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Text Three

Ilustración 3

3. Attracted by electricity throughout the sky and driven by forceful winds, clouds gradually cover the surface of the earth to satisfy the needy people by supplying water, which is the substance of their life. The clouds bestow rains upon man as the mercy of the Lord, who is always kind to the needy living being.

Atraídas por la electricidad en todo el cielo e impelidas por vientos poderosos, las nubes cubren gradualmente la superficie de la Tierra para satisfacer a la gente necesitada, dándoles agua, que es la sustancia de sus vidas. Las nubes derraman lluvia sobre el hombre, como la misericordia del Señor, quien siempre es bondadoso con el ser viviente necesitado.

We should always know that God is ever kind to us. Despite our gross disobedience to the laws of God's nature, the Lord is kind enough to look after our maintenance. Water is one of the most important items for our maintenance, because without water we can neither produce food grains nor quench our thirst. Water is also required very liberally for many other purposes. Thus the Lord has preserved water on three fourths of the globe and has made it salty to preserve it. Salty water does not decompose, and that is the arrangement of providence. The Lord has engaged the powerful sun to evaporate the water of planets like earth and distill it into clear water in the clouds and then stock it on the peaks of mountains, as we stock water in overhead tanks for later distribution. part of the stock of water is refrigerated into ice, so that it will not flood the earth for no good purpose. The ice melts gradually throughout the year, flows down through the great rivers, and glides down to the sea again for preservation.

Debemos saber siempre que Dios es permanentemente bondadoso con nosotros. A pesar de nuestra gran desobediencia a las leyes de la naturaleza establecidas por Dios, el Señor es suficientemente bondadoso como para encargarse de nuestra manutención. El agua es uno de los elementos más importantes para nuestra manutención, ya que sin agua no podemos producir granos ni mitigar nuestra sed. También se necesita abundante agua para muchos otros propósitos. Así, el Señor ha preservado el agua en las tres cuartas partes del planeta y la ha hecho salada para que se conserve. El agua salada no se descompone y éste es un arreglo de la providencia. El Señor ha puesto al poderoso Sol a evaporar el agua de los planetas como la Tierra y destilarla, transformándola en agua pura dentro de las nubes, para luego almacenarla sobre los picos de las montañas, tal como nosotros almacenamos agua en tanques elevados para su distribución posterior. Parte de la reserva de agua es refrigerada en forma de hielo de tal manera que no inunde la Tierra inútilmente. El hielo se derrite gradualmente a lo largo del año, fluye a través de los grandes ríos y se desliza nuevamente hacia el mar para su preservación.

Therefore the laws of God's nature are neither blind nor accidental, as men with a poor fund of knowledge conclude. Behind the laws of nature is the living brain of God, just as there is always a lawmaker behind all the laws of the state. It does not matter whether or not we see the lawmaker behind the common laws; we must admit that there is a lawmaker. Matter can never work automatically, without a living hand, and therefore we must admit the existence of God, the supreme living being, behind the laws of nature. The Lord says in Bhagavad-gītā that nature works under His superintendence. Nature is only a power, and behind the power is a powerhouse and a brain, just as behind electrical power there is an electrical powerhouse, where everything is conducted by the brain of the resident engineer. The material nature works so nicely, and not blindly, because of the superintendence of the supreme powerful God. In the Vedic hymns (Atharva Veda) the same thing is confirmed. It is only under the superintendence of God that all the natural laws are conducted.

Por lo tanto, las leyes de la naturaleza de Dios no son ciegas ni accidentales, como concluyen los hombres de escaso conocimiento. Detrás de las leyes de la naturaleza se encuentra el cerebro viviente de Dios, tal como siempre existe un legislador detrás de todas las leyes del Estado. No interesa si vemos o no al legislador detrás de las leyes comunes; debemos admitir que existe un legislador. La materia nunca puede actuar automáticamente sin una mano viviente y por lo tanto, debemos admitir la existencia de Dios, el ser viviente supremo, tras las leyes de la naturaleza. El Señor dice en el Bhagavad-gītā que la naturaleza trabaja bajo Su supervisión.* La naturaleza es únicamente una energía, detrás la energía existe una central y un cerebro, tal como detrás la energía eléctrica existe una central eléctrica, donde todo es conducido por el cerebro del ingeniero residente. La naturaleza material trabaja perfecta y no ciegamente debido a la supervisión del Supremo y Poderoso Dios. En los himnos védicos (Atharva Veda) esto mismo se confirma. Es únicamente bajo la supervisión de Dios que se conducen todas las leyes naturales.

The Lord distributes His mercy in the form of rains on the scorched earth at times of dire necessity. He supplies rain when we are practically on the verge of death for want of water. God is merciful undoubtedly, but He bestows His mercy on us when we need it most. This is so because we forget God as soon as we obtain this mercy. We should therefore remember the mercy of God constantly if we want to avoid distress. We are eternally related with Him, despite the state of forgetfulness already described above. Bhagavad-gītā confirms that the laws of nature are stringent because they are conducted by three different modes. But one who surrenders unto the Lord overcomes the stringency of nature easily.

En caso de extrema necesidad el Señor distribuye Su misericordia en forma de lluvias sobre la tierra ardiente. Él suministra agua cuando estamos prácticamente al borde de la muerte por su escasez. Dios es indudablemente misericordioso, pero nos otorga Su misericordia cuando la necesitamos más. Esto es así debido a que olvidamos a Dios tan pronto como obtenemos Su misericordia. Por lo tanto, debemos recordar la misericordia de Dios constantemente si deseamos evitar la aflicción. A pesar del olvido antes descrito estamos eternamente relacionados con Él. El Bhagavad-gītā confirma que las leyes de la naturaleza son severas debido a que son conducidas por tres diferentes modalidades. Pero alguien que se rinde al Señor vence fácilmente la severidad de la naturaleza.**

mayādhyakṣeṇa prakṛtiḥ sūyate sa-carācaram
hetunānena kaunteya jagad viparivartate

Esta naturaleza material, que es una de Mis energías, funciona bajo Mi dirección, ¡oh, hijo de Kuntī!, y produce a todos los seres móviles e inmóviles. Por orden suya, esta manifestación es creada y aniquilada una y otra vez.
(Bg 9.10)

** daivī hy eṣā guṇa-mayī mama māyā duratyayā
mām eva ye prapadyante māyām etāṁ taranti te

Esta energía divina Mía, integrada por las tres modalidades de la naturaleza material, es difícil de superar. Pero aquellos que se han entregado a Mí, pueden atravesarla fácilmente.
(Bg 7.14)