progreso espiritual en un lugar que estaba santificado por la corriente del celestial Ganges. El beber agua únicamente, sin ingerir alimentos sólidos, también se considera ayuno. Esto es algo necesario para el adelanto del conocimiento espiritual. El hombre necio quiere ser un yogī de pacotilla y no observar los principios regulativos. Un hombre que no controla la lengua desde el comienzo, difícilmente puede convertirse en yogī. Yogī y bhogī son dos términos contrarios. El bhogī, o el juerguista que come y bebe, no puede ser un yogī, porque a un yogī jamás se le permite comer y beber sin restricción. Podemos observar con provecho que Dhṛtarāṣṭra comenzó su sistema de yoga bebiendo agua únicamente y sentándose en calma en un lugar dotado de una atmósfera espiritual, profundamente absorto en los pensamientos acerca del Señor Hari, la Personalidad de Dios.

Texto

jitāsano jita-śvāsaḥ
pratyāhṛta-ṣaḍ-indriyaḥ
hari-bhāvanayā dhvasta-
rajaḥ-sattva-tamo-malaḥ

Palabra por palabra

jita-āsanaḥ — aquel que ha controlado la manera de sentarse; jita-śvāsaḥ — aquel que ha controlado el proceso respiratorio; pratyāhṛta — volviéndose; ṣaṭ — seis; indriyaḥ — sentidos; hari — la Absoluta Personalidad de Dios; bhāvanayā — absorto en; dhvasta — conquistó; rajaḥ — pasión; sattva — bondad; tamaḥ — ignorancia; malaḥ — contaminaciones.

Traducción

Aquel que ha controlado las maneras de sentarse [las āsanas yóguicas] y el proceso respiratorio, puede dirigir los sentidos hacia la Absoluta Personalidad de Dios y, de ese modo, volverse inmune a las contaminaciones de las modalidades de la naturaleza material, es decir, la bondad, la pasión y la ignorancia mundanas.

Significado

Las actividades preliminares de la senda del yoga son: āsana, prāṇāyāma, pratyāhāra, dhyāna, dhāraṇā, etc. Mahārāja Dhṛtarāṣṭra iba a lograr el éxito en esas acciones preliminares, porque estaba sentado en un lugar santificado y se estaba concentrando en un objetivo, a saber, la Suprema Personalidad de Dios (Hari). Así pues, estaba ocupando en el servicio del Señor todos los sentidos. Este proceso ayuda directamente al devoto a lograr liberarse de las contaminaciones de las tres modalidades materiales de la naturaleza. Incluso la modalidad más alta, la modalidad material de la bondad, también es causa de cautiverio material, y ni qué hablar de las demás cualidades, es decir, la pasión y la ignorancia. La pasión y la ignorancia aumentan las propensiones materiales de anhelar disfrute material, y una fuerte sensación de lujuria provoca la acumulación de riqueza y poder. Aquel que ha conquistado estas dos mentalidades bajas y que se ha elevado al plano de la bondad, plano que está colmado de conocimiento y moralidad, tampoco puede controlar los sentidos, es decir, los ojos, la lengua, la nariz, el oído y el tacto. Pero aquel que se ha entregado a los pies de loto del Señor Hari, como se mencionó anteriormente, puede trascender todas las influencias de las modalidades de la naturaleza material y situarse firmemente en el servicio del Señor. El proceso de bhakti-yoga, en consecuencia, aplica directamente los sentidos al amoroso servicio del Señor. Esto le prohíbe al ejecutor dedicarse a actividades materiales. Este proceso de apartar los sentidos del apego material y dirigirlos al amoroso y trascendental servicio del Señor se denomina pratyāhāra, y el mismo proceso se conoce como prāṇāyāma, culminando finalmente en el samādhi, o el absorberse en complacer por todos los medios al Supremo Señor Hari.

Texto

vijñānātmani saṁyojya
kṣetrajñe pravilāpya tam
brahmaṇy ātmānam ādhāre
ghaṭāmbaram ivāmbare

Palabra por palabra

vijñāna — identidad purificada; ātmani — en la inteligencia; saṁyojya — fijando perfectamente; kṣetra-jñe — en lo referente al ser viviente; pravilāpya — fundiéndose; tam — él; brahmaṇi — en el Supremo; ātmānam — ser viviente puro; ādhāre — en la fuente; ghaṭa-ambaram — cielo dentro de la obstrucción; iva — como; ambare — en el cielo supremo.

Traducción

Dhṛtarāṣṭra tendrá que amalgamar su identidad pura con la inteligencia, y luego fundirse en el Ser Supremo con conocimiento de su identidad cualitativa —como identidad viviente—, con el Brahman Supremo. Quedando libre del cielo obstruido, tendrá que elevarse al cielo espiritual.

Significado

El ser viviente, por su deseo de enseñorearse del mundo material y negarse a cooperar con el Señor Supremo, se pone en contacto con la totalidad del mundo material, es decir, el mahat-tattva, y a partir del mahat-tattva se desarrolla su falsa identidad con el mundo material, la inteligencia, la mente y los sentidos. Esto cubre su identidad espiritual pura. Mediante el proceso yóguico y cuando a través de la autorrealización uno llega a comprender plenamente su identidad pura, se tiene que volver a la posición original, amalgamando de nuevo con el mahat-tattva los cinco elementos burdos y los elementos sutiles —la mente y la inteligencia—. Llegando así a librarse de las garras del mahat-tattva, hay que fundirse en la existencia de la Superalma. En otras palabras, se tiene que comprender a plenitud que se es cualitativamente idéntico a la Superalma, y así se trasciende el cielo material mediante la inteligencia idéntica y pura, en virtud de lo cual uno se dedica al amoroso servicio trascendental del Señor. Este es el más elevado y perfecto desarrollo de identidad espiritual, que Dhṛtarāṣṭra logró por la gracia de Vidura y el Señor. En virtud de su contacto personal con Vidura, se le confirió la misericordia del Señor, y cuando estaba de hecho poniendo en práctica las instrucciones de Vidura, el Señor lo ayudó a alcanzar la etapa más elevada de la perfección.

El devoto puro del Señor no vive en ningún planeta del cielo material, ni tampoco siente ningún contacto con los elementos materiales. Su mal llamado cuerpo material no existe, pues está sobrecargado de la corriente espiritual creada por el interés idéntico al del Señor, y, por ende, se encuentra permanentemente libre de todas las contaminaciones de la totalidad del mahat-tattva. Él siempre está en el cielo espiritual, al cual logra llegar gracias a que es trascendental a las siete clases de coberturas materiales, por efecto de su servicio devocional. Las almas condicionadas se encuentran dentro de las coberturas, mientras que el alma liberada está mucho más allá de la cubierta.

Texto

dhvasta-māyā-guṇodarko
niruddha-karaṇāśayaḥ
nivartitākhilāhāra
āste sthāṇur ivācalaḥ
tasyāntarāyo maivābhūḥ
sannyastākhila-karmaṇaḥ

Palabra por palabra

dhvasta — siendo destruido; māyā-guṇa — las modalidades de la naturaleza material; udarkaḥ — efectos posteriores; niruddha — siendo suspendidos; karaṇa-āśayaḥ — los sentidos y la mente; nivartita — deteniendo; akhila — todo; āhāraḥ — comida para los sentidos; āste — está sentado; sthāṇuḥ — inmóvil; iva — como; acalaḥ — fijo; tasya — su; antarāyaḥ — obstáculos; eva — nunca como eso; abhūḥ — es; sannyasta — renunció; akhila — toda clase; karmaṇaḥ — deberes materiales.

Traducción

Él tendrá que suspender todas las acciones de los sentidos, incluso desde afuera, y tendrá que permanecer impávido ante las interacciones de los sentidos, que son influidos por las modalidades de la naturaleza material. Después de renunciar a todos los deberes materiales, tendrá que establecerse de un modo inamovible, por encima de todas las fuentes de impedimentos que hay en la senda.

Significado

Mediante el proceso yóguico, Dhṛtarāṣṭra había alcanzado la etapa de la negación de toda clase de reacciones materiales. Los efectos de las modalidades materiales de la naturaleza llevan a la víctima a tener incansables deseos de disfrutar de la materia, pero mediante el proceso yóguico uno puede escaparse de ese falso disfrute. Cada uno de los sentidos siempre está ocupado en buscar su comida, y por ello el alma condicionada es atacada por todas partes y no tiene ninguna oportunidad de volverse estable en ninguna ocupación. Nārada le aconsejó a Mahārāja Yudhiṣṭhira que no perturbara a su tío con el intento de traerlo de vuelta al hogar. Él se encontraba ahora por encima de la atracción de cualquier cosa material. Las modalidades materiales de la naturaleza (los guṇas) tienen sus diversas clases de actividades, pero más allá de las modalidades materiales de la naturaleza hay una modalidad espiritual, la cual es absoluta. Nirguṇa significa «sin reacción». La modalidad espiritual y su efecto son idénticos; por lo tanto, a la cualidad espiritual se la distingue de su réplica material, mediante la palabra nirguṇa. Después de la total suspensión de las modalidades materiales de la naturaleza, a uno se le admite en la esfera espiritual, y la acción dictada por las modalidades espirituales se denomina servicio devocional, o bhakti. Bhakti es, entonces, el nirguṇa que se alcanza por medio del contacto directo con el Absoluto.

Texto

sa vā adyatanād rājan
parataḥ pañcame ’hani
kalevaraṁ hāsyati svaṁ
tac ca bhasmī-bhaviṣyati

Palabra por palabra

saḥ — él; — con toda probabilidad; adya — hoy; tanāt — de; rājan — ¡oh, rey!; parataḥ — adelante; pañcame — en el quinto; ahani — día; kalevaram — cuerpo; hāsyati — abandonará; svam — su propio; tat — eso; ca — también; bhasmī — cenizas; bhaviṣyati — se convertirá en.

Traducción

¡Oh, rey!, él abandonará su cuerpo muy probablemente en el quinto día a partir de hoy. Y su cuerpo se volverá cenizas.

Significado

La profecía de Nārada Muni le prohibía a Yudhiṣṭhira Mahārāja ir al lugar donde estaba su tío, porque incluso después de abandonar el cuerpo mediante su propio poder místico, Dhṛtarāṣṭra no necesitaría una ceremonia funeral; Nārada Muni indicó que su cuerpo se quemaría por sí solo hasta volverse cenizas. La perfección del sistema de yoga se logra mediante esa clase de poder místico. El yogī es capaz de abandonar su cuerpo en un momento que él mismo elige e ir a cualquier planeta que desee, con trasformar en cenizas el cuerpo actual mediante un fuego que él mismo produce.

Texto

dahyamāne ’gnibhir dehe
patyuḥ patnī sahoṭaje
bahiḥ sthitā patiṁ sādhvī
tam agnim anu vekṣyati

Palabra por palabra

dahyamāne — mientras se quema; agnibhiḥ — mediante el fuego; dehe — el cuerpo; patyuḥ — del esposo; patnī — la esposa; saha-uṭaje — junto con la choza de paja; bahiḥ — afuera; sthitā — situada; patim — al esposo; sādhvī — la casta dama; tam — ese; agnim — fuego; anu vekṣyati — mirando con gran atención, entrará en el fuego.

Traducción

Observando a su esposo desde afuera, mientras él, junto con su choza de paja, se quema en el fuego del poder místico, la casta esposa entrará en el fuego con la atención absorta.

Significado

Gāndhārī era una dama casta ideal, la compañera de su esposo durante toda la vida, y, por consiguiente, cuando lo vio ardiendo en el fuego del yoga místico junto con su choza de hojas, se desesperó. Ella se fue del hogar después de perder a sus cien hijos, y en el bosque vio que su muy querido esposo también se estaba quemando. Ahora ella se sintió verdaderamente sola y, en consecuencia, entró en el fuego de su esposo y lo siguió hasta la muerte. Esta entrada de una dama casta al fuego de su esposo muerto se conoce como el rito satī, y la acción se considera de lo más perfecta para una mujer. En épocas recientes, este rito satī se convirtió en una detestable cuestión criminal, porque la ceremonia se le imponía incluso a una mujer que no la deseaba. En esta caída era no es posible que ninguna dama siga el rito satī tan castamente como lo hicieron Gāndhārī y otras en épocas pasadas. Una esposa tan casta como Gāndhārī sentiría que la separación de su esposo quema más que el propio fuego. Una dama de esa índole puede observar el rito satī voluntariamente, sin la criminal imposición de nadie. Cuando el rito se volvió una formalidad y se usaba a la fuerza para que la mujer siguiera el principio, de hecho se convirtió en algo criminal, y, por lo tanto, la ley del Estado tuvo que prohibir la ceremonia. Esta profecía que Nārada Muni le dijo a Mahārāja Yudhiṣṭhira, le prohibía a este ir en busca de su tía viuda.

Texto

viduras tu tad āścaryaṁ
niśāmya kuru-nandana
harṣa-śoka-yutas tasmād
gantā tīrtha-niṣevakaḥ

Palabra por palabra

viduraḥ — también Vidura; tu — pero; tat — ese incidente; āścaryam — maravilloso; niśāmya — viendo; kuru-nandana — ¡oh, hijo de la dinastía Kuru!; harṣa — deleite; śoka — pesar; yutaḥ — afectado por; tasmāt — de ese lugar; gantā — se irá; tīrtha — lugar de peregrinaje; niṣevakaḥ — para animarse.

Traducción

Vidura, afectado por el deleite y el pesar, se irá entonces de ese lugar de sagrado peregrinaje.

Significado

Vidura se asombró al ver la maravillosa partida de su hermano Dhṛtarāṣṭra como un yogī liberado, ya que este había estado muy apegado al materialismo en su vida pasada. Por supuesto que, se debía únicamente a Vidura el hecho de que su hermano alcanzara la meta que se desea en la vida. Vidura se contentó, pues, al enterarse de ello, pero lamentó el no haber podido hacer que su hermano se convirtiera en un devoto puro. Vidura no lo hizo debido a la hostilidad de Dhṛtarāṣṭra para con los Pāṇḍavas, que eran todos devotos del Señor. Una ofensa a los pies de un vaiṣṇava es más peligrosa que una ofensa a los pies de loto del Señor. Vidura fue sin duda muy liberal al conferirle su misericordia a su hermano Dhṛtarāṣṭra, cuya vida pasada había sido muy materialista. Pero, en fin de cuentas, el resultado de esa misericordia dependía indudablemente de la voluntad del Señor Supremo en la vida que se está considerando; por lo tanto, Dhṛtarāṣṭra únicamente logró la liberación, y, es después de muchos de esos estados de vida liberada, que uno puede llegar a la etapa del servicio devocional. Vidura se encontraba ciertamente muy mortificado por la muerte de su hermano y de su cuñada, y el único remedio para mitigar semejante dolor era salir a peregrinar. Así pues, Mahārāja Yudhiṣṭhira no tenía ninguna posibilidad de pedirle a Vidura, su tío sobreviviente, que regresara.

Texto

ity uktvāthāruhat svargaṁ
nāradaḥ saha-tumburuḥ
yudhiṣṭhiro vacas tasya
hṛdi kṛtvājahāc chucaḥ

Palabra por palabra

iti — así; uktvā — habiendo hablado; atha — después; āruhat — ascendió; svargam — al espacio sideral; nāradaḥ — el gran sabio Nārada; saha — junto con; tumburuḥ — su instrumento de cuerdas; yudhiṣṭhiraḥ — Mahārāja Yudhiṣṭhira; vacaḥ — instrucciones; tasya — de su; hṛdi kṛtvā — conservando en el corazón; ajahāt — abandonó; śucaḥ — todos los lamentos.

Traducción

Habiendo hablado así, el gran sabio Nārada ascendió al espacio sideral junto con su vīṇā. Yudhiṣṭhira conservó en el corazón la instrucción que él le dio, y de ese modo pudo librarse de todos los lamentos.

Significado

Śrī Naradajī es un cosmonauta eterno, ya que, por la gracia del Señor, se le ha dotado de un cuerpo espiritual. Él puede viajar sin restricción por los espacios siderales tanto del mundo material como del mundo espiritual, y puede ir en un dos por tres a cualquier planeta del espacio ilimitado. Ya hemos discutido su vida anterior como hijo de una sirvienta. Por haberse relacionado con devotos puros, fue elevado a la posición de un cosmonauta eterno, y así obtuvo libertad de movimiento. En consecuencia, uno debe tratar de seguir los pasos de Nārada Muni, y no hacer un esfuerzo vano por ir a otros planetas por medios mecánicos. Mahārāja Yudhiṣṭhira era un rey piadoso, en virtud de lo cual podía ver a Nārada Muni de vez en cuando; todo aquel que desee ver a Nārada Muni, primero debe ser piadoso y seguir los pasos de Nārada Muni.

Así terminan los significados de Bhaktivedanta correspondientes al capítulo decimotercero del Canto Primero del Śrīmad-Bhāgavatam, titulado: «Dhṛtarāṣṭra se va del hogar».