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Mantra Nueve

Mantra Neuf

Texto

Texte

andhaṁ tamaḥ praviśanti
ye ’vidyām upāsate
tato bhūya iva te tamo
ya u vidyāyāḿ ratāḥ
andhaṁ tamaḥ praviśanti
ye ’vidyām upāsate
tato bhūya iva te tamo
ya u vidyāyāḿ ratāḥ

Palabra por palabra

Synonyms

andham — ignorancia crasa; tamaḥ — oscuridad; praviśanti — entran a; ye — aquellos que; avidyām — nesciencia; upāsate — adoran; tataḥ — que eso; bhūyaḥ — todavía más; iva — como; te — ellos; tamaḥ — oscuridad; ye — aquellos que; u — también; vidyāyām — cultivando el conocimiento; ratāḥ — dedicados.

andham : l’ignorance grossière ; tamaḥ : les ténèbres ; praviśanti : entrent dans ; ye : ceux qui ; avidyām : la nescience ; upāsate : vénèrent ; tataḥ : que cela ; bhūyaḥ : plus encore ; iva : certes ; te : ils ; tamaḥ : ténèbres ; ye :ceux qui ; u : aussi ; vidyāyām : à cultiver la connaissance ; ratāḥ : engagés.

Traducción

Translation

Aquellos que cultivan las actividades nescientes entrarán en la región más oscura de la ignorancia. Aún peores son quienes cultivan el así llamado conocimiento.

Ceux qui cultivent la nescience [le savoir profane] s’enfonceront dans les plus profondes ténèbres de l’ignorance, mais pire encore sont ceux qui cultivent un prétendu savoir.

Significado

Purport

Este mantra ofrece un estudio comparativo entre vidyā y avidyā. Avidyā, la ignorancia, es indudablemente peligrosa, pero vidyā, el conocimiento, es todavía más peligroso cuando es incorrecto o proviene de una mala fuente. Este mantra de El Śrī Īśopaniṣad es más aplicable en la actualidad que en ninguna otra época. La civilización moderna ha progresado considerablemente en el campo de la educación de las masas, pero el resultado es que la gente es más infeliz que nunca debido a que se hace hincapié en el progreso material, excluyendo así el aspecto espiritual que es la parte más importante de la vida.

On compare dans ce mantra la valeur de la vidyā à celle de l’avidyā. L’avidyā, l’ignorance, est sans aucun doute dangereuse, mais la vidyā, la connaissance, l’est encore plus lorsqu’elle est corrompue ou mal orientée. Ce passage s’applique à l’époque actuelle plus qu’à aucune autre. La civilisation moderne a certes fait de très grands progrès dans l’éducation des masses, mais le résultat en est que les gens sont plus malheureux qu’avant, à cause de l’importance capitale donnée à la prospérité matérielle, à l’exclusion de l’essentiel, l’aspect spirituel de la vie.

En lo que concierne a vidyā, el primer mantra ya ha explicado muy claramente que el Señor Supremo es el propietario de todo lo que hay, y al hecho de olvidar esta realidad se le llama ignorancia. Entre el hombre olvide más esta realidad sobre la vida, más se encontrará en la oscuridad. En vista de esto, es más peligrosa una civilización atea encaminada hacia el supuesto progreso de la educación, que una civilización en la que las masas sean menos avanzadas materialmente.

Le premier mantra de la Śrī Īśopaniṣad a clairement expliqué que la vidyā (la connaissance pure) consiste à savoir que le Seigneur Suprême est le possesseur de tout ce qui existe, et que l’avidyā (l’ignorance) consiste, elle, à l’oublier ; et plus on l’oublie plus on s’enfonce dans les ténèbres. De là, nous pouvons affirmer qu’une civilisation sans Dieu, tournée vers un prétendu développement de l’éducation, est plus redoutable qu’une civilisation où les gens sont moins « instruits ».

De entre las diferentes clases de hombres - los karmīs, los jñānīs y los yogīs - los karmīs son aquellos que se dedican a actividades para satisfacer los sentidos. Casi el 99,9 por ciento de la gente en la civilización moderna está dedicada a actividades para satisfacer los sentidos bajo las banderas del industrialismo, el desarrollo económico, el altruismo, el activismo político, etc. Sin embargo, todas estas actividades están más o menos basadas en la satisfacción de los sentidos, excluyendo así el tipo de conciencia de Dios descrita en el primer mantra.

Parmi les trois catégories d’hommes, karmīs, jñānīs et yogīs, les karmīs sont ceux qui recherchent les plaisirs terrestres, et dans la civilisation moderne, 99,9% des gens appartiennent à cette catégorie, courant après les plaisirs sous l’étendard de l’industrialisation, du progrès économique, de l’activisme politique, de l’altruisme, etc. Leurs actes sont tous plus ou moins motivés par un désir de satisfaction des sens, en excluant la conscience divine telle que la décrit le premier mantra de cet ouvrage.

En el lenguaje de El Bhagavad-gītā (7.15): las gentes dedicadas a satisfacer crasamente los sentidos son unos mūhas - asnos. El asno es un símbolo de la estupidez. De acuerdo con El Śrī Īśopaniṣad, aquellos que únicamente se dedican a la infructuosa búsqueda de la satisfacción de los sentidos están adorando a avidyā. Aquellos que hacen el papel de estar ayudando a una civilización como ésa, en nombre del progreso educativo, en realidad están causando más daño que los que se encuentran en la plataforma de la satisfacción crasa de los sentidos. El progreso del conocimiento bajo la guía de gente atea es tan peligroso como la valiosa joya que adorna la cabeza de una cobra. Una cobra decorada con una joya valiosa es más peligrosa que otra no decorada. En El Hari-bhakti-sudhodaya se compara el progreso que hacen los ateos en el campo de la educación, con las decoraciones que hay en un cadáver. En la India y en muchos otros países, alguna gente sigue la costumbre de conducir una procesión con un cadáver decorado, la cual se organiza para complacer a los afligidos parientes. En el mismo sentido, la civilización moderna es un remiendo de actividades hechas para ocultar los perpetuos sufrimientos causados por la existencia material. Semejantes actividades tienen como meta la satisfacción de los sentidos, pero por encima de los sentidos está la mente, y por encima de la mente está la inteligencia, y por encima de la inteligencia se encuentra el alma. Así que la meta de la verdadera educación debe ser alcanzar la autorrealización, la comprensión de los valores espirituales del alma. Toda educación que no conduzca a semejante comprensión debe ser considerada avidyā, o sea nesciencia. Al cultivar una nesciencia así, uno cae a la región más oscura de la ignorancia.

Dans la Bhagavad-gītā (7.15), on appelle mūḍhas (ânes) ceux qui recherchent les plaisirs matériels les plus grossiers, car l’âne est symbole de bêtise. Selon la Śrī Īśopaniṣad, une civilisation à la recherche vaine du seul plaisir honore l’avidyā, la nescience ; mais ceux qui renforcent ce genre de civilisation au nom du progrès de l’éducation font plus de tort encore que ceux qui en jouissent vulgairement. Le développement du savoir chez des impies est aussi redoutable qu’un joyau sur la tête d’un cobra, car un cobra coiffé d’une pierre précieuse est plus dangereux encore qu’un serpent ordinaire. Le Hari-bhakti-sudhodaya (3.11) compare également l’élévation du niveau d’éducation chez les incroyants à des ornements sur un cadavre. En Inde et en d’autres pays, des gens suivent la coutume de parer les cadavres et de les porter ensuite en procession pour contenter la famille éplorée. Dans le même esprit on peut dire que la civilisation moderne masque, avec tout un assortiment d’activités axées sur les plaisirs sensoriels, les souffrances perpétuelles qu’inflige l’existence matérielle. Mais au-dessus des sens se trouve le mental, puis l’intelligence, et au-delà de tous, l’âme. Le but de l’éducation devrait être la réalisation spirituelle, la réalisation des valeurs spirituelles de l’âme. Tout enseignement qui n’y mène pas relève de l’avidyā,la nescience, et cultiver cette nescience mène aux plus profondes ténèbres.

De acuerdo con los Vedas, los educadores mundanos equivocados son llamados: (1) veda-vāda-rata, (2) māyayāpahṛta-jñāna, (3) āsuraṁ bhāvam āśrita, y (4) narādhama. Los veda-vāda-ratas se las dan de muy eruditos en el campo de la literatura védica, pero desafortunadamente se han desviado por completo del objetivo de los Vedas. En El Bhagavad-gītā (15.18-20) se dice que el objetivo de los Vedas es conocer a la Personalidad de Dios, pero estos hombres veda-vāda-ratas no tienen ningún interés en la Personalidad de Dios. Al contrario, están fascinados por resultados fruitivos tales como el ascenso a los cielos, etc.

La Bhagavad-gītā (2.42, 7.15) donne aux faux maîtres les noms de veda-vāda-ratas et māyayāpahṛta-jñānas.Les veda-vāda-ratas se présentent comme de grands érudits védiques, mais ils ont complètement dévié de l’objectif ultime des Vedas. La Bhagavad-gītā (15.15) déclare que le but des Vedas est de connaître la Personne Divine, alors que les veda-vāda-ratas ne s’y intéressent nullement ; ils sont au contraire fascinés par les planètes édéniques et autres promesses de bonheur matériel.

Como ya se afirmó en el Mantra Uno, debemos saber que la Personalidad de Dios es el propietario de todo lo que hay, y debemos estar satisfechos con la porción que tenemos asignada para cubrir las necesidades de nuestra vida. La finalidad de toda la literatura védica es despertar esta conciencia de Dios dentro del ser viviente olvidadizo, y esta misma finalidad se presenta de diversas maneras en las diferentes Escrituras del mundo para que la comprenda la humanidad tonta. En consecuencia, el objetivo final de todas las religiones es llevarlo a uno de vuelta a Dios.

Comme il est dit dans le premier mantra, nous devons savoir que Dieu, la Personne Suprême, est le possesseur de tout, et qu’il faut nous contenter de la part qu’Il nous accorde pour satisfaire aux besoins de notre existence. L’objet de toutes les Écritures védiques est de raviver cette conscience de Dieu dans le cœur de l’être oublieux, et ce principe, sous différentes formes, se retrouve dans les Écritures révélées du monde entier. Le but ultime de toutes les religions est de ramener à Dieu l’humanité plongée dans l’ignorance.

Pero la gente veda-vāda-rata, en vez de comprender el significado de los Vedas, presupone que cuestiones secundarias tales como lograr el placer celestial para complacer los sentidos - cuyo anhelo es el primer motivo de su cautiverio material - son el fin último de los Vedas. Tales personas extravían a otros al interpretar erróneamente la literatura védica. Ellos algunas veces incluso condenan los Purāṇas, que son explicaciones védicas auténticas hechas para el hombre común. Los veda-vāda-ratas dan sus propias explicaciones sobre los Vedas, rechazando la autoridad de los grandes maestros (ācāryas). Ellos también tienden a elevar a alguna persona inescrupulosa de entre ellos mismos y proclamarla el exponente principal del conocimiento védico. Este mantra condena en especial a semejantes hombres con la palabra sánscrita vidyā-rata, la cual es muy apropiada. Vidyā significa Veda, porque el Veda es el origen del conocimiento, y rata significa dedicado. Así, vidyā-rata significa “dedicado al estudio de los Vedas”. Aquí se condena a los así llamados vidyā-ratas, debido a que desconocen el verdadero propósito de los Vedas, por haber desobedecido a los ācāryas. Esos veda-vāda-ratas están acostumbrados a encontrar significados en todas las palabras de los Vedas, que se adapten a sus propias intenciones. Ellos ignoran que la literatura védica no es una colección de libros ordinarios y que sólo es comprensible a través de la cadena de la sucesión discipular.

Mais les veda-vāda-ratas, plutôt que de reconnaître le vrai sens des Vedas, leur prêtent comme but ultime des effets d’ordre secondaire, comme l’accès aux plaisirs édéniques. Ils ne réalisent pas que ce désir de jouir sans restriction des sens est la cause première de leur enchaînement au monde matériel. Ils égarent les autres en interprétant faussement les Écritures védiques, allant même parfois jusqu’à rejeter les Purāṇas, qui sont d’authentiques commentaires védiques destinés à faciliter la compréhension des profanes. Les veda-vāda-ratas forgent leurs propres explications des Vedas et négligent l’autorité des grands maîtres. D’ordinaire, ils choisissent parmi eux une personne sans scrupule qu’ils présentent comme le plus grand exégète de la connaissance védique. Les mots sanskrits vidyāyāṁ ratāḥ, utilisés dans ce mantra, condamnent avec justesse ces insensés. Vidyāyām se rapporte à l’étude des Vedas, car les Vedas sont à l’origine de toute connaissance (vidyā) et ratāḥ veut dire « engagé » ; vidyāyāṁ ratāḥ signifie donc « ceux qui sont engagés dans l’étude des Vedas ». Ces prétendus érudits sont ici condamnés parce que, pour avoir désobéi aux ācāryas, ils ignorent le véritable objet des Vedas. Ces veda-vāda-ratās cherchent pour chaque mot des Vedas une signification justifiant leurs propres vues. Ils ignorent que les Écritures védiques ne sont pas une simple collection de livres ordinaires et qu’elles ne peuvent être comprises qu’à travers une filiation spirituelle remontant au Seigneur Lui-même.

Uno debe acercarse a un maestro espiritual fidedigno para poder comprender el mensaje trascendental de los Vedas. El Kaṭha Upaniṣad lo ordena así. Sin embargo, estos veda-vāda-ratas tienen su propio ācārya que no pertenece a la cadena de la sucesión trascendental. Ellos se encaminan así a la región más oscura de la ignorancia por haber interpretado erróneamente la literatura védica. Ellos caen aún más en la ignorancia que quienes carecen absolutamente de conocimiento sobre los Vedas.

La Muṇḍaka-Upaniṣad (1.2.12) recommande d’approcher un véritable maître spirituel si l’on veut comprendre le message transcendantal des Vedas. Les veda-vāda-ratas, eux, ont leurs propres « ācāryas » n’appartenant à aucune filiation spirituelle authentique. Par leur fausse interprétation des Écritures védiques, ils s’enfoncent plus encore dans les ténèbres de l’ignorance que ceux qui ne connaissent rien des Vedas.

La clase de hombres māyayāpahṛta-jñāna son aquellos que se autoerigen en “dioses”. Tales hombres se sienten Dios y piensan que no hay necesidad de adorar a ningún otro Dios. Ellos aceptarán adorar a algún hombre ordinario si éste es rico, pero nunca adorarán a la Personalidad de Dios. Semejantes hombres, siendo incapaces de reconocer su propia necedad, jamás recapacitan sobre cómo es posible que Dios caiga en las trampas de la ilusión. Si Dios quedase alguna vez atrapado por la ilusión, entonces ésta sería más poderosa que Dios. Esa gente dice que Dios es todopoderoso; pero no considera que si Él es todopoderoso, entonces no es posible que quede dominado por la ilusión. Estos dioses autoerigidos no pueden contestar muy claramente todas estas preguntas. Ellos simplemente están satisfechos por haberse vuelto Dios.

Les māyayāpahṛta-jñānas, pour leur part, se proclament eux-mêmes Dieu, et ne voient donc pas la nécessité d’en adorer un autre. Ils accepteront de vénérer un homme ordinaire, s’il est riche, mais jamais d’adorer la Divine Personne. Dans leur sottise, ils ne voient pas l’absurdité qu’il y a à croire que Dieu puisse être captif de l’illusion, māyā, Sa propre énergie. Si Dieu était sujet à l’illusion, il faudrait concevoir l’illusion comme plus puissante que Dieu ; or, ils affirment par ailleurs que Dieu est tout-puissant. Si Dieu est tout-puissant, comment peut-Il être dominé par l’illusion ? Incapables de résoudre ces questions, ils se satisfont de se croire Dieu.