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Mantra Ocho

Mantra Huit

Texto

Texte

sa paryagāc chukram akāyam avraṇam
asnāviraḿ śuddham apāpa-viddham
kavir manīṣī paribhūḥ svayambhūr
yāthātathyato ’rthān vyadadhāc chāśvatībhyaḥ samābhyaḥ
sa paryagāc chukram akāyam avraṇam
asnāviraḿ śuddham apāpa-viddham
kavir manīṣī paribhūḥ svayambhūr
yāthātathyato ’rthān vyadadhāc chāśvatībhyaḥ samābhyaḥ

Palabra por palabra

Synonyms

saḥ — esa persona; paryagāt — debe conocer realmente; śukram — el omnipotente; akāyam — incorpóreo; avraṇam — sin tacha; asnāviram — sin venas; śuddham — antiséptico; apāpa-viddham — profiláctico; kaviḥ — omnisciente; manīṣī — filósofo; paribhūḥ — el más grande de todos; svayambhūḥ — autosuficiente; yāthātathyataḥ — exactamente de conformidad con; arthān — deseables; vyadadhāt — concede; śāśvatībhyaḥ — inmemorial; samābhyaḥ — tiempo.

saḥ : cette personne ; paryagāt : doit vraiment connaître ; śukram : l’omnipotent ; akāyam : non incarné ; avraṇam : sans reproche ; asnāviram : sans veines ; śuddham : antiseptique ; apāpa-viddham : prophylactique ; kaviḥ : omniscient ; manīṣī : le philosophe ; paribhūḥ : le plus grand de tous ; svayambhūḥ : qui Se suffit à Lui-même ; yāthātathyataḥ : selon ; arthān : les choses désirables ; vyadadhāt : accorde ; śāśvatībhyaḥ :immémoriaux ; samābhyaḥ : les temps.

Traducción

Translation

Semejante persona debe realmente conocer al más grande de todos, quien es incorpóreo, omnisciente, intachable, sin venas, puro y libre de contaminación, el filósofo autosuficiente que ha cumplido los deseos de todos desde tiempo inmemorial.

Celui-là connaît dans toute Sa vérité Dieu, l’Être Suprême non incarné, omnipotent, irréprochable et omniscient, le philosophe qui Se suffit à Lui-même et satisfait les désirs de tous depuis des temps immémoriaux ; nulle veine n’irrigue Son corps et rien ne souille Sa pureté.

Significado

Purport

Esta descripción de la forma trascendental y eterna de la Personalidad Absoluta de Dios, indica que el Señor Supremo no carece de forma. Él posee Su propia forma trascendental la cual es totalmente diferente de las formas del mundo terrenal. Las formas que poseen las entidades vivientes de este mundo están encarnadas en la naturaleza material, y funcionan como cualquier máquina material. La anatomía del cuerpo material debe tener una constitución mecánica con venas y otras cosas, pero el cuerpo trascendental del Señor Supremo no tiene tal cosa como venas. Aquí se afirma claramente que Él es incorpóreo, y eso significa que no hay ninguna diferencia entre Su cuerpo y Su alma. Él tampoco acepta un cuerpo conforme a la ley de la naturaleza, tal como ocurre con nosotros. En el concepto material de la vida corporal, el alma es diferente del cuerpo denso y de la mente sutil. Sin embargo, el Señor Supremo no queda sujeto a tales diversificaciones. No hay diferencia alguna entre Su cuerpo y Su mente. Él es la totalidad completa; y Su mente, Su cuerpo, y Él Mismo son exactamente iguales.

Ce mantra décrit la forme éternelle et transcendantale de Dieu, la Personne Absolue. En effet, le Seigneur Suprême n’est pas dénué de forme. Il possède un corps transcendantal qui n’est en rien comparable à ceux de l’univers matériel. Le corps des êtres ici-bas est formé de matière et fonctionne comme n’importe quelle machine ; sa structure anatomique repose sur un ensemble de mécanismes : fonctions respiratoires, digestives, sanguines… Mais le corps du Seigneur est transcendantal et, comme l’indique ce mantra, ne dépend d’aucun système veineux. Et s’il est clairement dit que Dieu est non incarné, c’est qu’aucune différence n’existe entre Son corps et Son âme, et qu’Il n’est pas, comme nous, forcé par les lois de la nature à revêtir un corps matériel. Dans notre situation, l’âme est différente du corps physique et du mental subtil, alors qu’une telle distinction n’existe pas en Dieu. Il est le Tout Complet et Absolu, aussi Son corps, Son mental et Lui-même ne font-ils qu’un.

En El Brahma-saṁhitā se encuentra una descripción similar del Señor Supremo. Ahí se le describe como sac-cid-ānanda-vigraha, y eso significa que Él es la forma eterna que representa totalmente la existencia, el conocimiento y la bienaventuranza trascendentales. Las Escrituras védicas afirman claramente que Él tiene un tipo de cuerpo completamente diferente; por eso se le describe a veces como carente de forma. Esta ausencia de forma significa que Él no tiene una forma como la nuestra, y que no tiene una forma que podamos percibir. En El Brahma-saṁhitā además se afirma que el Señor puede hacer todo tipo de cosas con cualquier parte de Su cuerpo. Ahí se dice que con todas las partes de Su cuerpo puede hacer el trabajo de los otros sentidos. Esto significa que el Señor puede caminar con Sus manos, aceptar cosas con Sus piernas, ver con Sus manos y Sus pies, comer con Sus ojos, etc. En los śruti-mantras también se dice que aunque el Señor no tenga manos y piernas como las nuestras, posee un tipo diferente de manos y piernas con las que puede aceptar todo lo que le ofrezcamos y puede correr más rápido que cualquiera. Esos puntos quedan confirmados en este octavo mantra con el uso de palabras tales como śukram (omnipotente).

La nature du Seigneur Suprême est pareillement décrite dans la Brahma-saṁhitā (5.1) par les mots sac-cid-ānanda-vigraha — « Sa forme est éternelle, elle est la quintessence de l’existence, de la connaissance et de la félicité absolues. » Les Écritures védiques parlent sans équivoque du corps transcendantal de Dieu comme étant totalement différent du nôtre ; c’est la raison pour laquelle on Le dit parfois sans forme. Cela veut dire que Sa forme n’est pas matérielle comme la nôtre et qu’Il ne possède pas de forme concevable par l’homme. La Brahma-saṁhitā (5.32) explique en outre que les différentes parties de Son corps peuvent chacune occuper les fonctions des autres. Le Seigneur peut ainsi entendre avec Sa bouche, voir avec Ses mains, accepter des offrandes de nourriture avec Ses yeux, etc. Selon les śruti-mantras, Ses bras et Ses jambes, bien que différents des nôtres, Lui permettent de prendre ce que nous Lui offrons et de Se déplacer plus rapidement que quiconque. Ce que ce huitième mantra corrobore avec des qualificatifs comme śukram, « omnipotent ».

La forma adorable del Señor (arcā-vigraha) que es instalada en los templos por los ācāryas autorizados, quienes han comprendido al Señor en términos del Mantra Siete, tampoco es diferente de la forma original del Señor. La forma original del Señor es la de Śrī Kṛṣṇa, y Śrī Kṛṣṇa se expande en un ilimitado número de formas tales como Baladeva, Rāma, Nṛsiṁha, Varāha, etc. Todas estas formas son la mismísima Personalidad de Dios.

En forma similar, el arcā-vigraha adorado en los templos es también una forma expandida del Señor. Por adorar al arcā-vigraha uno puede acercarse de inmediato al Señor, quien acepta el servicio del devoto a través de Su energía omnipotente. El arcā-vigraha del Señor desciende a petición de los ācāryas, los maestros santos, y actúa en la manera original del Señor en virtud de la energía omnipotente del Señor. Los tontos que no tienen ningún conocimiento sobre El Śrī Īśopaniṣad ni los demás śruti-mantras, consideran que el arcā-vigraha que adoran los devotos puros está hecha de elementos materiales. Quizá los ojos imperfectos de los tontos o de los kaniṣṭha-adhikārīs vean esta forma como material, pero esa gente ignora que el Señor, siendo omnipotente y omnisciente, puede transformar la materia en espíritu y el espíritu en materia, según sea Su deseo.

La forme arcā-vigraha, intronisée dans le temple par un maître spirituel authentique (réalisé en terme du mantra sept) afin d’y être adorée, n’est pas différente de la forme originelle du Seigneur, Śrī Kṛṣṇa. Celui-ci Se multiplie en effet en un nombre incalculable de formes, tels Baladeva, Rāma, Nṛsiṁha, Varāha, etc., qui toutes sont le même et unique Dieu. L’arcā-vigraha adorée dans le temple est, au même titre, une émanation du Seigneur. On peut immédiatement entrer en contact avec Dieu par le culte rendu à Son arcā-vigraha qui, grâce à Son omnipotence, accepte le service de Son dévot. L’arcā-vigraha « descend » à la requête des ācāryas, les saints maîtres, et en vertu de la toute-puissance du Seigneur possède exactement les mêmes pouvoirs d’action que Lui.

Certains, ignorant ces mantras de la Śrī Īśopaniṣad et les autres śruti-mantras, croient sottement que les bhaktas rendent un culte à des éléments matériels. À leurs yeux imparfaits, comme à ceux des kaniṣṭha-adhikārīs,l’arcā-vigraha n’est que matière. Ils sont incapables de comprendre que le Seigneur peut, du fait de Son omniscience et de Son omnipotence, transformer à Son gré la matière en esprit et l’esprit en matière.

En El Bhagavad-gītā (9.11-12), el Señor se lamenta por la condición caída en que se encuentran los hombres de poco conocimiento que consideran que el cuerpo del Señor es material, sólo porque el Señor desciende como un hombre a este mundo material. Tales personas mal informadas ignoran la omnipotencia del Señor. Así, el Señor no se manifiesta en plenitud ante los especuladores mentales. Uno puede apreciarlo a Él solamente en proporción a lo que se haya entregado a Él. La condición caída de la entidades vivientes se debe por completo al olvido de su relación con Dios.

Dans la Bhagavad-gītā (9.11–12), le Seigneur déplore la déchéance de ces ignorants qui, ne sachant rien de Son pouvoir, Le rabaissent à l’état d’homme ordinaire lorsqu’Il descend sur terre. Il ne Se manifeste jamais pleinement à ces ergoteurs, car on ne Le connaît qu’en proportion de notre abandon à Lui. La dégradation de tous ceux qui vivent en ce monde est entièrement due à leur oubli de la relation les unissant à Dieu.

En este mantra, y también en muchos otros mantras védicos, se afirma claramente que el Señor ha estado abasteciendo de provisiones a la entidad viviente desde tiempo inmemorial. El ser viviente desea algo y el Señor le abastece el objeto de tal deseo en proporción a su grado de merecimiento. Si alguien quiere ser juez de la suprema corte, no sólo debe capacitarse lo suficiente, sino que también debe recibir el consentimiento de la autoridad que puede adjudicar el título de juez de la suprema corte. Las aptitudes en sí no son suficientes para ocupar el puesto. Una autoridad superior debe adjudicar el puesto. En forma similar, el Señor les adjudica goce a las entidades vivientes en proporción a sus aptitudes. En otras palabras, ellas son recompensadas de acuerdo con la ley del karma. Las aptitudes mismas no son suficientes para permitirle a uno recibir las recompensas. También se necesita la misericordia del Señor.

Ce mantra, comme bien d’autres mantras védiques, dit très clairement que c’est le Seigneur qui, depuis des temps immémoriaux, subvient aux besoins de tous les êtres. L’être connaît diverses aspirations que le Seigneur satisfait selon le mérite de chacun. Celui qui veut devenir magistrat doit non seulement posséder les qualifications requises, mais aussi recevoir sa nomination de l’autorité judiciaire en place. Il ne suffit pas d’avoir les diplômes nécessaires pour occuper un poste, il faut encore qu’un supérieur accorde au candidat sa nomination. De même, à un autre niveau, le Seigneur récompense chaque être selon ses mérites, mais ces mérites en eux-mêmes ne sont pas suffisants ; il doit s’y ajouter la sanction du Seigneur.

El ser viviente generalmente no sabe qué pedirle al Señor, ni tampoco a qué puesto aspirar. Sin embargo, cuando el ser viviente logra conocer su posición constitucional, pide ser aceptado en la compañía trascendental del Señor, para poder prestarle servicio amoroso trascendental. Desafortunadamente los seres vivientes que están bajo la influencia de la naturaleza material piden muchas otras cosas, y su mentalidad es descrita en El Bhagavad-gītā (2.41) como inteligencia dividida o dispersa. La inteligencia espiritual es sólo una, pero la inteligencia material es variada. En El Śrīmad-Bhāgavatam se afirma que quienes se encuentran cautivados con las bellezas temporales de la energía externa, se olvidan de la verdadera meta de la vida, que es ir de vuelta a Dios. Olvidando esto, uno trata de resolver todo con diversos planes y programas, pero esto es como masticar lo que ya ha sido masticado. No obstante, el Señor es tan bondadoso que le permite a la entidad viviente olvidadiza continuar así, y no se entremete. Si un ser viviente quiere ir al infierno, el Señor le permite hacerlo, sin entremeterse, y si quiere regresar a casa, ir de vuelta a Dios, el Señor le ayuda.

Les êtres ne savent généralement pas quoi demander au Seigneur ni quelle position réclamer. Mais quand ils viennent à connaître leur nature intrinsèque, leur position originelle, ils demandent au Seigneur de vivre en Sa compagnie transcendantale afin de Le servir avec amour et dévotion. Malheureusement, ceux qui subissent l’emprise de la matière Lui adressent des requêtes d’un tout autre ordre. La Bhagavad-gītā (2.41) dit de l’intelligence matérielle de ces gens qu’elle est dispersée, poursuivant des fins multiples, au contraire de l’intelligence spirituelle, qui tend vers un but unique. Le Śrīmad-Bhāgavatam (7.5.30–31) ajoute que ceux qui sont captivés par l’éphémère beauté de l’énergie externe oublient le véritable but de l’existence, qui est de retourner à Dieu. S’efforçant alors seulement d’améliorer leurs conditions de vie, ils élaborent toutes sortes de projets et de plans, mais cela revient à mâcher sans cesse ce qui a déjà été mâché. L’indulgence du Seigneur à leur égard est telle cependant, qu’Il leur permet de faire ce qu’ils désirent, sans jamais contrarier leurs desseins. Ce mantra utilise pour cela un mot très approprié, yāthātathyataḥ, qui signifie que le Seigneur récompense l’être exactement selon son désir. À qui veut trouver une vie infernale, le Seigneur le permet, comme Il aide celui qui le souhaite à retourner à Lui, dans le monde spirituel.

Dios es descrito aquí como paribhūḥ, el más grande de todos. Nadie es más grande o igual que Él. Aquí se describe a los otros seres vivientes como mendigos que le piden provisiones al Señor. El Señor abastece las cosas que desean las entidades vivientes. Si ellas tuviesen la misma potencia del Señor, o si fuesen omnipotentes u omniscientes, no tendrían necesidad alguna de mendigarle nada al Señor, ni siquiera la así llamada liberación. Verdadera liberación significa regresar a Dios. La liberación que conciben los impersonalistas es un mito, y el mendigar para conseguir la satisfacción de los sentidos continuará eternamente hasta que el mendigo recupere su conciencia espiritual y comprenda su posición constitucional.

Le Seigneur est ici nommé paribhūḥ, « l’Être Suprême ». Nul ne L’égale, nul ne Lui est supérieur. Les autres êtres sont, selon ce mantra, des mendiants en quête de bienfaits que le Seigneur accorde. Si notre puissance égalait celle du Seigneur, si nous étions, comme Lui, omnipotents et omniscients, nous n’aurions nul besoin de mendier auprès de Lui, ni même de Le prier pour une prétendue libération de la matière. La vraie libération consiste à retourner à Dieu ; celle des impersonnalistes n’est qu’un mythe. L’être continuera de mendier ainsi perpétuellement pour son plaisir égoïste jusqu’à ce qu’il retrouve sa raison spirituelle et prenne conscience de sa nature intrinsèque.

Únicamente el Señor Supremo es autosuficiente. Cuando el Señor Kṛṣṇa apareció en la Tierra hace cinco mil años, se manifestó plenamente como la Personalidad de Dios mediante Sus diversas actividades. En Su infancia mató a muchos demonios poderosos, y no era posible haber adquirido semejante poder mediante algún esfuerzo externo. Él levantó la Colina de Govardhana sin haber practicado el levantamiento de pesas. Él bailó con las gopīs sin considerar las restricciones sociales y permaneciendo intachable. Aunque las gopīs se le acercaron con sentimientos de amor conyugal, la relación entre las gopīs y el Señor Kṛṣṇa ha sido adorada incluso por el Señor Caitanya, quien era un estricto sannyāsī y un riguroso seguidor de las regulaciones disciplinarias. El Śrī Īśopaniṣad también describe al Señor como śuddham (antiséptico) y como apāpa-viddham (profiláctico), o sea puro y libre de toda contaminación. Él es antiséptico en el sentido de que incluso una cosa impura puede purificarse con sólo tocarlo a Él. La palabra profiláctico se refiere al poder que tiene Su compañía.

Tal como se menciona en El Bhagavad-gītā (9.30-31) el devoto puede al principio parecer como sudurācāra, desprovisto de buen comportamiento, pero se le debe aceptar como puro debido a que está en el sendero correcto. Esto ocurre gracias a la naturaleza profiláctica que brinda la compañía del Señor. El Señor también es apāpa-viddham ya que el pecado no puede tocarlo. Aunque Él actúe de una forma aparentemente pecaminosa, esas acciones son totalmente buenas, pues Él no queda afectado por el pecado en ninguna circunstancia. Puesto que en todas las circunstancias Él es śuddham, sumamente purificado, es comparado frecuentemente con el Sol. El Sol extrae la humedad de muchos lugares intocables de la Tierra, y a pesar de eso permanece puro. De hecho purifica las cosas detestables en virtud de sus poderes esterilizadores. Si el Sol es tan poderoso a pesar de ser un objeto material, entonces difícilmente podemos empezar a imaginar la pureza y la fuerza que tiene el Señor todopoderoso.

Le Seigneur seul Se suffit entièrement à Lui-même. Lorsque Śrī Kṛṣṇa apparut sur terre il y a 5 000 ans, Il fit voir par Ses activités surnaturelles qu’Il était Dieu, la Personne Suprême. Dans Son enfance, Il extermina nombre d’êtres démoniaques et de monstres puissants, tels Aghāsura, Bakāsura et Śakatāsura, alors qu’à un âge encore si tendre, il était impossible qu’Il eût acquis une telle puissance par aucune pratique que ce soit. Il fut capable, par exemple, de soulever la colline Govardhana et n’eut pas besoin pour cela de s’exercer à l’haltérophilie. Il dansa avec les gopīs sans souci des convenances, et pourtant sans qu’aucune faute puisse Lui être imputée. En fait, si les relations amoureuses de Kṛṣṇa et des gopīs avaient été le fruit de la luxure et n’avaient pas transcendé l’amour matériel, jamais Śrī Caitanya, qui suivait strictement toutes les règles du sannyāsa, ne les aurait exaltées.

La Śrī Īśopaniṣad confirme ici, avec les termes śuddham et apāpa-viddham, que le Seigneur est pur et qu’Il ne peut être contaminé. Il est śuddham (littéralement « antiseptique ») dans le sens où une chose impure est purifiée à Son seul contact, et apāpa-viddham (littéralement « prophylactique »), dans la mesure où Il protège de toute souillure ceux qui entrent en contact avec Lui. La Bhagavad-gītā (9.30–31) explique qu’à ses débuts un bhaktapeut sembler faire de constants écarts (su-durācāra), mais on doit le considérer comme pur car il est engagé sur la voie juste. Telle est l’une des manifestations de la nature « prophylactique » du Seigneur. Un autre aspect de cette qualité est que Dieu ne peut être touché par le péché ; chacun de Ses gestes est vertueux, même s’ils peuvent parfois sembler immoraux. Parce qu’Il est śuddham, « antiseptique », c’est-à-dire qu’Il demeure pur en toutes circonstances et purifie tout objet impur, on compare le Seigneur au soleil, lequel reste pur tout en asséchant les pires endroits et en stérilisant les choses les plus immondes. Or, si le soleil, simple corps matériel, possède ce pouvoir, nous pouvons à peine imaginer combien grand est le pouvoir de purification du Seigneur tout-puissant.