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TEXT 17

TEXT 17

Texto

Texte

avināśi tu tad viddhi
yena sarvam idaṁ tatam
vināśam avyayasyāsya
na kaścit kartum arhati
avināśi tu tad viddhi
yena sarvam idaṁ tatam
vināśam avyayasyāsya
na kaścit kartum arhati

Palabra por palabra

Synonyms

avināśi — imperecedero; tu — pero; tat — eso; viddhi — has de saber; yena — por quien; sarvam — todo el cuerpo; idam — este; tatam — imbuido; vināśam — destrucción; avyayasya — del imperecedero; asya — de él; na kaścit — nadie; kartum — hacer; arhati — capaz.

avināśi: impérissable; tu: mais; tat: cela; viddhi: sache; yena: par quoi; sarvam: tout le corps; idam: cela; tatam: pénétré; vināśam: la destruction; avyayasya: de l’impérissable; asya: de cela; na kaścit: nul; kartum: faire; arhati: n’est capable de.

Traducción

Translation

Has de saber que aquello que se difunde por todo el cuerpo es indestructible. Nadie puede destruir a esa alma imperecedera.

Sache que ce qui pénètre le corps tout entier est indestructible. Nul ne peut détruire l’âme impérissable.

Significado

Purport

  Este verso explica más claramente la verdadera naturaleza del alma, la cual se halla difundida por todo el cuerpo. Cualquiera puede entender qué es lo que está difundido por todo el cuerpo: la conciencia. Todo el mundo está consciente de los dolores y los placeres del cuerpo, en parte o en su totalidad. Esta difusión de la conciencia está limitada al cuerpo de uno. Los dolores y placeres de un cuerpo le son desconocidos a otro. Por consiguiente, cada cuerpo es la cobertura de un alma individual, y el signo de la presencia del alma se percibe en forma de la conciencia individual. A esa alma se la describe de un tamaño igual a la diezmilésima parte de la punta de un cabello. El Śvetāśvatara Upaniad (5.9) lo confirma:

Ce verset traite avec plus de précision de la nature réelle de l’âme dont l’influence s’étend au corps entier. Chacun d’entre nous comprendra que la conscience est présente dans l’ensemble de notre corps, car nous ressentons tous les plaisirs et les douleurs qu’il éprouve; mais là se limite, toutefois, le champ d’expérimentation de notre conscience. Les plaisirs et les douleurs que ressentent les autres nous sont inconnus. Chaque corps est donc l’enveloppe grossière d’une âme distincte, dont la présence est perceptible à travers la conscience individuelle. La taille de l’âme est le dix-millième de la pointe d’un cheveu, ainsi que le confirme la Śvetāśvatara Upaniṣad (5.9):

bālāgra-śata-bhāgasya
śatadhā kalpitasya ca
bhāgo jīvaḥ sa vijñeyaḥ
sa cānantyāya kalpate
bālāgra-śata-bhāgasya
śatadhā kalpitasya ca
bhāgo jīvaḥ sa vijñeyaḥ
sa cānantyāya kalpate

«Cuando la punta de un cabello se divide en cien partes y cada una de dichas partes se divide luego en otras cien partes, cada una de estas constituye la medida del alma espiritual». De igual manera, en el Bhāgavatam se declara lo mismo:

« Lorsqu’on divise la pointe d’un cheveu en cent parties, chacune redivisée en cent autres parties, on trouve la juste mesure de l’âme. » De la même manière, il est dit:

keśāgra-śata-bhāgasya
śatāṁśaḥ sādṛśātmakaḥ
jīvaḥ sūkṣma-svarūpo ’yaṁ
saṅkhyātīto hi cit-kaṇaḥ
keśāgra-śata-bhāgasya
śatāṁśaḥ sādṛśātmakaḥ
jīvaḥ sūkṣma-svarūpo ’yaṁ
saṅkhyātīto hi cit-kaṇaḥ

«Existen infinidad de partículas de átomos espirituales, cuyo tamaño es el de una diezmilésima parte de la punta de un cabello».

« Il existe d’innombrables atomes spirituels, dont la taille est d’un dix-millième de la pointe d’un cheveu. »

Por consiguiente, la partícula individual del alma espiritual es un átomo espiritual más pequeño que los átomos materiales, y dichos átomos son innumerables. Esta diminuta chispa espiritual constituye el principio básico del cuerpo material, y la influencia de semejante chispa espiritual se difunde por todo el cuerpo, tal como la influencia del principio activo de alguna medicina se difunde también a todo lo largo del cuerpo. Esta corriente del alma espiritual se siente por todo el cuerpo en forma de la conciencia, y esa es la prueba de la presencia del alma. Cualquier profano puede entender que, sin conciencia, el cuerpo material es un cuerpo muerto, y esa conciencia no puede ser revivida en el cuerpo por ningún medio material que a este se le administre. Luego la conciencia no se debe a ninguna cantidad de combinaciones materiales, sino al alma espiritual. En el Muṇḍaka Upaniṣad (3.1.9) se explica adicionalmente la medida del alma espiritual atómica:

L’âme distincte est donc un atome spirituel, plus petit que les atomes matériels. Ces atomes spirituels existent en nombre infini. Chacune de ces minuscules étincelles spirituelles est le principe vital du corps matériel. Tout comme le principe actif d’un médicament agit dans le corps entier, l’influence de l’âme se manifeste dans tout le corps sous la forme de la conscience, qui est la preuve vivante de sa présence. Nul n’ignore que privé de conscience, le corps n’est qu’un objet inerte qu’aucun procédé matériel ne peut ranimer. Par suite, il est clair que la conscience provient de l’âme, et non de quelque combinaison d’éléments matériels. La Muṇḍaka Upaniṣad (3.1.9) donne elle aussi la mesure de l’âme infinitésimale:

eṣo ’ṇur ātmā cetasā veditavyo
yasmin prāṇaḥ pañcadhā saṁviveśa
prāṇaiś cittaṁ sarvam otaṁ prajānāṁ
yasmin viśuddhe vibhavaty eṣa ātmā
eṣo ’ṇur ātmā cetasā veditavyo
yasmin prāṇaḥ pañcadhā saṁviveśa
prāṇaiś cittaṁ sarvam otaṁ prajānāṁ
yasmin viśuddhe vibhavaty eṣa ātmā

«El alma es de un tamaño atómico, y se la puede percibir por medio de la inteligencia perfecta. Esa alma atómica flota en las cinco clases de aire (prāṇa, apāna, vyāna, samāna y udāna), se halla dentro del corazón y extiende su influencia por todo el cuerpo de las entidades vivientes encarnadas. Cuando el alma se purifica de la contaminación de las cinco clases de aire material, su influencia espiritual se manifiesta».

« L’intelligence parfaite peut percevoir l’âme, de dimension atomique. Sise dans le cœur et portée par cinq sortes d’air (prāṇa, apāna, vyāna, samāna et udāna), elle dispense son énergie à tout le corps. Une fois purifiée de la contamination des cinq airs matériels, elle dévoile sa puissance spirituelle. »

El sistema de haṭha-yoga tiene por objeto controlar las cinco clases de aire que rodean al alma pura, por medio de diferentes clases de posturas, no para obtener algún beneficio material, sino para liberar a la diminuta alma del enredo de la atmósfera material.

Le haṭha-yoga sert à contrôler, au moyen de postures diverses, les cinq sortes d’air enveloppant l’âme pure, non pour en tirer quelque profit matériel, mais pour libérer l’âme infime de la matière qui l’emprisonne.

Es así como en todas las Escrituras védicas se admite la constitución del alma atómica, y ello también lo siente de hecho por la experiencia práctica cualquier hombre cuerdo. Solo un demente podría creer que esta alma atómica es viṣṇu-tattva omnipresente.

Les Textes védiques s’accordent tous sur cette définition de la constitution atomique de l’âme dont tout homme sain d’esprit peut vérifier l’authenticité par expérience directe. Seul un insensé prendra cette étincelle spirituelle pour le viṣṇu-tattva omniprésent.

La influencia del alma atómica se puede extender a todo lo largo de un cuerpo en particular. Según el Muṇḍaka Upaniṣad, esta alma atómica está situada en el corazón de cada entidad viviente, y, como la medida del alma atómica está más allá de la capacidad de apreciación de los científicos materiales, algunos de ellos afirman neciamente que el alma no existe. El alma atómica individual se encuentra, sin duda, allí en el corazón, junto con la Superalma, y por ello todas las energías del movimiento corporal emanan de esta parte del cuerpo. Los glóbulos rojos, que transportan el oxígeno de los pulmones, reciben su energía del alma. Cuando el alma abandona esa posición, cesa la actividad de la sangre de generar fusión. La ciencia médica acepta la importancia de los glóbulos rojos, pero no puede determinar que el alma es la fuente de la energía. La ciencia médica, sin embargo, admite que el corazón es el centro de todas las energías del cuerpo.

La Muṇḍaka Upaniṣad situe donc l’âme infinitésimale dans le cœur, d’où elle exerce son influence sur l’ensemble du corps. Néanmoins certains chercheurs matérialistes nient son existence, parce qu’à cause de sa taille infime elle échappe à leur pouvoir d’observation. Il est pourtant évident que si l’énergie nécessaire au fonctionnement de l’organisme provient du cœur, c’est que l’âme distincte et l’Âme Suprême s’y trouvent l’une et l’autre. Les globules sanguins, qui transportent l’oxygène emmagasiné dans les poumons, tirent leur énergie de l’âme. C’est pourquoi le sang cesse de remplir ses fonctions d’agent de fusionnement dès que l’âme quitte le corps. La science médicale est dans l’incapacité de vérifier que l’âme fournit au corps son énergie vitale, mais elle accepte toutefois l’importance des globules rouges et admet que le cœur est le siège de toutes les énergies corporelles.

Esas partículas atómicas del todo espiritual son como las moléculas de la luz del Sol. En la luz del Sol hay innumerables moléculas radiantes. Así mismo, las partes fragmentarias del Señor Supremo son chispas atómicas de los rayos del Señor Supremo, que reciben el nombre de prabhā, o energía superior. Entonces, ya sea que se siga el conocimiento védico o la ciencia moderna, uno no puede negar la existencia del alma espiritual en el cuerpo, y la ciencia del alma la describe en el Bhagavad-gītā de modo explícito la propia Personalidad de Dios.

On pourrait comparer ces parties atomiques du Tout spirituel aux innombrables particules lumineuses des rayons du soleil, car elles sont des étincelles de la radiance du Seigneur Suprême (prabhā, l’énergie supérieure). Que l’on suive les Écritures védiques ou la science moderne, on ne peut nier l’existence de l’âme dans le corps. Et Dieu Lui-même expose très clairement la science de l’âme dans la Bhagavad-gītā.