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Capítulo 10

La partida del Señor Kṛṣṇa para Dvārakā

Texto

śaunaka uvāca
hatvā svariktha-spṛdha ātatāyino
yudhiṣṭhiro dharma-bhṛtāṁ variṣṭhaḥ
sahānujaiḥ pratyavaruddha-bhojanaḥ
kathaṁ pravṛttaḥ kim akāraṣīt tataḥ

Palabra por palabra

śaunakaḥ uvāca — Śaunaka preguntó; hatvā — después de matar; svariktha — la herencia legal; spṛdhaḥ — deseando usurpar; ātatāyinaḥ — el agresor; yudhiṣṭhiraḥ — el rey Yudhiṣṭhira; dharma-bhṛtām — de aquellos que siguen estrictamente principios religiosos; variṣṭhaḥ — el más grande de todos; saha-anujaiḥ — con sus hermanos menores; pratyavaruddha — restringida; bhojanaḥ — aceptación de cosas necesarias; katham — cómo; pravṛttaḥ — ocupado; kim — qué; akāraṣīt — ejecutó; tataḥ — después.

Traducción

Śaunaka Muni preguntó: Después de matar a sus enemigos, quienes deseaban usurpar su justa herencia, ¿cómo gobernó a sus súbditos el más grande de todos los hombres religiosos, Mahārāja Yudhiṣṭhira, asistido por sus hermanos? Seguro que no pudo disfrutar de su reino libremente con la conciencia tranquila.

Significado

Mahārāja Yudhiṣṭhira era el más grande de todos los hombres religiosos y, por ende, no se sentía inclinado en absoluto a pelear con sus primos para poder disfrutar del reino: él peleó por la causa justa, debido a que el reino de Hastināpura era su justa herencia y sus primos querían usurparlo. Él peleó, entonces, por la causa justa, bajo la guía del Señor Śrī Kṛṣṇa, pero no pudo disfrutar de los resultados de su victoria, porque sus primos habían muerto en la pelea. En consecuencia, él gobernó el reino como una cuestión de deber, asistido por sus hermanos menores. La pregunta era importante para Śaunaka Ṛṣi, quien quería saber cuál había sido el comportamiento de Mahārāja Yudhiṣṭhira cuando este pudo disfrutar del reino con entera libertad.

Texto

sūta uvāca
vaṁśaṁ kuror vaṁśa-davāgni-nirhṛtaṁ
saṁrohayitvā bhava-bhāvano hariḥ
niveśayitvā nija-rājya īśvaro
yudhiṣṭhiraṁ prīta-manā babhūva ha

Palabra por palabra

sūtaḥ uvāca — Sūta Gosvāmī respondió; vaṁśam — dinastía; kuroḥ — del rey Kuru; vaṁśa-dava-agni — un incendio forestal causado por los bambúes; nirhṛtam — acabada; saṁrohayitvā — el retoño de la dinastía; bhava-bhāvanaḥ — el sustentador de la creación; hariḥ — la Personalidad de Dios, Śrī Kṛṣṇa; niveśayitvā — habiendo restablecido; nija-rājye — en su propio reino; īśvaraḥ — el Señor Supremo; yudhiṣṭhiram — a Mahārāja Yudhiṣṭhira; prīta-manāḥ — con la mente complacida; babhūva ha — quedó.

Traducción

Sūta Gosvāmī dijo: El Señor Śrī Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, quien es el sustentador del mundo, quedó complacido después de restablecer a Mahārāja Yudhiṣṭhira en su propio reino y después de restaurar la dinastía Kuru, que había sido acabada por el fuego de la ira, el cual es como el que causan los bambúes en el bosque.

Significado

Se dice que este mundo es como un incendio forestal causado por la fricción de las matas de bambú. Esa clase de incendio forestal ocurre automáticamente, pues la fricción entre los bambúes ocurre sin causa externa. De igual modo, en el mundo material la ira de aquellos que quieren enseñorearse de la naturaleza material interacciona, y ocurre el fuego de la guerra, acabando con la población no deseada. Esos fuegos o guerras ocurren, y el Señor no tiene nada que ver con ellos. Pero debido a que Él quiere mantener la creación, desea que las masas sigan la senda correcta, la senda de la autorrealización, la cual les permite a los seres vivientes entrar en el Reino de Dios. El Señor quiere que los seres humanos que sufren vayan de vuelta al hogar, de vuelta a Él, y dejen de sufrir con las tres clases de tormentos materiales. Todo el plan de la creación está hecho de esa manera, y aquel que no entra en razón sufre en el mundo material, debido a los tormentos que la energía ilusoria del Señor le inflige. Por lo tanto, el Señor quiere que su representante genuino rija el mundo. El Señor Śrī Kṛṣṇa descendió para establecer esa clase de régimen y matar a las personas indeseables que no tienen nada que ver con Su plan. La batalla de Kurukṣetra se libró conforme al plan del Señor, de manera que las personas indeseables pudieran salir del mundo y pudiera establecerse un reino pacífico bajo el control de Su devoto. Así pues, el Señor se sintió plenamente satisfecho cuando el rey Yudhiṣṭhira subió al trono y el retoño de la dinastía Kuru, en la persona de Mahārāja Parīkṣit, se salvó.

Texto

niśamya bhīṣmoktam athācyutoktaṁ
pravṛtta-vijñāna-vidhūta-vibhramaḥ
śaśāsa gām indra ivājitāśrayaḥ
paridhyupāntām anujānuvartitaḥ

Palabra por palabra

niśamya — después de escuchar; bhīṣma-uktam — lo que habló Bhīṣmadeva; atha — así como también; acyuta-uktam — lo que habló el infalible Señor Kṛṣṇa; pravṛtta — estando dedicado a; vijñāna — conocimiento perfecto; vidhūta — limpió por completo; vibhramaḥ — todos los recelos; śaśāsa — gobernó; gām — la Tierra; indra — el rey del planeta celestial; iva — como; ajita-āśrayaḥ — protegidos por el invencible Señor; paridhi-upāntām — incluso los mares; anuja — los hermanos menores; anuvartitaḥ — siendo seguido por ellos.

Traducción

Después de que Bhīṣmadeva y el infalible Señor Śrī Kṛṣṇa lo iluminaron con sus palabras, Mahārāja Yudhiṣṭhira se dedicó a asuntos relacionados con el conocimiento perfecto, pues todos sus recelos habían sido erradicados. Así pues, gobernó la tierra y los mares, y sus hermanos menores le siguieron.

Significado

La moderna ley inglesa de la primogenitura, o la ley de la herencia del primer hijo, también era corriente en los días en que Mahārāja Yudhiṣṭhira gobernaba la tierra y los mares. En esos días, el rey de Hastināpura (ahora parte de Nueva Delhi) era el emperador del mundo, incluyendo los mares, hasta la época de Mahārāja Parīkṣit, el nieto de Mahārāja Yudhiṣṭhira. Los hermanos menores de Mahārāja Yudhiṣṭhira se desempeñaban como sus ministros y comandantes de Estado, y había plena cooperación entre los hermanos del rey, que eran sumamente religiosos. Mahārāja Yudhiṣṭhira era el rey ideal o el representante ideal del Señor Śrī Kṛṣṇa para gobernar el reino de la Tierra, y era de la talla del rey Indra, el representante que gobierna los planetas celestiales. Los semidioses tales como Indra, Candra, Sūrya, Varuṇa y Vāyu son representantes que reinan en los diferentes planetas del universo, y, de igual modo, Mahārāja Yudhiṣṭhira también era uno de ellos, y gobernaba el reino de la Tierra. Mahārāja Yudhiṣṭhira no era uno de esos típicos líderes políticos de la democracia moderna que carecen de iluminación. A Mahārāja Yudhiṣṭhira lo instruyó Bhīṣmadeva y también el infalible Señor, y, por consiguiente, tenía pleno y perfecto conocimiento de todo.

El moderno primer mandatario de un Estado es como un títere, debido a que no tiene el poder de un rey. Incluso si es una persona tan iluminada como Mahārāja Yudhiṣṭhira no puede hacer nada por su propia y buena voluntad, a causa de su posición constitucional. A eso se debe que en la Tierra haya tantos Estados que están riñendo por diferencias ideológicas y otros motivos egoístas. Pero un rey como Mahārāja Yudhiṣṭhira no poseía ninguna ideología propia. Él no tenía más que seguir las instrucciones del infalible Señor, y del representante del Señor y agente autorizado, Bhīṣmadeva. En los śāstras se indica que uno debe seguir a la gran autoridad y al infalible Señor, sin ninguna motivación personal ni ideología manufacturada. De modo que, a Mahārāja Yudhiṣṭhira le fue posible gobernar el mundo entero, incluyendo los mares, porque los principios eran infalibles y de aplicación universal. El concepto de un Estado mundial únicamente puede cristalizarse si se sigue a la autoridad infalible. Un ser humano imperfecto no puede crear una ideología que le resulte aceptable a todo el mundo. Solo el perfecto e infalible puede crear un programa que pueda aplicarse en todo lugar y que pueda seguirlo toda la gente del mundo. La persona es la que rige y no el gobierno impersonal. Si la persona es perfecta, el gobierno es perfecto. Si se trata de un tonto, el gobierno es una quimera. Así es la ley de la naturaleza. Hay muchísimas historias de reyes y gobernantes imperfectos. De manera que el gobernante debe ser una persona tan preparada como Mahārāja Yudhiṣṭhira, y debe tener pleno poder autocrático para gobernar el mundo. El concepto de un Estado mundial puede hacerse realidad únicamente bajo el régimen de un rey tan perfecto como Mahārāja Yudhiṣṭhira. El mundo era feliz en aquellos tiempos, porque para gobernar el mundo había reyes tales como él.

Texto

kāmaṁ vavarṣa parjanyaḥ
sarva-kāma-dughā mahī
siṣicuḥ sma vrajān gāvaḥ
payasodhasvatīr mudā

Palabra por palabra

kāmam — todo lo necesario; vavarṣa — era vertido; parjanyaḥ — lluvias; sarva — todo; kāma — cosas necesarias; dughā — productor; mahī — la tierra; siṣicuḥ sma — humedecer; vrajān — pastizales; gāvaḥ — la vaca; payasā udhasvatīḥ — debido a las cargadas ubres; mudā — debido a una condición jubilosa.

Traducción

Durante el reinado de Mahārāja Yudhiṣṭhira, las nubes vertían toda el agua que la gente necesitaba, y la tierra producía en abundancia todo lo que el hombre requería. En virtud de su voluminosa ubre y de su condición jubilosa, la vaca solía humedecer con leche los pastizales.

Significado

El principio básico del desarrollo económico se centra en la tierra y las vacas. Los artículos de primera necesidad de la sociedad humana son los granos alimenticios, las frutas, la leche, los minerales, la ropa, la madera, etc. Uno requiere de todas esas cosas para satisfacer las necesidades materiales del cuerpo. Es indudable que no se requiere de carne ni pescado, ni de herramientas y maquinaria de hierro. Durante el régimen de Mahārāja Yudhiṣṭhira, en todas partes del mundo llovía de una manera regulada. Las lluvias no están bajo el control del ser humano. Indradeva, el rey celestial, es el controlador de las lluvias, y él es el sirviente del Señor. Cuando el rey y la gente que se encuentra bajo su administración obedecen al Señor, del cielo caen lluvias reguladas, que son la causa de todas las variedades de productos de la tierra. Las lluvias reguladas no solo contribuyen con la producción en sí de granos y frutas, sino que, además, cuando se combinan con las influencias astronómicas, producen piedras preciosas y perlas en abundancia. Los granos y los vegetales pueden alimentar suntuosamente al hombre y a los animales, y una vaca robusta da suficiente leche para proveerle al hombre de un caudal de vigor y vitalidad. Si hay leche, granos, frutas, algodón, seda y joyas en cantidades suficientes, entonces, ¿qué necesidad tiene la gente de que haya cines, casas de prostitución, mataderos, etc.? ¿Qué necesidad hay de una lujosa y artificial vida de cine, automóviles, radio, carne y hoteles? ¿Ha producido esta civilización algo más que riñas individuales y nacionales? ¿Ha contribuido esta civilización con la causa de la igualdad y la fraternidad, al enviar a miles de hombres a una fábrica infernal y a los campos de guerra por los caprichos de un hombre en particular?

Aquí se dice que las vacas solían humedecer con leche los pastizales, porque sus ubres estaban cargadas y los animales eran felices. De modo que, ¿no requieren ellas de una protección adecuada para una vida dichosa, en virtud de lo cual han de ser alimentadas en el campo con una suficiente cantidad de pasto? ¿Por qué los hombres habrían de matar a las vacas para sus propósitos egoístas? ¿Por qué no habría de estar satisfecho el hombre con granos, frutas y leche, que, combinados, pueden producir cientos y miles de sabrosos platos? ¿Por qué hay mataderos en todas partes del mundo para matar inocentes animales? Mahārāja Parīkṣit, nieto de Mahārāja Yudhiṣṭhira, mientras viajaba por su vasto reino, vio a un hombre de color tratando de matar a una vaca. El rey arrestó de inmediato al carnicero y lo castigó suficientemente. ¿No debería un rey o gobernante proteger las vidas de los pobres animales que son incapaces de defenderse por sí solos? ¿Es eso humanidad? ¿Acaso los animales de un país no son también ciudadanos del mismo? Entonces, ¿por qué se permite la matanza de ellos en mataderos organizados? ¿Son estos los signos de la igualdad, la fraternidad y la no violencia?

Por consiguiente, en contraste con la avanzada y civilizada forma moderna de gobierno, una autocracia como la de Mahārāja Yudhiṣṭhira es muy superior a una mal llamada democracia, en la que se mata a los animales y se permite que un hombre que es menos que un animal, le dé su voto a otro hombre igual a él.

Todos somos criaturas de la naturaleza material. En el Bhagavad-gītā se dice que el propio Señor es el padre que aporta la simiente, y que la naturaleza material es la madre de todos los seres vivientes de todas las formas. Así pues, la Madre Naturaleza Material tiene suficiente alimento tanto para los animales como para los hombres, por la gracia del Padre Todopoderoso, Śrī Kṛṣṇa. El ser humano es el hermano mayor de todos los demás seres vivientes. Él está dotado de una inteligencia más poderosa que la de los animales, para poder comprender a plenitud el curso de la naturaleza y las indicaciones del Padre Todopoderoso. Las civilizaciones humanas deben depender de la producción de la naturaleza material, sin intentar artificialmente el desarrollo económico, para convertir el mundo en un caos de codicia y poder artificiales, solo con el fin de obtener lujos artificiales y placer de los sentidos. Ello no es más que la vida de perros y cerdos.

Texto

nadyaḥ samudrā girayaḥ
savanaspati-vīrudhaḥ
phalanty oṣadhayaḥ sarvāḥ
kāmam anvṛtu tasya vai

Palabra por palabra

nadyaḥ — ríos; samudrāḥ — océanos; girayaḥ — colinas y montañas; savanaspati — vegetales; vīrudhaḥ — enredaderas; phalanti — activas; oṣadhayaḥ — drogas; sarvāḥ — todos; kāmam — cosas necesarias; anvṛtu — de la estación; tasya — para el rey; vai — ciertamente.

Traducción

Los ríos, los océanos, las colinas, las montañas, los bosques, las enredaderas y las drogas activas, en cada estación le pagaban al rey pródigamente su cuota de impuestos.

Significado

Puesto que Mahārāja Yudhiṣṭhira se hallaba bajo la protección del ajita, el infalible Señor, tal como se mencionó anteriormente, todas las pertenencias del Señor, es decir, los ríos, los océanos, las colinas, los bosques, etc., estaban complacidas y solían entregarle al rey sus respectivas cuotas de impuestos. Refugiarse bajo la protección del Señor Supremo es el secreto del éxito. Sin Su sanción, nada es posible. El desarrollo económico mediante nuestros propios esfuerzos y a base de herramientas y maquinaria, no lo es todo. Debe haber la sanción del Señor Supremo, pues, de lo contrario y pese a toda la organización instrumental, todo será un fracaso. La causa última del éxito es daiva, el Supremo. Reyes tales como Mahārāja Yudhiṣṭhira sabían perfectamente bien que el rey es el agente del Señor Supremo que se encarga de velar por el bienestar de las masas. De hecho, el Estado le pertenece al Señor Supremo. Los ríos, los océanos, los bosques, las colinas, las drogas, etc., no son creaciones del hombre. Todo ello es creación del Señor Supremo, y al ser viviente se le permite hacer uso de las pertenencias del Señor, para el servicio del Señor. El lema de hoy en día es que todo es para el pueblo, y, en consecuencia, el gobierno es del pueblo y para el pueblo. Pero para producir en los actuales momentos una humanidad de una nueva especie, sobre la base de una conciencia de Dios y la perfección de la vida humana —que es la ideología del comunismo divino—, el mundo tiene que seguir de nuevo los pasos de reyes tales como Mahārāja Yudhiṣṭhira o Parīkṣit. Por la voluntad del Señor hay suficiente de todo, y podemos hacer buen uso de las cosas para vivir cómodamente, sin enemistad entre los hombres, ni entre el hombre y el animal, ni entre el hombre y la naturaleza. El control del Señor se halla por doquier, y si el Señor está complacido, cada parte de la naturaleza también lo estará. El río fluirá profusamente para fertilizar la tierra; los océanos suministrarán suficientes cantidades de minerales, perlas y joyas; el bosque proveerá de suficiente madera, drogas y vegetales; y los cambios de estaciones ayudarán de un modo eficaz a producir frutas y flores en grandes cantidades. El modo de vida artificial, dependiendo de fábricas y herramientas, puede brindarle supuesta felicidad únicamente a un número limitado de personas, a costa de millones de otras. Debido a que la energía de las masas se ocupa en la producción fabril, la producción natural está siendo coartada, y por ello las masas están infelices. Como no se las educa debidamente, las masas están siguiendo los pasos de los intereses creados y explotando las reservas naturales, y, por lo tanto, existe una intensa competencia entre un individuo y otro, y entre una nación y otra. Nada se encuentra bajo el control del agente preparado del Señor. Haciendo aquí una comparación, debemos examinar los defectos de la civilización moderna, y seguir los pasos de Mahārāja Yudhiṣṭhira para purificar al hombre y acabar con los anacronismos.

Texto

nādhayo vyādhayaḥ kleśā
daiva-bhūtātma-hetavaḥ
ajāta-śatrāv abhavan
jantūnāṁ rājñi karhicit

Palabra por palabra

na — nunca; ādhayaḥ — ansiedades; vyādhayaḥ — enfermedades; kleśāḥ — molestia debido al calor y frío excesivos; daiva-bhūta-ātma — todas debidas al cuerpo, al poder sobrenatural y a otros seres vivientes; hetavaḥ — a causa de; ajāta-śatrau — a aquel que no tiene enemigo alguno; abhavan — ocurrió; jantūnām — de los seres vivientes; rājñi — al rey; karhicit — en ningún momento.

Traducción

Debido a que el rey no tenía enemigo alguno, a los seres vivientes no los perturbaban en ningún momento las agonías mentales, las enfermedades, ni el calor o frío excesivos.

Significado

Ser no violento con los seres humanos y al mismo tiempo matar a los pobres animales o ser enemigo de ellos, es la filosofía de Satanás. En esta era se es hostil con los pobres animales, y, por ende, las pobres criaturas siempre están ansiosas. La reacción de los pobres animales se le está imponiendo a la fuerza a la sociedad humana, y, en consecuencia, siempre hay la tensión de guerra fría o caliente entre los hombres, a nivel individual, colectivo o nacional. En tiempos de Mahārāja Yudhiṣṭhira no existían diferentes naciones, aunque había diferentes Estados subordinados. El mundo entero estaba unido, y el gobernante supremo, siendo un rey tan preparado como Yudhiṣṭhira, mantenía a todos los habitantes libres de ansiedad, enfermedades y calor y frío excesivos. No solo eran ellos económicamente prósperos, sino que también eran sanos, y no los perturbaba el poder sobrenatural, la enemistad de otros seres vivientes ni las agonías mentales y físicas. Hay un proverbio bengalí que dice que un mal rey arruina el reino, y una mala ama de casa arruina la familia. Esa verdad también se aplica aquí. Como el rey era piadoso y obedecía al Señor y a los sabios, como no era enemigo de nadie y como era un reconocido agente del Señor, por lo cual Este lo protegía, todos los ciudadanos que se hallaban bajo la protección del rey se hallaban, por así decirlo, directamente protegidos por el Señor y Sus agentes autorizados. A menos que uno sea piadoso y el Señor lo reconozca, no puede hacer felices a aquellos que están bajo su cuidado. Entre el hombre y Dios y el hombre y la naturaleza existe plena cooperación, y esa cooperación consciente entre el hombre y Dios y el hombre y la naturaleza, tal como el rey Yudhiṣṭhira lo enseñó con el ejemplo, puede hacer que haya felicidad, paz y prosperidad en el mundo. La actitud de explotarse los unos a los otros, que es la costumbre de hoy en día, únicamente será causa de sufrimiento.

Texto

uṣitvā hāstinapure
māsān katipayān hariḥ
suhṛdāṁ ca viśokāya
svasuś ca priya-kāmyayā

Palabra por palabra

uṣitvā — permaneciendo; hāstinapure — en la ciudad de Hastināpura; māsān — meses; katipayān — unos cuantos; hariḥ — el Señor Śrī Kṛṣṇa; suhṛdām — parientes; ca — también; viśokāya — para tranquilizarlos; svasuḥ — la hermana; ca — y; priya-kāmyayā — para complacer.

Traducción

Śrī Hari, el Señor Śrī Kṛṣṇa, residió en Hastināpura por unos cuantos meses, para tranquilizar a Sus parientes y complacer a su propia hermana [Subhadrā].

Significado

Kṛṣṇa iba a partir para Dvārakā, Su propio reino, después de la batalla de Kurukṣetra y de la subida al trono de Yudhiṣṭhira, pero para satisfacer el pedido de Mahārāja Yudhiṣṭhira y conferirle una misericordia especial a Bhīṣmadeva, el Señor Kṛṣṇa se detuvo en Hastināpura, la capital de los Pāṇḍavas. El Señor decidió quedarse principalmente para tranquilizar al acongojado rey, así como para complacer a Subhadrā, la hermana del Señor Kṛṣṇa. En especial había que tranquilizar a Subhadrā, puesto que ella había perdido a su único hijo, Abhimanyu, que acababa de casarse. El muchacho dejó una esposa, Uttarā, la madre de Mahārāja Parīkṣit. Al Señor siempre lo complace el hecho de satisfacer a Sus devotos de alguna manera. Únicamente Sus devotos pueden desempeñar el papel de parientes de Él. El Señor es absoluto.

Texto

āmantrya cābhyanujñātaḥ
pariṣvajyābhivādya tam
āruroha rathaṁ kaiścit
pariṣvakto ’bhivāditaḥ

Palabra por palabra

āmantrya — pidiendo permiso; ca — y; abhyanujñātaḥ — permitiéndosele; pariṣvajya — abrazando; abhivādya — postrándose a los pies; tam — a Mahārāja Yudhiṣṭhira; āruroha — se subió; ratham — la cuadriga; kaiścit — por alguien; pariṣvaktaḥ — abrazado; abhivāditaḥ — ofreciéndosele reverencias.

Traducción

Posteriormente, cuando el Señor pidió permiso para partir y el rey se lo dio, el Señor le ofreció Sus respetos a Mahārāja Yudhiṣṭhira postrándose a sus pies, y el rey lo abrazó. Después de esto, el Señor, siendo abrazado por otros y recibiendo las reverencias de ellos, se subió a Su cuadriga.

Significado

Mahārāja Yudhiṣṭhira era el primo mayor del Señor Kṛṣṇa y, en consecuencia, mientras se despedía del rey, el Señor se postró a sus pies. El rey lo abrazó como a un hermano menor, aunque sabía perfectamente bien que Kṛṣṇa es la Suprema Personalidad de Dios. El Señor se complace cuando, por cuestiones de amor, algunos de Sus devotos lo consideran poco importante. Nadie es más grande que el Señor ni igual a Él, pero Él siente placer en ser tratado como si fuera menor que Sus devotos. Todos estos son pasatiempos trascendentales del Señor. El impersonalista no puede comprender los papeles sobrenaturales que el devoto del Señor desempeña. Después de eso, Bhīma y Arjuna abrazaron al Señor, pues eran de la misma edad que Él, pero Nakula y Sahadeva se postraron ante el Señor, porque eran menores que Él.

Texto

subhadrā draupadī kuntī
virāṭa-tanayā tathā
gāndhārī dhṛtarāṣṭraś ca
yuyutsur gautamo yamau
vṛkodaraś ca dhaumyaś ca
striyo matsya-sutādayaḥ
na sehire vimuhyanto
virahaṁ śārṅga-dhanvanaḥ

Palabra por palabra

subhadrā — la hermana de Kṛṣṇa; draupadī — la esposa de los Pāṇḍavas; kuntī — la madre de los Pāṇḍavas; virāṭa-tanayā — la hija de Virāṭa (Uttarā); tathā — también; gāndhārī — la madre de Duryodhana; dhṛtarāṣṭraḥ — el padre de Duryodhana; ca — y; yuyutsuḥ — el hijo de Dhṛtarāṣṭra y su esposa vaiśya; gautamaḥ — Kṛpācārya; yamau — los hermanos gemelos Nakula y Sahadeva; vṛkodaraḥ — Bhīma; ca — y; dhaumyaḥ — Dhaumya; ca — y; striyaḥ — también otras damas del palacio; matsya-sutā-ādayaḥ — la hija de un pescador (Satyavatī, la madrastra de Bhīṣma); na — no pudieron; sehire — tolerar; vimuhyantaḥ — a punto de desmayarse; viraham — separación; śārṅga-dhanvanaḥ — de Śrī Kṛṣṇa, quien lleva una caracola en la mano.

Traducción

En esa ocasión, Subhadrā, Draupadī, Kuntī, Uttarā, Gāndhārī, Dhṛtarāṣṭra, Yuyutsu, Kṛpācārya, Nakula, Sahadeva, Bhīmasena, Dhaumya y Satyavatī estuvieron todos a punto de desmayarse, porque les era imposible soportar el estar separados del Señor Kṛṣṇa.

Significado

El Señor Śrī Kṛṣṇa les resulta tan atractivo a los seres vivientes, especialmente a los devotos, que a ellos les es imposible tolerar el estar separado de Él. El alma condicionada olvida al Señor bajo el hechizo de la energía ilusoria, pues de no ser así no podría olvidarlo. El sentimiento que dicha separación produce no puede describirse sino simplemente imaginarse, y, además, solo pueden imaginarlo los devotos. Después de que Él se alejó de Vṛndāvana y de los inocentes y rústicos pastorcillos y pastorcillas de vacas, de las pastoras y de los demás, todos ellos sintieron el impacto por el resto de sus vidas, y el sentimiento que la separación produjo en Rādhārāṇī, la más querida de las pastorcillas de vacas, es imposible de expresar. Una vez, ellos se reunieron en Kurukṣetra durante un eclipse de sol, y el sentimiento que expresaron es desgarrador. Desde luego, existen diferencias entre las cualidades de los devotos trascendentales del Señor, pero ninguno de los que alguna vez se hayan puesto en contacto con el Señor, ya sea mediante la comunión directa o de cualquier otra manera, puede dejarlo ni por un momento. Esa es la actitud del devoto puro.

Texto

sat-saṅgān mukta-duḥsaṅgo
hātuṁ notsahate budhaḥ
kīrtyamānaṁ yaśo yasya
sakṛd ākarṇya rocanam
tasmin nyasta-dhiyaḥ pārthāḥ
saheran virahaṁ katham
darśana-sparśa-saṁlāpa-
śayanāsana-bhojanaiḥ

Palabra por palabra

sat-saṅgāt — mediante la compañía de devotos puros; mukta-duḥsaṅgaḥ — liberados de la mala asociación materialista; hātum — abandonar; na utsahate — nunca tratan; budhaḥ — aquel que ha comprendido al Señor; kīrtyamānam — glorificando; yaśaḥ — fama; yasya — cuyo; sakṛt — solo una vez; ākarṇya — oyendo únicamente; rocanam — placentero; tasmin — a Él; nyasta-dhiyaḥ — aquel que le ha entregado la mente a Él; pārthāḥ — los hijos de Pṛthā; saheran — pueden tolerar; viraham — separación; katham — como; darśana — viendo cara a cara; sparśa — tocando; saṁlāpa — conversando; śayana — durmiendo; āsana — sentándose; bhojanaiḥ — comiendo juntos.

Traducción

Las personas inteligentes, que han comprendido al Señor Supremo en compañía de devotos puros y que han quedado liberadas de la mala asociación materialista, nunca pueden dejar de oír las glorias del Señor, aunque las hayan oído tan solo una vez. ¿Cómo, entonces, pudieron los Pāṇḍavas tolerar el estar separados de Él, si se asociaron íntimamente con Su persona, lo vieron cara a cara, lo tocaron, conversaron con Él, y durmieron, se sentaron y comieron con Él?

Significado

La posición constitucional del ser viviente es la de servir a un superior. Él está obligado a servir a la fuerza los dictados de la energía material ilusoria en diferentes fases de complacencia de los sentidos, y nunca se cansa de prestarles servicio a los sentidos. Y aunque se canse, la energía ilusoria lo obliga perpetuamente a hacerlo sin que él se satisfaga. Ese asunto de complacer los sentidos no tiene fin, y el alma condicionada se enreda en esa servidumbre, sin esperanzas de liberarse. La liberación se logra únicamente mediante el hecho de asociarse con devotos puros. Dicha asociación lo promueve a uno gradualmente hasta el nivel de su conciencia trascendental. De ese modo se puede llegar a saber que la posición eterna de uno es la de prestarle servicio al Señor, y no el prestarles servicio a los sentidos pervertidos, en la forma de lujuria, ira, deseo de enseñoreamiento, etc. Sociedad, amistad y amor materiales son todos diferentes fases de la lujuria. Hogar, país, familia, sociedad, riqueza y toda clase de corolarios, son todos causas de cautiverio en el mundo material, en donde las tres clases de sufrimientos que hay en la vida son factores concomitantes. Por el hecho de uno asociarse con devotos puros y oírlos sumisamente, el apego al disfrute material se afloja, y la atracción por oír hablar de las trascendentales actividades del Señor se vuelve resaltante. Una vez que estas cosas aparecen, continúan progresivamente, sin detención, tal como el fuego en el seno de la pólvora. Se dice que Hari, la Personalidad de Dios, es tan atractivo en sentido trascendental, que incluso aquellos que están autosatisfechos en virtud de la autorrealización y que están verdaderamente liberados de todo cautiverio material, también se vuelven devotos del Señor. Bajo tales circunstancias, se entiende fácilmente cuál debe de haber sido la posición de los Pāṇḍavas, quienes eran compañeros constantes del Señor. Ellos ni siquiera podían pensar en separarse de Śrī Kṛṣṇa, ya que la atracción era más intensa en ellos debido al continuo contacto personal. Recordarlo a Él por medio de Su forma, calidad, nombre, fama, pasatiempos, etc., también le resulta atractivo al devoto puro, tanto, que se olvida de todas las formas, calidad, nombre, fama y actividades del mundo terrenal, y, debido a su madura asociación con los devotos puros, no deja de estar en contacto con el Señor ni por un momento.

Texto

sarve te ’nimiṣair akṣais
tam anu druta-cetasaḥ
vīkṣantaḥ sneha-sambaddhā
vicelus tatra tatra ha

Palabra por palabra

sarve — todos; te — ellos; animiṣaiḥ — sin el parpadeo de los ojos; akṣaiḥ — por el ojo; tam anu — tras Él; druta-cetasaḥ — corazón derretido; vīkṣantaḥ — mirándolo a Él; sneha-sambaddhāḥ — atados por afecto puro; viceluḥ — comenzaron a moverse; tatra tatra — de aquí para allá; ha — así lo hicieron.

Traducción

Todos sus corazones se estaban derritiendo por Él en el receptáculo de la atracción. Ellos lo miraban sin parpadear, y se movían de un lado a otro, desconcertados.

Significado

De modo natural, Kṛṣṇa les resultaba atractivo a todos los seres vivientes, porque es el principal ser eterno entre todos los seres eternos. Él solo es el sustentador de los muchos seres eternos. Eso se declara en el Kaṭha Upaniṣad. En consecuencia, uno puede encontrar la paz y prosperidad permanentes, mediante el restablecimiento de la relación eterna que se tiene con Él, ahora olvidada bajo el hechizo de māyā, la energía ilusoria del Señor. Una vez que esa relación se revive ligeramente, el alma condicionada se libra de inmediato de la ilusión de la energía material, y se vuelve loca por asociarse con el Señor. Esta asociación no solo se logra mediante el contacto personal con el Señor, sino también al asociarse con Su nombre, fama, forma y calidad. El Śrīmad-Bhāgavatam prepara al alma condicionada para que alcance esa etapa de perfección, mediante el proceso de oír sumisamente al devoto puro.

Texto

nyarundhann udgalad bāṣpam
autkaṇṭhyād devakī-sute
niryāty agārān no ’bhadram
iti syād bāndhava-striyaḥ

Palabra por palabra

nyarundhan — conteniendo con gran dificultad; udgalat — desbordándose; bāṣpam — lágrimas; autkaṇṭhyāt — debido a una gran ansiedad; devakī-sute — al hijo de Devakī; niryāti — habiendo salido; agārāt — del palacio; naḥ — no; abhadram — desfavorable; iti — así pues; syāt — puede que ocurra; bāndhava — pariente; striyaḥ — damas.

Traducción

Las damas de la familia, cuyos ojos estaban inundados de lágrimas debido a la ansiedad que sentían por Kṛṣṇa, salieron del palacio. Solo con gran dificultad pudieron ellas contener sus lágrimas. Ellas temían que las lágrimas causaran mala fortuna a la hora de la partida.

Significado

En el palacio de Hastināpura había cientos de damas. Todas sentían afecto por Kṛṣṇa, y todas también eran parientas. Cuando ellas vieron que Kṛṣṇa se estaba yendo del palacio para Su lugar natal, se sintieron muy angustiadas por Él y, como es usual, las lágrimas comenzaron a deslizárseles por las mejillas. Al mismo tiempo, ellas pensaron que en ese momento las lágrimas podían ser causa de mala fortuna para Kṛṣṇa; por lo tanto quisieron contenerlas. Esto les resultó muy difícil, pues las lágrimas no podían ser reprimidas. De modo que, se enjugaron las lágrimas, y los corazones les palpitaron. Así pues, algunas damas que eran esposas y nueras de aquellos que murieron en el campo de batalla, nunca se pusieron en contacto directo con Kṛṣṇa. Pero todas ellas oyeron hablar de Él y de Sus grandes actividades, y, en consecuencia, pensaban en Él, y hablaban de Él y de Su nombre, fama, etc., y también se volvieron tan afectuosas como aquellas que estaban en contacto directo. Luego todo aquel que directa o indirectamente piense en Kṛṣṇa, hable de Kṛṣṇa o adore a Kṛṣṇa, se apega a Él. Como Kṛṣṇa es absoluto, no hay diferencia entre Su nombre, forma, calidad, etc. Nuestra relación íntima con Kṛṣṇa puede ser revivida confidencialmente, si hablamos de Él, oímos hablar de Él o lo recordamos a Él. Esto ocurre así debido a la potencia espiritual.

Texto

mṛdaṅga-śaṅkha-bheryaś ca
vīṇā-paṇava-gomukhāḥ
dhundhury-ānaka-ghaṇṭādyā
nedur dundubhayas tathā

Palabra por palabra

mṛdaṅga — tambor de dulce sonido; śaṅkha — caracola; bheryaḥ — banda de instrumentos; ca — y; vīṇā — banda de instrumentos de cuerdas; paṇava — una clase de flauta; gomukhāḥ — otro tipo de flauta; dhundhurī — otro tambor; ānaka — timbal; ghaṇṭā — campana; ādyāḥ — otros; neduḥ — hicieron sonar; dundubhayaḥ — otros tipos diferentes de tambores; tathā — en esa ocasión.

Traducción

Mientras el Señor se iba del palacio de Hastināpura, diferentes tipos de tambores —tales como el mṛdaṅga, el dhola, el nagra, el dhundhurī y el dundubhi— y flautas de diferentes tipos, así como también la vinā, la gomukha y la bherī, sonaron todos al unísono para rendirle honores.

Texto

prāsāda-śikharārūḍhāḥ
kuru-nāryo didṛkṣayā
vavṛṣuḥ kusumaiḥ kṛṣṇaṁ
prema-vrīḍā-smitekṣaṇāḥ

Palabra por palabra

prāsāda — palacio; śikhara — la azotea; ārūḍhāḥ — ascendiendo; kuru-nāryaḥ — las damas de la familia real de los Kurus; didṛkṣayā — viendo; vavṛṣuḥ — rociaron; kusumaiḥ — por flores; kṛṣṇam — sobre el Señor Kṛṣṇa; prema — por el afecto y el amor; vrīḍā-smita-īkṣaṇāḥ — lanzando miradas con sonrisas recatadas.

Traducción

Debido a un amoroso deseo del ver al Señor, las damas de la familia real de los Kurus subieron a la azotea del palacio y, sonriendo con afecto y recato, dejaron caer sobre el Señor una lluvia de flores.

Significado

El recato es un encanto particular y extranatural del sexo bello, e infunde respeto en el sexo opuesto. Esa costumbre se observaba incluso durante los días del Mahābhārata, es decir, hace más de cinco mil años. Solo las personas poco inteligentes que no están versadas en la historia del mundo, dicen que la observación de separación entre las mujeres y los hombres es una costumbre que se introdujo en la India durante el período mahometano. Este incidente de la época del Mahābhārata, prueba de modo categórico que las damas del palacio observaban estricto pardā (restringida relación con hombres), y en vez de bajar y salir al aire libre a donde estaban reunidos el Señor Kṛṣṇa y los demás, las damas del palacio subieron a la azotea del mismo, y desde allí le ofrecieron sus respetos al Señor Kṛṣṇa con lluvias de flores. Aquí se afirma claramente que las damas estaban sonriendo allí, en la azotea del palacio, contenidas por la timidez. Esa timidez es un don que la naturaleza le da al sexo bello, y realza la belleza y prestigio de este último, incluso si las mujeres provienen de una familia poco importante o son poco atractivas. Nosotros tenemos experiencia práctica de este hecho. Una barrendera mereció el respeto de muchos caballeros respetables, con simplemente exhibir el recato propio de una dama. Las damas que andan por la calle semidesnudas no infunden ningún respeto, mientras que la tímida esposa de un barrendero infunde respeto a todo el mundo.

La civilización humana, tal como la conciben los sabios de la India, tiene por objeto ayudarlo a uno a liberarse de las garras de la ilusión. La belleza material de una mujer es una ilusión, porque, a decir verdad, el cuerpo está hecho de tierra, agua, fuego, aire, etc. Pero, como la chispa vivientes se asocia con la materia, esta parece ser hermosa. A nadie lo atrae una muñeca de barro, aunque esté hecha de la manera más perfecta para atraer la atención de los demás. El cuerpo muerto no tiene belleza alguna, ya que nadie aceptaría el cadáver de una supuesta mujer hermosa. Por lo tanto, se concluye que la chispa espiritual es hermosa, y en virtud de la belleza del alma a uno lo atrae la belleza del cuerpo externo. La sabiduría védica nos prohíbe, pues, dejarnos atraer por la belleza falsa. Mas, debido a que ahora nos hallamos en la oscuridad de la ignorancia, la civilización védica permite el acercamiento entre el hombre y la mujer de una manera muy restringida. En dicha civilización se dice que la mujer es como el fuego y el hombre como la mantequilla. La mantequilla tiene que derretirse al asociarse con el fuego y, en consecuencia, solo se les debe juntar cuando sea necesario. Y la timidez es un freno al acercamiento sin restricción. Es un regalo de la naturaleza y debe utilizarse.

Texto

sitātapatraṁ jagrāha
muktādāma-vibhūṣitam
ratna-daṇḍaṁ guḍākeśaḥ
priyaḥ priyatamasya ha

Palabra por palabra

sita-ātapatram — sombrilla aliviadora; jagrāha — tomó; muktā-dāma — decorada con encajes y perlas; vibhūṣitam — bordada; ratna-daṇḍam — con un mango hecho de joyas; guḍākeśaḥ — Arjuna, el guerrero experto, o aquel que ha conquistado el sueño; priyaḥ — muy amado; priyatamasya — del muy amado; ha — así lo hizo.

Traducción

En esa oportunidad, Arjuna, el gran guerrero y conquistador del sueño, quien es el amigo íntimo del muy amado Señor Supremo, tomó una sombrilla que tenía un mango hecho de joyas y que estaba bordada con encaje y perlas.

Significado

El oro, las joyas, las perlas y las piedras preciosas se utilizaban en las lujosas ceremonias reales. Todos estos son regalos de la naturaleza, y los producen las colinas, los océanos, etc., por orden del Señor, cuando el hombre no desperdicia su valioso tiempo en producir cosas no deseadas en el nombre de artículos de primera necesidad. Mediante el mal llamado desarrollo de las empresas industriales, ahora se están usando recipientes de gutapercha en vez de metales como el oro, la plata, el bronce y el cobre. Ahora se usa margarina en vez de mantequilla purificada, y una cuarta parte de la población urbana carece de refugio.

Texto

uddhavaḥ sātyakiś caiva
vyajane paramādbhute
vikīryamāṇaḥ kusumai
reje madhu-patiḥ pathi

Palabra por palabra

uddhavaḥ — un primo hermano de Kṛṣṇa; sātyakiḥ — Su conductor; ca — y; eva — ciertamente; vyajane — abanicando; parama-adbhute — decorativo; vikīryamāṇaḥ — sentado sobre esparcidas; kusumaiḥ — flores por todas partes; reje — dirigió; madhu-patiḥ — el amo de Madhu (Kṛṣṇa); pathi — en el camino.

Traducción

Uddhava y Sātyaki comenzaron a abanicar al Señor con abanicos decorados, y el Señor, como el amo de Madhu y sentado sobre flores esparcidas, los dirigió a lo largo del camino.

Texto

aśrūyantāśiṣaḥ satyās
tatra tatra dvijeritāḥ
nānurūpānurūpāś ca
nirguṇasya guṇātmanaḥ

Palabra por palabra

aśrūyanta — siendo oído; āśiṣaḥ — bendición; satyāḥ — todas las verdades; tatra — aquí; tatra — allá; dvija-īritāḥ — proferidas por brāhmaṇas eruditos; na — no; anurūpa — propio; anurūpāḥ — apropiado; ca — también; nirguṇasya — el Absoluto; guṇa-ātmanaḥ — haciendo el papel de un ser humano.

Traducción

Aquí y allá se oía que las bendiciones que se le ofrecían a Kṛṣṇa no eran ni propias ni impropias, porque todas ellas eran para el Absoluto, quien ahora estaba haciendo el papel de un ser humano.

Significado

En algunos lugares había sonidos de bendiciones védicas dirigidas a la Personalidad de Dios Śrī Kṛṣṇa. Las bendiciones eran apropiadas en el sentido de que el Señor estaba desempeñando el papel de un ser humano, como si fuera un primo de Mahārāja Yudhiṣṭhira; pero también eran impropias, porque el Señor es absoluto y no tiene nada que ver con ninguna clase de relatividades materiales. Él es nirguṇa, es decir, en Él no hay cualidad material alguna, pero Él está colmado de cualidades trascendentales. En el mundo trascendental no hay nada contradictorio, mientras que en el mundo relativo todo tiene su opuesto. En el mundo relativo, blanco es el concepto opuesto a negro, pero en el mundo trascendental no hay ninguna diferencia entre blanco y negro. Por lo tanto, los sonidos de las bendiciones proferidas aquí y allá por los eruditos brāhmaṇas, parecían contradictorios en relación con la Persona Absoluta, pero cuando se le aplicaban a la Persona Absoluta, perdían toda contradicción y se volvían trascendentales. Un ejemplo puede aclarar esta idea. Al Señor Śrī Kṛṣṇa a veces se lo describe como un ladrón. Él es muy famoso entre sus devotos puros como el Mākhana-cora. En Vṛndāvana, en Sus primeros años, Él solía robar mantequilla de las casas de los vecinos. Desde entonces es famoso como ladrón. Pero a pesar de ser famoso como ladrón, se lo adora como tal, mientras que en el mundo terrenal al ladrón se lo castiga y nunca se lo alaba. Como Él es la Absoluta Personalidad de Dios, todo se le puede aplicar, y aun así, pese a todas las contradicciones, Él es la Suprema Personalidad de Dios.

Texto

anyonyam āsīt sañjalpa
uttama-śloka-cetasām
kauravendra-pura-strīṇāṁ
sarva-śruti-mano-haraḥ

Palabra por palabra

anyonyam — entre sí; āsīt — hubo; sañjalpaḥ — conversación; uttama-śloka — el Supremo, a quien se lo alaba mediante poesía selecta; cetasām — de aquellos cuyos corazones están absortos de esa manera; kaurava-indra — el rey de los Kurus; pura — capital; strīṇām — todas las damas; sarva — todos; śruti — los Vedas; manaḥ-haraḥ — atractiva para la mente.

Traducción

Absortas en las trascendentales cualidades del Señor, de quien se canta con poesía selecta, las damas que estaban en las azoteas de todas las casas de Hastināpura comenzaron a hablar de Él. Esa conversación era más atractiva que los himnos de los Vedas.

Significado

En el Bhagavad-gītā se dice que la meta de todas las Escrituras védicas es la Personalidad de Dios Śrī Kṛṣṇa. En efecto, las glorias del Señor se describen en Escrituras tales como los Vedas, el Rāmāyaṇa y el Mahābhārata. Y en el Bhāgavatam se las menciona específicamente en relación con el Señor Supremo. Por lo tanto, mientras en la capital de los reyes de la dinastía Kuru las damas que se hallaban en las azoteas de las casas hablaban del Señor, su conversación era más placentera que los himnos védicos. Todo lo que se cante en alabanza al Señor es śruti-mantra. Ṭhākura Narottama dāsa, uno de los ācāryas de la Gauḍīya-sampradāya, compuso unas canciones en idioma bengalí sencillo. Y Ṭhākura Viśvanātha Cakravartī, otro muy erudito ācārya de la misma sampradāya, ha aprobado las canciones de Ṭhākura Narottama dāsa, diciendo que son iguales que los mantras védicos. Y esto se debe al tema de las mismas. El lenguaje es intrascendente, pero el tema es importante. En las damas, que estaban todas absortas en el Señor y Sus acciones, se desarrolló la conciencia de la sabiduría védica, por la gracia del Señor. Y, en virtud de ello, aunque dichas damas puede que no fueran eruditas muy entendidas en sánscrito o algo por el estilo, aun así todo lo que hablaban era más atractivo que los himnos védicos. A veces, los himnos védicos de los Upaniṣads están dirigidos al Señor Supremo indirectamente. Pero las conversaciones de las damas hablaban directamente del Señor, y por eso al corazón le resultaban más placenteras. Las conversaciones de las damas parecían ser más valiosas que las bendiciones de los eruditos brāhmaṇas.

Texto

sa vai kilāyaṁ puruṣaḥ purātano
ya eka āsīd aviśeṣa ātmani
agre guṇebhyo jagad-ātmanīśvare
nimīlitātman niśi supta-śaktiṣu

Palabra por palabra

saḥ — Él (Kṛṣṇa); vai — como lo recuerdo; kila — claramente; ayam — esta; puruṣaḥ — Personalidad de Dios; purātanaḥ — el original; yaḥ — quien; ekaḥ — solo uno; āsīt — existió; aviśeṣaḥ — no manifestado materialmente; ātmani — propio ser; agre — antes de la creación; guṇebhyaḥ — de las modalidades de la naturaleza; jagat-ātmani — a la Superalma; īśvare — al Señor Supremo; nimīlita — fundido en; ātman — la entidad viviente; niśi supta — inactiva de noche; śaktiṣu — de las energías.

Traducción

Ellas dijeron: He aquí a la Personalidad de Dios original tal como nosotras lo recordamos claramente. Solo Él existía antes de la creación manifestada de las modalidades de la naturaleza, y debido a que Él es el Señor Supremo, todos los seres vivientes se funden solo en Él, con la energía suspendida como cuando duermen por la noche.

Significado

Existen dos tipos de disolución del cosmos manifestado. Una aniquilación ocurre cada 4 320 000 000 de años solares, cuando Brahmā, el señor de un universo en particular, se duerme. Y al final de la vida del Señor Brahmā, que ocurre al cabo de sus cien años de edad, según nuestros cálculos al cabo de 8 640 000 000 x 30 x 12 x 100 años solares, hay una aniquilación completa de todo el universo; y en ambos períodos, tanto la energía material, denominada el mahat-tattva, como la energía marginal, denominada jīva-tattva, se funden en la persona del Señor Supremo. Los seres vivientes permanecen dormidos dentro del cuerpo del Señor hasta que hay otra creación del mundo material, y esa es la manera en que ocurren la creación, conservación y aniquilación de la manifestación material.

La creación material la efectúa la interacción de las tres modalidades de la naturaleza material que el Señor pone en marcha, y, en consecuencia, se dice aquí que el Señor existía antes de que se pusiera en movimiento las modalidades de la naturaleza material. En el śruti-mantra se dice que únicamente Viṣṇu, el Señor Supremo, existía antes de la creación, y que no había Brahmā, Śiva ni otros semidioses. Viṣṇu significa Mahā-Viṣṇu, quien yace en el océano causal. Tan solo mediante Su respiración todos los universos se generan como semillas, y gradualmente se desarrollan y se convierten en formas gigantescas, con innumerables planetas dentro de todos y cada uno de ellos. Las semillas de los universos se convierten en formas gigantescas, de la misma manera en que las semillas de un árbol baniano se convierten en una infinidad de árboles banianos.

Este Mahā-Viṣṇu es la porción plenaria del Señor Śrī Kṛṣṇa, a quien se menciona en la Brahma-saṁhitā de la siguiente manera:

«Permítaseme ofrecerle mis respetuosas reverencias a Govinda, la Personalidad de Dios original, cuya porción plenaria es Mahā-Viṣṇu. Todos los brahmās, los cabezas del universo, viven únicamente durante el período de Su exhalación, después de que los universos se generan de los poros de Su cuerpo trascendental» (Brahma-saṁhitā 5.58).

Así pues, Govinda, o el Señor Kṛṣṇa, también es la causa de Mahā-Viṣṇu. Las damas que hablaban de esta verdad védica deben de haberla oído de labios de fuentes autoritativas. Una fuente autoritativa es el único medio de llegar a conocer el tema trascendental con toda certeza. No hay ninguna otra manera.

El proceso por el cual los seres vivientes se funden en el cuerpo de Mahā-Viṣṇu, ocurre automáticamente al cabo de los cien años de Brahmā. Pero eso no significa que el ser viviente individual pierde su identidad. La identidad permanece, y en cuanto hay otra creación por la suprema voluntad del Señor, todos los seres vivientes inactivos que duermen son de nuevo puestos en libertad, para que comiencen sus actividades en la continuación de las diferentes esferas de vida anteriores. Ello se denomina suptotthita-nyāya, o despertarse y dedicarse de nuevo a su respectivo deber continuo. De noche, cuando el hombre duerme, se olvida de sí mismo, de lo que es, de su deber y de todo lo referente a su estado despierto. Pero tan pronto como se despierta, se recuerda de todo lo que tiene que hacer y, por lo tanto, se dedica de nuevo a sus actividades prescritas. Los seres vivientes también permanecen fundidos en el cuerpo de Mahā-Viṣṇu durante el período de la aniquilación, pero en cuanto hay otra creación, se levantan para emprender su inconclusa labor. Esto también se confirma en el Bhagavad-gītā (8.18-20).

El Señor existía antes de que la energía creativa fuera puesta en marcha. El Señor no es un producto de la energía material. Su cuerpo es completamente espiritual, y no hay diferencia entre Su cuerpo y Él Mismo. Antes de la creación el Señor se encontraba en Su morada, la cual es absoluta y única.

Texto

sa eva bhūyo nija-vīrya-coditāṁ
sva-jīva-māyāṁ prakṛtiṁ sisṛkṣatīm
anāma-rūpātmani rūpa-nāmanī
vidhitsamāno ’nusasāra śāstra-kṛt

Palabra por palabra

saḥ — Él; eva — así pues; bhūyaḥ — de nuevo; nija — propia y personal; vīrya — potencia; coditām — ejecución de; sva — propio; jīva — ser viviente; māyām — energía externa; prakṛtim — a la naturaleza material; sisṛkṣatīm — mientras creaba de nuevo; anāma — sin designación mundana; rūpa-ātmani — formas del alma; rūpa-nāmanī — formas y nombres; vidhitsamānaḥ — deseando otorgar; anusasāra — le confió a; śāstra-kṛt — el recopilador de las Escrituras reveladas.

Traducción

La Personalidad de Dios, deseando de nuevo darles nombres y formas a Sus partes integrales, las entidades vivientes, las puso bajo la guía de la naturaleza material. Mediante Su propia potencia, se apodera de la naturaleza material para que vuelva a crear.

Significado

Las entidades vivientes son partes integrales del Señor. Ellas son de dos variedades, a saber, nitya-mukta y nitya-baddha. Las nitya-muktas son almas eternamente liberadas, y están dedicadas eternamente a corresponderse con el Señor mediante el amoroso servicio trascendental, en la eterna morada de Él, más allá de las creaciones mundanas manifestadas. Pero las nitya-baddhas, o las almas eternamente condicionadas, le son confiadas a Su energía externa, māyā, a fin de corregir la actitud rebelde que tienen para con Él, el Padre Supremo. Las nitya-baddhas olvidan eternamente su relación con el Señor como partes integrales. Ellas están confundidas por la energía ilusoria y se creen productos de la materia, y por ello están muy ocupadas en el mundo material haciendo planes para ser felices. Ellas prosiguen alegremente con sus planes, pero, por la voluntad del Señor, tanto los planificadores como los planes son aniquilados al cabo de un cierto período, como se mencionó antes. Esto se confirma en el Bhagavad-gītā de la siguiente manera: «¡Oh, hijo de Kuntī!, al final del milenio todas las entidades vivientes se funden en Mi naturaleza, y de nuevo cuando llega la hora de la creación, Yo le doy comienzo a esta por medio de Mi energía externa» (Bg. 9.7).

La palabra bhūyaḥ significa «una y otra vez», es decir, el proceso de la creación, conservación y aniquilación está ocurriendo perpetuamente por acción de la energía externa del Señor. Él es la causa de todo. Pero los seres vivientes, que por constitución son partes integrales del Señor y han olvidado la dulce relación, reciben de nuevo una oportunidad de librarse de las garras de la energía externa. Y para que él (el ser viviente) reviva su conciencia, el Señor también crea las Escrituras reveladas. Las Escrituras védicas son las instrucciones por las que se deben guiar las almas condicionadas, de manera que puedan librarse de la reiterada creación y aniquilación del mundo material y del cuerpo material.

El Señor dice en el Bhagavad-gītā: «Este mundo creado y esta energía material creada están bajo Mi control. Bajo la influencia de prakṛti son creados una y otra vez automáticamente, y eso lo hago Yo por intermedio de Mi energía externa».

En realidad, las entidades vivientes o chispas espirituales no tienen ni nombre ni formas materiales. Pero con objeto de complacer su deseo de enseñorearse de la energía material de las formas y nombres materiales, se les da la oportunidad de obtener ese falso disfrute, y al mismo tiempo, a través de las Escrituras reveladas, se les da la oportunidad de entender la posición verdadera. Al necio y olvidadizo ser viviente siempre lo ocupan las formas falsas y los nombres falsos. El nacionalismo moderno es la cumbre de esos falsos nombres y de esas falsas formas. Los hombres están locos por la forma y el nombre falso. La forma del cuerpo que se obtiene bajo ciertas condiciones se toma por verdadera, y el nombre que también se adopta confunde al alma condicionada y la lleva a hacer mal uso de la energía, en el nombre de muchísimos «ismos». Las Escrituras, sin embargo, proporcionan la clave para entender la verdadera posición, pero los hombres están poco dispuestos a recibir lecciones de las Escrituras que el Señor creó para diferentes lugares y tiempos. Por ejemplo, el Bhagavad-gītā es el principio de guía para todo ser humano, pero por el hechizo de la energía material, los seres humanos no se preocupan de llevar a cabo los programas de la vida conforme al Bhagavad-gītā. El Śrīmad-Bhāgavatam es el estudio de posgrado para aquel que ha entendido a cabalidad los principios del Bhagavad-gītā. Por mala fortuna, a la gente no le gustan estas obras y, en consecuencia, se halla bajo las garras de māyā para la repetición del nacimiento y la muerte.

Texto

sa vā ayaṁ yat padam atra sūrayo
jitendriyā nirjita-mātariśvanaḥ
paśyanti bhakty-utkalitāmalātmanā
nanv eṣa sattvaṁ parimārṣṭum arhati

Palabra por palabra

saḥ — Él; vai — por la providencia; ayam — esto; yat — aquello que; padam atra — he aquí a la misma Personalidad de Dios, Śrī Kṛṣṇa; sūrayaḥ — grandes devotos; jita-indriyāḥ — que han superado la influencia de los sentidos; nirjita — completamente controlada; mātariśvanaḥ — vida; paśyanti — puede ver; bhakti — a fuerza de servicio devocional; utkalita — desarrollado; amala-ātmanā — aquellos que tienen la mente completamente limpia; nanu eṣaḥ — ciertamente solo con esto; sattvam — existencia; parimārṣṭum — para purificar la mente por completo; arhati — merecen.

Traducción

He aquí a la misma Suprema Personalidad de Dios cuya forma trascendental perciben los grandes devotos que, a fuerza de rígido servicio devocional y pleno control de la vida y de los sentidos, se han limpiado por completo de la conciencia material. Y esa es la única manera de purificar la existencia.

Significado

Como se afirma en el Bhagavad-gītā, al Señor se le puede conocer en Su verdadera naturaleza, únicamente a fuerza de servicio devocional puro. Por eso se afirma aquí que solo los grandes devotos del Señor, capaces de limpiar la mente de todo el polvo material mediante rígido servicio devocional, pueden percibir al Señor tal como Él es. Jitendriya significa «aquel que tiene pleno control de los sentidos». Los sentidos son partes activas del cuerpo, y sus actividades no pueden ser detenidas. Los medios artificiales que los procesos yóguicos emplean para hacer que los sentidos se vuelvan inactivos, han demostrado ser un fracaso total, incluso en el caso de grandes yogīs tales como Viśvāmitra Muni. Viśvāmitra Muni controló los sentidos mediante el trance yóguico, pero cuando por casualidad conoció a Menakā (una mujer frívola de la sociedad celestial), fue víctima de la vida sexual, y la manera artificial de controlar los sentidos fracasó. Mas, en el caso de un devoto puro, a los sentidos no se les impide artificialmente nada en absoluto, sino que se les proporcionan diferentes ocupaciones buenas. Cuando los sentidos se dedican a actividades más atractivas, no hay posibilidad de que los atraiga alguna ocupación inferior. En el Bhagavad-gītā se dice que los sentidos únicamente pueden ser controlados mediante mejores ocupaciones. El servicio devocional requiere de la purificación de los sentidos o el ocuparlos en las actividades del servicio devocional. El servicio devocional no es inacción. Cualquier cosa que se haga en el servicio del Señor, se purifica de inmediato de su naturaleza material. El concepto material se debe únicamente a la ignorancia. No hay nada más allá de Vāsudeva. El concepto Vāsudeva se desarrolla paulatinamente en el corazón del erudito, después de una prolongada purificación de los órganos receptivos. Pero el proceso termina en el conocimiento de que Vāsudeva es lo máximo que existe. En el caso del servicio devocional, este mismo método se acepta desde el mismo comienzo, y por la gracia del Señor todo verdadero conocimiento se revela en el corazón del devoto, debido al dictado que el Señor da desde dentro. Así pues, controlar los sentidos mediante el servicio devocional es el único medio y el más fácil de todos.

Texto

sa vā ayaṁ sakhy anugīta-sat-katho
vedeṣu guhyeṣu ca guhya-vādibhiḥ
ya eka īśo jagad-ātma-līlayā
sṛjaty avaty atti na tatra sajjate

Palabra por palabra

saḥ — Él; vai — también; ayam — este; sakhi — ¡oh, amiga mía!; anugīta — descrito; sat-kathaḥ — los excelentes pasatiempos; vedeṣu — en las Escrituras védicas; guhyeṣu — confidencialmente; ca — así como también; guhya-vādibhiḥ — por los devotos íntimos; yaḥ — aquel que; ekaḥ — solo uno; īśaḥ — controlador supremo; jagat — de toda la creación; ātma — Superalma; līlayā — mediante la manifestación de pasatiempos; sṛjati — crea; avati atti — también mantiene y aniquila; na — nunca; tatra — allí; sajjate — se apega a eso.

Traducción

¡Oh, queridas amigas!, he aquí a esa misma Personalidad de Dios cuyos atractivos e íntimos pasatiempos los describen Sus grandes devotos en las partes confidenciales de la literatura védica. Es Él únicamente quien crea, mantiene y aniquila el mundo material, y aún así permanece inalterado.

Significado

Como se declara en el Bhagavad-gītā, todas las Escrituras védicas glorifican la grandeza del Señor Śrī Kṛṣṇa. Eso también se confirma aquí, en el Bhāgavatam. Grandes devotos y encarnaciones apoderadas del Señor, tales como Vyāsa, Nārada, Śukadeva Gosvāmī, los Kumāras, Kapila, Prahlāda, Janaka, Bali y Yamarāja, han expandido los Vedas en muchas divisiones y subdivisiones, pero especialmente en el Śrīmad-Bhāgavatam, el devoto íntimo Śukadeva Gosvāmī describe las partes confidenciales de las actividades del Señor. En los Vedānta-sūtras o Upaniṣads solo hay un indicio de las partes confidenciales de Sus pasatiempos. En Escrituras védicas tales como los Upaniṣads, al Señor se le ha distinguido expresamente del concepto mundano de Su existencia. Como Su identidad es espiritual por completo, a Su forma, nombre, calidad y enseres, etc., se los ha distinguido de la materia con esmero, y, en consecuencia, personas poco inteligentes cometen a veces el error de considerarlo impersonal. Pero de hecho Él es la Persona Suprema, Bhagavān, y de modo parcial se le representa como Paramātmā o como el Brahman impersonal.

Texto

yadā hy adharmeṇa tamo-dhiyo nṛpā
jīvanti tatraiṣa hi sattvataḥ kila
dhatte bhagaṁ satyam ṛtaṁ dayāṁ yaśo
bhavāya rūpāṇi dadhad yuge yuge

Palabra por palabra

yadā — cuando quiera; hi — con certeza; adharmeṇa — en contra de los principios de la voluntad de Dios; tamaḥ-dhiyaḥ — personas que están bajo la influencia de las más bajas modalidades materiales; nṛpāḥ — reyes y administradores; jīvanti — vivan como animales; tatra — en consecuencia; eṣaḥ — Él; hi — solamente; sattvataḥ — trascendental; kila — indudablemente; dhatte — se manifiesta; bhagam — poder supremo; satyam — verdad; ṛtam — positiva; dayām — misericordia; yaśaḥ — actividades maravillosas; bhavāya — para el mantenimiento; rūpāṇi — de diversas formas; dadhat — manifestadas; yuge — diferentes períodos; yuge — y eras.

Traducción

Cuando quiera que haya reyes y administradores que vivan como animales de las más bajas modalidades de la existencia, el Señor, en Su forma trascendental, manifiesta Su supremo poder, la Verdad Positiva, les confiere misericordia especial a los fieles, realiza actividades maravillosas y manifiesta diversas formas trascendentales según sea necesario en diferentes períodos y eras.

Significado

Como se mencionó anteriormente, la creación cósmica es propiedad del Señor Supremo. Esa es la filosofía básica del Īśopaniṣad: todo es propiedad del Ser Supremo. Nadie debe usurpar la propiedad del Señor Supremo. Uno debe aceptar solamente lo que Él tenga a bien conferir. De modo que, la Tierra o cualquier otro planeta o universo es propiedad absoluta del Señor. Los seres vivientes son sin duda Sus partes integrales, o hijos, en virtud de lo cual cada uno de ellos tiene el derecho de vivir a expensas de la misericordia del Señor para ejecutar su labor prescrita. Por consiguiente, nadie puede violar el derecho de otro individuo, sea este hombre o animal, sin que el Señor así lo sancione. El rey o el administrador es el representante del Señor que se ocupa del cumplimiento de la voluntad del Señor. Él debe ser, pues, una persona reconocida, tal como Mahārāja Yudhiṣṭhira o Parīkṣit. Reyes de esa categoría tienen plena responsabilidad y conocimiento proveniente de las autoridades, acerca de la administración del mundo. Pero algunas veces, por influencia de la modalidad de la ignorancia de la naturaleza material (tamo-guṇa), la más baja de las modalidades materiales, los reyes y administradores llegan al poder sin poseer conocimiento ni responsabilidad, y semejantes necios viven como animales, en aras de su propio interés personal. El resultado de ello es que toda la atmósfera se sobrecarga de anarquía y elementos viciosos. El nepotismo, el soborno, el engaño, la agresión y, por ende, hambre, epidemias, guerra y otros perturbadores aspectos similares, se vuelven resaltantes en la sociedad humana. Y a los devotos del Señor o a los fieles se les persigue por todos los medios. Todos estos síntomas señalan el momento indicado para una encarnación del Señor que restablezca los principios religiosos y venza a los malos administradores. Esto también se confirma en el Bhagavad-gītā.

El Señor aparece entonces en Su forma trascendental, sin ningún matiz de cualidades materiales. Él desciende tan solo para mantener en una condición normal el estado de Su creación. La condición normal consiste en que a todos y cada uno de los planetas el Señor los ha dotado de todas las cosas necesarias para los seres vivientes que han nacido en ellos. Siguiendo las reglas y regulaciones que se mencionan en las Escrituras reveladas, dichos seres vivientes pueden vivir felices y ejecutar sus ocupaciones predestinadas, para al final lograr la salvación. El mundo material se crea para satisfacer los caprichos de los nitya-baddhas, o las almas eternamente condicionadas, de la misma manera en que a los niños traviesos se les provee de corrales de juego. De no ser por eso, no habría necesidad del mundo material. Pero cuando se embriagan con el poder de la ciencia material para explotar los recursos ilegalmente, sin la sanción del Señor, y eso, además, únicamente para complacer los sentidos, se hace necesaria la encarnación del Señor para castigar a los rebeldes y proteger a los fieles.

Cuando Él desciende, exhibe actos sobrehumanos solo para probar su derecho supremo, y a materialistas tales como Rāvaṇa, Hiraṇyakaśipu y Kaṁsa se los castiga lo suficiente. Él actúa de una manera que nadie puede imitar. Por ejemplo, cuando el Señor apareció como Rāma, tendió un puente sobre el océano Índico. Cuando apareció como Kṛṣṇa, desde Su misma infancia exhibió actividades sobrehumanas al matar a Pūtanā, Aghāsura, Śakaṭāsura, Kāliya, etc., y después a Kaṁsa, Su tío materno. Cuando se hallaba en Dvārakā, se casó con 16 108 reinas, y a todas ellas se las bendijo con un buen número de hijos. La suma total de Sus familiares ascendía a cerca de cien mil, conocidos comúnmente como la Yadu-vaṁśa. Y luego, durante Su vida, hizo de manera de vencerlos a todos. Él es famoso como el Govardhana-dhārī Hari porque a la edad de apenas siete años levantó la colina conocida como Govardhana. El Señor mató a muchos e indeseables reyes de Su tiempo, y como kṣatriya que era peleó de un modo heroico. Él es famoso como el asamordhva, el sin igual. Nadie es igual ni más grande que Él.

Texto

aho alaṁ ślāghyatamaṁ yadoḥ kulam
aho alaṁ puṇyatamaṁ madhor vanam
yad eṣa puṁsām ṛṣabhaḥ śriyaḥ patiḥ
sva-janmanā caṅkramaṇena cāñcati

Palabra por palabra

aho — ¡oh!; alam — en verdad; ślāghya-tamam — supremamente gloriosa; yadoḥ — del rey Yadu; kulam — dinastía; aho — ¡oh!; alam — en verdad; puṇya-tamam — supremamente virtuosa; madhoḥ vanam — la tierra de Mathurā; yat — porque; eṣaḥ — este; puṁsām — de todos los seres vivientes; ṛṣabhaḥ — líder supremo; śriyaḥ — de la diosa de la fortuna; patiḥ — esposo; sva-janmanā — mediante Su aparición; caṅkramaṇena — por el hecho de gatear; ca añcati — glorias.

Traducción

¡Oh, cuán supremamente gloriosa es la dinastía del rey Yadu y cuán virtuosa es la tierra de Mathurā, en las que el Supremo líder de todos los seres vivientes, el esposo de la diosa de la fortuna, ha nacido y ambulado en Su infancia!

Significado

En el Bhagavad-gītā, la Personalidad de Dios Śrī Kṛṣṇa ha dado expresamente una descripción de Su aparición, desaparición y actividades trascendentales. El Señor aparece en una familia o lugar en particular, mediante Su potencia inconcebible. Él no nace como un alma condicionada, la cual deja su cuerpo y adquiere otro. Su nacimiento es como la aparición y desaparición del sol. El sol sale por el horizonte oriental, pero eso no significa que el horizonte oriental es el padre del sol. El sol existe en cada parte del sistema solar, pero se vuelve visible en un momento programado, y así mismo también se vuelve invisible en otro momento programado. De igual manera, el Señor aparece en este universo tal como el sol, y de nuevo se va de nuestra vida en otro momento. Él existe en todo momento y en todo lugar, pero, por Su misericordia sin causa, cuando aparece ante nosotros damos por sentado que ha nacido. Cualquiera que pueda entender esta verdad conforme a las declaraciones de las Escrituras reveladas, es seguro que se libera en cuanto deje el presente cuerpo. La liberación se puede obtener después de muchos nacimientos, y después de un gran esfuerzo en el campo de la paciencia y la perseverancia, el conocimiento y la renunciación. Pero por el simple hecho de conocer en verdad los trascendentales nacimientos y actividades del Señor, se puede obtener la liberación de inmediato. Ese es el veredicto del Bhagavad-gītā. Mas, aquellos que están sumidos en la oscuridad de la ignorancia, concluyen que el nacimiento y las actividades del Señor en el mundo material son similares a los de un ser viviente ordinario. Esas imperfectas conclusiones no pueden darle a nadie liberación. Luego Su nacimiento en la familia del rey Yadu como el hijo del rey Vasudeva, y Su traslado a la familia de Nanda Mahārāja en la tierra de Mathurā, son todas medidas trascendentales que toma la potencia interna del Señor. La fortuna de la dinastía Yadu y de los habitantes de la tierra de Mathurā no puede estimarse en términos materiales. Si con solo conocer la naturaleza trascendental del nacimiento y las actividades del Señor se puede obtener la liberación fácilmente podemos entonces imaginarnos qué les aguarda a aquellos que de hecho disfrutaron de la compañía del Señor en persona como familiar o vecino. Todos aquellos que fueron lo suficientemente afortunados como para asociarse con el Señor, el esposo de la diosa de la fortuna, obtuvieron ciertamente algo más que lo que se conoce como liberación. De modo que, con justicia, tanto la dinastía como la tierra son gloriosas siempre, por la gracia del Señor.

Texto

aho bata svar-yaśasas tiraskarī
kuśasthalī puṇya-yaśaskarī bhuvaḥ
paśyanti nityaṁ yad anugraheṣitaṁ
smitāvalokaṁ sva-patiṁ sma yat-prajāḥ

Palabra por palabra

aho bata — ¡cuán maravilloso es esto!; svaḥ-yaśasaḥ — las glorias de los planetas celestiales; tiraskarī — aquellos que derrota; kuśasthalī — Dvārakā; puṇya — virtud; yaśaskarī — famoso; bhuvaḥ — el planeta Tierra; paśyanti — ve; nityam — constantemente; yat — aquello que; anugraha-iṣitam — para bendecir; smita-avalokam — mirada con el favor de una dulce sonrisa; sva-patim — al alma del ser viviente (Kṛṣṇa); sma — solían; yat-prajāḥ — los habitantes del lugar.

Traducción

Es indudablemente maravilloso que Dvārakā haya superado las glorias de los planetas celestiales y haya aumentado la celebridad de la Tierra. Los habitantes de Dvārakā siempre ven al alma de todos los seres vivientes [Kṛṣṇa] en Su aspecto amoroso. Él les lanza miradas y los favorece con dulces sonrisas.

Significado

Los planetas celestiales están habitados por semidioses tales como Indra, Candra, Varuṇa y Vayu, y las almas piadosas llegan allí después de realizar muchos actos virtuosos en la Tierra. Los científicos modernos están de acuerdo en que la medición del tiempo en los sistemas planetarios superiores es diferente a la de la Tierra. Así pues, las Escrituras reveladas nos hacen saber que allí la duración de la vida es de diez mil años (de los nuestros). Seis meses en la Tierra equivalen a un día en los planetas celestiales. Las facilidades de disfrute también aumentan de un modo similar, y la belleza de los habitantes es legendaria. Los hombres de la Tierra, que son seres comunes, tienen grandes deseos de alcanzar los planetas celestiales, porque han oído que allí las comodidades de la vida son mucho mayores que las de la Tierra. Ahora, ellos están tratando de ir a la Luna en astronave. Considerando todo eso, los planetas celestiales son más célebres que la Tierra. Pero la celebridad de la Tierra ha superado a la de los planetas celestiales, gracias a Dvārakā, de la cual el Señor Kṛṣṇa era rey. Tres lugares —es decir, Vṛndāvana, Mathurā y Dvārakā— son más importantes que los planetas famosos del universo. Esos lugares están perpetuamente santificados, porque siempre que el Señor desciende a la Tierra, exhibe Sus actividades trascendentales particularmente en esos tres lugares. Estos son perpetuamente las tierras sagradas del Señor, y los habitantes aún sacan provecho de los lugares sagrados, pese a que ahora el Señor está fuera de su vista. El Señor es el alma de todos los seres vivientes, y Él siempre desea que todos los seres vivientes, en su svarūpa, en su posición constitucional, participen de la vida trascendental en compañía de Él. Sus atractivas características y dulces sonrisas se introducen profundamente en el corazón de todo el mundo, y una vez que esto ocurre, el ser viviente es admitido en el reino de Dios, del cual nadie regresa. Esto se confirma en el Bhagavad-gītā.

Los planetas celestiales puede que sean muy famosos por ofrecer mejores facilidades de disfrute material, pero, como nos enseña el Bhagavad-gītā (9.20-21), uno tiene que regresar otra vez al planeta Tierra tan pronto como se termina la virtud adquirida. Dvārakā es indudablemente más importante que los planetas celestiales, porque quienquiera que haya sido favorecido con la sonriente mirada del Señor, nunca regresará de nuevo a esta podrida Tierra, que el propio Señor certifica que es un lugar de sufrimiento. No solo es esta Tierra un lugar de sufrimiento, sino también todos los planetas de los universos, porque en ninguno de ellos hay vida eterna, bienaventuranza eterna y conocimiento eterno. A cualquier persona que esté dedicada al servicio devocional del Señor se le recomienda vivir en uno de los tres lugares anteriormente mencionados, es decir, Dvārakā, Mathurā o Vṛndāvana. Debido a que en esos tres lugares el valor del servicio devocional aumenta sobremanera, aquellos que van allí a seguir los principios conforme a las instrucciones que se imparten en las Escrituras reveladas, logran con toda seguridad el mismo resultado que se obtiene durante la presencia del Señor Śrī Kṛṣṇa. Su morada y Él Mismo son idénticos, y un devoto puro que esté bajo la guía de otro devoto experimentado puede obtener todos los resultados, aun hoy en día.

Texto

nūnaṁ vrata-snāna-hutādineśvaraḥ
samarcito hy asya gṛhīta-pāṇibhiḥ
pibanti yāḥ sakhy adharāmṛtaṁ muhur
vraja-striyaḥ sammumuhur yad-āśayāḥ

Palabra por palabra

nūnam — ciertamente en el nacimiento anterior; vrata — voto; snāna — baño; huta — sacrificio en el fuego; ādinā — mediante todos esos; īśvaraḥ — la Personalidad de Dios; samarcitaḥ — adorado perfectamente; hi — ciertamente; asya — Su; gṛhīta-pāṇibhiḥ — por las esposas; pibanti — disfruta; yāḥ — aquellas que; sakhi — ¡oh, amiga!; adhara-amṛtam — el néctar de Sus labios; muhuḥ — una y otra vez; vraja-striyaḥ — las doncellas de Vrajabhūmi; sammumuhuḥ — se desmayaban frecuentemente; yat-āśayāḥ — esperando ser favorecidas de esa manera.

Traducción

¡Oh, amigas!, piensen solo en las mujeres que ha aceptado por esposas. Cómo han debido ellas de someterse a votos, baños, sacrificios de fuego y a la adoración perfecta del Señor del universo, para ahora disfrutar constantemente del néctar de Sus labios [en los besos]. Las doncellas de Vrajabhūmi a menudo se desmayaban con solo esperar tales favores.

Significado

Los ritos religiosos que se prescriben en las Escrituras tienen por objeto purificar las cualidades mundanas de las almas condicionadas, para permitirles ser promovidas gradualmente a la etapa en que le presten servicio trascendental al Señor Supremo. Lograr esa etapa de vida espiritual pura es la perfección máxima, y esa etapa se denomina svarūpa, o la identidad verdadera del ser viviente. Liberación significa renovación de esa etapa de svarūpa. En esa etapa perfecta de svarūpa, el ser viviente se establece en cinco fases de servicio amoroso, una de las cuales es la etapa de mādhurya-rasa, o el humor de amor conyugal. El Señor siempre es perfecto en Sí Mismo y, en consecuencia, Él no anhela nada para Sí. Sin embargo, Él se vuelve un amo, un amigo, un hijo o un esposo, para satisfacer el intenso amor del devoto en cuestión. Aquí se mencionan dos clases de devotos del Señor que se hallan en la etapa de amor conyugal. Uno es el svakīya, y el otro el parakīya. Ambos poseen una relación de amor conyugal con la Personalidad de Dios Kṛṣṇa. Las reinas de Dvārakā eran svakīya, o esposas debidamente casadas, pero las doncellas de Vraja eran jóvenes amigas del Señor mientras Él estaba soltero. El Señor permaneció en Vṛndāvana hasta la edad de dieciséis años, y Sus relaciones amistosas con las muchachas vecinas eran a la manera de parakīya. Esas muchachas, así como las reinas, se sometieron a severas penitencias, haciendo votos, bañándose y ofreciendo sacrificios en el fuego, tal como se prescribe en las Escrituras. Los ritos, tal como son, no son un fin en sí mismos, ni tampoco lo son la acción fruitiva, el cultivo de conocimiento ni el logro de la perfección de los poderes místicos. Todos ellos son medios para alcanzar la máxima etapa del svarūpa, prestarle al Señor servicio trascendental y constitucional. Todos y cada uno de los seres vivientes tienen su posición individual en una de las cinco clases diferentes de medios de correspondencia con el Señor que se mencionaron anteriormente, y en la forma espiritual y pura del svarūpa, la relación de uno se manifiesta sin atracción mundana. Los besos del Señor, bien sea con Sus esposas o con las jóvenes amigas que aspiraban a tenerlo como novio, no son de ninguna pervertida cualidad mundana. De esas cosas haber sido mundanas, un alma liberada como Śukadeva no se hubiera tomado la molestia de saborearlas, ni el Señor Śrī Caitanya Mahāprabhu se hubiera sentido inclinado a participar en esos asuntos después de renunciar a la vida mundana. Esa etapa se llega a merecer después de muchas vidas de penitencia

Texto

yā vīrya-śulkena hṛtāḥ svayaṁvare
pramathya caidya-pramukhān hi śuṣmiṇaḥ
pradyumna-sāmbāmba-sutādayo ’parā
yāś cāhṛtā bhauma-vadhe sahasraśaḥ

Palabra por palabra

— la dama; vīrya — valentía; śulkena — mediante el pago del precio; hṛtāḥ — llevadas a la fuerza; svayaṁvare — en la selección abierta del prometido; pramathya — hostigando; caidya — el rey Śiśupāla; pramukhān — encabezados por; hi — verdaderamente; śuṣmiṇaḥ — todos muy poderosos; pradyumna — Pradyumna (el hijo de Kṛṣṇa); sāmba — Sāmba; amba — Amba; suta-ādayaḥ — hijos; aparāḥ — otras damas; yāḥ — esas; ca — también; āhṛtāḥ — traídas de igual modo; bhauma-vadhe — después de matar a reyes; sahasraśaḥ — por millares.

Traducción

Los hijos de esas damas son Pradyumna, Sāmba, Amba, etc. A damas tales como Rukmiṇī, Satyabhāmā y Jāmbavatī, Él se las llevó a la fuerza de sus ceremonias svayaṁvara, después de vencer a muchos reyes poderosos, encabezados por Śiśupāla. Y también se llevó a la fuerza a otras damas, después de matar a Bhaumāsura y a miles de sus asistentes. Todas ellas son gloriosas.

Significado

A las hijas excepcionalmente capacitadas de reyes poderosos se les permitía elegir a sus propios prometidos en una competencia abierta, y esas ceremonias recibían el nombre de svayaṁvara, o selección del prometido. Puesto que el svayaṁvara era una competencia abierta entre príncipes valientes que eran rivales, el padre de la princesa invitaba a participar a los que lo fueran, y por lo general ocurrían peleas corrientes entre los invitados de la orden principesca, con un espíritu deportivo. Pero también ocurría que a veces los príncipes beligerantes eran matados en esos combates de casamiento, y al príncipe que triunfaba se le daba de trofeo la princesa por quien tantos otros príncipes habían muerto. Rukmiṇī, la reina principal del Señor Kṛṣṇa, era la hija del rey de Vidarbha, quien deseaba que su apta y hermosa hija le fuera entregada al Señor Kṛṣṇa. Pero el hermano mayor de ella quería entregársela al rey Śiśupāla, quien resultaba ser primo de Kṛṣṇa. De manera que hubo una competencia abierta y, como siempre, el Señor Kṛṣṇa logró la victoria, después de hostigar a Śiśupāla y otros príncipes mediante Su valentía inigualable. Rukmiṇī tuvo diez hijos, tales como Pradyumna. También hubo otras reinas que el Señor Kṛṣṇa se llevó de una manera similar. En el Décimo Canto se dará una descripción completa de este hermoso botín del Señor Kṛṣṇa. Había dieciséis mil cien hermosas muchachas que eran hijas de muchos reyes y que habían sido robadas a la fuerza por Bhaumāsura, quien las mantuvo cautivas para satisfacer su deseo carnal. Estas muchachas le oraron lastimosamente al Señor Kṛṣṇa pidiéndole ser liberadas, y el misericordioso Señor, movido por su ferviente oración, peleó con Bhaumāsura, lo mató y liberó a todas ellas. Luego, el Señor tomó por esposas a todas esas princesas cautivas, pese a que, a juicio de la sociedad, todas eran muchachas caídas. El todopoderoso Señor Kṛṣṇa aceptó las humildes oraciones de ellas, y se casó con ellas con todos los honores de reinas. De modo que, el Señor Kṛṣṇa tuvo en Dvārakā un total de dieciséis mil ciento ocho reinas, y en cada una de ellas engendró diez hijos. Todos estos hijos crecieron, y cada uno de ellos tuvo tantos hijos como su padre. La familia constaba de un total de diez millones de miembros.

Texto

etāḥ paraṁ strītvam apāstapeśalaṁ
nirasta-śaucaṁ bata sādhu kurvate
yāsāṁ gṛhāt puṣkara-locanaḥ patir
na jātv apaity āhṛtibhir hṛdi spṛśan

Palabra por palabra

etāḥ — todas esas mujeres; param — las más elevadas; strītvam — condición de mujer; apāstapeśalam — sin individualidad; nirasta — sin; śaucam — pureza; bata sādhu — glorificaron de un modo auspicioso; kurvate — hacen ellas; yāsām — de cuyos; gṛhāt — hogares; puṣkara-locanaḥ — de los ojos de loto; patiḥ — esposo; na jātu — en ningún momento; apaiti — se va; āhṛtibhiḥ — mediante obsequios; hṛdi — en el corazón; spṛśan — se hizo querer.

Traducción

De un modo auspicioso, todas estas mujeres hicieron que sus vidas se volvieran gloriosas, pese a encontrarse sin individualidad y sin pureza. Su esposo, la Personalidad de Dios con los ojos de loto, nunca las dejó solas en casa. Él siempre les complacía el corazón haciéndoles valiosos obsequios.

Significado

Los devotos del Señor son almas purificadas. En cuanto los devotos se entregan a los pies de loto del Señor con sinceridad, el Señor los acepta, y así los devotos quedan libres al instante de todas las contaminaciones materiales. Dichos devotos están por encima de las tres modalidades de la naturaleza material. No hay nada corporal que incapacite a un devoto, tal como no hay ninguna diferencia cualitativa entre el agua del Ganges y una sucia agua drenada, cuando ambas se amalgaman. Las mujeres, los comerciantes y los obreros no son muy inteligentes y, en consecuencia, se les hace muy difícil entender la ciencia de Dios o dedicarse al servicio devocional del Señor. Ellos son más materialistas que los demás, y aún más bajos son los kirātas, hūṇas, ãndhras, pulindas, pulkaśas, ãbhīras, kaṅkas, yavanas, khasas, etc., pero todos ellos pueden ser liberados si se les ocupa debidamente en el servicio devocional del Señor. Por dedicarse al servicio del Señor, las incapacidades designativas desaparecen y, como almas puras, se vuelven merecedores de entrar en el Reino de Dios.

Las muchachas caídas que estaban en las garras de Bhaumāsura le oraron con sinceridad al Señor Śrī Kṛṣṇa pidiendo ser liberadas, y su sinceridad de propósito las volvió puras de inmediato en virtud de la devoción. En consecuencia, el Señor las aceptó por esposas, y con ello sus vidas alcanzaron la gloria. Esa auspiciosa glorificación se hizo aún más gloriosa, cuando el Señor actuó con ellas como el más consagrado de los esposos.

El Señor solía vivir constantemente con Sus dieciséis mil ciento ocho esposas. Él se expandió en dieciséis mil ciento ocho porciones plenarias, y todas y cada una de ellas era el Señor Mismo, sin apartarse de la Personalidad Original. El Śruti-mantra afirma que el Señor puede expandirse en muchos. Como esposo de tantas mujeres, las complacía a todas con obsequios, aun a costa de grandes esfuerzos. Él trajo del cielo la planta pārijāta y la plantó en el palacio de Satyabhāmā, una de las principales reinas. De manera que si alguien desea que el Señor se convierta en su esposo, el Señor le satisface esos deseos a plenitud.

Texto

evaṁvidhā gadantīnāṁ
sa giraḥ pura-yoṣitām
nirīkṣaṇenābhinandan
sasmitena yayau hariḥ

Palabra por palabra

evaṁvidhāḥ — de ese modo; gadantīnām — así pues, orando y hablando de Él; saḥ — Él (el Señor); giraḥ — de palabras; pura-yoṣitām — de las damas de la capital; nirīkṣaṇena — por la gracia que les concedió de lanzarles miradas; abhinandan — y saludarlas; sa-smitena — con una cara sonriente; yayau — partió; hariḥ — la Personalidad de Dios.

Traducción

Mientras las damas de la capital de Hastināpura lo saludaban y hablaban de ese modo, el Señor, sonriendo, aceptó sus gratos saludos, y arrojando la gracia de Su mirada sobre ellas, se fue de la ciudad.

Texto

ajāta-śatruḥ pṛtanāṁ
gopīthāya madhu-dviṣaḥ
parebhyaḥ śaṅkitaḥ snehāt
prāyuṅkta catur-aṅgiṇīm

Palabra por palabra

ajāta-śatruḥ — Mahārāja Yudhiṣṭhira, quien no era enemigo de nadie; pṛtanām — fuerzas defensivas; gopīthāya — para dar protección; madhu-dviṣaḥ — del enemigo de Madhu (Śrī Kṛṣṇa); parebhyaḥ — de otros (enemigos); śaṅkitaḥ — teniendo miedo de; snehāt — por afecto; prāyuṅkta — empleó; catuḥ-aṅgiṇīm — cuatro divisiones defensivas.

Traducción

Mahārāja Yudhiṣṭhira, aunque no era enemigo de nadie, hizo que cuatro divisiones de defensa [caballos, elefantes, cuadrigas y ejército] acompañaran al Señor Kṛṣṇa, el enemigo de los asuras [demonios]. Mahārāja hizo eso debido al enemigo, y también por el afecto que le tenía al Señor.

Significado

Caballos y elefantes combinados con cuadrigas y hombres son medios naturales de defensa. A los caballos y elefantes se les entrena para que puedan desplazarse por cualquier parte de las colinas o bosques y planicies. Los aurigas podían pelear con muchos caballos y elefantes mediante la fuerza de flechas poderosas, incluso hasta el nivel del brahmāstra (similar a las armas atómicas modernas). Mahārāja Yudhiṣṭhira sabía bien que Kṛṣṇa era el amigo y bienqueriente de todos, pero, sin embargo, había asuras que por naturaleza estaban envidiosos del Señor. Así que, movido por el temor al ataque de otros y también por afecto, ocupó a manera de guardaespaldas del Señor Kṛṣṇa a todas las variedades de fuerzas de defensa. De haber sido necesario, el propio Señor Kṛṣṇa se bastaba para defenderse del ataque de otros que lo consideraran su enemigo, pero aun así aceptó todas las medidas que tomó Mahārāja Yudhiṣṭhira, pues no podía desobedecer al rey, que era Su primo mayor. Como parte de Su esparcimiento trascendental, el Señor hace su papel de un subordinado, y por eso a veces se pone bajo el cuidado de Yaśodāmātā, para que lo proteja en Su supuesto desamparo como niño. En eso consiste el līlā trascendental, o pasatiempo del Señor. El principio básico de todos los intercambios trascendentales que ocurren entre el Señor y Sus devotos, se exhibe para disfrutar de una bienaventuranza trascendental que no tiene comparación, ni siquiera ascendiendo hasta el nivel de brahmānanda*.

Texto

atha dūrāgatān śauriḥ
kauravān virahāturān
sannivartya dṛḍhaṁ snigdhān
prāyāt sva-nagarīṁ priyaiḥ

Palabra por palabra

atha — así pues; dūrāgatān — habiéndolo acompañado por un largo trecho; śauriḥ — el Señor Kṛṣṇa; kauravān — los Pāṇḍavas; virahāturān — agobiados por un sentimiento de separación; sannivartya — persuadió cortésmente; dṛḍham — determinado; snigdhān — llenos de afecto; prāyāt — prosiguió; sva-nagarīm — hacia Su propia ciudad (Dvārakā); priyaiḥ — con compañeros queridos.

Traducción

Debido al profundo afecto que sentían por el Señor Kṛṣṇa, los Pāṇḍavas, quienes pertenecían a la dinastía Kuru, lo acompañaron una distancia considerable para despedirse de Él. Ellos estaban agobiados con la idea de la futura separación. Sin embargo, el Señor los persuadió de que regresaran a su casa, y Él prosiguió hacia Dvārakā con Sus queridos compañeros.

Texto

kuru-jāṅgala-pāñcālān
śūrasenān sayāmunān
brahmāvartaṁ kurukṣetraṁ
matsyān sārasvatān atha
maru-dhanvam atikramya
sauvīrābhīrayoḥ parān
ānartān bhārgavopāgāc
chrāntavāho manāg vibhuḥ

Palabra por palabra

kuru-jāṅgala — la provincia de Delhi; pāñcālān — parte de la provincia Pānjab; śūrasenān — parte de la provincia de Uttar Pradesh; sa — con; yāmunān — los distritos que se encuentran a orillas del Yamunā; brahmāvartam — parte de Uttar Pradesh del Norte; kurukṣetram — el lugar en el que se libró la batalla; matsyān — la provincia Matsya; sārasvatān — parte del Punjab; atha — y así sucesivamente; maru — Rajasthan, la tierra de los desiertos; dhanvam — Madhya Pradesh, donde el agua es muy escasa; ati-kramya — después de pasar; sauvīra — Saurastra; ābhīrayoḥ — parte de Gujarat; parān — lado occidental; ānartān — la provincia de Dvārakā; bhārgava — ¡oh, Śaunaka!; upāgāt — dominados por; śrānta — fatiga; vāhaḥ — los caballos; manāk vibhuḥ — ligeramente, debido a la larga jornada.

Traducción

¡Oh, Śaunaka!, el Señor se dirigió entonces hacia Kurujāṅgala, Pāñcālā, Śūrasenā, la tierra que se encuentra a orillas del río Yamunā, Brahmāvarta, Kurukṣetra, Matsya, Sārasvata, la provincia del desierto y la tierra de agua escasa. Después de atravesar estas provincias, llegó gradualmente a las provincias Sauvīra y Ābhīra, y luego, por el oeste de estas, llegó finalmente a Dvārakā.

Significado

Las provincias por las que pasó el Señor recibían en esos días nombres diferentes a los que tienen en la actualidad, pero las indicaciones que se dan son suficientes para señalar que Él viajó a través de Delhi, Punjab, Rajasthan, Madhya Pradesh, Saurastra y Gujarat, y finalmente llegó a la provincia donde se hallaba Su hogar, Dvārakā. Nada ganamos con solo investigar las provincias análogas de aquellos días hasta los actuales momentos, pero parece ser que el desierto de Rajasthan y las provincias de agua escasa, tales como Madhya Pradesh, existían incluso hace cinco mil años. La teoría de los expertos en suelos que dice que el desierto se desarrolló en años recientes, no la respaldan las declaraciones del Bhāgavatam. El asunto se lo podemos dejar a los expertos en geología para que lo investiguen, ya que el universo cambiante tiene diferentes fases de desarrollo geológico. A nosotros nos satisface el hecho de que el Señor haya llegado ahora a Su propia provincia, Dvārakā-dhāma, proveniente de las provincias Kuru. Kurukṣetra sigue existiendo desde la época védica, y es pura necedad el hecho de que los intérpretes hagan caso omiso de la existencia de Kurukṣetra o la nieguen.

Texto

tatra tatra ha tatratyair
hariḥ pratyudyatārhaṇaḥ
sāyaṁ bheje diśaṁ paścād
gaviṣṭho gāṁ gatas tadā

Palabra por palabra

tatra tatra — en diferentes lugares; ha — así ocurrió; tatratyaiḥ — los habitantes locales; hariḥ — la Personalidad de Dios; pratyudyata-arhaṇaḥ — ofreciéndosele obsequios y adoración; sāyam — la tarde; bheje — habiendo llegado; diśam — dirección; paścāt — oriental; gaviṣṭhaḥ — el sol en el cielo; gām — al océano; gataḥ — habiéndose ido; tadā — en ese entonces.

Traducción

En Su viaje a través de esas provincias, se Le daba la bienvenida, se Lo adoraba y se Le hacían diversos obsequios. Al atardecer, en todos los lugares, el Señor suspendía Su viaje, para realizar ritos vespertinos. Esto lo observaba regularmente después de la puesta del sol.

Significado

Aquí se dice que el Señor observaba regularmente los principios religiosos mientras se hallaba de viaje. Hay ciertas especulaciones filosóficas que dicen que incluso el Señor está sometido a las obligaciones de la acción fruitiva. Pero en realidad no es así. Él no depende de la acción de ningún trabajo bueno o malo. Como el Señor es absoluto, todo lo que hace es bueno para todos. Pero cuando Él desciende a la Tierra, actúa para proteger a los devotos y aniquilar a los impíos no devotos. Aunque Él no tiene ningún deber obligatorio, no obstante hace todo de modo que los demás lo sigan. Así es la verdadera enseñanza; uno debe actuar correctamente y enseñarles lo mismo a los demás, pues, de lo contrario, nadie aceptará las huecas enseñanzas de uno. Él Mismo es quien otorga los resultados fruitivos. Él es autosuficiente, y aun así actúa conforme a las reglas de las Escrituras reveladas, con el fin de enseñarnos a nosotros el proceso. Si Él no hiciera eso, el hombre común se extraviaría. Pero en la etapa adelantada, cuando se puede entender la naturaleza trascendental del Señor, uno no trata de imitarlo. Eso no es posible.

El Señor hace en la sociedad humana lo que constituye el deber de todos, pero a veces hace algo extraordinario y que no debe ser imitado por el ser viviente. El ser viviente debe seguir Sus actos de oración vespertina tal como se indica aquí, pero no es posible seguir Su acto de levantar una montaña o de bailar con las gopīs. Uno no puede imitar al sol, el cual puede extraer agua incluso de un lugar sucio; el muy poderoso puede hacer algo que es absolutamente bueno, pero tratar de imitar tales actos nos pondrá en interminables dificultades. Por lo tanto, en todas las acciones debe consultarse siempre a la guía experta, el maestro espiritual, quien es la misericordia manifestada del Señor, y la senda del progreso estará garantizada.

Así terminan los significados de Bhaktivedanta correspondientes al capítulo décimo del Canto Primero del Śrīmad-Bhāgavatam, titulado: «La partida del Señor Kṛṣṇa para Dvārakā».