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Ilustración 48

Text Forty-Eight

La Luna, o Candraloka es uno de los cuatro lugares importantes de residencia de los semidioses. Más allá del lago Mānasa está el monte Sumeru. En el lado oriental de esta montaña esta el planeta Devadhānī, donde reside Indra. En el lado sur está el planeta conocido como Saṁyamanī, donde Yamarāja reside. En el lado occidental está el planeta conocido como Nimlocanī, la residencia de Vāyu, el semidiós que controla el viento. Y del lado norte de la montaña está la Luna, también conocida como Vibhāvarī.

48. The moon, or Candraloka, is one of the four important places of residence for the demigods. Beyond Mānasa Lake is Sumeru Mountain. On the eastern side of this mountain is the planet Devadhānī, where Indra resides. On the southern side is the planet known as Saṁyamanī, where Yamarāja resides. On the western side is the planet known as Nimlocanī, the residence of Vāyu, the demigod who controls the wind. And on the northern side of the mountain is the moon, which is also known as Vibhāvarī.

Todos estos diferentes planetas se hallan dentro del universo en el que está situado el nuestro. Las personas que son demasiado materialistas siempre se ocupan en el disfrute de los sentidos. Tales personas adoran a diosas y semidioses materiales para satisfacer sus deseos materiales. A ellos les gusta ejecutar muchos yajñas para congraciarse con los diferentes semidioses y con los antepasados que están en el cielo. Tales personas son automáticamente promovidas a la Luna, donde disfrutan del soma, una bebida celestial.

All these various planets are within the universe in which our planet is situated. Persons who are too materialistic always engage in sense enjoyment. Such persons worship the material demigods and goddesses to fulfill their material desires. They are fond of performing many yajñas to propitiate the various demigods and the forefathers in heaven. Such persons are automatically promoted to the moon, where they enjoy soma, a celestial beverage.

La Luna es demasiado fría para los habitantes de esta Tierra y por eso los intentos de las personas que quieren ir allí con sus cuerpos terrenales, son vanos. El simple hecho de ver la Luna desde lejos no nos capacita para entender su verdadera situación. Uno tiene que cruzar el lago Manasa, luego la montaña Sumeru y solamente después puede uno describir la órbita de la Luna. Además de eso, a ningún hombre común se le permite entrar a ese planeta. Incluso los que son admitidos allí después de la muerte, tienen que haber realizado los deberes prescritos para satisfacer a los pitās y a los devas y, aun así, ellos son enviados de regreso a la Tierra, después de un determinado lapso de vida en la Luna.

The moon is too cold for the inhabitants of this earth, and therefore ordinary persons who want to go there with earthly bodies are attempting to do so in vain. Merely seeing the moon from a distance cannot enable one to understand the real situation of the moon. One has to cross Mānasa Lake and then Sumeru Mountain, and only then can one trace out the orbit of the moon. Besides that, no ordinary man is allowed to enter that planet. Even those admitted there after death must have performed the prescribed duties to satisfy the pitās and devas. Yet even they are sent back to earth after a fixed duration of life—on the moon.

Por eso, los hombres con una conciencia desarrollada, no desperdician el tiempo en hacer excursiones, reales o imaginarias, a la Luna. Tales personas inteligentes no se esfuerzan por alcanzar placeres sensoriales pasajeros. Al contrario, aplican sus reservas de energía en el cultivo espiritual. Ellos ejecutan sus deberes religiosos para la satisfacción del Señor Supremo y no para el placer personal de los sentidos. Los síntomas de tales devotos excepcionales del Señor son: el estar desapegados del placer material, estar satisfechos, ser puros de corazón, apegados al servicio devocional, libres del afecto por las cosas temporales y desprovistos del ego falso. De acuerdo con los mandatos Védicos, tales grandes personalidades alcanzan, finalmente, el lugar donde predomina la Suprema Personalidad de Dios; donde no existen la muerte, el nacimiento, la vejez ni la enfermedad. En el camino a estos planetas espirituales, tales personalidades pasan través de la línea solar llamada arcirmārga. Y en el camino, pueden ver todos los planetas que hay entre la tierra y el mundo espiritual.

Men with developed consciousness, therefore, do not waste time making excursions, real or imaginary, to the moon. Such intelligent persons do not endeavor to achieve temporary sense enjoyment. Rather, they apply their conserved energy for the sake of spiritual cultivation. They discharge religious duties for the satisfaction of the Supreme Lord, and not for personal sense enjoyment. The signs of such exceptional devotees of the Lord are that they are unattached to material enjoyment, contented, pure in heart, attached to devotional service, free from affection for temporary things, and devoid of false ego. According to Vedic injunctions, such great personalities ultimately attain the place where the Supreme Personality of Godhead predominates and where there is no death, no birth, no old age, and no disease. On the way to these spiritual planets, such personalities pass through the sun line called arcir-mārga. And on the way they can see all the planets between here and the spiritual world.