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Text 21

Text 21

Devanagari

Devanagari

पापच्यमानेन हृदातुरेन्द्रिय:
समृद्धिभि: पूरुषबुद्धिसाक्षिणाम् ।
अकल्प एषामधिरोढुमञ्जसा
परं पदं द्वेष्टि यथासुरा हरिम् ॥ २१ ॥

Text

Texto

pāpacyamānena hṛdāturendriyaḥ
samṛddhibhiḥ pūruṣa-buddhi-sākṣiṇām
akalpa eṣām adhiroḍhum añjasā
paraṁ padaṁ dveṣṭi yathāsurā harim
pāpacyamānena hṛdāturendriyaḥ
samṛddhibhiḥ pūruṣa-buddhi-sākṣiṇām
akalpa eṣām adhiroḍhum añjasā
paraṁ padaṁ dveṣṭi yathāsurā harim

Synonyms

Palabra por palabra

pāpacyamānena — burning; hṛdā — with a heart; ātura-indriyaḥ — who is distressed; samṛddhibhiḥ — by the pious reputation, etc.; pūruṣa-buddhi-sākṣiṇām — of those who are always absorbed in thought of the Supreme Lord; akalpaḥ — being unable; eṣām — of those persons; adhiroḍhum — to rise; añjasā — quickly; param — merely; padam — to the standard; dveṣṭi — envy; yathā — as much as; asurāḥ — the demons; harim — the Supreme Personality of Godhead.

pāpacyamānena — ardiendo; hṛdā — con un corazón; ātura-indriyaḥ — que está afligido; samṛddhibhiḥ — por la reputación piadosa, etc.; pūruṣa-buddhi-sākṣiṇām — de los que están siempre absortos en pensar en el Señor Supremo; akalpaḥ — siendo incapaz; eṣām — de esas personas; adhiroḍhum — elevarse; añjasā — rápidamente; param — simplemente; padam — al nivel; dveṣṭi — envidia; yathā — tanto como; asurāḥ — los demonios; harim — a la Suprema Personalidad de Dios.

Translation

Traducción

One who is conducted by false ego and thus always distressed, both mentally and sensually, cannot tolerate the opulence of self-realized persons. Being unable to rise to the standard of self-realization, he envies such persons as much as demons envy the Supreme Personality of Godhead.

Aquel que actúa movido por el ego falso siempre está afligido, tanto mental como físicamente, y no puede tolerar la opulencia de las personas autorrealizadas. Incapaz de alcanzar el nivel de autorrealización, siente tanta envidia por esas personas como los demonios por la Suprema Personalidad de Dios.

Purport

Significado

The real reason for the enmity between Lord Śiva and Dakṣa is explained here. Dakṣa was envious of Lord Śiva because of Śiva’s high position as an incarnation of a quality of the Supreme Personality of Godhead and because Śiva was directly in contact with the Supersoul and was therefore honored and given a better sitting place than he. There were many other reasons also. Dakṣa, being materially puffed up, could not tolerate the high position of Lord Śiva, so his anger at Lord Śiva’s not standing up in his presence was only the final manifestation of his envy. Lord Śiva is always in meditation and always perceives the Supersoul, as expressed here by the words pūruṣa-buddhi-sākṣiṇām. The position of one whose intelligence is always absorbed in meditation upon the Supreme Personality of Godhead is very great and cannot be imitated by anyone, especially an ordinary person. When Dakṣa entered the arena of yajña, Lord Śiva was in meditation and might not have seen Dakṣa enter, but Dakṣa took the opportunity to curse him because Dakṣa had maintained an envious attitude towards Lord Śiva for a long time. Those who are actually self-realized see every individual body as a temple of the Supreme Personality of Godhead because the Supreme Personality of Godhead, in His Paramātmā feature, is residing in everyone’s body.

Aquí se explica el verdadero motivo de la enemistad entre el Señor Śiva y Dakṣa. Dakṣa tenía envidia del Señor Śiva debido a la elevada posición de este como encarnación de una cualidad de la Suprema Personalidad de Dios, y a que Śiva estaba directamente en contacto con la Superalma, razón por la cual recibía más honores que él y se le había dado un asiento mejor que el suyo. Había además muchas otras razones. Dakṣa, que estaba envanecido materialmente, no podía tolerar la elevada posición del Señor Śiva, de manera que la ira que mostró cuando este no se puso en pie en su presencia no fue más que la manifestación final de su envidia. El Señor Śiva siempre está meditando, y como se expresa en este verso con las palabras pūruṣa-buddhi-sākṣiṇām, percibe a la Superalma constantemente. La posición de una persona cuya inteligencia está siempre absorta en meditar en la Suprema Personalidad de Dios es muy elevada, y nadie, y mucho menos las personas corrientes, puede imitarle. Cuando Dakṣa entró en el recinto del yajña, el Señor Śiva estaba meditando, y es probable que no le hubiera visto entrar, pero Dakṣa aprovechó la ocasión para maldecirle, pues su actitud de envidia hacia el Señor Śiva venía de muy atrás. Aquellos que están verdaderamente autorrealizados ven todos los cuerpos individuales como templos de la Suprema Personalidad de Dios, porque la Suprema Personalidad de Dios, en Su aspecto de Paramātmā, reside en todos y cada uno de ellos.

When one offers respect to the body, it is not to the material body but to the presence of the Supreme Lord. Thus one who is always in meditation upon the Supreme Lord is always offering Him obeisances. But since Dakṣa was not very elevated, he thought that obeisances were offered to the material body, and because Lord Śiva did not offer respect to his material body, Dakṣa became envious. Such persons, being unable to rise to the standard of self-realized souls like Lord Śiva, are always envious. The example given here is very suitable. Asuras, demons or atheists, are always envious of the Supreme Personality of Godhead; they simply want to kill Him. Even in this age we find some so-called scholars commenting on Bhagavad-gītā who are envious of Kṛṣṇa. When Kṛṣṇa says, man-manā bhava mad-bhaktaḥ (Bg. 18.65) — “Always think of Me, become My devotee, and surrender unto Me” — the so-called scholars comment that it is not to Kṛṣṇa that we have to surrender. That is envy. The asuras or atheists, the demons, without reason or cause, are envious of the Supreme Personality of Godhead. Similarly, instead of offering respect to self-realized persons, foolish men who cannot approach the highest standard of self-realization are always envious, although there is no reason.

Cuando se ofrecen respetos al cuerpo, en realidad se le están ofreciendo a la presencia del Señor Supremo en ese cuerpo material, y no al cuerpo en sí. De esta manera, el que siempre medita en el Señor Supremo Le está ofreciendo reverencias constantemente. Pero Dakṣa no era muy elevado, y por ello pensaba que las reverencias se le ofrecían al cuerpo material, de modo que, cuando el Señor Śiva no dio muestras de respeto ante su cuerpo material, Dakṣa se llenó de envidia. Ese tipo de personas, que son incapaces de elevarse hasta el nivel de almas autorrealizadas como el Señor Śiva, siempre están llenas de envidia. El ejemplo que se da en este verso es muy adecuado. Los asuras, es decir, los demonios o ateos, siempre tienen envidia de la Suprema Personalidad de Dios; simplemente quieren matarle. Incluso en la época actual, nos encontramos con comentarios del Bhagavad-gītā realizados por supuestos eruditos que en realidad tienen envidia de Kṛṣṇa. Cuando Kṛṣṇa dice man-manā bhava mad-bhaktaḥ (Bg. 18.65) —«Piensa siempre en Mí, conviértete en Mi devoto y entrégate a Mí»—, los supuestos eruditos comentan que no es a Kṛṣṇa a quien nos tenemos que entregar. Eso es envidia. Los asuras, los ateos, los demonios, sin ningún motivo, tienen envidia de la Suprema Personalidad de Dios. Lo mismo ocurre con los necios que no pueden elevarse al nivel más alto de autorrealización: En lugar de ser respetuosos con las personas autorrealizadas, tienen envidia de ellas sin motivo alguno.