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Mantra Uno

Mantra Un

Texto

Texte

īśāvāsyam idaḿ sarvaṁ
yat kiñca jagatyāṁ jagat
tena tyaktena bhuñjīthā
mā gṛdhaḥ kasya svid dhanam
īśāvāsyam idaḿ sarvaṁ
yat kiñca jagatyāṁ jagat
tena tyaktena bhuñjīthā
mā gṛdhaḥ kasya svid dhanam

Palabra por palabra

Synonyms

īśa — por el Señor; āvāsyam — controlado; idam — este; sarvam — todo; yat kiñca — todo lo que; jagatyām — dentro del universo; jagat — todo lo animado e inanimado; tena — por Él; tyaktena — cuota asignada; bhuñjīthāḥ — debes aceptar; — no; gṛdhaḥ — te esfuerces por conseguir; kasya svid — de alguien más; dhanam — la riqueza.

īśa : du Seigneur ; āvāsyam : sous la domination ; idam : ceci ; sarvam : tout ; yat kiñca : quoi que ce soit ; jagatyām : dans l’univers ; jagat : tout ce qui est animé ou inanimé ; tena : par Lui ; tyaktena : la part assignée ; bhuñjīthāḥ : tu dois accepter ; mā : ne pas ; gṛdhaḥ : essayer d’acquérir ; kasya svit : de quelqu’un d’autre ; dhanam : les biens.

Traducción

Translation

El Señor posee y controla todo lo animado e inanimado que hay en el universo. Por eso, uno sólo debe aceptar aquellas cosas que le sean necesarias y que se le han asignado como su cuota, y no debe aceptar otras cosas, sabiendo bien a quién pertenecen.

De tout ce qui existe en cet univers, de l’animé comme de l’inanimé, le Seigneur est maître et possesseur. Chacun doit donc prendre uniquement la part qui lui est assignée, sachant bien à qui tout appartient.

Significado

Purport

El conocimiento védico es infalible pues desciende a través de la perfecta sucesión discipular de maestros espirituales que comienza con el Señor Mismo. Fue el Señor Mismo quien habló la primera palabra del conocimiento védico, y éste es recibido de fuentes trascendentales. Las palabras del Señor son llamadas apauruṣeya, lo que indica que no son pronunciadas por ninguna persona mundana. Un ser viviente del mundo terrenal tiene cuatro defectos: (1) seguramente cometerá errores; (2) está sujeto a la ilusión; (3) tiene la propensión a engañar a otros; y (4) sus sentidos son imperfectos. Estando condicionado por estas cuatro imperfecciones, uno no puede dar información perfecta sobre el conocimiento omnipenetrante. Los Vedas no son producto de semejantes criaturas imperfectas. El conocimiento védico fue impartido originalmente en el corazón de Brahmā, el primer ser viviente creado, y Brahmā a su vez lo difundió a sus hijos y discípulos, quienes han transmitido el proceso a lo largo de la historia.

La connaissance védique est infaillible car elle est transmise par une filiation spirituelle authentique dont le Seigneur est l’origine. La source de ce savoir est transcendantale puisqu’Il en formula Lui-même les prémices. Ces paroles du Seigneur sont apauruṣeya, car Celui qui les a émises n’appartient pas à l’univers matériel. Tout être vivant en ce monde a quatre imperfections : 1) il est doté de sens imparfaits, 2) il est astreint à l’illusion, 3) il est sujet à l’erreur, 4) il est porté à tromper autrui. Ces quatre imperfections l’empêchent de donner une connaissance parfaite. Mais les Vedas ne viennent pas d’un être aussi imparfait. À l’origine, Brahmā, le premier être créé, reçut de Dieu Lui-même la connaissance des Vedas en son cœur ; il la transmit à ses fils et à ses disciples, qui la perpétuèrent à travers les âges.

Ya que el Señor es pūrṇam, o sea completamente perfecto, no puede quedar sujeto a las leyes de la naturaleza material; sin embargo, tanto las entidades vivientes como los objetos inanimados están controlados por las leyes de la naturaleza, y en última instancia por la potencia del Señor. Este Īśopaniṣad es parte de El Yajur Veda, y como tal, contiene información relativa a la propiedad de todas las cosas que existen dentro del universo.

Contrairement aux êtres vivants et aux objets inanimés, le Seigneur étant pūrṇam (infiniment parfait), Il ne peut être sujet aux lois de la nature matérielle dont Il est Lui-même le législateur. L’Īśopaniṣad, qui est une partie du Yajur Veda, traite du droit de propriété divin sur tout ce qui est, droit confirmé dans le septième chapitre de la Bhagavad-gītā (7.4–5) où sont définies la parā et l’aparā prakṛti.

Esto se confirma en el Capítulo Siete de El Bhagavad-gītā (7.4-5) donde se discuten el parā y el aparā prakṛti. Todos los elementos de la naturaleza - la tierra, el fuego, el agua, el aire, el éter, la mente, la inteligencia y el ego falso - pertenecen a la energía inferior o material del Señor, mientras que el ser viviente, la energía orgánica, es el parā prakṛti (la energía superior) del Señor. Ambos prakṛtis o energías emanan del Señor, y Él es el controlador final de todo lo que existe. En el universo no existe cosa alguna que no pertenezca al parā o al aparā prakṛti; por consiguiente, todo es propiedad del Ser Supremo.

Les éléments de la nature, soit la terre, l’eau, le feu, l’air, l’éther, le mental, l’intelligence et l’ego matériel, appartiennent tous à l’énergie inférieure du Seigneur (aparā-prakṛti) qu’on appelle également l’énergie matérielle, tandis que l’âme spirituelle, le principe vital, constitue Son énergie supérieure (parā-prakṛti). Ces énergies (prakṛtis) émanent toutes deux du Seigneur, qui est donc le maître ultime de tout ce qui existe. Il n’est rien dans l’univers qui n’appartienne pas à la prakṛti, qu’elle soit parā ou aparā, et par conséquent, tout est la propriété de l’Être Suprême.

El Ser Supremo, la Personalidad de Dios Absoluta, es una persona completa, y tiene la inteligencia perfecta y completa para ajustarlo todo mediante Sus diferentes potencias. A menudo el Ser Supremo es comparado con el fuego, y todo lo orgánico e inorgánico es comparado con el calor y la luz de ese fuego. Así como el fuego distribuye energía en la forma de luz y calor, también el Señor exhibe Su energía de diferentes maneras. De esa forma, Él permanece como el último controlador, sustentador y dictador de todo. Él conoce todo y es el benefactor de todos. Él es pleno de todas las potencias inconcebibles: poder, riqueza, fama, belleza, conocimiento y renunciación.

L’Être Suprême, Dieu, la Personne Absolue, étant en tout point complet, Il possède une intelligence parfaite et totale grâce à laquelle Il peut tout organiser par la voie de Ses diverses puissances. On compare souvent l’Être Suprême au feu, et tout ce qui existe, l’organique comme l’inorganique, à la chaleur et à la lumière du feu. De même que le feu dispense son énergie sous forme de chaleur et de lumière, le Seigneur déploie Ses énergies de diverses façons. Il demeure ainsi le maître et le soutien ultime de tout ce qui est. Il est omniscient, tout-puissant et le bienfaiteur de tous. Il détient à leur plus haut degré de perfection la puissance, la gloire, la beauté, la fortune, le savoir et le renoncement.

En consecuencia, uno debe ser lo suficientemente inteligente como para saber que, además del Señor, nadie es propietario de nada. Uno debe aceptar solamente las cosas que el Señor le ha reservado como su cuota. Por ejemplo, la vaca da leche pero no se la bebe; ella come pasto y granos, y su leche está destinada a servirles de alimento a los seres humanos. El Señor lo dispone así y debemos estar satisfechos con las cosas que Él nos ha reservado bondadosamente, y siempre tener en cuenta al verdadero dueño de las cosas que poseemos.

Soyons donc assez intelligents pour comprendre qu’excepté le Seigneur, nul ne possède quoi que ce soit. Par conséquent, il ne faut accepter que la part qu’Il nous a assignée. La vache, par exemple, donne du lait mais ne le boit pas ; elle mange de l’herbe et du foin, et son lait est destiné à nourrir les humains car tel est le dessein du Seigneur. Nous devons nous satisfaire des choses qu’Il nous a accordées sans jamais oublier à qui appartient en réalité tout ce dont nous disposons.

Por ejemplo, una casa está hecha de tierra, madera, piedra, hierro, cemento y muchas otras cosas materiales, y si pensamos en términos de El Śrī Īśopaniṣad, sabremos que nosotros no podemos producir ninguno de esos materiales. Solamente podemos juntarlos y transformarlos en diferentes formas con nuestro trabajo. Un trabajador no puede reclamar ser el propietario de algo sólo porque ha trabajado arduamente en su elaboración.

Prenons comme autre exemple la maison où nous habitons. Si nous regardons les choses du point de vue de l’Īśopaniṣad, nous devons reconnaître que nous n’avons créé aucune des matières premières (bois, pierre, fer, etc.) ayant servi à sa construction ; nous n’avons fait que modifier leur forme originelle et les assembler par notre travail. Or, l’ouvrier peut-il se dire le propriétaire d’un objet parce qu’il a travaillé dur à le façonner ?

En la sociedad moderna siempre hay grandes disputas entre los trabajadores y los capitalistas, las cuales han tomado un cariz internacional, y el mundo está en peligro. Los hombres se enfrentan entre sí con enemistad y gruñidos, al igual que perros y gatos. El Śrī Īśopaniṣad no puede aconsejar a los perros y a los gatos, pero puede entregar el mensaje de Dios a los hombres a través de los ācāryas fidedignos (maestros santos). La raza humana debe aceptar la sabiduría védica contenida en el Īśopaniṣad y no debe reñir por posesiones materiales. Uno debe estar satisfecho con los privilegios que haya recibido gracias a la misericordia del Señor. No puede haber paz si los comunistas o los capitalistas o cualquier otro partido reclaman ser propietarios de los recursos de la naturaleza, los cuales son por completo la propiedad del Señor. Los capitalistas no pueden refrenar a los comunistas con simples maniobras políticas, ni los comunistas pueden derrotar a los capitalistas con sólo pelear por el pan robado. Si ellos no reconocen que la Suprema Personalidad de Dios es el propietario de todo, entonces toda la propiedad que reclaman como suya será propiedad robada. En consecuencia, quedarán sujetos al castigo de las leyes de la naturaleza. Las bombas nucleares se encuentran tanto en manos de los comunistas como en las de los capitalistas, y si ellos no reconocen que el Señor Supremo es el propietario de todo, entonces es un hecho cierto que estas bombas destruirán finalmente a ambos partidos. Así que, para poder salvarse y darle paz al mundo, ambos partidos deben seguir las instrucciones de El Śrī Īśopaniṣad.

La société souffre d’incessants conflits entre prolétaires et capitalistes qui, arrivés à un niveau international, mettent le monde en danger. Les hommes s’affrontent comme chiens et chats. La Śrī Īśopaniṣad ne peut aider des chiens ou des chats ; transmise par les purs ācāryas, c’est à l’homme véritable qu’elle donne le message de Dieu. La race humaine doit donc tirer parti de la sagesse qu’elle enseigne et cesser de se battre pour des possessions matérielles. Il faut se contenter des privilèges que le Seigneur nous octroie dans Sa miséricorde. Nulle paix n’est possible aussi longtemps que communistes, capitalistes ou tout autre parti se diront propriétaires des ressources naturelles qui, en fait, n’appartiennent qu’à Dieu.

Le capitaliste ne peut pas subjuguer le communiste par de simples manœuvres politiques, pas plus que le communiste ne peut vaincre le capitaliste simplement en combattant pour le pain volé. Si l’un et l’autre ne reconnaissent pas le droit de propriété absolu de la Personne Suprême, tout ce qu’ils clament comme leur appartenant est en fait volé et ils seront passibles de châtiment par les lois de la nature. La bombe atomique est entre les mains des communistes comme des capitalistes, et s’ils se refusent à reconnaître le droit de propriété du Seigneur Suprême, il est évident qu’un jour ou l’autre, elle détruira les deux partis. S’ils veulent être épargnés et donner la paix au monde, il leur faut suivre les enseignements de la Śrī Īśopaniṣad.

Los seres humanos no deben pelear como perros y gatos. Ellos deben tener suficiente inteligencia y darse cuenta de la importancia y el propósito de la vida humana. Las Escrituras védicas están recopiladas para la humanidad y no para los perros y los gatos. Los perros y los gatos pueden matar a otros animales para conseguir alimento sin incurrir en pecado, pero si un hombre mata a un animal para satisfacer su lengua incontrolable, se hace responsable de romper las leyes de la naturaleza, y en consecuencia debe ser castigado.

Les hommes ne sont pas faits pour se quereller comme chiens et chats. Ils doivent être assez clairvoyants pour réaliser l’importance de l’existence humaine et en comprendre le but. La littérature védique est destinée aux hommes, pas aux animaux. Pour se nourrir, un animal peut en tuer un autre, sans que ce soit un péché ; mais si un homme abat un animal pour le seul plaisir de ses papilles gustatives incontrôlées, il est responsable d’avoir brisé les lois de la nature et doit être puni en conséquence.

El estándar de vida de los seres humanos no puede ser usado en los animales. El tigre no come arroz, ni trigo, ni leche de vaca, porque ha recibido alimento en forma de la carne animal. Hay muchos animales y aves que son vegetarianos o carnívoros, pero ninguno viola las leyes de la naturaleza, pues las ha ordenado la voluntad de Dios. Los animales, las aves, los reptiles y otras formas inferiores de vida, siguen estrictamente las leyes de la naturaleza; por eso no es posible que pequen, y las instrucciones védicas no fueron creadas para ellos. Únicamente la vida humana es una vida de responsabilidad.

Il y a certaines normes à respecter pour les êtres humains, mais qui ne s’appliquent pas aux animaux. Si le tigre ne mange ni riz, ni blé et ne boit pas de lait, c’est qu’il est fait pour se nourrir de chair animale. Ainsi, certains animaux sont herbivores et d’autres carnivores, mais aucun d’entre eux ne transgresse les lois de la nature, qui ont été établies par la volonté du Seigneur. Tous les représentants de la gent animale — mammifères, oiseaux, reptiles et autres — respectent rigoureusement les lois de la nature et ne commettent donc nul péché ; par conséquent, les enseignements védiques ne leur sont pas destinés. Seule la vie humaine comporte des responsabilités.

Es erróneo pensar que sólo por volverse vegetariano uno deja de violar las leyes de la naturaleza. Los vegetales también tienen vida. Es la ley de la naturaleza que un ser viviente sea el alimento de otro. Por eso uno no debe enorgullecerse de ser un estricto vegetariano. Lo importante es reconocer al Señor Supremo. Los animales no han desarrollado la conciencia necesaria para poder reconocer al Señor, pero el ser humano posee suficiente inteligencia como para aprender de las Escrituras védicas, y así saber cómo trabajan las leyes de la naturaleza, y beneficiarse con ese conocimiento. La vida del hombre peligra mucho si él hace caso omiso de las instrucciones de las Escrituras védicas. El ser humano, por lo tanto, debe reconocer la autoridad del Señor Supremo. Él debe ser un devoto del Señor, ofrecer todo para el servicio de Señor, y comer solamente los remanentes del alimento ofrecido al Señor. Esto le permitirá cumplir correctamente su deber. El Señor afirma directamente en El Bhagavad-gītā (9.26) que Él acepta el alimento vegetariano que proviene de las manos de los devotos puros. Por esto, un ser humano no únicamente debe volverse un estricto vegetariano, sino que también debe convertirse en devoto del Señor y ofrecerle todos sus alimentos; y sólo debe comer prasāda, o sea la misericordia de Dios. El devoto que actúa con esta conciencia, puede cumplir correctamente el deber de la vida humana. Los que no ofrecen sus alimentos al Señor, en realidad comen pecado y quedan sujetos a las diversas clases de aflicciones que son el resultado del pecado (Bg. 3.13).

Toutefois, il ne faudrait pas se croire en parfaite harmonie avec les lois de la nature simplement parce qu’on a adopté un régime végétarien ; les végétaux sont aussi des êtres vivants. Une forme de vie doit en nourrir une autre, telle est la loi de la nature. Être un végétarien strict ne doit pas être un sujet de fierté ; ce qui importe, c’est de reconnaître Dieu comme le possesseur suprême. La conscience des animaux n’est pas suffisamment développée pour qu’ils se rendent compte de l’existence du Seigneur Suprême, mais l’être humain, lui, est assez intelligent pour comprendre, à la lumière des Écritures védiques, comment fonctionnent les lois de la nature, et en retirer de grands bénéfices. L’homme s’expose à de grands risques en négligeant les enseignements védiques ; il est donc essentiel pour lui de reconnaître la souveraineté du Seigneur et de devenir Son dévot.

Dans la Bhagavad-gītā (9.26), le Seigneur dit clairement qu’Il accepte les aliments végétariens que Lui offrent Ses purs dévots. Par suite, l’homme doit non seulement devenir végétarien, mais doit aussi devenir un dévot du Seigneur. Il doit servir Dieu avec amour et Lui offrir tous ses aliments pour n’en partager que les reliefs, appelés prasāda, la miséricorde de Dieu. Seul celui qui agit ainsi s’acquitte convenablement de ses responsabilités humaines. Celui qui n’offre pas sa nourriture au Seigneur ne mange que du péché et s’expose à toutes sortes de malheurs, conséquences de ses actes coupables. (Bhagavad-gītā, 3.13)

La raíz del pecado consiste en la desobediencia deliberada a las leyes de la naturaleza, al no reconocer que el Señor es el propietario de todo. El desobedecer las leyes de la naturaleza o las órdenes del Señor, acarrea la ruina del ser humano. Si uno es sobrio y conoce las leyes de la naturaleza, y no queda influenciado por el apego o la aversión innecesarios, ciertamente tendrá el reconocimiento del Señor y será elegible para regresar a Dios, ir de vuelta al hogar eterno.

La racine du péché est la désobéissance délibérée aux lois de la nature, manifestée par le refus de reconnaître le droit de propriété absolu du Seigneur. La transgression des lois de la nature, de l’ordre du Seigneur, entraîne la ruine de l’homme. Au contraire, si l’on est sensé, si l’on connaît les lois de la nature, et si l’on reste libre de l’attachement comme de l’aversion, on est certain de retrouver la considération du Seigneur et de devenir digne de retourner vers Lui, dans Son royaume éternel.